Traducción de la Jutba del viernes 16 de Muharram de 1437 H. acorde al 30 de octubre de 2015, pronunciada por el Dr. Mohammad Al Harbi en la Mezquita del Centro Cultural Islámico “Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas” Rey Fahd en Buenos Aires, Argentina. LA ENVIDIA, SUS CAUSAS Y PERJUICIOS Alabado Sea Allah, Señor de los Mundos, Quien dividió el sustento entre los hijos de Adán en diferentes cantidades y formas para que la vida esté correctamente regulada. Dice el Altísimo en el Generoso Corán: {Nosotros repartimos entre ellos sus medios de vida en este mundo y hemos elevado en grados a unos sobre otros, para que unos tomaran a su servicio a otros} (43:32). Atestiguo que no hay otra divinidad excepto Allah, Único sin asociados, Quien alaba el amor y la hermandad que hay entre sus siervos creyentes y sinceros, y dice que:{aman a quienes emigraron a ellos y los prefieren a sí mismos, aun estando en extrema necesidad} (59:9). Y atestiguo que Muhammad es el Mensajero de Allah, advirtió sobre las enfermedades del corazón que aquejan a la Ummah y echan a perder las buenas acciones. Dijo (PyB): "No os envidiéis, no engañéis a los demás, no os odiéis, no os deis la espalda, no perjudiquéis a los demás en las ventas. Comportaos como hermanos, oh servidores de Allah". [Al Bujari]. La paz y bendiciones de Allah sean con él. ¡Siervos de Allah! Temed a vuestro Señor, obedecedle y sabed que el Islam siempre ha procurado lograr la pureza del cuerpo y del corazón, siendo éste el más primordial. Dice Allah (swt): {El día en que ni la riqueza ni los hijos servirán de nada. Sólo quien venga a Allah con un corazón sano} (26:88-89). El corazón es a dónde mira Allah, Altísimo Sea, tal como nos informó su Profeta (PyB) cuando dijo: "Ciertamente Allah no mira a vuestras imágenes ni a vuestros bienes, sino que mira a vuestros corazones y obras". [Muslim] Allah (swt) nos advierte sobre las enfermedades del corazón por los daños y perjuicios que acarrean sobre el individuo y la sociedad, y nos ordena lo siguiente: {Di: me refugio en el Señor del rayar del alba. Del mal de lo que ha creado. Del mal de la noche cuando se hace oscura. Y del mal de las que soplan en los nudos. Y del mal del envidioso cuando envidia} (113:1-5). Pág. 1 Nuestra Jutba www.cciar.com Centro Cultural Islámico "Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas, Rey Fahd" en Argentina. Estas enfermedades y otras como el rencor, el resentimiento, el engaño, la hostilidad, lamentablemente se han propagado entre la gente y la Ummah no podrá volverse a unificar hasta tanto no se purifiquen los corazones y haya solidaridad entre su gente. Pues, ninguno de nosotros será un verdadero creyente hasta que no desee para su hermano lo que quiere para sí mismo. Una de estas graves enfermedades que devasta a la nación islámica es la envidia, motivo de muchos crímenes y matanzas. Se trata de un sentimiento despreciable e inherente a los espíritus malignos que viven aislados, anhelan la privación de las mercedes con las que el prójimo ha sido agraciado y por consiguiente desean acapararlas. La envidia es la puerta que lleva al mal y la moneda corriente de los viles. Apunta más a la persona cercana que la lejana, más al amigo que al enemigo. Se propaga mucho entre los allegados, vecinos, compañeros. Al pariente envidioso no le agrada que un familiar suyo sea mejor que él teniendo algo con que lucirse, aunque sea su propio hermano. El vecino envidioso odia que el de al lado sea mejor que él en bienes, notabilidad, poder, belleza o conocimiento. Los compañeros de estudios o de trabajo no aceptan que uno de ellos sea superior en conocimiento, ascensos, méritos o gratificaciones. Así pues, la envidia es anhelar la privación de las bendiciones que otra persona tiene, y en su esencia esta conducta significa el rechazo de lo que Allah (swt) ha decretado. Los sabios del Islam comentan que hay cuatro clases de envidia que citaremos a continuación: 1- Desear que la merced o bendición le sea quitada al agraciado aunque el envidioso no se beneficie de la misma. 2- Desear que la merced le sea quitada al agraciado, y por ende el envidioso sea beneficiado con ella. 3- Desear obtener la misma mereced con la que goza el agraciado para que no haya desigualdad. En caso de no poder obtener lo mismo, el envidioso desea que el agraciado se prive de lo que tiene. 4- La envidia sana; desear una bendición similar a la que tiene el agraciado sin pretender que se le quite. La envidia es una actitud aborrecible e innoble que no se halla sino en los espíritus incapaces de obrar el bien y deseosos de que el otro se prive de sus gracias, para que así tanto el incapaz como el hacedor se encuentren en la misma condición como dice Allah, Enaltecido Sea: {Quieren que renegaseis como ellos han renegado y que fueseis iguales} (4:89). Pág. 2 Nuestra Jutba www.cciar.com Centro Cultural Islámico "Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas, Rey Fahd" en Argentina. El envidioso es enemigo de la bendición y desea que no le alcance al envidiado como ocurre con él. Entonces, quien ama a Allah y el Día del Juicio debe evitar esta mala conducta y tener presente el castigo de Allah. En cambio, aquel que está libre de envidia ha de dar las infinitas gracias a Allah (swt) porque esta plaga lo humilla a uno y lo transforma en un ser degradado. Es de saber que el origen de la envidia y de la enemistad es rivalizar en multitud e ir en conquista de un solo propósito, y ello se debe al amor que se le tiene a la vida mundanal. Asimismo, cuanto más goza uno de las bendiciones del Señor más lo envidian y viceversa. Esto porque la aparición de las gracias incita a la envidia y multiplica el sentimiento de depresión. ¡Hermanos en la Fe! Sabed que la envidia es una enfermedad que se origina a causa de la debilidad de la creencia en el designio divino y la no comprensión de los nombres y atributos de Allah, Altísimo Sea. Si el envidioso tuviera una fe inquebrantable en el decreto de Allah, no envidiaría a la gente. Y si tuviera suficiente conocimiento acerca de los significados que tiene los dos Nombre de Allah: el Omnisciente y el Sabio, no envidiaría, ya que Allah (swt) es Sabio en sus propósitos y conocedor de sus creaciones. Además, puede que el envidioso sienta o no que está siendo el primero de los perjudicados por causa de su envidia. De esta manera, recibe cinco castigos antes de que al envidiado le llegue nada: angustia interminable, desgracia sin consuelo, envilecimiento de la gente, ira del Señor, fracaso en esta vida y en la otra cuando ni la riqueza ni los hijos servirán de nada. Sólo quien venga a Allah con un corazón sano. El envidioso es enemigo de las bendiciones de Allah. Algunos sabios explican que el envidioso entra en desafío con su Señor del siguiente modo: 1- Aborrece toda bendición visible en el prójimo. 2- Manifiesta su disconformidad con respecto a la repartición de medios de vida hecha por Allah (swt), como diciendo por qué esa repartición se hizo así. 3- Se pone en contra de Allah con su mala conducta, al ser Allah generoso con quien quiera y él mezquino y codicioso. 4- Defrauda a quienes están más cerca de Allah (swt) ya que quiere que se priven de los favores divinos. 5- Presta ayuda a su enemigo Iblīs. Pág. 3 Nuestra Jutba www.cciar.com Centro Cultural Islámico "Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas, Rey Fahd" en Argentina. Se suele decir que en el envidioso no logra en las reuniones sino decepción, ante los ángeles maldición, en sus soledades profunda pesadumbre, en la Otra Vida tristeza y ante Allah alejamiento y abominación. Se transmitió del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que dijo: "Tres clases de personas no recibirán respuesta a sus súplicas; aquel que se alimenta de lo ilícito; el que ahonda en la murmuración; y aquel que tiene en su corazón envidia u odio hacia los musulmanes". La envidia contradice a la fe, porque ésta ordena a uno a estar sometido a los hechos de Allah (swt). Porque si el sabio, el devoto y el virtuoso envidian se sabrá que su grado de fe es débil. Por eso, el Mensajero de Allah (PyB) dijo: "No se reúnen en el pecho de un siervo el polvo del Muyahid y el humo del Fuego. Y tampoco se reúnen en el corazón de un Siervo la fe y la envidia". Y dijo (PyB) también: "La envidia consume (destruye) las buenas acciones de la misma manera que el fuego consume la leña". [Al Bujari]. Abdulllah Ibn Masud dijo cierta vez: "¡No mostréis hostilidad (irritación) por las gracias de Allah! Exclamaron algunos: ¡¿Y quién se irrita por las gracias de Allah?! Respondió él: aquellos que envidian a la gente por lo que Allah les ha dado de su favor". Esta clase de envidia es la más generalizada y la más nociva, porque aquel que la experimenta no podrá vivir en tranquilidad ni tampoco su satisfacción tendrá una meta. Además, el envidioso vive hundido en su preocupación y tristeza. Dice un hombre de letras: "Jamás había visto a una persona injusta similar a la oprimida como lo es el caso del envidioso; pues vive con un suspiro constante, una congoja inevitable y un corazón turbado y confuso". ¡Oh, Allah, nos refugiamos en Ti del mal de los envidiosos y de los malévolos, nos refugiamos en Ti de que Tu gracia se nos quite, el bienestar se nos altere y Tu extrema ira nos sorprenda! ¡Quiera Allah bendecirnos con el conocimiento del Sagrado Corán y la Sunnah de su Profeta (PyB), agraciarnos con su sabiduría y concedernos la fortaleza para poner en práctica todo lo que acabamos de escuchar. Pedid perdón a Allah por vuestras faltas y volveos a Él arrepentidos. Él es Indulgente, Misericordioso! Pág. 4 Nuestra Jutba www.cciar.com Centro Cultural Islámico "Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas, Rey Fahd" en Argentina.
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