RECURSOS ESCUELA SABÁTICA Resumen para el Repaso de la Lección de Escuela Sabática II Trimestre de 2016 El libro de Mateo Lección 4 23 de abril de 2016 “¡Levántate y anda!” – Fe y curación Sergio Fustero A. EL PODER DE SU TOQUE (Mateo 8:1-4) Al usar la palabra δυνασαι (dúnamai, «lleno de poder»), el leproso expresaba su fe en que Jesús estaba lleno de poder para curar lo incurable. Tocar a un leproso implicaba adquirir la lepra. Sin embargo, el toque de Jesús dejó sano al hombre inmundo. Jesús está siempre dispuesto a estar en contacto con los pecadores para poder transformarlos y limpiarlos de su pecado. B. EL PODER DE SU PALABRA (Mateo 8:5-13) A pesar de su poder y autoridad, el centurión estaba indefenso ante la enfermedad de su siervo. Al igual que el leproso, tenía fe en que la palabra de Jesús era tan poderosa que podía hacer lo imposible. Jesús se maravilló de la fe de este gentil. Entre el privilegiado pueblo de Dios no había encontrado una fe igual. C. EL PODER DE SU AUTORIDAD (Mateo 8:23-34) Cuando Jesús usó su autoridad sobre los elementos y los demonios, la gente temió (ver Lucas 8:25, 35). El temor de los discípulos los llevó a maravillarse y a adorar a Jesús. El temor de los ciudadanos de Gadara los llevó a pedir a Jesús que se alejase de sus vidas. ¿Seguiremos apacentando nuestros cerdos (viviendo en pecado) o nos rendiremos ante la maravillosa autoridad de Jesús para que desarraigue nuestro pecado? D. EL PODER DE SU PERDÓN (Mateo 9:1-8) Este paralítico no necesitaba otra sanidad que la seguridad del perdón de sus pecados. ¡Fue sanado físicamente para hacer callar a los escribas! Recursos Escuela Sabática © Sin el perdón, no importa si permanecemos enfermos o somos sanados. Habremos perdido la vida eterna. Afortunadamente para nuestra salud espiritual, «el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados» (Mateo 9:6). E. EL PODER DE SU LLAMADO (Mateo 8:18-22; 9:9-13) Al observar cómo llamó Jesús a estas personas y la forma en que, en algunos casos, les advirtió de los problemas que enfrentarían, podemos concluir que seguir a Jesús implica: Estar dispuesto renunciar a todo y sufrir incomodidades por Él (Mateo 8:1920). Poner a Jesús antes que a nuestra propia familia (Mateo 8:21). Levantarnos. Poner nuestra vida al servicio de Jesús (Mateo 9:9). Sergio & Eunice Fustero www.fustero.net/es RECURSOS ESCUELA SABÁTICA © Recursos Escuela Sabática ©
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