8 LATERCERA Domingo 1 de marzo de 2015 Correo Envíe sus cartas, con una extensión máxima de 1.400 caracteres con espacios a: L Email: correo@la tercera.cl K Avenida Vicuña Mackenna 1962, Santiago. La Tercera se reserva el derecho a editar los textos y ajustarlos conforme a sus estándares editoriales, en particular respecto a la exigencia de un lenguaje respetuoso y sin descalificaciones. Las cartas recibidas no serán devueltas. Solidaridad y 27/F “Un elefante pasando por la Alameda” Señor director: La tragedia del 27 de febrero de 2010 nos trajo dolorosas pérdidas humanas y un tremendo deterioro en la calidad de vida de millones de compatriotas. Hoy levantamos oraciones y recuerdos por quienes nos dejaron esa madrugada. Pero queremos también recordar y agradecer a los miles de hombres y mujeres que mostraron la mejor cara de los chilenos, quienes en medio de sus propias dificultades ayudaron a quienes sufrían. Los primeros días, los medios de comunicación mostraron desórdenes y cierto quiebre en las relaciones sociales, pero frente a esto se levantó una enorme fuerza de solidaridad y empuje. En cada lugar de Chile primó la acción y el deseo de hacer el bien. La Iglesia también fue protagonista de esta cadena solidaria. Puso lo mejor de sí, sus comunidades repartidas a lo largo de Chile- para ir en ayuda de quienes estaban pasando hambre, frío y dolor. Este aniversario debe hacernos pensar cómo contribuir a una corriente de solidaridad, justicia y equidad, que nos pueda llevar a ser el país desarrollado que anhelamos. Sin equidad y una mejor vida para los más vulnerables y excluidos, cada nueva tragedia nos mostrará la peor cara de Chile. Depende de nosotros y lo que hagamos con nuestras instituciones, que esa corriente de solidaridad nos transforme en un país más justo, más equitativo y, por ello, más cristiano. Trabajadores, Arzobispado de Señor director: Verónica Abud, comentando la columna de Mario Waisssbluthen una carta publicada el día jueves, acierta en los hechos, pese a que se equivoca en los tiempos. Nuestra educación escolar formal no ha descendido en calidad los últimos 20 años, como ella sostiene, sino que lo viene haciendo desde la década de los 60. La reforma de Frei Montalva se orientó a ampliar la cobertura, descuidando la calidad. Hasta esa fecha la educación pública era elitista; vale decir, ofrecía sólo establecimientos “emblemáticos” para atender a niños de familias también “emblemáticas”. Cuando acceden las mayorías a los estudios básicos y medios se produce una baja en la calidad, porque teniendo buenos alumnos, hasta el peor de los establecimientos puede enarbolar el emblema. Hay que recordar que se tuvo que formar a miles de profesores en jornadas de verano, dejándose de lado, por razones obvias, la calidad de su preparación pedagógica y las especialidades. Recuérdese que los hijos de “buenas familias” arrancaron en estampida a los establecimientos particulares. Recuérdese cómo se presionaba a los profesores para que la repetición de curso no superara el 10% de la matrícula. Hubo un tiempo en el que se pasaba de curso con un 3,5 y se podía dar examen en marzo para aprobar. Los que quieren educación totalmente gratuita, ¿han pensado cuándo dinero se pierde con un 10% de repetición? Que saquen la cuenta. Entonces, la pregunta del millón es cómo pretenden tener una educación pública de calidad en esas condiciones. Santiago Víctor Sepúlveda Carrasco Pbro. Andrés Moro Vicario para la Pastoral Social y de los Eutanasia tón” y hacer del casco histórico un lugar a escala humana, donde sólo por ciertas arterias puedan circular los vehículos particulares. En ese sentido, y dada la morfología de aquel espacio público, bien vendría estudiar que en forma permanente la Plaza de Armas sea transitable sólo a pie, no únicamente en su eje sur, sino que también el norte (Merced,-Catedral), quedando la totalidad del perímetro de la plaza dispuesta a recibir a peatones y vedado a los automovilistas. De ocurrir lo anterior se realzarían significativamente los inmuebles que acceden a estos ejes, Consistorial, Museo de Historia Nacional y Correos, y el Portal Fernández Concha, que a juzgar por la calidad de los quioscos de venta de comida al paso y su deterioro visible, requiere una necesaria y justa puesta en valor. El impacto para el tránsito vehicular sería menor, ya que al menos en lo referido al eje Compañía-Merced ya lo tienen internalizado (recordemos que lleva largo tiempo cerrada, y el eje Monjitas-Catedral se cerrará por la construcción del pique de Metro). De acogerse esta iniciativa habría uniformidad en el espacio urbano, ya que tras la remodelación de la Catedral y el Palacio Arzobispal en el lado poniente, y del Portal Bulnes luego del despeje de las carteras por el oriente, y considerando además el bullado mantenimiento de la plaza, únicamente desentonan en ese señero lugar los vehículos que la atraviesan. Señor director: Mucho me ha impactado el video de una pequeña niña de 14 años que le pedía a la Presidenta que la dejara “dormir para siempre”. Como es obvio, varios polemistas se colgaron de este hecho para volver a poner sobre la mesa el debate sobre la legitimación de la eutanasia, pero ahora de manera humanitaria: ¿en verdad alguien está dispuesto a dejarla vivir? El debate sobre la eutanasia envuelve demasiadas aristas, todas complejas. Pero si me pidieran que las resumiera en un solo asunto, diría que se trata acerca del sentido de la vida y del dolor. El eufemismo de la eutanasia intenta hacer ver como algo compasivo y bueno, la eliminación del mismo objeto de nuestra compasión y bondad. El que practica la eutanasia, prefiere repartir la muerte que explicar el sentido de la existencia. El que se presta a defender la eutanasia, tiene que saber que ha abandonado, en ese momento, todos los motivos para ser feliz. El desafío frente a la eutanasia, antes que médico, es espiritual; consiste en mostrarle a los hombres, a esa niña, que puede ser feliz, que debe serlo aquí y ahora, pero no a medias, sino completamente, con todo lo que implica la vida. Que esa felicidad, como diría Chesterton, no es externa, sino interna, y que es verdadera cuando se alcanza en medio de las cosas que llamamos tristes, Felipe Alessandri V. como una enfermedad terminal. Cristóbal Aguilera Medina Concejal de Santiago Plaza de Armas sin vehículos Un peligro para la salud pública Señor director: Hoy existen todas las condiciones para que en forma definitiva la Plaza de Armas se cierre al tránsito vehicular. Son pocas las ciudades capitales donde su kilómetro cero es atravesado por vehículos y transporte público. La autoridad planea -lo que celebrohacer el centro “más amigable al pea- cual falseaba los datos de 12 niños, demostrando una errada relación entre la vacunación y el autismo. Lo anterior, a solicitud de un abogado que estaba emprendiendo una causa judicial contra una empresa productora de vacunas y del cual recibió £435,643. Hoy podemos ver las devastadoras consecuencias a nivel de salud pública mundial de la negativa a vacunarse, con la reaparición de brotes de enfermedades que estaban en proceso de erradicación. Chile no estuvo exento, ya que hace poco se aprobó una iniciativa legal en contra del uso de Timerosal que tenía nulo sustento científico. Tomás Lagomarsino Polémica entre Hasbún y Huenchumilla Señor director: Me preocupa la reacción destemplada y la actitud belicosa del intendente Huenchumilla. Una autoridad no puede expresarse así cuando algo no es de su gusto. Una vez puede pasar, como un error debido a un mal momento, pero cuando se transforma en una constante, estamos frente a una situación impresentable tratándose de un intendente. La Araucanía, región con índices de pobreza altísimos y atestada de violentistas que este verano han estado quemándolo todo en completa impunidad, merece en la intendencia a una persona que haga noticia por su trabajo y no por estar involucrado en permanentes polémicas. O nos preocupamos de lo verdaderamente importante, o esta región seguirá yendo directo al despeñadero. Cristóbal Martini Iriarte Señor director: A propósito de su reportaje sobre las investigaciones fraudulentas del cambio climático, quiero comentar que el movimiento antivacunas surge producto de una situación similar. En 1998, Andrew Wakefield publicó en The Lancet un estudio en el Festival Señor director: Sugiero cambiar el nombre del Festival de Viña del Mar, por Festival de la Gaviota de Viña del Mar. Juan M. Reveco Bravo Representante del Lector UNA NORMA QUE SE OLVIDA Ricardo Hepp E L VERBO “haber” suele ser una piedra en el camino, y muchas personas al hablar y escribir tropiezan con ella, una y otra vez. Pero los periodistas -en particular aquellos que trabajan a diario con la palabra escritano debieran tener dudas sobre su uso. En La Tercera del 16 de febrero, aparece un artículo titulado “Cancillería y Movilh agendan cita para desactivar demanda por matrimonio igualitario”, que en su párrafo final dice textualmente: “Si bien la Presidenta Bachelet contempla este tema en su programa de gobierno, hasta ahora no han habido anuncios (...)”. El lector, John A. Smith, sostiene que el verbo “haber” debe usarse en singular: “no ha habido anuncios”. Así es. Tanto la “Fundación del Español Urgente” como el “Diccionario Panhispánico de Dudas” sostienen que el verbo “haber”, cuando se usa como impersonal, debe emplearse en singular: “había muchas personas”. Este uso, que no acepta forma plural, tiene entre otras funciones la de señalar la presencia de lo referido por la palabra o las palabras a las que acompaña, como: “ha habido cierto avance en las negociaciones”. Esta regla, sin embargo, se olvida con frecuencia…, y por eso escuchamos y leemos expresiones equívocas, como “han habido pocos avances en las negociaciones” o “hubieron numerosos disturbios”, en lugar de “ha habido pocos avances en las negociaciones” o “hubo numerosos disturbios”. ¿Dónde está el director? Identificar a la persona sobre la que se escribe es indispensable para la construcción de un texto periodístico. Pero, en la columna “La dudosa virtud de la grandilocuencia”, publicada el jueves 22 de enero, el nombre se quedó afuera. El lector Jaime Hernández Q. señala que El Representante del Lector acoge críticas y objeciones a los contenidos del diario. Escriba a [email protected] se trataba de una nota sobre la película “Birdman”, que por entonces era sólo una buena apuesta para los premios Oscar. Dice: “el texto se refiere al director, pero no se le menciona. Uno supone que en algún momento aparecerá. Pero, no. Terminé de leer el artículo y el nombre del director, que era imprescindible para que el conjunto tuviera sentido, no estaba”. Olvidar el nombre es un descuido molesto, aun en el marco de una interesante columna de opinión como esa. Cabe señalar, aunque no puede servir de excusa, que al pie de la columna, en el extremo derecho, se publica un pequeño recuadro con los créditos de la película. Dice: “Birdman. De Alejandro G. Iñárritu. Con Michael Keaton, Edward Norton. EE.UU, 2014. 119 minutos”. Parientes y esquirlas La bomba que detonó días atrás frente a una iglesia en Las Condes también afectó a la página 16 de La Tercera del 22 de febrero. Magdalena Díaz S. indica que la información lleva un subtítulo destacado y en color rojo, con una declaración del párroco Hans Kast, que dice: “el parentezco con Felipe Kast no tiene nada que ver…”. El error –parentesco con zetano se le puede atribuir al sacerdote sino a quien transcribió sus palabras. Pero, hay otro detalle: las esquirlas. El periodista dice que la bomba tenía esquirlas “las que eran clavos cortados”. La bomba no puede tener esquirlas, porque éstas son fragmentos que se desprenden de un objeto cuando se rompe o fractura. Cuando detona la bomba, los clavos se convierten en esquirlas. No antes.
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