Publicación internacional de los adventistas del séptimo día Vol. 12 No. 8 Cómo la «Participación Total de los Miembros» marcó una diferencia en Ruanda 12 La vida 14 Se hará justicia 22 Perdón para los asesinos Vol. 12 No. 8 N O TA 16 D E TA P A Todos involucrados Andrew McChesney Ekkehardt Müller 22Perdón para los asesinos V I D A A D V E N T I S T A Isaac Ndwaniye, según se lo contó a Gina Wahlen 8El valor de un alma M U N D I A L Hace veintidós años, Ruanda pasó por uno de los peores genocidios. Ted N. C. Wilson No hay precio que sea demasiado alto. 25Las ciencias y el catastrofismo F E Y C I E N C I A 12La vida D E V O C I O N A L C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S Dios responderá nuestros interrogantes, aun si le lleva mil años hacerlo. Cómo se implementó la «Participación Total de los Miembros» en Ruanda. P A N O R A M A 14 Se hará justicia Roberto Biaggi ¿Por qué algunos geólogos se resisten a la idea de un diluvio universal? Ariel E. Noltze Un don precioso e irremplazable que nos da el Señor. D E PA R TA M E N T O S 3 I N F O R M E M UNDIA L 3 Informes de noticias 6 Noticia principal 10 Historias de GLOW 11 S A L U D M U N D I A L La fiebre amarilla ESPÍ R I T U 24 DE P R O F E C Í A El perdón RES P U E S TA 26 PRE G U N TA S A B Í B L I C A S La confesión y los sacrificios 27 E S T U D I O B Í B L I C O Las oraciones de Jesús y las nuestras I N T E R C A M B I O 28 D E I D E A S spanish.adventistworld.org www.adventistworld.org: Disponible en línea en doce idiomas Publicado por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. 2 Adventist World | Agosto 2016 F O T O G R A F Í A : N I C K Y K I R S T E N K N E C H T Lecciones de multiplicación L M C C H E S N E Y / A R INFORME MUNDIAL A N D R E W os feligreses reunidos para el encuentro irrumpieron en una oleada de espontáneos aplausos cuando informé que casi cien mil personas habían sido bautizadas, en un período de tres semanas, en Ruanda. Había esperado que los cientos de miembros congregados bajo un inmenso pabellón se mostraran complacidos al conocer la noticia del total de bautismos en la campaña de evangelización más grande de la historia adventista, pero no estaba preparado para semejante demostración de gozo. La noticia era realmente «nueva» y electrizante para muchos, como si estuvieran siendo testigos de los primeros chaparrones de la prometida lluvia tardía. El gozo de ellos me recordó que un profundo sentido de expectativa subyace a todo proyecto misionero adventista: la esperanza de que este momento, este encuentro, esta cosecha de almas, pueda ser la que inaugure el Pentecostés. Hay algo en nuestros huesos que ansía evidencias de que Dios está conmoviendo los corazones y llevando a su remanente del tiempo del fin hacia otra dimensión. Y más allá de que el resultado sean cien o cien mil –porque el reavivamiento siempre posee un contexto local–, el Espíritu busca claramente restaurar nuestra confianza y valor a medida que acerca más amigos y vecinos a participar de nuestros cultos y escuchar nuestros testimonios. Como lo ilustran las historias de este número, el Espíritu Santo conmovió a decenas de miles de feligreses de Ruanda para que avanzaran decididamente con una misión personal; cada uno a su manera, usando los dones particulares que Dios les ha dado. ¿Quién se atreve a decir que el sermón predicado fue más importante que los alimentos distribuidos o la casa edificada o el brazo sobre un par de hombros alicaídos? Cada acción –cada pequeña demostración de fidelidad a Cristo– es de suma importancia para el reino. Y saber que los maravillosos resultados de Ruanda se deben a la participación activa de al menos tantos miembros como bautizados, solo hace que el gozo sea más intenso y profundo. Al leer la edición de este mes, lo invito a orar para que su gozo también crezca al experimentar el deleite de compartir las buenas nuevas de Cristo según el Espíritu lo dirija. Ted Wilson vuelca cemento junto con Lisa BeardsleyHardy en la universidad en Kigali (Ruanda). Andrew McChesney Comienza la construcción de la Facultad Adventista de Medicina La primera fase, que requiere una inversión de 6,1 millones de dólares, se inaugurará en 2017 E n mayo pasado se colocó la piedra fundamental de una nueva Facultad de Medicina en Ruanda que, expresaron los líderes adventistas, podría llegar a ser una joya de la educación médica adventista. Vestidos de cascos blancos y chalecos de construcción amarillos, Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista y Lisa Beardsley-Hardy, directora del Departamento de Educación, palearon cemento fresco como parte de la ceremonia de colocación de la piedra fundamental del complejo de 6,1 millones de dólares en el campus Masoro de la Universidad Adventista de África Central (AUCA), en Kigali, la capital de Ruanda. Esta es la séptima carrera de medicina de la Iglesia Adventista y en esta fase de construcción se harán residencias de varones y señoritas, un comedor estudiantil y un alojamiento para huéspedes; se espera recibir a los primeros alumnos en septiembre de 2017. Las clases se dictarán en el moderno centro de ciencias inaugurado el año pasado en el mismo campus. Vol. 12 No. 8 | Adventist World 3 INFORME MUNDIAL «Los estudiantes que salgan de aquí no solo recibirán un diploma que los capacite para la vida profesional –dijo Wilson ante los ministros de Educación y Salud de Ruanda y otros dignatarios reunidos en el sitio de la futura construcción–. También recibirán un diploma para seguir los pasos de Cristo. Jesús es el Buen Samaritano. Jesús es el Maestro de los maestros. Jesús es el Médico de los médicos. Y Jesús es nuestro Salvador». Invitados de toda Ruanda, de la División de África Centro-Oriental con sede en Nairobi (Kenia), y de la sede central de la iglesia en los Estados Unidos se apiñaron bajo dos grandes toldos en el impecable campus de la Universidad Adventista de África Central para la ceremonia llevada a cabo el pasado 12 de mayo. Beardsley-Hardy dijo que la carrera de medicina puede destacarse si trabaja en comunicación con las otras seis ya establecidas en el mundo. «Bien puede ser una joya de la educación médica adventista, porque puede apoyarse en más de ciento cincuenta años de educación médica y continuar con el ministerio de curación de Jesucristo», dijo. La Iglesia Adventista también opera carreras médicas en las universidades adventistas de Montemorelos (México), Libertador San Martín (Argentina), Ñaña (Perú), Silang (Filipinas), Ilishan-Remo (Nigeria), y en su institución insignia en Loma Linda (Estados Unidos). En esta región de África hay actualmente solo un médico por cada diecisiete mil habitantes, dijeron los líderes de la iglesia. Tanto los departamentos de Ministerios de Salud como de Educación prometieron fondos para el proyecto. Beardsley-Hardy dijo que ella y su esposo también efectuaron una donación. Los fondos también provienen de otras fuentes. Más de quinientos profesionales adventistas comprometieron cincuenta mil dólares para la construcción, durante un evento de recolección de fondos llevado a cabo el 15 de mayo. La iglesia City Temple de Detroit (Míchigan, EE. UU.) donó diez mil dólares para el proyecto, dando un ejemplo a otras congregaciones, para que ellas también se involucren en la misión mundial adventista. Blasious M. Ruguri, presidente de la División de África Centro-Oriental y presidente de la junta de la universidad, dijo que la institución se estaba preparando para recibir una gran cantidad de estudiantes de medicina de toda África, y quizá también de Europa y Norteamérica. Se espera que cuando estén funcionando todos los niveles de la carrera, se alcance su máxima capacidad, planeada en 450 estudiantes por año. Esta fase de construcción de 6,1 millones de dólares será seguida de otras que incluirán laboratorios de anatomía y un hospital por un costo total de veinte a treinta millones de dólares. n Paul Ratsara Adventist Review/ANN renunció como presidente de la División de África Meridional y Océano Índico D AV I D S H E R W I N / A R P Paul Ratsara 4 Adventist World | Agosto 2016 aul Ratsara ha renunciado a su puesto de presidente de la División de África Meridional y Océano Índico de la Iglesia Adventista, en lo que él describió como un esfuerzo «por reenfocar la iglesia que amo en la misión que Dios le ha dado». En una reunión del pasado 31 de mayo, la Junta Directiva de la Asociación General aceptó el pedido de Ratsara de dar un paso al costado para una posible reasignación como pastor de una iglesia local en su región de origen, la Unión del Océano Índico, que administra la obra de la iglesia en siete islas o archipiélagos: las Comoras, Madagascar, Mauricio, Mayotte, Reunión, Rodrigues y Seychelles. «Para reenfocar la iglesia que amo en la misión que Dios le ha dado, y para impedir continuas distracciones, he decidido con humildad y de manera voluntaria solicitar la reasignación S A D como pastor de una iglesia local en algún lugar del territorio de la Unión del Océano Índico, mi territorio de origen», dijo Ratsara en una carta a la Junta Directiva de la Asociación General, el principal órgano de toma de decisiones de la Iglesia Adventista. Ted N.C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial, agradeció a Ratsara por su labor como presidente de la División desde 2005 y, antes de ello, como secretario ejecutivo de ese mismo territorio. «Agradecemos a Paul Ratsara y su esposa Joanne por su dedicación a la causa de Dios y por sus muchos años de servicio a la iglesia –dijo Wilson–. Muchos aspectos positivos del crecimiento de la iglesia en la División de África Meridional y Océano Índico han tenido lugar bajo su liderazgo. Oramos para que el Señor los guíe y los bendiga en su testimonio continuo por el Señor». La decisión de Ratsara se produjo después de que surgieran cuestionamientos dentro del territorio de la División de África Meridional y Océano Índico sobre uno de sus títulos académicos. Ratsara recibió el título de Doctor en Teología con especialidad en Teología Sistemática en 2014 en la Universidad de Sudáfrica (o Unisa), la universidad más grande del país. Depende ahora de una asociación o campo local que Ratsara sea invitado a trabajar como pastor distrital. Ratsara dijo que quiere servir a Cristo de cualquier manera que le sea posible. «Amo la Palabra de Dios, la predicación de la Palabra, y disfrutaré de ayudar a que los miembros de iglesia valoren la belleza de las actividades de evangelización y testificación gracias al programa Participación Total de los Miembros», dijo en su carta a la Junta Directiva de la Asociación General. Solomon Maphosa, secretario ejecutivo de la División de África Meridional y Océano Índico, será el presidente interino de la División hasta que se elija un nuevo presidente. n Niños de Brasil distribuyen el libro misionero de 2016, en mayo pasado. Felipe Lemos y Andrew McChesney Elena White, una escritora popular en Brasil La distribución de impresos adventistas rinde frutos T odo el que dude de la efectividad de distribuir publicaciones religiosas debería analizar el caso de los creyentes adventistas de Brasil. Los adventistas brasileños, que acaso distribuyen más publicaciones que cualquier otro grupo de adventistas en el mundo, están siendo señalados como los responsables de que Elena White sea una de las escritoras más populares de Brasil, y de hacer que el libro misionero para compartir sea uno de los más leídos del país. White, una de las fundadoras de la Iglesia Adventista, ocupa el undécimo puesto entre los autores más leídos de Brasil, según una nueva encuesta a cargo de IBOPE, un prestigioso instituto de estadísticas de ese país. La encuesta nacional también reveló que el libro La única esperanza, del evangelista adventista Alejandro Bullón, ocupa actualmente el decimoctavo puesto entre los más leídos. Erton Köhler, presidente de la División Sudamericana, que abarca a Brasil y a otros siete países, dijo que los resultados destacan la importancia de las iniciativas de distribución de libros tales como «Impacto Esperanza», del que los miembros de iglesia distribuyeron veinte millones de ejemplares de La única esperanza en forma gratuita en todo el territorio en 2014. La única esperanza fue el libro misionero de ese año. «Es un testimonio de que la semilla está siendo plantada –dijo Köhler–. El evangelio está siendo predicado mediante proyectos como este». El libro más leído según la encuesta es la Biblia, mientras que el autor más popular es Augusto Cury, un médico y psiquiatra brasileño. Durante tres meses a fines de 2015 fueron entrevistadas 5012 personas en todo el país. No se dio a conocer su margen de error. Vol. 12 No. 8 | Adventist World 5 INFORME MUNDIAL Los adventistas han distribuido ciento treinta millones de libros en los últimos diez años como parte del proyecto «Libro Misionero del Año» de la División Sudamericana. «Técnicamente, hemos distribuido más de un libro a cada hogar en toda la División –dijo Magdiel Pérez Schulz, asistente del presidente de la Iglesia Adventista mundial, quien trabajó durante años en Brasil–. Los libros misioneros son adquiridos por los miembros de iglesia, y este ha llegado a ser el proyecto de libro misionero más grande de nuestros hermanos». Pérez Schulz, quien fue secretario ejecutivo de la División Sudamericana hasta el año pasado, recordó que los líderes de la División consideraron en cierta ocasión dar a los miembros un descanso de un año en la distribución de libros. Sin embargo, los líderes de las Uniones reclamaron, diciendo: «Si paramos un año, los miembros se van a quejar». Compartir materiales impresos ha llegado a ser la segunda naturaleza de muchos miembros de iglesia en Sudamérica, quienes suelen guardar libros en sus carteras, vehículos y en el lugar de trabajo, para regalar uno toda vez que se les presente la oportunidad. Los miembros de iglesia han publicado fotografías en los medios sociales, donde muestran la entrega de libros a actores, ministros y aun presidentes de las naciones de la región. «Esto los motiva para testificar y compartir», dijo Pérez Schulz. Un sábado de mayo pasado, los 2,4 millones de adventistas de toda la División Sudamericana tuvieron cultos más breves en sus iglesias y entonces salieron a compartir el libro misionero de este año, Esperanza viva. Al final se distribuyeron 18,5 millones de libros, o 7,7 libros por miembro de iglesia. El año próximo, se combinará el libro Historia de la redención de Elena White con el libro misionero. n 6 Adventist World | Agosto 2016 Andrew McChesney Expulsar malos espíritus Un ministerio clave en Laos L a encorvada anciana vio que el joven endemoniado era una respuesta a sus oraciones. Boi pasó caminando lentamente junto al hombre, que estaba encadenado a una casa, al comenzar su caminata sabática de quince kilómetros desde su aldea hasta la iglesia adventista más cercana en Vientián, la capital de Laos. Boi, que carece de apellido, había estado orando por alguien que caminara con ella. Un espíritu maligno había poseído al joven Seuth el día de su boda, transformándolo en violento y dándole una fuerza increíble. Su familia creía que un espíritu femenino lo había poseído en un ataque de celos, y habían llevado a Seuth a hospitales, templos y diversas iglesias para que lo trataran. La familia finalmente se dio por vencida y lo encadenó a un poste de la casa. «Esta anciana, sin embargo, lo rescató mediante el poder de Cristo», dijo un líder adventista de Laos. Hoy Seuth es pastor de una iglesia adventista en la aldea de Boi. Casi todos los cincuenta adventistas que asisten a la iglesia estuvieron alguna vez poseídos, o tienen una madre, hermano u otro pariente que lo estuvo. La asistencia ha aumentado tanto que durante los cultos, los creyentes llenan también el pequeño patio de la casa. La historia de Seuth no es única en Laos, un país mayormente budista del sudeste asiático, donde el evangelismo púbico está restringido. Aunque la Iglesia Adventista es una de las pocas denominaciones cristianas reconocidas oficialmente, sus mil trescientos miembros no pueden evangelizar siguiendo los métodos tradicionales, y tienen en cambio que compartir su fe mediante las actividades que forman parte de sus vidas: las bodas, los funerales, las exhibiciones de salud y las reuniones de oración para expulsar demonios. «No podemos practicar el evangelismo de la manera tradicional, por lo que tenemos que usar el ingenio», dijo un líder local al presidente de la iglesia Ted N. C. Wilson, que en mayo pasado visitó la sede central de la Iglesia Adventista en Vientián. Buonaparte Vannadee, presidente de la Iglesia Adventista en Laos, dijo que expulsar demonios es un ministerio que los mantiene ocupados, dado que se les pide a los feligreses que intercedan orando por ocho a nueve personas por año. La primera experiencia de Vannadee con la posesión demoniaca se produjo en 2014. El demonio poseía Arriba: Seuth sentado en el piso de la iglesia filial en su casa junto con Abuela Boi el pasado 11 de mayo. Derecha: Seuth el día de su boda, cuando fue poseído por un espíritu. A N D R E W a un hombre durante períodos de veinte minutos, lo que lo llevaba a dejar colgando la lengua como si le llegara al pecho. «Muchos trataron de sujetarlo y controlarlo, pero tenía demasiado fuerza», dijo Vannadee. Un grupo de miembros de iglesia oró y cantó en su casa hasta que el espíritu lo dejó. «Cuando el diablo lo dejó, él no recordaba nada –dijo Vannadee–. Preguntó: “¿Qué sucedió? ¿Qué sucedió?” Cuando se lo contamos sintió mucho miedo, y se dio cuenta de que necesitaba confiar en Jesús, que es más poderoso que el diablo». En la actualidad es adventista, como también sucede con muchos que han sido liberados de espíritus malignos gracias a la oración. La mayoría de los liberados se hace adventista. Saben que si no se entregan a Cristo, el diablo puede regresar en cualquier momento. Boi encuentra un amigo Otra historia de curación se hizo realidad mediante las oraciones de Boi, conocida afectivamente en su aldea como «Abuela Boi». Boi aprendió de Dios gracias a una M C C H E S N E Y / A R conocida que era adventista, cuando estaba buscando solución para problemas de su hija. Boi, que jamás fue a la escuela, aceptó a Jesús después de asistir a las reuniones y escuchar que sus nuevos amigos adventistas le leían la Biblia en voz alta. Siguió asistiendo fielmente cada sábado a la iglesia, aunque tenía que caminar cuatro horas de ida y otras tantas de vuelta cuando no tenía dinero para el autobús. Entonces comenzó a orar para que alguien la acompañara. «Señor, soy la única aquí. Necesito que un amigo me acompañe», oró, según el relato de los líderes de la iglesia. Pasaron diez años, y entonces un día, vio a Seuth encadenado a su casa. Boi vio en él una respuesta a su oración, y comenzó a orar: «Señor, libéralo. Quisiera que él me acompañara a la iglesia». Un viernes de noche, Seuth logró volver en sí y le dijo a su esposa: «Vayamos a ver a Abuela Boi». Su esposa le recordó que eran las diez, y que Boi ya estaría durmiendo. Seuth sin embargo sentía grandes deseos de ir. Cuando golpeó a la puerta, Boi lo recibió diciéndole: «He estado orando por ti. Entra». Boi oró por él y le A D V E N T I S T R E V I E W dijo: «Si quieres mejorarte, ven conmigo mañana a la iglesia». Así fue que Seuth y su esposa fueron a la iglesia junto con Boi. Los pastores oraron por Seuth, y él se deshizo de los amuletos y dijes relacionados con el culto al demonio que solía usar. Después de esa primera oración se sintió mucho mejor, salió de la iglesia en su sano juicio y siguió asistiendo a la iglesia con Boi; tiempo después fue bautizado. Seuth, que ahora tiene veintinueve años, fue uno de los pastores que se reunió con Wilson en la sede del Territorio de Laos de la Iglesia Adventista. Wilson también visitó la iglesia filial que coordina Seuth en la aldea de la Abuela Boi. En su límpido rostro ya no quedan trazos de sus luchas anteriores. Tiene una sonrisa fácil y amable, y un sentido de pureza irradia de su rostro. Allí se sentó con su esposa e hijito sobre el piso, junto a unos cincuenta miembros más, para escuchar a Wilson, que los animó a ser fieles, compartiendo el amor que sienten por Cristo. «Desde que Seuth es el líder, ha ayudado a muchos poseídos por el demonio», fue el testimonio de uno de los presentes. n Vol. 12 No. 8 | Adventist World 7 P A N O R A M A M U N D I A L L o que sucedió en Ruanda en mayo pasado ha sido maravilloso. Fue histórico. Nunca antes en la historia de la Iglesia Adventista se había intentado algo semejante. Hombres y mujeres, niños y jóvenes dedicados compartieron la verdad de Jesús en 2227 sedes de evangelización esparcidas en todo el territorio de ese bello país montañoso. El Espíritu Santo se movió de manera poderosa, lo que llevó a que casi cien mil preciosas almas se entregaran a Cristo y se unieran a la iglesia remanente por medio del bautismo. Las historias que dejó el evento son maravillosas e inspiradoras; son historias de perdón, reconciliación, de cargas de toda la vida que fueron quitadas, de nuevas perspectivas, valor y rededicación, entre otras. El regreso Una de esas historias se refiere a un hombre que perdió a su familia durante el genocidio de 1994. Su padre, que era pastor adventista, junto con su madre y su hermana estaban orando juntos cuando unos hombres entraron a la casa, los mataron y entonces incendiaron la propiedad. El hijo vio la conmoción desde una colina cercana, pero para cuando llegó era demasiado tarde. Durante décadas convivió con el dolor y la amargura. Lo interesante es que el hombre vivía justamente al frente de una de las sedes de evangelización. Para sorpresa de todos, fue a las reuniones y se sentó cada noche en la primera fila. Hacia el fin de la campaña, gracias a circunstancias providenciales, el hombre se adelantó para ser rebautizado, y expresó: «Quiero decir a todos que estoy regresando a la iglesia. Muchos de ustedes conocen mi historia, pero hoy estoy regresando a Cristo y a ustedes».1 Participación total, en todas partes Los maravillosos resultados vistos en Ruanda no se deben simplemente a las dos semanas intensivas de evange- 8 Adventist World | Agosto 2016 El valor de un Ted N. C. Wilson alma Dios nos está llamando lización sino que son el resultado de la obra del Espíritu Santo que trabaja por medio de la Participación Total de los Miembros. Durante los meses anteriores, pastores y laicos adventistas trabajaron juntos para alcanzar a sus vecinos, amigos, seres queridos y miembros de la comunidad mediante las visitas personales, los estudios bíblicos, la obra de salud y el servicio comunitario, entre otros. La oración jugó un importante papel, dado que los adventistas de todo el país se reunieron con frecuencia para orar por individuos específicos y por el éxito de las reuniones. Poco después del comienzo de la campaña, los adventistas fueron puerta a puerta, invitando a todos. El logotipo de la iniciativa pudo verse en todos lados: en pañuelos triangulares, corbatas y camisas azules. Miles de adventistas cantaron con entusiasmo una canción compuesta especialmente para la ocasión como manera de recordar su importante llamado. Los miembros donaron dinero para alimentos, vacas y seguros de salud que buscaron mejorar la vida de los necesitados de sus comunidades. En tres sedes hubo clínicas médicas que brindaron servicios gratuitos a casi seis mil personas a lo largo de una semana. Cultivar y retener Aunque esas reuniones de evangelización ahora han terminado, en Ruanda se sigue trabajando por los F O T O G R A F Í A : N I C K Y K I R S T E N K N E C H T conversos y en la Participación Total de los Miembros. El 4 de junio, cada iglesia adventista del país llevó a cabo un sábado especial de celebración; se animó a los creyentes para que llevaran ofrendas especiales de agradecimiento. Los recién bautizados compartieron testimonios inspiradores. Grupos de miembros más experimentados se han comprometido a apoyar fielmente a los recién bautizados de su iglesia, lo que incluye invitarlos para que también sean parte de actividades para llegar a otras personas. Los adventistas de Ruanda nos han dado un maravilloso ejemplo de cómo Dios derrama increíbles bendiciones cuando su pueblo participa plenamente de la importante obra que él ha pedido que cada uno lleve a cabo. La clave La clave de la maravillosa experiencia en Ruanda fueron los laicos impulsado por el Espíritu Santo. Ellos entendieron la visión de la Participación Total de los Miembros: cada miembro involucrado en la misión de la iglesia. Cada uno haciendo algo para Jesús. Es un estilo de vida, un ministerio personal continuo por sus amigos, vecinos y la comunidad. Y los miembros captaron la visión. Cuando la captaron y permitieron que el Espíritu Santo los usara, nada pudo detenerlos. La inspiración nos dice que «Dios no puede desplegar el conocimiento de su voluntad y las maravillas de su gracia ante el mundo incrédulo, a menos que tenga testigos esparcidos en toda la tierra […]. Cada seguidor de Jesús tiene una obra que hacer como misionero para Cristo en la familia, en el vecindario, y en el pueblo o ciudad donde vive. Todos los que están consagrados a Dios son canales de luz. Dios los hace instrumentos de justicia para comunicar a otros la luz de la verdad, las riquezas de su gracia. Los incrédulos pueden parecer indiferentes y desatentos; no obstante Dios está tocando y convenciendo su corazón acerca de la realidad de la verdad».2 En cada país Mientras vemos claras señales de la cercanía del regreso de Cristo, anhelamos ver el maravilloso milagro de lo que sucedió en Ruanda repetirse en cada país del mundo, y no hay razón para que no pueda ser así. En la actualidad, en todo el mundo la gente está expresando temor e incertidumbre respecto del futuro. Puede sentirse la inestabilidad en casi todas las áreas de la vida, sea social, política, financiera o ambiental. Nadie sabe qué esperar a continuación, y nadie parece tener las respuestas para las preguntas que amenazan la vida. Ahora es el momento más apropiado para compartir «la esperanza que hay en vosotros» (1 Ped. 3:15). Si no compartimos esa esperanza con nuestros amigos, vecinos, parientes y comunidades, ¿quién lo hará? La verdad es que si dejamos librada esa obra solo a los ministros de la iglesia, jamás se terminará. Todos son necesarios Se nos dice claramente: «La obra de Dios en este mundo no podrá terminarse hasta que los hombres y las mujeres que componen la feligresía de nuestra iglesia se interesen en la obra y unan sus esfuerzos con los de los ministros y dirigentes de la iglesia».3 Este es un punto crítico: los ministros y los directivos de la iglesia no pueden hacer el trabajo solos. Se necesita de la Participación Total de los Miembros. Las investigaciones muestran que el contacto personal, bajo la conducción del Espíritu Santo, es el factor más importante a la hora de llevar a las personas hacia Cristo y nuestras creencias centradas en él. La interacción y la testificación personal son claves, y todos son necesarios. Ahora se están haciendo planes para llevar a cabo campañas de evangelización similares en Rumania y en gran parte de la ex Unión Soviética a comienzos del año que viene. Los miembros de iglesia y los pastores ya están trabajando juntos para hacerse amigos de la gente y ofrecer un enfoque misionero abarcador en los meses previos a la campaña. Por la gracia de Dios, planeamos tener entre dos mil a dos mil quinientas sedes en Rumania, donde la mayoría de las reuniones estarán a cargo de los laicos. Si desea más información sobre este apasionante evento, lea el artículo en inglés en la Adventist Review titulado: «Next Major Evangelistic Series to Reach Romania and former Soviet Union», en http:// bit.ly/RomaniaTMI. Lo insto a que piense en la posibilidad de predicar en una de las muchas campañas de evangelización de Rumania, del 10 al 25 de febrero de 2017. También habrá cientos de reuniones de evangelización de Participación Total de los Miembros planificadas para esa misma época en Moldavia, Ucrania, Rusia y casi todas las demás naciones de esa División. Los que estén interesados en participar en ese ministerio, deben ponerse en contacto con Kathy McKey, ([email protected]) o Nancy Costa, ([email protected]). No esperen más. Dios los necesita allí y dondequiera se encuentren. Participación Total de los Miembros: ¡Todos haciendo algo para Jesús! ¡Él viene pronto! Un alma más ¿Cuánto vale un alma? Las Escrituras nos dicen que «de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna» (Juan 3:16, la cursiva es mía). El valor de una persona es inestimable, porque el Hijo único de Dios dio su vida por ella. Una persona que reconocía el valor de un alma era el gran evangelista y pastor Charles Brooks. A lo largo de sus sesenta años de ministerio, llevó a incontables almas a Cristo, lo que produjo más de quince mil bautismos en diversas partes del mundo. El pastor Brooks pasó al descanso el 5 de junio de este año. En su funeral, llevado a cabo el 12 de junio, su hijo Charles D. Brooks Jr. presentó un tributo muy emotivo en el que compartió Vol. 12 No. 8 | Adventist World 9 M U N D I A L 1 Nancy Costa, «Son Forgives Parents’ Killers During My Meetings in Rwanda», Adventist Review en línea, 9 de junio de 2016, www.adventistreview.org/church-news/story4093-sonforgives-parents-killers-during-my-meetings-in-rwanda 2 Elena White, Testimonios para la iglesia, t. 2, pp. 558, 559. 3 White, Testimonios para la iglesia, t. 9, p. 95. Ted N.C. Wilson es presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. 10 Adventist World | Agosto 2016 Historias de GLOW: Iluminando el mundo G L O W «Iluminando el mundo» (GLOW) es una iniciativa misionera que se originó en California (EE. UU.), pero que se está extendiendo a otras partes. Se basa en la idea de que los miembros de iglesia aprovechen toda oportunidad que se les presente para repartir folletos en forma gratuita. Los folletos se imprimen actualmente en cuarenta y cinco idiomas. Esta breve historia nos llega desde Londres (Inglaterra). D E la que acaso fue la última oración de su padre. Ya en su lecho de muerte, ese gran guerrero de Dios no pidió vivir más años. No, la oración que susurró esa noche fue: «Señor, dame la oportunidad de llevar solo un alma más a Cristo antes de morir. Un alma más». Aun al final de su vida, ese hombre que Dios había usado para tocar tantas vidas a lo largo de seis décadas anhelaba alcanzar una más; una persona más que pudiera ser arrebatada de las garras de Satanás. Un alma más que pudiera ser llena de esperanza en lugar de desesperación. Un alma más con quien disfrutar la eternidad. ¿Y nosotros? ¿Conocemos el valor de un alma? Acaso usted no sea pastor o líder de iglesia, ni evangelista como el pastor Brooks. Puede ser que no tenga la oportunidad de hablar por televisión o de viajar al extranjero. Pero Dios lo necesita. Lo necesita ahora, allí mismo donde se encuentra, para alcanzar a un alma más para él. ¿Responderá usted al llamado? ¿Es usted parte de la Participación Total de los Miembros? ¿Tiene su iglesia local un plan para capacitar a sus miembros en la iniciativa? Hay muchas maneras de participar. ¡Todos pueden hacer algo para Jesús! El evangelismo es una actividad para todo el año, que muestra el cristianismo práctico a otras personas. Pida a Dios que le indique muchas maneras de servirlo y de servir a otros por medio de la Participación Total de los Miembros. Lo animo a hablar con su pastor y líderes de la iglesia sobre cómo ser parte de este movimiento mundial. Solo la eternidad revelará cuáles serán sus resultados. n C O R T E S Í A P A N O R A M A Carlot Dorve, quien hace poco obtuvo un título universitario en música (especialidad trompeta) fue invitado a volar a Londres para filmar avisos publicitarios en el Canal 4 de Gran Bretaña, para los próximos Juegos Paraolímpicos en Brasil. Carlot, que nació en Haití, perdió un brazo como resultado de una infección EL TROMPETISTA: Carlot Dorve (izquierda) cuando era niño. El Canal 4 lo muestra el boceto que un artista cristiano escogió como uno de los diez músicos de diversas partes local (derecha) hizo de él. del mundo que a pesar de tener una discapacidad han perseverado y alcanzado importantes logros. En una de sus salidas para conocer la ciudad, Carlot fue a la Plaza Trafalgar y notó que muchos músicos estaban tocando instrumentos. Decidió hacer lo mismo. Pero en lugar de colocar un sombrero para recibir contribuciones, comenzó a compartir folletos de GLOW. Las personas comenzaron a apiñarse a su alrededor. Les encantaba la música y querían colaborar, pero él les señalaba los folletos de GLOW. Aunque muchos no eran religiosos, se sintieron atraídos hacia los folletos «¿Dónde está Dios cuando sufro?» y «Una fe inteligente». Un artista cristiano que pasaba por allí le preguntó acerca su fe, así que él le habló de la Iglesia Adventista y del sábado. El artista entonces trazó un boceto de Carlot tocando la trompeta allí en la plaza. Cuando Carlot se fue del lugar, su corazón rebozaba de agradecimiento a Dios por haber podido esparcir el mensaje por medio de los folletos de GLOW. Estas historias son compiladas por Nelson Ernst, director de GLOW de la Unión Asociación del Pacífico (EE. UU.), y por Kamil Metz, coordinador de GLOW International. Si quiere saber más sobre GLOW, visite sdaglow.org. Para ver testimonios sobre GLOW, visite vimeo.com/user13970741. S A L U D La M U N D I A L fiebre amarilla Peter N. Landless y Allan R. Handysides Tengo que viajar mucho y escuché que hubo un brote de fiebre amarilla en Uganda. ¿Qué es la fiebre amarilla? ¿Debería preocuparme? L a fiebre amarilla es una enfermedad causada por un virus que se encuentra en las zonas tropicales de África y Sudamérica. El virus pertenece al grupo de los flavivirus; otros del grupo incluyen el dengue, el virus del Nilo Occidental, y el zika. La enfermedad recibe ese nombre porque causa ictericia en algunos pacientes. La acumulación de la bilirrubina como resultado de daños hepáticos produce una decoloración amarilla de la esclerótica (las partes blancas) de los ojos, las membranas mucosas de la boca y la piel. Se clasifica como una enfermedad hemorrágica viral aguda; otras enfermedades de ese tipo incluyen el Ébola, la fiebre hemorrágica de Marburgo, y la fiebre de Lassa. El virus se transmite por la picadura de mosquitos infectados, por lo general de las especies Aedes o Haemogogus. Los mosquitos pueden transmitir el virus de personas con fiebre amarilla durante un corto tiempo antes del comienzo de la fiebre, y por aproximadamente los cinco días posteriores. Una vez que se contrae la enfermedad, el virus se incuba en el cuerpo durante tres a seis días y la enfermedad sigue entonces uno de dos caminos: Una fase aguda con fiebre, dolores musculares que incluyen el dolor de espalda, dolor de cabeza, temblores, náusea y a veces vómitos y pérdida del apetito. La mayoría de los pacientes mejoran y se ven liberados de los síntomas después de tres o cuatro días. El quince por ciento de los pacientes sufre un curso más severo, entrando en una fase más seria después de los primeros cuatro días. La fiebre regresa, y el paciente rápidamente desarrolla ictericia, con dolores abdominales y vómitos. También puede producirse sangrado. Los riñones se ven afectados y las funciones se deterioran. El cincuenta por ciento de los pacientes que ingresa a esa «fase tóxica» fallece dentro de los diez a catorce días; los que sobreviven, suelen recuperarse por completo. Esta enfermedad puede ser difícil de diagnosticar dado que tiene síntomas similares a la malaria, el dengue u otras fiebres hemorrágicas. El diagnóstico se confirma con un análisis de sangre que detecta los anticuerpos que se producen en respuesta a la infección viral. Hay otros análisis más sofisticados que pueden ayudar a detectar la presencia del virus durante la enfermedad y aun después de la muerte del paciente, cuando la causa del deceso es incierta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hay treinta y un países del África y trece de América Latina en riesgo; la población supera los novecientos millones. La OMS estima asimismo que desde comienzos de la década de 1990, cada año se han producido doscientos mil casos nuevos, que resultaron en treinta mil muertes. La mayoría se ha dado en el África. Hay asimismo un pequeño número de casos que ha sido exportado a países tradicionalmente libres de fiebre amarilla debido al movimiento de personas y las consecuencias serían más graves, de no ser por la vacuna. La medida de prevención más importante es la vacunación. Es segura y brinda una inmunidad efectiva contra la enfermedad dentro de los diez días para el noventa y nueve por ciento de los vacunados. Los efectos secundarios serios son extremadamente raros, por lo que la relación riesgo-beneficio es sumamente favorable si consideramos la alta mortalidad que produce la enfermedad. No se debería vacunar, sin embargo, a los menores de nueve meses, las mujeres embarazadas (excepto en un brote donde hay riesgos muy elevados), las personas con alergias severas a la proteína del huevo, y los que sufren una inmunidad reducida, como es el caso de los infectados por el HIV. En los mayores de sesenta años, es necesario evaluar con detenimiento la relación riesgo-beneficio, dado que los efectos secundarios adversos se vuelven más comunes. Es importante el control de los mosquitos en todo momento, pero en especial a medida que las poblaciones desarrollan inmunidad gracias a los programas de vacunación. ¿Debería preocuparse? Lo suficiente como para vacunarse, y para animar a los que están en riesgo, a imitar su decisión. ¡Mejor prevenir que curar! n Peter N. Landless es cardiólogo nuclear certificado y director del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General. Allan R. Handysides es ginecólogo certificado y exdirector del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General. Vol. 12 No. 8 | Adventist World 11 D E V O C I O N A L E s una fría mañana de invierno y voy en camino al trabajo. Por la ventanilla veo el paisaje de neblina invernal, carente de sol y vegetación. Por un momento, pienso en lo que habrá sido la hermosa perfección del Edén. ¡Cuánta belleza hemos perdido por el pecado! ¡Qué contraste entre la frescura de la creación perfecta y los apagados colores invernales! Pienso entonces en un hombre que conocí hace una semana. Desesperado, había procurado poner fin a su vida. Se encerró en su automóvil, roció el interior del vehículo y sus ropas con gasolina, y se prendió fuego. Un helicóptero lo trasladó hasta una unidad de quemados, y entonces comenzó una misión casi imposible. Tratamos de recuperar una vida que ya había decidido darse por vencida. Finalmente, perdimos la batalla. ¡Qué desesperada tiene que estar una persona para ver el suicidio como la única solución para su miseria! Hoy, lo vería por última vez en la sala de autopsias. ∂ Repaso mentalmente los pacientes bajo mi responsabilidad en la unidad de quemados. Cada habitación presenta una tragedia. Me preocupa en especial una mujer que aún no ha vuelto en sí desde la noche en que el fuego consumió su casa. ¿Cómo explicaré a esa madre cuando salga del coma que ha perdido sus tres hijitos en el incendio que la dejó desfigurada? ¡Qué mundo! ¡Qué dolor! ¡Cuán desastroso es cuando los seres humanos descubren personalmente el resultado de conocer el bien y el mal! ¿Pudieron acaso Adán y Eva imaginar las consecuencias de su elección pecaminosa y el terrible costo del pecado? ∂ Repentinamente, una situación peligrosa en la ruta me obliga a abandonar mis pensamientos y concentrarme en el tráfico. Un conductor que avanza en sentido contrario calculó mal el tiempo de rebasar a un camión. Un giro violen- 12 Adventist World | Agosto 2016 La vida El milagro supremo de Dios Ariel E. Noltze Tarde o temprano, en este mundo tendremos que enfrentar todo tipo de problemas to del volante, varias frenadas… podría haber terminado en tragedia. Pero una vez más, todo está bien. Solo puedo agradecer a Dios por haberme protegido de un serio accidente. Además, siento una profunda gratitud por su cuidado en un mundo donde la muerte reina absoluta. Perdido en mis pensamientos, decido escuchar algo de música. Coloco un CD en el estéreo del vehículo y escucho un cántico que exalta a Cristo como Señor de la vida. Es una hermosa canción, y disfruto cada vez que la escucho. Pero en esta ocasión es diferente. Hoy, de alguna manera, capto una vislumbre de la magnitud de lo que Dios nos ofrece: ¡Nada menos que la vida! Dios nos ofrece la vida en un mundo arruinado por la muerte. Me ofrece vida a mí, un mortal con un cuerpo destinado a la muerte; a mí, que no puedo hacer nada para redimirme del pecado. El Señor quiere revertir la cuenta regresiva que comenzó el día de nuestro nacimiento y colocarnos en el sendero de la vida. Él, que es la vida, «porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad» (Col. 2: 9), por su muerte en la cruz nos ha puesto una vez más al alcance del aliento divino que insufló la vida al barro y lo transformó en Adán. Cristo llegó a este mundo marchito –en lugar de vides cargadas de uvas, encontró pasas resecas– para invitarnos a ser vides rebosantes de frutos. Ya no necesitamos recibir la paga de un mundo caído. Cuando aceptamos a Cristo, pasamos de muerte a vida, porque «el mundo pasa, y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre» (1 Juan 2:17). ∂ Aferrarnos a esta fe puede ayudarnos a enfrentar las peores tragedias sin desmoronarnos. Mientras otros desesperan, tenemos la seguridad de que Dios tiene un plan, y de que el sufrimiento no durará para siempre. Tener esperanza en las promesas de Dios cambia todas las cosas. La certeza de vivir en el umbral de la segunda venida de Cristo nos abre los ojos a una realidad que transciende por lejos los problemas que ahora experimentamos. Así como ningún maratonista abandona la carrera a pocos metros de la llegada solo porque tiene ampollas en los pies, los hijos de Dios siguen adelante a pesar de las pruebas. Pueden tener la vista anegada por las lágrimas, pero siguen con los ojos fijos en el blanco final. Al confiar en el Señor de la vida, reciben la fortaleza para continuar. Tarde o temprano, en este mundo tendremos que enfrentar todo tipo de problemas. Uno de los obstáculos más temidos es la enfermedad. Frente a problemas serios de salud, a menudo exclamamos: «Señor, ¿puedes sanar a mi ser querido? ¿Puedes hacer un milagro? ¿Es tu voluntad sanarme de esta enfermedad?» En ocasiones, parece que Dios no responde nuestras oraciones. Dios, sin embargo, nos responde. Ya nos ha dado la respuesta definitiva: «El que tiene al Hijo, tiene la vida» (1 Juan 5:12). Es casi demasiado fácil de creer. Si no lo entendemos, podemos orar por un milagro, pero cuando este no se produce, sentiremos desánimo ante el silencio aparente de Dios. Acaso sintamos la tentación de pensar que Dios no nos oye, o lleguemos incluso a dudar de su existencia. Esa es una trampa, porque él por cierto nos escucha. Y si a veces parece permanecer en silencio es porque ya nos ha dado la respuesta: «No está muerta, sino que duerme» (Luc 8:52). . ∂ Es fundamental que como seres humanos tengamos ese tipo de «seguro de vida», que garantiza la vida frente a la muerte (Juan 11:25). Nuestra póliza de seguros es tener al Hijo de Dios, la auténtica resurrección y la vida. Cristo es la fórmula maravillosa que transforma la muerte en un ligero sueño. Parece demasiado simple. No puedo brindar evidencias científicas ni explicarlo en términos médicos. Pero Dios lo ha dicho, y confiamos en él por fe. «Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza –escribe Pablo–. Si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él […]. El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Entonces, los muertos en Cristo resucitarán primero» (1 Tes. 4: 13, 14, 16). ¿Qué más podría dar Dios a sus hijos? Por eso sigo mi camino con una esperanza renovada en el corazón. Percibo que hoy Dios me ayudó a ver algo importante con más claridad. Y porque creo sin dudar en la suficiencia superabundante del poder de Dios, sigo el consejo del apóstol Pablo cuando añade: «Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras» (1 Tes. 4:18). n Ariel E. Noltze, es médico especialista en cirugía plástica y cirugía de la mano. Trabaja en un centro de cirugía reconstructora en Viena (Austria), donde vive con su familia. Vol. 12 No. 8 | Adventist World 13 C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S Se hará Ekkehardt Müller NÚMERO 27 E l término milenio se ha vuelto muy popular. Las novelas, las películas, los álbumes musicales, los juegos para la computadora, las compañías y las organizaciones incluyen ese nombre. El problema informático llamado «del milenio» fue un gran tema antes del año 2000. Hay eventos y lugares que se relacionan con el milenio, y eso también juega un papel importante en la teología bíblica. En efecto, una de las 28 Creencias Fundamentales de la Iglesia Adventista se ocupa del tema. ¿Cuáles son, sin embargo, algunas de las cuestiones relacionadas con el milenio, y qué importancia tiene para nosotros? Comprendamos la cuestión El término «milenio» deriva del latín mille (mil) y annus (año). Se usa para describir el período de mil años que se encuentra en Apocalipsis 20.1 Los cristianos, sin embargo, jamás han estado unidos a la hora de entender lo que significa. Están de acuerdo en que tiene que ver con el reinado de Cristo, pero existen desacuerdos respecto de su naturaleza y momento. Algunos sostienen que el milenio precede a la segunda venida de Cristo. Otros lo interpretan de manera figurada, como todo un período entre su primera y segunda venidas. Por último, algunos señalan que sigue a la segunda venida de Cristo, antes del cielo nuevo y la tierra nueva (Apoc. 21:1). El momento del milenio determina su naturaleza. Los que creen que toda la era cristiana es el milenio lo entienden como un período de constantes mejoras, en el que las personas pueden volverse a Dios y experimentar una «resurrección» personal. Los defensores de la idea de que el milenio se producirá antes del regreso de Cristo lo ven como un período de evangelismo. Los adventistas lo interpretamos como un momento de desolación del mundo después de la segunda venida. No hay seres humanos vivos, y es cuando se lleva a cabo el juicio celestial sobre Satanás y los malvados muertos. Después del milenio, los perdidos serán resucitados. Satanás los engañará (20:5a, 7-8, 13a) para que ataquen a la Nueva Jerusalén (20:9a) que, entretanto, ha descendido del cielo (21:2). Ellos serán juzgados (20:11-13) y perderán la vida (20:9b, 10, 14, 14 Adventist World | Agosto 2016 Respuestas a preguntas básicas sobre el milenio 15). Dios será vindicado frente al universo y esto abrirá paso al nuevo Paraíso y el plan de salvación quedará completo. La idea de que el milenio brinda una segunda oportunidad para la conversión no tiene el respaldo de las Escrituras, y es perjudicial para los que no toman una decisión por Cristo en esta vida. El cuándo y el qué del milenio El contexto de Apocalipsis 20 nos permite determinar el momento del milenio. La segunda parte del Apocalipsis, que comienza en el capítulo 15, sigue mayormente una secuencia cronológica con solo unos pocos bloques de material paralelo. Apocalipsis 15 forma una introducción a las siete plagas (Apoc. 15:1, 7), que son descritas en Apocalipsis 16. En la sexta plaga menciona que el dragón, la bestia del mar y el falso profeta (16:13), forman la Babilonia del tiempo del fin y anuncian la batalla del Armagedón (16:14, 16), mientras que los reyes del Oriente, Jesús y su ejército, están por venir (16:12). Con la séptima plaga, Babilonia es juzgada y se desintegra en tres partes (16:19). En Apocalipsis 17 y 18 se describe con más detalle la séptima plaga, haciendo énfasis en el juicio de Babilonia como una ramera y como la gran ciudad. El Armagedón sigue a la mención de las bodas del Cordero (19:7, 8). Jesús, como jinete del caballo blanco con su ejército, derrota a Babilonia (19:11-21). Esta es una descripción simbólica de la segunda venida de Cristo.2 El dragón sigue vivo, pero la bestia y el falso profeta terminan en el lago de fuego (19:20). El dragón será confinado al abismo durante mil años literales de inactividad (20:1-3). El milenio es un período real de mil años que sigue a la segunda venida. La primera y la segunda resurrecciones antes y después del milenio son resurrecciones reales, que no tienen que ser espiritualizadas (20:4-6).3 La estructura de Apocalipsis 20 Apocalipsis 20:1 al 3 describe el tiempo al comienzo del milenio. Los versículos 4 al 6 mencionan el reinado de Cristo con los redimidos de todas las edades en el cielo, durante el milenio. El resto del capítulo se ocupa de eventos que suceden después de la sesión de juicio celestial (20:7-15), pero se producen en dos partes. La primera se ocupa del ataque a la Nueva Jerusalén y la derrota de los malos, incluido Satanás. La segunda describe el juicio celestial y la ejecución del veredicto. Ambos pasajes terminan señalando el lago de fuego. Por ello, son paralelos; los eventos descritos no tienen que ser entendidos en términos estrictamente cronológicos. ¿Qué significa esto hoy? Veo cinco puntos importantes que hacen que la enseñanza del milenio sea relevante para nosotros. En primer lugar, el milenio nos habla de Jesús4 y su reinado, en el cual participan los redimidos. Como Rey de reyes, Jesús participa de los eventos finales. Nuestro Creador y Salvador es también Juez. Lo más probable es que él es el que está sentado en el «gran trono blanco» (20:11), el Señor del universo que tanto nos ama. En segundo lugar, el milenio ofrece respuestas a nuestro profundo sentido de justicia y el fin del mal en un mundo donde suele triunfar la injusticia. Dios interviene por sus hijos, y el juicio es ejecutado. El proceso de juicio produce una comprensión más profunda del amor, la santidad y la justicia de Dios y lo malo del pecado, vindicando así el carácter de Dios. En tercer lugar, el milenio es necesario para que se complete el plan de salvación, para que el pecado ya no arruine la creación de Dios. Los redimidos apreciarán la salvación y la comunión eterna con Dios en un grado aún mayor que en el presente, y lo alabarán por la eternidad. En cuarto lugar, el milenio nos enseña a no posponer nuestra decisión por Dios. Más allá de esta vida no existen segundas oportunidades. Por último, el milenio ayuda a que los redimidos comprendan por qué Dios no puede salvar a todos sus seres amados. Dios, sin embargo, los consolará y «enjugará […] toda lágrima de los ojos de ellos» (Apoc. 21:4). En resumen El milenio no es un período de paz, sino el juicio final de Dios que, a pesar de ello, no afecta directamente a los hijos de Dios. El milenio establece la justicia e introduce el reino divino de gloria. Aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida (20:12) pueden regocijarse de que con el milenio, las eras de este mundo llegarán a su fin y amanecerá una nueva era eterna y sin par, en la presencia de Dios. n 1 Por material adicional, véase, por ej., Eric Claude Webster, «The Millennium», en Handbook of Seventh-day Adventist Theology, editado por Raoul Dederen (Hagerstown, MD: Review and Herald Publishing Association, 2000), pp. 927-946. 2 Véase Brian K. Blount, Revelation (Louisville: Westminster John Knox, 2009), p. 349; y Grant R. Osborne, Revelation (Grand Rapids: Baker, 2002), p. 679. 3 El versículo 5b describe la resurrección del versículo 4. 4 Cf. Stephen Smalley, The Revelation of John: A Commentary on the Greek Text of the Apocalypse (Downers Grove: InterVarsity, 2005), p. 516. Ekkehardt Müller nació en Alemania, y actualmente es director asociado del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Asociación General de la Iglesia Adventista en Silver Spring (Maryland, EE. UU.). El milenio y el fin del pecado El milenio es el reinado de Cristo en el cielo con sus santos durante mil años, entre la primera y la segunda resurrecciones. Durante ese tiempo, los impíos muertos serán juzgados; la Tierra estará completamente desolada, sin habitantes humanos, pero ocupada por Satanás y sus ángeles. Al final, Cristo con sus santos y la Ciudad Santa descenderán del cielo. Entonces resucitarán los muertos en el pecado, y junto con Satanás y sus ángeles rodearán la ciudad; pero el fuego de Dios los consumirá y purificará la Tierra. Así el universo será librado del pecado y de los pecadores para siempre (Jer. 4:23-26; Eze. 28:18, 19; Mal. 4:1; 1 Cor. 6:2, 3; Apoc. 20; 21:1-5). Tod involu J uvenal Nsengiyumva, que es docente universitario, decidió ponerse a la altura del desafío cuando se enteró en enero pasado que cada uno de los 720 mil adventistas de Ruanda estaba siendo animado para compartir de manera activa el amor de Jesús con sus vecinos. Sin embargo, ¿cómo podía participar en el programa que culminaría con una campaña nacional de evangelización en mayo? Aunque se necesitaban cientos de predicadores para las reuniones de evangelización, Nsengiyumva no podía tomarse días libre en su trabajo para predicar durante dos semanas. Entonces decidió usar lo que tenía: su solícita esposa Marianne y sus cuatro hijos, un muy usado pero confiable automóvil, algo de dinero, y el fluido inglés que había aprendido durante cinco años que había pasado estudiando en la India. «Antes que nada, soy miembro activo de la Iglesia Adventista, y sé que un miembro activo tiene que compartir la verdad que conoce con otros», dijo Nsengiyumva, que es anciano de la iglesia Gates of Hope en la ciudad turística de Gisenyi. Sus tres hijas y su hijo –Hope, de 12 años; Friend, de 9; Meek, de 7; y Merciful, de 5–revisaron sus ropas y escogieron algunas prendas para regalarlas a los necesitados. Su madre las lavó y planchó para que quedaran como nuevas. «Tenemos que enseñarles a ser dadores alegres», dijo Nsengiyumva. La familia también donó setenta dólares como parte de los ocho mil que costaba conseguir una casa nueva para una viuda. Al mismo tiempo, Nsengiyumva se apuntó para ser intérprete de un predicador visitante de los Estados Unidos, F O T O G R A F Í A : N I C K Y K I R S T E N K N E C H T y para llevarlo hasta el lugar de las reuniones sin tener entonces conflicto de horarios con su trabajo en la universidad. Pero valió la pena. En la iglesia donde colaboró se bautizaron 168 personas, una cifra que excedió por lejos el blanco de treinta bautismos fijado por los líderes de la iglesia para cada una de las 2227 sedes en el país. «Es realmente maravilloso –dijo Nsengiyumva–. ¿Qué puedo decir? ¡Toda la gloria sea para Dios!» Todos los miembros involucrados Es la participación activa de personas como Nsengiyumva lo que abrió el camino para el más grande bautismo de la historia adventista. Durante la campaña de evangelización del 13 al 28 de mayo, se bautizaron un total inédito de 95.920 personas, y se espera que en bautismos adicionales conectados con el evento esa cifra sobrepase los cien mil. «Puedo decirles que este éxito se produjo porque cada miembro de la Unión Ruandesa participó en cada detalle de la operación», dijo Blasious Ruguri, presidente de la División de África Centro-Oriental de la Iglesia Adventista, cuyo territorio de once naciones incluye a Ruanda. Los miembros de iglesia estudiaron la Biblia con sus vecinos y fueron puerta a puerta, invitando a la gente a las reuniones de evangelización. También donaron casi 350 mil dólares para construir y reparar casas y comprar vacas, alimentos, prendas de vestir y seguros de salud para los necesitados. Voluntarios médicos trataron a casi seis mil personas durante una semana, en las clínicas gratuitas establecidas en El secreto se encuentra en la Participación Total de los Miembros tres lugares. «Ningún miembro vio esto como una carga; en efecto, todos quisieron tener la oportunidad de participar», dijo Ruguri, que predicó en una de las sedes en Kigali, la capital del país. Ruanda, que tiene una población de 11,8 millones de habitantes, es un ejemplo para los adventistas de todo el mundo, dijeron los líderes de la iglesia. Todos los presidentes de las Uniones de la División de África Centro-Oriental predicaron en Ruanda en mayo pasado, y ahora esperan replicar el programa de Participación Total de los Miembros en preparación para importantes campañas de evangelización en sus propios países en junio de 2017. Aun el presidente de la Iglesia Adventista en Zambia, que se encuentra en otra División de la iglesia, voló a Ruanda para seguir de cerca todo el proceso. La «Participación Total de los Miembros no es solo para África –dijo Hesron Byilingiro, presidente de la Unión Ruandesa, a un grupo de predicadores en Gisenyi–. Es para todo el mundo. El récord anterior era de treinta mil bautismos después de dos semanas de campaña en Zimbabue en mayo de 2015. Solo dos meses después, los líderes de la iglesia mundial presentaron la iniciativa Participación Total de los Miembros (conocida también como «Todos los Miembros Involucrados») en el Congreso de la Asociación General en San Antonio (Texas, EE. UU.). El programa anima a que cada uno de los 19,1 millones de miembros de la iglesia en el mundo busque maneras de compartir a Jesús con sus amigos y en sus comunidades. Aunque recibió ese nombre en el Congreso de la Asociación General, la M C C H E S N E Y crados Andrew McChesney A N D R E W dos N O TA D E TA PA Juvenal Nsengiyumva, quien halló muchas maneras de participar en las reuniones de evangelización, sostiene un pañuelo de TMI («Todos los Miembros Involucrados», o «Participación Total de los Miembros». Muchos miembros de iglesia usaron este pañuelo durante las reuniones. Participación Total de los Miembros no es algo muy osado o novedoso, según Duane McKey, organizador clave de la campaña de Ruanda y líder de la Iglesia Adventista mundial responsable del programa. «Al dar la Gran Comisión de Mateo 28, Jesús pidió hace más de dos mil años que vayamos a predicar, enseñar y bautizar –dijo McKey al ser entrevistado en Ruanda–. Lo interesante y apasionante es que acabamos de terminar más de dos mil campañas que conmemoran algo que Jesús dijo hace más de dos mil años». Una gran delegación de la Asociación General La mayoría de los presentadores son miembros de iglesia de Ruanda, dijo McKey. A pesar de ello, noventa y ocho oradores llegaron desde la Asociación General, el órgano administrativo de la Vol. 12 No. 8 | Adventist World 17 ABNER DE LOS SANTOS F O T O G R A F Í A : C O R T E S Í A D E Arriba y derecha: Cientos de personas se preparan para el bautismo en la ribera del Lago Kivu el sábado 28 de mayo. Izquierda: Abner de los Santos se une a dos pastores locales para bautizar 528 personas en una iglesia de Kigali, la capital de Ruanda, el pasado sábado 28 de mayo. Iglesia Adventista mundial, y otros setenta llegaron desde la sede de la División de África Centro-Oriental en Nairobi (Kenia). Un par de decenas llegaron desde Francia. Muchos se financiaron el viaje. Los oradores dijeron que el evento fue inolvidable y hablaron de las bendiciones que ellos mismos recibieron. Una joven que es estudiante internacional en los Estados Unidos contó como una musulmana y una universidad pública cubrieron su viaje. Un muchachito se regocijó en llevar cientos de personas a Cristo. Una canadiense que perdió parientes en el genocidio de Ruanda en 1994 finalmente logró perdonar (ver los recuadros). Abner de los Santos, uno de los vicepresidentes generales de la Iglesia Adventista mundial, describió su gozo al unirse inesperadamente a dos abrumados pastores locales para ayudarlos a bautizar 528 personas en una iglesia en 18 Adventist World | Agosto 2016 Kigali el sábado 28 de mayo. «Cuando sostuve por primera vez a mi hijo recién nacido, pude sentir como latía su corazoncito –dijo–. El sábado, pude sentir cómo latían los corazones de aquellos que bauticé. Eso me recordó a un bebé recién nacido». De los Santos y su esposa Leticia, que es profesora de música, predicaron en dos iglesias del distrito Rusororo, en Kigali. Otro vicepresidente general de la Iglesia Adventista, Geoffrey Mbwana, también estuvo al frente de una campaña de evangelización. Entre los demás representantes de la Asociación General estuvieron Lael Caesar, editor asociado de Adventist World, que quedó maravillado cuando supo que sesenta visitas asistieron a sus reuniones por invitación de un mudo. (Y hasta el autor de este artículo, editor de noticias de Adventist World, también estuvo por primera vez al frente de una campaña). La imagen de una inusualmente numerosa delegación de la Asociación General impactó a los miembros de toda Ruanda. Abidan Ruhongeka, presidente del Territorio Sur de Ruanda, dijo que sus feligreses le comentaron asombrados: «La gente de la Asociación General solía venir a la Unión Ruandesa solo para sesiones de las juntas, pero ahora han venido solo para evangelizar. ¡Jesús seguramente vendrá pronto!» Por su parte, Ted N. C. Wilson, el presidente que la Iglesia Adventista mundial y quien estuvo al frente de reuniones de evangelización en Gisenyi, agradeció el último sábado a los feligreses locales por su participación. «Son un ejemplo para todo el mundo. Alabamos a Dios por ello», dijo Wilson ante una multitud de seis mil personas. Entre los presentes hubo 1971 personas que habían sido bautizadas esa mañana en el Lago Kivu, y Nsengiyumva, el docente universitario que halló varias maneras de participar en la iniciativa y que dijo que no podía estar más feliz. «Alabo a Dios porque cumplió mis deseos de participar en la predicación de su mensaje», expresó. n Andrew McChesney es editor de noticias de ADVENTIST WORLD. N I C K Y K I R S T E N K N E C H T N O TA D E TA PA Una musulmana y una universidad pública me pagaron el viaje Sibu Mukwakwami K A R E N TAY L O R G L A S S F O R D N Los miembros de iglesia estudiaron la Biblia con sus vecinos y fueron puerta a puerta, invitando a la gente N I C K Y K I R S T E N K N E C H T a las reuniones de evangelización . o podía pagar el viaje a Ruanda; tengo veintidós años y soy estudiante internacional de Zimbabue en la Universidad de California (Berkeley), adonde llegué becada. Decidí entonces colportar para reunir los fondos y, al hacerlo, recibí apoyos inesperados. Cierto día, llamé a la puerta de una asiática que casi no hablaba inglés. Se me hizo difícil explicarle por qué vendía libros. Pero cuando los vio, su rostro se iluminó y me dio cincuenta dólares por unos libros para ayudarme a financiar mi viaje misionero. Otro día me encontré con una musulmana. Le dije que estaba juntando dinero para ir a un viaje misionero y hablar a otros de Dios. Se alegró por mí y me dio una donación de treinta dólares. Yo le dejé un libro para que lo leyera. Me dijo que regresara a contarle de mi viaje. ¡Estaba muy entusiasmada! También oré para que el programa de becas considerara mi viaje como parte de una pasantía y me diera algunos fondos. Pero Berkeley es una universidad pública de investigación, por lo que parecía una locura solicitar fondos para un viaje misionero. Igualmente envié la solicitud. Llevó más de un mes recibir la respuesta. Estaba segura que sería negativa, pero para mi sorpresa, decidieron apoyarme y darme fondos para el viaje. La mujer a cargo del programa de becas hasta me pidió que preparara una presentación de PowerPoint para mostrar a los demás estudiantes cuando regresara de Ruanda. Estoy entusiasmada de contarles de mi viaje y del pronto regreso de Cristo. Su regreso es la razón por la que dirigí reuniones de evangelización a más de cuatrocientas personas todas las noches en la ciudad de Byimana (Ruanda). Dios es bueno, y si nos llama, él provee. Elena White escribió: «Cuando la voluntad del hombre coopera con la voluntad de Dios, llega a ser omnipotente. Cualquier cosa que debe hacerse por orden suya, puede llevarse a cabo con su fuerza. Todos sus mandatos son habilitaciones» (Mensajes para los jóvenes, p. 70). n Vol. 12 No. 8 | Adventist World 19 K A R E N TAY L O R G L A S S F O R D No quería predicar a asesinos I Chantal Kayumba sostiene las manos de un hombre en su lugar de reuniones. r a Ruanda fue una de las decisiones más difíciles que tomé alguna vez. Mi familia perdió muchos parientes y amigos en el genocidio de 1994; esas pérdidas siguen siendo dolorosas. Estaba enojada con los criminales y llena de resentimiento con la herencia que había recibido. A pesar de ello, todos los planes que tenía para mayo quedaron en la nada con excepción del viaje a Ruanda, desde mi hogar en Canadá. Sintiéndome como Jonás en camino a Nínive, me propuse llevar el evangelio predicando cada noche en el lugar donde fui asignada. En mi corazón toleraba a las personas, pero me faltaba el amor de Dios. No creía que merecían la salvación después de las atrocidades cometidas. La segunda noche, un hombre mayor se aproximó después de la predicación. Se lo notaba nervioso. Le hice señas para que se sentara, pero en lugar de ello, se arrodilló. «Perdóneme, predicadora, perdóneme», dijo. Confundida, le expliqué que no lo conocía, y que no tenía necesidad de perdonarlo. Con agonía en su voz, replicó: «No, perdóneme, porque hace veintidós años, maté a personas como usted. Usted dijo que Dios puede perdonarme. Y usted, ¿puede perdonarme?» Abrumada, me arrodillé con él. Había sentido ira, tristeza, dolor profundo, pero de pronto un amor fuerte y divino inundó mi corazón. Quería que él disfrutara del gozo de la salvación Chantal Kayumba a pesar de los atroces crímenes del pasado. Anhelaba que supiera que dos mil años antes de que pecara, Cristo había dado su vida en el Calvario para que el día del juicio él tuviera una oportunidad. Tomé sus manos entre las mías. Con toda sinceridad le dije que lo perdonaba, no porque yo era una buena persona, sino porque también había sido perdonada por Cristo. Ambos derramamos lágrimas de gozo al percibir la nueva paz que adquirimos. Al ir a Ruanda, sentía amargura, pero salí de allí con claras muestras del amor de Dios, que alcanza aun al peor de los pecadores. En verdad, mediante el servicio, nosotros mismos somos salvados. n Muchachito de 12 años atrae a cientos hacia Cristo U n muchachito ruso de doce años adoptado por una familia de Maryland (EE. UU.) está entusiasmado porque cientos de personas aceptaron a Cristo en su primera campaña de evangelización. Dillon Smith tenía que predicar un sermón para niños cada noche antes de que su madre, Jackie Smith, hablara a los adultos en un parque de la ciudad de Karongi. Sin embargo, por problemas de horario, el supervisor de la sede sugirió que Dillon se hiciera cargo de la reunión principal a partir de la tercera noche de las dos semanas de reuniones. Después de alentarlo y ayudarlo, Dillon aceptó, y se emocionó 20 cuando vio que cientos de personas respondieron al llamado de aceptar a Cristo. «Estaba realmente entusiasmado –dijo–. Me resultó sorprendente, porque no imaginé que tantas personas pasarían al frente». Dillon y su hermano mellizo Dawson fueron adoptados cuando tenían dos años, en un orfanato de Novosibirsk (Rusia). Antes de dejar Rusia, sus padres estadounidenses dedicaron a los muchachitos a Dios en una iglesia adventista local. Al hacerlo, el pastor ruso dijo: «Quién sabe, quizás algún día vendrán a predicar a Rusia», recordó Smith, directora asistente del Departamento de Escuela Sabá- Adventist World | Agosto 2016 Andrew McChesney tica y Ministerios Personales de la Iglesia Adventista mundial. Dillon, que fue bautizado el sábado anterior a su viaje a Ruanda, había manifestado ya por cierto tiempo su interés en predicar. Pero cuando se le pidió que se hiciera cargo de la reunión de adultos, no estaba seguro de poder hacerlo. Las presentaciones, preparadas por el evangelista Mark Finley, eran más extensas que el programa de niños que se le había asignado al comienzo. Los oradores podían simplemente leer las palabras de la pantalla de la computadora, pero el lenguaje era más elevado que el que hablaba Dillon. Su madre editó los sermones Dillon Smith con su madre Jackie O. Smith. para adaptarlos al nivel de vocabulario del muchacho. La primera noche, Dillon pasó vestido con su uniforme de Conquistadores, y habló del tema de la noche –«El Cordero de Dios»– a una multitud de aproximadamente mil personas. «Oramos para tener una reunión perfecta, y Dios nos bendijo –dijo la mamá–. Fue una reunión perfecta». n F O T O G R A F Í A : C O R T E S Í A D E J A C K I E O . S M I T H N O TA D E TA PA N I C K K N E C H T Izquierda: La vista desde la plataforma del lugar de reuniones donde predicó Andrew McChesney. Abajo: Kathy y Duane McKey (izquierda) y Andrew McChesney (al centro) se unen a otras personas el sábado por la mañana para cantar con los niños en el lugar donde predicaba McChesney. A N D R E W M C C H E S N E Y Cuando se cortó la luz C uando se cortó la luz por primera vez, no me sorprendí; después de todo, estábamos en una campaña de evangelización en una iglesia a medio construir en una aldea remota de Ruanda. ¿Por qué no podía cortarse la luz? Luego un segundo incidente y más tarde uno más, tampoco me perturbaron. Sin embargo, de pronto me di cuenta que la electricidad fallaba cada vez que mencionaba al diablo o uno de sus engaños. Fue una conexión que descubrí la tercera noche mientras leía desde mi computadora un texto preparado por el evangelista Mark Finley. «La clave es la adoración –dije–. Tienen dos opciones: adorar a Cristo, o adorar a la bestia». Cuando dije «la bestia», el edificio quedó sumido en las tinieblas. Los 1100 presentes y yo aguardamos durante varios minutos en completa oscuri- Andrew McChesney dad. Me pregunté qué hacía allí al frente de mi primera campaña de evangelización. Desde mi bautismo una década antes, había estado orando por la oportunidad de llevar aunque fuera una persona a los pies de Cristo. Pero aún no lo había logrado, y seguía dedicado a mis actividades favoritas: escribir, editar y ser maestro de Escuela Sabática. Entonces apareció el viaje a Ruanda. Estaba ansioso de informar sobre el evento, pero no me entusiasmaba demasiado predicar durante dos semanas, en especial después de que un anciano de iglesia que hacía las veces de intérprete me informó que cada noche tenía que hacer un llamado para que las visitas pasaran al frente mostrando que aceptaban a Cristo. Jamás había hecho algo así. Entonces se cortó la luz. Cuando regresó, volví al comienzo de la diapositiva de PowerPoint dedicada a la adoración. «La clave es la adoración –dije–. Tienen dos opciones: adorar a Cristo, o adorar a la bestia». El edificio quedó a oscuras otra vez. «Al diablo no le gustó eso», musitó el intérprete. Entonces, tres personas condujeron a trescientos niños sentados en esterillas de paja hasta al frente de la iglesia. Mientras batían las palmas y se contorneaban, los niños entonaron un animado cántico para mantener alejado al diablo. Cuando volvió la luz, elevé una oración pública. Le dije a Dios que queríamos elegirlo a él. La audiencia dejó escapar un sonoro «¡Amén!» Regresando una vez más a la misma diapositiva, dije: «La clave es la adoración. Tienen dos opciones: adorar a Cristo, o adorar a la bestia». Todos contuvieron el aliento. Las luces siguieron encendidas. En el salón se escuchó un suspiro de alivio. Esa no fue la última vez que se cortó la luz. Pero estaba listo. La siguiente vez, la luz se cortó justo después de pronunciar la palabra «diablo». Mi intérprete dejó escapar un quejido. Los niños cantaron otra vez. Y otra vez, oré públicamente pidiendo el poder de Dios. La luz ya no volvió a cortarse. Y lo más importante: la Luz Superior tampoco nos falló. A partir de la tercera noche, hice un llamado diario para que las personas pasaran al frente. Para el fin de las reuniones, se habían bautizado 168 personas. El crédito de semejante logro le pertenece a Dios y los esfuerzos diligentes de los miembros de la iglesia local, que compartieron a Cristo con sus vecinos. Creo, sin embargo, que mi oración también fue contestada. Había pedido un bautismo, pero cuando me aventuré hacia lo desconocido, Dios me regaló 168. n Vol. 12 No. 8 | Adventist World 21 V I D A A D V E N T I S T A L os asesinos llegaron un sábado, traídos al predio de la Iglesia Adventista por el presidente de la Misión y su hijo, que era director médico del Hospital Adventista Mugonero. Después del comienzo del genocidio el 7 de abril de 1994, muchos habían huido de ese lugar del sur de Ruanda. Pero varios pastores y sus familias se unieron a otros feligreses y se resguardaron en el atestado complejo de edificios de la Iglesia Adventista, y en especial en el templo, pensando que allí estarían a salvo. Yo era director del Departamento de Publicaciones del Territorio Sur de Ruanda. La oficina, la iglesia, la escuela, los hogares de los obreros y el Hospital Mugonero formaban un inmenso complejo, en Kibuye. El día antes de que los ruandeses comenzaran a matarse unos a otros asistí a reuniones de publicaciones en la Unión Misión de Ruanda en Kigali, la capital del país. Esa noche, el avión del presidente de Ruanda fue derribado, y eso desató el genocidio. Al día siguiente, un empleado del hospital llamó para decirme que Paul, mi hijo de catorce años, había sido asesinado; pero que mi esposa y los ocho hijos vivos habían huido hacia la iglesia en busca de protección. Entonces, el sábado 16 de abril, los asesinos entraron al complejo con ayuda del presidente de la Misión y su hijo. ¿Cómo podía ser? Mi padre era pastor y había trabajado con ese presidente cuando yo era niño. Yo también había trabajado con él. No podía entender cuál era la intención de su corazón. Lo que me entristeció aún más fue que los pastores refugiados dentro del templo, junto con mi esposa y nuestros hijos, habían escrito una carta al presidente de la Misión, diciéndole: «Sabemos que vendrán a matarnos. Ayúdenos por favor a conseguir un bote para cruzar el lago hasta la República del Congo». La carta fue llevada por un soldado que protegía la iglesia, hasta la casa del presidente que se encontraba en ese complejo, y este respondió secamente que ni Dios podría ayudarlos ahora. Gente de todo el país llegó hasta el complejo para matar a los adventistas. Algunos de los asesinos eran adventistas. Llegaron con granadas, machetes, cuchillos… con cualquier cosa que sirviera para matar. Un pastor estaba predicando cuando los asesinos irrumpieron en el templo. Primero dispararon y lo mataron a él. Entonces comenzaron a matar a los demás. Mi esposa e hijos corrieron hasta la casa del presidente para que los ayudara, pero este los rechazó. Otros corrieron al hospital, procurando escapar, pero fueron atrapados por personas que los esperaban allí con machetes. La matanza dentro del complejo continuó durante varios días. Día y noche, los asesinos buscaban a los que hubieran podido escapar. Hasta llevaron perros para rastrearlos en la selva. Para cuando terminó el genocidio en julio, yo había per- dido toda mi familia: mi esposa y nueve hijos, mi padre y mi madre, tres hermanas, un hermano y un cuñado. La iglesia para los desplazados El intempestivo estallido del genocidio me impidió regresar a mi casa. Desde Kigali fui llevado por un grupo de soldados a un campamento para desplazados en una provincia del norte del país. Era el único pastor en el campamento. Descubrí que al Perdón para los 22 Adventist World | Agosto 2016 Isaac Ndwaniye, según se lo contó a Gina Wahlen asesinos ¿Tengo que perdonar a los asesinos de mi familia en el genocidio de Ruanda? HOSPITAL ADVENTISTA MUGONERO: Algunos corrieron hacia el hospital, tratando de escapar de la matanza, pero fueron alcanzados por personas que los esperaban con machetes. F O T O G R A F Í A S : G I N A W A H L E N estar ocupado haciendo el bien me era más fácil olvidar lo que estaba pasando. Así fue como Dios me fortaleció. Un viernes de noche caminaba por la ciudad cerca del campamento cuando vi una iglesia católica abandonada. Pedí permiso para orar y organizar cultos allí dentro. Cuando me lo dieron, regresé al campamento e invité a las personas para que fuesen a la iglesia el sábado. Comenzamos a reunirnos cada sábado. Aunque no teníamos hogar, los que tenían algo de dinero comenzaron a dar fielmente sus diezmos y ofrendas como si estuvieran en su casa y en tiempos normales. A veces, nos visitaban ugandeses que nos dejaban algo de dinero, que también diezmábamos y usábamos de ofrenda. Apartamos el diezmo hasta que la iglesia de Ruanda comenzó a funcionar otra vez, y usábamos lo que destinábamos a ofrendas para tratar a los heridos en la guerra. Muchas personas de otras religiones se unieron a los adventistas para los cultos sabáticos. Para cuando se nos autorizó a abandonar el campamento, cuatro meses después, había trescientas personas listas para el bautismo. Cuando el genocidio llegó a su fin en julio, viajé a Kigali y descubrí que en el país todos los templos adventistas estaban cerrados. Así es que recorrí la ciudad, rogando a los feligreses que volvieran a la iglesia. Poco a poco, regresaron. Me pidieron que fuera presidente de la Iglesia Adventista de Ruanda durante dos años. Más tarde fui elegido para dirigir el Departamento de Publicaciones de la Unión Ruandesa. Cinco años después, recibí la invitación más escalofriante de mi vida. ¿Podía ser presidente de la región que incluía el complejo Mugonero, donde habían asesinado a toda mi familia? ¿PERDONAR A LOS IMPERDONABLES?: Isaac Ndwaniye, presidente de la Asociación Central de Ruanda, perdió a toda su familia en el genocidio de 1994. Oré al respecto, y finalmente decidí ir. Era la primera vez que regresaría y tenía que trabajar con aquellos que habían dado muerte a mi familia. Ore: «Señor, ayúdame y dame las fuerzas y las palabras que tengo que decir a esta gente». En mi primer sábado allí, cité a una gran reunión distrital y me introduje de esta manera: «la Unión Ruandesa me ha enviado a predicar las buenas nuevas y a dirigir esta Asociación. Les pido que nadie me diga quién mató a mi familia. No quiero ni siquiera que me digan que son mis amigos; mi amigo es todo aquel que ama a Dios y su obra. Trabajemos juntos con ese espíritu». Estuve allí tres años, y entonces fui llamado a Kigali para ser presidente de lo que hoy es la Asociación Centro-Oriental de Ruanda. Alabamos al Señor porque nuestra Asociación ha pasado de sesenta y cinco mil miembros en 2004 a ciento diez mil en el presente. En este país con doce millones de habitantes, la iglesia tiene seiscientos cuarenta mil miembros, y estamos dando estudios bíblicos, y esperamos bautizar a cien mil personas más. El amor y el perdón Mi versículo bíblico favorito es Juan 3:16: «De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna». Si Dios no hubiera amado a todos, yo habría salido a matar a los asesinos. Pero Dios los ama, y les da tiempo para arrepentirse. El presidente de la Misión y su hijo fueron juzgados y sentenciados a prisión de por vida, por crímenes contra la humanidad y genocidio. El padre ya ha fallecido, y el hijo sigue en prisión. Cuando estaba en el campamento durante el genocidio, fui entrevistado por un periodista. Él había escuchado que yo era él único vivo de toda mi familia, y me preguntó: «¿Qué piensa usted de la venganza?». Tomé mi Biblia y la abrí en Hebreos 10:30: «Pues conocemos al que dijo: “Mía es la venganza, yo daré el pago”, dice el Señor». El periodista quedó estupefacto. Cuando la gente habla mal de los asesinos, les recuerdo que tenemos un Dios que es paciente para con todos y quiere que todos se salven. Es lo único que puede ayudar a alguien como yo, que ha pasado por semejantes circunstancias. Toda vez que alguien se arrepiente, va a Dios y pide perdón, Dios lo perdona. No hay pecado que Dios no pueda perdonar. Otra cosa que me da fuerzas para seguir viviendo es que sé que un día veré nuevamente a mi familia. Y es por eso que vivo para Dios. n Isaac Ndwaniye es presidente de la Asociación CentroOriental de Ruanda. Gina Wahlen es editora del Misionero trimestral, desde la Secretaría de Misión Adventista. Vol. 12 No. 8 | Adventist World 23 E S P Í R I T U D E P R O F E C Í A P erdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben» (Luc. 11:4).* Jesús enseña que podemos recibir el perdón de Dios solamente en la medida en que nosotros mismos perdonamos a los demás. El amor de Dios es lo que nos atrae a él. Ese amor no puede afectar nuestros corazones sin despertar amor hacia nuestros hermanos. Al terminar el Padrenuestro, añadió Jesús: «Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas». « e lperdón «Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí» (Sal. 51:10). También dijo: «Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones» (Sal. 103:12). Dios se dio a sí mismo en Cristo por nuestros pecados […] para revelarnos su amor y atraernos hacia él. «Antes –dice– sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo» (Efes 4:32). Dejad que more en vosotros Cristo, la Vida divina, y que por medio de vosotros revele el amor nacido en el cielo, el cual inspirará esperanza a los desesperados y traerá la paz de los cielos al corazón afligido por el pecado. Cuando vamos a Dios, la primera condición que se nos impone es que, al recibir de él misericordia, nos prestemos a revelar su gracia a otros. Un requisito esencial para recibir e impartir el amor perdonador de Dios es conocer ese amor que nos profesa y creer en él (1 Juan 4:16). Satanás obra mediante todo engaño a su alcance para que no discernamos ese amor. Nos inducirá a pensar que nuestras faltas y transgresiones han sido tan graves que el Señor no oirá nuestras oraciones y que no nos bendecirá ni nos salvará. No podemos ver en nosotros mismos sino flaqueza, ni cosa alguna que nos recomiende a Dios. Satanás nos dice que todo esfuerzo es inútil y que no podemos remediar nuestros defectos de carácter. Cuando tratemos de acercarnos a Dios, sugerirá el enemigo: «De nada vale que ores; ¿acaso no hiciste esa maldad? ¿Acaso no has pecado contra Dios y contra tu propia conciencia?» No obstante, podemos recordar al enemigo que «la sangre de Jesucristo […] nos limpia de todo pecado» (1 Juan 1:7). Cuando sentimos que hemos pecado y no podemos orar, ese es el momento de orar. Podemos estar avergonzados y profundamente humillados, pero debemos orar y creer […]. El perdón, la reconciliación con Dios, no nos llegan como recompensa de nuestras obras, ni se otorgan por méritos de hombres pecaminosos, sino que son una dádiva que se nos concede a causa de la justicia inmaculada de Cristo. n La virtud que es preciso dar para recibir El que no perdona suprime el único conducto por el cual puede recibir la misericordia de Dios. No debemos pensar que, a menos que confiesen su culpa los que nos han hecho daño, tenemos razón para no perdonarlos. Sin duda, es su deber humillar sus corazones por el arrepentimiento y la confesión; pero hemos de tener un espíritu compasivo hacia los que han pecado contra nosotros, confiesen o no sus faltas. Por mucho que nos hayan ofendido, no debemos pensar de continuo en los agravios que hemos sufrido ni compadecernos de nosotros mismos por los daños. Así como esperamos que Dios nos perdone nuestras ofensas, debemos perdonar a todos los que nos han hecho mal. Un significado más amplio El perdón, sin embargo, tiene un significado más abarcador del que muchos suponen. Cuando Dios promete que «será amplio en perdonar», añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: «Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos» (Isa. 55:7). El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es solo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró: 24 Adventist World | Agosto 2016 * Los textos bíblicos han sido extraídos de versión Reina-Valera 95® © Sociedades Bíblicas Unidas, 1995. Usada con autorización. Los adventistas creemos que Elena White (1827-1915) ejerció el don bíblico de profecía durante más de setenta años de ministerio público. Este fragmento ha sido tomado del libro El discurso maestro de Jesucristo, pp. 96-98. F E Y C I E N C I A Las ciencias y el catastrofismo ¿Puede un diluvio universal explicar algunos de los misterios geológicos? D urante los siglos XVIII y XIX, los así llamados catastrofistas –científicos que trabajaban con el paradigma de una catástrofe como la del diluvio universal– llevaron a cabo sus investigaciones geológicas enfocadas en la naturaleza pero modeladas según sus creencias religiosas. Ese paradigma fue sustituido por las teorías de James Hutton y Charles Lyell (en la década de 1830), quienes emplearon el principio del uniformismo, es decir, la idea de que los procesos geológicos del pasado se llevaron a cabo de manera similar que en el presente. Ese principio dominó de tal manera la investigación geológica durante casi un siglo que los geólogos rechazaron automáticamente toda hipótesis que incluyera algún proceso de naturaleza cataclísmica. En realidad, el monopolio que tuvo el uniformismo sobre la comunidad geológica bien puede haber obstaculizado el progreso de las ciencias geológicas.1 En la década de 1920, J. Harlen Bretz propuso que las rocas de los Scablands del noroeste de los Estados Unidos podían ser explicadas por una «hipótesis escandalosa»: el suceso de una megainundación cataclísmica (el diluvio de Spokane) que produjo esas características. Sus ideas, sin embargo, no fueron ampliamente aceptadas por otros científicos hasta la década de 1960. F O T O G R A F Í A : B I S H N U S A R A N G I El regreso del catastrofismo La aceptación final de la hipótesis de Bretz resultó en un resurgimiento del catastrofismo geológico y, en décadas recientes, ha emergido una tendencia que permite la explicación de las realidades geológicas por medio del catastrofismo.2 Entre los ejemplos de estas características catastróficas se encuentra el reconocimiento de megainundaciones bien documentadas, como las que abarcaron el Lago Missoula, el Mar Mediterráneo, el Canal de la Mancha y Asia central; la aparición de unidades de roca que son producto de corrientes subacuáticas de rápida velocidad; la rápida acumulación de capas de rocas sedimentarias, antes interpretadas como el resultado de lentas deposiciones a lo largo de muchos años; y «varvas» (capas sedimentarias en el fondo de los lagos), antes interpretadas como sedimentos depositados en un cuerpo de agua inmóvil dentro de un determinado año. Los volcanes a gran escala fueron sin duda la causa de que la ceniza volcánica haya producido rápidos entierros, así como el impresionante número de asteroides que golpearon la Tierra y explotaron, causando trastornos ambientales y la destrucción de la vida. El registro fósil está lleno de unidades de roca con esas características, lo que muestra que los fósiles se acumularon en condiciones catastróficas. Otras evidencias de veloz actividad Roberto Biaggi geológica incluyen procesos sedimentarios a gran escala; la distribución global de fósiles marinos en lugares inesperados; patrones de paleocorrientes a nivel continental; discontinuidades en el registro estratigráfico, como por ejemplo brechas en el registro, sin evidencia aparente de la cantidad de tiempo representada; eventos tectónicos globales o regionales, como por ejemplo el alzamiento de las montañas, los movimientos de las placas tectónicas, el hundimiento de cuencas, y la masiva presencia de sedimentos para el rellenado de las cuencas. Otras características del registro fósil pueden incluir, por ejemplo, la mortalidad y extinción masivas que requieren una veloz acumulación de sedimentos para su entierro y preservación. Quizás es tiempo de que los geólogos contemporáneos vuelvan a practicar una ciencia más natural, ya no actualística (cuando las investigaciones se ven forzadas a hallar concordancias entre las observaciones y las hipótesis). Hasta deberían estar dispuestos a considerar una «hipótesis escandalosa», como lo es el diluvio mundial de la magnitud que se describe en las Escrituras. n 1 V. R. Baker, «Catastrophism and Uniformitarianism: Logical Roots and Current Relevance in Geology», Geological Society, London, Special Publications 143 (1998): 171-182. 2 V. R. Baker, «The Channeled Scabland: A Retrospective», Annual Review of Earth and Planetary Sciences 37 (2009): 393-411. El doctor Roberto Biaggi es director de la sede sudamericana del Instituto de Investigaciones en Geociencia de la Universidad Adventista del Plata en Argentina. Vol. 12 No. 8 | Adventist World 25 R E S P U E S T A S A P R E G U N T A S B Í B L I C A S La confesión y los sacrificios ¿Confesaban realmente los israelitas sus pecados cuando llevaban una ofrenda por el pecado al Tabernáculo? La respuesta a su pregunta es motivo de debate entre los estudiosos, principalmente porque no tenemos evidencias explícitas que afirmen que todas las ofrendas por el pecado incluían la confesión. Comenzaré con casos de prácticas bíblicas relacionadas; entonces examinaré algunos pasajes, principalmente en los Salmos; finalmente, incluiré algunos comentarios generales. 1. La confesión y los sacrificios: La primera referencia a la confesión y la ofrenda por el pecado se encuentra en Levítico 5:5. El contexto se refiere a la expiación por los pecados deliberados relacionados con la negativa a testificar en la corte (vers. 1), el retraso en llevar a cabo un rito de purificación (vers. 2, 3), y el retraso a la hora de cumplir con un juramento (vers. 4). En Números 5:7 se requiere confesión y restitución por violaciones éticas consideradas sacrílegas. Estos no son pecados de rebeldía o por desafío, pero dado que incluyen un elemento de intencionalidad, la legislación requiere explícitamente el reconocimiento del pecador. El último caso se encuentra en Levítico 16:21, cuando durante el día de la expiación, el sumo sacerdote colocaba sus manos sobre un macho cabrío y confesaba todos los pecados de Israel. Dado que este es un ritual único, y que el macho cabrío no es ofrecido como sacrificio, algunos sostienen que la confesión no siempre acompañaba la ofrenda por el pecado. La pregunta es: ¿por qué no se menciona la confesión del pecado en otros pasajes que hablan de la ofrenda por el pecado (Lev. 4)? Acaso en Levítico 5:5 y Números 5:7, la confesión sí se enfatiza por la naturaleza deliberada de los pecados cometidos. Sin embargo, esto no se aplica a la confesión de Levítico 16:21. Francamente, no tenemos una razón clara para la omisión de la confesión en otros pasajes que se ocupan de las ofrendas por el pecado. Esta omisión textual no descarta automáticamente la práctica. El principio teológico fundamental detrás de las confesión es el siguiente: «El que oculta sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y se aparta de ellos alcanzará misericordia» (Prov. 28:13). Este principio tiene que estar presente en todas las ofrendas por el pecado. 2. Los sacrificios, los cánticos y las palabras: Los Salmos indican que los rituales del templo estaban acompañados por cánticos y palabras. Después de ser liberado de alguna opresión, el adorador decía: «Sacrificaré en su Tabernáculo 26 Adventist World | Agosto 2016 sacrificios de júbilo; cantaré y entonaré alabanzas a Jehová» (27:6). Las instrucciones de las ofrendas de paz (Lev. 7:16) no dicen nada sobre palabras habladas, pero según Salmos 54:6, eran acompañadas por alabanzas al Señor. Cuando se llevaban ofrendas de agradecimiento, se exhortaba a las personas para que «[publicaran] sus obras con júbilo» (Sal. 107:21, 22; Lev. 7:12). El ritual encerraba una experiencia de gozo, aun para los pecadores arrepentidos que confesaban su pecado, ofrecían el sacrificio y regresaban a su casa justificados y bendecidos por el Señor (Sal. 24:5; 32:1, 2, 5, 7, 11). El salmista confiesa su pecado (51:3-5), solicita la purificación divina (vers. 7, 10), reconoce que los sacrificios en sí mismos son inefectivos (vers. 16), y finalmente reconoce que cuando son la materialización física de un corazón quebrantado, Dios acepta los sacrificios (vers. 17, 19). Es sumamente improbable que una ofrenda por el pecado haya sido llevada en completo silencio. 3. El significado de la confesión: Mediante la confesión, los pecadores reconocían haber violado la voluntad de Dios y que en efecto merecían el castigo (Lev. 16:21). También sabían que al confesar y abandonar el pecado, hallarían la misericordia divina (Prov. 28:13). En la Biblia, la confesión está asociada con la renovación del pacto (por ej., en Nehemias 5:5-37; 10:28, 29), lo que sugiere la posibilidad de que la confesión asociada con la ofrenda por el pecado constituía una renovación de la relación del pacto que había sido quebrantada por el pecado. En otras palabras, que el Señor perdonara el pecado implicaba la restauración de una relación quebrantada (por ej., en Éxo. 34:1-10). Los pecadores arrepentidos confesaban su pecado al Señor en su presencia, y buscaban reconciliación con la persona a quien habían ofendido. Para responder a su pregunta, me permito decir que los pasajes en los cuales se enfatiza explícitamente la confesión tratan mayormente con los pecados deliberados que tenían que salir a la luz. Esto no significa que, dado que no se menciona la confesión en las ofrendas regulares por el pecado, la confesión no existía. En el caso de las ofrendas de paz, no se requería ninguna expresión verbal aunque, como vimos, eran acompañadas de palabras. n Ángel Manuel Rodríguez ha servido a Dios como pastor, profesor y teólogo. Ya jubilado, vive con su esposa en Texas (EE. UU.). E S T U D I O B Í B L I C O Las oraciones de Jesús y las nuestras Mark A. Finley E l Evangelio de Lucas se dedica a la vida de oración de Jesús más que cualquier otro libro de la Biblia. Lucas era un médico no judío que anhelaba compartir las verdades eternas de la salvación con los judíos y también con los gentiles. Lucas escribió su evangelio alrededor del año 60 d.C. para una comunidad cristiana en crecimiento. Resulta significativo que está dedicado a alguien llamado Teófilo, que significa «el que ama a Dios», o «amigo de Dios». El propósito de Lucas era que los lectores llegaran a ser amigos de Dios. El Evangelio de Lucas presenta un concepto revolucionario: Jesús, el Hijo divino de Dios, habitó en la carne y, como humano, desarrolló una relación cercana con su Padre por medio de la oración. 1 ¿Qué dos principios significativos en la vida de oración de Jesús descubrimos en Lucas 5:16 y 9:18? Para Jesús, la oración no era una práctica ocasional. No oraba de vez en cuando, cuando «sentía» la necesidad. Para Jesús, la oración era una forma de vida. Y no solo oraba a menudo, sino que tenía momentos regulares y planificados para estar a solas con Dios (Luc. 11:1 y Mar. 1:35). 2 Compare Lucas 9:28 con Mateo 18:19, 20. ¿Por qué cree usted que orar con otros es fundamental para nuestra experiencia de oración? Jesús a menudo oraba con sus discípulos y por ellos. Orar juntos une el corazón, alienta el espíritu y eleva la visión. Cuando escuchamos que alguien ora por nosotros nos sentimos fortalecidos por sus oraciones. Cuando nos unimos en oración para buscar a Dios e interceder por los demás, Dios se mueve de maneras inusualmente poderosas como respuesta a esas oraciones. 3 Reflexione en la experiencia de Jesús con Pedro en Lucas 22:31, 32. ¿Qué impacto tiene ese incidente en su vida de oración? ¿Por qué puede servir para alentarnos? Jesús le aseguró a Pedro que estaba orando específicamente por él. ¡Qué certeza nos da saber que Jesús, el divino Hijo de Dios, nos conoce por nombre y ora por nosotros! ¡Cómo nos anima a unirnos a Jesús para orar por otros así como él lo hizo! G I O VA N N I B E L L I N I 4 ¿Qué revela la plegaria de Cristo en el Getsemaní sobre el propósito de la oración? Lea Lucas 22:41-46. El propósito de la oración no es que Dios cambie su voluntad para conformarla a la nuestra, sino permitir que su Espíritu moldee nuestra voluntad para que nos conformemos a su voluntad. No es conseguir lo que queremos de Dios, sino descubrir qué es lo que él quiere. 5 En al menos dos instancias del Evangelio de Lucas, Jesús animó a sus discípulos para que oraran por cosas sumamente específicas. Lea Lucas 22:39, 40 y 10:2, y describa por qué son tan importantes esas dos cosas. Jesús instó a sus discípulos a que oraran por el poder sobre las tentaciones del maligno, y que oraran por obreros que compartieran su amor y verdad con las multitudes. Esas dos oraciones tratan específicamente de lo que Dios hace en nosotros y por nuestro medio. 6 ¿Por qué es fundamental la oración de Jesús en la cruz para nuestra vida espiritual? Lea Lucas 23:33, 34. A pesar de que Jesús fue condenado, maltratado y acusado injustamente, él perdonó a sus atormentadores. ¡Qué modelo para nosotros! 7 Lea Lucas 23:44-46. ¿De qué manera la oración final de Jesús revela el profundo compromiso de su vida y constituye un modelo sobre el verdadero propósito de la oración? La vida de oración de Jesús revela una vida totalmente entregada a la voluntad del Padre. Jesús tenía un solo deseo: agradar a su Padre. El propósito de la oración es llevarnos a una relación íntima con Dios, para que nosotros también podamos desear solo lo que él desea para nosotros. Ojalá que nuestra vida de oración sea tan profunda y tan plena que nuestro corazón pueda unirse al corazón de Cristo y seamos consumidos con el deseo de hacer su voluntad. n Vol. 12 No. 8 | Adventist World 27 INTERCAMBIO DE IDEAS individuos como a nosotros nos gustaría que nos trataran. Michael Trueblood Liverpool, Inglaterra No se olviden de las nueces y las semillas Cartas Una cuestión importante Gracias por dedicar todo un número de Adventist World al tema de los refugiados (Junio 2016). Hace poco leí que en el mundo, siete millones de personas se han visto desplazadas como resultado de las guerras e inestabilidad política, y que muchas de ellas se encuentran en campos de refugiados que a muchos de nosotros se nos harían intolerables. Felicito a ADRA y a todas las demás agencias de la iglesia que están ayudando a aliviar el sufrimiento de los refugiados, y espero que la iglesia de todos los niveles busque cómo hacer aún más. Pensemos en las amistades y la buena voluntad que podríamos crear si tratáramos a esos Pedidos Y Leo Adventist World cada mes, y suelo recortar varios artículos para guardarlos. En especial aprecio los reflexivos mensajes devocionales. Como enfermera jubilada, siempre me interesa lo que comparten los doctores Landless y Handysides en su columna mensual. En su artículo «Celebremos la plenitud y la salud» (p. 10 del «Número de la amistad»), sus sugerencias sobre nutrición me dejaron atónita. Al afirmar que una dieta vegetariana nutritiva incluye granos, frutas y verduras, ni siquiera mencionan el papel fundamental que juegan las nueces y las semillas. Loma Linda ha llevado a cabo innovadoras investigaciones sobre la importancia de incluir diversas nueces y semillas varias veces por semana como componente clave de una dieta nutritiva, sea vegetariana o no. Ruthie Flynn Sonora, California Escuela adventista de Irán Recibí un ejemplar de la edición de Abril 2016 de Adventist World y, para sorpresa mía, vi una fotografía de mi padre, Jahangeer Morovati, en la sección «Intercambio de ideas». Mi padre reside en el sur de California, en la zona de Los Ángeles, y tiene 89 años. Siempre habla de los comienzos del colegio de Teherán (Irán). Algunos de los primeros estudiantes aún siguen en contacto con él, y hace unos años, organizaron una reunión sorpresa de todos los estudiantes que residen en la zona de Los Ángeles como homenaje a mis padres. Earl Adams inició el Colegio Secundario Adventista en 1955 en las afueras de Teherán y, con la ayuda de mi padre, logró conseguir las credenciales de la institución. Mi padre pasó a ser el rector del colegio en 1957, cuando Adams regresó a los Estados Unidos. Entonces él logró conseguir la aprobación del gobierno de Irán para ofrecer un colegio secundario completo. En esa época, la institución comenzó a aceptar a estudiantes no adventistas. Hasta un sobrino del sah asistió a la escuela durante un par de años. Mi padre fue rector de la institución hasta 1969, AGRADECIMIENTOS Por la gracia de Dios, he completado estudios de periodismo, pero no me puedo graduar por falta de fondos. Oren por favor por mí. Elijah, Kenia 28 Adventist World | Agosto 2016 Oren por favor por la relación con mi esposa, para que Dios intervenga. Taurai, Zimbabue Les pido que por favor oren por mi hijo y su amiga Karilyn. Dios es realmente bueno para responder las oraciones. Virgie, Filipinas Por favor, oren para que mi familia sea salva. Soy una esposa abandonada con cuatro hijos que andan en malos caminos. Carol, Jamaica Por favor, oren por un colega que sufre de cáncer de páncreas. Nicole, Francia H O LT C H E R Y L cuando vinimos a Estados Unidos. El colegio finalmente fue cerrado a fines de la década de 1970 como resultado de la Revolución Islámica. Betty Morovati Glendale, California Corrección En la página 30 del «Número de la amistad» de Adventist World (Mayo 2016), la cronología histórica señala que «los primeros misioneros al África» en 1903 fueron Abraham Enns y Johannes Ehlers. No es correcto. Para entonces ya había un colegio adventista en el continente africano, establecido en 1893 y llamado Colegio Terciario Helderberg, mi alma mater. Los primeros misioneros de los que tengo conocimiento son D. A. Robinson y C. L. Boyd, quienes llegaron a África en 1887. Robinson y Boyd estuvieron acompañados por Edna Robinson, Carrie Mace y dos colportores. Jerry Joubert Oregón, Estados Unidos Gracias por la aclaración. Tiene razón, y pedimos disculpas por el error. –Los editores Pautas para las cartas: Envíelas por favor a letters@ adventistworld.org. Las cartas tienen que ser claras, con una extensión máxima de cien palabras. Incluya el nombre del artículo y la fecha de publicación. Coloque también su nombre, el pueblo o ciudad, el estado o provincia y el país desde donde nos escribe. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todas las cartas serán publicadas. Ya sea que las vacaciones estén cerca de llegar a su fin (Hemisferio Norte) o próximas a comenzar (Hemisferio Sur), es importante mantener ocupados a los niños en actividades positivas de edificación del carácter. Exploren más: Los parques, los museos y los lugares históricos dan vida al aprendizaje y ayudan a que los niños apliquen lo que han aprendido en la escuela. Escojan la cultura: La mayoría de las comunidades tiene algún tipo de festival de arte, agricultura, étnico o de actividades al aire libre durante los meses cálidos del año. Conozca a otra gente y aprenda cosas nuevas. Lleven un diario: Puede tener la forma de una carta o tarjeta postal para los abuelos. Mejora la escritura manuscrita, la gramática, la ortografía y la escritura creativa. Lean todos los días: Visiten periódicamente la biblioteca pública. Asegúrese de que los niños lean todos los días, solos y también como familia. Hagan algo por los demás: Encuentren maneras adaptadas a cada edad para hacer algo por la comunidad (además de lo que pueden hacer en la iglesia). Junten los desperdicios en senderos, arroyos y riberas. Lleven pequeños presentes simples a los niños que están internados en el hospital. Fuente: Laura Bay, National PTA/Mediaplanet/USA Today 62.094 El número de triatletas femeninas en el mundo en 2015, un incremento del 18 por ciento respecto del año anterior. Los triatlones están compuestos por natación, ciclismo y una carrera a pie, todas excelentes formas de ejercicio. No necesitamos nadar 3800 metros, recorrer 180 kilómetros en bicicleta o correr 42,2 kilómetros en un triatlón de Ironman para hacer ejercicio. Veinte minutos al día de ejercicio vigoroso –ya sea caminar, hacer jardín o andar en bicicleta– es todo lo que la mayoría de nosotros necesita para mantener la salud física, emocional y espiritual. Fuente: USA Today Oren por favor para que el Señor nos ayude con la construcción de nuestro templo, y para que mi esposa e hijos amen y teman a Dios. Kwazi, Sudáfrica Deseo caminar en armonía con Dios, pero cuando más trato de hacer lo correcto, más pecaminosa me siento. Les pido que por favor oren por mí. Flora, Kenia Oraciones y alabanzas: Envíe sus pedidos de oración y agradecimientos por las oraciones contestadas a prayer@ adventistworld.org. Sea breve y conciso; dígalo en cincuenta palabras o menos. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todos serán publicados. Incluya por favor su nombre y su país. También puede enviar sus pedidos por fax a: 1-301-680-6638; o por correo a ADVENTIST WORLD, 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600 U.S.A. Vol. 12 No. 8 | Adventist World 29 INTERCAMBIO DE IDEAS 112 Hace años El 10 de agosto de 1904, Hide Kuniya llegó a Corea como respuesta a una urgente solicitud, firmada por treinta y seis personas, para que les enseñaran más de la Biblia. El mensaje adventista llegó a Corea poco después del comienzo del siglo XX, cuando muchos coreanos estaban emigrando a Siberia, Manchuria, Hawái y México. En mayo de 1904, un coreano que esperaba tomar un barco a Hawái caminaba por una calle de Kobe (Japón), cuando vio un cartel con caracteres chinos que decía: «La Iglesia de la Segunda Venida de Cristo y el Séptimo Día». El hombre, que se llamaba Lee Eung Hyun, se encontró con Hide Kuniya, el evangelista, y juntos estudiaron el mensaje adventista. Al día siguiente, Lee trajo a otro coreano para estudiar las nuevas doctrinas. La noche antes de partir para Hawái, Lee y su amigo, acompañados de un grupo de creyentes japoneses, se dirigieron a una piscina natural bajo los Saltos Nunobiki, donde fueron bautizados y se convirtieron en los primeros adventistas coreanos. Lee viajó a Hawái, pero el segundo hombre, Son Heung Cho, regresó a Corea. En el barco conoció a Im Ki Pan, un coreano que regresaba de Hawái. Son compartió con Im lo que había aprendido de Hide Kuniya. Cuando llegaron a Corea, Son llevó el mensaje a Pusan, y pronto treinta y cinco personas comenzaron a guardar el sábado. Mientras tanto, Im continuó por la costa occidental de Corea hasta el puerto de Chinnampo, donde creó gran interés entre los coreanos que ya eran cristianos. ¿En qué lugardel mund se encuentra? RESPUESTA: Esta iglesia en Ruanda fue construida específicamente para las reuniones de evangelización que se llevarían a cabo en esa aldea. Sin embargo, antes de que se completara el edificio, los adventistas de la aldea decidieron trasladar las reuniones a una tienda donde entrarían más personas. N I C K 30 Adventist World | Agosto 2016 K N E C H T DEJE SUS malos hábitos alimentación DE En lo que respecta a la comida, cada día tomamos más de doscientas decisiones. Es fácil caer en algunos malos hábitos, pero es posible quebrantar esos hábitos remplazándolos con otros buenos, como por ejemplo: Limpie su cocina: Tener una cocina desordenada puede hacer que las personas coman un cuarenta por ciento más que los que la mantienen limpia y ordenada. Ponga énfasis en las frutas y verduras: Sustituya los dulces y otros bocadillos con frutas y verduras, incrementando un setenta por ciento las probabilidades de consumir algo saludable. Destierre el aburrimiento: El aburrimiento a menudo lleva a buscar un «placer culposo». En lugar de tomar malas decisiones de alimentación, salga a caminar durante cinco minutos, haga ejercicios físicos o respire profundamente unas diez veces. Cambie el tamaño de su plato: Usar platos y tazones más pequeños disminuye la cantidad de alimento consumido en un veintidós por ciento. Cocine en su casa: La gente que come en su casa suele consumir doscientas calorías menos que los que comen en un restaurante. Duerma lo suficiente: Cuanto menos duerma, más deseos tendrá de consumir alimentos que perjudicarán sus esfuerzos por comer sano. Pida ayuda: Dios le otorgará la fuerza necesaria para concretar cambios en su estilo de vida. Fuente: Eatthis.com 5O P A L A B R A S O M E N O S Mi himno favorito n Me encanta el himno «Ha amanecido», de Eleanor Farjeon. Me recuerda que cada mañana me levanto a un nuevo día. También me dice que tengo la oportunidad de ser mejor, y de servir mejor a Dios. –Leah, Lagos, Nigeria n Me gusta el cántico «Solo en Jesús», de Stuart Towend. Me siento muy animado por las palabras: «Solo en Jesús está mi fe, mi esperanza y mi canción. Piedra angular, firme sostén, inconmovible en la aflicción». –Hendrik, Austria n En el Himnario Adventista en inglés aparecen varios himnos de Fred Pratt Green. Me gustan en especial dos: «Dios es mi canción» y «Cuando la iglesia de Cristo». Aprecio la manera en que el escritor logra ir más allá de las expresiones religiosas externas para identificar las verdades espirituales internas. –Chauncey, Londres, Inglaterra Para la próxima, díganos en cincuenta palabras o menos cuál es su personaje bíblico favorito. Envíe su contribución a [email protected], y en «Asunto», coloque: «50 Words». «He aquí, vengo pronto . . .» Nuestra misión es elevar a Cristo, uniendo a los adventistas de todo el mundo en creencias, misión, vida y esperanza. Editor ADVENTIST WORLD es una publicación internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, editada por la Asociación General y la División de Asia-Pacífico Norte de la Iglesia Adventista. Editor ejecutivo Bill Knott Editor asociado Gerente editor internacional Pyung Duk Chun Junta editora Ted N. C. Wilson, presidente; Benjamin D. Schoun, vice- presidente; Bill Knott, secretario; Lisa Beardsley-Hardy; Daniel R. Jackson; Robert Lemon; Geoffrey Mbwana; G. T. Ng; Daisy Orion; Juan Prestol; Michael Ryan; Ella S. Simmons; Mark Thomas; Karnik Doukmetzian, asesor legal. Comisión coordinadora de ADVENTIST WORLD Jairyong Lee, chair; Yutaka Inada, German Lust, Pyung Duk Chun, Suk Hee Han, Gui Mo Sung Editores de Silver Spring, Maryland, EE.UU. André Brink, Lael Caesar, Gerald A. Klingbeil (editores asociados), Sandra Blackmer, Stephen Chavez, Wilona Karimabadi, Andrew McChesney Editores de Seúl, Corea Pyung Duk Chun, Jae Man Park, Hyo Jun Kim Directora de operaciones Merle Poirier Director de asociaciones estratégicas Jared Thurmon Editores invitados Mark A. Finley, John M. Fowler Consultor E. Edward Zinke Gerente financiera Kimberly Brown Asistente administrativa Marvene Thorpe-Baptiste Junta administrativa Jayriong Lee, presidente; Bill Knott, secretario; Chun, Pyung Duk; Karnik Doukmetzian; Han, Suk Hee; Yutaka Inada; German Lust; Ray Wahlen; Exoficio: Juan Prestol-Puesán; G. T. Ng; Ted N. C. Wilson Dirección y diseño gráfico Jeff Dever, Brett Meliti Consultores Ted N. C. Wilson, Juan Prestol-Puesán, G. T. Ng, Leonardo R. Asoy, Guillermo E. Biaggi, Mario Brito, Abner De Los Santos, Dan Jackson, Raafat A. Kamal, Michael F. Kaminskiy, Erton C. Köhler, Ezras Lakra, Jairyong Lee, Israel Leito, Thomas L. Lemon, Geoffrey G. Mbwana, Paul S. Ratsara, Blasious M. Ruguri, Saw Samuel, Ella Simmons, Artur A. Stele, Glenn Townend, Elie Weick-Dido A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE.UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638 E-mail: [email protected] Sitio Web: http://www.adventistworld.org/ A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995. ADVENTIST WORLD es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea, Estados Unidos, Indonesia y México. Vol. 12, No. 8 Vol. 12 No. 8 | Adventist World 31 SINCE 1849, ADVENTISM’S FLAGSHIP JOURNAL OF FAITH, INSPIRATION, NEWS, AND PROPHECY 32 $ .95 12-Month Print Subscription & Digital Access 1. Visit: AdventistReview.org/Subscriptions 2. Select 12-mont h International Subscription Currently available in English
© Copyright 2024