Alginatos en ERGE: ventajosos por razones de seguridad Introducción El alginato es un polisacárido aniónico que cuenta con una propiedad particular que lo diferencia de los antiácidos tradicionales. Esta sustancia y el bicarbonato –por lo general presente en los distintos preparados a base de alginatos– interactúan con el ácido gástrico formando un gel espumoso que flota en la superficie del contenido del estómago y crea una especie de barrera de pH neutro. Como ocurre con los antiácidos, el inicio de acción de los alginatos tiene lugar de forma inmediata (en la hora siguiente a su administración), más rápido que los inhibidores de la bomba de protones (IBP) y que los antagonistas de los receptores de histamina tipo 2 (ARH2). Además, las fórmulas a base de alginato ofrecen mayor eficacia y duración que los antiácidos tradicionales en términos de alivio sintomático, incluso en pacientes con enfermedad no erosiva por reflujo, casos en los cuales el aparente mecanismo de acción tiene que ver con la protección de la integridad de la mucosa esofágica. Otro rol que probablemente desempeña el alginato en los pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es la disminución del daño resultante del reflujo no ácido, producido por sustancias como la pepsina y los ácidos biliares. Si bien el alginato ofrece menor beneficio en la cicatrización de la esofagitis erosiva, se podría considerar como una alternativa o como terapia de adición para el alivio de los síntomas de ERGE en los pacientes refractarios a los IBP.1 Los estudios sobre el tratamiento de la ERGE han demostrado que la eficacia de antiácidos como Gaviscon® es igual o superior a la de otros antiácidos.2 Aunque sus presentaciones comerciales pueden diferir, la composición más común de Gaviscon corresponde a tabletas con una combinación de ácido algínico, bicarbonato de sodio, trisilicato de magnesio e hidróxido de aluminio. En las presentaciones líquidas, el ácido algínico es remplazado por alginato sódico, para permitir la incorporación de alginato y bicarbonato en un producto de fase única. El ácido algínico se encuentra clasificado en la categoría de agentes “generalmente reconocidos como seguros” (GRAS, por su sigla en inglés).3 La descrita capa viscosa, que se precipita y flota sobre el contenido gástrico para constituir una barrera mecánica,2 ejemplifica la naturaleza no sistémica de su acción, lo que le confiere un favorable perfil de seguridad, aun en poblaciones especiales de pacientes, como niños (incluso lactantes) y embarazadas.3 Dado que en pacientes con insuficiencia renal existe la posibilidad de acumulación de niveles tóxicos de magnesio y aluminio, el uso a largo plazo de estos agentes debe evitarse en esta población.2 Interacciones farmacológicas Los profesionales de la salud tienen una participación fundamental en la prevención de las interacciones farmacológicas, al informar acerca de esta posibilidad a los pacientes tratados por ERGE. Esto es válido, en particular, con respecto a los antiácidos de venta libre, que son adquiridos por los pacientes en busca de alivio para la pirosis. Los productos que contienen aluminio y magnesio pueden interferir con la absorción de diversos medicamentos administrados en forma concomitante, entre los cuales figuran el ácido acetilsalicílico (AAS), la azitromicina, los bifosfonatos, la didanosina, las quinolonas y la tetraciclina. En general, se recomienda no ingerir de manera simultánea los antiácidos con otros fármacos, sino hacerlo con un lapso de 1 a 2 horas para evitar la interacción física.4 Antagonistas de los receptores de la histamina Todos los ARH2 tienen el potencial de interferir con fármacos cuya absorción depende de un bajo pH gástrico, como por ejemplo, el antimicótico ketoconazol. Los ARH2 como ranitidina, famotidina y nizatidina no dan lugar a interacciones farmacológicas significativas. Entre los medicamentos de esta clase, la excepción es la cimetidina, por su potencial de interacciones clínicamente significativas. A través de la inhibición del sistema enzimático citocromo (CYP) 450, la cimetidina puede disminuir el metabolismo hepático de medicamentos como los anticoagulantes tipo warfarina, fenitoína, propranolol, nifedipina, diazepam, antidepresivos tricíclicos, lidocaína, teofilina y metronidazol. Al reducirse su eliminación, los altos niveles de estos agentes pueden ocasionar efectos adversos significativos. Se recomienda evitar, en lo posible, el uso de cimetidina en estos casos; de lo contrario, se aconseja efectuar un control estrecho, con ajustes de la dosis en caso necesario.4 Cabe anotar que si bien Gaviscon es efectivo utilizado solo, administrado en conjunto con cimetidina es compatible y no interfiere con la actividad de este agente antisecretorio.3 En segundo lugar, los IBP pueden afectar tanto el metabolismo de primer paso como la depuración hepática de varios agentes. Todos los IBP son metabolizados a través de las enzimas CYP 2C19 y en menor proporción por la 3A4, algunos más ampliamente que otros; mediante estudios in vitro se ha demostrado que todos los IBP realizan inhibición competitiva de la primera de estas enzimas. Cuando estos medicamentos se utilizan de modo conjunto con simvastatina, diazepam, warfarina y fenitoína, se pueden presentar algunas interacciones farmacológicas clínicamente significativas por elevación de la concentración de los agentes mencionados. Los individuos que son metabolizadores lentos por ausencia de la CYP 2C19 se encuentran en especial riesgo.4 En los últimos años, se ha prestado particular atención al efecto de los IBP sobre el metabolismo de clopidogrel. Los estudios observacionales han demostrado la disminución del efecto antiplaquetario de este, además de un mayor riesgo de presentación de eventos cardíacos cuando se administran de manera conjunta.4 Se ha señalado que omeprazol inhibe al máximo la enzima CYP2C19 y se asocia con un alto grado de fracaso terapéutico con clopidogrel.4 La terapia conjunta con clopidogrel y un IBP en dosis baja se usa ampliamente para minimizar el riesgo de sangrado gastrointestinal grave, en particular en los pacientes con alto riesgo, de modo que es importante sopesar los riesgos en cada caso.5 Es preciso verificar que los pacientes estén debidamente tratados con una clara indicación para la combinación.4 Conclusión Incluso tras la introducción de numerosos fármacos antisecretorios y procinéticos, las fórmulas a base de alginato continúan cumpliendo un papel en el tratamiento de los síntomas de la ERGE. Su exclusivo mecanismo de acción no sistémica ofrece un alivio rápido y duradero de la pirosis, y de los demás síntomas de la enfermedad. A raíz de su perfil de seguridad y de la ausencia de efectos colaterales, la terapia con alginato debe considerarse en los casos en los que se requiera protección y tratamiento diurnos.3 Inhibidores de la bomba de protones En primer lugar, la elevación del pH gástrico puede alterar la absorción o modificar la liberación de algunos fármacos. La absorción incrementada y las altas concentraciones de medicamentos pueden conducir a la toxicidad de digoxina, furosemida, ciclosporina y AAS. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. Wang YK, Hsu WH, Wang SSW, et al. Current pharmacological management of gastroesophageal reflux disease. Gastroenterology Research and Practice. 2013, Article ID 983653. Wall GC, Jacoby HI. Gastroesophageal reflux disease. American Journal of Pharmaceutical Education. 2003; 66: 148-152. Mandel KG, Daggy KP, Brodie DA, Jacoby HI. 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