FONDO HISTÓRICO Crisis externa e interna: El rey Josías había tratado de enderezar la vida moral de su pueblo, pero el avivamiento duró poco; los reyes después de él (tres hijos y un nieto) compartieron la decadencia de su nación. El profeta: El nombre Jeremías tiene la forma hebrea Yirmeyâhû o Yirmeyâh. Probablemente significa Jehová arroja, o Jehová funda. Es llamado hijo de Hilcías. Sacerdote de menor categoría. Su antepasado Abiatar, descendiente de Elí, había sido relegado por Salomón (1Rey. 2:26) a Anatot. Por la situación decadente del país su mensaje sería de condenación más que de esperanza. Lo que predica al pueblo no sólo era antipático sino también parecía ser antipatriótico. Jeremías es mejor conocido como «el profeta llorón». Esta es la clave de sus escritos, porque si recordamos esto y la razón de su llanto, seremos capaces de entender su mensaje. Josías era el último rey bueno de Judá, cerca del año 621 a. de J.C.; y es él quién llevó al pueblo en una reforma al encontrar el libro de la ley escondido en el templo. Sin embargo, los reyes que le siguieron (tres hijos y un nieto), no continuaron las reformas por él comenzadas. Josías (18 años) Joacaz (tres meses) Joacim (once años) Jeconías (tres meses) Sedequías (once años) La obra del Señor en una persona empieza cuando aún está en la matriz de la madre. Para toda persona Dios tiene un propósito; y en algunos casos, como en el de Jeremías, el llamado es a ser profeta. y antes que nacieses te santifiqué, El sentido primario es separar del uso común para uso especial; lo separó para su peculiar oficio profético profeta a las naciones. El profeta es la persona llamada por Dios para una tarea específica: llevar su palabra a su pueblo. Ellos no hablaban para sí mismos, sino eran los voceros de Dios. La palabra niño se puede traducir “joven”. Se piensa que Jeremías pudiera haber tenido 20 años en esa ocasión. Aunque las circunstancias varían, Jeremías procura disculparse, tal como lo hicieron Moisés, Gedeón e Isaías. Jeremías vacila señalando su juventud e inexperiencia. Pero Dios capacita y utiliza a los que se sienten inadecuados. Dios dice que ni la edad ni la falta de experiencia es importante. Estos no eran lo más importante para Jehovah, sino la capacidad de la persona para seguirle y para cumplir su voluntad. Jehová sabía que Jeremías estaría más convencido y más estimulado para su misión con un acto simbólico, y así tocó su boca y le aseguró con esta acción que había puesto sus palabras en su boca. Esto era semejante también a la experiencia de Isaías (Isa. 6:6–8). Los seis verbos indican la naturaleza doble de la obra de Jehovah y su profeta. Definen la manera por la cual Dios iba a obrar con las naciones. Sus predicciones habían de ser principalmente conminatorias (ineludibles, inevitables); en consecuencia, se pone primero la destrucción de las naciones, y con mayor variedad de términos que al hablar de su restauración. Dios es soberano y libre para gobernar sobre todas las naciones, para bendecir y/o castigar según la condición de cada uno. El pueblo de Anatot era un lugar conocido por su cultivo de almendras. Es el primer árbol en florecer en la primavera; la flor llega antes del brote de hojas en el árbol. Es el símbolo de la temprana ejecución de los propósitos divinos. En hebreo las voces almendro (shaqued) y vigilo (shoqued) suenan casi iguales, y hacen un juego de palabras, algo que sucede a veces en la Biblia hebrea. Este mundo no está a la deriva, no está corriendo a la loca a su destrucción aunque a veces parece que lo está. Pero Dios tiene su mano firme sobre el timón. Está vigilando y esperando el momento oportuno para manifestar su poder. Enseguida viene de nuevo la misma pregunta de Dios. Pero esta vez Jeremías ve algo espantoso. Es una olla que está a punto de rebosar. Está situada en el norte pero inclinada hacia el sur. Pronto todo su contenido hirviente va a inundar la tierra del sur. la ruta seguida por los babilonios; no pudiendo cruzar el desierto, tenían que entrar en Judá por la frontera del norte. El pueblo judío había quebrado el primer mandato del Señor, abandonándole y adorando a otros dioses. Lo ridículo de los ídolos es que son obra de manos humanas. Tú, pues, ciñe tus lomos, prepárate resueltamente para la tarea que te ha sido asignada. Metáfora tomada de las ropas sueltas usadas en oriente, las que hay que ceñir con un cinturón para que no incomoden al emprender algún trabajo activo (Job 38:3; Lucas 12:35; 1 Pedro 1:13). Jeremías tendrá que enfrentarse a casi todos sus compatriotas, aun a los sacerdotes que prefieren decir lo que la gente quiere oír en vez de lo que Dios les indica. Todos van a pelear en contra del profeta, pero no van a vencerle. Aunque la oposición sea grande, el profeta tiene el respaldo del Altísimo. Jehová va a estar con él todos los días de su vida hasta su entrada en la eternidad 1. Las palabras del representante de Dios deben basarse fielmente en la Palabra de Dios. 2. El Señor tiene un propósito para cada uno desde antes de nacer. 3. Si nos sentimos inadecuados, Dios suplirá lo que falta para cumplir su propósito. 4. Lo que Dios nos muestra, debemos observarlo bien. 5. A su debido tiempo vendrá el castigo por los pecados. 6. Muchas veces lo que Dios quiere que se diga y se haga no será popular, pero hará falta.
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