En el nombre de Allah, Clemente, Misericordioso Traducción de la Jutbah del día viernes 26 de Sha ban de 1434 .هـ acorde al viernes 5 de Julio de 2013 pronunciada por el Sheij Muhammad Al Ruwaili en la Mezquita del Centro Cultural Islámico "Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas, Rey Fahd" en Buenos Aires CÓMO RECIBIR EL MES DE RAMADÁN Alabado sea Allah, Señor del Universo. Lo glorificamos, Le pedimos perdón por nuestros pecados y a Él nos encomendamos. Nos refugiamos en Allah del mal que existe en nuestras propias almas y de los perjuicios de nuestras malas acciones. A quien Allah guíe nadie puede desviar, y a quien extravíe nadie puede guiar. Primera Jutbah: Atestiguo que nada ni nadie merece adoración sino Allah, Único, Quien no tiene copartícipe alguno. Atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero, la Paz y Bendiciones de Allah sean con él, sus familiares, compañeros y seguidores hasta el Día del Juicio Final. ¡Hermanos y hermanas en el Islam! Tengan temor de Allah porque el Altísimo nos lo ordena en el Sagrado Corán: {Temed el día en que seréis retornados a Allah, y en que cada persona reciba lo que merezca sin ser oprimido} (Sura de la Vaca, aleya 281). Cuando se avecina para los musulmanes el tiempo de celebrar el bendito mes de Ramadán, encontrándose entre la belleza de esta ocasión y su grandiosidad, y la inmensa alegría de recibirla, los dotados de sabiduría se detienen a recordar aquellos dos momentos de júbilo de los cuales había informado el Mensajero de Allah en el hadiz reportado por Al Bujari y Muslim; se transmitió de Abu Huraira que el Profeta (sws) dijo: “el ayunante tiene dos alegrías: cuando rompe el ayuno y cuando se encuentra con su Señor (es decir que se alegra de la recompensa que generaría su ayuno)”. Dicho recuerdo los lleva a reflexionar sobre los motivos de este sentimiento grato, las razones de su ocurrencia y la esencia del ayuno. Ellos saben que el ayuno cumplido por aquel que no abandona el mal hábito del falso testimonio y por aquel que no resguarda sus oídos, vista ni corazón de ser contaminados con la inmundicia de los pecados, no es el ayuno requerido. Dice el Profeta (sws) “¡Cuánto ayunante hay que no obtiene de su ayuno sino hambre y sed, y cuántos que se erigen en oración durante la noche y que no obtienen de ello excepto estar en vela!” Transmitido por An-Nassai e Ibn Maya. Y en el relato reportado por Abu Huraira, el Pág. 1 Nuestra Jutba www.cciar.com Centro Cultural Islámico "Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas, Rey Fahd" en Argentina. Profeta (sws) dijo también: “Quien no deja de dar el falso testimonio ni de obrar de acuerdo a él, Allah no necesita de sus abstinencia de comer y beber.” Los dotados de intelecto saben, asimismo, que el ayuno de quien lo hace de un modo convencional y por obligación dado que la gente de su país también ayuna no es el ayuno indicado. Por otra parte, aquel que ayuna hartado, manifestando actitud de disgusto y fastidio, y deseando que finalice el ayuno para volver al desvío que lo conduciría sin duda a la pérdida, ha de saber que no está siguiendo para nada la forma correcta. Los de mente iluminada tienen otra práctica distinta; se trata del ayuno de quien sigue la guía recta para alcanzar los más elevados propósitos ante su Señor el día en que vaya a su encuentro. Es el ayuno de quienes reciben su mes con la firme intención de aprovechar la oportunidad para purificar sus espíritus y corazones además de resguardar sus lenguas y vista. Es el ayuno llevado a cabo con la plena fe de que es a la vez una obligación y una obediencia que lo hace al siervo estar más cerca de su Señor, ambicionando su recompensa y aspirando lograr la bendita retribución mencionada en el hadiz narrado por Abu Huraira, que Allah esté complacido con él, en donde el Mensajero de Allah (sws) dijo: “A quien ayune el mes de Ramadán con fe y buscando la recompensa de Allah le serán perdonadas todas sus faltas cometidas.” Sin embargo, hay que aclarar que es un perdón especial que para la mayoría de los jurisconsultos no llega a borrar los pecados, ya que éstos no son perdonados sino a través del sincero arrepentimiento. Dijo el Profeta (sws): “Las cinco oraciones (diarias) y de una oración del Yumuah (viernes) a la siguiente oración del Yumuah, y de Ramadán a Ramadán son expiación para los pecados cometidos entre (sus intervalos) provisto que los pecados mayores no sean cometidos”. Reportado por Muslim. El ayuno de quienes se aprovisionan con lo que le pertenece a Allah de abundancia, generosidad y resguardo de los demonios es el más elevado de los fines y la guía más perfeccionada, sobre todo si son respetadas sus condiciones y tenidos en cuenta sus modales, esforzándose el ayunante en ser esmerado a fin de que lo alcancen las gracias del Señor, Altísimo Sea, de las cuales había informado el Mensajero de Allah cuando dijo: “Cuando llega Ramadán se abren las puertas del Paraíso, se cierran las del Infierno y son encadenados los demonios” Reportado por Al Bujari y Muslim. Entre los modos de conducta del Profeta (sws) durante esta ocasión podemos señalar el hecho de que él realizaba con abundancia distintos tipos de adoraciones: pues, hacía caridades con mucha frecuencia, recitaba el Sagrado Corán, rezaba, recordaba a Allah y practicaba el retiro espiritual, singularizando de este modo el mes de Ramadán por encima de los otros meses del año. Además, el Ángel Gabriel le hacía transmitir el Corán en cada noche del bendito mes. ¡Siervos de Allah! Ciertamente quienes en su ayuno siguen los pasos de la guía profética tendrán un final feliz cuando vayan al encuentro de su Señor, porque los estará recibiendo con la más generosa de las recompensas y les concederá el Paraíso como eterna morada. Pág. 2 Nuestra Jutba www.cciar.com Centro Cultural Islámico "Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas, Rey Fahd" en Argentina. Por eso, ¡siervos de Allah! Han de obrar intensamente procurando lograr la mayor de las dichas a través de la buena acogida de este bendito mes dedicándole todo el esfuerzo necesario y apresurándose en realizar las obras pías. Y sepan que el regocijo del ayunante no se limita solo a conocer lo que le tendrá preparado Allah al creyente de entre las mejores recompensas, sino porque también el ayuno es uno de los motivos que generan el temor a Allah, como es señalado en el Sagrado Corán: {¡Oh, creyentes! Se les ha prescrito el ayuno al igual que se les prescribió a los que los precedieron. ¡Ojalá tengan temor de Allah!} (Sura de la Vaca, aleya 183). El ayuno, tal como dijeron algunos sabios del Islam, es el camino más grandioso para llegar a este propósito donde la felicidad del siervo, tanto en su religión como en su vida mundanal y en su Otra Vida. Pues, el ayunante se acerca a Allah con el abandono de los deseos y pasiones privilegiando así el amor a su Señor por sobre el amor propio. De ahí que Allah ha concedido importancia al ayuno en comparación con otras obras atribuyéndoselo a Él, tal como es explicitado en el hadiz verídico transmitido por Al Bujari y Muslim en el que relató Abu Huraira, que Allah esté complacido con él, que el Mensajero de Allah dijo: “dijo Allah, Exaltado Sea: “Toda obra que el hijo de Adán realice es para él, excepto el ayuno...que es para Mí y Yo recompenso por él”. El ayuno, además, incrementa el grado de fe y nos ejercita en la paciencia y la superación de las dificultades y penas. Es el motor de muchos actos de obediencia como el rezo, la recitación del Corán, el recuerdo, la caridad y demás acciones que nos hacen llegar a la piedad. También, nos incita a reprimir nuestro ser para que no incurra en actos y dichos ilícitos. Por otra parte, el ayuno estrecha el campo de acción de Satanás, quien corre en el interior del hijo de Adán como corre su propia sangre. Así, y por causa del ayuno, se debilita el poder y autoridad de Satanás, y se reducen las faltas del siervo. No es sorprendente, pues, que el musulmán sienta una inmensa alegría cada vez que recibe el mes de Ramadán. ¡Hermanos en el Islam! Ármense del temor a Allah y procuren beneficiarse del ayuno. Aprovechen sus momentos y sean precavidos de no dejarlos pasar en vano. Me refugio en Allah del maldito Satanás: {En el mes de Ramadán se hizo descender el Corán, Guía para los hombres y pruebas claras de la Guía y del Discernimiento; así pues, quien de vosotros vea el mes, que ayune; y el que esté enfermo o de viaje que lo haga en otro momento, por el mismo número de días. Allah quiere para vosotros lo fácil y no lo difícil, pero quiere que completéis el número (de días) y que proclaméis la grandeza de Allah por haberos guiado. ¡Ojalá seáis agradecidos!} (Sura de la Vaca, aleya 185). Que Allah nos beneficie con la guía de Su Libro Sagrado y las enseñanzas de Su Mensajero (sws). Pág. 3 Nuestra Jutba www.cciar.com Centro Cultural Islámico "Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas, Rey Fahd" en Argentina.
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