El fracaso escolar como síntoma: un abordaje transdisciplinario

El fracaso escolar como síntoma: un abordaje
transdisciplinario para una problemática multicausal
AUTORES:
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EMMANUEL NICOLÁS BELLARIA
GIMENA SOL VIALE
JUAN MANUEL LANZA
LUCÍA VERNAZZA
SANTIAGO ZALDUENDO
RESUMEN:
El concepto de fracaso escolar ha sido difundido y utilizado con harta frecuencia en diversos
espacios del ámbito educativo. Desde publicaciones académicas y libros de reconocidos pedagogos
que abordan la temática, hasta comentarios de padres y docentes en reuniones y salas de profesores.
Sin embargo, qué se entiende por fracaso escolar y cómo el concepto puede asociarse a la singularidad
del caso, es una problemática que requiere una necesaria profundización.
Desde el equipo de tutores del Colegio Marianista de Caballito, entendemos que el fracaso escolar
implica una lectura: ya sea como inhibición del desarrollo de las capacidades o como síntoma que debe
ser interpretado. En ambos casos la causalidad de la situación es múltiple: historia colegial, intereses
personales, herramientas de comunicación, factores emocionales, expectativas y vínculos familiares,
clima escolar, contexto socio cultural, características institucionales, etc. son algunos de los factores
que entran en juego.
El dar cuenta de las causas y el interpretar la singularidad de la situación a abordar, permite la
construcción estratégica de un modo de intervención transdisciplinario que tenga por objetivo la
prevención del fracaso escolar o el acompañamiento posterior en el caso del estudiante que continúa en
la institución. Ante un problema complejo, la modalidad de acompañamiento requiere de la participación
de toda la comunidad educativa como equipo en donde los conocimientos y la formación particular de
cada actor aporten un plus propio al trabajo grupal.
Este documento fue presentado por sus autores como aporte original durante el 3º Congreso Pedagógico Marianista
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INTRODUCCIÓN:
El presente trabajo se enmarca en el IIº eje propuesto por las autoridades del 3° Congreso
Pedagógico Marianista a realizarse la ciudad de Junín los días 9 y 10 de octubre de 2015: “Nuevas
subjetividades y enseñanza/aprendizaje para “Desarrollar una Propuesta Pedagógica centrada en los
Procesos de Aprendizaje”. El mismo es fruto de un trabajo de investigación y producción del Equipo de
Tutores del Nivel Medio del Colegio Marianista de Caballito a partir de la inquietud por la problemática
referida a las diversas trayectorias escolares de los estudiantes de la institución mencionada.
El creciente número de alumnos que llegan a las instancias de evaluación y promoción de FebreroMarzo con riegos serios de repetir el curso y , en varios casos, concretándose esa repitencia, (ver en
anexo la evolución de la “no promoción” en los últimos años) ha sido fruto de debate y análisis respecto
de las causas que pudieran llevar a dicha situación. El significativo aumento del número de casos y el
cambio de paradigma institucional al respecto, nos han llevado a profundizar sobre el tema,
coincidiendo en que no puede mencionarse una única causa ni un solo modo de abordar el conflicto.
Todos los actores de la comunidad educativa forman parte del complejo entramado de relaciones que
son parte de este fenómeno por lo que se ha solicitado su opinión a través de un instrumento puntual
que pueda cualificar el trabajo.
Centrándonos en el Nivel Secundario y considerando que los alumnos del Colegio Marianista en los
cuales se centra el estudio no manifiestan dificultades orgánicas de base (lesiones o patologías de
orden neurológico, retraso madurativo), entendemos el fracaso escolar como un síntoma que ser
abordado como tal.
Los conceptos de síntoma, inhibición cognitiva, fracaso escolar, multicausalidad y abordaje
transdisciplinario, serán los que principalmente guiarán este trabajo a la luz de las teorías psicológicas y
psicopedagógicas de intervención psicoeducativas.
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DESARROLLO
EL FRACASO ESCOLAR:
Al introducirnos en el concepto de Fracaso Escolar, nos topamos con la dificultad de encontrar
distintas definiciones que contemplan aspectos diversos. En nuestra investigación, identificamos
muchas definiciones, varias de las cuales tienen elementos comunes pero que se diferencian en el foco
en dónde se centra la mirada, afectando a protagonistas y factores de influencia respecto de este
fenómeno.
El concepto de fracaso escolar podrá entenderse como el proceso de “(…) aquellos alumnos, que al
finalizar su permanencia en la escuela, no han alcanzado una preparación mínima que les permita vivir
en forma autónoma en la sociedad: encontrar un trabajo, organizarse de una manera independiente y
comportarse de forma cívica, responsable y tolerante”. El mismo autor simplifica su idea en las
siguientes palabras: “Es el porcentaje que no obtiene la titulación que acredita haber finalizado
satisfactoriamente la educación obligatoria” (Marchesi, 2000)
Con el avance de las Ciencias de la Educación, hubo un cambio de mirada sobre el sistema
educativo y especialmente sobre el papel de los alumnos en su proceso de aprendizaje. Ésto se
trasluce en la promulgación de la nueva Ley Nacional de Educación (Ley 26.0206/06) y la propuesta de
la N.E.S. del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Entre las propuestas que ambos textos
promulgan, las características que se esperan de la formación del nivel, el marco pedagógico de la
N.E.S. hará hincapié en “(…) facilitar el logro efectivo de las metas de aprendizaje propuestas, en
continuidad con las innovaciones que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires viene realizando para
mejorar las trayectorias educativas de los estudiantes” (Marco pedagógico N.E.S del Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires). El escenario que las modificaciones propuestas por la N.E.S. intentan
contemplar, se ha complejizado por lo que se busca entre las características a desarrollar en el Nivel, la
inclusión, la contención, la formación y la participación democrática como principales objetivos. En estos
objetivos orientadores, se buscará construir “Una escuela con autonomía para flexibilizar los trayectos
pedagógicos, de acuerdo con el perfil de los alumnos: que incluya profesionales para atender las
problemáticas de los alumnos y brindarles contención”(Marco Pedagógico de la N.E.S. del Gobierno de
la Ciudad de Buenos Aires).
El cambio de visión que el sistema educativo fue adoptando en los últimos años, se ve reflejado en
que“(…) hasta no hace mucho, el fracaso era sinónimo de dificultad y problemas de aprendizaje,
centrando su origen, desarrollo y desenlace en los niños considerados “malos alumnos”. Se le
adjudicaba la responsabilidad de estos problemas casi en exclusiva a los propios alumnos y a su
entorno familiar por no favorecer a estos aprendizajes escolares.”(Müller 1998) quedando de manifiesto
el nuevo lugar que el alumno y su familia ocupan en su proceso de aprendizaje.
Dentro de las Instituciones Marianistas, el Proyecto Educativo Pastoral ((P.E.P.) construcción
colectiva de todos los Centros Educativos Marianistas (2009), buscando contemplar y considerar los
nuevos escenarios sociales, educativos, familiares y comunitarios, busca acompañar el cambio de
mirada. Entre los desafíos que propone a cada uno de los centros, se espera que los docentes puedan
ser referentes en el proceso de aprendizaje de sus alumnos (Desafíos de los Centros Educativos
Marianistas. P.E.P. 3.3) “Los educadores marianistas parten de la premisa de que los alumnos
aprenden de distinta manera y en diferentes tiempos…” (P.E.P. 43). “Todos los alumnos necesitan una
atención personalizada, ser escuchados y una propuesta institucional de acompañamiento y ayuda,
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para que puedan alcanzar los mínimos de aprendizajes requeridos. Los alumnos con dificultades
representan un compromiso prioritario para los educadores marianista” (P.E.P. 44)
Esta nueva visión sobre la problemática del fracaso escolar se refleja en las definiciones de los
autores que exponemos a continuación, muchos de los cuales fueron referencia para pensar el nuevo
contexto:
 “El fracaso escolar es exclusivamente un síntoma que indica una malestar que sostiene que
ninguna causa (sociedad, educación nacional, familiar, escuela, económica) puede explicar por
sí mismo el problema” (Anna Cordie, 1994)
 “Es toda insuficiencia detectada en los resultados alcanzados por los alumnos en los centros de
enseñanza respecto a los objetivos propuestos para su nivel, edad y desarrollo, que se expresa
a través de negativas calificaciones escolares” (Valentín Martínez, 1997)
 “Se considera que los problemas de aprendizaje presentes en los niños dentro del sistema
escolar conllevan al mencionado fracaso escolar. Los factores fundamentales que deben tenerse
en cuenta en el diagnóstico de un problema de aprendizaje son: los factores orgánicos,
específicos, psicógenos y ambientales” (Sara Pain, 2010)
La escuela, los docentes, el sistema educativo entre otros actores, son ahora, contemplados e
incluidos dentro del entramado de la problemática como variables activas del proceso de aprendizaje
de los alumnos y, por consiguiente, de su resultado escolar. Se establecen, por otra parte, claras
diferencias entre el fracaso escolar (no promoción del año en curso) y el problema de aprendizaje.
Consideraremos como fracaso escolar cuando un alumno no promociona el año lectivo en curso en
tiempo y forma. En nuestra institución se está transitando un cambio de paradigma debido a que,
anteriormente, el no aprobar el año implicaba la imposibilidad de permanecer en el colegio. Esta
situación ha ido cambiando en los últimos años con la aceptación de la continuidad de estudiantes que
deben volver a cursar el año lectivo no promocionado, lo que brinda cierto margen de apertura en la
inclusión y acompañamiento de estas singularidades. A partir de dicha realidad, se presenta necesaria
la evaluación y planificación estratégica del proceso de acompañamiento de estos alumnos que
necesitarán un tiempo más prolongado para cumplir con su trayectoria escolar dentro de la institución,
situación no valorada de la misma manera por cada miembro de la comunidad educativa.
LO SINTOMÁTICO:
“En medicina, los síntomas son las manifestaciones perceptibles de una enfermedad subyacente que
de otro modo podría seguir no detectada. El concepto de síntoma se afirma entonces sobre una
distinción básica entre superficie y profundidad, entre los fenómenos (...) y sus causas ocultas, que no
se pueden experimentar, sino que hay que inferir” (Dylan Evans, 1997).
Al introducirnos e investigar sobre la problemática del Fracaso escolar, hemos tomado la decisión de
emparentarlo a la noción de síntoma, tal como la clínica psicoanalítica lo conceptualiza (derivando sus
desarrollos de la práctica médica). Es interesante destacar que desde las ciencias médicas se diferencia
de manera taxativa, pero no por eso desconociendo un vínculo asociativo, lo observable a través de
diversos aspectos (rendimiento académico, participación en clase, actitud y compromiso con la materia,
conducta, predisposición, motivación, etc.) y sus causas en un nivel de profundidad que implica una
interpretación a partir de la investigación sobre los fenómenos visibles. De este modo, el Fracaso
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Escolar, entendido en nuestra institución como la repitencia o la no conclusión de los estudios medios
en tiempo y forma, es un síntoma que requiere de una lectura para poder abordar, en la singularidad de
cada caso, la multiplicidad de factores intervinientes para prevenir dicha situación o acompañar al
estudiante que continuará en la institución a pesar de no haber promocionado el año lectivo. En la
repitencia o la no finalización de estudios, no podemos adjudicar a un único agente o factor dicha
situación. De hecho, tal como se ha mencionado en el apartado anterior, no es posible adjudicar una
responsabilidad total al estudiante que no alcanzó los objetivos académicos que el año lectivo planteaba
sino que el entramado también es tejido por la institución educativa, la familia y el cuerpo docente en su
totalidad.
“Término utilizado para designar el hecho de que el síntoma psiconeurótico es el resultado de un
proceso especial, de una elaboración psíquica”. (Laplanche y Pontalis, 1996).
Tal como los autores citados definen la Formación del Síntoma a partir de los desarrollos teóricos de
Sigmund Freud, realizan un aporte significativo a nuestra investigación destacando que todo síntoma
tiene un entramado singular producto de un proceso y una elaboración particular, dando cuenta de la
multicausalidad de factores que participan en su gestación, lo que se denominó, en la clínica Freudiana,
Sobredeterminación del síntoma. Esto da cuenta de la singularidad de cada uno de los casos, del
complejo entramado subyacente a los fenómenos observables, de la complejidad del síntoma y la
necesidad de abordarlo elaborando estrategias transdisciplinarias según el caso por caso.
Por otro lado, la deconstrucción de un síntoma se encuentra con la difícil tarea de desarmar una
Formación de compromiso, ya que en lo sintomático “pueden satisfacerse (…) a la vez el deseo
inconsciente y las exigencias defensivas” (Laplanche y Pontalis, 1996). Esta particularidad, sumamente
importante, en la conceptualización del síntoma da cuenta que en todo padecimiento hay una cuota de
satisfacción que dificulta la separación del sujeto respecto de su síntoma. A pesar del imaginario social
vinculado a la repitencia o a la no finalización del nivel medio, con una clara connotación negativa por
parte de gran parte de la comunidad educativa, el encontrarse en una situación tal ubica al sujeto en un
posicionamiento singular, convocando ayuda, colaboración y recibiendo la preocupación de diversos
agentes educativos y de miembros de la familia.
A partir de lo desarrollado, argumentamos la asociación Síntoma-Fracaso Escolar en el complejo
proceso de tejido del entramado que los sustenta dando lugar a la multicausalidad de ambos; la
vinculación entre lo observable y las causas implícitas que plantean la necesidad de una lectura y una
interpretación para su deconstrucción; la formación de compromiso como un aspecto ineludible a
considerar para comprender la naturaleza de la situación y el lugar desde el cual s e posiciona el sujeto;
y el abordaje escolar transdisciplinario como equipo de trabajo que, junto a la familia, pueda abordar la
situación en su complejidad y ayudar al estudiante a asumir la pertenencia de su síntoma como paso
fundamental para la posterior construcción de un nuevo posicionamiento subjetivo desde el lugar de la
responsabilidad.
UNA PROBLEMÁTICA MULTICAUSAL:
Poder considerar en su total complejidad el fracaso escolar, nos lleva a contemplar algunas variables
que pudieran influir en su aparición. Tomados de la clínica psicológica y psicoeducativa, en la
multicausalidad a la que haremos referencia identificaremos factores internos y externos:
Internos: Problema de aprendizaje síntoma en el cual se produce una represión eficaz en la
capacidad de aprender.
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Externos: Problema de aprendizaje reactivo en el cual no puede construirse un vínculo positivo con la
institución educativa y se la rechaza.
A partir de esta primera categorización podremos intentar identificar algunas situaciones que guiarán
la intervención de los diferentes actores de la comunidad educativa en pos de favorecer el abordaje del
síntoma.
-
El lugar del síntoma para la familia: ¿Qué importancia tiene el aprendizaje y el conocimiento en
la familia? ¿Qué expectativas de logro respecto al desarrollo de capacidades circulan en el grupo
familiar?
-
El lugar del síntoma en la familia: En la dinámica familiar, ¿Qué lugar ocupa el hijo que fracasa?
¿Es ubicado y entendido sólo desde su rol de alumno?
-
El beneficio obtenido por el que no aprende: ¿Qué logra al fracasar escolarmente? ¿Qué
mecanismos pone en funcionamiento a partir de este pobre rendimiento que lo benefician?
-
La circulación de la información. Lo que puede saberse y lo que no: ¿Pudo desplegarse la
pulsión epistemofílica? ¿Pudo desplegarse el deseo de saber?
-
La modalidad de aprendizaje: ¿Qué matriz o modelo de adquisición del saber introyecta una
persona? ¿Coincide con la propuesta escolar? ¿Se aprende a repetir o a reflexionar? ¿Qué
estrategias y método de trabajo fue adquiriendo en su recorrido escolar?
-
El valor generacional asignado al estudio: ¿Qué mirada tiene esta generación de jóvenes sobre
el valor de la formación? ¿Por qué “el sistema” les permite sostener la trayectoria escolar con un
recorrido que evidencia las dificultades año a año? ¿Cómo se debate la escuela entre la
inclusión y el respeto por las trayectorias personales y el límite como estructurante de
psiquismo?
Cada una de estas variables, interrelacionadas entre sí, pueden favorecer el fracaso escolar por lo
que será importante poder profundizar sobre ellas e intentar destrabar la dinámica generada que se
traduce en el pobre rendimiento. El rol que cada uno de los actores involucrados pueda ocupar ante una
“amenaza de fracaso” será valioso e indelegable.
La Dirección del Colegio, como responsable primera y última de los criterios que se establezcan para
determinar si se permite la repitencia dentro de la institución y como garante de que las estrategias
acordadas puedan desarrollarse. El tutor, como agente privilegiado de acceso a la historia personal y
familiar desde los espacios de entrevista favoreciendo el seguimiento y la implementación de los
acuerdos; El docente experto en la didáctica específica para poder detectar modalidades de aprendizaje
deficientes y enriquecerlas, posibilitando el despliegue de potencialidades de los alumnos en relación a
su asignatura ; el alumno como protagonista de su proceso de aprendizaje de modo activo y
comprometido ;y la familia colaborando con la escuela en la construcción de un mensaje donde el
esfuerzo, el trabajo y el crecimiento se dan en conjunto, para desplegar todas e integralmente las
capacidades que cada uno posee.
De no poder lograr esta sinergia como comunidad educativa, el logro de este desarrollo estará
amenazado, la comunicación familia-escuela viciada y el fracaso escolar latente.
Estadísticamente el número de alumnos que atraviesa su escolaridad con Conceptos Globales
Regular o Mal (en el reglamento interno colegial significa que en el trimestre hay más de 5 materias
bajas) o que al finalizar el ciclo lectivo de Vº año no finalizaron sus estudios ha crecido
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significativamente conformando un novedoso fenómeno para nuestro colegio al que debemos dar
respuesta.
El cambio de paradigma que la N.E.S. nos invita a adoptar, es significativo y nos pone frente a
nuevos escenarios. Debemos entonces pensar y llevar adelante nuevas propuestas que respondan a
estos emergentes. La velocidad a la que se dan los cambios y se esperan respuestas, no favorecen las
condiciones necesarias para que el ineludible debate se lleve adelante.
ABORDAJE DE LA INVESTIGACIÓN:
Para llevar adelante el cuestionario, se convocó a alumnos de IIIº , IVº y Vº año de distintos
rendimientos académicos, que respondieron el cuestionario. Se acordó como criterio para
seleccionarlos, que tuvieran variados rendimientos escolares, basados en los Conceptos Globales de
sus boletines. Participaron entonces, alumnos de conceptos globales Mal, Regular, Bien y Muy Bien.
A partir de los resultados de las encuestas administradas (adjuntas en el anexo del presente) en el
mes de septiembre del 2015, a una muestra de alumnos y docentes de los mismos niveles, podemos
volcar los siguientes resultados:
Más del 77% del alumnado y del cuerpo docente consideran que la exigencia académica del colegio
es entre alta y muy alta. El porcentaje restante de los consultados, la considera media.
Alumnos y docentes coinciden en las áreas en las que encuentran mayores dificultades. Ellas son, en
primer lugar Matemática y en segundo lugar Ciencias Naturales. Para los alumnos le sigue Ciencias
Sociales y por último Lengua y literatura. En cambio para los docentes este último resultado se
encuentra invertido.
Frente a las dificultades académicas los alumnos consideran como mejor acompañamiento las horas
de clase y el estudio con compañeros.
Las habilidades que representan un mayor desafío según ambas poblaciones encuestadas, son la
“relación y asociación” en primer lugar, y luego para los alumnos “expresión oral y memorización”; y
para los docentes el segundo lugar lo ocupan “comprensión de texto y consignas”. Es interesante
observar que lo que experimentan como una dificultad importante los alumnos, no representa una
habilidad valiosa para los docentes.
Los alumnos creen que la principal función de la escuela secundaria es la preparación para los
estudios superiores. La mayoría de los docentes coinciden en esta opinión, pero hay un porcentaje
considerable que piensa que es contener a los estudiantes en la etapa de la adolescencia y acompañar
a descubrir sus intereses profesionales.
Para los alumnos la principal causa de repitencia escolar es la falta de estudio; y hay un pequeño
porcentaje que cree que la exigencia colegial es mayor a la que el alumno puede alcanzar. En cambio,
para los docentes, el motivo principal es la exigencia y el ritmo escolar que los alumnos no logran
alcanzar, seguido por la falta de estudio y acompañamiento familiar.
El 65% de los alumnos y docentes considera que un alumno debería poder repetir en el colegio. El
motivo principal que adjudican los alumnos sería la dificultad en la adaptación a otro colegio ya
avanzado el secundario, y como segundo motivo que el colegio puede acompañarlo al conocerlo. En
cambio, en los docentes se evidencia que el criterio principal son los tiempos de aprendizaje diferentes,
sumado, al igual que los alumnos, que el colegio tiene conocimiento del estudiante de antemano.
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Y alrededor del 35% de los encuestados cree que no se debe repetir en el colegio, ya que la exigencia,
que no va a cambiar, supera la capacidad del alumno.
Más del 80% de los docentes que han contestado la encuesta manifiestan haber tenido alumnos que
han repetido en la institución.
A nivel general, las formas escritas y orales son las más recurrentes como métodos de evaluación,
por sobre los trabajos prácticos individuales y grupales.
Ante la pregunta apuntada a diseñar instrumentos de evaluación diferenciados que atiendan las
necesidades de algún alumno en particular, el 60% contesto que estarían dispuestos a aplicarlos. El
fundamento, apunta a respetar principalmente los tiempos de aprendizaje diferentes, poniendo el acento
en las singularidades de los estudiantes. Aquellos docentes que no están de acuerdo con aplicar
instrumentos diferenciados a la hora de evaluar a algún alumno en particular, lo sostienen porque
consideran que la cantidad de alumnos que deben atender por clase son demasiados.
Aproximadamente el 85% de los docentes considera que no se aplican estrategias diferenciadas para
los alumnos que repitieron en la institución. Aquellos que estuvieron de acuerdo con abordar
diferencialmente a los alumnos que lo necesiten, proponen diversas maneras de llevarlo a cabo; las que
más se repiten son: acompañamientos más personalizados por parte de docentes o tutores y variados
instrumentos de evaluación.
El 60% de los docentes encuestados trabajan en otras instituciones que permiten a los alumnos
repetir dentro de la misma y ponen de manifiesto que las estrategias más utilizadas son un mayor
acompañamiento y seguimiento por parte de los docentes, tutores y gabinete psicopedagógico.
De estos datos recolectados, podríamos desplegar algunas conclusiones significativas:
Habría una mayor apertura por parte de los docentes y estudiantes a contemplar la posibilidad de la
repitencia dentro de la institución a partir de la habilitación en el año 2012.
A pesar de esta apertura, todavía no es categórica la predisposición a trabajar singularmente con
aquellos alumnos que lo requieran, lo que podría representar, en definitiva, un obstáculo para
acompañar estos procesos de aprendizaje.
Por último, los docentes creen que la principal causa de repitencia estaría relacionada con la
exigencia y ritmo escolar, en cambio para los alumnos el motivo principal sería la falta de estudio,
argumento que en muchas ocasiones les cuesta reconocer.
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CONCLUSIÓN: UN ABORDAJE TRANSDISCIPLINARIO
A partir de la investigación realizada y del marco teórico expuesto, creemos oportuno reiterar que el
fracaso escolar, entendido en el Colegio Marianista de Caballito como la no finalización del año lectivo
en curso según el régimen “marzo a marzo”, es un síntoma que en la lectura realizada, da cuenta de
múltiples factores y agentes involucrados en su proceso de gestación. Esto implica un cambio de
paradigma respecto a la mirada centrada en el estudiante con dificultades para estar a la altura de las
exigencias académicas institucionales.
Consideramos que un abordaje transdisciplinario, evita el caer en reduccionismos obsoletos que
centran la problemática en el alumno, en el cuerpo docente, en la institución o en la familia. De este
modo, el cuerpo docente como equipo, la familia como principal sostén, el cuerpo de tutores con la
función de detección y acompañamiento y la Dirección de estudios, pueden aportar miradas diversas
pero desde la coherencia de una estrategia común que permita la asunción de responsabilidad por parte
del estudiante respecto de su situación y la construcción de herramientas propias para afrontar dicha
situación.
De este modo, se supera el viejo paradigma asociado al fracaso escolar, comprendiendo la situación
en su complejidad. Por otro lado, advertimos con preocupación que resta todavía, construir acuerdos
que puedan generar proyectos y estrategias que se implementen en el nivel y que anticipen,
acompañen y den respuesta a la problemática descripta.
Por otro lado, advertimos, al día de hoy, la ausencia de dispositivos concretos de trabajo para
acompañar transdisciplinariamente esta problemática. Será sin dudas un desafío que, de seguir
contemplando la posibilidad de que estudiantes del nivel medio repitan un año lectivo en el colegio,
deberá asumir como signo de responsabilidad y coherencia institucional.
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BIBLIOGRAFÍA:

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Paín, Sara, “Diagnóstico y tratamiento de los problemas de aprendizaje”, Ediciones Nueva
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Martínez Otero, Valentín, “Los adolescentes ante el estudio. Causas y consecuencias del
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Marchesi, Álvaro, “Un sistema de indicadores de desigualdad educativa” en Revista
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