¡JESÚS ES NUESTRA FORTALEZA! Hoy quiero compartirles mi nueva experiencia que surgió del viaje a Talca ,fuimos a visitar al hogar de niños en Talca el que pertenece a la Congregación Hijas de San José Protectoras de la Infancia, esta actividad pastoral fue un retiro vivencial realizado para nosotras que estamos listas para recibir nuestro sacramento de confirmación, confirmando nuestra Fe en Cristo, lo primero que me vino a la mente fue la inquietud e incertidumbre de querer saber cómo reaccionar frente a este tema tan delicado ,además de una pregunta que me dio vueltas en la cabeza durante todo el viaje y que era ¿Por qué ellos no pueden ser felices?. Al llegar al hogar y ver los rostros de los pequeños asomarse por la ventana con alegría, me causo una satisfacción enorme ya que con tan solo jugar un rato con ellos, regalarles un abrazo ya los niños se sentían agradecidos .Además tengo que agregar que me llamo mucho la atención el grado de madurez de cada uno de ellos, el desinterés por lo material, pero con una atracción emocional y sus ganas de salir adelante. Tras conversar con una niña del hogar más grande logre llegar a la conclusión que ellos viven por Cristo, lo vi representado claramente a través de sus ojos llenos de esperanza por salir adelante cumplir sus metas para llegar a ser alguien importante y valioso para la sociedad, es visible el valor que le dan a cada una de las cosas que tienen, ya sea lo más mínimo e insignificante para algunos, ellos llenan el vacio en su alma con la oración a Dios entregada a través de las madres que viven con ellos en el hogar ,ahora puedo responder a la pregunta que me hice al inicio del viaje y fue sencillo ,ellos si pueden ser felices con todo lo que tienen, que son agradecidos de la vida y los que no somos felices somos nosotros que no sabemos valorar todo lo que Dios nos ha dado y no lo sabemos hasta que el nos quite todo ,Dios nos da según lo que necesitamos; Sinceramente creo que Dios si quiere que seamos felices con lo que tenemos ,que sepamos valorar ,amar ,respetar , ayudar al prójimo y dejándonos amar por él mismo, para que luego cuando nos toque estar junto a él en el juicio final de nuestras vidas en la tierra logremos alcanzar la felicidad perpetua en su compañía. PAULA ANDREA ARENAS BARRAZA ALUMNA DE II AÑO MEDIO A SAN BERNARDO, OCTUBRE 26 ,2014
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