“acto de habla”, estableciendo que esta diferencia pragmática empieza por esclarecer cómo en la constitución del lenguaje una cosa son las “reglas del lenguaje” y otra las “convenciones”. La hipótesis central de Searle, en cuanto a las “reglas”, consiste en que la semántica de un lenguaje puede ser contemplada como una serie de sistemas de reglas constitutivas y que los actos ilocucionarios son actos realizados de acuerdo con esos conjuntos de reglas constitutivas. Uno de sus propósitos también lo es formular un conjunto de reglas constitutivas para un cierto género de actos de habla, tal como lo intenta cuando analiza el acto ilucocionario de prometer donde da respuesta a la pregunta sobre las condiciones que son necesarias y suficientes para que se haya realizado el acto de prometer en la emisión de una oración dada. A partir de estos presupuestos John R. Searle concluye que si “Hablar” es realizar Actos de acuerdo con un sistema de “reglas constitutivas” y que si el Acto Ilocucionario es un acto lingüístico realizado como un sistema de “reglas constitutivas” acordes con el acto que se realiza al Hablar; entonces “Hablar” es realizar cierta forma de comportamiento gobernado por “reglas”, es actuar de acuerdo con un sistema de “reglas constitutivas”, es realizar Actos de Habla sometidos a ciertas condiciones y a ciertas reglas. Las “reglas del lenguaje” cumplen un importante papel en el proferir “actos de habla”, precisando de las convenciones lingüísticas. Pero como no siempre el hablante dice exactamente lo que quiere decir a través de las convenciones en un acto lingüístico fáctico, sin poder así alcanzar el ideal de expresabilidad, entonces las reglas entran a compensar dicha insuficiencia rectificando o creando convenciones y utilizando signos para-verbales y extra-verbales con el fin de que el acto de habla consiga su propósito. Con respecto al Significado, Searle explica cómo si cuando se habla se quiere decir algo mediante lo que se dice, de lo que se dice (emite) se dice característicamente que tiene un significado. Lo que se emite al hablar con la intención de comunicar algo tiene un significado, en donde la clave está en la intención. El significado de un acto de habla está en el reconocimiento de la intención del hablante por parte del oyente. El modelo de Searle comprende la noción de los actos de habla, el principio de expresabilidad (toda cuestión que quiera decirse es posible expresarla), lo que el hablante quiere e intenta decir, lo que la oración emitida significa, lo que el oyente comprende y lo que son las reglas que gobiernan los elementos lingüísticos. En el clásico ejemplo de Searle se incluye un hablante, un oyente, una emisión del hablante, un contexto y una intencionalidad, donde el hablante emite una de las oraciones siguientes: 1.Juan fuma habitualmente. 2. ¿Fuma Juan habitualmente? 3. ¡Juan, fuma habitualmente! 4. ¡Pluguiese al cielo que Juan fumara habitualmente!557 Indaga sobre cómo caracterizar o describir la emisión por parte del hablante de una de las anteriores oraciones, ya que característicamente el hablante está diciendo algo y no meramente profiriendo palabras. Al emitir 1., un hablante está haciendo una aserción; en 2., está planteando una pregunta; en 3., está dando una orden y en 4., (modalidad un tanto arcaica) está expresando un anhelo o deseo. Y al realizar cada uno de estos cuatro actos diferentes que son los “actos Ilocucionarios” (1. “aserción”, 2. “interrogación”, 3. “orden” y 4. “deseo”) el hablante realiza otros ciertos actos, comunes a los cuatro, que son los “actos de emisión” (proferir palabras) y los “actos proposicionales”, ya que “se refiere a”, “menciona o designa” un cierto objeto y “predica” la expresión “fuma habitualmente” del objeto referido; es decir, Referir y Predicar. “Sin esta distancia pragmática entre proposición formulada lingüísticamente y acto de habla, ¿cómo sería posible la traducción de unos lenguajes a otros y el acuerdo comunicativo entre culturas cuyos sistemas lingüísticos, si atendemos a Sapir, deberían ser inconmensurables?, ¿cómo se explicaría la capacidad de un sujeto para alterar las convenciones de su propio lenguaje?”556 El “acto de habla” de Searle, a medio camino Algunas críticas558que se le hacen a la teoría de los Actos de Habla de Searle podrían resumirse en: Que poco se avanza al afirmar que “oración” y “acto de habla” están indisociablemente unidos, si luego hay que acabar concediendo que esta unión está siempre a merced del contexto, máxime si 556 Ibid., pág. 119 557 SEARLE, John R. Actos de Habla. Policopiado Uniquindío. Cap. II, pág. 31. 558 ESCANDELL, Vidal M. Victoria, Op. cit., pág.89 PRAGMÁTICA empírico-analítica 653
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