PSICAP – Concurso de Maestros 2013 – 2014 www.psicoaprendizajes.com ó ó ó ñ í ón: Muchas veces en la evaluación diagnóstica detectamos que los niños presentan dificultades en la comprensión de textos propios de las ciencias y la misma dificultad ocurre al momento de escribir textos de este tipo. De ahí nace la necesidad de pensar estrategias didácticas que nos posibiliten profundizar en el uso de habilidades lectoras que optimicen la comprensión de estos textos que pueden contener información especializada y requiere de una comprensión mayor que los textos de otro tipo. Será necesario el empleo de estrategias lectoras para acceder a esa comprensión. La intervención docente será fundamental en este sentido. ¿Qué es leer? En primera instancia leer es comunicarse. Es acceder al mensaje que nos brinda un texto. En este marco, leer es mucho más que descifrar un código (en este caso el lenguaje escrito); involucra una actividad mental de construcción de significados, atribución de sentido, a partir de los saberes que posee un sujeto. Estos saberes remiten a diferentes cuestiones, tales como las características generales de los textos, el contenido mismo que se desarrolla, el mundo en general, etc. La enseñanza de la lectura requiere la planificación de variadas situaciones, donde los alumnos puedan leer orientados por distintos propósitos, con niveles progresivos de autonomía y criticidad. Para ello, adquieren fundamental importancia las instancias de reflexión para que puedan apropiarse de las estrategias discursivas. En esta propuesta se trabaja a partir de la lectura de un afiche publicitario para lo cual se estimulará la realización de inferencias y se analizarán los verbos presentes (modo imperativo). A continuación exploraremos, a grandes rasgos, algunos aportes sobre la lectura que sustentan esta propuesta didáctica. 1 PSICAP – Concurso de Maestros 2013 – 2014 www.psicoaprendizajes.com La lectura como proceso transaccional El concepto de lectura como “proceso transaccional” surge a partir de L. Rosenblatt (Rosenblatt, L. 1985), quien concibe que la misma implica una “transacción”; indicando una relación doble, recíproca, entre el lector y el texto. Se toma en cuenta, además, el momento y las circunstancias particulares en las que ocurre la lectura. Este modelo propone que el lector y el texto surgen a partir del acto de lectura, y se transforman mutuamente. El texto se concibe como un “sistema abierto”: posee un significado potencial que es actualizado por el lector a través de la construcción de un texto paralelo, estrechamente relacionado con el editado, pero no idéntico. Esto se debe a que el lector construye el significado del texto en base a sus inferencias y referencias, atribuyéndole un sentido personal. Existen, pues, infinitas lecturas posibles para un mismo texto. La comprensión, por lo tanto, va a surgir de la compenetración del lector en el texto. Estrategias lectoras En los primeros años de su escolaridad los alumnos realizan frecuentemente anticipaciones lectoras, pero no se preocupan en realizar tanto en la verificación de sus hipótesis. Es entonces que se hace necesario un docente que no sólo acerque al niño a la lengua escrita, sino que la problematice y la explique cuando sea necesario. Recordamos, en este punto, las estrategias lectoras propuestas por K. Goodman (Goodman, K. 1986): - Anticipación: Es anterior a la lectura e implica la activación de los conocimientos sobre un tema para poder relacionarlos con el contenido del texto. - Predicción: Implica la formulación de hipótesis en el comienzo del acto de leer, y durante toda la lectura. - Inferencia: Suposiciones y deducciones lógicas que el lector realiza a partir de datos concretos. - Verificación de hipótesis: Automonitoreo que el lector realiza acerca de sus predicciones e inferencias. Por ejemplo, se pueden verificar las predicciones realizadas acerca de lo que estaba escrito, en la medida en que avanza la lectura. - Corrección: Incluye reestructuraciones en la información ya procesada debido a que se toman en cuenta un mayor número de datos o se elaboran nuevas predicciones e inferencias, mejorando, pues, la comprensión. Desde su enfoque, Isabel Sole define el acto de lectura como "un proceso de interacción entre el lector y el texto, proceso mediante el cual el primero intenta satisfacer (obtener una información pertinente para) los objetivos que guían su lectura. Esta afirmación tiene varias consecuencias, implica en primer lugar la presencia de un lector activo que procesa y examina el texto. Implica, además, que siempre debe existir un objetivo que guíe la lectura" (1994:24) Este proceso activo que realiza el lector involucra múltiples procesos mentales de diferentes de niveles de 2 PSICAP – Concurso de Maestros 2013 – 2014 www.psicoaprendizajes.com complejidad, que aún no han sido develados en su totalidad. Sin embargo, podríamos afirmar que para lograr una comprensión adecuada de un texto es necesario que el lector extraiga el contenido del texto formando una representación consciente y completa del mismo en su propia mente. Según José Antonio León, para que alguien comprenda un texto debe, en primera instancia desentrañar las ideas que encierran las palabras y las oraciones (proposiciones). Luego, es necesario conectar las ideas entre si, encontrando el orden o hilo conductor (técnicamente la progresión temática) que el autor del texto ha elegido para presentar su desarrollo conceptual. Asimismo, es menester que ese grupo de ideas se organice de acuerdo con la jerarquía que presentan en el texto, ya que no todas las proposiciones poseen la misma importancia. Al ordenarlas de acuerdo con su importancia y generalidad, se estará construyendo la representación de lo que técnicamente se denomina macroestructura. Por último el lector debe identificar la superestructura, es decir la trama de relaciones que articula las ideas centrales, extraídas del texto. Existen cinco tipos universales de tramas o superestucturas, que con mayor o menor ajuste aparecen en todos los escritos: enumeración, descripción, causal, problema - solución y comparación. Estos procesos no siguen necesariamente en el orden en el que fueron presentadas, de las ideas aisladas a las estructuras, sino que pueden darse simultáneamente. Asimismo, estos mecanismos deben complementarse con otros dos procesos más centrados en las capacidades, saberes y estrategias del sujeto. Nos referimos a la capacidad de establecer relaciones entre estas ideas del texto y los saberes que posee el sujeto: así como a la capacidad de regular el propio proceso de lectura comprensiva. En síntesis, comprender lo que se lee, implica: a) extraer ideas de las palabras del texto, ordenando las y encontrando las distintas estructuras de relaciones (orden y jerarquía); b) integrar esa información a la representación previa del mundo, que incluye la estructura de conocimientos previos; c) saber controlar y regular esos procesos a través de la creación de objetivos que permitan la rectificación de malentendidos o la ratificación de las hipótesis previamente formuladas. (4) Por último, debemos aclarar que las representaciones del contenido que el sujeto construye en su mente, poseen dos niveles diferentes: base del texto y modelo de situación. El primero es el nivel más llano, más ligado al texto; mientras que el otro nivel, modelo de la situación, presenta un grado de complejidad mayor, implica la integración de los elementos del nivel anterior con los conocimientos previos del sujeto. construir un adecuado modelo de la situación, facilitara la realización de inferencias, resolución de problemas, etc. La habilidad de los sujetos para realizar con éxito esta tarea puede verse facilitada u obstaculizada por las características de los textos. Por ejemplo, la organización lógica (coherencia de la secuencia de ideas) y la presencia de conectores y señalizaciones sobre lo relevante, son facto res que facilitan la construcción de representaciones. 3 PSICAP – Concurso de Maestros 2013 – 2014 www.psicoaprendizajes.com Los textos científicos, a diferencia de los textos escolares, son en general escritos "herméticos", difíciles de leer y dirigidos a especialistas de la disciplina. Estas características dificultan su uso como material de estudio. Se hace necesario, entonces, generar formas de enseñar a los estudiantes estrategias que les permitan mejorar su desempeño en la compleja tarea de dialogar con los textos. La propuesta Esta tarea de comprender textos científicos se realiza sistemáticamente a lo largo de todo el curso, y paulatinamente se recomienda que cada uno de los alumnos la realice de forma más abierta y personal, tal como sucede con los lectores competentes. Luego se los invita a realizar dos lecturas del texto, la primera rápida, de corrido y la segunda deteniéndose en analizar el texto en profundidad. En el primer caso, se realizan ajustes en las hipótesis y se identifican algunos componentes importantes (Tema, conceptos, aspectos poco claros, etc.) Durante la lectura analítica se identifican los elementos del texto. Desde las oraciones temáticas (diferenciando conceptos y relaciones) hasta las estructuras que constituyen el texto: microestructura, progresión temática, macroestructura y superestructura, con el objetivo de construir una adecuada base del texto. El análisis incluye, en nuestro caso la objetivación de esos componentes a través de la escritura, por ejemplo redactar la secuencia de proposiciones importantes (macroestructura) y la evaluación conjunta de los productos. En la tabla siguiente de más abajo se señalan algunas actividades en relación al contenido prioritario al que apuntan. si bien se mencionan contenidos específicos para cada actividad, el proceso apunta a la competencia lectora en su totalidad, ya que no es clara la diferenciación ni la secuencia y los contenidos se abarcan unos a otros. Por último, se procede a realizar la lectura crítica que busca construir el nivel modelo de la situación, estableciendo relaciones entre el contenido del texto y los conocimientos del lector. Se promueve en esta fase, la emisión de juicios sobre, por ejemplo, la calidad del texto (claridad, organización lógica, registro), la autoridad de las Fuentes y argumentos presentados, as! como también precisar opiniones personales y realizar asociaciones con otros textos. También, en este momento, se elaboran textos argumentativos o informativos sobre el contenido del texto, de manera de objetivar las ideas de los alumnos y mejorar la precisión. Se considera que el proceso de escritura favorece la capacidad de pensar críticamente, aclarando las propias ideas y ajustando la comprensión profunda. Es importante destacar que esta secuencia suele contradecir hábitos comunes de los alumnos, quienes tienden a comenzar por criticar alguna idea del texto en una primera lectura superficial, sin haber logrado una autentica comprensión del desarrollo del tema. 4 PSICAP – Concurso de Maestros 2013 – 2014 www.psicoaprendizajes.com 5 PSICAP – Concurso de Maestros 2013 – 2014 www.psicoaprendizajes.com Siguiendo a Delia Lerner y de acuerdo con lo propuesto por Chevallard, consideramos que es importante aportar conocimientos para realizar un desafío real, y que modifique el pensamiento y la actitud del lector para encontrar las estrategias necesarias para comprender lo que lee. Será fundamental al comprensión de que la obtención de datos no es la finalidad última de la lectura, sino simplemente una herramienta. Lo central son los sistemas de ideas que operan con esos datos. Adquirir estrategias para penetrar en la densidad conceptual de los textos. Estos postulados nos llevan a realizar el trabajo propio del docente que quiere encontrar con sus alumnos las estrategias para penetrar la densidad conceptual. Lo primero que debemos conocer al enfrentarnos a un texto científico son los términos desconocidos y luego, para favorecer la comprensión del texto se sugiere siempre presentar a cada niño, en soporte papel, el texto a trabajar y una serie de preguntas, las cuales servirán para que el niño realice un recorrido por el mismo que les esclarezca el contenido. Ejemplifiquemos con un texto sobre dinosaurios que puede estarse trabajando en clase titulado “Megafauna” y sobre el que se desea profundizar. Las preguntas a plantear pueden ser del siguiente estilo: Todas las respuestas pueden contestarse con el mismo texto fundamentalmente. Muchos docentes podríamos pensar que estas preguntas no dejan de ser una clásica comprensión lectora como las que nos ponían nuestras maestras. Así es, si no estuviera presente la instancia reflexiva que nos muestra la columna de los objetivos. Esto no quiere decir que invalidamos las comprensiones que realizamos cuando éramos alumnos; hoy no damos recetas, sino ejemplos que nos ayuden a crecer como docentes a la hora de planificar una secuencia. Debemos estar atentos y explicitarlo en nuestra planificación, es la forma de poder demostrar por qué camino va nuestro planteo y hacer evidentes a nuestros supervisores los conocimientos que tenemos en relación a la importancia de cada actividad áulica. 6 PSICAP – Concurso de Maestros 2013 – 2014 www.psicoaprendizajes.com Podemos distinguir dos niveles de lectura: La búsqueda de los elementos paratextuales (datos de la procedencia del texto, autor). La lectura del texto buscando datos que ya conocemos (vincular otros textos ya leídos) y los nuevos conocimientos que nos aporta, identificando recursos como: descomposición de un término para conocer su significado (estrategia lectora) o la comparación (recurso de las Ciencias Biológicas). El aprendizaje en ciencias hace necesario trabajar con textos que a veces resultan difíciles para el alumnado. Trabajar en base al empleo de las estrategias lectoras es el modo óptimo de acceder al conocimiento en este campo y seguir mejorando las producciones escritas y la comprensión lectora. Las actividades que favorecen la metacognición ayudan al niño a habituarse a realizar un análisis detallado de los textos que se le presentan. El docente, por tanto, es el responsable de planificar instancias que le permitan al niño ir más allá de lo explícito, que lo estimulen a indagar un poco más siempre. En definitiva, alumnos con un papel activo frente al conocimiento y que continúen siempre avanzando en la tarea de “aprender a aprender”. Es propender a uno de los fines de nuestra educación: “ENSEÑAR A VALORAR Y PARTICIPAR DE LAS ARTES, LAS CIENCIAS Y EL SABER DE LA CULTURA DE LA HUMANIDAD” (2008:37) ía: ANEP – CEIP. Programa de Educación Inicial y Primaria. 2008. ANEP – CODICEN: “Curso para Docentes de Lengua y Didáctica/Taller de Lenguaje de los IFD e IINN, en el marco del Nuevo Plan de Formación de Maestros”, Material bibliográfico recomendado por la Dra. María Cristina Martínez, Módulo III “Didáctica de la Lengua”, año 2004. ALVARADO, M. (2006): Paratexto. Buenos Aires, Eudeba. ENTWISTLE, N. La comprensión del aprendizaje en el aula. Barcelona. Paidos/M.E.C. 1998. LEÓN, JOSE ANTONIO. Mejorando la comprensión y el aprendizaje del discurso escrito: estrategias del lector y estilos de escritura en Pozo, J.1.. y Monereo, C. El aprendizaje estratégico. Madrid. Santillana. 1999. 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