Dr. D. Vicente Jiménez López Presidente de los Foros de Actualidad Odontológica del Ilustre Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región. La plétora ha venido y todos sabemos cómo ha sido Entre la imposición por parte de la Unión Europea de la carrera de Odontología, las múltiples universidades públicas y privadas que aproximadamente en un 60-40% lanzan al mercado todos los años un enorme número de profesionales y la todavía creencia en la población de que esta profesión es un "chollo", ha cambiado el hecho de que ser dentista pase de ser de un privilegio real (con canción incluida), a una profesión más y con un futuro incierto. Por otro lado se ha complicado el mercado con la aparición de compañías aseguradoras y franquicias dentales que han conseguido convertir a gran parte de nuestros jóvenes compañeros en "mileuristas", produciendo a su vez la reducción del precio de los servicios. Y dada la gran imagen de "bicoca" que tiene nuestra profesión, han aparecido también empresas de "capital riesgo" y especuladores no profesionales dispuestos a invertir en nuestro campo. Toda esta situación, ¿qué quiere decir? Pues sencillamente que lo que antes se repartía entre el dentista y su equipo, ahora aparece una figura que ni siquiera es dentista, sino empresario, que también quiere comer de la tarta. Y está claro que cuantos más seamos a repartir a menos vamos a tocar. En mi opinión, si te dejas absorber por alguna de las opciones expuestas, vas a ser un "mileurista" o un poco más, pero nunca te van a valorar en tu justa medida y siempre vas a estar con la espada de los resultados económicos a tu espalda en tu día a día laboral. ¿Qué se puede pensar del futuro de nuestra profesión, cuando ya peinas canas y ha sido para ti todo en tu vida profesional y personal? No va a ser posible que vuelva a ser lo que era, pero de cualquier forma siempre han existido dificultades para poder ejercer tu actividad como realmente te hubiera gustado, pues si bien antes se daban horas a los pacientes con tres meses de tiempo, hoy en día sigue existiendo la posibilidad de poder trabajar dignamente por supuesto con muchísimo menos tiempo de espera. Pero para todo ello, hacen falta unas mínimas condiciones: que te guste tu profesión, que te resulte agradable el trato con el paciente, que tus tratamientos sean exitosos y que estés al día en lo que realices, lo que te permitirá que las premisas anteriores sean posibles de alcanzar o lograr. Recuerdo que cuando terminé mi especialización en Estomatología, tenía conciencia de no tener ni idea de mi profesión y gracias a Dios, es en parte la misma sensación que siento hoy, pues desde que empiezas tienes que tener un sentimiento mental de superación, de que te quedan muchas cosas por aprender, y de que nunca lo has conseguido todo, pues ese día a día te va a convencer de que así es la realidad y de que la vida son fracasos y éxitos. Cuando empiezas, vas a un curso y te resulta interesante un 50% del material presentado. Años más tarde, probablemente sólo aprendas un 1%, pero ¡qué importante es! Cuando recibes información negativa sobre el futuro de la profesión, no tienes por menos que preocuparte por ti mismo y por tu entorno. Pero la única forma que tendrás de solucionarlo, es teniendo una mentalidad de que quieres ser el mejor en lo que tú hagas y esa sensación se la vas a transmitir a tus pacientes y ellos te van a reconocer tu esfuerzo y lo que tú digas va a ser lo mejor para ellos, porque además así va a ser. Y una vez que estés bien formado inicia todos los temas empresariales que quieras, y a ser posible sin tener que depender de nadie que te pida resultados económicos, pues ello no te va a permitir realizarte dentro de tu profesión como tú hubieras deseado. Vivimos además unos momentos de crisis que ennegrecen el futuro de cualquier empresa que al final es lo que somos. Pero con ilusión, trabajo y esfuerzo personal todo se puede conseguir, como así ocurre en otras profesiones. ¡No te resistas a ser uno más, sino esfuérzate por ser el mejor! Si en la vida intentas conseguir un 100%, probablemente te quedes en un 70 u 80%. Si de entrada vas a por el 50, probablemente la vida te suspenda. Si algunos pueden… ¿por qué tú no? Al menos lucha por ello.
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