Cómo la «Participación Total de los Miembros»

Publicación internacional de los adventistas del séptimo día
Vol. 12 No. 8
Cómo la «Participación
Total de los Miembros»
marcó una diferencia en Ruanda
12
La vida
14
Se hará justicia
22
Perdón para
los asesinos
Vol. 12 No. 8
N O TA
16
D E
TA P A
Todos
involucrados
Andrew McChesney
Ekkehardt Müller
22Perdón para los asesinos
V I D A
A D V E N T I S T A
Isaac Ndwaniye, según
se lo contó a Gina Wahlen
8El valor de un alma
M U N D I A L
Hace veintidós años, Ruanda pasó por uno
de los peores genocidios.
Ted N. C. Wilson
No hay precio que sea demasiado alto.
25Las ciencias y el catastrofismo
F E
Y
C I E N C I A
12La vida
D E V O C I O N A L
C R E E N C I A S
F U N D A M E N T A L E S
Dios responderá nuestros interrogantes,
aun si le lleva mil años hacerlo.
Cómo se implementó
la «Participación Total de los
Miembros» en Ruanda.
P A N O R A M A
14
Se hará justicia
Roberto Biaggi
¿Por qué algunos geólogos se resisten a
la idea de un diluvio universal?
Ariel E. Noltze
Un don precioso e irremplazable que nos
da el Señor.
D E PA R TA M E N T O S
3 I N F O R M E
M UNDIA L
3
Informes de noticias
6
Noticia principal
10
Historias de GLOW
11 S A L U D M U N D I A L
La fiebre amarilla
ESPÍ R I T U
24
DE
P R O F E C Í A
El perdón
RES P U E S TA
26
PRE G U N TA S
A
B Í B L I C A S
La confesión y los
sacrificios
27 E S T U D I O B Í B L I C O
Las oraciones de
Jesús y las nuestras
I N T E R C A M B I O
28
D E
I D E A S
spanish.adventistworld.org
www.adventistworld.org: Disponible en línea en doce idiomas
Publicado por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
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Adventist World | Agosto 2016
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Lecciones de multiplicación
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INFORME MUNDIAL
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os feligreses reunidos para el encuentro
irrumpieron en una oleada de
espontáneos aplausos cuando informé que
casi cien mil personas habían sido bautizadas,
en un período de tres semanas, en Ruanda.
Había esperado que los cientos de miembros congregados bajo un inmenso pabellón
se mostraran complacidos al conocer la noticia
del total de bautismos en la campaña de evangelización más grande de la historia adventista,
pero no estaba preparado para semejante
demostración de gozo. La noticia era realmente «nueva» y electrizante para muchos, como
si estuvieran siendo testigos de los primeros
chaparrones de la prometida lluvia tardía.
El gozo de ellos me recordó que un profundo sentido de expectativa subyace a todo
proyecto misionero adventista: la esperanza
de que este momento, este encuentro, esta
cosecha de almas, pueda ser la que inaugure
el Pentecostés. Hay algo en nuestros huesos
que ansía evidencias de que Dios está
conmoviendo los corazones y llevando a su
remanente del tiempo del fin hacia otra dimensión. Y más allá de que el resultado sean
cien o cien mil –porque el reavivamiento
siempre posee un contexto local–, el Espíritu
busca claramente restaurar nuestra confianza
y valor a medida que acerca más amigos
y vecinos a participar de nuestros cultos y
escuchar nuestros testimonios.
Como lo ilustran las historias de este
número, el Espíritu Santo conmovió a decenas
de miles de feligreses de Ruanda para que
avanzaran decididamente con una misión personal; cada uno a su manera, usando los dones
particulares que Dios les ha dado. ¿Quién se
atreve a decir que el sermón predicado fue
más importante que los alimentos distribuidos o la casa edificada o el brazo sobre un
par de hombros alicaídos? Cada acción –cada
pequeña demostración de fidelidad a Cristo–
es de suma importancia para el reino. Y saber
que los maravillosos resultados de Ruanda se
deben a la participación activa de al menos
tantos miembros como bautizados, solo hace
que el gozo sea más intenso y profundo.
Al leer la edición de este mes, lo
invito a orar para que su gozo
también crezca al experimentar el deleite de compartir
las buenas nuevas de Cristo
según el Espíritu lo dirija.
Ted Wilson vuelca cemento junto con Lisa BeardsleyHardy en la universidad en Kigali (Ruanda).
Andrew McChesney
Comienza la construcción de la
Facultad Adventista
de Medicina
La primera fase, que requiere una
inversión de 6,1 millones de dólares,
se inaugurará en 2017
E
n mayo pasado se colocó la piedra fundamental de una nueva
Facultad de Medicina en Ruanda que, expresaron los líderes
adventistas, podría llegar a ser una joya de la educación médica
adventista.
Vestidos de cascos blancos y chalecos de construcción amarillos, Ted
N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista y Lisa Beardsley-Hardy,
directora del Departamento de Educación, palearon cemento fresco como
parte de la ceremonia de colocación de la piedra fundamental del complejo de 6,1 millones de dólares en el campus Masoro de la Universidad
Adventista de África Central (AUCA), en Kigali, la capital de Ruanda.
Esta es la séptima carrera de medicina de la Iglesia Adventista y en
esta fase de construcción se harán residencias de varones y señoritas, un
comedor estudiantil y un alojamiento para huéspedes; se espera recibir a
los primeros alumnos en septiembre de 2017. Las clases se dictarán en el
moderno centro de ciencias inaugurado el año pasado en el mismo campus.
Vol. 12 No. 8 | Adventist World
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INFORME MUNDIAL
«Los estudiantes que salgan de aquí
no solo recibirán un diploma que los
capacite para la vida profesional –dijo
Wilson ante los ministros de Educación
y Salud de Ruanda y otros dignatarios reunidos en el sitio de la futura
construcción–. También recibirán un
diploma para seguir los pasos de Cristo.
Jesús es el Buen Samaritano. Jesús es el
Maestro de los maestros. Jesús es el Médico de los médicos. Y Jesús es nuestro
Salvador».
Invitados de toda Ruanda, de la
División de África Centro-Oriental con
sede en Nairobi (Kenia), y de la sede
central de la iglesia en los Estados Unidos se apiñaron bajo dos grandes toldos
en el impecable campus de la Universidad Adventista de África Central para la
ceremonia llevada a cabo el pasado 12
de mayo.
Beardsley-Hardy dijo que la carrera
de medicina puede destacarse si trabaja
en comunicación con las otras seis ya
establecidas en el mundo. «Bien puede
ser una joya de la educación médica adventista, porque puede apoyarse en más
de ciento cincuenta años de educación
médica y continuar con el ministerio de
curación de Jesucristo», dijo. La Iglesia
Adventista también opera carreras
médicas en las universidades adventistas
de Montemorelos (México), Libertador
San Martín (Argentina), Ñaña (Perú),
Silang (Filipinas), Ilishan-Remo (Nigeria), y en su institución insignia en
Loma Linda (Estados Unidos).
En esta región de África hay actualmente solo un médico por cada diecisiete mil habitantes, dijeron los líderes
de la iglesia.
Tanto los departamentos de Ministerios de Salud como de Educación
prometieron fondos para el proyecto.
Beardsley-Hardy dijo que ella y su
esposo también efectuaron una donación. Los fondos también provienen
de otras fuentes. Más de quinientos
profesionales adventistas comprometieron cincuenta mil dólares para la
construcción, durante un evento de
recolección de fondos llevado a cabo el
15 de mayo. La iglesia City Temple de
Detroit (Míchigan, EE. UU.) donó diez
mil dólares para el proyecto, dando un
ejemplo a otras congregaciones, para
que ellas también se involucren en la
misión mundial adventista.
Blasious M. Ruguri, presidente de
la División de África Centro-Oriental y
presidente de la junta de la universidad,
dijo que la institución se estaba preparando para recibir una gran cantidad
de estudiantes de medicina de toda
África, y quizá también de Europa y
Norteamérica.
Se espera que cuando estén funcionando todos los niveles de la carrera, se
alcance su máxima capacidad, planeada
en 450 estudiantes por año. Esta fase de
construcción de 6,1 millones de dólares
será seguida de otras que incluirán
laboratorios de anatomía y un hospital
por un costo total de veinte a treinta
millones de dólares. n
Paul Ratsara
Adventist Review/ANN
renunció como presidente
de la División de África
Meridional y Océano Índico
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Paul Ratsara
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Adventist World | Agosto 2016
aul Ratsara ha renunciado a
su puesto de presidente de la
División de África Meridional y
Océano Índico de la Iglesia Adventista,
en lo que él describió como un esfuerzo
«por reenfocar la iglesia que amo en la
misión que Dios le ha dado».
En una reunión del pasado 31 de
mayo, la Junta Directiva de la Asociación
General aceptó el pedido de Ratsara de
dar un paso al costado para una posible
reasignación como pastor de una iglesia
local en su región de origen, la Unión del
Océano Índico, que administra la obra
de la iglesia en siete islas o archipiélagos:
las Comoras, Madagascar, Mauricio, Mayotte, Reunión, Rodrigues y Seychelles.
«Para reenfocar la iglesia que amo
en la misión que Dios le ha dado, y
para impedir continuas distracciones,
he decidido con humildad y de manera
voluntaria solicitar la reasignación
S A D
como pastor de una iglesia local en algún lugar del territorio de la Unión del
Océano Índico, mi territorio de origen»,
dijo Ratsara en una carta a la Junta
Directiva de la Asociación General, el
principal órgano de toma de decisiones
de la Iglesia Adventista.
Ted N.C. Wilson, presidente de la
Iglesia Adventista mundial, agradeció a
Ratsara por su labor como presidente de
la División desde 2005 y, antes de ello,
como secretario ejecutivo de ese mismo
territorio. «Agradecemos a Paul Ratsara
y su esposa Joanne por su dedicación a
la causa de Dios y por sus muchos años
de servicio a la iglesia –dijo Wilson–.
Muchos aspectos positivos del crecimiento de la iglesia en la División de
África Meridional y Océano Índico han
tenido lugar bajo su liderazgo. Oramos
para que el Señor los guíe y los bendiga
en su testimonio continuo por el Señor».
La decisión de Ratsara se produjo
después de que surgieran cuestionamientos dentro del territorio de la
División de África Meridional y Océano
Índico sobre uno de sus títulos académicos. Ratsara recibió el título de Doctor
en Teología con especialidad en Teología
Sistemática en 2014 en la Universidad de
Sudáfrica (o Unisa), la universidad más
grande del país. Depende ahora de una
asociación o campo local que Ratsara sea
invitado a trabajar como pastor distrital.
Ratsara dijo que quiere servir a Cristo de
cualquier manera que le sea posible.
«Amo la Palabra de Dios, la predicación de la Palabra, y disfrutaré de
ayudar a que los miembros de iglesia
valoren la belleza de las actividades de
evangelización y testificación gracias
al programa Participación Total de los
Miembros», dijo en su carta a la Junta
Directiva de la Asociación General.
Solomon Maphosa, secretario ejecutivo
de la División de África Meridional y
Océano Índico, será el presidente interino de la División hasta que se elija un
nuevo presidente. n
Niños de Brasil distribuyen el libro misionero de 2016, en mayo pasado.
Felipe Lemos y Andrew McChesney
Elena White,
una escritora popular en Brasil
La distribución de impresos
adventistas rinde frutos
T
odo el que dude de la efectividad
de distribuir publicaciones
religiosas debería analizar el caso
de los creyentes adventistas de Brasil.
Los adventistas brasileños, que
acaso distribuyen más publicaciones que
cualquier otro grupo de adventistas en el
mundo, están siendo señalados como los
responsables de que Elena White sea una
de las escritoras más populares de Brasil, y
de hacer que el libro misionero para compartir sea uno de los más leídos del país.
White, una de las fundadoras de la
Iglesia Adventista, ocupa el undécimo
puesto entre los autores más leídos
de Brasil, según una nueva encuesta
a cargo de IBOPE, un prestigioso
instituto de estadísticas de ese país. La
encuesta nacional también reveló que el
libro La única esperanza, del evangelista
adventista Alejandro Bullón, ocupa actualmente el decimoctavo puesto entre
los más leídos.
Erton Köhler, presidente de la
División Sudamericana, que abarca a
Brasil y a otros siete países, dijo que
los resultados destacan la importancia
de las iniciativas de distribución de
libros tales como «Impacto Esperanza», del que los miembros de iglesia
distribuyeron veinte millones de
ejemplares de La única esperanza en
forma gratuita en todo el territorio en
2014. La única esperanza fue el libro
misionero de ese año.
«Es un testimonio de que la semilla
está siendo plantada –dijo Köhler–.
El evangelio está siendo predicado
mediante proyectos como este».
El libro más leído según la encuesta
es la Biblia, mientras que el autor más
popular es Augusto Cury, un médico y
psiquiatra brasileño. Durante tres meses
a fines de 2015 fueron entrevistadas
5012 personas en todo el país. No se dio
a conocer su margen de error.
Vol. 12 No. 8 | Adventist World
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INFORME MUNDIAL
Los adventistas han distribuido
ciento treinta millones de libros en
los últimos diez años como parte del
proyecto «Libro Misionero del Año» de
la División Sudamericana.
«Técnicamente, hemos distribuido
más de un libro a cada hogar en toda
la División –dijo Magdiel Pérez Schulz,
asistente del presidente de la Iglesia
Adventista mundial, quien trabajó
durante años en Brasil–. Los libros
misioneros son adquiridos por los
miembros de iglesia, y este ha llegado a
ser el proyecto de libro misionero más
grande de nuestros hermanos». Pérez
Schulz, quien fue secretario ejecutivo
de la División Sudamericana hasta el
año pasado, recordó que los líderes de la
División consideraron en cierta ocasión
dar a los miembros un descanso de un
año en la distribución de libros. Sin
embargo, los líderes de las Uniones
reclamaron, diciendo: «Si paramos un
año, los miembros se van a quejar».
Compartir materiales impresos
ha llegado a ser la segunda naturaleza
de muchos miembros de iglesia en
Sudamérica, quienes suelen guardar
libros en sus carteras, vehículos y en el
lugar de trabajo, para regalar uno toda
vez que se les presente la oportunidad.
Los miembros de iglesia han publicado
fotografías en los medios sociales,
donde muestran la entrega de libros
a actores, ministros y aun presidentes
de las naciones de la región. «Esto los
motiva para testificar y compartir»,
dijo Pérez Schulz.
Un sábado de mayo pasado, los
2,4 millones de adventistas de toda la
División Sudamericana tuvieron cultos
más breves en sus iglesias y entonces
salieron a compartir el libro misionero
de este año, Esperanza viva. Al final se
distribuyeron 18,5 millones de libros, o
7,7 libros por miembro de iglesia.
El año próximo, se combinará el
libro Historia de la redención de Elena
White con el libro misionero. n
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Adventist World | Agosto 2016
Andrew McChesney
Expulsar
malos espíritus
Un ministerio clave en Laos
L
a encorvada anciana vio que el joven
endemoniado era una respuesta a
sus oraciones.
Boi pasó caminando lentamente
junto al hombre, que estaba encadenado a una casa, al comenzar su caminata
sabática de quince kilómetros desde
su aldea hasta la iglesia adventista más
cercana en Vientián, la capital de Laos.
Boi, que carece de apellido, había estado orando por alguien que caminara
con ella.
Un espíritu maligno había poseído
al joven Seuth el día de su boda, transformándolo en violento y dándole una
fuerza increíble. Su familia creía que un
espíritu femenino lo había poseído en
un ataque de celos, y habían llevado a
Seuth a hospitales, templos y diversas
iglesias para que lo trataran. La familia
finalmente se dio por vencida y lo encadenó a un poste de la casa.
«Esta anciana, sin embargo, lo rescató mediante el poder de Cristo», dijo
un líder adventista de Laos. Hoy Seuth
es pastor de una iglesia adventista en la
aldea de Boi. Casi todos los cincuenta
adventistas que asisten a la iglesia
estuvieron alguna vez poseídos, o tienen
una madre, hermano u otro pariente
que lo estuvo. La asistencia ha aumentado tanto que durante los cultos, los
creyentes llenan también el pequeño
patio de la casa.
La historia de Seuth no es única en
Laos, un país mayormente budista del
sudeste asiático, donde el evangelismo
púbico está restringido. Aunque la
Iglesia Adventista es una de las pocas
denominaciones cristianas reconocidas
oficialmente, sus mil trescientos miembros no pueden evangelizar siguiendo
los métodos tradicionales, y tienen en
cambio que compartir su fe mediante
las actividades que forman parte de
sus vidas: las bodas, los funerales, las
exhibiciones de salud y las reuniones de
oración para expulsar demonios.
«No podemos practicar el evangelismo de la manera tradicional, por lo que
tenemos que usar el ingenio», dijo un
líder local al presidente de la iglesia Ted
N. C. Wilson, que en mayo pasado visitó la sede central de la Iglesia Adventista
en Vientián.
Buonaparte Vannadee, presidente de
la Iglesia Adventista en Laos, dijo que
expulsar demonios es un ministerio que
los mantiene ocupados, dado que se
les pide a los feligreses que intercedan
orando por ocho a nueve personas
por año. La primera experiencia de
Vannadee con la posesión demoniaca
se produjo en 2014. El demonio poseía
Arriba: Seuth sentado en el piso de la iglesia filial en su casa junto con
Abuela Boi el pasado 11 de mayo. Derecha: Seuth el día de su boda,
cuando fue poseído por un espíritu.
A N D R E W
a un hombre durante períodos de
veinte minutos, lo que lo llevaba a dejar
colgando la lengua como si le llegara al
pecho. «Muchos trataron de sujetarlo
y controlarlo, pero tenía demasiado
fuerza», dijo Vannadee.
Un grupo de miembros de iglesia
oró y cantó en su casa hasta que el espíritu lo dejó. «Cuando el diablo lo dejó,
él no recordaba nada –dijo Vannadee–.
Preguntó: “¿Qué sucedió? ¿Qué sucedió?”
Cuando se lo contamos sintió mucho
miedo, y se dio cuenta de que necesitaba
confiar en Jesús, que es más poderoso
que el diablo».
En la actualidad es adventista, como
también sucede con muchos que han
sido liberados de espíritus malignos
gracias a la oración. La mayoría de los
liberados se hace adventista. Saben que
si no se entregan a Cristo, el diablo
puede regresar en cualquier momento.
Boi encuentra un amigo
Otra historia de curación se hizo
realidad mediante las oraciones de Boi,
conocida afectivamente en su aldea
como «Abuela Boi».
Boi aprendió de Dios gracias a una
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conocida que era adventista, cuando
estaba buscando solución para problemas de su hija. Boi, que jamás fue a la
escuela, aceptó a Jesús después de asistir
a las reuniones y escuchar que sus nuevos amigos adventistas le leían la Biblia
en voz alta. Siguió asistiendo fielmente
cada sábado a la iglesia, aunque tenía
que caminar cuatro horas de ida y otras
tantas de vuelta cuando no tenía dinero
para el autobús. Entonces comenzó a
orar para que alguien la acompañara.
«Señor, soy la única aquí. Necesito que
un amigo me acompañe», oró, según el
relato de los líderes de la iglesia.
Pasaron diez años, y entonces un
día, vio a Seuth encadenado a su casa.
Boi vio en él una respuesta a su oración,
y comenzó a orar: «Señor, libéralo. Quisiera que él me acompañara a la iglesia».
Un viernes de noche, Seuth logró
volver en sí y le dijo a su esposa:
«Vayamos a ver a Abuela Boi». Su
esposa le recordó que eran las diez, y
que Boi ya estaría durmiendo.
Seuth sin embargo sentía grandes
deseos de ir. Cuando golpeó a la puerta,
Boi lo recibió diciéndole: «He estado
orando por ti. Entra». Boi oró por él y le
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R E V I E W
dijo: «Si quieres mejorarte, ven conmigo mañana a la iglesia».
Así fue que Seuth y su esposa fueron
a la iglesia junto con Boi. Los pastores
oraron por Seuth, y él se deshizo de los
amuletos y dijes relacionados con el culto al demonio que solía usar. Después
de esa primera oración se sintió mucho
mejor, salió de la iglesia en su sano
juicio y siguió asistiendo a la iglesia con
Boi; tiempo después fue bautizado.
Seuth, que ahora tiene veintinueve
años, fue uno de los pastores que se
reunió con Wilson en la sede del Territorio de Laos de la Iglesia Adventista.
Wilson también visitó la iglesia filial
que coordina Seuth en la aldea de la
Abuela Boi. En su límpido rostro ya no
quedan trazos de sus luchas anteriores.
Tiene una sonrisa fácil y amable, y un
sentido de pureza irradia de su rostro.
Allí se sentó con su esposa e hijito
sobre el piso, junto a unos cincuenta
miembros más, para escuchar a Wilson,
que los animó a ser fieles, compartiendo
el amor que sienten por Cristo. «Desde
que Seuth es el líder, ha ayudado a
muchos poseídos por el demonio», fue
el testimonio de uno de los presentes. n
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P A N O R A M A
M U N D I A L
L
o que sucedió en Ruanda en mayo
pasado ha sido maravilloso. Fue
histórico. Nunca antes en la
historia de la Iglesia Adventista se había
intentado algo semejante. Hombres
y mujeres, niños y jóvenes dedicados
compartieron la verdad de Jesús en
2227 sedes de evangelización esparcidas
en todo el territorio de ese bello país
montañoso. El Espíritu Santo se movió
de manera poderosa, lo que llevó a
que casi cien mil preciosas almas se
entregaran a Cristo y se unieran a
la iglesia remanente por medio del
bautismo.
Las historias que dejó el evento son
maravillosas e inspiradoras; son historias de perdón, reconciliación, de cargas
de toda la vida que fueron quitadas, de
nuevas perspectivas, valor y rededicación, entre otras.
El regreso
Una de esas historias se refiere a
un hombre que perdió a su familia
durante el genocidio de 1994. Su padre,
que era pastor adventista, junto con su
madre y su hermana estaban orando
juntos cuando unos hombres entraron
a la casa, los mataron y entonces incendiaron la propiedad. El hijo vio la
conmoción desde una colina cercana,
pero para cuando llegó era demasiado
tarde. Durante décadas convivió con el
dolor y la amargura.
Lo interesante es que el hombre
vivía justamente al frente de una de las
sedes de evangelización. Para sorpresa
de todos, fue a las reuniones y se sentó
cada noche en la primera fila. Hacia
el fin de la campaña, gracias a circunstancias providenciales, el hombre
se adelantó para ser rebautizado, y
expresó: «Quiero decir a todos que
estoy regresando a la iglesia. Muchos de
ustedes conocen mi historia, pero hoy
estoy regresando a Cristo y a ustedes».1
Participación total, en todas
partes
Los maravillosos resultados vistos
en Ruanda no se deben simplemente a
las dos semanas intensivas de evange-
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Adventist World | Agosto 2016
El
valor
de un
Ted N. C. Wilson
alma
Dios nos está llamando
lización sino que son el resultado de la
obra del Espíritu Santo que trabaja por
medio de la Participación Total de los
Miembros.
Durante los meses anteriores,
pastores y laicos adventistas trabajaron
juntos para alcanzar a sus vecinos,
amigos, seres queridos y miembros de
la comunidad mediante las visitas personales, los estudios bíblicos, la obra de
salud y el servicio comunitario, entre
otros. La oración jugó un importante
papel, dado que los adventistas de todo
el país se reunieron con frecuencia
para orar por individuos específicos
y por el éxito de las reuniones. Poco
después del comienzo de la campaña,
los adventistas fueron puerta a puerta,
invitando a todos.
El logotipo de la iniciativa pudo
verse en todos lados: en pañuelos triangulares, corbatas y camisas azules. Miles
de adventistas cantaron con entusiasmo
una canción compuesta especialmente
para la ocasión como manera de recordar su importante llamado.
Los miembros donaron dinero para
alimentos, vacas y seguros de salud que
buscaron mejorar la vida de los necesitados de sus comunidades. En tres sedes
hubo clínicas médicas que brindaron
servicios gratuitos a casi seis mil personas a lo largo de una semana.
Cultivar y retener
Aunque esas reuniones de evangelización ahora han terminado, en
Ruanda se sigue trabajando por los
F O T O G R A F Í A :
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conversos y en la Participación Total de
los Miembros. El 4 de junio, cada iglesia
adventista del país llevó a cabo un sábado especial de celebración; se animó a
los creyentes para que llevaran ofrendas
especiales de agradecimiento. Los recién
bautizados compartieron testimonios
inspiradores.
Grupos de miembros más experimentados se han comprometido a
apoyar fielmente a los recién bautizados
de su iglesia, lo que incluye invitarlos
para que también sean parte de actividades para llegar a otras personas. Los
adventistas de Ruanda nos han dado
un maravilloso ejemplo de cómo Dios
derrama increíbles bendiciones cuando
su pueblo participa plenamente de la
importante obra que él ha pedido que
cada uno lleve a cabo.
La clave
La clave de la maravillosa experiencia en Ruanda fueron los laicos
impulsado por el Espíritu Santo. Ellos
entendieron la visión de la Participación
Total de los Miembros: cada miembro
involucrado en la misión de la iglesia.
Cada uno haciendo algo para Jesús. Es
un estilo de vida, un ministerio personal continuo por sus amigos, vecinos y
la comunidad. Y los miembros captaron
la visión. Cuando la captaron y permitieron que el Espíritu Santo los usara,
nada pudo detenerlos.
La inspiración nos dice que «Dios
no puede desplegar el conocimiento de
su voluntad y las maravillas de su gracia
ante el mundo incrédulo, a menos que
tenga testigos esparcidos en toda la
tierra […]. Cada seguidor de Jesús tiene
una obra que hacer como misionero
para Cristo en la familia, en el vecindario, y en el pueblo o ciudad donde vive.
Todos los que están consagrados a Dios
son canales de luz. Dios los hace instrumentos de justicia para comunicar
a otros la luz de la verdad, las riquezas
de su gracia. Los incrédulos pueden
parecer indiferentes y desatentos; no
obstante Dios está tocando y convenciendo su corazón acerca de la realidad
de la verdad».2
En cada país
Mientras vemos claras señales
de la cercanía del regreso de Cristo,
anhelamos ver el maravilloso milagro
de lo que sucedió en Ruanda repetirse
en cada país del mundo, y no hay razón
para que no pueda ser así.
En la actualidad, en todo el mundo
la gente está expresando temor e incertidumbre respecto del futuro. Puede
sentirse la inestabilidad en casi todas
las áreas de la vida, sea social, política,
financiera o ambiental. Nadie sabe qué
esperar a continuación, y nadie parece
tener las respuestas para las preguntas
que amenazan la vida.
Ahora es el momento más apropiado
para compartir «la esperanza que hay en
vosotros» (1 Ped. 3:15). Si no compartimos esa esperanza con nuestros amigos,
vecinos, parientes y comunidades,
¿quién lo hará? La verdad es que si dejamos librada esa obra solo a los ministros
de la iglesia, jamás se terminará.
Todos son necesarios
Se nos dice claramente: «La obra de
Dios en este mundo no podrá terminarse hasta que los hombres y las mujeres
que componen la feligresía de nuestra
iglesia se interesen en la obra y unan
sus esfuerzos con los de los ministros y
dirigentes de la iglesia».3
Este es un punto crítico: los ministros y los directivos de la iglesia no pueden hacer el trabajo solos. Se necesita de
la Participación Total de los Miembros.
Las investigaciones muestran que el
contacto personal, bajo la conducción
del Espíritu Santo, es el factor más
importante a la hora de llevar a las
personas hacia Cristo y nuestras creencias centradas en él. La interacción y
la testificación personal son claves, y
todos son necesarios.
Ahora se están haciendo planes
para llevar a cabo campañas de evangelización similares en Rumania y en
gran parte de la ex Unión Soviética
a comienzos del año que viene. Los
miembros de iglesia y los pastores ya
están trabajando juntos para hacerse
amigos de la gente y ofrecer un enfoque
misionero abarcador en los meses
previos a la campaña. Por la gracia de
Dios, planeamos tener entre dos mil a
dos mil quinientas sedes en Rumania,
donde la mayoría de las reuniones
estarán a cargo de los laicos. Si desea
más información sobre este apasionante
evento, lea el artículo en inglés en la
Adventist Review titulado: «Next Major
Evangelistic Series to Reach Romania
and former Soviet Union», en http://
bit.ly/RomaniaTMI.
Lo insto a que piense en la posibilidad de predicar en una de las muchas
campañas de evangelización de Rumania,
del 10 al 25 de febrero de 2017. También
habrá cientos de reuniones de evangelización de Participación Total de los
Miembros planificadas para esa misma
época en Moldavia, Ucrania, Rusia y
casi todas las demás naciones de esa
División. Los que estén interesados
en participar en ese ministerio, deben
ponerse en contacto con Kathy McKey,
([email protected]) o Nancy
Costa, ([email protected]). No
esperen más. Dios los necesita allí y
dondequiera se encuentren. Participación Total de los Miembros: ¡Todos haciendo algo para Jesús! ¡Él viene pronto!
Un alma más
¿Cuánto vale un alma? Las Escrituras nos dicen que «de tal manera amó
Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en
él cree no se pierda, sino que tenga vida
eterna» (Juan 3:16, la cursiva es mía).
El valor de una persona es inestimable,
porque el Hijo único de Dios dio su
vida por ella.
Una persona que reconocía el valor
de un alma era el gran evangelista y
pastor Charles Brooks. A lo largo de
sus sesenta años de ministerio, llevó
a incontables almas a Cristo, lo que
produjo más de quince mil bautismos
en diversas partes del mundo.
El pastor Brooks pasó al descanso
el 5 de junio de este año. En su funeral,
llevado a cabo el 12 de junio, su hijo
Charles D. Brooks Jr. presentó un tributo muy emotivo en el que compartió
Vol. 12 No. 8 | Adventist World
9
M U N D I A L
1 Nancy
Costa, «Son Forgives Parents’ Killers During My
Meetings in Rwanda», Adventist Review en línea, 9 de junio de
2016, www.adventistreview.org/church-news/story4093-sonforgives-parents-killers-during-my-meetings-in-rwanda
2 Elena White, Testimonios para la iglesia, t. 2, pp. 558, 559.
3 White, Testimonios para la iglesia, t. 9, p. 95.
Ted N.C. Wilson es
presidente de la
Iglesia Adventista del
Séptimo Día.
10
Adventist World | Agosto 2016
Historias de
GLOW: Iluminando el mundo
G L O W
«Iluminando el mundo» (GLOW) es una iniciativa misionera que se originó en
California (EE. UU.), pero que se está extendiendo a otras partes. Se basa en
la idea de que los miembros de iglesia aprovechen toda oportunidad que se
les presente para repartir folletos en forma gratuita. Los folletos se imprimen
actualmente en cuarenta y cinco idiomas.
Esta breve historia nos llega desde Londres (Inglaterra).
D E
la que acaso fue la última oración de
su padre. Ya en su lecho de muerte, ese
gran guerrero de Dios no pidió vivir
más años. No, la oración que susurró
esa noche fue: «Señor, dame la oportunidad de llevar solo un alma más a
Cristo antes de morir. Un alma más».
Aun al final de su vida, ese hombre
que Dios había usado para tocar tantas
vidas a lo largo de seis décadas anhelaba
alcanzar una más; una persona más
que pudiera ser arrebatada de las garras
de Satanás. Un alma más que pudiera
ser llena de esperanza en lugar de
desesperación. Un alma más con quien
disfrutar la eternidad.
¿Y nosotros? ¿Conocemos el valor
de un alma? Acaso usted no sea pastor
o líder de iglesia, ni evangelista como el
pastor Brooks. Puede ser que no tenga la
oportunidad de hablar por televisión o de
viajar al extranjero. Pero Dios lo necesita.
Lo necesita ahora, allí mismo donde se
encuentra, para alcanzar a un alma más
para él. ¿Responderá usted al llamado?
¿Es usted parte de la Participación
Total de los Miembros? ¿Tiene su iglesia
local un plan para capacitar a sus
miembros en la iniciativa? Hay muchas
maneras de participar. ¡Todos pueden
hacer algo para Jesús! El evangelismo
es una actividad para todo el año, que
muestra el cristianismo práctico a otras
personas. Pida a Dios que le indique
muchas maneras de servirlo y de servir
a otros por medio de la Participación
Total de los Miembros. Lo animo a hablar con su pastor y líderes de la iglesia
sobre cómo ser parte de este movimiento mundial. Solo la eternidad revelará
cuáles serán sus resultados. n
C O R T E S Í A
P A N O R A M A
Carlot Dorve, quien hace
poco obtuvo un título universitario en música (especialidad
trompeta) fue invitado a volar
a Londres para filmar avisos
publicitarios en el Canal 4 de
Gran Bretaña, para los próximos Juegos Paraolímpicos
en Brasil. Carlot, que nació en
Haití, perdió un brazo como
resultado de una infección
EL TROMPETISTA: Carlot Dorve (izquierda) cuando era niño. El Canal 4 lo
muestra el boceto que un artista cristiano escogió como uno de los diez
músicos de diversas partes
local (derecha) hizo de él.
del mundo que a pesar de
tener una discapacidad han perseverado y alcanzado importantes logros.
En una de sus salidas para conocer la ciudad, Carlot fue a la Plaza Trafalgar
y notó que muchos músicos estaban tocando instrumentos. Decidió hacer
lo mismo. Pero en lugar de colocar un sombrero para recibir contribuciones,
comenzó a compartir folletos de GLOW.
Las personas comenzaron a apiñarse a su alrededor. Les encantaba la
música y querían colaborar, pero él les señalaba los folletos de GLOW.
Aunque muchos no eran religiosos, se sintieron atraídos hacia los folletos
«¿Dónde está Dios cuando sufro?» y «Una fe inteligente».
Un artista cristiano que pasaba por allí le preguntó acerca su fe, así que
él le habló de la Iglesia Adventista y del sábado. El artista entonces trazó un
boceto de Carlot tocando la trompeta allí en la plaza.
Cuando Carlot se fue del lugar, su corazón rebozaba de
agradecimiento a Dios por haber podido esparcir el mensaje
por medio de los folletos de GLOW.
Estas historias son compiladas por Nelson Ernst, director de
GLOW de la Unión Asociación del Pacífico (EE. UU.), y por
Kamil Metz, coordinador de GLOW International. Si quiere
saber más sobre GLOW, visite sdaglow.org. Para ver
testimonios sobre GLOW, visite vimeo.com/user13970741.
S A L U D
La
M U N D I A L
fiebre
amarilla
Peter N. Landless y Allan R. Handysides
Tengo que viajar mucho y escuché que hubo un brote de fiebre amarilla en
Uganda. ¿Qué es la fiebre amarilla? ¿Debería preocuparme?
L
a fiebre amarilla es una enfermedad
causada por un virus que se
encuentra en las zonas tropicales
de África y Sudamérica. El virus
pertenece al grupo de los flavivirus; otros
del grupo incluyen el dengue, el virus del
Nilo Occidental, y el zika. La enfermedad
recibe ese nombre porque causa ictericia
en algunos pacientes. La acumulación de
la bilirrubina como resultado de daños
hepáticos produce una decoloración
amarilla de la esclerótica (las partes
blancas) de los ojos, las membranas
mucosas de la boca y la piel. Se clasifica
como una enfermedad hemorrágica viral
aguda; otras enfermedades de ese tipo
incluyen el Ébola, la fiebre hemorrágica
de Marburgo, y la fiebre de Lassa.
El virus se transmite por la picadura
de mosquitos infectados, por lo general
de las especies Aedes o Haemogogus. Los
mosquitos pueden transmitir el virus de
personas con fiebre amarilla durante un
corto tiempo antes del comienzo de la
fiebre, y por aproximadamente los cinco
días posteriores.
Una vez que se contrae la enfermedad,
el virus se incuba en el cuerpo durante
tres a seis días y la enfermedad sigue
entonces uno de dos caminos:
Una fase aguda con fiebre, dolores
musculares que incluyen el dolor de
espalda, dolor de cabeza, temblores,
náusea y a veces vómitos y pérdida del
apetito. La mayoría de los pacientes
mejoran y se ven liberados de los síntomas después de tres o cuatro días.
El quince por ciento de los pacientes
sufre un curso más severo, entrando
en una fase más seria después de los
primeros cuatro días. La fiebre regresa,
y el paciente rápidamente desarrolla
ictericia, con dolores abdominales y
vómitos. También puede producirse
sangrado. Los riñones se ven afectados y
las funciones se deterioran. El cincuenta
por ciento de los pacientes que ingresa
a esa «fase tóxica» fallece dentro de los
diez a catorce días; los que sobreviven,
suelen recuperarse por completo.
Esta enfermedad puede ser difícil de
diagnosticar dado que tiene síntomas
similares a la malaria, el dengue u otras
fiebres hemorrágicas. El diagnóstico se
confirma con un análisis de sangre que
detecta los anticuerpos que se producen
en respuesta a la infección viral. Hay
otros análisis más sofisticados que pueden ayudar a detectar la presencia del
virus durante la enfermedad y aun
después de la muerte del paciente,
cuando la causa del deceso es incierta.
La Organización Mundial de la
Salud (OMS) estima que hay treinta y
un países del África y trece de América
Latina en riesgo; la población supera los
novecientos millones. La OMS estima
asimismo que desde comienzos de la
década de 1990, cada año se han producido doscientos mil casos nuevos,
que resultaron en treinta mil muertes.
La mayoría se ha dado en el África.
Hay asimismo un pequeño número
de casos que ha sido exportado a países
tradicionalmente libres de fiebre amarilla debido al movimiento de personas y
las consecuencias serían más graves, de
no ser por la vacuna.
La medida de prevención más
importante es la vacunación. Es segura
y brinda una inmunidad efectiva contra
la enfermedad dentro de los diez días
para el noventa y nueve por ciento de
los vacunados. Los efectos secundarios
serios son extremadamente raros, por
lo que la relación riesgo-beneficio es
sumamente favorable si consideramos
la alta mortalidad que produce la
enfermedad. No se debería vacunar, sin
embargo, a los menores de nueve meses,
las mujeres embarazadas (excepto en un
brote donde hay riesgos muy elevados),
las personas con alergias severas a la
proteína del huevo, y los que sufren una
inmunidad reducida, como es el caso de
los infectados por el HIV. En los mayores
de sesenta años, es necesario evaluar con
detenimiento la relación riesgo-beneficio,
dado que los efectos secundarios
adversos se vuelven más comunes. Es
importante el control de los mosquitos
en todo momento, pero en especial a
medida que las poblaciones desarrollan
inmunidad gracias a los programas
de vacunación.
¿Debería preocuparse? Lo suficiente
como para vacunarse, y para animar a
los que están en riesgo, a imitar su
decisión. ¡Mejor prevenir que curar! n
Peter N. Landless es cardiólogo nuclear
certificado y director del Departamento de
Ministerios de Salud de la Asociación General.
Allan R. Handysides es ginecólogo certificado
y exdirector del Departamento de Ministerios
de Salud de la Asociación General.
Vol. 12 No. 8 | Adventist World
11
D E V O C I O N A L
E
s una fría mañana de invierno
y voy en camino al trabajo.
Por la ventanilla veo el paisaje
de neblina invernal, carente de sol y
vegetación. Por un momento, pienso en
lo que habrá sido la hermosa perfección
del Edén. ¡Cuánta belleza hemos
perdido por el pecado! ¡Qué contraste
entre la frescura de la creación perfecta
y los apagados colores invernales!
Pienso entonces en un hombre que
conocí hace una semana. Desesperado,
había procurado poner fin a su vida.
Se encerró en su automóvil, roció el
interior del vehículo y sus ropas con
gasolina, y se prendió fuego. Un helicóptero lo trasladó hasta una unidad
de quemados, y entonces comenzó
una misión casi imposible. Tratamos
de recuperar una vida que ya había
decidido darse por vencida. Finalmente,
perdimos la batalla. ¡Qué desesperada
tiene que estar una persona para ver el
suicidio como la única solución para su
miseria! Hoy, lo vería por última vez en
la sala de autopsias.
∂
Repaso mentalmente los pacientes
bajo mi responsabilidad en la unidad
de quemados. Cada habitación presenta
una tragedia. Me preocupa en especial
una mujer que aún no ha vuelto en sí
desde la noche en que el fuego consumió su casa. ¿Cómo explicaré a esa
madre cuando salga del coma que ha
perdido sus tres hijitos en el incendio
que la dejó desfigurada?
¡Qué mundo! ¡Qué dolor! ¡Cuán
desastroso es cuando los seres humanos
descubren personalmente el resultado
de conocer el bien y el mal! ¿Pudieron
acaso Adán y Eva imaginar las consecuencias de su elección pecaminosa y el
terrible costo del pecado?
∂
Repentinamente, una situación peligrosa en la ruta me obliga a abandonar
mis pensamientos y concentrarme en
el tráfico. Un conductor que avanza en
sentido contrario calculó mal el tiempo
de rebasar a un camión. Un giro violen-
12
Adventist World | Agosto 2016
La
vida
El milagro supremo
de Dios
Ariel E. Noltze
Tarde o temprano, en este mundo tendremos
que enfrentar todo tipo de problemas
to del volante, varias frenadas… podría
haber terminado en tragedia. Pero una
vez más, todo está bien. Solo puedo
agradecer a Dios por haberme protegido de un serio accidente. Además,
siento una profunda gratitud por su
cuidado en un mundo donde la muerte
reina absoluta.
Perdido en mis pensamientos, decido escuchar algo de música. Coloco un
CD en el estéreo del vehículo y escucho
un cántico que exalta a Cristo como
Señor de la vida. Es una hermosa canción, y disfruto cada vez que la escucho.
Pero en esta ocasión es diferente.
Hoy, de alguna manera, capto una
vislumbre de la magnitud de lo que Dios
nos ofrece: ¡Nada menos que la vida!
Dios nos ofrece la vida en un mundo
arruinado por la muerte. Me ofrece vida
a mí, un mortal con un cuerpo destinado a la muerte; a mí, que no puedo
hacer nada para redimirme del pecado.
El Señor quiere revertir la cuenta regresiva que comenzó el día de nuestro
nacimiento y colocarnos en el sendero
de la vida. Él, que es la vida, «porque
en él habita corporalmente toda la
plenitud de la divinidad» (Col. 2: 9), por
su muerte en la cruz nos ha puesto una
vez más al alcance del aliento divino que
insufló la vida al barro y lo transformó
en Adán. Cristo llegó a este mundo
marchito –en lugar de vides cargadas
de uvas, encontró pasas resecas– para
invitarnos a ser vides rebosantes de
frutos. Ya no necesitamos recibir la paga
de un mundo caído. Cuando aceptamos
a Cristo, pasamos de muerte a vida,
porque «el mundo pasa, y sus deseos,
pero el que hace la voluntad de Dios
permanece para siempre» (1 Juan 2:17).
∂
Aferrarnos a esta fe puede ayudarnos a enfrentar las peores tragedias
sin desmoronarnos. Mientras otros
desesperan, tenemos la seguridad de
que Dios tiene un plan, y de que el
sufrimiento no durará para siempre.
Tener esperanza en las promesas de
Dios cambia todas las cosas. La certeza
de vivir en el umbral de la segunda
venida de Cristo nos abre los ojos a una
realidad que transciende por lejos los
problemas que ahora experimentamos.
Así como ningún maratonista
abandona la carrera a pocos metros de
la llegada solo porque tiene ampollas en
los pies, los hijos de Dios siguen adelante a pesar de las pruebas. Pueden tener
la vista anegada por las lágrimas, pero
siguen con los ojos fijos en el blanco
final. Al confiar en el Señor de la vida,
reciben la fortaleza para continuar.
Tarde o temprano, en este mundo
tendremos que enfrentar todo tipo de
problemas. Uno de los obstáculos más
temidos es la enfermedad. Frente a
problemas serios de salud, a menudo
exclamamos: «Señor, ¿puedes sanar a
mi ser querido? ¿Puedes hacer un milagro? ¿Es tu voluntad sanarme de esta
enfermedad?»
En ocasiones, parece que Dios no
responde nuestras oraciones. Dios, sin
embargo, nos responde. Ya nos ha dado
la respuesta definitiva: «El que tiene
al Hijo, tiene la vida» (1 Juan 5:12). Es
casi demasiado fácil de creer. Si no lo
entendemos, podemos orar por un milagro, pero cuando este no se produce,
sentiremos desánimo ante el silencio
aparente de Dios. Acaso sintamos la
tentación de pensar que Dios no nos
oye, o lleguemos incluso a dudar de su
existencia. Esa es una trampa, porque
él por cierto nos escucha. Y si a veces
parece permanecer en silencio es porque
ya nos ha dado la respuesta: «No está
muerta, sino que duerme» (Luc 8:52).
.
∂
Es fundamental que como seres
humanos tengamos ese tipo de «seguro
de vida», que garantiza la vida frente a
la muerte (Juan 11:25). Nuestra póliza
de seguros es tener al Hijo de Dios, la
auténtica resurrección y la vida. Cristo
es la fórmula maravillosa que transforma la muerte en un ligero sueño.
Parece demasiado simple. No
puedo brindar evidencias científicas ni
explicarlo en términos médicos. Pero
Dios lo ha dicho, y confiamos en él por
fe. «Tampoco queremos, hermanos, que
ignoréis acerca de los que duermen,
para que no os entristezcáis como los
otros que no tienen esperanza –escribe
Pablo–. Si creemos que Jesús murió y
resucitó, así también traerá Dios con
Jesús a los que durmieron en él […].
El Señor mismo, con voz de mando,
con voz de arcángel y con trompeta de
Dios, descenderá del cielo. Entonces, los
muertos en Cristo resucitarán primero»
(1 Tes. 4: 13, 14, 16). ¿Qué más podría
dar Dios a sus hijos?
Por eso sigo mi camino con una
esperanza renovada en el corazón. Percibo que hoy Dios me ayudó a ver algo
importante con más claridad. Y porque
creo sin dudar en la suficiencia superabundante del poder de Dios, sigo el
consejo del apóstol Pablo cuando añade:
«Por tanto, alentaos los unos a los otros
con estas palabras» (1 Tes. 4:18). n
Ariel E. Noltze, es
médico especialista en
cirugía plástica y cirugía
de la mano. Trabaja en un
centro de cirugía reconstructora en Viena
(Austria), donde vive con su familia.
Vol. 12 No. 8 | Adventist World
13
C R E E N C I A S
F U N D A M E N T A L E S
Se hará
Ekkehardt Müller
NÚMERO 27
E
l término milenio se ha vuelto muy popular. Las novelas,
las películas, los álbumes musicales, los juegos para
la computadora, las compañías y las organizaciones
incluyen ese nombre. El problema informático llamado «del
milenio» fue un gran tema antes del año 2000. Hay eventos y
lugares que se relacionan con el milenio, y eso también juega
un papel importante en la teología bíblica. En efecto, una de
las 28 Creencias Fundamentales de la Iglesia Adventista se
ocupa del tema.
¿Cuáles son, sin embargo, algunas de las cuestiones relacionadas con el milenio, y qué importancia tiene para nosotros?
Comprendamos la cuestión
El término «milenio» deriva del latín mille (mil) y annus
(año). Se usa para describir el período de mil años que se
encuentra en Apocalipsis 20.1 Los cristianos, sin embargo,
jamás han estado unidos a la hora de entender lo que significa.
Están de acuerdo en que tiene que ver con el reinado de
Cristo, pero existen desacuerdos respecto de su naturaleza y
momento. Algunos sostienen que el milenio precede a la segunda
venida de Cristo. Otros lo interpretan de manera figurada,
como todo un período entre su primera y segunda venidas.
Por último, algunos señalan que sigue a la segunda venida de
Cristo, antes del cielo nuevo y la tierra nueva (Apoc. 21:1).
El momento del milenio determina su naturaleza. Los
que creen que toda la era cristiana es el milenio lo entienden
como un período de constantes mejoras, en el que las personas
pueden volverse a Dios y experimentar una «resurrección»
personal. Los defensores de la idea de que el milenio se
producirá antes del regreso de Cristo lo ven como un período
de evangelismo.
Los adventistas lo interpretamos como un momento de
desolación del mundo después de la segunda venida. No hay
seres humanos vivos, y es cuando se lleva a cabo el juicio
celestial sobre Satanás y los malvados muertos. Después del
milenio, los perdidos serán resucitados. Satanás los engañará
(20:5a, 7-8, 13a) para que ataquen a la Nueva Jerusalén
(20:9a) que, entretanto, ha descendido del cielo (21:2). Ellos
serán juzgados (20:11-13) y perderán la vida (20:9b, 10, 14,
14
Adventist World | Agosto 2016
Respuestas a
preguntas básicas
sobre el milenio
15). Dios será vindicado frente al universo y esto abrirá paso
al nuevo Paraíso y el plan de salvación quedará completo.
La idea de que el milenio brinda una segunda oportunidad para la conversión no tiene el respaldo de las Escrituras, y
es perjudicial para los que no toman una decisión por Cristo
en esta vida.
El cuándo y el qué del milenio
El contexto de Apocalipsis 20 nos permite determinar el
momento del milenio. La segunda parte del Apocalipsis, que
comienza en el capítulo 15, sigue mayormente una secuencia
cronológica con solo unos pocos bloques de material paralelo.
Apocalipsis 15 forma una introducción a las siete plagas
(Apoc. 15:1, 7), que son descritas en Apocalipsis 16. En la
sexta plaga menciona que el dragón, la bestia del mar y el
falso profeta (16:13), forman la Babilonia del tiempo del fin
y anuncian la batalla del Armagedón (16:14, 16), mientras
que los reyes del Oriente, Jesús y su ejército, están por venir
(16:12). Con la séptima plaga, Babilonia es juzgada y se
desintegra en tres partes (16:19).
En Apocalipsis 17 y 18 se describe con más detalle la
séptima plaga, haciendo énfasis en el juicio de Babilonia
como una ramera y como la gran ciudad. El Armagedón
sigue a la mención de las bodas del Cordero (19:7, 8). Jesús,
como jinete del caballo blanco con su ejército, derrota a
Babilonia (19:11-21). Esta es una descripción simbólica de
la segunda venida de Cristo.2 El dragón sigue vivo, pero la
bestia y el falso profeta terminan en el lago de fuego (19:20).
El dragón será confinado al abismo durante mil años literales
de inactividad (20:1-3).
El milenio es un período real de mil años que sigue a la
segunda venida. La primera y la segunda resurrecciones antes
y después del milenio son resurrecciones reales, que no tienen
que ser espiritualizadas (20:4-6).3
La estructura de Apocalipsis 20
Apocalipsis 20:1 al 3 describe el tiempo al comienzo del
milenio. Los versículos 4 al 6 mencionan el reinado de Cristo
con los redimidos de todas las edades en el cielo, durante
el milenio.
El resto del capítulo se ocupa de eventos que suceden
después de la sesión de juicio celestial (20:7-15), pero se
producen en dos partes. La primera se ocupa del ataque a la
Nueva Jerusalén y la derrota de los malos, incluido Satanás.
La segunda describe el juicio celestial y la ejecución del
veredicto. Ambos pasajes terminan señalando el lago de
fuego. Por ello, son paralelos; los eventos descritos no tienen
que ser entendidos en términos estrictamente cronológicos.
¿Qué significa esto hoy?
Veo cinco puntos importantes que hacen que la enseñanza
del milenio sea relevante para nosotros.
En primer lugar, el milenio nos habla de Jesús4 y su
reinado, en el cual participan los redimidos. Como Rey de
reyes, Jesús participa de los eventos finales. Nuestro Creador y
Salvador es también Juez. Lo más probable es que él es el que
está sentado en el «gran trono blanco» (20:11), el Señor del
universo que tanto nos ama.
En segundo lugar, el milenio ofrece respuestas a nuestro
profundo sentido de justicia y el fin del mal en un mundo
donde suele triunfar la injusticia. Dios interviene por sus
hijos, y el juicio es ejecutado. El proceso de juicio produce
una comprensión más profunda del amor, la santidad y
la justicia de Dios y lo malo del pecado, vindicando así el
carácter de Dios.
En tercer lugar, el milenio es necesario para que se complete el plan de salvación, para que el pecado ya no arruine
la creación de Dios. Los redimidos apreciarán la salvación y la
comunión eterna con Dios en un grado aún mayor que en el
presente, y lo alabarán por la eternidad.
En cuarto lugar, el milenio nos enseña a no posponer
nuestra decisión por Dios. Más allá de esta vida no existen
segundas oportunidades.
Por último, el milenio ayuda a que los redimidos
comprendan por qué Dios no puede salvar a todos sus seres
amados. Dios, sin embargo, los consolará y «enjugará […]
toda lágrima de los ojos de ellos» (Apoc. 21:4).
En resumen
El milenio no es un período de paz, sino el juicio final de
Dios que, a pesar de ello, no afecta directamente a los hijos
de Dios. El milenio establece la justicia e introduce el reino
divino de gloria. Aquellos cuyos nombres están escritos en
el libro de la vida (20:12) pueden regocijarse de que con el
milenio, las eras de este mundo llegarán a su fin y amanecerá
una nueva era eterna y sin par, en la presencia de Dios. n
1 Por material adicional, véase, por ej., Eric Claude Webster, «The Millennium», en Handbook of
Seventh-day Adventist Theology, editado por Raoul Dederen (Hagerstown, MD: Review and Herald
Publishing Association, 2000), pp. 927-946.
2 Véase Brian K. Blount, Revelation (Louisville: Westminster John Knox, 2009), p. 349; y Grant R.
Osborne, Revelation (Grand Rapids: Baker, 2002), p. 679.
3 El versículo 5b describe la resurrección del versículo 4.
4 Cf. Stephen Smalley, The Revelation of John: A Commentary on the Greek Text of the Apocalypse
(Downers Grove: InterVarsity, 2005), p. 516.
Ekkehardt Müller nació en Alemania, y
actualmente es director asociado del Instituto
de Investigaciones Bíblicas de la Asociación
General de la Iglesia Adventista en Silver
Spring (Maryland, EE. UU.).
El milenio y el fin del pecado
El milenio es el reinado de Cristo en el cielo con sus santos durante mil años, entre la primera y la segunda
resurrecciones. Durante ese tiempo, los impíos muertos serán juzgados; la Tierra estará completamente desolada,
sin habitantes humanos, pero ocupada por Satanás y sus ángeles. Al final, Cristo con sus santos y la Ciudad Santa
descenderán del cielo. Entonces resucitarán los muertos en el pecado, y junto con Satanás y sus ángeles rodearán
la ciudad; pero el fuego de Dios los consumirá y purificará la Tierra. Así el universo será librado del pecado y de
los pecadores para siempre (Jer. 4:23-26; Eze. 28:18, 19; Mal. 4:1; 1 Cor. 6:2, 3; Apoc. 20; 21:1-5).
Tod
involu
J
uvenal Nsengiyumva, que es docente
universitario, decidió ponerse a la
altura del desafío cuando se enteró
en enero pasado que cada uno de los
720 mil adventistas de Ruanda estaba
siendo animado para compartir de
manera activa el amor de Jesús con
sus vecinos. Sin embargo, ¿cómo
podía participar en el programa que
culminaría con una campaña nacional
de evangelización en mayo?
Aunque se necesitaban cientos de
predicadores para las reuniones de
evangelización, Nsengiyumva no podía
tomarse días libre en su trabajo para
predicar durante dos semanas. Entonces
decidió usar lo que tenía: su solícita
esposa Marianne y sus cuatro hijos, un
muy usado pero confiable automóvil,
algo de dinero, y el fluido inglés que
había aprendido durante cinco años que
había pasado estudiando en la India.
«Antes que nada, soy miembro
activo de la Iglesia Adventista, y sé que
un miembro activo tiene que compartir
la verdad que conoce con otros», dijo
Nsengiyumva, que es anciano de la iglesia Gates of Hope en la ciudad turística
de Gisenyi.
Sus tres hijas y su hijo –Hope, de
12 años; Friend, de 9; Meek, de 7; y
Merciful, de 5–revisaron sus ropas y
escogieron algunas prendas para regalarlas a los necesitados. Su madre las
lavó y planchó para que quedaran como
nuevas. «Tenemos que enseñarles a ser
dadores alegres», dijo Nsengiyumva.
La familia también donó setenta
dólares como parte de los ocho mil que
costaba conseguir una casa nueva para una
viuda. Al mismo tiempo, Nsengiyumva se
apuntó para ser intérprete de un predicador visitante de los Estados Unidos,
F O T O G R A F Í A :
N I C K Y
K I R S T E N
K N E C H T
y para llevarlo hasta el lugar de las
reuniones sin tener entonces conflicto de
horarios con su trabajo en la universidad.
Pero valió la pena. En la iglesia donde colaboró se bautizaron 168 personas,
una cifra que excedió por lejos el blanco
de treinta bautismos fijado por los
líderes de la iglesia para cada una de las
2227 sedes en el país.
«Es realmente maravilloso –dijo
Nsengiyumva–. ¿Qué puedo decir?
¡Toda la gloria sea para Dios!»
Todos los miembros
involucrados
Es la participación activa de personas como Nsengiyumva lo que abrió el
camino para el más grande bautismo
de la historia adventista. Durante la
campaña de evangelización del 13 al 28
de mayo, se bautizaron un total inédito
de 95.920 personas, y se espera que en
bautismos adicionales conectados con el
evento esa cifra sobrepase los cien mil.
«Puedo decirles que este éxito se
produjo porque cada miembro de la
Unión Ruandesa participó en cada
detalle de la operación», dijo Blasious
Ruguri, presidente de la División de
África Centro-Oriental de la Iglesia
Adventista, cuyo territorio de once
naciones incluye a Ruanda.
Los miembros de iglesia estudiaron
la Biblia con sus vecinos y fueron puerta
a puerta, invitando a la gente a las
reuniones de evangelización. También
donaron casi 350 mil dólares para
construir y reparar casas y comprar
vacas, alimentos, prendas de vestir y
seguros de salud para los necesitados.
Voluntarios médicos trataron a casi
seis mil personas durante una semana,
en las clínicas gratuitas establecidas en
El secreto se encuentra en
la Participación Total
de los Miembros
tres lugares. «Ningún miembro vio esto
como una carga; en efecto, todos quisieron tener la oportunidad de participar»,
dijo Ruguri, que predicó en una de las
sedes en Kigali, la capital del país.
Ruanda, que tiene una población
de 11,8 millones de habitantes, es un
ejemplo para los adventistas de todo el
mundo, dijeron los líderes de la iglesia.
Todos los presidentes de las Uniones de
la División de África Centro-Oriental
predicaron en Ruanda en mayo pasado,
y ahora esperan replicar el programa
de Participación Total de los Miembros
en preparación para importantes
campañas de evangelización en sus
propios países en junio de 2017. Aun
el presidente de la Iglesia Adventista en
Zambia, que se encuentra en otra División de la iglesia, voló a Ruanda para
seguir de cerca todo el proceso.
La «Participación Total de los Miembros no es solo para África –dijo Hesron
Byilingiro, presidente de la Unión
Ruandesa, a un grupo de predicadores
en Gisenyi–. Es para todo el mundo.
El récord anterior era de treinta
mil bautismos después de dos semanas
de campaña en Zimbabue en mayo
de 2015. Solo dos meses después, los
líderes de la iglesia mundial presentaron
la iniciativa Participación Total de los
Miembros (conocida también como
«Todos los Miembros Involucrados»)
en el Congreso de la Asociación General
en San Antonio (Texas, EE. UU.). El
programa anima a que cada uno de
los 19,1 millones de miembros de la
iglesia en el mundo busque maneras de
compartir a Jesús con sus amigos y en
sus comunidades.
Aunque recibió ese nombre en el
Congreso de la Asociación General, la
M C C H E S N E Y
crados
Andrew McChesney
A N D R E W
dos
N O TA D E TA PA
Juvenal Nsengiyumva, quien halló muchas
maneras de participar en las reuniones de
evangelización, sostiene un pañuelo de
TMI («Todos los Miembros Involucrados»,
o «Participación Total de los Miembros».
Muchos miembros de iglesia usaron este
pañuelo durante las reuniones.
Participación Total de los Miembros no
es algo muy osado o novedoso, según
Duane McKey, organizador clave de la
campaña de Ruanda y líder de la Iglesia
Adventista mundial responsable del
programa. «Al dar la Gran Comisión
de Mateo 28, Jesús pidió hace más de
dos mil años que vayamos a predicar,
enseñar y bautizar –dijo McKey al ser
entrevistado en Ruanda–. Lo interesante
y apasionante es que acabamos de
terminar más de dos mil campañas que
conmemoran algo que Jesús dijo hace
más de dos mil años».
Una gran delegación de la
Asociación General
La mayoría de los presentadores son
miembros de iglesia de Ruanda, dijo
McKey. A pesar de ello, noventa y ocho
oradores llegaron desde la Asociación
General, el órgano administrativo de la
Vol. 12 No. 8 | Adventist World
17
ABNER DE LOS SANTOS
F O T O G R A F Í A :
C O R T E S Í A
D E
Arriba y derecha: Cientos
de personas se preparan
para el bautismo en la ribera
del Lago Kivu el sábado 28
de mayo. Izquierda: Abner
de los Santos se une a
dos pastores locales para
bautizar 528 personas
en una iglesia de Kigali, la
capital de Ruanda, el
pasado sábado 28 de mayo.
Iglesia Adventista mundial, y otros setenta llegaron desde la sede de la División de
África Centro-Oriental en Nairobi (Kenia). Un par de decenas llegaron desde
Francia. Muchos se financiaron el viaje.
Los oradores dijeron que el evento
fue inolvidable y hablaron de las bendiciones que ellos mismos recibieron. Una
joven que es estudiante internacional
en los Estados Unidos contó como una
musulmana y una universidad pública
cubrieron su viaje. Un muchachito se
regocijó en llevar cientos de personas
a Cristo. Una canadiense que perdió
parientes en el genocidio de Ruanda en
1994 finalmente logró perdonar (ver los
recuadros).
Abner de los Santos, uno de los
vicepresidentes generales de la Iglesia
Adventista mundial, describió su gozo
al unirse inesperadamente a dos abrumados pastores locales para ayudarlos a
bautizar 528 personas en una iglesia en
18
Adventist World | Agosto 2016
Kigali el sábado 28 de mayo. «Cuando
sostuve por primera vez a mi hijo recién
nacido, pude sentir como latía su corazoncito –dijo–. El sábado, pude sentir
cómo latían los corazones de aquellos
que bauticé. Eso me recordó a un bebé
recién nacido». De los Santos y su esposa Leticia, que es profesora de música,
predicaron en dos iglesias del distrito
Rusororo, en Kigali. Otro vicepresidente
general de la Iglesia Adventista, Geoffrey
Mbwana, también estuvo al frente de
una campaña de evangelización.
Entre los demás representantes de
la Asociación General estuvieron Lael
Caesar, editor asociado de Adventist
World, que quedó maravillado cuando
supo que sesenta visitas asistieron a
sus reuniones por invitación de un
mudo. (Y hasta el autor de este artículo,
editor de noticias de Adventist
World, también estuvo por primera
vez al frente de una campaña).
La imagen de una inusualmente
numerosa delegación de la Asociación
General impactó a los miembros de
toda Ruanda. Abidan Ruhongeka,
presidente del Territorio Sur de Ruanda,
dijo que sus feligreses le comentaron
asombrados: «La gente de la Asociación
General solía venir a la Unión Ruandesa
solo para sesiones de las juntas, pero
ahora han venido solo para evangelizar.
¡Jesús seguramente vendrá pronto!»
Por su parte, Ted N. C. Wilson, el
presidente que la Iglesia Adventista
mundial y quien estuvo al frente de
reuniones de evangelización en Gisenyi,
agradeció el último sábado a los feligreses locales por su participación. «Son un
ejemplo para todo el mundo. Alabamos
a Dios por ello», dijo Wilson ante una
multitud de seis mil personas.
Entre los presentes hubo 1971
personas que habían sido bautizadas
esa mañana en el Lago Kivu, y Nsengiyumva, el docente universitario que
halló varias maneras de participar en
la iniciativa y que dijo que no podía
estar más feliz. «Alabo a Dios porque
cumplió mis deseos de participar en la
predicación de su mensaje», expresó. n
Andrew McChesney
es editor de noticias de
ADVENTIST WORLD.
N I C K Y
K I R S T E N
K N E C H T
N O TA D E TA PA
Una musulmana y una
universidad pública me
pagaron
el viaje
Sibu Mukwakwami
K A R E N TAY L O R
G L A S S F O R D
N
Los miembros de iglesia estudiaron
la Biblia con sus vecinos y fueron
puerta a puerta, invitando a la gente
N I C K Y
K I R S T E N
K N E C H T
a las reuniones de evangelización .
o podía pagar el viaje a Ruanda; tengo veintidós años
y soy estudiante internacional de Zimbabue en la
Universidad de California (Berkeley), adonde llegué becada.
Decidí entonces colportar para reunir los fondos y, al
hacerlo, recibí apoyos inesperados.
Cierto día, llamé a la puerta de una asiática que casi no
hablaba inglés. Se me hizo difícil explicarle por qué vendía
libros. Pero cuando los vio, su rostro se iluminó y me dio
cincuenta dólares por unos libros para ayudarme a financiar mi viaje misionero.
Otro día me encontré con una musulmana. Le dije que
estaba juntando dinero para ir a un viaje misionero y hablar
a otros de Dios. Se alegró por mí y me dio una donación
de treinta dólares. Yo le dejé un libro para que lo leyera.
Me dijo que regresara a contarle de mi viaje. ¡Estaba muy
entusiasmada!
También oré para que el programa de becas considerara
mi viaje como parte de una pasantía y me diera algunos
fondos. Pero Berkeley es una universidad pública de
investigación, por lo que parecía una locura solicitar fondos
para un viaje misionero. Igualmente envié la solicitud.
Llevó más de un mes recibir la respuesta. Estaba segura
que sería negativa, pero para mi sorpresa, decidieron
apoyarme y darme fondos para el viaje. La mujer a cargo
del programa de becas hasta me pidió que preparara una
presentación de PowerPoint para mostrar a los demás
estudiantes cuando regresara de Ruanda.
Estoy entusiasmada de contarles de mi viaje y del pronto
regreso de Cristo. Su regreso es la razón por la que dirigí
reuniones de evangelización a más de cuatrocientas personas todas las noches en la ciudad de Byimana (Ruanda).
Dios es bueno, y si nos llama, él provee. Elena White
escribió: «Cuando la voluntad del hombre coopera con la
voluntad de Dios, llega a ser omnipotente. Cualquier cosa
que debe hacerse por orden suya, puede llevarse a cabo
con su fuerza. Todos sus mandatos son habilitaciones»
(Mensajes para los jóvenes, p. 70). n
Vol. 12 No. 8 | Adventist World
19
K A R E N TAY L O R
G L A S S F O R D
No quería
predicar a asesinos
I
Chantal Kayumba sostiene
las manos de un hombre
en su lugar de reuniones.
r a Ruanda fue una de las
decisiones más difíciles que
tomé alguna vez.
Mi familia perdió muchos
parientes y amigos en el genocidio de 1994; esas pérdidas
siguen siendo dolorosas. Estaba
enojada con los criminales y
llena de resentimiento con la
herencia que había recibido.
A pesar de ello, todos los
planes que tenía para mayo quedaron en la nada con excepción
del viaje a Ruanda, desde mi
hogar en Canadá. Sintiéndome
como Jonás en camino a Nínive,
me propuse llevar el evangelio
predicando cada noche en el
lugar donde fui asignada.
En mi corazón toleraba a
las personas, pero me faltaba
el amor de Dios. No creía que
merecían la salvación después
de las atrocidades cometidas.
La segunda noche, un
hombre mayor se aproximó
después de la predicación. Se
lo notaba nervioso. Le hice
señas para que se sentara, pero
en lugar de ello, se arrodilló.
«Perdóneme, predicadora,
perdóneme», dijo. Confundida,
le expliqué que no lo conocía,
y que no tenía necesidad de
perdonarlo.
Con agonía en su voz,
replicó: «No, perdóneme,
porque hace veintidós años,
maté a personas como usted.
Usted dijo que Dios puede
perdonarme. Y usted, ¿puede
perdonarme?»
Abrumada, me arrodillé con
él. Había sentido ira, tristeza,
dolor profundo, pero de pronto
un amor fuerte y divino inundó
mi corazón. Quería que él disfrutara del gozo de la salvación
Chantal Kayumba
a pesar de los atroces crímenes del pasado. Anhelaba que
supiera que dos mil años antes
de que pecara, Cristo había
dado su vida en el Calvario
para que el día del juicio él
tuviera una oportunidad.
Tomé sus manos entre las
mías. Con toda sinceridad le
dije que lo perdonaba, no porque yo era una buena persona,
sino porque también había sido
perdonada por Cristo.
Ambos derramamos
lágrimas de gozo al percibir la
nueva paz que adquirimos.
Al ir a Ruanda, sentía
amargura, pero salí de allí con
claras muestras del amor de
Dios, que alcanza aun al peor
de los pecadores.
En verdad, mediante el
servicio, nosotros mismos
somos salvados. n
Muchachito de 12 años atrae a
cientos hacia Cristo
U
n muchachito ruso de doce
años adoptado por una
familia de Maryland (EE. UU.)
está entusiasmado porque
cientos de personas aceptaron
a Cristo en su primera campaña de evangelización.
Dillon Smith tenía que
predicar un sermón para niños
cada noche antes de que su
madre, Jackie Smith, hablara a
los adultos en un parque de la
ciudad de Karongi.
Sin embargo, por problemas
de horario, el supervisor de la
sede sugirió que Dillon se hiciera cargo de la reunión principal
a partir de la tercera noche de
las dos semanas de reuniones.
Después de alentarlo y ayudarlo, Dillon aceptó, y se emocionó
20
cuando vio que cientos de personas respondieron al llamado
de aceptar a Cristo.
«Estaba realmente entusiasmado –dijo–. Me resultó
sorprendente, porque no
imaginé que tantas personas
pasarían al frente».
Dillon y su hermano mellizo
Dawson fueron adoptados
cuando tenían dos años, en un
orfanato de Novosibirsk (Rusia).
Antes de dejar Rusia, sus padres
estadounidenses dedicaron a
los muchachitos a Dios en una
iglesia adventista local. Al hacerlo, el pastor ruso dijo: «Quién
sabe, quizás algún día vendrán
a predicar a Rusia», recordó
Smith, directora asistente del
Departamento de Escuela Sabá-
Adventist World | Agosto 2016
Andrew McChesney
tica y Ministerios Personales de
la Iglesia Adventista mundial.
Dillon, que fue bautizado
el sábado anterior a su viaje a
Ruanda, había manifestado ya
por cierto tiempo su interés en
predicar. Pero cuando se le
pidió que se hiciera cargo de
la reunión de adultos, no estaba seguro de poder hacerlo.
Las presentaciones, preparadas por el evangelista Mark
Finley, eran más extensas que
el programa de niños que se le
había asignado al comienzo.
Los oradores podían simplemente leer las palabras de la
pantalla de la computadora,
pero el lenguaje era más elevado que el que hablaba Dillon.
Su madre editó los sermones
Dillon Smith con su
madre Jackie O.
Smith.
para adaptarlos al nivel de
vocabulario del muchacho.
La primera noche, Dillon
pasó vestido con su uniforme
de Conquistadores, y habló del
tema de la noche –«El Cordero
de Dios»– a una multitud de
aproximadamente mil personas.
«Oramos para tener una
reunión perfecta, y Dios nos
bendijo –dijo la mamá–. Fue
una reunión perfecta». n
F O T O G R A F Í A :
C O R T E S Í A
D E
J A C K I E
O .
S M I T H
N O TA D E TA PA
N I C K
K N E C H T
Izquierda: La vista desde la plataforma del
lugar de reuniones donde predicó Andrew
McChesney. Abajo: Kathy y Duane McKey
(izquierda) y Andrew McChesney (al centro)
se unen a otras personas el sábado por
la mañana para cantar con los niños
en el lugar donde predicaba McChesney.
A N D R E W
M C C H E S N E Y
Cuando se
cortó la luz
C
uando se cortó la luz
por primera vez, no me
sorprendí; después de todo,
estábamos en una campaña de
evangelización en una iglesia
a medio construir en una aldea
remota de Ruanda. ¿Por qué
no podía cortarse la luz?
Luego un segundo incidente y más tarde uno más, tampoco me perturbaron. Sin embargo, de pronto me di cuenta
que la electricidad fallaba
cada vez que mencionaba al
diablo o uno de sus engaños.
Fue una conexión que descubrí
la tercera noche mientras leía
desde mi computadora un texto preparado por el evangelista
Mark Finley.
«La clave es la adoración
–dije–. Tienen dos opciones:
adorar a Cristo, o adorar a la
bestia».
Cuando dije «la bestia», el
edificio quedó sumido en las
tinieblas.
Los 1100 presentes y yo
aguardamos durante varios
minutos en completa oscuri-
Andrew McChesney
dad. Me pregunté qué hacía
allí al frente de mi primera
campaña de evangelización.
Desde mi bautismo una década antes, había estado orando
por la oportunidad de llevar
aunque fuera una persona a
los pies de Cristo. Pero aún
no lo había logrado, y seguía
dedicado a mis actividades
favoritas: escribir, editar y ser
maestro de Escuela Sabática.
Entonces apareció el viaje
a Ruanda. Estaba ansioso de
informar sobre el evento, pero
no me entusiasmaba demasiado predicar durante dos semanas, en especial después de
que un anciano de iglesia que
hacía las veces de intérprete
me informó que cada noche
tenía que hacer un llamado
para que las visitas pasaran
al frente mostrando que aceptaban a Cristo. Jamás había
hecho algo así.
Entonces se cortó la luz.
Cuando regresó, volví al
comienzo de la diapositiva
de PowerPoint dedicada a
la adoración. «La clave es la
adoración –dije–. Tienen dos
opciones: adorar a Cristo, o
adorar a la bestia».
El edificio quedó a oscuras
otra vez.
«Al diablo no le gustó eso»,
musitó el intérprete.
Entonces, tres personas
condujeron a trescientos niños
sentados en esterillas de paja
hasta al frente de la iglesia.
Mientras batían las palmas
y se contorneaban, los niños
entonaron un animado cántico para mantener alejado al
diablo.
Cuando volvió la luz, elevé
una oración pública. Le dije a
Dios que queríamos elegirlo a
él. La audiencia dejó escapar
un sonoro «¡Amén!»
Regresando una vez más a
la misma diapositiva, dije: «La
clave es la adoración. Tienen
dos opciones: adorar a Cristo,
o adorar a la bestia».
Todos contuvieron el aliento. Las luces siguieron encendidas. En el salón se escuchó
un suspiro de alivio.
Esa no fue la última vez
que se cortó la luz. Pero estaba listo. La siguiente vez, la
luz se cortó justo después de
pronunciar la palabra «diablo».
Mi intérprete dejó escapar un
quejido. Los niños cantaron otra
vez. Y otra vez, oré públicamente pidiendo el poder de Dios.
La luz ya no volvió a cortarse. Y lo más importante: la Luz
Superior tampoco nos falló.
A partir de la tercera noche,
hice un llamado diario para que
las personas pasaran al frente.
Para el fin de las reuniones, se
habían bautizado 168 personas.
El crédito de semejante
logro le pertenece a Dios y
los esfuerzos diligentes de los
miembros de la iglesia local,
que compartieron a Cristo con
sus vecinos.
Creo, sin embargo, que mi
oración también fue contestada.
Había pedido un bautismo, pero
cuando me aventuré
hacia lo desconocido, Dios me
regaló 168. n
Vol. 12 No. 8 | Adventist World
21
V I D A
A D V E N T I S T A
L
os asesinos llegaron un sábado, traídos al predio de la Iglesia
Adventista por el presidente de la Misión y su hijo, que era
director médico del Hospital Adventista Mugonero.
Después del comienzo del genocidio el 7 de abril de 1994,
muchos habían huido de ese lugar del sur de Ruanda. Pero
varios pastores y sus familias se unieron a otros feligreses y se
resguardaron en el atestado complejo de edificios de la Iglesia
Adventista, y en especial en el templo, pensando que allí
estarían a salvo.
Yo era director del Departamento de Publicaciones del
Territorio Sur de Ruanda. La oficina, la iglesia, la escuela, los
hogares de los obreros y el Hospital Mugonero
formaban un inmenso complejo, en Kibuye.
El día antes de que los ruandeses comenzaran a matarse unos a otros asistí a reuniones de
publicaciones en la Unión Misión de Ruanda
en Kigali, la capital del país. Esa noche, el
avión del presidente de Ruanda fue derribado,
y eso desató el genocidio. Al día siguiente, un empleado del
hospital llamó para decirme que Paul, mi hijo de catorce años,
había sido asesinado; pero que mi esposa y los ocho hijos
vivos habían huido hacia la iglesia en busca de protección.
Entonces, el sábado 16 de abril, los asesinos entraron al
complejo con ayuda del presidente de la Misión y su hijo.
¿Cómo podía ser? Mi padre era pastor y había trabajado con
ese presidente cuando yo era niño. Yo también había trabajado
con él. No podía entender cuál era la intención de su corazón.
Lo que me entristeció aún más fue que los pastores
refugiados dentro del templo, junto con mi esposa y nuestros
hijos, habían escrito una carta al presidente de la Misión,
diciéndole: «Sabemos que vendrán a matarnos. Ayúdenos
por favor a conseguir un bote para cruzar el lago hasta la
República del Congo».
La carta fue llevada por un soldado que protegía la
iglesia, hasta la casa del presidente que se encontraba en ese
complejo, y este respondió secamente que ni Dios podría
ayudarlos ahora.
Gente de todo el país llegó hasta el complejo para matar
a los adventistas. Algunos de los asesinos eran adventistas.
Llegaron con granadas, machetes, cuchillos… con cualquier
cosa que sirviera para matar.
Un pastor estaba predicando cuando los asesinos irrumpieron en el templo. Primero dispararon y lo mataron a él.
Entonces comenzaron a matar a los demás. Mi esposa e hijos
corrieron hasta la casa del presidente para que los ayudara,
pero este los rechazó. Otros corrieron al hospital, procurando
escapar, pero fueron atrapados por personas que los esperaban allí con machetes. La matanza dentro del complejo continuó durante varios días. Día y noche, los asesinos buscaban
a los que hubieran podido escapar. Hasta llevaron perros para
rastrearlos en la selva.
Para cuando terminó el genocidio en julio, yo había per-
dido toda mi familia: mi esposa y nueve hijos, mi padre y mi
madre, tres hermanas, un hermano y un cuñado.
La iglesia para los desplazados
El intempestivo estallido del genocidio me impidió regresar a mi casa. Desde Kigali fui llevado por un grupo de soldados a un campamento para desplazados en una provincia del
norte del país.
Era el único pastor en el campamento. Descubrí que al
Perdón
para los
22
Adventist World | Agosto 2016
Isaac Ndwaniye,
según se lo contó a
Gina Wahlen
asesinos
¿Tengo que perdonar a
los asesinos de mi familia en
el genocidio de Ruanda?
HOSPITAL ADVENTISTA MUGONERO: Algunos
corrieron hacia el hospital, tratando de escapar
de la matanza, pero fueron alcanzados por
personas que los esperaban con machetes.
F O T O G R A F Í A S :
G I N A
W A H L E N
estar ocupado haciendo el bien me era más fácil olvidar lo
que estaba pasando. Así fue como Dios me fortaleció.
Un viernes de noche caminaba por la ciudad cerca del
campamento cuando vi una iglesia católica abandonada. Pedí
permiso para orar y organizar cultos allí dentro. Cuando me
lo dieron, regresé al campamento e invité a las personas para
que fuesen a la iglesia el sábado.
Comenzamos a reunirnos cada sábado. Aunque no teníamos hogar, los que tenían algo de dinero comenzaron a dar
fielmente sus diezmos y ofrendas como si estuvieran en su
casa y en tiempos normales. A veces, nos visitaban ugandeses
que nos dejaban algo de dinero, que también diezmábamos y
usábamos de ofrenda. Apartamos el diezmo hasta que la iglesia
de Ruanda comenzó a funcionar otra vez, y usábamos lo que
destinábamos a ofrendas para tratar a los heridos en la guerra.
Muchas personas de otras religiones se unieron a los
adventistas para los cultos sabáticos. Para cuando se nos
autorizó a abandonar el campamento, cuatro meses después,
había trescientas personas listas para el bautismo.
Cuando el genocidio llegó a su fin en julio, viajé a Kigali y
descubrí que en el país todos los templos adventistas estaban
cerrados. Así es que recorrí la ciudad, rogando a los feligreses
que volvieran a la iglesia. Poco a poco, regresaron. Me pidieron que fuera presidente de la Iglesia Adventista de Ruanda
durante dos años. Más tarde fui elegido para dirigir el Departamento de Publicaciones de la Unión Ruandesa.
Cinco años después, recibí la invitación más escalofriante de
mi vida. ¿Podía ser presidente de la región que incluía el complejo Mugonero, donde habían asesinado a toda mi familia?
¿PERDONAR A LOS
IMPERDONABLES?:
Isaac Ndwaniye,
presidente de la
Asociación Central
de Ruanda, perdió a
toda su familia en el
genocidio de 1994.
Oré al respecto, y finalmente decidí ir. Era la primera vez
que regresaría y tenía que trabajar con aquellos que habían
dado muerte a mi familia. Ore: «Señor, ayúdame y dame las
fuerzas y las palabras que tengo que decir a esta gente».
En mi primer sábado allí, cité a una gran reunión distrital
y me introduje de esta manera: «la Unión Ruandesa me ha
enviado a predicar las buenas nuevas y a dirigir esta Asociación. Les pido que nadie me diga quién mató a mi familia.
No quiero ni siquiera que me digan que son mis amigos; mi
amigo es todo aquel que ama a Dios y su obra. Trabajemos
juntos con ese espíritu».
Estuve allí tres años, y entonces fui llamado a Kigali para
ser presidente de lo que hoy es la Asociación Centro-Oriental
de Ruanda. Alabamos al Señor porque nuestra Asociación
ha pasado de sesenta y cinco mil miembros en 2004 a ciento
diez mil en el presente. En este país con doce millones de
habitantes, la iglesia tiene seiscientos cuarenta mil miembros,
y estamos dando estudios bíblicos, y esperamos bautizar a
cien mil personas más.
El amor y el perdón
Mi versículo bíblico favorito es Juan 3:16: «De tal manera
amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para
que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida
eterna». Si Dios no hubiera amado a todos, yo habría salido
a matar a los asesinos. Pero Dios los ama, y les da tiempo
para arrepentirse. El presidente de la Misión y su hijo fueron
juzgados y sentenciados a prisión de por vida, por crímenes
contra la humanidad y genocidio. El padre ya ha fallecido, y el
hijo sigue en prisión.
Cuando estaba en el campamento durante el genocidio,
fui entrevistado por un periodista. Él había escuchado que yo
era él único vivo de toda mi familia, y me preguntó: «¿Qué
piensa usted de la venganza?».
Tomé mi Biblia y la abrí en Hebreos 10:30: «Pues conocemos al que dijo: “Mía es la venganza, yo daré el pago”, dice
el Señor».
El periodista quedó estupefacto.
Cuando la gente habla mal de los asesinos, les recuerdo
que tenemos un Dios que es paciente para con todos y quiere
que todos se salven. Es lo único que puede ayudar a alguien
como yo, que ha pasado por semejantes circunstancias. Toda
vez que alguien se arrepiente, va a Dios y pide perdón, Dios lo
perdona. No hay pecado que Dios no pueda perdonar.
Otra cosa que me da fuerzas para seguir viviendo es que
sé que un día veré nuevamente a mi familia. Y es por eso que
vivo para Dios. n
Isaac Ndwaniye es presidente de la Asociación CentroOriental de Ruanda. Gina Wahlen es editora del Misionero
trimestral, desde la Secretaría de Misión Adventista.
Vol. 12 No. 8 | Adventist World
23
E S P Í R I T U
D E
P R O F E C Í A
P
erdónanos nuestros pecados, porque también nosotros
perdonamos a todos los que nos deben» (Luc. 11:4).*
Jesús enseña que podemos recibir el perdón de Dios
solamente en la medida en que nosotros mismos perdonamos
a los demás. El amor de Dios es lo que nos atrae a él. Ese
amor no puede afectar nuestros corazones sin despertar amor
hacia nuestros hermanos.
Al terminar el Padrenuestro, añadió Jesús: «Porque si
perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también
a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los
hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará
vuestras ofensas».
«
e lperdón
«Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí» (Sal. 51:10). También dijo: «Cuanto
está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros
nuestras rebeliones» (Sal. 103:12).
Dios se dio a sí mismo en Cristo por nuestros pecados
[…] para revelarnos su amor y atraernos hacia él. «Antes
–dice– sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a
vosotros en Cristo» (Efes 4:32). Dejad que more en vosotros
Cristo, la Vida divina, y que por medio de vosotros revele
el amor nacido en el cielo, el cual inspirará esperanza a los
desesperados y traerá la paz de los cielos al corazón afligido
por el pecado. Cuando vamos a Dios, la primera condición que se nos impone es que,
al recibir de él misericordia, nos prestemos a
revelar su gracia a otros.
Un requisito esencial para recibir e
impartir el amor perdonador de Dios es
conocer ese amor que nos profesa y creer en
él (1 Juan 4:16). Satanás obra mediante todo
engaño a su alcance para que no discernamos ese amor. Nos inducirá a pensar que
nuestras faltas y transgresiones han sido tan
graves que el Señor no oirá nuestras oraciones y que no nos bendecirá ni nos salvará. No podemos ver en
nosotros mismos sino flaqueza, ni cosa alguna que nos recomiende a Dios. Satanás nos dice que todo esfuerzo es inútil y
que no podemos remediar nuestros defectos de carácter.
Cuando tratemos de acercarnos a Dios, sugerirá el enemigo: «De nada vale que ores; ¿acaso no hiciste esa maldad?
¿Acaso no has pecado contra Dios y contra tu propia conciencia?» No obstante, podemos recordar al enemigo que
«la sangre de Jesucristo […] nos limpia de todo pecado»
(1 Juan 1:7).
Cuando sentimos que hemos pecado y no podemos orar,
ese es el momento de orar. Podemos estar avergonzados y
profundamente humillados, pero debemos orar y creer […].
El perdón, la reconciliación con Dios, no nos llegan como
recompensa de nuestras obras, ni se otorgan por méritos de
hombres pecaminosos, sino que son una dádiva que se nos
concede a causa de la justicia inmaculada de Cristo. n
La virtud que es
preciso dar para recibir
El que no perdona suprime el único conducto por el cual
puede recibir la misericordia de Dios. No debemos pensar
que, a menos que confiesen su culpa los que nos han hecho
daño, tenemos razón para no perdonarlos. Sin duda, es su
deber humillar sus corazones por el arrepentimiento y la confesión; pero hemos de tener un espíritu compasivo hacia los
que han pecado contra nosotros, confiesen o no sus faltas.
Por mucho que nos hayan ofendido, no debemos pensar
de continuo en los agravios que hemos sufrido ni compadecernos de nosotros mismos por los daños. Así como
esperamos que Dios nos perdone nuestras ofensas, debemos
perdonar a todos los que nos han hecho mal.
Un significado más amplio
El perdón, sin embargo, tiene un significado más abarcador del que muchos suponen. Cuando Dios promete que
«será amplio en perdonar», añade, como si el alcance de esa
promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: «Porque
mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros
caminos mis caminos» (Isa. 55:7). El perdón de Dios no es
solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es solo el perdón por el pecado. Es también una
redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que
transforma el corazón.
David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró:
24
Adventist World | Agosto 2016
* Los textos bíblicos han sido extraídos de versión Reina-Valera 95® © Sociedades Bíblicas Unidas,
1995. Usada con autorización.
Los adventistas creemos que Elena White (1827-1915) ejerció
el don bíblico de profecía durante más de setenta años de
ministerio público. Este fragmento ha sido tomado del libro
El discurso maestro de Jesucristo, pp. 96-98.
F E
Y
C I E N C I A
Las ciencias y el
catastrofismo
¿Puede un diluvio universal explicar
algunos de los misterios geológicos?
D
urante los siglos XVIII y XIX,
los así llamados catastrofistas
–científicos que trabajaban con
el paradigma de una catástrofe como la
del diluvio universal– llevaron a cabo
sus investigaciones geológicas enfocadas
en la naturaleza pero modeladas según
sus creencias religiosas.
Ese paradigma fue sustituido por las
teorías de James Hutton y Charles Lyell
(en la década de 1830), quienes emplearon el principio del uniformismo, es decir, la idea de que los procesos geológicos
del pasado se llevaron a cabo de manera
similar que en el presente. Ese principio
dominó de tal manera la investigación
geológica durante casi un siglo que los
geólogos rechazaron automáticamente
toda hipótesis que incluyera algún
proceso de naturaleza cataclísmica.
En realidad, el monopolio que tuvo el
uniformismo sobre la comunidad geológica bien puede haber obstaculizado el
progreso de las ciencias geológicas.1
En la década de 1920, J. Harlen
Bretz propuso que las rocas de los
Scablands del noroeste de los Estados
Unidos podían ser explicadas por una
«hipótesis escandalosa»: el suceso de
una megainundación cataclísmica
(el diluvio de Spokane) que produjo
esas características. Sus ideas, sin
embargo, no fueron ampliamente
aceptadas por otros científicos hasta
la década de 1960.
F O T O G R A F Í A :
B I S H N U
S A R A N G I
El regreso del catastrofismo
La aceptación final de la hipótesis de
Bretz resultó en un resurgimiento del
catastrofismo geológico y, en décadas
recientes, ha emergido una tendencia que
permite la explicación de las realidades
geológicas por medio del catastrofismo.2
Entre los ejemplos de estas características catastróficas se encuentra el reconocimiento de megainundaciones bien
documentadas, como las que abarcaron
el Lago Missoula, el Mar Mediterráneo,
el Canal de la Mancha y Asia central; la
aparición de unidades de roca que son
producto de corrientes subacuáticas de
rápida velocidad; la rápida acumulación
de capas de rocas sedimentarias, antes
interpretadas como el resultado de lentas
deposiciones a lo largo de muchos años;
y «varvas» (capas sedimentarias en el
fondo de los lagos), antes interpretadas
como sedimentos depositados en un
cuerpo de agua inmóvil dentro de un
determinado año. Los volcanes a gran
escala fueron sin duda la causa de que la
ceniza volcánica haya producido rápidos
entierros, así como el impresionante
número de asteroides que golpearon
la Tierra y explotaron, causando
trastornos ambientales y la destrucción
de la vida. El registro fósil está lleno de
unidades de roca con esas características,
lo que muestra que los fósiles se acumularon en condiciones catastróficas.
Otras evidencias de veloz actividad
Roberto Biaggi
geológica incluyen procesos sedimentarios a gran escala; la distribución global
de fósiles marinos en lugares inesperados;
patrones de paleocorrientes a nivel continental; discontinuidades en el registro
estratigráfico, como por ejemplo brechas
en el registro, sin evidencia aparente de la
cantidad de tiempo representada; eventos
tectónicos globales o regionales, como por
ejemplo el alzamiento de las montañas,
los movimientos de las placas tectónicas,
el hundimiento de cuencas, y la masiva
presencia de sedimentos para el rellenado
de las cuencas. Otras características del
registro fósil pueden incluir, por ejemplo,
la mortalidad y extinción masivas que
requieren una veloz acumulación de sedimentos para su entierro y preservación.
Quizás es tiempo de que los geólogos
contemporáneos vuelvan a practicar
una ciencia más natural, ya no actualística (cuando las investigaciones se ven
forzadas a hallar concordancias entre
las observaciones y las hipótesis). Hasta
deberían estar dispuestos a considerar
una «hipótesis escandalosa», como lo es
el diluvio mundial de la magnitud que
se describe en las Escrituras. n
1 V. R. Baker, «Catastrophism and Uniformitarianism: Logical
Roots and Current Relevance in Geology», Geological Society,
London, Special Publications 143 (1998): 171-182.
2 V. R. Baker, «The Channeled Scabland: A Retrospective», Annual
Review of Earth and Planetary Sciences 37 (2009): 393-411.
El doctor Roberto Biaggi
es director de la sede
sudamericana del Instituto
de Investigaciones en
Geociencia de la Universidad Adventista
del Plata en Argentina.
Vol. 12 No. 8 | Adventist World
25
R E S P U E S T A S
A
P R E G U N T A S
B Í B L I C A S
La confesión
y los sacrificios
¿Confesaban
realmente los israelitas
sus pecados cuando
llevaban una ofrenda
por el pecado al
Tabernáculo?
La respuesta a su pregunta es
motivo de debate entre los
estudiosos, principalmente
porque no tenemos evidencias explícitas que afirmen
que todas las ofrendas por el
pecado incluían la confesión.
Comenzaré con casos de
prácticas bíblicas relacionadas;
entonces examinaré algunos pasajes,
principalmente en los Salmos; finalmente,
incluiré algunos comentarios generales.
1. La confesión y los sacrificios: La primera
referencia a la confesión y la ofrenda por el pecado se
encuentra en Levítico 5:5. El contexto se refiere a la expiación
por los pecados deliberados relacionados con la negativa a
testificar en la corte (vers. 1), el retraso en llevar a cabo un rito
de purificación (vers. 2, 3), y el retraso a la hora de cumplir
con un juramento (vers. 4). En Números 5:7 se requiere confesión y restitución por violaciones éticas consideradas sacrílegas. Estos no son pecados de rebeldía o por desafío, pero dado
que incluyen un elemento de intencionalidad, la legislación
requiere explícitamente el reconocimiento del pecador.
El último caso se encuentra en Levítico 16:21, cuando
durante el día de la expiación, el sumo sacerdote colocaba sus
manos sobre un macho cabrío y confesaba todos los pecados
de Israel. Dado que este es un ritual único, y que el macho
cabrío no es ofrecido como sacrificio, algunos sostienen que
la confesión no siempre acompañaba la ofrenda por el pecado.
La pregunta es: ¿por qué no se menciona la confesión
del pecado en otros pasajes que hablan de la ofrenda por
el pecado (Lev. 4)? Acaso en Levítico 5:5 y Números 5:7, la
confesión sí se enfatiza por la naturaleza deliberada de los
pecados cometidos. Sin embargo, esto no se aplica a la confesión de Levítico 16:21. Francamente, no tenemos una razón
clara para la omisión de la confesión en otros pasajes que se
ocupan de las ofrendas por el pecado.
Esta omisión textual no descarta automáticamente la
práctica. El principio teológico fundamental detrás de las
confesión es el siguiente: «El que oculta sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y se aparta de ellos alcanzará
misericordia» (Prov. 28:13). Este principio tiene que estar
presente en todas las ofrendas por el pecado.
2. Los sacrificios, los cánticos y las palabras: Los Salmos
indican que los rituales del templo estaban acompañados
por cánticos y palabras. Después de ser liberado de alguna
opresión, el adorador decía: «Sacrificaré en su Tabernáculo
26
Adventist World | Agosto 2016
sacrificios de júbilo; cantaré y entonaré alabanzas a Jehová»
(27:6). Las instrucciones de las ofrendas de paz (Lev. 7:16)
no dicen nada sobre palabras habladas, pero según Salmos
54:6, eran acompañadas por alabanzas al Señor. Cuando
se llevaban ofrendas de agradecimiento, se exhortaba a las
personas para que «[publicaran] sus obras con júbilo»
(Sal. 107:21, 22; Lev. 7:12). El ritual encerraba una experiencia
de gozo, aun para los pecadores arrepentidos que confesaban
su pecado, ofrecían el sacrificio y regresaban a su casa justificados y bendecidos por el Señor (Sal. 24:5; 32:1, 2, 5, 7, 11). El
salmista confiesa su pecado (51:3-5), solicita la purificación
divina (vers. 7, 10), reconoce que los sacrificios en sí mismos
son inefectivos (vers. 16), y finalmente reconoce que cuando
son la materialización física de un corazón quebrantado,
Dios acepta los sacrificios (vers. 17, 19). Es sumamente improbable que una ofrenda por el pecado haya sido llevada en
completo silencio.
3. El significado de la confesión: Mediante la confesión,
los pecadores reconocían haber violado la voluntad de Dios
y que en efecto merecían el castigo (Lev. 16:21). También
sabían que al confesar y abandonar el pecado, hallarían la
misericordia divina (Prov. 28:13). En la Biblia, la confesión
está asociada con la renovación del pacto (por ej., en
Nehemias 5:5-37; 10:28, 29), lo que sugiere la posibilidad
de que la confesión asociada con la ofrenda por el pecado
constituía una renovación de la relación del pacto que había
sido quebrantada por el pecado. En otras palabras, que el Señor
perdonara el pecado implicaba la restauración de una relación
quebrantada (por ej., en Éxo. 34:1-10). Los pecadores arrepentidos confesaban su pecado al Señor en su presencia, y buscaban reconciliación con la persona a quien habían ofendido.
Para responder a su pregunta, me permito decir que los
pasajes en los cuales se enfatiza explícitamente la confesión
tratan mayormente con los pecados deliberados que tenían
que salir a la luz. Esto no significa que, dado que no se menciona la confesión en las ofrendas regulares por el pecado, la
confesión no existía. En el caso de las ofrendas de paz, no se
requería ninguna expresión verbal aunque, como vimos, eran
acompañadas de palabras. n
Ángel Manuel Rodríguez ha servido a Dios
como pastor, profesor y teólogo. Ya jubilado,
vive con su esposa en Texas (EE. UU.).
E S T U D I O
B Í B L I C O
Las
oraciones de
Jesús
y las
nuestras
Mark A. Finley
E
l Evangelio de Lucas se dedica a la vida de oración de
Jesús más que cualquier otro libro de la Biblia. Lucas era
un médico no judío que anhelaba compartir las verdades
eternas de la salvación con los judíos y también con los gentiles.
Lucas escribió su evangelio alrededor del año 60 d.C. para una
comunidad cristiana en crecimiento. Resulta significativo que
está dedicado a alguien llamado Teófilo, que significa «el que
ama a Dios», o «amigo de Dios». El propósito de Lucas era que
los lectores llegaran a ser amigos de Dios. El Evangelio de Lucas
presenta un concepto revolucionario: Jesús, el Hijo divino
de Dios, habitó en la carne y, como humano, desarrolló una
relación cercana con su Padre por medio de la oración.
1
¿Qué dos principios significativos en la vida de
oración de Jesús descubrimos en Lucas 5:16 y 9:18?
Para Jesús, la oración no era una práctica ocasional. No oraba
de vez en cuando, cuando «sentía» la necesidad. Para Jesús,
la oración era una forma de vida. Y no solo oraba a menudo,
sino que tenía momentos regulares y planificados para estar a
solas con Dios (Luc. 11:1 y Mar. 1:35).
2
Compare Lucas 9:28 con Mateo 18:19, 20. ¿Por
qué cree usted que orar con otros es fundamental
para nuestra experiencia de oración?
Jesús a menudo oraba con sus discípulos y por ellos. Orar juntos
une el corazón, alienta el espíritu y eleva la visión. Cuando escuchamos que alguien ora por nosotros nos sentimos fortalecidos
por sus oraciones. Cuando nos unimos en oración para buscar
a Dios e interceder por los demás, Dios se mueve de maneras
inusualmente poderosas como respuesta a esas oraciones.
3
Reflexione en la experiencia de Jesús con
Pedro en Lucas 22:31, 32. ¿Qué impacto tiene ese
incidente en su vida de oración? ¿Por qué puede
servir para alentarnos?
Jesús le aseguró a Pedro que estaba orando específicamente por
él. ¡Qué certeza nos da saber que Jesús, el divino Hijo de Dios,
nos conoce por nombre y ora por nosotros! ¡Cómo nos anima
a unirnos a Jesús para orar por otros así como él lo hizo!
G I O VA N N I
B E L L I N I
4 ¿Qué revela la plegaria de Cristo en el Getsemaní
sobre el propósito de la oración? Lea Lucas 22:41-46.
El propósito de la oración no es que Dios cambie su voluntad
para conformarla a la nuestra, sino permitir que su Espíritu
moldee nuestra voluntad para que nos conformemos a su
voluntad. No es conseguir lo que queremos de Dios, sino descubrir qué es lo que él quiere.
5 En al menos dos instancias del Evangelio de Lucas,
Jesús animó a sus discípulos para que oraran por cosas
sumamente específicas. Lea Lucas 22:39, 40 y 10:2, y
describa por qué son tan importantes esas dos cosas.
Jesús instó a sus discípulos a que oraran por el poder sobre
las tentaciones del maligno, y que oraran por obreros que
compartieran su amor y verdad con las multitudes. Esas dos
oraciones tratan específicamente de lo que Dios hace en
nosotros y por nuestro medio.
6 ¿Por qué es fundamental la oración de Jesús en la
cruz para nuestra vida espiritual? Lea Lucas 23:33, 34.
A pesar de que Jesús fue condenado, maltratado y acusado
injustamente, él perdonó a sus atormentadores. ¡Qué modelo
para nosotros!
7 Lea Lucas 23:44-46. ¿De qué manera la oración
final de Jesús revela el profundo compromiso de
su vida y constituye un modelo sobre el verdadero
propósito de la oración?
La vida de oración de Jesús revela una vida totalmente
entregada a la voluntad del Padre. Jesús tenía un solo deseo:
agradar a su Padre. El propósito de la oración es llevarnos
a una relación íntima con Dios, para que nosotros también
podamos desear solo lo que él desea para nosotros.
Ojalá que nuestra vida de oración sea tan profunda y tan
plena que nuestro corazón pueda unirse al corazón de Cristo
y seamos consumidos con el deseo de hacer su voluntad. n
Vol. 12 No. 8 | Adventist World
27
INTERCAMBIO DE IDEAS
individuos como a nosotros nos gustaría que nos trataran.
Michael Trueblood
Liverpool, Inglaterra
No se olviden de las nueces y
las semillas
Cartas
Una cuestión importante
Gracias por dedicar todo un número
de Adventist World al tema de los
refugiados (Junio 2016). Hace poco
leí que en el mundo, siete millones
de personas se han visto desplazadas
como resultado de las guerras e inestabilidad política, y que muchas de ellas
se encuentran en campos de refugiados
que a muchos de nosotros se nos
harían intolerables. Felicito a ADRA y
a todas las demás agencias de la iglesia
que están ayudando a aliviar el sufrimiento de los refugiados, y espero que
la iglesia de todos los niveles busque
cómo hacer aún más. Pensemos en
las amistades y la buena voluntad que
podríamos crear si tratáramos a esos
Pedidos Y
Leo Adventist World cada mes, y suelo
recortar varios artículos para guardarlos.
En especial aprecio los reflexivos
mensajes devocionales. Como enfermera
jubilada, siempre me interesa lo que
comparten los doctores Landless y
Handysides en su columna mensual. En
su artículo «Celebremos la plenitud y la
salud» (p. 10 del «Número de la amistad»),
sus sugerencias sobre nutrición me
dejaron atónita. Al afirmar que una dieta
vegetariana nutritiva incluye granos, frutas y verduras, ni siquiera mencionan el
papel fundamental que juegan las nueces
y las semillas. Loma Linda ha llevado a
cabo innovadoras investigaciones sobre
la importancia de incluir diversas nueces
y semillas varias veces por semana como
componente clave de una dieta nutritiva,
sea vegetariana o no.
Ruthie Flynn
Sonora, California
Escuela adventista de Irán
Recibí un ejemplar de la edición de
Abril 2016 de Adventist World y,
para sorpresa mía, vi una fotografía
de mi padre, Jahangeer Morovati, en
la sección «Intercambio de ideas». Mi
padre reside en el sur de California, en
la zona de Los Ángeles, y tiene 89 años.
Siempre habla de los comienzos del
colegio de Teherán (Irán). Algunos de
los primeros estudiantes aún siguen en
contacto con él, y hace unos años, organizaron una reunión sorpresa de todos
los estudiantes que residen en la zona
de Los Ángeles como homenaje a mis
padres. Earl Adams inició el Colegio
Secundario Adventista en 1955 en las
afueras de Teherán y, con la ayuda de mi
padre, logró conseguir las credenciales
de la institución. Mi padre pasó a ser
el rector del colegio en 1957, cuando
Adams regresó a los Estados Unidos.
Entonces él logró conseguir la aprobación del gobierno de Irán para ofrecer
un colegio secundario completo. En esa
época, la institución comenzó a aceptar
a estudiantes no adventistas. Hasta
un sobrino del sah asistió a la escuela
durante un par de años. Mi padre fue
rector de la institución hasta 1969,
AGRADECIMIENTOS
Por la gracia de Dios, he completado
estudios de periodismo, pero no me
puedo graduar por falta de fondos.
Oren por favor por mí.
Elijah, Kenia
28
Adventist World | Agosto 2016
Oren por favor por la relación con mi
esposa, para que Dios intervenga.
Taurai, Zimbabue
Les pido que por favor oren por mi hijo
y su amiga Karilyn. Dios es realmente
bueno para responder las oraciones.
Virgie, Filipinas
Por favor, oren para que mi familia sea
salva. Soy una esposa abandonada con
cuatro hijos que andan en malos caminos.
Carol, Jamaica
Por favor, oren por un colega que sufre de
cáncer de páncreas.
Nicole, Francia
H O LT
C H E R Y L
cuando vinimos a Estados Unidos. El
colegio finalmente fue cerrado a fines
de la década de 1970 como resultado de
la Revolución Islámica.
Betty Morovati
Glendale, California
Corrección
En la página 30 del «Número de la
amistad» de Adventist World (Mayo
2016), la cronología histórica señala que
«los primeros misioneros al África» en
1903 fueron Abraham Enns y Johannes
Ehlers. No es correcto. Para entonces
ya había un colegio adventista en el
continente africano, establecido en 1893
y llamado Colegio Terciario Helderberg,
mi alma mater.
Los primeros misioneros de los que
tengo conocimiento son D. A. Robinson
y C. L. Boyd, quienes llegaron a África
en 1887. Robinson y Boyd estuvieron
acompañados por Edna Robinson,
Carrie Mace y dos colportores.
Jerry Joubert
Oregón, Estados Unidos
Gracias por la aclaración. Tiene razón,
y pedimos disculpas por el error.
–Los editores
Pautas para las cartas: Envíelas por favor a letters@
adventistworld.org. Las cartas tienen que ser claras, con una
extensión máxima de cien palabras. Incluya el nombre del
artículo y la fecha de publicación. Coloque también su nombre,
el pueblo o ciudad, el estado o provincia y el país desde donde
nos escribe. Los envíos serán editados por razones de espacio
y claridad. No todas las cartas serán publicadas.
Ya sea que las vacaciones estén cerca de llegar a su fin (Hemisferio Norte) o
próximas a comenzar (Hemisferio Sur), es importante mantener ocupados a los
niños en actividades positivas de edificación del carácter.
Exploren más: Los parques, los museos y los lugares históricos dan vida al
aprendizaje y ayudan a que los niños apliquen lo que han aprendido en la escuela.
Escojan la cultura: La mayoría de las comunidades tiene algún tipo de
festival de arte, agricultura, étnico o de actividades al aire libre durante los meses
cálidos del año. Conozca a otra gente y aprenda cosas nuevas.
Lleven un diario: Puede tener la forma de una carta o tarjeta postal para los abuelos. Mejora la escritura manuscrita, la gramática, la ortografía y la escritura creativa.
Lean todos los días: Visiten periódicamente la biblioteca pública. Asegúrese
de que los niños lean todos los días, solos y también como familia.
Hagan algo por los demás: Encuentren maneras adaptadas a cada
edad para hacer algo por la comunidad (además de lo que pueden hacer en la
iglesia). Junten los desperdicios en senderos, arroyos y riberas. Lleven pequeños
presentes simples a los niños que están internados en el hospital.
Fuente: Laura Bay, National PTA/Mediaplanet/USA Today
62.094
El número de triatletas femeninas en el mundo
en 2015, un incremento del 18 por ciento
respecto del año anterior.
Los triatlones están compuestos por natación,
ciclismo y una carrera a pie, todas excelentes
formas de ejercicio. No necesitamos nadar 3800
metros, recorrer 180 kilómetros en bicicleta o
correr 42,2 kilómetros en un triatlón de Ironman
para hacer ejercicio. Veinte minutos al día de
ejercicio vigoroso –ya sea caminar, hacer jardín
o andar en bicicleta– es todo lo que la mayoría de
nosotros necesita para mantener la salud física,
emocional y espiritual.
Fuente: USA Today
Oren por favor para que el Señor nos
ayude con la construcción de nuestro
templo, y para que mi esposa e hijos
amen y teman a Dios.
Kwazi, Sudáfrica
Deseo caminar en armonía con Dios,
pero cuando más trato de hacer lo
correcto, más pecaminosa me siento.
Les pido que por favor oren por mí.
Flora, Kenia
Oraciones y alabanzas: Envíe sus pedidos de oración y
agradecimientos por las oraciones contestadas a prayer@
adventistworld.org. Sea breve y conciso; dígalo en cincuenta
palabras o menos. Los envíos serán editados por razones de
espacio y claridad. No todos serán publicados. Incluya por
favor su nombre y su país. También puede enviar sus pedidos
por fax a: 1-301-680-6638; o por correo a ADVENTIST WORLD,
12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600 U.S.A.
Vol. 12 No. 8 | Adventist World
29
INTERCAMBIO DE IDEAS
112
Hace
años
El 10 de agosto de 1904, Hide Kuniya llegó a Corea como
respuesta a una urgente solicitud, firmada por treinta y seis
personas, para que les enseñaran más de la Biblia.
El mensaje adventista llegó a Corea poco después del
comienzo del siglo XX, cuando muchos coreanos estaban
emigrando a Siberia, Manchuria, Hawái y México. En mayo de 1904, un coreano que
esperaba tomar un barco a Hawái caminaba por una calle de Kobe (Japón), cuando
vio un cartel con caracteres chinos que decía: «La Iglesia de la Segunda Venida de
Cristo y el Séptimo Día».
El hombre, que se llamaba Lee Eung Hyun, se encontró con Hide Kuniya, el evangelista, y juntos estudiaron el mensaje adventista. Al día siguiente, Lee trajo a otro
coreano para estudiar las nuevas doctrinas. La noche antes de partir para Hawái, Lee
y su amigo, acompañados de un grupo de creyentes japoneses, se dirigieron a una
piscina natural bajo los Saltos Nunobiki, donde fueron bautizados y se convirtieron en
los primeros adventistas coreanos.
Lee viajó a Hawái, pero el segundo hombre, Son Heung Cho, regresó a Corea. En
el barco conoció a Im Ki Pan, un coreano que regresaba de Hawái. Son compartió
con Im lo que había aprendido de Hide Kuniya. Cuando llegaron a Corea, Son llevó el
mensaje a Pusan, y pronto treinta y cinco personas comenzaron a guardar el sábado.
Mientras tanto, Im continuó por la costa occidental de Corea hasta el puerto de
Chinnampo, donde creó gran interés entre los coreanos que ya eran cristianos.
¿En qué
lugardel
mund
se encuentra?
RESPUESTA: Esta iglesia
en Ruanda fue construida
específicamente para las
reuniones de evangelización
que se llevarían a cabo en
esa aldea. Sin embargo,
antes de que se completara
el edificio, los adventistas
de la aldea decidieron
trasladar las reuniones a
una tienda donde entrarían
más personas.
N I C K
30
Adventist World | Agosto 2016
K N E C H T
DEJE
SUS
malos hábitos
alimentación
DE
En lo que respecta a la comida, cada día
tomamos más de doscientas decisiones. Es
fácil caer en algunos malos hábitos, pero es
posible quebrantar esos hábitos remplazándolos con otros buenos, como por ejemplo:
Limpie su cocina: Tener una cocina
desordenada puede hacer que las personas
coman un cuarenta por ciento más que los
que la mantienen limpia y ordenada.
Ponga énfasis en las frutas y verduras:
Sustituya los dulces y otros bocadillos
con frutas y verduras, incrementando un
setenta por ciento las probabilidades de
consumir algo saludable.
Destierre el aburrimiento: El aburrimiento a menudo lleva a buscar un «placer
culposo». En lugar de tomar malas decisiones
de alimentación, salga a caminar durante
cinco minutos, haga ejercicios físicos o
respire profundamente unas diez veces.
Cambie el tamaño de su plato: Usar
platos y tazones más pequeños disminuye
la cantidad de alimento consumido en un
veintidós por ciento.
Cocine en su casa: La gente que come
en su casa suele consumir doscientas
calorías menos que los que comen en un
restaurante.
Duerma lo suficiente: Cuanto menos
duerma, más deseos tendrá de consumir
alimentos que perjudicarán sus esfuerzos
por comer sano.
Pida ayuda: Dios le otorgará la fuerza
necesaria para concretar cambios en
su estilo de vida.
Fuente: Eatthis.com
5O P A L A B R A S O M E N O S
Mi
himno favorito
n Me encanta el himno «Ha amanecido», de Eleanor
Farjeon. Me recuerda que cada mañana me levanto
a un nuevo día. También me dice que tengo la
oportunidad de ser mejor, y de servir mejor a Dios.
–Leah, Lagos, Nigeria
n Me gusta el cántico «Solo en Jesús», de Stuart
Towend. Me siento muy animado por las palabras:
«Solo en Jesús está mi fe,
mi esperanza y mi canción.
Piedra angular, firme sostén,
inconmovible en la aflicción».
–Hendrik, Austria
n En el Himnario Adventista en inglés aparecen
varios himnos de Fred Pratt Green. Me gustan en
especial dos: «Dios es mi canción» y «Cuando la
iglesia de Cristo». Aprecio la manera en que el escritor
logra ir más allá de las expresiones religiosas externas
para identificar las verdades espirituales internas.
–Chauncey, Londres, Inglaterra
Para la próxima, díganos en cincuenta palabras o menos
cuál es su personaje bíblico favorito. Envíe su contribución
a [email protected], y en «Asunto»,
coloque: «50 Words».
«He aquí, vengo pronto . . .»
Nuestra misión es elevar a Cristo, uniendo a los
adventistas de todo el mundo en creencias, misión,
vida y esperanza.
Editor
ADVENTIST WORLD es una publicación internacional de
la Iglesia Adventista del Séptimo Día, editada por
la Asociación General y la División de Asia-Pacífico
Norte de la Iglesia Adventista.
Editor ejecutivo
Bill Knott
Editor asociado
Gerente editor internacional
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