Aumento de la productividad – El aporte de la Ergonomía Es indudable que el aumento de la productividad en las empresas es un requerimiento constante del actual mercado globalizado. El incremento de la producción por trabajador ha sido, clásicamente, el principal objetivo de las empresas; sin embargo es evidente la necesidad de la intervención ergonómica para conseguir este hito sin perjudicar la salud de los trabajadores. Esta consideración debiera establecer un equilibrio, entre la necesidad de una mayor producción por trabajador y la necesidad de implementación de intervenciones ergonómicas que sumen beneficios en el proceso, más salud para los trabajadores en sus rutinas, en concreto, la prevención de problemas físicos ligados a su actividad, además de una mejora sustancial de los ambientes laborales con utilidades para todos los actores en cuestión. En estas intervenciones se logra aumentar la producción por trabajador, lo que representa el primordial beneficio. Esta mayor producción por trabajador se puede alcanzar mediante mejoras en el diseño del puesto de trabajo, y también por mejoras en el diseño del sistema de trabajo (macro-Ergonomía). Los cambios en la productividad de la empresa pueden ser estimados o determinados normalmente por estudios de tiempo, métodos de muestreo de trabajo o registros de producción. Para evaluar los cambios en la productividad, se deben utilizar los requisitos actuales de tiempos de producción en vez de los tiempos estándares, salvo que la tasa de producción sea equivalente a la estándar. Los tiempos estándar asignados son el principal factor que proporciona mejoras en la productividad. A menudo, esas asignaciones se hacen para condiciones lejanas a lo óptimo, como podría ser un trabajo pesado, estresante y de mucha fatiga o aquel que cuenta con una iluminación pobre de la zona de trabajo. Reducción del coeficiente de errores Otro beneficio mensurable de la Ergonomía es la reducción de errores. Generalmente, la producción de errores en el sistema productivo genera material de desecho o tiempo para su corrección en el caso de que sea posible; por tanto, una intervención ergonómica que reduzca el número de errores se traduce en un aumento de la productividad. En otro tipo de situaciones, reducir los errores significa una menor tasa de incidentes y accidentes, lo que conlleva una disminución de daños en los equipos, lesiones del personal y en los costos relacionados. El Portal de la Seguridad, la Prevención y la Salud Ocupacional en Chile: paritarios.cl ejemplifica en este sentido a la empresa IBM, quienes redujeron considerablemente las fallas en su producción con una intervención ergonómica. Esta empresa, al poco tiempo de haber lanzado su línea Displaywriter sufrió muchos problemas en sus líneas de embalaje por errores humanos frecuentes. El programa ergonómico de este monstruo computacional arrojó resultados a su altura: la cantidad de errores bajó de 35% a 0,1 %. La compañía calculó una economía de US$ 1 millón por año. Reducción de los accidentes y enfermedades El beneficio por reducción de accidentes o enfermedades es el más mencionado en las intervenciones llevadas a cabo por ergónomos laborales, pero en la mayoría de los casos no se cuantifica. Una de las medidas comunes para calcular este beneficio es la reducción del tiempo perdido por accidentes, lesiones y enfermedades profesionales. Si se multiplica la reducción del tiempo perdido por el costo de mano de obra por unidad de tiempo, queda determinado el beneficio económico. En un estudio realizado por ANACT, la Agencia Nacional para la Mejora de las Condiciones de Trabajo francesa, en colaboración con ITG Consultants y ESSOR Consultants, cuyo objetivo era plantear un enfoque económico para abordar el problema de los trastornos músculo-esqueléticos, se pudo estimar que para una empresa, los costos asociados a una patología músculo-esquelética declarada son 38.219 euros (Fauconnier, Pépin, Douillet, 2005). Esa cuantía se aproxima bastante al resultado del estudio realizado por los autores de este artículo en conjunto con la Universidad de Milán en un fabricante italiano de electrodomésticos, donde se obtuvo que los costos asociados a una patología músculo-esquelética son cercanos a los 31.000 euros. Según el portal chileno, paritarios.cl, en su artículo “La Rentabilidad de la Ergonomía” informa que la empresa de seguros Tokio Marine, invitó a un programa de Ergonomía a siete de sus grandes compañías. Seis de ellas aceptaron el desafío y pudieron observar satisfactoriamente que los trastornos músculo-esqueléticos se redujeron de 130 a 40 en seis meses de desarrollo con una economía total de US$ 1.400. Por su parte, la compañía que no participó, aumentó sus trastornos músculo-esqueléticos de 12 a 25 en ese mismo período de tiempo, según el ergónomo Hill Brough, quien dirigió el proyecto. Con respecto a la disminución de la tasa de accidentes, el mismo sitio web publica otros ejemplos interesantes. Gascount & Split, una empresa distribuidora de petróleo también implementó un plan de Ergonomía. Dos años después de iniciado su programa, la accidentabilidad CTP se redujo en 54 %, los accidentes con vehículos motorizados cayeron en 51 %, y el ausentismo en 94%. Su gerente de operaciones hace poco que continúa economizando 0,5 % de sus costos anuales de distribución de petróleo como resultado directo del programa ergonómico, lo que corresponde a US$ 180.000 en los últimos tres años. Asimismo, L.L. Bean Corporation conocida mundialmente por su alto nivel de confección de ropa, realizó un programa de Ergonomía al que denominó Calidad Total. Como resultado de la intervención hubo una reducción de más de 70% en la accidentabilidad en un período de dos años. (http://www.paritarios.cl/especial_rentabilidad_dela_ergonomia.htm) Conclusión Está comprobado que la Ergonomía es una herramienta que activa este círculo virtuoso porque contribuye con múltiples beneficios: disminución del coeficiente de errores, la reducción de costos derivados del ausentismo y la rotación, reducción de accidentes y enfermedades, en especial prevención de los trastornos músculo-esqueléticos derivados de los movimientos repetitivos y favorece el incremento de la capacidad productiva del trabajador, entre otros. La Ergonomía es una opción facilitadora en el proceso productivo y la aplicación de esta disciplina otorga coherencia a las políticas de aquellas organizaciones que consideran a los trabajadores-más allá de los llamados “recursos humanos”- como miembros que conforman la organización, junto a los demás actores que construyen el día a día del circuito productivo, que debe ser eficiente y exitoso. La contribución de la Ergonomía dentro de la prevención de los riesgos laborales se legitima como una inversión y no como un gasto en la dinámica empresarial, que acarrea múltiples utilidades a cada protagonista. Fuentes: “FISO kit Proergo”, Fundación Iberoamericana de Seguridad y Salud Ocupacional –FISO-. La rentabilidad de la ergonomía – Aquiles Hernández Soto y Enrique Álvarez Casado, 2008.
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