2 Indice 3 Introducción 5 TURQUÍA 6 Pilaf de Bulgur 10 Muhammara 12 Sopa de Lentejas Rojas 14 Kisir a la Ayse 16 Kumpir 18 GRECIA 20 Ensalada Cretense 24 Tzaziki 26 Ensalada Griega 28 Gyros Vegetariano 30 Yaourtopitta 32 Feta Saganaki 34 ITALIA 36 Melanzzane Parmigiana 40 Granita de Limón 42 Pasta alla Norma 44 CremaAmalfitana 46 Risotto a la Milanesa 48 Cannoli Siciliano 50 Cantucci de Almendras 52 Ribollita 54 Tortellini de Ricotta con Espinacas 56 Agradecimientos 59 3 A Alejandro Ciampi Nannuci, quien inspiró este viaje y mi pasión por la cocina. 4 Introducción La cocina y los viajes comparten, al menos en mi caso, un factor común: la curiosidad. Me enfrento a un sartén de la misma forma en la que me bajo de un avión, un bus o un tren, donde las posibilidades de descubrir formas y detalles son siempre infinitas, y las posibilidades de éxito o fracaso nunca podrían establecerse de manera demasiado absoluta. Viajetario, este libro, nació de esa curiosidad, la misma que motivó hace ya algunos años la primera entrada en Vegetario, el blog de recetas. Mochila al hombro, desarmé mi pieza en Londres donde viví por un año y me embarqué en dos meses de viaje por Turquía, Grecia e Italia, antes de volver a Chile. No sé si por ignorancia o ingenuidad, un feta frito y el Partenón me causaron el mismo asombro. Encontrarme un trozo de pan remojado en la base de una ensalada o una sopa tuvo igual grado de admiración por la genialidad humana que se suele plasmar en postales, cuadros y libros. Y así como hay iglesias convertidas en mezquitas y templos que han pasado por todos los credos, hay platos y recetas que no se explican sin intercambios culturales y migraciones que nos hablan de nuestra historia tanto como los lugares y los edificios. En este libro hay veinte recetas recolectadas durante este viaje. Es un intento de relatar experiencias, de atesorarlas y compartirlas. Así como quien cuelga en la pared o pone de fondo de pantalla la foto que más le gustó del viaje, he aquí una invitación al relato y las imágenes a través de las recetas y las ollas de esta parte del planeta. 5 6 TURQUÍA Pilaf de Bulgur Muhammara Sopa de Lentejas Rojas Kisir a la Ayse Kumpir 7 05:00 hrs: Comienzan las oraciones en las mezquitas. Resuenan en la ciudad que ya se levanta. En casa, todos aún duermen. Cuando nos levantamos, vamos a un típico desayuno de domingo: té, queso, aceitunas, huevos duros, tomates, simit (un pan de rosca y sésamo delicioso) y pasta de morrones, todo servido sobre un mantel blanco, en el parque, aprovechando la mañana del verano. Las protestas de Taksim en 2013 comenzaron precisamente cuando se amenazó con construir un centro comercial en otro parque, en el centro de Estambul. 8 17:00 hrs: tomamos una taza de té en el barrio cultural, cerca de Kadikoy, aún en el lado asiático de la ciudad. Refresca, aunque suene increíble, en el calor de la tarde. Hacemos una parada frente a unas escaleras. Todos los peldaños están pintados de diferentes colores. Se trata de un tipo de manifestación pacífica, nos explican. Bancadas ciudadanas hacen ese tipo de intervenciones en la ciudad a propósito de las últimas movilizaciones que, dicho sea de paso, suman ya una serie de consignas. 21:00 hrs: Nos vamos de pic-nic, de noche, sentadas frente al mar y mirando el otro lado de la ciudad, comiendo Kisir por primera vez acompañado de más té. Al día siguiente nos espera pasear por la mezquita azul y Hagia Sofia, luego el gran bazar, el mercado de especies y más. Turquía se mostró entonces como el comienzo de este viaje y de tantos otros intercambios e historias a lo largo de los siglos; fue el descubrimiento de ciudades impensadas, de una cultura culinaria magnífica y de una expresión profunda por el entendimiento, la diversidad y la paz. 9 Pilaf de Bulgur (6 porciones) 4 cdas de aceite de oliva 2 cebollas medianas, picadas finamente 3 ají verde, picados 4 tomates maduros, picados en cubitos Calienta el aceite de oliva en una olla y, una vez caliente agrega la cebolla. Cocínala por 5 minutos. Agrega el ají verde, y cocina por 5 minutos más, revolviendo de vez en cuando. Agrega los tomates y revuelve. Baja el fuego y cocina por 15 minuto. Agrega luego el bulgur, y el agua hirviendo, revuelve un poco, solo para integrar, tápalo y deja 10 2 tazas de bulgur 4 tazas de agua hirviendo Sal Pimienta negra, recién molida que todo se cocine por 20 a 30 minutos. Una vez listo, cuando el bulgur está cocido y blando, pero aún se conservan los granitos enteros, retira del fuego, aliña con sal y pimienta negra recién molida a gusto, y sirve de inmediato. Puedes acompañarlo con guisos de verdura o de acompañamiento, tal como un arroz. Muhammara Pasta de Pimentón Rojo 1 pimentón rojo grande 1/4 de cebolla blanca 1/3 taza de aceite de oliva 1 cda de comino entero 1 cda de ají rojo seco 1 diente de ajo Asa el pimentón en un tostador, dándo vuelta cada cierto tiempo para que se ase uniformemente. La idea es que queden manchas quemadas en la piel para darle un gusto ahumado. También se puede asar en el horno. Una vez listo, pélalo y quítale el tallo, las venas y todas las semillas. Pon el pimentón asado en la procesadora, junto con la cebolla y el ajo, y procesa hasta obtener una pasta. Agrega el aceite de oliva y vuelve a procesar para integrar todo. Vierte la mezcla a un 2 cdas de triple concentrado de tomate 1/3 taza de pan rallado, previamente tostado en un sartén 1/3 taza de nueces, molidas Pimienta negra, recién molida Sal bol, y agrega luego, revolviendo, el comino, ají, concentrado de tomate, pan rallado y nueces. Luego aliña con sal y pimienta a gusto. Se sirve sobre pan fresco o pitas, con mantequilla. Puedes acompañarlo también con aceitunas verdes, queso feta o algún queso maduro, huevos duros y té, para tener un auténtico desayuno turco. Se guarda en un frasco de vidrio, cubierto por una tela de aceite de oliva, por una semana en el refrigerador. 13 Sopa de Lentejas Rojas 4 porciones En una olla, pon las lentejas rojas con el agua caliente a fuego medio. Corta la cebolla en cuartos, lo mismo la papa y agrégalas a la olla donde hierven las lentejas. Deja hervir por 30 minutos, hasta que las lentejas estén cocidas y blandas. Con la juguera o minipymer, licua la mezcla hasta obtener una sopa más bien espesa. Puede agregar más agua en caso que esté demasiado espesa. Vuelve a la olla y hierve la sopa por 5 a 10 minutos más. 2 tazas de lentejas rojas Aparte, en una paila o sartén pequeño, derrite la 8 tazas de caldo de verdura o agua caliente mantequilla hasta que deje de burbujear. Agrega 1 cebolla mediana el ají de color o paprika, justo después de cortar el 1 papa mediana fuego. Integra ambos, moviendo el sartén o paila. 2 cdas de mantequilla Sirve la sopa bien caliente, con un chorrito de la 1 cda de ají de color o paprika mantequilla con paprika y un cuarto de limón Un cuarto de limón, para servir para agregar al plato al momento de disfrutarla. 14 15 Kisir a la Ayse (10 porciones) 2 tazas de bulgur 1 cda de ají rojo seco 2 tomates maduros, picados en cubitos 1 cebolla mediana 2 cdas de menta seca Jugo de limón 2 dientes de ajo 3 cdas de triple concentrado de tomates Pimienta negra, recién molida 16 7 cebollines 1/2 paquete de perejil 1/2 paquete de eneldo fresco o 1 cda de eneldo seco 1/2 taza de aceite de oliva Hojas de menta fresca Hojas de lechuga para servir Sal Pon el bulgur en un bol grande y agrégale 2 tazas de agua recién hervida. Revuélvelo y de inmediato déjalo reposar tapado pues, debe hidratarse con el vapor. Pica la cebolla y el ajo finamente y luego, saltéalos en un poco de aceite de oliva hasta que la cebolla esté transparente. Agrega el salteado de cebolla y ajo, junto con el triple concentrado de tomates y todas las especies secas: pimienta, menta, ají y eneldo al bulgur. Mezcla todo con las manos, con cuidado, utilizando los dedos. Esto impedirá que el bulgur se transformé en un puré al tratar con más cuidado los granitos ya hidratados. Tapa nuevamente y deja reposar la mezcla. Mientras, pica los cebollines, perejil y eneldo fresco. Mezcla las hierbas recién picadas junto con el bulgur, nuevamente cuidando que no se haga puré. Agrega al final los tomates en cubitos y mezcla con cuidado. Aliña con sal, jugo de limón y abundante aceite de oliva. Agrega las hojas de menta fresca, picadas o enteras, para decorar. Sírvelo sobre hojas de lechuga, como un aperitivo o ensalada. 17 Kumpir (5 porciones) 5 papas, grandes 200 grs de queso mozzarella o mantecoso, rallado 5 cdas de mantequilla 400 grs de champiñones 200 grs de aceitunas verdes, deshuesadas y picadas 1 taza de repollo blanco, picado 1 taza de repollo morado, picado 1 taza de zanahoria, rallada 1 cebolla morada, cortada en pluma 1 1/2 taza de yogurt 2 cdas de mostaza 3 cdas de ciboulette, picado Calienta el horno a 220°. Envuelve cada papa en papel de aluminio y llévalas al horno por 1 hora y 20 minutos aproximadamente, o hasta que estén bien cocidas. Mientras, saltea los champiñones en un poco de aceite de oliva o mantequilla, como prefieres. Puedes aliñarlos de la forma que más te gusten. Deja aparte, en un plato. Mezcla el repollo blanco, el repollo morado, la zanahoria y la cebolla morada, con 1/2 taza de yogurt y la mostaza. Aliña con sal a gusto y un poco de aceite de oliva. Deja en un bol. Pon las aceitunas verdes también en un plato aparte. Mezcla el yogurt restante con el ciboulet. Déjalo en un plato aparte. 18 Cuando las papas estén listas y justo antes de servir, hazle a cada una, una incisión en el medio, sin llegar a partirla por la mitad. Con un tenedor, muele un poco de la papa por dentro de la incisión, como haciéndola puré desde el centro. Agrega un poco de queso y una cucharada de mantequilla por cada papa y sigue moliendo el centro de la misma con el tenedor, integrando el puré mientras el queso y la mantequilla se van fundiendo. La idea es que quede la papa molida por dentro, pero que aún conserve su forma y cáscara por fuera. Se rellena cada papa, antes de servir -o en la mesa cada persona, cual tacos- con los champiñones, la ensalada de repollo, aceitunas y salsa de yogurt. Se puede intentar con otros rellenos: kisir, maíz, otro tipo de aceitunas o salsas, entre otros. Es una comida típica de los mercados y calles en Turquía. GRECIA Ensalada Cretense Tzaziki Ensalada Griega Gyros Vegetariano Yaourtopitta Feta Saganaki Los días son un poco más felices cuando te levantas y al desayuno te espera un yogurt espeso, que invierte las leyes de la física y es capaz de sostener a una cuchara de pie, en vez de la cuchara sostenerlo a él. De ahí en más, nada puede salir mal. Son más felices también si, después de toda una mañana en la playa, te espera una taberna familiar griega donde, sin grandes pretensiones, todo queda resumido a una perfecta ecuación que combina la simpleza y lo exquisito casi por azar. Viviría ese día cien veces seguidas, sin hartarme un momento de ninguno de los detalles. En las noches, el mercado de la isla de Kos -al centro de la plaza, a un costado de una pequeña colina donde se erige la iglesia 22 ortodoxa con sus mosaicos dorados y azules- permanece abierto hasta tarde. Se puede caminar por sus callecitas como si el tiempo se hubiese detenido e Hipócrates aún dictara sus charlas de medicina en el árbol milenario que todavía, se supone, está ahí (o al menos, dicen los griegos, es un pariente lejano). En Grecia descubrí que la ensalada griega lleva pimentón verde, y que el queso feta se debió de haber expandido por el mundo tanto como el teorema de Pitágoras o la retórica aristotélica. Seríamos un mundo más feliz, dedicados más al disfrute y menos a la lógica, o mejor: aplicando la lógica del disfrute, que al parecer es el estilo de vida en el Peloponeso. La crisis, no le vengan con cuentos, es por culpa de otras vainas que nada tienen que ver con la buena vida. 23 Ensalada Cretense (3 porciones) 6 rebanadas de pan integral, idealmente de corteza dura 3 tomates maduros, picados en gajos 1/2 cebolla morada, picada en pluma 1/2 paquete de queso feta, desmigajado o 150 grs. de queso de cabra, desmigajado En el fondo de una fuente, coloca las rebanadas de pan integral. Puedes dejar algunas a los costados, para que queden visibles. Luego agrega los tomates en gajos, cubriendo la capa de pan. 24 150 grs. de aceitunas negras, picadas 1 atado de perejil, picado 3 cdas de alcaparras Aceite de oliva Chorrito de vinagre blanco Sal y pimienta Agrega luego la cebolla, el queso feta, las aceitunas, el perejil y las alcaparras. Aliña la ensalada con abundante aceite de oliva, vinagre, sal y pimienta a gusto. Revuelve con cuidado de no levantar la capa del fondo de pan, solo las verduras. El objetivo es que el pan del fondo se remoje con los aliños y jugos de la propia ensalada hasta el momento de servirla. Tzaziki Salsa de Pepino y Yogurt (5 a 6 porciones) 1 cda de aceite de oliva 1/4 cdita de pimienta 1 cda de vinagre de vino blanco 1 1/2 taza de yogurt 1 diente de ajo, picado finamente 1 1/4 cdita de sal 26 1 1/2 taza de crema ácida 1 1/2 pepino de ensalada 1 cdita de eneldo seco o 1 cda grande eneldo fresco Pela los pepinos y, antes de quitarles las semillas, corta 5 rodajas finas que servirán al final para decorar la salsa. Luego, para quitarle las semillas, corta cada pepino a lo largo y, con la ayuda de una cucharita, saca y descarta las pepas. Luego pica los pepinos en cuadritos pequeños. En un bol, mezcla el aceite de oliva, vinagre, ajo, sal y pimienta y revuelve hasta mezclar bien y disolver la sal y el ajo. En otro bol, mezcla el yogurt y la crema ácida. Combina ambas mezclas hasta que se integren bien. Agrega el pepino picado anteriormente y el eneldo, mezcla y llévalo al refrigerador por una hora. Antes de servir, decora la salsa con las rodajas de pepino que cortaste en un principio. Sírvelo con pitas tostados, o acompañando una ensalada o un “gyros” (ver página correspondiente). 27 Ensalada Griega (6 porciones) 1 lechuga costina 3 tomates maduros 1 cebolla morada 1 pimentón verde 1 pepino de ensalada 1 taza de aceitunas moradas 200 grs de queso feta (o de cabra) en cubos 1 cda de eneldo seco 1/2 taza de vinagre de manzana 1/2 taza de aceite de oliva Sal Lava la lechuga y, en el bol donde servirás la ensalada, haz una cama o base con las hojas. Pela y corta los tomates en gajos y ponlos sobre la cama de lechuga. Luego, pela el pepino, pártelo por la mitad a lo largo y, con una cucharita, retira todas las semillas. Pícalo y agrega al bol de la ensalada, sobre los tomates. Corta el pimentón en aros, sacándole las venas muy gruesas y las semillas. Agrégalo a la ensalada. Corta la cebolla morada en pluma, bien fina y agrégala a la ensalada. Agrega finalmente las aceitunas y el queso. En un recipiente, prepara el aliño mezclando el eneldo, con el vinagre, el aceite de oliva y la sal y bate fuerte para que todo se integre y quede como una salsa. Aliña la ensalada y revuelve solo al momento de servir. 29 Gyros Vegetariano (6 porciones) 9 zapallitos italianos pequeños, o 5 grandes, cortados en julianas, con cáscara 3 berenjenas medianas, en julianas, también con cáscara 1 pimentón rojo, cortado en julianas 1 pimentón verde, cortado en julianas Primero, calienta un poco de aceite de oliva en un wok a fuego alto. Saltea los zapallitos italianos, previamente cortados. La idea es que no se quemen, pero que se doren un poco, como si estuviesen asados al fuego más directo. Revuelve constantemente para impedir que se quemen y, una vez listos, esto es, tiernos pero aun conservando su forma y casi crujientes, aliña con sal a gusto. Una vez listos, retíralos del wok y haz el mismo proceso con las berenjenas. Estas sí deben quedar bien cocidas. Por último, saltea los pimentones de la misma manera. Júntalos todos en un bol o fuente. 30 1 cebolla morada, cortada en pluma 3 tomates grandes, cortados en gajos 2 tazas de lechuga picada (*opcional) 2 tazas de salsa tzaziki 6 pan pita, grandes Con las verduras ya salteadas y todo el resto de los ingredientes picados, ya puedes armar los gyros. En un pan pita abierto hasta la mitad, pon una base de lechuga y tomate. Luego agrega las verduras salteadas, la cebolla y el tzaziki. También puedes servirlos en una tortilla gruesa o al plato, con el pan a un costado para ir armándolos de a poco. El gyro es el sándwich o wrap tradicional de Grecia. El original es con carne asada en un asador vertical, y de ahí viene su nombre. Pero esta versión vegetariana es un buen sustituto de la versión original y bien vale como auténtica experiencia griega. Yaourtopitta Queque de Yogurt (10 porciones) ½ 1/2 taza de mantequilla sin sal 2/3 taza de miel 3 huevos 1 taza de yogurt 1 cda de ralladura de limón 1 cdita de canela 2 1/2 taza de harina blanca 2 cditas de bicarbonato Pizca de sal Almendras para decorar 1 cdita de esencia de vainilla Con una batidora, mezcla la mantequilla a temperatura ambiente junto con la miel. Agrega los huevos enteros y sigue batiendo hasta obtener una consistencia cremosa. Agrega luego el yogurt, ralladura de limón, vainilla, canela y mezcla bien. Agrega, con una cuchara de palo, la harina, bicarbonato y sal y mezcla bien todo, sin que queden grumos. Enciende el horno y precaliéntalo a 200°. Aceita o enmantequilla un molde rectangular grande. Vierte en el la mezcla ya preparada y decora la superficie con las almendras, sin presionarlas ni hundirlas. Lleva el queque al horno por 45 minutos o hasta que esté dorado y, al insertarle un mondadientes, éste salga limpio. Desmolda y sirve una vez frío. Puedes acompañarlo con un poco más de yogurt. Si es griego, tanto mejor. 33 Feta Saganaki Queso Feta Frito Mezcla la harina blanca con la pimienta sobre un plato plano. En una paila o sartén, calienta aceite de oliva. No es necesario calentar una cantidad como para freír el queso sumergido en el aceite. Basta una película de aceite que cubra la base de la paila o sartén. Con cuidado para que no se rompa -pues el queso feta tiende a desmigajarse- enharina por ambos lados el trozo de feta, como empanizándolo, en la mezcla de harina con pimienta. Ponlo en la paila con el aceite caliente, y fríe 4 por cuatro minutos aproximadamente o hasta que puedas ver el borde por abajo dorándose. Dalo vuelta y fríe el otro lado del Un trozo de aprox 200 grs. de queso feta 5 cdas de harina blanca 1 cda de pimienta negra, recién molida Aceite de oliva 34 mismo modo. La idea es que quede una capa dorada y más crujiente encima, y el queso se derrita por dentro, aunque no completamente. Sirve con pan pita, tzaziki o ensaladas, como parte de un aperitivo o entrada. Saganaki es el nombre de la paila o sartén donde fríen el queso en Grecia. Un implemento que cuenta con dos asas u orejas, tal como las pailas de huevo tradicionales en Chile. De ahí el nombre de la receta. 35 Italia Melanzzane Parmigiana Granita de Limón Pasta alla Norma Crema Amalfitana Risotto a la Milanesa Cantucci de Almendras Ribollita Tortellini de Ricotta con Espinacas Goethe decía que Italia no se entiende sin Sicilia, o al menos eso decía la cita que Luigi, nuestro anfitrión en Palermo, escribió con enormes letras en la pared de la recepción de su hostal. Al menos en mi experiencia, así fue. La primera parada italiana fue Palermo. Así como hay quienes parten el mundo en norte y sur, hay quienes dicen que África empieza donde termina Roma, y otros alertan que del teatro Massimo hacia sur de la Via Maqueda es mejor no aventurarse. Pamplinas: ahí fue donde pasamos nuestras mejores noches en Sicilia, donde probé el canolo siciliano más rico y descubrí la Pasta alla Norma; donde me perdí cámara en mano en calles y mercados alucinantes, mosaicos, 38 esculturas, especies y olores que aún hoy me rondan por la cabeza. De sur a norte, Italia aparecía en sus diferentes facetas. No dormí en las 5 horas de viaje entre Reggio de Calabria y Nápoles: miraba el paisaje y me sentía un actor secundario de “El Paciente Inglés”. La Costa Amalfitana olía a limones y lo único que me consuela de todos los kilos ganados es que fueron producto de pizzas con más mozzarella que masa y los helados más ricos del planeta. Hasta Florencia y la Toscana, por fin, donde una Ribollita me salvó del primer frío del otoño en un paseo por Siena, y, en la punta del Campanario de Giotto, después de subir los 412 peldaños y viendo la ciudad desde lo alto, quise ser por un momento los ojos del abuelo Chicho mirando todo eso. 39 Melanzzane Parmigiana Berenjenas a la Parmesana (5 porciones) 5 berenjenas firmes Aceite de oliva 500 cc. de salsa de tomates al natural o passatta 1/2 cebolla picada en cuadritos, finamente 1 diente de ajo, picado fino Primero prepara las berenjenas. Corta las berenjenas a lo ancho, es decir, formando círculos, pues la idea es armar el plato a modo de timbales o pastelitos. Cada círculo debe tener entre 0,5 y 1 cm de ancho, aproximadamente. Calienta una sartén antiadherente y, mientras, pincela cada círculo por ambos lados con aceite de oliva. Saltea las berenjenas por lado y lado, hasta que se tuesten ligeramente y estén blandas y cocidas. Déjalas en un plato, hasta el momento de armar los timbales. Para hacer la salsa, saltea la cebolla en aceite de oliva en una olla hasta que se vuelva transparente, cuidando que no se tueste ni dore. Agrega luego el ajo picado, y saltea por 5 minutos, nuevamente cuidando que nada se tueste ni dore pues quedaría amargo. Luego, agrega la salsa o passatta y las hojas de laurel, junto al agua hervida. Revuelve, baja el fuego y deja hervir por media hora. Si es necesario pon un tostador bajo la olla para cuidar que no se queme ni hierva demasiado fuerte. El objetivo es que la salsa hierva lentamente y se concentren y fundan los sabores. Cuando esté lista, salpimienta la salsa a gusto. Considera que el queso rallado ya tiene sal, por lo que ello también le dará condimento a la mezcla final. En otras 2 hojas de laurel 1/2 taza de agua hervida 200 grs de queso parmesano recién rallado 5 hojas de albahaca Sal y pimienta a gusto palabras, salpimienta con cuidado para que, al final, el plato no quede demasiado salado. Aparta las hojas de laurel de la mezcla. Cuando la salsa está lista, ya se pueden armar los timbales. En una fuente que pueda ir al horno,coloca una capa base de salsa de tomates, no demasiado generosa. Luego, dispone la primera capa de berenjenas, separando los círculos lo suficiente como para que no se peguen y, al momento de servir, poder sacar cada timbal sin mayores complicaciones. Con una cuchara, pon un poco de salsa sobre cada círculo, luego una capa de queso rallado, y sobre este, una nueva capa de berenjenas. Ir sucesivamente repitiendo cada capa en el mismo orden, hasta acabar los ingredientes. Antes de la última capa, pon la hoja de albahaca y cúbrela con una lámina de berenjena, luego salsa y, por último y encima, una capa generosa de queso rallado. Puedes reemplazar el queso rallado esta vez por una lámina de mozzarella para darle un efecto de fundido más acabado. Lleva la fuente al horno medio-fuerte a 200° grados por 40 a 60 minutos, o hasta que el queso esté bien fundido y la salsa hirviendo. Sírvelo caliente, acompañado de alguna ensalada verde o solo. 41 Granita de Limón 5 porciones Pon el azúcar en una olla y vierte sobre ella el agua, sin revolver. El azúcar debe quedar al fondo. Pone el agua con el azúcar a hervir. El azúcar se irá disolviendo sola, en la medida que el agua va tomando temperatura. Una vez que suelte el hervor, deja hervir la mezcla por 5 minutos y luego, corta el fuego y espera a que la mezcla se enfríe. Una vez fría, vierte los jugos de limón y revuelve. Lleva la mezcla al congelador, en un recipiente metálico y cubierto por 100 grs. de azúcar 400 cc. de agua 150 cc. de jugo de limón sutil 50 cc. de jugo de limón tradicional 42 aluminio. Cada 40 minutos, por alrededor de 5 horas, revuelve la mezcla en la medida que se va congelando para que adquiera la consistencia de granita deseada: puede ser fina, o con cristales más gruesos. Sírvela en vasos, con una cuchara. Puedes decorarla con rodajas de limón u otro cítrico, hojas de menta, melissa o albahaca. 43 Pasta alla Norma (6 porciones) 5 berenjenas medianas, cortadas en rodajas pero sin pelar 3 tomates grandes, pelados y picados en cubos 1 cebolla pequeña, picada fina 400 grs. de pasta seca (penne o mostaccioli, de preferencia) Primero saltea cada trozo de berenjena por lado y lado en un sartén con aceite de oliva bien caliente. Deben quedar doradas o ligeramente tostadas y blandas. Pica un tercio de las berenjenas ya cocidas en julianas y reserva el resto de las rodajas enteras para el momento de servir. Luego debes preparar una salsa rústica de tomates. Saltea la cebolla en aceite de oliva por 10 minutos, cuidando que no se dore. Agrega el ajo y saltea luego por unos minutos más. Agrega el tomate picado y deja hervir a fuego bajo por aproximadamente media hora a fuego bajo. Una vez lista, aliña la salsa con sal y pimienta a gusto. Si está demasiado ácida, puedes agregar una cucharadita de azúcar a la salsa. 150 grs. de ricota* 1 mata pequeña de albahaca fresca, limpia y deshojada Queso parmesano o pecorino, rallado grueso 1 diente de ajo, picado Sal, pimienta y aceite de oliva Finalmente, agrega las julianas de berenjenas justo después de cortar el fuego. Revuelve y reserva para cuando la pasta esté lista. Mientras, prepara la pasta. Hierve abundante agua y, luego de echarle sal, agrega la pasta y cuécela hasta que esté al dente, esto es, cocida pero aún firme. Cuando esté lista y luego de colar el agua, agrega a la pasta la mitad de la mezcla de salsa rústica y revuelve para que se impregne todo. Al servir cada plato, pon primero una capa de rodajas de berenjenas al fondo. Agrega pasta, un poco más de salsa, dos cucharadas de ricotta, hojas de albahaca fresca y queso parmesano. Sirve de inmediato. 45 Crema Amalfitana 5 porciones Disuelve el azúcar en el jugo de limón. Añade la cáscara de limón. Disuelve, en un poco de agua caliente, la gelatina. Puedes intercambiarla por el equivalente de colapez o agar agar. Mezcla la gelatina con el jugo de limón, hasta obtener una mezcla más espesa. Bate las claras a nieve con una pizca de sal, hasta que estén bien firmes. Una Jugo de 2 limones medianos Ralladura de 1 limón 100 grs. de azúcar rubia 8 grs. gelatina 4 claras de huevo Rodajas de limón y galletas molidas para decorar 46 vez listas y con la ayuda de la batidora, incorpora de a poco el jarabe de limón. Vierte la mezcla en vasos o pocillos y refrigera por al menos 2 horas o hasta que estén firmes. Sirve con galletas molidas y rodajas de limón. Puedes, con la ayuda de un soplete, caramelizar las rodajas, poniendo sobre ellas un poco de azúcar rubia y quemándola con el soplete. 47 48 Cannoli Siciliano (24 unidades aproximadas) Para el relleno: 150 grs. de harina Pizca de sal 10 grs. de azúcar 1/3 tz de vino dulce (de misa) 10 grs de mantequilla 2 claras de huevo Aceite de maravilla para freír Para el relleno: 750 grs de ricotta 50 grs de crema 8 cdas. de azúcar flor Ralladura de una naranja grande Naranjitas confitadas, pistachos molidos o chocolate rallado, para decorar Para preparar la masa, junta el harina y la sal en un bol. Disuelve el azúcar en el vino dulce y agrega el líquido a la mezcla de harina, revolviendo con la mano e incorporando de a poco. Luego, agrega la mantequilla derretida y las claras de huevo y comienza a amasar. Es probable que vayas necesitando más harina para formar la masa, así que tenla a mano y disponible. Amasa suavemente hasta obtener una masa lisa y elástica. Déjala reposar por 45 minutos. unos 3 minutos por lado o hasta que estén dorados, casi oscuros, pero sin que se quemen. Deja reposar unos minutos en papel absorbente. Retira con cuidado cada cannolo del tubo, pues quedan muy crujientes y pueden romperse si se sacan con descuido. Divide la masa en cuatro porciones iguales. Con la ayuda de un uslero o una máquina para hacer pasta, uslerea o pasa por la máquina hasta obtener una plancha muy delgada de masa. Corta círculos de unos 8 a 10 cms. de diámetro y vuélvelos a pasar por la máquina o el uslero para darles una forma más ovalada. Puedes ir juntando los óvalos de masa en una bandeja enharinada. Los cannoli se rellenan justo antes de comerlos para que mantengan lo crujiente de la masa. Para rellenar, mezcla todos los ingredientes del relleno (si gustas, puedes agregar más azúcar flor) y, con la ayuda de una manga o una bolsa plástica con un corte en la punta, rellena cada cannolo con abundante ricotta azucarada. Decora al final con naranjas confitadas, pistachos o chocolate molido. Calienta el aceite para freír. Enrolla cada óvalo en un tubo de metal o de bambú (puedes cortar una caña de bambú en pequeños tubitos y sirven para freír unas tres tandas). Las junturas deben quedar en la parte más delgada de cada óvalo de masa. Aprieta la juntura para asegurar que la masa quede bien unida y no se desprendan al momento de freír. Fríe en abundante aceite caliente, 49 Risotto a la Milanesa (4 porciones) 1 cdita de azafrán 1 cda de mantequilla 2 cdas de aceite de oliva 1 cebolla, picada fina 1 diente de ajo grande, machacado 2 tazas de arroz arborio o carolino (grano corto) Remoja el azafrán en media taza de agua hirviendo. Calienta el aceita de oliva con la mantequilla. Cuando la mantequilla deja de burbujear, añade la cebolla y rehoga por 7 a 10 minutos, hasta que esté translucida, sin que se dore o queme. Añade el ajo y el arroz y saltea por 5 minutos, revolviendo constantemente para que no se queme ni tueste. Añade el vino y revuelve mientras se evapora. Añade luego el azafrán remojado, siempre revolviendo. Comienza a añadir el caldo de verdura, un par de cucharones a la vez, siempre revolviendo. Esto le dará su consistencia cremosa. Cuando notes que el líquido 50 1/2 taza de vino blanco 5 tazas de caldo de verduras, hirviendo 150 grs. de queso parmesano Sal Pimienta recién molida r se ha evaporado, añade más caldo y revuelve. Así hasta agotar el caldo. Si aún está crudo, añade un poco más de líquido. Debe quedar cocido, pero aun manteniendo los granos y un poco de resistencia a la mordida, siempre bien cremoso. Cuando esté listo, corta el fuego y añade el queso parmesano rallado. Revuelve hasta que se derrita. Sazónalo con sal a gusto y pimienta recién molida. Déjalo reposar, tapado, por algunos minutos y sirve bien caliente. Puedes añadir más queso parmesano a cada plato o un poco de perejil al momento de servir. Cantucci de Almendras (8 a 10 porciones) 4 tazas de harina pizca de sal 1 cdita de polvos de hornear 1/2 taza de mantequilla sin sal 1 taza de azúcar 1 huevo + 2 yemas Ralladura de 1 naranja mediana 1 cda de vino dulce o cognac 1/4 taza de leche 200 grs. de almendras, picadas Mezcla en un bol la harina, sal y polvos de hornear. En otro bol, mezcla la mantequilla con el azúcar hasta integrar. Luego, agrega los huevos y la ralladura de naranja y mezcla bien. Agrega el vino dulce y revuelve. Haz un hueco al centro de la mezcla de la harina, y vierte la mezcla húmeda. Con la ayuda de una cuchara de palo, mezcla hasta ir integrando. Añade la leche y las almendras y amasa, ahora con la ayuda de tus manos solo hasta integrar los ingredientes. Tendrás una masa más bien pegajosa. Si aún está seca, agrega un poco más de leche. Por el contrario, si está muy húmeda y no se puede siquiera formar una bola, agrega un poco más de harina. Precalienta el horno a 180° y ten lista una lata con láminas de silicona, o papel mantequilla previamente engrasado. Divide la masa en dos y forma dos cilindros, los cuales puedes poner e ir formando en la lata, como si fueran hogazas de pan, sobre las siliconas o papel mantequilla. Procura que ambos estén lo más separados posible, para que no se junten luego al momento de hornearse. Hornea por 40 minutos, lo más arriba del horno posible, o hasta que comiencen a dorarse por encima. Puede que se tuesten un poco por abajo. Es normal, lo importante es que no se quemen. 52 Retíralos del horno, espera 10 minutos y, con la ayuda de un cuchillo con filo listo y mucho cuidado, corta cada hogaza en trozos de 1,5 cms de grosor, aproximadamente. Vuelve a poner las galletas en la lata, sobre la silicona o papel engrasado y lleva nuevamente al horno, por 15 minutos o hasta que comiencen a dorarse, sobre todo el lado que toque la superficie caliente de la lata. Deja enfriar los cantucci antes de servir, o cómelos tibios antes de que se enfríen por completo. Guárdalos en un recipiente de vidrio o metal hermético, para que conserven su frescura y se mantengan crujientes. Ribollita (6 porciones) 1 cebolla grande, picada fina 400 grs. de acelga, picada 1 puerro, picado Caldo de verduras, o agua 2 dientes de ajo, picados finos 2 zanahorias, cortadas en monedas 2 tallos de apio, picados 500 grs. de repollo blanco, picado 1/4 kg porotos verdes, picados 2 zapallos italianos, picados en cubitos En una olla calienta un poco de aceite de oliva y saltea la cebolla, junto con el puerro, el ajo, las zanahorias y el apio por 10 minutos. Agrega luego el repollo, y saltea, revolviendo. Luego agrega los porotos verdes picados, el zapallo italiano y la acelga. Saltea unos minutos y, luego, agrega el caldo de verduras o agua hasta cubrir los vegetales por completo. Deja hervir por 20 minutos. Si se evapora mucha agua o se pone muy espeso, agrega más líquido. Cuando estén las verduras ya cocidas y blandas, agrega los porotos previamente cocidos, y aliña con el ají, la sal y la pimienta. Deja que hierva la sopa por unos minutos más. 500 grs. porotos coscorrón o granados, previamente cocidos 1 cdita de ají seco Sal y pimienta recién molida 6 trozos de pan toscano 1 diente de ajo Aceite de oliva Unta cada rebanada de pan con el ajo y el aceite de oliva, refregando el ajo en cada rebanada mientras se va deshaciendo. Tuesta las rebanadas al horno fuerte por algunos minutos, hasta que comiencen a dorarse. Para servir, pon en cada plato una rebanada de pan al fondo y, luego, echa la sopa al plato. Sírvela con un poco de aceite de oliva crudo por encima. La idea es que el pan al fondo absorba el líquido. Esta sopa puede guardarse y volver a hervir, adicionando un poco más de líquido. De ahí su nombre que significa “re-hervida” o vuelta a hervir y es uno de los platos más típicos de la región de Toscana. 55 Tortellini de Ricotta con Espinacas (4 a 5 porciones) Para la masa: 1 ½ taza de harina ½ cdita de sal 2 huevos + 1 yema *máquina para hacer pastas Para el relleno: 500 grs. de espinada, picada 250 grs. de ricota 1 cdita de nuez moscada Pimienta negra recién molida Salsa a elección, para servir y acompañar Para hacer la masa, mezcla la harina con la sal. Haz un hueco al centro de la harina y agrega los huevo y la yema. Con una cuchara de palo, comienza a mezclar, integrando todo y continua con las manos hasta tener una masa integrada. Amasa por 10 minutos hasta obtener una masa lisa y suave. Déjala reposar media hora, cubierta por un paño, idealmente húmedo. Mientras, comienza a preparar el relleno. Cuece la espinada con muy poca agua. Idealmente, solo con la que queda en las hojas luego de lavarla. Una vez lista, escúrrela en un colador para botar el exceso de líquido, presionando suavemente con una cuchara o, cuando esté más fría para no quemarse, con las manos. Divide la masa en cuatro partes iguales, y pasa cada parte por la máquina para hacer pastas. Comienza en la separación más grande, pasando la masa varias veces, volviéndola a doblar y pasándola otra vez. Esto elimina el aire y contribuye a su elasticidad. Reduce la separación entre los rodillos, hasta una masa obtener una masa muy delgada, aunque no translúcida, de lo contrario se volverá quebradiza y se secara muy fácilmente con el aire haciendo más difícil rellanarla y formar los tortellinis. Corta cuadrados de masa de 4 x 4 cms. aproximadamente. Los puedes ir reservando en una bandeja, espolvoreada con harina y cubierta también por un paño húmedo, cuidando que la masa no se seque ni se vuelva quebradiza. Si los cuadrados se superponen mucho, puedes espolvorear un poco más harina encima para que no se peguen. 56 Cuando la espinaca esté fría y escurrido el líquido de su cocción, mézclala con el resto de los ingredientes para el relleno. Para hacer los tortellinis, espolvorea harina sobre un superficie y, sobre cada cuadrado de masa, pon al centro media cdita de relleno. Lleva una punta de masa en diagonal hacia el otro extremo, cubriendo el relleno y formando un triángulo. Presiona bien los bordes para sellar. Si es necesario, moja tu dedo en un poco (¡muy poco!) de agua. Toma el triángulo de masa bien sellado y junta las dos puntas inferiores, pasando por abajo del relleno. Puedes ayudarte poniendo el dedo índice bajo el relleno, juntando las puntas inferiores del triángulo de masa bajo el dedo mismo con la ayuda de tus pulgares. Deja los tortellinis a medida que los vayas armando en una bandeja espolvoreada con abundante harina. Es muy importante ya que el relleno tiende a botar un poco más de líquido y eso puede aguar un poco la masa, haciendo que ésta se pegue a la superficie de contacto y se rompa cuando se vuelve a despegar para llevar al agua hirviendo. Hierve abundante agua y, una vez que suelte el hervor, echa los tortellinis con mucho cuidado. Una vez que vuelva a hervir y cuando las pastas floten en la superficie y estén listas, retíralos con una espumadera y viértelos en una fuente o plato previamente preparado con la salsa escogida con la cual los servirás. Puede ser, a modo de sugerencia, una pomarola de tomates, una salsa de quesos o de champiñones. Espolvorea queso parmesano antes de servir, bien calientes, recién salidos de la olla. 58 Agradecimientos La mesa de Vegetario es larga y suma las voluntades de muchas personas y lugares. El primer agradecimiento es para Ximena, Aysegul y Patricio, con quienes tuve la suerte de compartir este viaje. Gracias por su paciencia -incluídas las horas en ferry- y su cariño. A mis amigos Ignacia y Álvaro, quienes me alentaron y apoyaron desde la idea temprana de Viajetario hasta su publicación, desde un rincón de Regent´s Park en Londres donde dejé parte de los mejores recuerdos de mi paso por Inglaterra. A María José, que insistió en financiar el proyecto si hacía falta en las muchas horas que compartimos en “la oficina” al borde de la locura. A Valentina, la twittera oficial de Vegetario y catadora de platos, y Manuel, cuyos chistes y salidas aún me hacen reir. A Carlos, Linda y mis compañeros del Flat 4. A mi amiga Gozde, la razón más grande para volver algún día a Turquía. Gracias también a Fidel, por abrirme las puertas de su casa tan lejos de la nuestra. Ya en Chile, la tonelada de agradecimientos va para Carolina, quién diseñó este libro más allá de mi imaginación y ha sido mi amiga en este y tantos otros episodios de mi vida. Y a mi familia, siempre: Moga, que se puso con el .cl, Athe que cruzó el charco y conquistó Hampstead, a Fernando por su ayuda y consejos, y por supuesto, a Papá y Mamá. 59 www.vegetario.cl
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