Siglo nuevo opinión ¡¿Cómo se llama?! II Gaby Vargas E s muy probable que también te haya pasado. Y si no te ha pasado, querido lector, lectora, no te jactes mucho porque pronto serás miembro de este tan poblado club. Sólo un ejemplo: te dan un teléfono o un correo electrónico porque en ese preciso momento no tienes dónde apuntar los datos. Pasa sólo media hora, y al tratar de recordarlo, la memoria te traiciona. ¿Era 18 ó 28? ¿Era .com o .com.mx? Y como estoy convencida que comprender un poco más el porqué de la pérdida de memoria nos da el poder de combatirla mejor, comparto contigo lo que los doctores Michael Roizen y Mehmet Oz publican al respecto en su libro You: Staying Young. Como los bebés y los niños, todo lo que tu cerebro quiere es atención. Que lo nutras, lo retes, lo cuides y así tal vez puedas vencer una herencia genética que no es precisamente la memoria de Funes el memorioso de Borges. En la edición anterior vimos el primero de los factores que impiden que la sinapsis se dé con claridad: las proteínas pegajosas que ensucian los cables de transmisión entre las neuronas y que podemos ayudar a limpiar a través de ejercicio físico y mental. El segundo factor, es cuando la sangre (y los nutrientes que lleva) no pueden llegar al cerebro, los tejidos se encojen, y comenzamos a perder la memoria. Y el tercer factor que influye en la memoria, son los neurotransmisores; de los más importantes son la acetilcolina, y las neurotrofinas. Cuando estos bajan, la mente empieza a fallar. Como no nos vamos a complicar, sólo te comento que ¡ojo! el estrés y la inflamación son dos factores que disminuyen mucho su nivel. Lo bueno es que hay muchas maneras de mantener al cerebro operando en su máxima eficiencia y poder. Comparto contigo algunas recomendaciones que Roizen y Oz, nos dan: Hacer ejercicio diariamente. Sumamente importante. Incluir aceites Omega 3, que se encuentran en el salmón y pescados de agua fría y mantienen limpias tus arterias y la función de los neurotransmisores. Tomar una aspirina de niño diaria mejora la circulación y ayuda a limpiar la proteína pegajosa que mencionamos. Tomar vitamina E, de preferencia en la dieta; es decir consumir tres onzas de nueces o semillas al día. Para que los transmisores funcionen bien, tomar Vitamina B6, 40 miligramos, B12, 800 microgramos, y 400 gramos de ácido fólico al día. Incluir en la dieta especias como mostaza, turmeric y curcumino, estos muy populares en los currys hindúes (en la India el índice de Alzheimer es bajísimo). Reducir las calorías. Comer alimentos que tengan el antidepresivo natural triptófano, que se encuentra en el pavo, pollo, pescado, huevos, quesos y espinacas. Da clases de algo. Eso mantiene activo tu cerebro. Sé un alumno siempre. Aprende algo nuevo. Come ensaladas y verduras. Se ha demostrado que reducen el declive cognitivo más que las frutas. Con sólo dos raciones al día lo reduces un 35 por ciento en seis años. Revisa tus hormonas. Es importante que estén en balance. Como ves, hay varias maneras muy sencillas de restaurar esas líneas poderosas de conexión, estimular los vínculos neuronales y conservar una de las mejores cosas que puedes pasarles a las siguientes generaciones: tu memoria. Y tu sabiduría. § Correo-e: genioyfi[email protected]
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