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Víctor Manuel Martínez Garzón
Cenizate, 24 de agosto de 2015
Pregón de Fiestas 2015
Buenas noches vecinas y vecinos de Cenizate, autoridades y demás visitantes. En
primer lugar me gustaría comenzar por agradecer a la Corporación Municipal porque
hayan pensado en mí para hacer este pregón de inicio de nuestras fiestas. Me siento
muy honrado por tener esta oportunidad de dirigirme a mis paisanos en una noche tan
especial y por poder poner mi pequeño granito de arena en el evento de la
Presentación de las Fiestas. Dicho esto espero que este pregón sea tan sólo el primero
de otros muchos por venir en el que otros vecinos tomen también la palabra.
En un día como hoy en el que es tan importante volver, me gustaría dedicar mi
discurso a todos los hijos de Cenizate que hoy vuelven, y además a todos los
cenizateños que hoy esperan que alguien vuelva. Porque desear volver es un
sentimiento recíproco, lo bonito de volver es saber que a uno se le espera.
A esos cenizateños por el mundo que no sólo somos los que vivimos en el extranjero
sino también todos los que viven o vivís fuera de Cenizate ya sea en pueblos cercanos,
o en Albacete, Valencia, Madrid o cualquier otro lugar. Me consta que tenemos o
hemos tenido hijos de Cenizate en lugares tan dispersos como Francia, Reino Unido,
Alemania, Noruega, Suecia, Chile, EE.UU, China o las Islas Mayotte entre otros.
Todos estos cenizateños soñamos todo el año con volver a nuestro pueblo y
reencontrarnos no sólo con nuestra familia, madres, padres, hermanos y amigos de
siempre, sino también con nuestros recuerdos y emociones.
Por muy lejos que uno esté uno se siente de Cenizate, piensa en Cenizate y nunca le
falta preguntar por "lo que pasa en el pueblo" y ese es el vínculo que nos sigue
uniendo con nuestros paisanos y nuestras raíces. Estoy seguro que todos tenéis en
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vuestras familias alguien que vive fuera y que vuelve al pueblo para el agrado propio
y el de sus familiares. Y eso es precisamente lo que define a un pueblo, el sentimiento
de pertenencia a una gran familia, donde todo el mundo se conoce y donde se
comparten una cultura e identidad propias que nos hacen llenarnos de orgullo cuando
participamos en nuestras tradiciones y como no, como en el día de hoy, en nuestras
fiestas.
Y desde aquí quiero reivindicar también el valor de ser de pueblo. Descender de un
pueblo significa tener un punto de partida humilde pero honesto, sencillo pero sensato
y pequeño sí, pero que nos hace ser más próximos a la gente. Gentes de pueblo,
trabajadores como nuestros abuelos y nuestros padres que nos han inculcado con
humildad el valor de superarse y mejorar.
Estar fuera no es fácil, siempre se echa a alguien o algo de menos. Conocer nueva
gente, aprender el idioma, adaptarse a otras culturas o sobreponerse a los retos que nos
trae la vida, a veces sin el calor de los tuyos, forman parte del camino que algunos
hemos decidido andar y es que como bien decía el poeta Antonio Machado: caminante
no hay camino, sino que se hace camino al andar. Y es así como paso a paso todos
vamos construyendo nuestras vidas.
La mía por el momento se encuentra en Bruselas, donde como muchos sabréis, trabajo
para el Parlamento Europeo. Viniendo de un pueblo pequeño de Albacete como el
nuestro, es un honor para mí poder contribuir al proyecto de la construcción europea
trabajando codo con codo con compañeros de toda Europa. Distintas nacionalidades
tienen distintas formas de trabajar y distintos puntos de vista, pero estas diferencias
son las que sin duda enriquecen el trabajo diario. El lema de Europa es Unidos en la
Diversidad, y esa diversidad lejos de separarnos debe unirnos, respetando nuestras
diferencias pero ensalzando nuestros valores y objetivos comunes, como son el lograr
una Unión Europea más fuerte y cohesionada. A nadie le es ajeno como la Unión
Europea ha contribuido a la mejora de nuestras condiciones de vida en el medio rural:
ejemplos como los fondos de cohesión (entre ellos los programas FEDER de
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desarrollo regional o el Fondo Social Europeo (FSE)) o la Política Agraria Común,
que representa un 40% del presupuesto de la UE, han contribuido a la mejora de
infraestructuras como la construcción de carreteras, la creación de planes de empleo o
el apoyo económico a las empresas e instituciones del medio rural, a la agricultura y la
ganadería.
En cuanto a la vida en Bruselas os puedo decir que la ciudad es una pequeña torre de
babel donde conviven gentes de 163 nacionalidades diferentes. La diversidad cultural
y lingüística es enorme. Es una ciudad que te da la oportunidad de conocer de primera
mano otras culturas y que a la vez me permite hablar de la mía propia y os tengo que
decir que siempre despierta un interés especial cuando hablo de La Mancha, de
Albacete y como no, de Cenizate. Los europeos se sorprenden del apego que los
españoles tenemos a nuestras raíces y del orgullo con el que paseamos el nombre de
nuestro pueblo por el mundo.
Todos se maravillan cuando les hablo de nuestras tradiciones, nuestras fiestas, nuestra
gastronomía o cuando prueban nuestro vino. Y estas son cosas que te llenan de orgullo
que se explican con el corazón y que te hacen soñar aún más si cabe con volver. Estoy
seguro que aquellos que vivís fuera también lo habréis experimentado y estaréis de
acuerdo conmigo.
En fin, volver, ¿A qué cenizateño no le gustaría estar hoy aquí con su familia
esperando con emoción el momento de bajar a nuestra Abuela Santa Ana al pueblo? Y
es que, queridos amigos, ¿Qué nos hace a los cenizateños más familia que tener todos
la misma Abuela?
En 31 años que tengo tan sólo he faltado una vez a la cita, me encontraba en Londres
y me fue imposible venir por motivos laborales. Sin embargo no me faltó el escuchar
en directo por teléfono el himno a la Abuela cuando salía de la ermita, lo que sin duda
aquel día me hizo, aún en la distancia, sentirme entre vosotros. Tampoco me faltó
sentir su protección al tener su mirada el día 26 orientada hacia Londres. Eso sí,
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previo paso por el pinar de las Tenientas, que a los que hemos vivido en el pueblo a
veces nos cuesta orientarnos hacia latitudes tan lejanas, que aún me acuerdo de alguno
que ya no viviendo en el pueblo seguía diciendo que: los nulos que iban pa'l norte se
iban siempre pa' Ledaña.
Es por eso que desde aquí me gustaría proponer al Chicho la elaboración de un mapa
cartográfico del pueblo, haciendo coincidir parajes del término con distintas ciudades
españolas y del mundo. Que la Abuela mire hacia Ámsterdam sería mirar pa' la cuesta
Trones, que la Abuela mire hacia EEUU equivaldría a el Corral de Arriba y quien no
nos dice que algún día no tengamos un cenizateño en Australia, que igual lo ha habido
ya, y tenga la Abuela que mirar pa’ la Casilla Bernardo.
Humor aparte, el día 24 es un día grande, Cenizate huele a fiesta y suena a nuestra
banda de música, a la pita y a conversaciones de reencuentro. Y este año, en especial,
también suena a Pregón, un pregón que ya acabo no sin antes desead a toda la gran
familia cenizateña unas muy felices fiestas.
Y es que no eres de Cenizate si en un día como hoy no gritas al unísono con tus
paisanos: ¡Viva nuestro pueblo, vivan todos los cenizateños por donde quiera que
estén, viva la Quinta del 2015 y viva La Abuela Santa Ana!
¡Muy Felices Fiestas a todos!
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