ORDEÑADOR DE CUARTOS Tan simple, y tan útil. Hace muy poco tiempo se comenzó a implementar, en algunos tambos de nuestro país, el llamado “CULTIVO EN TAMBO” (C.E.T.) Esta herramienta, que implica tomar muestras de leche de vacas con síntomas de mastitis, sembrarlas en medios de cultivo para diferenciar las Gram (+) de las Gram (-) y proceder de acuerdo a resultados (tratar o no con antibióticos a las vacas afectadas), permite no solamente ahorrar dinero por el menor uso de antibióticos, sino también no desviar toda la leche de las vacas con mastitis de la línea que va al tanque. Las vacas que no se tratan tienen leche de tres cuartos mamarios en condiciones de ser mezclada con la leche de las demás vacas; pero no es posible enviar al tanque común la leche mala, la que se ordeña de cuartos mamarios con síntomas de mastitis. Para eso se utiliza un implemento sencillo, barato y de grandes beneficios: El ORDEÑADOR DE CUARTOS. Aquellas vacas con mastitis causadas por microorganismos no sensibles a los tratamientos convencionales, se ordeñan normalmente colocando un recipiente intermediario al que solamente llega la leche del cuarto afectado, mientras que el resto de la leche tiene como destino final la venta. El ordeñador de cuartos ha mostrado también ser muy útil en los tambos donde no se realiza el C.E.T. y han sido los mismos tamberos los que descubrieron esa utilidad. Por un lado, hay quienes ante la observación de secreción anormal de un cuarto mamario (grumos u otra alteración en la leche del “despunte”) utilizan el ordeñador en ese mismo ordeño, luego tratan el cuarto mamario afectado con antibióticos y después apartan la vaca para ser ordeñada en el rodeo “hospital”, o “enfermería”, del que no va leche al tanque. Pero el uso más beneficioso del ordeñador de cuartos -cuando no se realiza el cultivo en tambo- es repetir el ordeño de la vaca con síntomas; de la siguiente forma: El operario que “despunta” (extrae los primeros chorros a mano) observa que la leche de un cuarto mamario está alterada, o bien que el cuarto está inflamado, ordeña a la vaca con el ordeñador y no la trata en el momento. Luego del ordeño la aparta a la salida del tambo para llevarla luego al rodeo de enfermas, la vuelve a ordeñar cuando entra la vaca a la sala de ordeño en su nuevo rodeo y luego inicia el tratamiento con antibióticos. De esta manera las vacas con síntomas de mastitis son ordeñadas dos veces seguidas, lo que resulta en una gran ayuda para la pronta curación, y una buena parte de la leche que entregan en ese turno de ordeño va al tanque y es vendida.
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