Antídoto contra el cansancio II Apóstol Sergio Enríquez O. Tercer servicio Como sabemos, en lo físico el cuerpo luego de realizar esfuerzos se agota y las fuerzas ceden. Aplicándolo en el ámbito espiritual, también deberíamos cansarnos de hacer el mal y de aquellas cosas que aun no hemos logrado vencer, para evitar que venga la destrucción sobre nosotros. Otro aspecto a considerar es que dentro de las cosas que nos suceden a diario, existen aspectos que nos contaminan, por ejemplo la injusticia que podría constituirse en una puerta para que entre otro tipo de cansancio en nuestra vida espiritual, de tal manera que es necesario que conozcamos quienes son los que se cansan para no pertenecer a ese grupo. El pasaje de Gn 33:13 LBA, nos relata el dialogo entablado entre Jacob y Esaú, el cual nos permite entrever que a Esaú no le interesa la gente, que tipifica a una persona que no ha tenido pastor que lo alimente espiritualmente, terminando por ser una víctima del cansancio. Esaú es llamado en la Biblia como profano, debido a que prefería las cosas materiales antes que las espirituales. Una de las situaciones que ha empujado a la iglesia hacia el cansancio espiritual es que el liderazgo se ha interesado más por los aspectos materiales que por los espirituales, de tal manera que las personas de los países más poderosos y avanzados del mundo están cansadas de lo espiritual, abriendo la puerta a falsas doctrinas como el budismo o el islamismo por ejemplo, dejando por un lado la posibilidad de atender las instrucciones que nos da la Biblia. Sin lugar a dudas esto es producto del cansancio que puso el enemigo sobre muchos, utilizando en los pulpitos a figuras con las características de Esaú, para que les cambien la mentalidad a las personas, por eso debemos ser cristianos de un genuino encuentro con El Señor y no convertirnos en religiosos cansados. Creer que los milagros realizados por el Señor Jesús y que los dones del Espíritu Santo son para los tiempos antiguos, es un peligro porque no estamos tomando en cuenta que Él es el mismo de hoy y de siempre, quien nos da la provisión en todo momento, y reconocerlo se convierte en un antídoto contra el cansancio porque nos convierte en amigos de Dios, por ello Él sale a nuestra defensa, pero para alcanzarlo tenemos que asegurarnos de ser ministrados por enviados del Señor con revelación y Palabra y no por personas que solo quieren transmitir sus propios ideales basados en el humanismo. En el versículo mencionado anteriormente, Jacob manifestó que los niños se cansan rápidamente, de tal manera que no podemos seguir siendo niños espiritualmente hablando porque nos terminaremos cansando. Las actitudes de un niño es sinónimo de carnalidad, como lo revela el pasaje de 1Cor 1:12 LBA, cuando “unos dicen que son de Pablo, otros de Apolos, otros de Cefas y otros de Cristo”, como vemos, los cuatro eran carnales porque al Guatemala, 14 de junio del Año de la Misericordia creer en cualquiera de ellos, desconocían a los otros, por eso Pablo no les pudo dar comida solida. Debemos evolucionar de niño a adulto, para dejar la leche hasta llegar a comer alimento sólido, porque los niños se cansan rápido: De tal manera que el antídoto aquí es evolucionar de niño a adulto, es crecer espiritualmente. Cuando vemos el pasaje de 2Sa 17:28-29 LBA, nos podemos percatar que en lo material las personas que están hambrientas se cansan rápido, y en lo espiritual, si no nos alimentamos de la Palabra de Dios nos cansaremos y desmayaremos, por ello es necesario que todos los días escudriñemos e inquiramos la Biblia, pidiendo ser guiados por el Espíritu del Señor. El mismo fragmento nos habla sobre que había abundancia de alimento y un lugar donde descansar, comer y beber para restaurar las fuerzas perdidas. El segundo antídoto entonces es: alimentarse con la Palabra. Es necesario que tengamos una comunicación constante con el Señor y ser perseverantes en Su búsqueda mediante la oración, solicitando de Su revelación para asegurar que todo lo que hacemos o emprendemos esté en Su orden; sin embargo, si al momento de hacerlo estamos pensando en otras cosas, Él lo podría tomar como una anti-oración. El ejemplo de esta constancia lo podemos ver en el pasaje de Lc 18:1-8 LBA, que nos describe cómo una viuda por su constancia logró que se le hiciera justicia. No nos debemos cansar de recordarles a las personas sobre la importancia de la Palabra de Dios para su vida, así mismo, no nos cansemos de hacer el bien, porque en el tiempo del Señor llegaremos a segar, como dice el pasaje de Gá 6:9 LBA. En Mt 11:28-29 LBA, el Señor nos deja ver que otro antídoto contra el cansancio es llegar hasta Él, por eso cuando nos hemos cansado de las cosas que nos da el mundo, y trabajamos para el Señor, nos son reveladas cosas extraordinarias, y se nos quita el cansancio. Entonces el yugo del Señor nos elimina el cansancio, porque nuestro corazón será potencializado en Su presencia. Redactado por: Hna. Maria Eugenia Torres 1 Este estudio puede imprimirse y reproducirse por cualquier medio siempre y cuando se cite la fuente de donde se obtuvo. www.ebenezer.org.gt
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