PNUD afianza su trabajo en Florencia y Huila Por: Iván Fernández, coordinador oficina territorial del PNUD Caquetá-Huila Desde abril el PNUD cuenta con una nueva Oficina Territorial en Florencia, Caquetá. La Oficina recoge el trabajo realizado previamente por el PNUD en Huila y pone la atención de nuestra agencia en el joven departamento del Sur del país. Podría decirse que Caquetá es una de las fronteras de Colombia. Una frontera interior abierta por colombianos y colombianas a golpe de hacha y machete y donde el estado tímidamente ha ido sembrando su institucionalidad. Frontera con la inmensidad verde del bosque amazónico. Frontera permeada, cuando no violentada, con los pueblos ancestrales de la gran cuenca. Ser frontera tiene sus consecuencias. Consecuencias palpables y visibles en el Caquetá, como el rastro de la guerra presente en el territorio durante los últimos cincuenta años y que, entre sus impactos perversos, lo ha convertido en el segundo departamento con más accidentes por minas antipersona. Consecuencias como la tala del bosque amazónico, que situó el índice de deforestación del departamento entre los más altos de américa latina. Consecuencias como los frecuentes casos de corrupción o el elevado nivel de pobreza, diez puntos porcentuales por encima de la media nacional. Pero las fronteras también son espacios dinámicos, ocupados por hombres y mujeres que llegaron y permanecieron con la firme intención de alcanzar una vida mejor. Personas recursivas, perseverantes y con una capacidad de resiliencia sorprendente. En un espacio “fronterizo” como el Caqueta la nueva oficina Territorial del PNUD asume el reto de contribuir a crear las condiciones para construir paz y promover el desarrollo humano sostenible. Y para ello cuenta con algunas herramientas, como el proyecto Caquetá Resiliente, que busca transformar los conflictos mediante la creación de espacios de concertación sobre lo productivo, lo organizativo y lo político, la estrategia de Desarrollo Económico Incluyente cuyo propósito es fortalecer las capacidades productivas de la población víctima y/o en situación de vulnerabilidad, el proyecto Objetivos de Desarrollo del Milenio, en tránsito hacía los Objetivos Globales, o la Estrategia Territorial de Hidrocarburos, con su apuesta por incluir a comunidades e instituciones en las decisiones sobre la explotación de los recursos naturales. Detrás de este trabajo hay un equipo de doce personas, diverso y comprometido, que siente que esto es apenas el comienzo del enorme reto que se viene y que quiere invitarlos a que nos acompañen. Las y los esperamos en el Caquetá.