DISCURSO FELIPE SANDOVAL P. PRESIDENTE DE SALMONCHILE A.G. AQUASUR 2016 - OCTUBRE Queridos amigos y amigas del sector acuícola y pesquero, es un gran gusto estar aquí junto a Uds. para conversar sobre esta actividad económica tan significativa para el mundo, pues aquí estamos presentes todos quienes contribuimos a la alimentación saludable de los habitantes del planeta, a través del trabajo diario de miles de colaboradores. También quisiera destacar que esta feria internacional se realice acá, en la Región de los Lagos, en la zona sur austral de Chile, corazón de la salmonicultura, sector al que represento. Esto no sólo demuestra el aporte que las regiones pueden hacer al país, sino que también la importancia que tiene esta noble actividad. Y por cierto, quiero felicitar a Editec por la excelente Feria que han organizado. Con el pasar de los años uno se da cuenta de los grandes avances y de cómo ha evolucionado este sector productivo, las importantes incorporaciones en tecnología e innovación y los múltiples esfuerzos que hacen las compañías por mejorar sus procesos, con un especial foco en el cuidado del medio ambiente; esfuerzos significativos y que dan pie para seguir creyendo en esta actividad. Son tres décadas de trabajo duro y visionario que nos enorgullecen y que, al mismo tiempo, nos recuerdan que debemos continuar perseverando con el claro objetivo de hacer de esta región, un mejor lugar para sus habitantes y un clúster de clase mundial. Ese orgullo que nos genera la salmonicultura, nos plantea a la vez un gran desafío: ser capaces de transmitir y mostrar con claridad nuestro aporte al país. Y también nuestros esfuerzos permanentes para mejorar la operación y los vínculos con las comunidades y los colaboradores. Pero el que no hayamos sido lo suficientemente eficaces en esta materia no debe llevar a la opinión pública ni a las autoridades a ignorar que esta es la actividad económica más relevante de la zona sur austral de Chile y una de las más importantes a nivel nacional. Agradeciendo la presencia de las autoridades que hoy nos acompañan, como sector nos gustaría ver en la próxima edición de Aquasur a muchas más autoridades, desde el o la Presidente de la República hasta sus principales ministros sectoriales sentados acá, compartiendo con todos nosotros, preocupados por el desarrollo de este gran sector y conociendo los avances de la acuicultura en general. Y quiero aprovechar esta tribuna para reiterar algo que hemos venido diciendo a través del tiempo y sobre todo durante las últimas semanas, cuando el país ha sido testigo de cómo diversos actores públicos y privados han coincidido en la importancia de contribuir a generar las condiciones necesarias para reactivar la economía y así mejorar la calidad de vida de millones de compatriotas. Se trata de un esfuerzo que valoramos y al que por supuesto nos sumamos. Este sector genera más de 70 mil empleos, con las tasas de desempleo más bajas del país, representa el 6% de las exportaciones país, siendo la segunda exportación no cobre, el 84% de los envíos de productos del mar y el 36% de las exportaciones de alimentos. Y a su alrededor se han creado 4 mil pequeñas y medianas empresas que han aportado gran movilidad social en la zona. Esa es la realidad y no se puede obviar. Por ello, y pensando en cómo reactivar este clúster y darle la relevancia que se merece, es necesario aunar criterios con todas las autoridades, y no solo las sectoriales, para otorgarle una normativa moderna, que promueva la sustentabilidad como eje central, que permita una operación más flexible y, sobre todo, que le devuelva a Chile la competitividad internacional que ha perdido sistemáticamente en la última década. Ese es el camino para que nos vaya mejor a todos: trabajadores, productores, proveedores y vecinos. La ruta para recuperar la competitividad, que nos lleve a un modelo con menor número de concesiones, más distanciadas y productivas, requiere cambios de fondo, pero lamentablemente dada nuestra realidad, y la institucionalidad que tenemos, nos ha llevado a avanzar a paso lento, mientras que el resto de las potencias acuícolas del mundo perfeccionan sus reglas del juego en plazos breves y ganan terreno, lo que es una muy mala noticia para todos. Sin duda el camino para dar una solución que nos permita recuperar la competitividad, es a través de una visión integral del Estado, con las diversas instituciones que se relacionan con nosotros. Sin embargo esto ha sido delegado en la autoridad sectorial, pero sin el debido traspaso de atribuciones. Si es que no tomamos nota de lo anterior, perderemos la oportunidad histórica que tenemos en la acuicultura y el gran perdedor va a ser Chile. Las relocalizaciones son el mejor ejemplo de esto, desde 2010 contamos con una norma para relocalización de concesiones, en que a pesar de la buena voluntad de todas las subsecretarías que han pasado a la fecha, no ha sido posible relocalizar una sola concesión. ¿Es razonable perder competitividad, arriesgar empleos y desperdiciar el verdadero potencial de un sector por cosas como esta? La salmonicultura es una industria joven, que en 30 años ha hecho mucho. Pero el desafío está en el futuro, y en cómo los sectores público y privado son capaces de construir normas que potencien de manera efectiva su desarrollo, para aprovechar su verdadero potencial de cara a las próximas tres décadas y pensando en cómo contribuir aún más al desarrollo del sur de Chile, de sus habitantes y de la economía nacional, siempre respetando los parámetros de sustentabilidad, tal como lo hemos venido planteando en el tiempo. El 2016 ha sido un año difícil para nuestra actividad, no sólo por el Bloom de algas y algunos cuestionamientos injustificados por la presencia de marea roja en la zona, sino que también por la discusión normativa que hemos sostenido, la cual es fiel reflejo de este avance a paso lento. Dentro de este complejo año, lleno de dificultades, hemos aprendido el valor de la cercanía con la comunidad, y si bien nos sentimos orgullosos de lo que hemos hecho en los últimos 30 años, con aciertos y errores que nos permiten aprender y avanzar, hoy enfrentamos una nueva realidad a la cual debemos dar una respuesta positiva. Queremos ser parte de esta nueva realidad, por eso estamos cambiando nuestros paradigmas, nuestra mirada, proceso que necesariamente incluye el diálogo social en todo el litoral y la construcción de nuevos estándares. Tras el triste episodio de la Marea Roja, fenómeno natural que este año tuvo una presencia inusual, recorrimos el territorio de Chiloé para dialogar con sus actores. Nos reunimos con gran parte de los alcaldes, con representantes del mundo social, laboral y de la pesca, donde el denominador común fue un reconocimiento muy relevante para esta actividad: la inmensa mayoría quiere que la salmonicultura esté presente en la zona y continúe siendo un motor de desarrollo, empleo y oportunidades, pero también quieren, y así nos lo indicaron, que esta industria mejore. Es evidente que hay una necesidad mutua de seguir caminando juntos, pero sobre la base de nuevos acuerdos, principalmente en la forma en que nos relacionamos con ellos y con el entorno. Los antiguos modelos de relacionamiento estaban asociados directamente con los beneficios de la actividad, en términos de empleo, de desarrollo económico, humano y escolar, pero hoy estamos conscientes que las exigencias son distintas y los desafíos son mayores, pues requieren la construcción de confianzas. En materia ambiental, existe mucha desinformación, a pesar que somos probablemente la industria de alimentos con la menor huella de carbono, menor tasa de uso de alimentos, mejor rendimiento, entre otros indicadores, además de ser la industria más certificada y más fiscalizada, se mantiene un cuestionamiento a nuestra industria. Estamos disponibles a mantener un diálogo con la comunidad para conocer qué estándares son de su interés y para que nuestros vecinos nos conozcan bien, sin prejuicios apresurados. En ello estamos trabajando y esperamos tener respuestas en breve tiempo. Insisto en que estamos orgullosos por lo que hemos hecho, pero también sabemos que la nueva realidad exige más transparencia, más información y respuestas claras a las inquietudes de la comunidad. Iniciativas concretas en esta dirección son el próximo reporte de Sustentabilidad que lanzaremos antes de fin de año, que busca desmitificar y transparentar todas nuestra actividad; y la Red Salmón, iniciativa muy sentida por los trabajadores que tiene como objetivo apoyar integralmente a quienes han perdido su fuente laboral. En otro tema, la ciencia va tomando protagonismo en el sector a nivel mundial. La salud de los peces es uno de los principales desafíos en todo el mundo, de hecho, el piojo de mar o Cáligus y otras enfermedades significan un costo de 1000 millones de dólares al año para la industria a nivel mundial. El SRS y el Cáligus son las principales enfermedades que preocupan hoy a la industria del salmón y ayer participamos en la inauguración del primer centro de salud de peces, inicitiva Cargill, que es sin duda un gran notica, donde se podrá avanzar y conocer mejor las dietas funcionales de nuestro producto e ir disminuyendo la brecha en competitividad del sector y reduciendo los costos. Este enorme esfuerzo público -privado se suma a una importante cartera de proyectos en I+D que buscan cambiarle la cara a la acuicultura en Chile, entre los cuales está el proyecto del Centro de Enfermedades de Sernapesca con el Gremio, Bluegenomics, ICTIO, y el INCAR, sumando entre todos cerca de US$60 millones de dólares en I+D. Asimismo, a través del Instituto Técnico del Salmón y Sernapesca, estamos trabajando y tomando todas las medidas pertinentes para afrontar los posibles brotes de algas nocivas en el próximo verano. Sabemos que es un tema complejo frente al cual debemos prepararnos y aprender a convivir con él. Si bien existe un trabajo en conjunto, donde hemos incorporado a la mitilicultura y a la pesca artesanal, además de las empresas del gremio, la autoridad, los gremios y la Armada, es importante trabajar a mediano plazo en mayor investigación y contar con mejores tecnologías. Es fundamental tener una estrategia país para afrontar este fenómeno, que puede ser muy dañino, no sólo para las regiones sur australes, sino para todo Chile. Para terminar, me gustaría recalcar la importancia que tiene este sector para el sur y para Chile. Somos un actor clave e insustituible en el desarrollo del país y queremos seguir por esa senda. Sabemos que muchas veces nos hemos equivocado, pero sepan que existe total voluntad para corregir nuestras debilidades y fortalecer nuestros aciertos a través del trabajo conjunto. Somos una industria joven y vigorosa, con apenas 30 años de historia en el país, y estamos enfocados en construir los 30 años que vienen y cómo la salmonicultura puede seguir aportando a Chile. Para cumplir este objetivo es fundamental tener reglas del juego claras, con una normativa moderna, que promueva la sustentabilidad como eje central, que permita una operación más flexible y, sobre todo, que le devuelva a Chile la competitividad internacional que ha perdido en el último tiempo y la estabilidad laboral que sus trabajadores se merecen. Hoy tenemos la oportunidad histórica de dar más valor a una actividad clave para el futuro del sur de Chile, de potenciar un clúster único, de avanzar en un nuevo trato y de transformarnos en un ejemplo mundial. Esa es nuestra invitación. Muchas gracias, Muchas Gracias!
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