INGENIERAS O INGENIEROS: CÓMO SE CONCIBEN LAS MUJERES EN EL CAMPO DE INGENIERÍA Susana Gutiérrez Portillo1 CIESAS Occidente María Magdalena Duarte Godoy2 Universidad Autónoma de Baja California Resumen Actualmente, en México, la matrícula femenina en ciertas áreas de la ingeniería sigue siendo menor que la masculina. Durante la última década, el discurso oficial en Ciencia y Tecnología en este país, ha señalado como problemática la desigualdad de género existente en ésta y otras carreras críticas para la construcción de sociedades del conocimiento. ¿En qué medida esto ha impactado la forma en que se conciben las mujeres en este campo? Este estudio indaga cómo se configura el significado de ser mujer en el proceso de su construcción como profesional de la ingeniería. Realizamos tres entrevistas y un grupo focal con mujeres estudiantes y egresadas de diferentes perfiles de la disciplina en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Baja California, Campus Mexicali, México. Exploramos la experiencia de estas mujeres utilizando las categorías de género, cuerpo, subjetividad, agencia y poder; buscando entender si se consideran a sí mismas ingenieras, o ingenieros. Palabras clave: mujeres en ingeniería, género, experiencia, subjetividad, poder y agencia. Abstract Currently in Mexico, female enrollment in certain areas of engineering is still lower than men's. During the last decade, the official discourse in science and technology in this country has identified gender inequalities as problematic within engineering and other vital careers for the construction of knowledge societies. How has this impacted the way women are seen in this field? This study explores how to configure the meaning of being a woman, through the process of her construction as an engineering professional. We performed three surveys and a focus group with female students and graduates of different profiles and disciplines in the Faculty of Engineering of the Autonomous University of Baja California, Campus Mexicali, Mexico. We explore the experience of these women using the categories of gender, body, subjectivity, agency and power, seeking to understand if they consider themselves female engineers, or male engineers. Keywords: Women in engineering, gender, experience, sunjectivity, power and agency. 1 Estudiante de doctorado, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social de Occidente (CIESAS). 2 Estudiante de doctorado, Instituto de Ingeniería, Universidad Autónoma de Baja California. Introducción La ingeniería es considerada como una disciplina típicamente masculina, 3 donde la exclusión de la mujer se dio de manera explícita e implícita4. En los últimos años se ha señalado como un logro el aumento en la matrícula femenina en diversas áreas del conocimiento. Se asegura que “en el transcurso de los últimos treinta y cinco años la presencia femenina se ha incrementado en magnitud tal que ahora es prácticamente igual que la de los hombres en licenciatura”. 5 Sin embargo, también se reconoce que “la participación femenina en la educación superior de América Latina sigue en términos generales, un patrón que favorece a unas áreas del conocimiento respecto a otras”. 6 Actualmente, en México, la representación de las mujeres en ingeniería sigue siendo menor que la de los hombres, a pesar de que en el periodo comprendido entre 1980 al 2004, diversos estudios7 mostraron que fue el área del conocimiento que presentó en proporción, el mayor crecimiento de matrícula femenina comparada con las otras disciplinas. No obstante, hay que señalar que mientras crece la participación femenina en áreas como ingeniería industrial e ingeniería en computación, otras áreas como ingeniería mecánica y civil son aún consideradas como de “baja o nula preferencia” de las mujeres.8 Se afirma que la feminización de la matricula en ciertas ramas de las ciencias exactas se debe por un lado a una concesión por parte de los hombres hacia las mujeres por áreas que son menos disputadas por ellos9y por otro, está relacionado con “las transformaciones económicas y tecnológicas del mercado profesional”.10 3 BLAZQUEZ GRAF, Norma y FLORES Javier Flores (2005) “Género y Ciencia en América Latina. El caso de México”. BLAZQUEZ GRAF, Norma y FLORES Javier Ciencia, tecnología y género en Iberoamérica. México, UNAM, 2005, pp. 305-328. 4 GARCÍA GUEVARA, Patricia. (2006). Masculinización y feminización en las profesiones tradicionalmente masculinas: el caso de la ingeniería. MIRANDAGUERRERO Roberto y MANTILLA GUTIÉRREZ, Lucia. Hombres y masculinidades en Guadalajara. México: UdeG 5 RAZO GODINEZ, Martha Laura(2008): “La inserción de las mujeres en las carreras de ingeniería y tecnología”. Revista Perfiles Educativos, México, vol.XXX, p. (64). 6 BLAZQUEZ GRAF, Norma y Flores Javier Flores (2005) “Género y Ciencia en América Latina. El caso de México”. Ciencia, tecnología y género en Iberoamérica. México, UNAM, 2005, p. 313. 7 BUSTOS, Olga (2005) “Mujeres, educación Superior y políticas públicas con equidad de género en materia educativa, laboral y familiar”. BLAZQUEZ GRAF, Norma y FLORES Javier Ciencia, tecnología y género en Iberoamérica. México, UNAM, 2005, pp. 63-89; RAZO GODINEZ, Martha Laura(2008): “La inserción de las mujeres en las carreras de ingeniería y tecnología”. Revista Perfiles Educativos, México, vol.XXX, pp.63-96 8 RAZO GODINEZ, Martha Laura(2008): “La inserción de las mujeres en las carreras de ingeniería y tecnología”. Revista Perfiles Educativos, México, vol.XXX, p.63-96 9 GARCÍA GUEVARA, Patricia. (2006). Masculinización y feminización en las profesiones tradicionalmente masculinas: el caso de la ingeniería. MIRANDAGUERRERO Roberto y MANTILLA GUTIÉRREZ, Lucia. Hombres y masculinidades en Guadalajara. México: UdeG 10 GARCÍA GUEVARA, Patricia (2002)”Las carreras en Ingeniería en el marco de la globalización: una perspectiva de género”.Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, México, vol.XXXII, núm.3,p.93. Durante la última década, el discurso oficial en Ciencia y Tecnología en este país, ha señalado como problemática la desigualdad de género existente en ésta y otras carreras críticas para la construcción de sociedades del conocimiento11. Además, las mujeres han mostrado un buen desempeño en su proceso de formación y como profesionales de la disciplina12. Lo anterior refleja un interés en las políticas públicas por el crecimiento de la matrícula, y el deseo de las mujeres por participar en estas áreas ¿En qué medida estas nuevas realidades han impactado la forma en que se conciben las mujeres en este campo masculino? El propósito de este trabajo es indagar ¿cómo se configura el significado de ser mujer en el proceso de construcción como profesional de la ingeniería? Partimos de la idea de que en el campo de ingeniería hay un discurso masculino dominante que permea la “cultura” de los estudiantes de esta disciplina13. Este discurso tiene una fuerte influencia en la construcción del significado de ser mujeres en el proceso de su formación como profesionales de la ingeniería. Esta cultura de ingeniería de connotación masculina14, prepara a las estudiantes para formarse no como ingenieras, sino como ingenieros. Sin embargo, consideramos a través de la experiencia y subjetividad de las estudiantes, la noción de “ingenieros” se transforma de una forma particular. Enfoque teórico El marco conceptual de este trabajo está fundamentado en la teoría de género. Desde ahí, exploramos la experiencia de las mujeres como estudiantes y como profesionales de la ingeniería, utilizando las siguientes categorías de análisis: género, cuerpo, subjetividad, agencia y poder; buscando entender en qué medida se consideran a sí mismas como ingenieras, o como ingenieros. Género La definición de género más aceptada hasta el día de hoy fue acuñada por la historiadora feminista Joan Scott que la articula en dos preposiciones centrales: “el género es un elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias que distinguen 11 Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (2008). Programa Especial de Ciencia y Tecnología 2008-2012. Consultado el 10 de agosto de 2011 en: http://132.247.1.49/pronaledh/pdfs/Peciti%202008-2012.pdf 12 MINGO, Araceli (2006) ¿Quién mordió la manzana? Sexo, origen social y desempeño en la Universidad. México, FCE. 13 POWEL, Abigail (2009) The (Un) Balancing Act: The impact of culture on women engineering students' gendered and professional identities. Tesis de Doctorado. Loughborough University; TONSO, Karen (2006) “Student engineers and engineer identity: campus engineer identities as figured world”. Cultural Studies of Science Education 1 pp.273–307 14 Se ha señalado también la condición histórica del ethos masculino de la ingeniería, véase: GARCÍA GUEVARA, Patricia. (2006). Masculinización y feminización en las profesiones tradicionalmente masculinas: el caso de la ingeniería. MIRANDAGUERRERO Roberto y MANTILLA GUTIÉRREZ, Lucia. Hombres y masculinidades en Guadalajara. México: UdeG; USASTEGUI, Elisa y DEL VALLE, Ana (2007) Las mujeres en la formación superior: El caso de la Escuela Superior de Ingenieros de Bilbao. Ingenierías, México, octubre-diciembre, vol. X, No. 37. pp. 23-37 los sexos y el género es una forma primaria de relaciones significantes de poder” 15. La primera preposición se tiene cuatro elementos: 1) símbolos culturalmente disponibles que evocan representaciones, múltiples y contradictorias 2) conceptos normativos que manifiestan las interpretaciones de los significados de los símbolos, en un intento de limitar y contener sus posibilidades metafóricas 3) nociones políticas y referencias a las instituciones y organizaciones sociales y 4) la identidad subjetiva. Para Scott estos cuatro aspectos operan juntos aunque no de manera simultánea. Retomando la primera parte de la noción de Scott, elaboramos el siguiente esquema que desglosa los elementos del género aplicados a nuestro caso de estudio: Tabla I. Género: es un elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias que distinguen los sexos 1) Símbolos culturalmente disponibles que Las nociones sobre ser mujer en ingeniería a evocan representaciones, múltiples y las que tienen acceso las estudiantes. Esto contradictorias; se relaciona con los discursos sociales sobre su participación en el campo que provienen principalmente de sus maestros y compañeros y de su propia familia y amigos 2) Conceptos normativos que manifiestan Reglas implícitas y explícitas que las interpretaciones de los significados de constriñen los discursos y acciones de las los símbolos, en un intento de limitar y estudiantes dentro del campo contener sus posibilidades metafóricas; 3) Nociones políticas y referencias a las El discurso sobre la ingeniería y ser instituciones y organizaciones sociales; ingeniero cuya connotación es fuertemente masculina 4) La identidad subjetiva; El “hacer el género” de cada de una de las estudiantes, lugar donde la agencia se hace más evidente, pero no en el único en el que reside. En la segunda parte de su definición de género, Scott lo considera como una forma primaria de relaciones significativas de poder. En el caso de las mujeres en ingeniería, consideramos que este elemento se puede analizar principalmente en las relaciones entre estudiantes (hombres y mujeres) y en relación con los maestros. Sin embargo, es importante señalar que en este trabajo presentamos únicamente la mirada de las estudiantes mujeres, pero estamos concientes de la necesidad imperante de contrastar este estudio con la mirada de los estudiantes hombres y los maestros universitarios, esta una de nuestras deudas pendientes para un momento futuro. 15 SCOTT, Joan. (1996). “El Género: Una Categoría Útil Para el Análisis Histórico”. LAMAS, Marta (comp.). El Género: La construcción cultural de la diferencia sexual. México: UNAM PUEG. Cuerpo La importancia del cuerpo como una categoría de análisis nació a partir de los testimonios de las estudiantes que recurrían constantemente al aspecto físico de las mujeres como un factor que influye en las relaciones de género en ingeniería; señalaban su presencia en la negociación del poder y como una forma de adaptación, pero también como manifestación de resistencia. Entendemos el cuerpo como una entidad física y como un producto cultural de las prácticas discursivas16; esto es la forma en que las estudiantes interpretan su cuerpo a través de su propia experiencia en su formación profesional. En este sentido son importantes la apariencia; la comunicación no verbal; la forma de vestir; el arreglo personal y los discursos que los producen y transforman. Creemos que el cuerpo está en constante cambio y que tiene capacidad adaptarse pero también de resistir y retar estos discursos. Subjetividad La subjetividad, la entendemos como un acto mediador, que abarca las posiciones asignadas al sujeto en y por los discursos, por un lado y la experiencia de estos constructos, interpelada, o colocada por los discursos sobre el otro17. A través de la subjetividad cada una de las estudiantes construye su propia forma de ser mujer en ingeniería, a partir de los discursos a los que tiene acceso. Consideramos que en la subjetividad se encuentra la capacidad transformadora de los sujetos, y que es el espacio donde la agencia puede ser más evidente. En el caso de las estudiantes está relacionada con la autorreflexión, la toma de conciencia y la evaluación para la toma de decisiones. Además creemos que incluye la creatividad y los valores que cada una de las estudiantes aporta a su definición de ser mujeres en este campo. Agencia En relación con los sujetos y sus posibilidades de negociación del poder, Joan Scott expone las posibilidades que el postestructuralismo representa para el pensamiento feminista y señala que dentro de los procesos y estructuras, hay lugar para un concepto de agencia humana que define como “un intento (al menos parcialmente racional) de construir una identidad, una vida, un entramado de relaciones, una sociedad con ciertos límites y con un lenguaje, lenguaje conceptual que a la vez establece fronteras y contiene la posibilidad de negación, resistencia, reinterpretación y el juego de la invención e imaginación metafórica” (1996:289). En este sentido, la agencia esta ligada a la subjetividad de las estudiantes que creemos, son capaces de resistir, reinterpretar e inventar a partir de los discursos que las constriñen. 16 CANNING, Kathleen (2006)Gender history in practice: historical perspectives on bodies, class & citizenship. Ithaca, N.Y. Cornell University Press; GROSZ, Elizabeth (1994) Volatile Bodies: Towards a Corporeal Feminism. Bloomingnton. Indiana University Press; MOI, Toril (2001)What Is a Woman?: And Other Essays. USA. Oxford University Press. 17 CANNING, Kathleen (2006)Gender history in practice: historical perspectives on bodies, class & citizenship. Ithaca, N.Y. Cornell University Press Poder El poder lo analizamos desde una visión foucaultiana a través de antagonismos y estrategias. Foucault dice que se trata de una acción que tiene la fuerza de modificar otras acciones, “lo que define una relación de poder es que constituye un modo de acción que no actúa directa o inmediatamente sobre otros. Actúa, por el contrario, sobre acciones, sobre acciones existentes o sobre aquellas que puedan seguir en el presente o en el futuro […] Su polo opuesto solo puede ser la pasividad y, si encuentra alguna resistencia, no le queda otra opción que la de tratar de minimizarla”. 18 Pensamos que tanto hombres como mujeres estudiantes de ingeniería son sujetos a una disciplina que regula sus prácticas, es decir, la ingeniería. Por otro lado, consideramos que las estudiantes son sujetas a los discursos sobre ser mujer en ingeniería y modifican sus acciones en la medida en la que se ejerce este poder sobre ellas. Pero en el esquema de Foucault, el ejercicio de poder no se presenta únicamente en forma descendente o en una sola dirección, sino por el contrario, se muestra como algo dinámico y en constante transformación por lo que entendemos que las mujeres de este estudio también son capaces de modificar las acciones de sus compañeros. Metodología Se realizaron entrevistas temáticas a dos mujeres que estudiaron y egresaron de las carreras de ingeniería mecánica e ingeniería civil, así como a un grupo focal conformado por seis estudiantes de diferentes perfiles de la ingeniería, todas ellas egresadas y estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Baja California, Campus Mexicali, México. Las entrevistas se desarrollaron con un cuestionario temático que atiende dos ejes. Por un lado, la forma en que se construyen las significaciones sobre ser hombre y mujer en el espacio educativo, particularmente, saber como se construye una profesión masculina y la influencia de las relaciones de género en este proceso de construcción. Por otra parte, las construcciones discursivas que luego se enquistan en las prácticas para formar sujetos “masculinizados” en la facultad de ingeniería. A través de un muestreo propositivo 19 se eligieron 13 estudiantes para la entrevista. En este trabajo, incluimos únicamente dos que fueron aplicadas a estudiantes en proceso de egreso de las carreras de ingeniería mecánica e ingeniería civil. Ambas solteras, que vivían en casa de sus padres. En lo que respecta a su situación laboral, una de ellas se encontraba trabajando y la otra en busca de trabajo. En el grupo focal participaron seis estudiantes. La edad promedio de las jóvenes es de 20 años, todas son solteras y viven con sus padres; solamente una de ellas trabaja. El promedio general de las estudiantes oscila entre 8 y 9. Las jóvenes reportan en general que en su familia, el padre tiene mayor escolaridad que la madre y todas ellas reportan tener algún familiar ingeniero. Esta técnica permite identificar prácticas y normas de comportamiento 18 FOUCAULT, Michel (1995) “El sujeto y el poder”. FOUCAULT, Michel, Discurso, poder y subjetividad. Buenos Aires, El cielo por asalto, 1995, p. 180. 19 RITCHIE, Jane y LEWIS, Jane. (2003) Qualitative Research Practice: A Guide for Social Science Students and Researchers. London, California, Thousand Oaks: SAGE Publications en grupo. A través del grupo focal es posible recoger información del contexto social que rodea el problema y al implicar la discusión y debate de temas específicos, es útil para buscar soluciones sobre alguna problemática20. El grupo focal es capaz de evidenciar las diferencias entre los participantes a través del debate. La sesión de grupo focal se realizó a partir de preguntas relacionadas con la experiencia de las estudiantes durante su formación universitaria. Los temas a explorar fueron: las diferencia de género, las relaciones de poder y las estrategias para salir adelante en la carrera. La sesión fue grabada en audio con el propósito de registrar los comentarios expresados por las estudiantes sobre las respuestas dadas a cada uno de los cuestionamientos presentados, para facilitar su análisis. Ser mujer profesionista de la ingeniería, los discursos Las opiniones de las estudiantes con respecto a su experiencia durante su formación en la Facultad de ingeniería son variadas. Con respecto a los discursos sobre ser mujer y elegir la ingeniería como una opción profesional las estudiantes entrevistadas comentaron las impresiones de sus familiares y amigos sobre su elección de carrera, una de ellas comentó: “mi mamá yo creo que tenía la esperanza de que estudiara ciencias de la comunicación, […] cuando le dije: voy a aplicar el examen, así lo primero y lo típico: ¡carrera de hombres!fue lo primero que dijo mi mamá, a pesar que mi papá es ingeniero”. Otra de las estudiantes cuenta que entre amigos y familiares la reacción ante la noticia de que estudiaría ingeniería fue de preocupación: “mi hermana [dijo] primero metete a investigar […] ya que termines la carrera ¿qué es lo que puedes hacer? […] primero pregunta qué es lo que hacen en qué vas a poder trabajar después, si vas a poder trabajar, si está muy difícil, pregúntale a [otras] mujeres”. Es común en los discursos de amigos y familiares la asociación de algunas carreras de ingeniería con el esfuerzo físico. Una de las entrevistadas, egresada de la carrera de ingeniería civil comenta: “piensan que vas a ir a la obra y vas a estar con el pico y vas a estar con la pala y haciendo tu la mezcla […] no tienen conocimiento sobre la carrera […] entonces, mis amigos inmediatos y mi madre si [dijeron] ¡ah civil, carrera de hombres!, y cuando salgas ¿quién te va querer dar trabajo?” En el grupo focal las estudiantes señalaron que una vez en la carrera, los compañeros y maestros cuestionaban todo el tiempo si podrían o no realizar una actividad o ejercicio; eran constantemente sometidas a bromas, albures y burlas que connotaban un rechazo hacia las conductas muy femeninas o muy masculinas en las mujeres. En las opiniones y comentarios se denota la preexistencia de discursos tradicionales sobre las concepciones de ser mujer en su relación con la ingeniería. Al enfrentarse a estos discursos de exclusión de la mujer al campo de ingeniería, las estudiantes tienen que evaluar la forma en que deberán de comportarse, comunicarse, vestirse y las decisiones que tomarán a partir de esta evaluación tendrán también consecuencias en su propia construcción como profesionales de la ingeniería. Adaptarse o no adaptarse: Cuerpo, subjetividad y poder 20 Ibid. La forma de actuar e interpretar el cuerpo de las mujeres tiene un impacto importante en su formación como profesionales de la ingeniería. Las estudiantes hacen constante referencia a su cuerpo físico comparándolo con el de los hombres, y buscan la forma de sobresalir a pesar de la fuerte creencia de que la ingeniería es un campo masculino por la fuerza física y trabajo pesado que ésta implica. El cuerpo como una construcción social opera todo el tiempo en los discursos de quienes las rodean. Por otro lado, las mismas estudiantes dan un significado particular a sus cuerpos. Al respecto, una de las entrevistadas explica que “la mujer en ingeniería se basa de todos los elementos y herramientas propios de su condición física y mental para obtener un beneficio propio, sabiendo manejar con inteligencia y prudencia el límite divisorio entre géneros sexuales. Saber navegar entre dos mares, el aprovechar a conveniencia el ser mujer, y en otras, el ser iguales o superiores intelectualmente al hombre”. En el trato con los compañeros, la carrilla es otro ejemplo de cómo las estudiantes interactúan para formar parte del grupo. La carrilla consiste en un juego de bromas pesadas y albures que llevan a cabo los estudiantes entre ellos. Una de las entrevistadas, habla sobre del trato con sus compañeros hombres: Yo soy de la idea que si no me llevo […] si no trato de convivir con las otras personas, solamente me voy alejando del grupo. Yo soy de las personas que me gusta ser sociable y estar conviviendo con el grupo y estar todos juntos para llevarnos bien, si a mi no me gusta ser […] de las serias calladas […] eso no va conmigo, por eso así como que en veces si les sigo la carrilla o bromas que hacemos y todo eso. El juego de la carrilla es tema muy delicado para las estudiantes porque implica resistir las bromas de los compañeros que en algunos casos pueden subir de tono y salirse de control. En el grupo focal las estudiantes estuvieron de acuerdo en que se debe pensar dos veces antes de participar en la carrilla y al mismo tiempo es importante tomar una postura firme una vez que se deja de bromear: “tienes que marcar los límites porque se puede malinterpretar lo que dices”; “te enfrentas con […] las leperadas de los hombres, naturales pues, si uno cuando va caminando las cosas que le gritan ahí, ahora ¡te avientas ahí a los lobos! Es algo que enfrentas pero si te quieres dedicar a eso, te tienes que hacer a la idea”. El arreglo físico es otro aspecto que sobresalió en las entrevistas y el grupo focal. Para las estudiantes es importante cuidar la forma en que se visten y se arreglan; pues las críticas no se hacen esperar por parte de sus compañeros hombres. En opinión de una entrevistada egresada de ingeniería civil, el consejo para una estudiante de ingeniería es “no vestir tan provocadora porque al final de cuentas son hombres y si lo tuyo no es que te vean y te digan “cumplidos” pues evítalo a toda costa”. En el grupo focal, las estudiantes comentaron que sus compañeros están siempre atentos a su forma de vestir si se es muy femenina “no vienes a estudiar, te equivocaste de lugar” o, poco femenina “es machorra”. Ante este escenario, el cuerpo se convierte en una herramienta que las estudiantes transforman en cada situación. Esto implica un proceso de reflexión permanente sobre su aspecto, sus movimientos, sus palabras y la forma en que se desenvuelven frente a sus maestros y compañeros. Ser mujer se convierte entonces en un proceso complejo y lleno de matices. Las estudiantes llevan a cabo diversas estrategias para lograr adaptarse y permanecer en la carrera pero es importante señalar que este proceso de adaptación puede ser conflictivo, angustioso, de incertidumbre y en ocasiones doloroso, sobre todo para aquellas estudiantes que no son capaces de utilizar estrategias adecuadas de sobrevivencia. Lo que puede impactarlas emocionalmente y ser determinante en su permanencia dentro de este campo de estudio. El tema del poder como lo concebimos anteriormente está relacionado con tensiones multidireccionales, esto es, las mujeres son sujetas a otros a través de los discursos y tienen que transformar sus acciones por las restricciones de este discurso. A pesar de esto, en el campo de ingeniería, es necesario mencionar que los estudiantes hombres también son sometidos a la presión de este discurso que aunque es más inclusivo con ellos, también ejerce fuerza sobre su comportamiento. Por otro lado, la presencia de las estudiantes en ingeniería es también un elemento de tensión que modifica las acciones de sus compañeros y maestros, aunque dentro de las limitantes impuestas por el discurso dominante. Las mujeres de este estudio asocian el poder al cumplimiento e su meta académica “lograr lo que te propones”; al reconocimiento de sus logros y al derecho a ser respetadas “no aparentar lo que no somos, para ganarte el respeto”; consideradas por sus compañeros “ser capaces de hacer lo que los hombres hacen” y “capaz de superar obstáculos”. Por lo anterior, muchas de las formas de adaptación, negociación e interpretación de sus conductas están encaminadas a terminar la carrera y convertirse en ingeniero. Estrategias de resistencia: otras formas de ser un ingeniero Las mujeres de este estudio reconocen una serie de actitudes y valores en el “ser mujer” que asocian con su propia definición del ingeniero. Se trata de un profesional con liderazgo, creativo, innovador, capaz de resolver problemas, y sobreponerse a los obstáculos para alcanzar sus metas. Una de las entrevistadas, egresada de ingeniería civil señala que “la rectitud y los valores, son fundamentales para evitar quedarse atrapada en el mundo de hombres. Saber darse su lugar y elegir amistades afines, son la clave […]la mujer en ingeniería no puede ser una persona corta de pensamiento, sino una mujer de retos a quien le guste poner a prueba sus capacidades y superar pruebas, sobre todo cuando se le menosprecia”. Para las estudiantes, su forma de ser un ingeniero contempla el desarrollo de estrategias y habilidades propias de las mujeres, ya que necesitan recurrir a ellas para ser tomadas en cuenta en un campo masculino y para salir adelante en su carrera. Algunas de las estrategias que las mujeres señalaron son: Localizar quién de sus compañeros las puede ayudar y acercarse para solicitar ayuda cuando así lo requieren. Hacer uso de sus atributos femeninos como la sensibilidad, empatía, habilidades comunicativas, su capacidad de persuasión y el ser atentas, para lograr su propósito. Hacer uso estratégico de los códigos existentes: vestimenta, aspecto físico y uso del lenguaje para socializar con sus compañeros y maestros Comunicarse directamente, aclarando muy bien lo que tratan de decir, tanto a sus compañeros como a sus profesores “si no te gusta algo dilo”, “ellos no leen la mente ni son intuitivos por naturaleza” “y con los maestros tienes que manejar siempre un lenguaje correcto y propio. Masculinizar su lenguaje como estrategia para defenderse o demostrar que pueden hacer lo mismo que sus compañeros hombres “dar carrilla”. Cultivar la seguridad en sí mismas. Por otro lado, las estrategias a través de las que consideran que pueden ejercer el poder son demostrar seguridad, tener liderazgo, trabajar duro, defendiendo sus ideales, imponiendo límites, no dándose por vencidas. Por lo que, para las estudiantes, el concepto de respeto está ligado al poder; cuando las estudiantes perciben que son respetadas tienen una sensación de poder. El cual consideran se puede ganar “marcando muy bien los límites” en la relación con sus compañeros y maestros. ¿Ingenieras o ingenieros? Las mujeres de este estudio se identifican a sí mismas como ingenieros. La pregunta que habría que responder en trabajos futuros es qué implicaciones tiene esta identificación en la capacidad de agencia de las estudiantes. Nosotros consideramos que la identificación de las estudiantes como “ingenieros” les ha permitido hasta el momento tener movilidad dentro del campo, pero dentro de un marco restrictivo dependiente de una cultura fuertemente masculina. Sin embargo, consideramos que a pesar de que esta construcción está inserta en un discurso masculino, las estudiantes buscan formas para reinterpretar el “ser ingeniero”, esto es, las identidades subjetivas de las estudiantes, toman las diferentes concepciones de lo que una mujer debe o no debe ser dentro del campo de la ingeniería y producen a su vez diferentes formas de ser un “ingeniero”. Para las entrevistadas, apropiarse del término ingenieros en lugar de ingenieras representa una expresión de la igualdad entre hombres y mujeres dentro del campo. Aunque es verdad que reconocerse como “ingenieros” puede atribuirles un tipo de poder, consideramos que es también una forma de legitimar el orden tradicional de género, esto es, una disciplina exclusiva de hombres (ingenieros) donde el rechazo de la presencia femenina está explícito e implícito en el lenguaje a través de este reconocimiento. Parece un detalle pequeño, pero creemos que es importante la búsqueda de legitimidad de las “ingenieras” desde el reconocimiento de este término por parte de las mismas mujeres que estudian y egresan del campo de Ingeniería. Conclusión El significado de ser mujer en ingeniería se configura a partir de los discursos fuertemente masculinos a los que se enfrentan las estudiantes durante su proceso de formación como profesionales de la ingeniería. Estos discursos denotan rechazo hacia las mujeres y hacia las conductas muy femeninas o muy masculinas en las mujeres. Los discursos son difundidos por los familiares y amigos, estudiantes hombres y maestros, así como por las mismas estudiantes que en ocasiones deciden retomarlos como una estrategia de adaptación para permanecer en la carrera. Los discursos de los que hablamos, contienen normas explícitas e implícitas sobre cómo debe ser una mujer en ingeniería y tienen su origen en una cultura dominante de características masculinas que ejerce fuerza sobre las acciones de las estudiantes mujeres y sus compañeros hombres. También las identidades subjetivas de las estudiantes, se ven influenciadas por la cultura y los discursos dominantes del campo, que en muchos casos, producen la masculinización de las estudiantes en lo que respecta a su forma de expresarse, vestirse y desenvolverse en diferentes situaciones. Sin embargo, a través de la subjetividad de las estudiantes, estos discursos también son transformados y complejizados por las estudiantes, de tal forma que ser ingeniero se convierte en una noción que matiza los roles femeninos y masculinos en las estudiantes. No podemos decir que no se ha logrado nada, la matrícula femenina ha tenido un lento pero significativo aumento en ciertas áreas de la ingeniería. 21 No obstante, el porcentaje de participación de las mujeres está aún muy lejos de ser satisfactorio para un país interesado en la equidad de género en ciencia y tecnología como una vía de desarrollo para la nación. Al mismo tiempo, las estudiantes se han insertado con éxito en estas carreras y consideran que son capaces de sobresalir de la misma manera que sus compañeros hombres. Las estudiantes están cada vez más convencidas de que pueden alcanzar sus metas académicas en una profesión que típicamente ha sido vista como masculina. En la medida de que el discurso dominante se los permite, reconstruyen este discurso y lo utilizan a su favor para sobresalir y terminar su carrera. Por otra parte, las estudiantes más jóvenes consideran que no necesitan cambiar su forma de ser para estar dentro del campo de ingeniería y que tienen maestros y compañeros de los que reciben apoyo y reconocimiento, lo que nos hace pensar que algunos cambios comienzan apenas a reflejarse. Sin embargo, en el caso de las mujeres de este estudio, prefieren la denominación de ingenieros por encima de la de ingenieras y en algunos casos manifiestan rechazo por la segunda, lo cual significa aún hay mucho que hacer en el interior de las instituciones y que el discurso masculino, orilla a las estudiantes a elegir esta denominación que consideran les permitirá mayor movilidad social y mejores oportunidades de trabajo. En el caso de la Universidad Autónoma de Baja California, reconocemos la necesidad de talleres que brinden a las estudiantes herramientas socio-afectivas e intelectuales que hagan posible un mejor tránsito por la carrera; la vinculación entre diferentes generaciones de estudiantes, así como con profesoras, que permitan que las más jóvenes tengan modelos exitosos de mujeres que se han formado en la misma profesión que ellas; la formación de redes de mujeres ingenieras entre estudiantes de diferentes instituciones y la posibilidad de realizar encuentros y estancias que les permitan conocerse y compartir sus inquietudes; el apoyo académico en materia de becas de estudio para mujeres interesadas en estudiar alguno de los perfiles de ingeniería; repensar este estudio en términos de ambos sexos para profundizar en las formas negociación entre hombres y mujeres y evaluar cómo los hombres son también interpelados por un discurso histórico de cómo debe ser un ingeniero.
© Copyright 2024