Diabetes y sociedad Voces de la diabetes: ¿quién es tu principal apoyo? Controlar la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2 lleva mucho tiempo, es complejo y, con frecuencia, difícil. Frecuentemente se detectan síntomas de agotamiento debido al control diabético, ya que muchas personas se sienten a la vez sobrepasadas y vencidas por la diabetes, además de frustradas por la carga que supone el autocontrol diabético. Para lograr que el tratamiento lleve a los mejores resultados, el primer estudio DAWN™ reveló que la clave del autocontrol de esta afección está en una atención diabética centrada en la persona y en la colaboración con las personas que viven con diabetes, sus familiares y los profesionales sanitarios que las atienden. La mayoría de las personas que viven con diabetes necesitan ayuda y ánimo para controlarse ellas mismas activamente y lograr realizar sus tareas diarias. Entre las características importantes de la capacitación se encuentran el apoyo social, la motivación, la adaptación emocional ante el diagnóstico, las técnicas de autocontrol, la autoeficacia y el reconocimiento de los problemas y los triunfos. En este capítulo de Voces de la diabetes, hemos pedido a tres persona que viven con diabetes que nos cuenten quién o qué ha sido su mayor defensor a la hora de conseguir vivir con diabetes. Van a conocer a Scott King, un empresario de Marzo 2015 • Volumen 60 • Número 1 biotecnología que controla su diabetes tipo 1 bajo la atención de un médico al que lleva acudiendo desde 1979. Emma Williams nos habla sobre Jac, su hijo de seis años, a quien diagnosticaron diabetes tipo 1 cuando era un bebé. Vamos a saber cómo Jess, la perra de la familia, que ha sido entrenada para detectar los cambios del nivel de glucosa y alertar al respecto, ha cambiado la confianza de Jac y Emma a la hora de vivir con y tratar la diabetes. Finalmente, François Gishoma nos explica cómo dar y recibir apoyo sirve de ayuda, pero que la actitud respecto a la diabetes, según él, es la clave a la hora de avanzar en la vida. DiabetesVoice 29 Diabetes y sociedad La mejor amiga, “salvavidas” de un niño Emma Williams Nuestro viaje con la diabetes tipo 1 empezó cuando nuestro hijo Jac tenía dos años. Le diagnosticaron tras casi caer en coma y estar próximo a la muerte. Al igual que la mayoría de los padres que se ven abocados a esta situación, nos sentimos completamente devastados y tuvimos que aprender a adaptarnos al trastorno diario que supone revisar los niveles de glucemia, inyectar insulina en el cuerpo de un bebé petrificado y gestionar los constantes altibajos de una glucemia fluctuante. En el momento del diagnóstico de Jac, coincidió que también teníamos una nueva camada de cachorros de Springer Spaniel de dos semanas de edad. ¿Quién iba a decir que, algún día, el cachorro que nos quedamos de esa camada crecería para convertirse en el salvador de la vida de Jac día sí, día no? Jac tenía cuatro años cuando empezamos a plantearnos seriamente el entrenar a nuestro cachorro Jess, de dos años. Los niveles de glucemia de Jac eran permanentemente inestables y sufría muchos episodios de hiperglucemia e hipoglucemia todos los días. Esto tenía un impacto negativo sobre la vida de Jac. Un fabuloso entrenador de perros de los EEUU (KC Owen www.tattletailscentdogs.com) nos visitó, a nosotros y a otras tres familias, durante una semana, para explicarnos como podíamos comenzar a entrenar a nuestros perros para que detectasen los niveles de glucosa. Jess comprendió lo que queríamos que hiciese durante esa semana y comenzó a alertarnos casi de inmediato cuando Jac tenía un bajo nivel de glucemia. Lo hacía trayéndonos 30 DiabetesVoice su kit de análisis de glucemia. Tras varias semanas de entrenamiento en casa, Jess se fue haciendo cada vez más fiable y nos alertaba cada vez que detectaba una bajada de glucemia en Jac, tanto de día como de noche. Decidí ponerme en contacto con Medical Detection Dogs (“Perros para detección médica”), miembro de Assistance Dogs UK (ADUK), un grupo de organizaciones sin ánimo de lucro de perros de asistencia, que incluye a los perros guía, y que entrenan a perros de asistencia acreditados para alertas médicas. Era importante para nosotros comprender qué pensaban sobre Jess y sus progresos. Nos alegramos mucho cuando decidieron aceptarla para un período de “formación interna”. Jess se fue haciendo cada vez más fiable y nos alertaba cada vez que detectaba una bajada de glucemia en Jac, tanto de día como de noche. En la actualidad, Jess ha sido sometida a entrenamiento intensivo para cumplir los requisitos de ADUK y los estándares europeos, y esperamos que pronto esté totalmente preparada. Medical Detection Dogs nos ha dado una enorme cantidad de apoyo, ofreciéndonos asesoramiento y orientación a cada paso del camino. Ahora es fácil ver cómo Jess mejora nuestra vida cada día. En la actualidad, nos alerta de manera consistente cuando la glucemia supera los 11 mmol/L (200 mg/dL) o cae por Marzo 2015 • Volumen 60 • Número 1 Diabetes y sociedad Jac, que fue diagnosticado con diabetes tipo 1 a los 2 años, y su perro Jess que fue entrenado para detectar niveles de glucosa en sangre. debajo de los 4,6 mmol/L (85 mg/dL). Jac, que ahora tiene seis años, tiene mucha más confianza a la hora de salir en público, ya que sabe que Jess le alertará, a él o a nosotros, si necesita revisarse la glucemia. Desgraciadamente, Jac no nota ni las hipoglucemias ni las hiperglucemias, y, por lo tanto, solía acercarse al colapso cuando Jess no estaba entrenada para avisarnos. Ya que Jess ahora puede acompañarnos a todas partes en público, Jac raramente llega ya al punto de tener una crisis y tratamos los altibajos de su glucemia antes de que se vuelvan peligrosos. Jac le cuenta a todo el mundo que Jess es su mejor amiga. Tienen un Marzo 2015 • Volumen 60 • Número 1 lazo enormemente estrecho, y es increíble ver cómo Jess alerta a Jac de sus cambios de glucemia. Podemos ver en sus ojos su preocupación por Jac. Son un equipo fantástico y estamos muy orgullosos de ellos. Emma Williams Emma Williams, madre de Jac y de su hermano mayor, Meical, vive en el norte de Gales (RU). Emma ejerce como trabajadora de apoyo para adultos con dificultades de aprendizaje. Tras guiar a Jess a través del proceso de entrenamiento del olfato para que se convirtiese en perro de alerta de diabetes, y ver la diferencia que esto ha supuesto en sus vidas, Emma está dispuesta a ayudar a otras personas en la misma situación. DiabetesVoice 31 Diabetes y sociedad Alcanzar el paraíso en la tierra Scott King Mi mayor apoyo ha sido el Dr. Andrew Drexler, presidente del departamento de Endocrinología de la Facultad de Medicina de UCLA. Le conocí hace muchos años, en 1979. Yo había desarrollado diabetes tipo 1 en 1977. Participaba en un estudio médico en el Centro Médico Cornell, y el Dr. Drexler acababa de regresar de su residencia en endocrinología en la Universidad de Washington en San Luis (Missouri). Según entraba en una sala en la que un estudiante de medicina intentaba introducirme una cánula en las venas del brazo, se giró hacia el médico en formación y le dijo: “¿Qué le está usted haciendo a este hombre?” (Lección de vida: no permita que un estudiante de Medicina intente introducir una cánula en sus venas cuando son del tipo que colapsan.) Lo más notable, al mirar atrás, es que el Dr. Drexler siempre sabía qué innovaciones sugerir a cada paso de mi evolución para convertirme en un paciente de diabetes moderno y partidario de la tecnología. Por supuesto, desde el principio, siempre estuve a favor de las ideas más novedosas. Más recientemente me he vuelto más conservador, esperando hasta que las pruebas médicas respalden las innovaciones. Hace unos pocos años, cuando me cambié a la monitorización continua de la glucosa y la bomba de insulina, sentí que habíamos llegado al paraíso en la tierra en el control diabético. Mientras conversábamos, me di cuenta de que ese nuevo “neoyorquino” que había entrado en mi vida parecía saber mucho sobre los últimos avances en diabetes. Empezamos a trabajar juntos. Algunos años más tarde me dijo que había llegado el momento de que adoptase un control estricto. En aquel momento, el principal estudio (DCCT) sobre control estritco aún estaba en desarrollo, pero él había visto resultados aún no publicados y me dijo que era cierto: mantener tus niveles de glucemia bajos previene los problemas vasculares con el paso del tiempo. Sonaba a apuesta segura, así que comencé a aprender los métodos que teníamos en aquel tiempo para mantener la glucemia estable. Los nuevos milagros eran el análisis de glucemia en casa (conectado a un enchufe de la pared) y una mejor insulina de acción prolongada. 32 DiabetesVoice Scott King Scott King es un emprendedor médico y compositor que vive en Nueva Orleans, Luisiana (EEUU). Marzo 2015 • Volumen 60 • Número 1 Diabetes y sociedad La diabetes es mi compañera de viaje François Gishoma Es difícil decir qué es lo que más me motiva para luchar por una vida más sana con diabetes tipo 1, porque la motivación ha ido cambiando a lo largo del curso de mi enfermedad. Lo que ha permanecido constante ha sido el apoyo de mi familia y mis esfuerzos por ayudar a otras personas que viven con diabetes. Cuando me diagnosticaron por primera vez en 1995, tras los terribles sucesos que tuvieron lugar en Ruanda (el genocidio contra los Tutsi), era muy difícil vivir con las condiciones de la diabetes. Todo el país estaba de luto, con miles de personas asesinadas y millones de exiliados. Se habían destruido las infraestructuras y el sistema sanitario estaba paralizado, sin personal médico ni materiales básicos. Mientras que la supervivencia de la población ruandesa estuviese en peligro, vivir con diabetes durante este período era prácticamente imposible. Durante mi lucha por vivir con la poca atención que había disponible en ese momento, me di cuenta de cuánta suerte tenía de tener acceso a algún tipo de tratamiento, mientras que muchos otros que vivían con diabetes en Ruanda bajo las mismas condiciones no lo tenían. Decidí luchar por una mejor atención no sólo para mí, sino para las otras personas que viven con diabetes. Dos años después de mi diagnóstico, fundé una asociación de diabetes con el propósito de mejorar la vida de las personas que viven con esta afección y la de sus familias. Durante los últimos 17 años, inicié y participé en varias actividades relacionadas con la prevención, la concienciación de la diabetes, el acceso a la medicación contra la diabetes y la defensa de los derechos de las personas con diabetes. Con el fin de lograr una mejora de la atención y el acceso a la misma, recibí un enorme apoyo de muchos colaboradores, a los Marzo 2015 • Volumen 60 • Número 1 cuales no puedo agradecer lo suficiente. Mi mejor experiencia fue asociarme a la Federación Internacional de Diabetes en 2003, lo cual creo que fue un paso importante para superar obstáculos en Ruanda relacionados con las fronteras nacionales, y permitiendo a los ruandeses modos de contribuir a la causa de la diabetes a mayor escala y con una voz más potente. El alcance de la Asociación Ruandesa de Diabetes había ampliado su red de contactos. Cuando la diabetes va asociada a otras dificultades vitales, como la pobreza, la falta de conocimientos sobre atención diabética y la malnutrición, los problemas para sobrevivir aumentan y una persona que viva con diabetes se vuelve mucho más vulnerable. Creo, como paciente, que lo que marca la diferencia en el autocontrol diabético es la actitud de la persona hacia esta enfermedad. La actitud que me salvó fue el modo positivo en el que percibí mi enfermedad: pasé de ver la diabetes como mi enemiga a considerarla mi amiga. La diabetes era como una compañera de viaje, que se queda a mi lado pase lo que pase, y esta actitud me ayudó a progresar junto a esta afección. Incluso si en el pasado hice un gran esfuerzo por controlar la diabetes, desgraciadamente también cometí errores y desarrollé distintas complicaciones, que me han llevado a una situación muy difícil. Hoy día mi motivación se ha hecho aún más potente. Lucho por vivir mejor porque mi batalla aún no ha acabado. François Gishoma François Gishoma, fundador de la Asociación de Diabetes de Ruanda, tiene 66 años, está casado y es padre de seis hijos adultos. Le diagnosticaron diabetes tipo 1 en 1996, vive en París desde 2012 debido a las complicaciones diabéticas. François se sometió a un trasplante de riñón en octubre de 2014. DiabetesVoice 33
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