El Caos y el Azar en el hombre: su ciencia, la educación y su evolución Ma Dolores García y Enrique García Instituto Universitario de Tecnología de Valencia Introducción El concepto de caos a menudo puede crear en nosotros una idea negativa, una visión de desorden en donde las cosas no funcionan bien, en un mundo en donde lo establecido y lo "correcto" es precisamente el orden. Si consideramos que el paradigma bajo el cual siempre hemos crecido es el del orden, entonces es realmente "caótico", al menos para muchos de nosotros, pensar que el orden es un desorden armonioso, algo necesario para la continuidad universal. Desde el momento en que estamos hablando de establecer una nueva forma de concebir al mundo, no será fácil asimilar rápidamente esta visión debido a que se trata de un nuevo paradigma, es más, los autores del artículo coincidimos con algunos investigadores que señalan que la Teoría del Caos o Caología no es fácil de entender y muchas veces sus conceptos pueden confundir más de lo que intentan explicar. Desde esta perspectiva se tratará de hacer algunas breves reflexiones con respecto a esta novedosa teoría, esperando no caer en una confusión que haga un "total caos" en las ideas. En nuestro tiempo hay que cambiar ese paradigma positivista, determinista que ya no resuelve los planteamientos actuales. Por otro lado, el azar se opone al determinismo por el hecho de que mientras que la información completa acerca de un sistema determinista se reduce a la serie de ecuaciones que definen su evolución y una serie de condiciones iniciales (valores de sus variables de estado en un momento temporal determinado), un proceso aleatorio no admite tal compresión de la información en una ley general, y la única posibilidad de describirlo es representar todos sus estados o, como mucho, intentar ajustar dichos estados mediante una ley estadística. Por su parte, los sistemas caóticos aunque sean deterministas no permiten la predicción porque trayectorias que surgen juntas divergen rápidamente borrando el recuerdo de dicho inicio común. En estos casos se separa el determinismo de las ecuaciones que expresa la necesidad de las matemáticas y la predictibilidad que es algo físico dependiente de las limitaciones asociadas con nuestra finitud humana. En los sistemas caóticos pequeñas diferencias iniciales se amplifican con el tiempo y dan lugar a diferencias macroscópicas. En este artículo se hace una revisión teórica de los nuevos conocimientos y autores que investigan e identifican los conceptos emergentes para avanzar en el área de la investigación y educación. La problemática de la praxis del docente al pasar por momentos de ruptura paradigmática es objeto de reflexión; en este sentido, se hace necesario abrir nuevos horizontes hacia dimensiones pedagógicas innovadoras que asumidas responsablemente encaminen el desarrollo de las potencialidades humanas para la transformación y desarrollo local, regional y nacional. Es así que, la motivación que conduce el presente trabajo, obedece a factores relacionados a un tema de interés, unido a un intención académica y a la vivencia diaria en la cual los valores afectan a comportamientos y actitudes de los estudiantes. Es por ello, que las reflexiones de orden epistemológico deben estar orientadas a vislumbrar posibles decisiones en la praxis del docente relacionada con la formulación de las siguientes interrogantes: La primera ¿Cómo se supera la posición analítica y ordenada de la educación actual a través de la teoría del caos? La segunda ¿Cómo reconciliamos las ciencias sociales con las ciencias naturales usando la Teoría del Caos? Contexto Las rupturas paradigmáticas Las nuevas exigencias de la sociedad, las rupturas paradigmáticas, los continuos avances tecnológicos en los ámbitos de la información, la comunicación, las discusiones en la que participan científicos e intelectuales sobre la necesidad de redimensionar la concepción del pensamiento y la generación del conocimiento y el nuevo paradigma educativo caracterizado por el aprendizaje significativo centrado en el estudiante plantean una transformación que conduce a la revisión de la praxis pedagógica del docente enmarcada hasta ahora en moldes rígidos y conductistas y a la resignificación de aspectos tradicionales de la didáctica donde afloran interrogantes como: en qué consiste el acto de aprender, cómo se debe aprender y qué es lo que debe ser aprendido en un mundo donde el orden, el desorden, la complejidad y la entropía son escenarios de fundamentación para entender a la educación, al estudiante y a los procesos propios del aprendizaje. Por otro lado, el fenómeno de la globalización, como bien lo señala Leal (2005) ha hecho que la sociedad actual se sumerja en una crisis paradigmática donde el acceso al conocimiento se da en forma acelerada, caracterizada por la búsqueda del saber y por la comprensión del ser. Es así, que se observa cómo el mundo está cambiando. Existen nuevos retos. La educación en general y el docente y los estudiantes, en particular, forman parte de ellos. Se ha reabierto la discusión sobre la necesidad de reformar el pensamiento y el conocimiento, Aunque los viejos esquemas en el que los estudiantes asisten a clases a aprender de sus profesores lo que presumiblemente saben; pero ellos, los estudiantes, no, todavía persisten. Afortunadamente, ya se está caminando por el sendero donde la educación ya no se ve como un producto sino como un proceso orientado a buscar lo desconocido. Un nuevo camino El nuevo paradigma conduce al proceso educativo a alejarse del tratamiento exclusivo de lo que es bien conocido para acercarlo a lo desconocido desde la óptica de la construcción social del conocimiento y de la dimensión de la Teoría del Caos, desde la cual se ve la realidad que nos rodea interconectada y llena de lazos de retroalimentación, donde cada elemento actúa para modificar el comportamiento del medio que lo envuelve, pero no en forma independiente, sino obedeciendo a un comportamiento integrado por el conjunto. Esto implica interpretar la realidad desde un cambio paradigmático que conduzca a la ruptura epistemológica absolutista. En la actualidad, el docente se enfrenta, por un lado, con un paradigma de tradición científica positivista con una metodología fragmentada, rígida, fiable, predictiva, objetiva y unidireccional, es decir, conductista y cuantitativa. Por otro lado, un paradigma postpositivista del orden fenomenológico, hermenéutico y socio critico, entre otros, con una metodología interpretativa, no fragmentada, de comprensión, subjetiva denominada modalidad cualitativa. Ésta acepta la situación de estudio tal como sucede y ve al ser humano, como sujeto producto de los estados mentales propios de él y de los acontecimientos de su vida personal en combinación con un sistema de ideas, sentimientos y costumbres del grupo del cual forma parte. Desde esta óptica, al hombre se comprende como sujeto de un todo y no de una fragmentación, perteneciente a un mundo caótico, impredecible y multidimensional, en el que se logra poner cierto orden en el caos y proyectar un determinado nivel de saber práctico de las acciones. Sin embargo, en esta época de cambio, de transformación, de redimensionamiento y hasta de resignificación de la educación, la sociedad pretende que cambien los profesores. En opinión de Hasley (citado por Hargreaves, 1998:31), la educación en general y la escuela en particular es “la papelera de la sociedad”, “receptáculos políticos en los que se deposita sin ceremonia alguna lo no resuelto de la sociedad y los problemas insolubles. Pocas personas desean hacer algo respecto a la economía, pero todo el mundo –políticos, medios de comunicación y público en general- quieren hacer algo con la educación.” Es así, que se observa que la educación siempre está en el ojo del huracán y junto a ella, el docente que lleva a su lado al estudiante. La modernidad y la postmodernidad Hoy día, el docente se debate en una lucha sin tregua al ser, si se quiere, víctima de la transición de lo moderno a lo postmoderno, de lo objetivo a lo subjetivo, del orden al desorden pero de manera radical y por separado. Es el aceptar lo uno u lo otro. A veces con un doble discurso, consciente o inconsciente, ya que, comprender a la sociedad contemporánea supone dar una mirada intensa y profunda que observe al mundo más allá de su dimensión histórica, espacial y temporal desde una visión social y de reconciliación entre lo social y la verdad científica. Es ver la vida desde adentro y sentir desde la vida de la cotidianidad. Al respecto, Galindo (1999) interpreta la realidad como “las miradas que observan a los mundos contemporáneos son muy diversas, las formas que las agrupan son parte del ejercicio de la mirada que mira las miradas.” (p.9), lo que quiere decir que, el docente se encuentra ante una diversidad de opciones que lo conducen a una reflexión creativa, permanente, intensa, estética, lúdica, social y caótica. Modelo Analítico Fin de la historia En estos momentos de crisis paradigmática expresado por Vattimo (1992) como el “fin de la historia”, lo que para el investigador implica la ruptura con todo aquello que se había establecido como la forma universal en el que la sociedad en general, y la educación en particular debían ajustarse, en el que el orden es el lugar desde donde se piensa y desde donde reina la racionalidad, se hace necesario buscar nuevas epistemes, nuevos horizontes que conduzcan al análisis que logre una narrativa pedagógica más acorde con la realidad socio-educativa de una sociedad impregnada de orden y desorden. Aunque paradójicamente, el docente, no deja aún de lado lo que ya tiene, aunque eso signifique explicarse el mundo desde una visión newtoniana, determinista, con una orientación positivista lo cual conlleva a un conflicto en el que se debaten muchos docentes. Martínez (2000) afirma que, “la historia de la humanidad podría considerarse como una serie de esfuerzos por comprender el mundo.” (p.13). Y por último presentar la visión de que es posible la reconciliación de las ciencias sociales y las naturales para trabajar conjuntamente donde lejos de excluirse una de la otra se complementen desde la dimensión del caos. Todos los que participan en la dinámica del proceso educativo tienen un objetivo, el de educar, cualquiera que sea el nivel; pero no debe verse como si el proceso se realizara a lo largo de los años, en forma lineal y en etapas determinadas. La educación ya no puede ser concebida como algo lineal, que tiene un inicio y un final de manera unidireccional. Hoy día, se debe tener presente que el sujeto es complejo que es parte activa de una sociedad también compleja. Al respecto, Morín nos recuerda que el ser humano es a la vez físico, biológico, psíquico, cultural, social e histórico, (Morin, 1999).es decir, la educación debe irradiar la condición humana que sitúa al ser humano, en este caso, al estudiante en un universo que ha dejado de ser perfecto, eterno y ordenado por uno donde reina lo complejo, es decir, “cohabita” con el caos. Esquemas rígidos Frente a esquemas rígidos y estereotipados en la educación, el articulo presenta otra mirada de desarrollar al estudiante de manera íntegra en sus diversas dimensiones, con todos sus talentos y facultades, pues entre los teóricos consultados hay un acuerdo implícito y explicito que ve a la educación en su sentido más amplio y el recurso para encontrar dentro del caos la solución a los problemas que aquejan a la educación y en el que están envueltos. La problemática de la praxis del docente al pasar por momentos de ruptura paradigmática es objeto de reflexión; en este sentido, se hace necesario abrir nuevos horizontes hacia dimensiones pedagógicas innovadoras que asumidas responsablemente encaminen el desarrollo de las potencialidades humanas para la transformación y desarrollo local, regional y nacional. Es así que, la motivación que conduce el presente artículo, obedece a factores relacionados a un tema de interés, unido a una intención académica y a la vivencia diaria en la cual los valores afectan comportamientos y actitudes de los estudiantes. Es por ello, que las reflexiones de orden epistemológico están orientadas a vislumbrar posibles decisiones en la praxis docente relacionada con la formulación de las siguientes interrogantes: La primera ¿Cómo se supera la posición analítica y ordenada de la educación actual a través de la teoría del caos? La segunda ¿Cómo reconciliamos las ciencias sociales con las ciencias naturales usando la teoría del caos? La ciencia contemporánea comienza a develar los secretos Hay un pensamiento que dice que “La filosofía sin la ciencia es estéril y la ciencia sin la filosofía es ciega”. La ciencia es una invención humana llena de imperfecciones y complejidades, ya que el hombre mismo es imperfecto y de una complejidad extraordinaria. Se podría afirmar que, la historia de la humanidad descansa sobre una complejidad organizada que ha tratado de explicar el mundo, sus fenómenos y hasta al mismo hombre, primero desde una orientación positivista, apoyada en la teoría de la causalidad y del determinismo que en su momento fue de gran aporte y luego, debido a ese espíritu incansable de búsqueda, del ser humano, lo ha guiado a incursionar dentro de otros horizontes, quién sabe más abiertos. Estos primeros cimientos de la humanidad descansan en una teoría cuyos términos fundamentales debían representar entidades ‘concretas’, ‘tangibles’, ‘mensurables’ y ‘verificables’ (Principio de verificación), que conducirían a descubrir leyes. Lo observable tenía que ser visto en todo momento para ser refutado y replicado, para Galindo (op) esto significa que el que “indaga necesita darse cuenta de lo que está haciendo todo el tiempo, lo logre o no.” (p.10). La Fisca Clásica y la Fisca Cuántica Desde el S. XVII hasta finales del siglo XX, el pensamiento científico estuvo dominado por el modelo mecanicista de Newton (1Mecánica Clásica). De acuerdo a este modelo es posible dar respuestas a todas las preguntas y el observador es independiente de lo observado. Hasta mediados del S. XX, el hombre continuaba buscando esa verdad absoluta, ese conocimiento objetivo, ese determinismo de los fenómenos. Laplace, físico francés, (1749-1827) llegó a afirmar que si le daban la posición, la velocidad y las fuerzas que están actuando sobre las partículas del universo, él podría decir el estado del universo, dentro de un mes. Sus palabras reflejan un determinismo extremo, consecuencia de la credibilidad en la realidad aportada por la Mecánica Clásica del momento. Esta concepción miraba hacia afuera, veía al objeto independiente del sujeto, el observador y lo observado estaban separados, aparentemente uno no influía sobre el otro. La física fue el modelo a seguir para poder encontrar una respuesta, ya que todo tenía un porqué, una razón de ser. Dicha ciencia era la que había alcanzado un grado mucho más elevado de desarrollo que ninguna otra, se ganó un estatus porque aparentemente tuvo más éxito que otras en la solución de problemas (Martínez, 2002). Pero el hombre nunca está satisfecho y lo podemos ver en un poema anónimo (citado en Fromkim y Rodman, 1978: 172), que lo describe de esta manera: As a rule, man is a fool; When it´s hot, he wants it cool; When it´s cool, he wants it hot; Always wanting what is not. La observación del mundo atómico, Modelo Organicista (2Mecánica Cuántica) caracterizado por la descripción del comportamiento de sistemas físicos a partir del mundo atómico y subatómico, ha llevado a muchos científicos a cuestionar sus propias ideas positivistas y, a darse cuenta, de que la verdad es relativa, no tiene un dueño único, nos pertenece a todos; el tiempo y el espacio, como lo afirma Einstein (1905), no son absolutos, sino relativos; el observador afecta y cambia la realidad que estudia (principio de indeterminación o incertidumbre de 2Heisenberg). Einstein relativiza los conceptos de espacio y tiempo al afirmar que dependen del observador. Una nueva visión del mundo Hemos entrado en una etapa post-positivista, donde la intersubjetividad juega un papel importante. El ser humano ha comenzado a ver hacia adentro y a relacionar tanto lo externo con lo interno y viceversa. Además observamos, la integración de muchos estudios, lo que se pone en evidencia en el establecimiento de nuevas ciencias como, la biotecnología, la neurobiología, la disciplina de la cognición; lo que conlleva más que a un trabajo multi e interdisciplinario a uno de tipo transdisciplinario (paradigma sintético) (Ferreiro, 20 Ç+ 03:15). Por tanto, la nueva visión post-positivista, como bien lo señala Henry Margenau, Premio Nóbel de Física, “... la ciencia del siglo XX, es una aventura humana, preñada de desafíos e ideas, esperanzas y frustraciones, y sus conceptos trascienden en sumo grado el dominio de los hechos mensurables.” (1969, Citado por Martínez, 2002:34). Sección Empírica Los secretos de la irregularidad de la naturaleza o el Iceberg de la irregularidad Hoy día, La ciencia contemporánea está redescubriendo a la naturaleza que dentro de sus patrones regulares que brindan respuestas supuestamente exactas y contundentes a todas las preguntas excitantes, también tiene comportamientos irregulares que se asocian con situaciones complejas, impredecibles, erráticas, aleatorias y con un alto grado de desorden, lo cual se conoce como caos. En el campo de las matemáticas, el caos se usa para describir situaciones cuyo comportamiento carece de cierta regularidad en el tiempo y a la vez es muy sensible a las condiciones iniciales, decir, bajo un comportamiento caótico, basta pequeños cambios en las condiciones que se tienen al inicio, para que la evolución del fenómeno estudiado y los resultados finales se modifiquen drásticamente (Arteaga, 2015). La rama de las matemáticas que se encarga del estudio del comportamiento caótico se denomina Teoría del Caos, que llamaremos en este artículo como TC. La Teoría del Caos Para comprender lo que puede ser un comportamiento caótico, imaginemos una pelota que se deja rodar desde una cima por una superficie larga, inclinada e irregular. Si se le pidiera a una persona que dejara rodar la pelota desde el mismo lugar, resultaría que en cada caso la trayectoria descrita por la pelota cuesta abajo sería diferente. No importa que se trate de lanzar la pelota desde la misma posición inicial, siempre se cometerá un pequeño error, mismo que resultará en una trayectoria distinta en cada ocasión. A lo mejor, al inicio, el movimiento sea parecido, pero a la larga, las trayectorias se separan cada vez más entre sí, haciendo imposible saber el punto exacto en el que caerá la pelota. Pero el caos, no es azar y si que posee cierto orden que depende en parte de la complejidad tanto de las fuerzas internas a las que están sometidos los cuerpos u organismos, así como de las fuerzas con las que los cuerpos interaccionan entre sí. La Teoría del Caos ha permitido identificar las condiciones bajo las cuales se presenta el comportamiento caótico, clasificarlo y comprender “las reglas” que se hallan debajo del aparente desorden que se observa durante este comportamiento que muestra ciertos patrones y características comunes entre sí. Hoy por hoy, la TC como paradigma emergente hace presencia en disciplinas tales como la física, la química, la biología, la ingeniería, la medicina, la ecología, la computación y las ciencias sociales. Por ejemplo, se emplea en la investigación del comportamiento de circuitos eléctricos, del cerebro, láseres, crecimiento poblacional, fluidos, clima, oscilaciones mecánicas, sistemas ópticos, células nerviosas, órbitas de cuerpos celestes, el corazón, tráfico vehicular, en el estudio de problemas relacionados con la sociología, como el comportamiento colectivo de poblaciones, en la economía, el mercado de valores, en las ciencias políticas, la evolución de las tendencias en opiniones públicas, en educación, la violencia escolar, la administración escolar. En fin, el caos está en todas partes, el punto está en reconocerlo. Otro ejemplo de un comportamiento del caos, es el efecto mariposa. Imaginemos un jardín como expresión del orden perfecto de la naturaleza, en medio de esa perfección, una mariposa posada sobre la hoja de una rama de un árbol. De repente, la mariposa alza su vuelo de manera irregular e impredecible, Ese aleteo azaroso podría convertirse en una perturbación natural, generar pequeñísimas modificaciones en el aire y en las condiciones meteorológicas, que desencadenarían consecuencias catastróficas. Ibáñez, en su libro “Las teorías del caos, la complejidad y los sistemas. Impactos educativos y aplicaciones en ciencias sociales” (Homosapiens Ediciones, 2008), proyecta la TC a los sistemas educativos y señala que “la pedagogía del caos supone que el aula es un ámbito donde se generan situaciones inestables e irreversibles, donde los factores aleatorios y azarosos tienen un papel muy determinante en la evolución del curso de las conductas dentro de un aulas”. Enfatiza el experto que “Las más mínimas perturbaciones en un sistema áulico, que es inestable por naturaleza, generan consecuencias enormes que no se pueden prever”.(Ibáñez, 2009). Los paradigmas tradicionales en el que se fundamenta aún la educación hoy en día, ve el sistema educativo como un sistema ordenado, regular y estable que legitimiza la norma y la estandarización. En tal sentido, Ibáñez señala que “desde estos parámetros el sistema va a tratar de anular las diferencias dentro del aula” y es desde la dimensión de la pedagogía del caos, que se postula las diferencias y supone que el aula es un sistema desordenado, irregular e inestable en el que se generar perturbaciones que no deben anularse, sino que deben ser aprovechadas para que de ese desorden aparente emerja un orden. (Ibáñez, o,c). La crisis de interpretación Por otro lado, las teorías de la complejidad intentan superar ese principio analítico y ordenado de la ciencia, al respecto Cañellas (2002) señala que tras la modernidad se ha evidenciado una crisis de interpretación que se presenta de manera más profunda en las ciencias sociales, ya que éstas “pretenden explicar y dar razón de los cambios sociales producidos por la exposición de las tecnologías que han hecho de la sociedad un lugar fenomenológico absolutamente diferente mediante metodologías del siglo XIX.” (p.237). El problema radica que se pretende dar cuenta desde una narrativa establecida por el orden entendiendo como certidumbre. Rosany (citado por Cañellas, 2002) afirma que: Nuestro razonamiento frente a la complejidad sigue siendo analítico y nuestra imagen del mundo disciplinaria…seguimos extrapolando de forma lineal los datos del pasado, cuando los desarrollos que estamos viviendo no son lineales, son exponenciales, constante aceleración. (1996,p.25) En otras palabras seguimos usando formas de otros tiempos con una visión estática, y lineal para una época dinámica y no lineal. Cañellas plantea que la educación precisa capacidad para enfrentarse a realidades complejas y que se necesita, formas nuevas de pensar la educación en un mundo asimismo nuevo que no tiene que ver con la modernidad. En opinión del experto “hoy conocer es reconocer la complejidad de las cosas, por lo que cuando mayor es la complejidad más alto es el nivel de de desorden y de incertidumbre.” (p.239). Prigogine (1997 citado por Cañellas 2002 ) señala al respecto que la complejidad nace de interacciones muy sencillas y simples y el desorden de la incertidumbre funcional de tales interacciones.” (p.239). Por tanto, a mayor complejidad se acrecientan los niveles de incertidumbre. La complejidad y la Teoría del Caos . La complejidad a la que se hace referencia es el contexto natural de la Teoría del Caos la cual supone aceptar el desorden, la innovación y el movimientos como aspectos propios de una situación caótica y se presenta, en opinión de Cañellas como fundamento para la educación al aportar un cambio de paradigma en referencia al concepto de ciencia. Por ejemplo, a nivel biológico nuestro cerebro es, una compleja red de relaciones entre neuronas, creadas y mantenidas mediante procesos electro-químicos, generando una característica llamada neuroplasticidad: la capacidad de nuestro cerebro de moldearse a sí mismo de manera permanente a lo largo de la vida. El aprendizaje, en su sentido más fundamental, es la formación de nuevas conexiones neuronales, lo que constituye un escenario para replantear algunos supuestos sobre el aprendizaje. Es así que la TC se distingue por estudiar sistemas dinámicos no lineales, sistemas de los cuales no tenemos mayor información, sistemas de inestabilidad permanentes y sistemas sensibles a los cambios. Además, intenta entender la no linealidad del cerebro y el lado irregular y desajustado y erradtico de la naturaleza. Sus conceptos fundamentales son: las estructuras dispativas, bifurcaciones, atractores y fractales. La TC permite conocer la realidad de la educación, fenómeno altamente complejo, no lineal con diferencias significativas en su punto de partida (la diversidad genética y social, biológica, psicológica, cultual que existen el aula), de una estructuración continua, dinámica y por ende caótica. La TC aporta un nexo entre la teoría y la práctica y no plantea diferencias entre la naturaleza y lo social lo que conlleva a la reconciliación de las ciencias de la naturaleza y las ciencias sociales.. Valores epistémicos En aras de buscar acercamiento o aproximación a una estrategia compleja con el caos se plantean estas acciones: (a) Conocer para hacer; es decir, combinar los conocimientos teóricos con los de acción. (b) Conocer para innovar; o lo que es igual, conocer para crear nuevos conocimientos, más allá del saber técnico-aplicacionista. (c) Conocer para repensar lo conocido o pensado; es decir, epistemologizar el conocimiento, poner a prueba las categorías conceptuales con las que el científico o el tecnólogo trabajan para hacer inteligible o manipulable la realidad que se desea estudiar o sobre la que se desea intervenir. Algunas metodologías de aprendizaje en la complejidad de la Teoría del Caos (Cañellas, 2005) La Teoría del Caos puede aportar una metodología caótica que ayude en una situación caótica a construir el conocimiento que permitirá por un lado conectar la práctica con el estudiante y por la otra, la situación educativa con la teoría. Para Cañellas (2005), una situación caótica (compleja) en el mundo de la educación supone que “el estudiante debe aprender a través de un enmarañado número de posibilidades, actividades, lecturas, ejercicios que le son presentados .sin orden alguno, pero a partir de los cuales, debe ir seleccionando las informaciones e ir construyendo su conocimiento de acuerdo con los objetivos que se le hayan planteado. (p.1332). Es como caminar por un laberinto, el estudiante es el dueño del camino que recorre que le conduce al objetivo deseado. Así pues, podemos citar los siguientes tipos de aprendizaje: • Aprendizaje en laberinto(Attali, 1998): consiste en involucrar al estudiante en una situación no clarificada ni simplificada, es decir, una situación desestructurada y compleja que el mismo con su esfuerzo y los recursos pertinentes sea capaz de clarificar lo propuesto. • Aprendizaje interpretativo (Davis y Sumara, 1997): Es una adaptación de la teoría del caos que debe incidir en la transformación del currículo. Implica que sea el estudiante quien interprete que es lo que debe aprender a través de actividades, lecturas, ejercicios, consultas que le son presentados sin orden alguno, que debe ir seleccionando la información e ir construyendo su conocimiento de acuerdo con los objetivos que se le hayan planteado. • La autogestión educativa (Colom, 2000): parte de la idea de que el orden lo deben establecer los estudiantes sin intervención del docente. • La educación ambiental: presenta al estudiante problemas complejos entrelazados, centrados en ecosistemas. La educación ambiental enseña una visión sistémica del mundo en orden a elementos en interrelación. • La creatividad: La creatividad es el lado errático de la razón, es la variable azarosa de la mente, se manifiesta libre y espontánea. • El hipertexto: presupone una situación caótica, desordenada, sin lógica lineal propia del libro, por lo que, es el estudiante quien a través de la simultaneidad y la interconectividad deberá buscar y encontrar las informaciones que requiere. La Teoría del Caos reconcilia las ciencias naturales y las ciencias sociales Parece ser que por fin se ha llegado a un consenso a una reconciliación de las ciencias naturales y las ciencias sociales y la mediadora es la Teoría del Caos. A través de ella se ha dado una transferencia de una gama de términos, principios y leyes explicativas que vienen siendo empleados por los nuevos modelos científicos derivados de la teoría del caos, la teoría de catástrofes, la geometría fractal, la teoría de la autopoiesis, la teoría de la auto-organización y la teoría de las estructuras disipativas. (Romero, 2014) Conclusiones La Teoría del Caos permite una aproximación a la comprensión de la realidad desordenada, dinámica, cambiante compleja, contingente e incierta. La TC puede ser una alternativa para abordar la complejidad de los fenómenos sociales propios de la sociedad actual influenciada por las tecnologías de la comunicación y de la información cuya tarea podría ser generar modelos comprensivos e interpretativos de los social y de lo educativo. La gran aportación de la Teoría el Caos como modelo para comprender la complejidad de la naturaleza, del ser humano y de las ciencias en general es la crítica a la razón lineal, estricta y ordenada de ver el mundo y que hasta ahora sigue apoderada del mundo de la educación. De igual forma, la Teoría del Caos, supone un apoyo epistemológico para la educación al adaptar el conocimiento pedagógico a la realidad social actual en tanto que la realidad se torna compleja. Permite una aproximación de las ciencias sociales y las ciencias naturales en proceso caracterizado por la flexibilidad, la complejidad, el desorden con un sentido abierto e impredecible que se dan en los procesos formativos. Por tanto, el enfoque caótico de la educación propicia, en opinión de Cañellas (2005). un modelo teórico y una plataforma práctica que indica el camino a seguir, ya que la sociedad actual es cada vez más compleja, global, cambiante, en constante transformación, abierta y contingente; aunque, todavía hay vestigios de estructuras metodológicas del siglo XIX y XX. La Teoría del caos y el Paradigma de la Complejidad son modelos científicos transdisciplinarios que están al servicio de áreas científicas, tanto sociales como de las ciencias naturales, por ejemplo: la Física, la Química, la Neurofisiología, la Biología y la Medicina, el Derecho, la Sociología, la Economía y la Pedagogía con la finalidad de acercarse a su objeto de estudio. En el área de la informática, se han creado softwares con una metodología basada en el análisis de sistemas: Modelización y Simulación que permiten descubrir posibles comportamientos adecuados, tal es el caso del programa Chaos Data Analyzer Profesional o el de Rius Lozano, M. et al (2002) y su equipo de investigación, aplican la Teoría del Caos y el Análisis Sistémico (Paradigma de la Complejidad o Paradigma Sistémico) como metodología de análisis (conceptual y estadístico) para analizar la influencia del sistema educativo y de un programa de educación para la salud diseñado por los investigadores en el comportamiento respecto a la salud de jóvenes escolares de segundo ciclo de Secundaria. (Romero, 2014) Frente a la visión analítica, mecanicista y positivista de la ciencia clásica, cuyo objetivo era observar y explicar una sola dimensión de la realidad biofísica, psíquica o social–, la nueva ciencia emergente representada por el Paradigma de la Complejidad plantea una visión con características de unificación de la naturaleza y la sociedad, donde no hay espacio para una visión reductora, para lograrla a partir de la integración de todos los elementos y dimensiones que constituyen la realidad un objeto a analizar. Esta nueva forma de pensar y hacer ciencia desde la Complejidad y el Caos implica, para Núñez Cubero, L. y Romero Pérez, C (2003) (citado por Romero, 2014, p.8)) entre otras, las siguientes características definitorias. (Romero, 2014) • Analizar la complejidad o, lo que es igual, indagar las relaciones dinámicas del todo con las partes y las relaciones dinámicas entre azar (indeterminado) y necesidad (determinado, probabilístico).Analizar lo caótico, es decir, el comportamiento impredecible del sistema pero que responde, no obstante, a un orden subyacente. No debe olvidarse que caos no es desorden, sino aparente desorden manifiesto que, sin embargo, responde a un orden latente • Descubrir los atractores o focos activos de los sistemas, sean físicos o sociales, las fluctuaciones, la fractalidad, la coevolución de distintos sistemas, etc. son entre otros, dimensiones de la realidad que es posible conocer mediante esta teoría y este nuevo Paradigma Científico La Teoría del Caos nos aproxima a una nueva forma de ver, pensar, comprender e interpretar la realidad para ver al ser humano con la mirada del mundo interior y del mundo exterior en una simbiosis compleja (García y García, 2015). Si la ciencia mecanicista aspiraba al conocimiento de lo universal. Los paradigmas de la Teoría del Caos y de la Complejidad busca el conocimiento de la diversidad y lo particular. Por tanto, como afirma Romero (2014), “Frente al monismo científico de la ciencia paradigmática –Ciencia analítico-mecanicista–, el pluralismo metodológico del Paradigma de la Complejidad”. Pero aún debemos preparar a los docentes para esta tarea, nos queda enfrentar ese reto para aplicar la complejidad y la pedagógica caótica en la educación desde el primer nivel del sistema educativo. Dirección en Calaméo: http://www.calameo.com/books/004152288cae4a1cf8733 Referencias Consultadas Arteaga, J. (2015) Caos. [Documento en línea] disponible: http://www.sabermas.umich.mx/archivo/secciones-anteriores/la-ciencia-en-pocaspalabras/66-numero-8/131-caos.html Colom, A. (2002). La Educación En El Contexto De La Complejidad La Teoría Del Caos Como Paradigma Educativo. ).[Documento en línea] disponible: https://books.google.co.ve/books Colom, A. (2005). Teoría del Caos y Práctica Educativa. ).[Documento en línea] disponible: http://www.mecd.gob.es/dctm/revista-de-educacion/articulos Ferreiro, G. (2003) Estrategias Didácticas del Aprendizaje Cooperativo-El constructismo social: una nueva forma de enseñar y aprender. México: Trillas. Fromkin, V. and Rodman, R. (1978). An Introduction to Language. (2nd ed.). New York: Holt, Rinehart and Winston. Galindo, J. (1998). Técnicas de investigación en sociedad, cultura y comunicación. México: Pearson Educación Latinoamericana. Hargreaves, A. (1998). Profesorado, cultura y postmodernidad (Cambian los tiempor, cambia el profesorado).[Documento en línea] disponible: https://books.google.es/books Leal, J. (2011).La autonomía del sujeto investigador y la metodología de la investigación. (3ra Ed). Ibáñez E. 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