El fracaso escolar como síntoma: un abordaje transdisciplinario para una problemática multicausal AUTORES: - EMMANUEL NICOLÁS BELLARIA GIMENA SOL VIALE JUAN MANUEL LANZA LUCÍA VERNAZZA SANTIAGO ZALDUENDO RESUMEN: El concepto de fracaso escolar ha sido difundido y utilizado con harta frecuencia en diversos espacios del ámbito educativo. Desde publicaciones académicas y libros de reconocidos pedagogos que abordan la temática, hasta comentarios de padres y docentes en reuniones y salas de profesores. Sin embargo, qué se entiende por fracaso escolar y cómo el concepto puede asociarse a la singularidad del caso, es una problemática que requiere una necesaria profundización. Desde el equipo de tutores del Colegio Marianista de Caballito, entendemos que el fracaso escolar implica una lectura: ya sea como inhibición del desarrollo de las capacidades o como síntoma que debe ser interpretado. En ambos casos la causalidad de la situación es múltiple: historia colegial, intereses personales, herramientas de comunicación, factores emocionales, expectativas y vínculos familiares, clima escolar, contexto socio cultural, características institucionales, etc. son algunos de los factores que entran en juego. El dar cuenta de las causas y el interpretar la singularidad de la situación a abordar, permite la construcción estratégica de un modo de intervención transdisciplinario que tenga por objetivo la prevención del fracaso escolar o el acompañamiento posterior en el caso del estudiante que continúa en la institución. Ante un problema complejo, la modalidad de acompañamiento requiere de la participación de toda la comunidad educativa como equipo en donde los conocimientos y la formación particular de cada actor aporten un plus propio al trabajo grupal. Este documento fue presentado por sus autores como aporte original durante el 3º Congreso Pedagógico Marianista Página 1 de 10 INTRODUCCIÓN: El presente trabajo se enmarca en el IIº eje propuesto por las autoridades del 3° Congreso Pedagógico Marianista a realizarse la ciudad de Junín los días 9 y 10 de octubre de 2015: “Nuevas subjetividades y enseñanza/aprendizaje para “Desarrollar una Propuesta Pedagógica centrada en los Procesos de Aprendizaje”. El mismo es fruto de un trabajo de investigación y producción del Equipo de Tutores del Nivel Medio del Colegio Marianista de Caballito a partir de la inquietud por la problemática referida a las diversas trayectorias escolares de los estudiantes de la institución mencionada. El creciente número de alumnos que llegan a las instancias de evaluación y promoción de FebreroMarzo con riegos serios de repetir el curso y , en varios casos, concretándose esa repitencia, (ver en anexo la evolución de la “no promoción” en los últimos años) ha sido fruto de debate y análisis respecto de las causas que pudieran llevar a dicha situación. El significativo aumento del número de casos y el cambio de paradigma institucional al respecto, nos han llevado a profundizar sobre el tema, coincidiendo en que no puede mencionarse una única causa ni un solo modo de abordar el conflicto. Todos los actores de la comunidad educativa forman parte del complejo entramado de relaciones que son parte de este fenómeno por lo que se ha solicitado su opinión a través de un instrumento puntual que pueda cualificar el trabajo. Centrándonos en el Nivel Secundario y considerando que los alumnos del Colegio Marianista en los cuales se centra el estudio no manifiestan dificultades orgánicas de base (lesiones o patologías de orden neurológico, retraso madurativo), entendemos el fracaso escolar como un síntoma que ser abordado como tal. Los conceptos de síntoma, inhibición cognitiva, fracaso escolar, multicausalidad y abordaje transdisciplinario, serán los que principalmente guiarán este trabajo a la luz de las teorías psicológicas y psicopedagógicas de intervención psicoeducativas. Este documento fue presentado por sus autores como aporte original durante el 3º Congreso Pedagógico Marianista Página 2 de 10 DESARROLLO EL FRACASO ESCOLAR: Al introducirnos en el concepto de Fracaso Escolar, nos topamos con la dificultad de encontrar distintas definiciones que contemplan aspectos diversos. En nuestra investigación, identificamos muchas definiciones, varias de las cuales tienen elementos comunes pero que se diferencian en el foco en dónde se centra la mirada, afectando a protagonistas y factores de influencia respecto de este fenómeno. El concepto de fracaso escolar podrá entenderse como el proceso de “(…) aquellos alumnos, que al finalizar su permanencia en la escuela, no han alcanzado una preparación mínima que les permita vivir en forma autónoma en la sociedad: encontrar un trabajo, organizarse de una manera independiente y comportarse de forma cívica, responsable y tolerante”. El mismo autor simplifica su idea en las siguientes palabras: “Es el porcentaje que no obtiene la titulación que acredita haber finalizado satisfactoriamente la educación obligatoria” (Marchesi, 2000) Con el avance de las Ciencias de la Educación, hubo un cambio de mirada sobre el sistema educativo y especialmente sobre el papel de los alumnos en su proceso de aprendizaje. Ésto se trasluce en la promulgación de la nueva Ley Nacional de Educación (Ley 26.0206/06) y la propuesta de la N.E.S. del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Entre las propuestas que ambos textos promulgan, las características que se esperan de la formación del nivel, el marco pedagógico de la N.E.S. hará hincapié en “(…) facilitar el logro efectivo de las metas de aprendizaje propuestas, en continuidad con las innovaciones que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires viene realizando para mejorar las trayectorias educativas de los estudiantes” (Marco pedagógico N.E.S del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires). El escenario que las modificaciones propuestas por la N.E.S. intentan contemplar, se ha complejizado por lo que se busca entre las características a desarrollar en el Nivel, la inclusión, la contención, la formación y la participación democrática como principales objetivos. En estos objetivos orientadores, se buscará construir “Una escuela con autonomía para flexibilizar los trayectos pedagógicos, de acuerdo con el perfil de los alumnos: que incluya profesionales para atender las problemáticas de los alumnos y brindarles contención”(Marco Pedagógico de la N.E.S. del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires). El cambio de visión que el sistema educativo fue adoptando en los últimos años, se ve reflejado en que“(…) hasta no hace mucho, el fracaso era sinónimo de dificultad y problemas de aprendizaje, centrando su origen, desarrollo y desenlace en los niños considerados “malos alumnos”. Se le adjudicaba la responsabilidad de estos problemas casi en exclusiva a los propios alumnos y a su entorno familiar por no favorecer a estos aprendizajes escolares.”(Müller 1998) quedando de manifiesto el nuevo lugar que el alumno y su familia ocupan en su proceso de aprendizaje. Dentro de las Instituciones Marianistas, el Proyecto Educativo Pastoral ((P.E.P.) construcción colectiva de todos los Centros Educativos Marianistas (2009), buscando contemplar y considerar los nuevos escenarios sociales, educativos, familiares y comunitarios, busca acompañar el cambio de mirada. Entre los desafíos que propone a cada uno de los centros, se espera que los docentes puedan ser referentes en el proceso de aprendizaje de sus alumnos (Desafíos de los Centros Educativos Marianistas. P.E.P. 3.3) “Los educadores marianistas parten de la premisa de que los alumnos aprenden de distinta manera y en diferentes tiempos…” (P.E.P. 43). “Todos los alumnos necesitan una atención personalizada, ser escuchados y una propuesta institucional de acompañamiento y ayuda, Este documento fue presentado por sus autores como aporte original durante el 3º Congreso Pedagógico Marianista Página 3 de 10 para que puedan alcanzar los mínimos de aprendizajes requeridos. Los alumnos con dificultades representan un compromiso prioritario para los educadores marianista” (P.E.P. 44) Esta nueva visión sobre la problemática del fracaso escolar se refleja en las definiciones de los autores que exponemos a continuación, muchos de los cuales fueron referencia para pensar el nuevo contexto: “El fracaso escolar es exclusivamente un síntoma que indica una malestar que sostiene que ninguna causa (sociedad, educación nacional, familiar, escuela, económica) puede explicar por sí mismo el problema” (Anna Cordie, 1994) “Es toda insuficiencia detectada en los resultados alcanzados por los alumnos en los centros de enseñanza respecto a los objetivos propuestos para su nivel, edad y desarrollo, que se expresa a través de negativas calificaciones escolares” (Valentín Martínez, 1997) “Se considera que los problemas de aprendizaje presentes en los niños dentro del sistema escolar conllevan al mencionado fracaso escolar. Los factores fundamentales que deben tenerse en cuenta en el diagnóstico de un problema de aprendizaje son: los factores orgánicos, específicos, psicógenos y ambientales” (Sara Pain, 2010) La escuela, los docentes, el sistema educativo entre otros actores, son ahora, contemplados e incluidos dentro del entramado de la problemática como variables activas del proceso de aprendizaje de los alumnos y, por consiguiente, de su resultado escolar. Se establecen, por otra parte, claras diferencias entre el fracaso escolar (no promoción del año en curso) y el problema de aprendizaje. Consideraremos como fracaso escolar cuando un alumno no promociona el año lectivo en curso en tiempo y forma. En nuestra institución se está transitando un cambio de paradigma debido a que, anteriormente, el no aprobar el año implicaba la imposibilidad de permanecer en el colegio. Esta situación ha ido cambiando en los últimos años con la aceptación de la continuidad de estudiantes que deben volver a cursar el año lectivo no promocionado, lo que brinda cierto margen de apertura en la inclusión y acompañamiento de estas singularidades. A partir de dicha realidad, se presenta necesaria la evaluación y planificación estratégica del proceso de acompañamiento de estos alumnos que necesitarán un tiempo más prolongado para cumplir con su trayectoria escolar dentro de la institución, situación no valorada de la misma manera por cada miembro de la comunidad educativa. LO SINTOMÁTICO: “En medicina, los síntomas son las manifestaciones perceptibles de una enfermedad subyacente que de otro modo podría seguir no detectada. El concepto de síntoma se afirma entonces sobre una distinción básica entre superficie y profundidad, entre los fenómenos (...) y sus causas ocultas, que no se pueden experimentar, sino que hay que inferir” (Dylan Evans, 1997). Al introducirnos e investigar sobre la problemática del Fracaso escolar, hemos tomado la decisión de emparentarlo a la noción de síntoma, tal como la clínica psicoanalítica lo conceptualiza (derivando sus desarrollos de la práctica médica). Es interesante destacar que desde las ciencias médicas se diferencia de manera taxativa, pero no por eso desconociendo un vínculo asociativo, lo observable a través de diversos aspectos (rendimiento académico, participación en clase, actitud y compromiso con la materia, conducta, predisposición, motivación, etc.) y sus causas en un nivel de profundidad que implica una interpretación a partir de la investigación sobre los fenómenos visibles. De este modo, el Fracaso Este documento fue presentado por sus autores como aporte original durante el 3º Congreso Pedagógico Marianista Página 4 de 10 Escolar, entendido en nuestra institución como la repitencia o la no conclusión de los estudios medios en tiempo y forma, es un síntoma que requiere de una lectura para poder abordar, en la singularidad de cada caso, la multiplicidad de factores intervinientes para prevenir dicha situación o acompañar al estudiante que continuará en la institución a pesar de no haber promocionado el año lectivo. En la repitencia o la no finalización de estudios, no podemos adjudicar a un único agente o factor dicha situación. De hecho, tal como se ha mencionado en el apartado anterior, no es posible adjudicar una responsabilidad total al estudiante que no alcanzó los objetivos académicos que el año lectivo planteaba sino que el entramado también es tejido por la institución educativa, la familia y el cuerpo docente en su totalidad. “Término utilizado para designar el hecho de que el síntoma psiconeurótico es el resultado de un proceso especial, de una elaboración psíquica”. (Laplanche y Pontalis, 1996). Tal como los autores citados definen la Formación del Síntoma a partir de los desarrollos teóricos de Sigmund Freud, realizan un aporte significativo a nuestra investigación destacando que todo síntoma tiene un entramado singular producto de un proceso y una elaboración particular, dando cuenta de la multicausalidad de factores que participan en su gestación, lo que se denominó, en la clínica Freudiana, Sobredeterminación del síntoma. Esto da cuenta de la singularidad de cada uno de los casos, del complejo entramado subyacente a los fenómenos observables, de la complejidad del síntoma y la necesidad de abordarlo elaborando estrategias transdisciplinarias según el caso por caso. Por otro lado, la deconstrucción de un síntoma se encuentra con la difícil tarea de desarmar una Formación de compromiso, ya que en lo sintomático “pueden satisfacerse (…) a la vez el deseo inconsciente y las exigencias defensivas” (Laplanche y Pontalis, 1996). Esta particularidad, sumamente importante, en la conceptualización del síntoma da cuenta que en todo padecimiento hay una cuota de satisfacción que dificulta la separación del sujeto respecto de su síntoma. A pesar del imaginario social vinculado a la repitencia o a la no finalización del nivel medio, con una clara connotación negativa por parte de gran parte de la comunidad educativa, el encontrarse en una situación tal ubica al sujeto en un posicionamiento singular, convocando ayuda, colaboración y recibiendo la preocupación de diversos agentes educativos y de miembros de la familia. A partir de lo desarrollado, argumentamos la asociación Síntoma-Fracaso Escolar en el complejo proceso de tejido del entramado que los sustenta dando lugar a la multicausalidad de ambos; la vinculación entre lo observable y las causas implícitas que plantean la necesidad de una lectura y una interpretación para su deconstrucción; la formación de compromiso como un aspecto ineludible a considerar para comprender la naturaleza de la situación y el lugar desde el cual s e posiciona el sujeto; y el abordaje escolar transdisciplinario como equipo de trabajo que, junto a la familia, pueda abordar la situación en su complejidad y ayudar al estudiante a asumir la pertenencia de su síntoma como paso fundamental para la posterior construcción de un nuevo posicionamiento subjetivo desde el lugar de la responsabilidad. UNA PROBLEMÁTICA MULTICAUSAL: Poder considerar en su total complejidad el fracaso escolar, nos lleva a contemplar algunas variables que pudieran influir en su aparición. Tomados de la clínica psicológica y psicoeducativa, en la multicausalidad a la que haremos referencia identificaremos factores internos y externos: Internos: Problema de aprendizaje síntoma en el cual se produce una represión eficaz en la capacidad de aprender. Este documento fue presentado por sus autores como aporte original durante el 3º Congreso Pedagógico Marianista Página 5 de 10 Externos: Problema de aprendizaje reactivo en el cual no puede construirse un vínculo positivo con la institución educativa y se la rechaza. A partir de esta primera categorización podremos intentar identificar algunas situaciones que guiarán la intervención de los diferentes actores de la comunidad educativa en pos de favorecer el abordaje del síntoma. - El lugar del síntoma para la familia: ¿Qué importancia tiene el aprendizaje y el conocimiento en la familia? ¿Qué expectativas de logro respecto al desarrollo de capacidades circulan en el grupo familiar? - El lugar del síntoma en la familia: En la dinámica familiar, ¿Qué lugar ocupa el hijo que fracasa? ¿Es ubicado y entendido sólo desde su rol de alumno? - El beneficio obtenido por el que no aprende: ¿Qué logra al fracasar escolarmente? ¿Qué mecanismos pone en funcionamiento a partir de este pobre rendimiento que lo benefician? - La circulación de la información. Lo que puede saberse y lo que no: ¿Pudo desplegarse la pulsión epistemofílica? ¿Pudo desplegarse el deseo de saber? - La modalidad de aprendizaje: ¿Qué matriz o modelo de adquisición del saber introyecta una persona? ¿Coincide con la propuesta escolar? ¿Se aprende a repetir o a reflexionar? ¿Qué estrategias y método de trabajo fue adquiriendo en su recorrido escolar? - El valor generacional asignado al estudio: ¿Qué mirada tiene esta generación de jóvenes sobre el valor de la formación? ¿Por qué “el sistema” les permite sostener la trayectoria escolar con un recorrido que evidencia las dificultades año a año? ¿Cómo se debate la escuela entre la inclusión y el respeto por las trayectorias personales y el límite como estructurante de psiquismo? Cada una de estas variables, interrelacionadas entre sí, pueden favorecer el fracaso escolar por lo que será importante poder profundizar sobre ellas e intentar destrabar la dinámica generada que se traduce en el pobre rendimiento. El rol que cada uno de los actores involucrados pueda ocupar ante una “amenaza de fracaso” será valioso e indelegable. La Dirección del Colegio, como responsable primera y última de los criterios que se establezcan para determinar si se permite la repitencia dentro de la institución y como garante de que las estrategias acordadas puedan desarrollarse. El tutor, como agente privilegiado de acceso a la historia personal y familiar desde los espacios de entrevista favoreciendo el seguimiento y la implementación de los acuerdos; El docente experto en la didáctica específica para poder detectar modalidades de aprendizaje deficientes y enriquecerlas, posibilitando el despliegue de potencialidades de los alumnos en relación a su asignatura ; el alumno como protagonista de su proceso de aprendizaje de modo activo y comprometido ;y la familia colaborando con la escuela en la construcción de un mensaje donde el esfuerzo, el trabajo y el crecimiento se dan en conjunto, para desplegar todas e integralmente las capacidades que cada uno posee. De no poder lograr esta sinergia como comunidad educativa, el logro de este desarrollo estará amenazado, la comunicación familia-escuela viciada y el fracaso escolar latente. Estadísticamente el número de alumnos que atraviesa su escolaridad con Conceptos Globales Regular o Mal (en el reglamento interno colegial significa que en el trimestre hay más de 5 materias bajas) o que al finalizar el ciclo lectivo de Vº año no finalizaron sus estudios ha crecido Este documento fue presentado por sus autores como aporte original durante el 3º Congreso Pedagógico Marianista Página 6 de 10 significativamente conformando un novedoso fenómeno para nuestro colegio al que debemos dar respuesta. El cambio de paradigma que la N.E.S. nos invita a adoptar, es significativo y nos pone frente a nuevos escenarios. Debemos entonces pensar y llevar adelante nuevas propuestas que respondan a estos emergentes. La velocidad a la que se dan los cambios y se esperan respuestas, no favorecen las condiciones necesarias para que el ineludible debate se lleve adelante. ABORDAJE DE LA INVESTIGACIÓN: Para llevar adelante el cuestionario, se convocó a alumnos de IIIº , IVº y Vº año de distintos rendimientos académicos, que respondieron el cuestionario. Se acordó como criterio para seleccionarlos, que tuvieran variados rendimientos escolares, basados en los Conceptos Globales de sus boletines. Participaron entonces, alumnos de conceptos globales Mal, Regular, Bien y Muy Bien. A partir de los resultados de las encuestas administradas (adjuntas en el anexo del presente) en el mes de septiembre del 2015, a una muestra de alumnos y docentes de los mismos niveles, podemos volcar los siguientes resultados: Más del 77% del alumnado y del cuerpo docente consideran que la exigencia académica del colegio es entre alta y muy alta. El porcentaje restante de los consultados, la considera media. Alumnos y docentes coinciden en las áreas en las que encuentran mayores dificultades. Ellas son, en primer lugar Matemática y en segundo lugar Ciencias Naturales. Para los alumnos le sigue Ciencias Sociales y por último Lengua y literatura. En cambio para los docentes este último resultado se encuentra invertido. Frente a las dificultades académicas los alumnos consideran como mejor acompañamiento las horas de clase y el estudio con compañeros. Las habilidades que representan un mayor desafío según ambas poblaciones encuestadas, son la “relación y asociación” en primer lugar, y luego para los alumnos “expresión oral y memorización”; y para los docentes el segundo lugar lo ocupan “comprensión de texto y consignas”. Es interesante observar que lo que experimentan como una dificultad importante los alumnos, no representa una habilidad valiosa para los docentes. Los alumnos creen que la principal función de la escuela secundaria es la preparación para los estudios superiores. La mayoría de los docentes coinciden en esta opinión, pero hay un porcentaje considerable que piensa que es contener a los estudiantes en la etapa de la adolescencia y acompañar a descubrir sus intereses profesionales. Para los alumnos la principal causa de repitencia escolar es la falta de estudio; y hay un pequeño porcentaje que cree que la exigencia colegial es mayor a la que el alumno puede alcanzar. En cambio, para los docentes, el motivo principal es la exigencia y el ritmo escolar que los alumnos no logran alcanzar, seguido por la falta de estudio y acompañamiento familiar. El 65% de los alumnos y docentes considera que un alumno debería poder repetir en el colegio. El motivo principal que adjudican los alumnos sería la dificultad en la adaptación a otro colegio ya avanzado el secundario, y como segundo motivo que el colegio puede acompañarlo al conocerlo. En cambio, en los docentes se evidencia que el criterio principal son los tiempos de aprendizaje diferentes, sumado, al igual que los alumnos, que el colegio tiene conocimiento del estudiante de antemano. Este documento fue presentado por sus autores como aporte original durante el 3º Congreso Pedagógico Marianista Página 7 de 10 Y alrededor del 35% de los encuestados cree que no se debe repetir en el colegio, ya que la exigencia, que no va a cambiar, supera la capacidad del alumno. Más del 80% de los docentes que han contestado la encuesta manifiestan haber tenido alumnos que han repetido en la institución. A nivel general, las formas escritas y orales son las más recurrentes como métodos de evaluación, por sobre los trabajos prácticos individuales y grupales. Ante la pregunta apuntada a diseñar instrumentos de evaluación diferenciados que atiendan las necesidades de algún alumno en particular, el 60% contesto que estarían dispuestos a aplicarlos. El fundamento, apunta a respetar principalmente los tiempos de aprendizaje diferentes, poniendo el acento en las singularidades de los estudiantes. Aquellos docentes que no están de acuerdo con aplicar instrumentos diferenciados a la hora de evaluar a algún alumno en particular, lo sostienen porque consideran que la cantidad de alumnos que deben atender por clase son demasiados. Aproximadamente el 85% de los docentes considera que no se aplican estrategias diferenciadas para los alumnos que repitieron en la institución. Aquellos que estuvieron de acuerdo con abordar diferencialmente a los alumnos que lo necesiten, proponen diversas maneras de llevarlo a cabo; las que más se repiten son: acompañamientos más personalizados por parte de docentes o tutores y variados instrumentos de evaluación. El 60% de los docentes encuestados trabajan en otras instituciones que permiten a los alumnos repetir dentro de la misma y ponen de manifiesto que las estrategias más utilizadas son un mayor acompañamiento y seguimiento por parte de los docentes, tutores y gabinete psicopedagógico. De estos datos recolectados, podríamos desplegar algunas conclusiones significativas: Habría una mayor apertura por parte de los docentes y estudiantes a contemplar la posibilidad de la repitencia dentro de la institución a partir de la habilitación en el año 2012. A pesar de esta apertura, todavía no es categórica la predisposición a trabajar singularmente con aquellos alumnos que lo requieran, lo que podría representar, en definitiva, un obstáculo para acompañar estos procesos de aprendizaje. Por último, los docentes creen que la principal causa de repitencia estaría relacionada con la exigencia y ritmo escolar, en cambio para los alumnos el motivo principal sería la falta de estudio, argumento que en muchas ocasiones les cuesta reconocer. Este documento fue presentado por sus autores como aporte original durante el 3º Congreso Pedagógico Marianista Página 8 de 10 CONCLUSIÓN: UN ABORDAJE TRANSDISCIPLINARIO A partir de la investigación realizada y del marco teórico expuesto, creemos oportuno reiterar que el fracaso escolar, entendido en el Colegio Marianista de Caballito como la no finalización del año lectivo en curso según el régimen “marzo a marzo”, es un síntoma que en la lectura realizada, da cuenta de múltiples factores y agentes involucrados en su proceso de gestación. Esto implica un cambio de paradigma respecto a la mirada centrada en el estudiante con dificultades para estar a la altura de las exigencias académicas institucionales. Consideramos que un abordaje transdisciplinario, evita el caer en reduccionismos obsoletos que centran la problemática en el alumno, en el cuerpo docente, en la institución o en la familia. De este modo, el cuerpo docente como equipo, la familia como principal sostén, el cuerpo de tutores con la función de detección y acompañamiento y la Dirección de estudios, pueden aportar miradas diversas pero desde la coherencia de una estrategia común que permita la asunción de responsabilidad por parte del estudiante respecto de su situación y la construcción de herramientas propias para afrontar dicha situación. De este modo, se supera el viejo paradigma asociado al fracaso escolar, comprendiendo la situación en su complejidad. Por otro lado, advertimos con preocupación que resta todavía, construir acuerdos que puedan generar proyectos y estrategias que se implementen en el nivel y que anticipen, acompañen y den respuesta a la problemática descripta. Por otro lado, advertimos, al día de hoy, la ausencia de dispositivos concretos de trabajo para acompañar transdisciplinariamente esta problemática. Será sin dudas un desafío que, de seguir contemplando la posibilidad de que estudiantes del nivel medio repitan un año lectivo en el colegio, deberá asumir como signo de responsabilidad y coherencia institucional. Este documento fue presentado por sus autores como aporte original durante el 3º Congreso Pedagógico Marianista Página 9 de 10 BIBLIOGRAFÍA: Laplanche y Pontalis, “Diccionario de Psicoanálisis”. Editorial Paidós, Buenos Aires, 1996. Evans, Dylan, “Diccionario introductorio de psicoanálisis lacaniano”. Editorial Paidós Lexicon, Buenos Aires, 1997. Müller, Marina, “Docentes Tutores, Orientación educativa y tutoría”. Editorial Bonum, Buenos Aires, 1998. Proyecto Educativo Pastoral de los Centros Educativos Marianistas de Argentina. Diseño Curricular de la Nueva Escuela Secundaria de la Ciudad de Buenos Aires. 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