Diferencias: cómo recordar a los muertos

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Interés General
La Plata, lunes 2 de abril de 2007
“Pudimos cerrar un círculo, pero
a la vez darnos cuenta de que nuestros compañeros están ahí, olvidados, descuidados y sin nada que los
identifique...”, se queja aún Beto
Santos, a quien tras la guerra lo
dieron por muerto, estuvo dos años
internado, perdió un brazo y le agarraron el estómago con contact.
Habla, ahora, del Cementerio de
Darwin, que está literalmente destruido: las cruces resquebrajadas,
el pasto alto, las placas tapadas con
excremento de oveja, sin ninguna
bandera argentina flameando, y lo
que es peor aún, sin saber a ciencia
cierta quiénes son los compatriotas
que están ahí.
Las imágenes que
ilustran esta nota fueron
aportadas por el último
contingente de ex
soldados que viajó
En Darwin faltan al menos 106
soldados caídos durante el conflicto. Además, son muchos los que
creen que no todos los cuerpos fueron trasladados hasta este lugar.
Felipe de la Luca es uno de ellos,
Salvucci otro. Este hombre fue uno
de los últimos que dejó Malvinas
tras la guerra, ya que estuvo un
mes y medio detenido en Bahía San
Carlos (hoy Bahía Ajax), donde estaba el centro de operaciones y el
hospital británico inglés.
“Enterré a los últimos soldados
caídos argentinos -contó a Hoy-,
que los comenzaron a traer a San
Carlos desde diferentes lugares,
porque el deshielo los dejó al descubierto. Estaban intactos, pero no
conocíamos a ninguno. Teníamos
En las islas murieron 336
compatriotas. En Darwin
hay 230 cruces. Faltan al
menos 106. El resto de
los caídos es del Belgrano
que buscar entre sus ropas alguna
carta para identificarlos. El problema es que en la correspondencia
no siempre se hace referencia al
nombre completo, sino a una denominación más íntima. Por eso
son casi todos NN, los pusimos en
lugares comunes con una única
cruz. Fueron más de 30”, relata este hombre, que además fue
El dato
Los entrevistaron desde
Japón y hasta Al Jazeera
La cadena árabe Al Jazeera,
periodistas de Austria, Bélgica,
tres de medios alemanes, uno
de Japón, otro de Colombia, de
Brasil, España e Irlanda, entre
otros países, entrevistaron a
integrantes del Centro de Ex
Combatientes Islas Malvinas de
La Plata en los últimos días para
enriquecer diversos informes a
los 25 años de este conflicto
bélico, que marcó a una
generación de argentinos.
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Diferencias: cómo recordar a los muertos
La primera es una cruz con un rosario celeste en el Cementerio de Darwin. Está descascarada y sin ningún tipo de identificación. Al lado,
el cementerio británico. Hay flores, canteros, el pasto bien cortado y la identificación hasta con el arma de su unidad. ¿Le parece justo?
La vista general de ambos cementerios también es una muestra cabal de las diferencias. Otro hecho que genera indignación: la mayoría de las
cruces tiene una placa con la leyenda: “Soldado argentino sólo conocido por Dios”. ¿Por qué nunca viajó el Equipo de Antropología Forense?
detenido-desaparecido.
Nadie sabe si esos cuerpos fueron trasladados; se cree que no.
Ejemplos como éste hay de sobra.
La otra cuestión central es la identificación: la mayoría de las cruces
ubicadas en Darwin tiene una placa al pie con la inscripción: “Soldado argentino sólo conocido por
Dios”.
Santos no sabe por qué nunca se
identificaron. Su compañero Ernesto Alonso, también un platense
que volvió a las islas el año pasado,
pidió en reiteradas ocasiones que el
Equipo Argentino de Antroplogía
Forense (EAAF), que trabajó en la
identificación del cuerpo del Che
Guevara en Bolivia, de la Madre
En Malvinas, el grupo
del CECIM se cruzó
con militares jóvenes
británicos que viven
en la imponente base
Azucena Villaflor en General Lavalle y hasta realizó tareas para determinar si hubo genocidio en fosas
comunes de Africa, viaje a Malvinas. Esta idea es respaldada por el
grueso del CECIM, que aglutina a
450 ex combatientes.
“No sabemos por qué motivo
hasta el momento nadie hizo nada,
ni el Gobierno argentino y mucho
menos el británico”, se lamenta
Santos, que se dio el gusto de pasear por Malvinas los colores de sus
amores, los de Gimnasia.
El otro hecho que les genera un
profundo dolor en el pecho es que
no flamee la bandera argentina.
“Creemos que el cementerio debería tener una insignia Patria, pero
los ingleses se niegan”, cuenta Santos, mientras De la Luca califica a
este sitio como “indigno”.
De los 336 caídos en las islas durante el combate o por causas conexas, en Darwin sólo hay 230 cruces. Tampoco se sabe si todas representan a un cuerpo. En el mejor
de los casos, faltan 106. Los restantes héroes que no volvieron a su
Dos carteles, dos mensajes muy claros
país fueron por el crimen de guerra
del crucero General Belgrano, 313
en total. Los cadáveres rescatados
(lamentablemente hay muchos en
el mar) fueron llevados directamente al continente.
Hoy Malvinas es un lugar frío,
igual que hace 25 años. Pero con
una diferencia sustancial: allí están
la huella, la sangre y las pisadas imperdurables de estos hombres argentinos, muchos de los cuales aún
aguardan una digna sepultura. ¿Le
parece justo? El mejor homenaje
seguramente será no olvidarlos.
Nunca más.
Esteban M. Trebucq
Sigue en páginas 12 y 13
Uno hace referencia
al Cementerio de
Darwin. El primero,
tiene una inscripción
que dice: A la Nación
Argentina y a su
pueblo: serán bienvenidos a este país
siempre y cuando
desistan de los
reclamos de soberanía y reconozcan
nuestro derecho de
autodeterminación.