Cómo conocer a Dios - San Germán

Domingo XXXIll del T.O.
18 de noviembre 2012
Nº 419
Parroquia San Germán - General Yagüe 26 - 28020 Madrid
Telf 915554656
Cómo conocer a Dios
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 14 de noviembre de 2012. Enseñanzas de Benedicto XVI en la
catequesis semanal por el Año de la Fe
El pasado miércoles, el papa Benedicto XVI acudió
a la Audiencia general con los peregrinos, durante
la cual continuó su catequesis por el Año de la Fe.
Siguiendo con este ciclo, el papa abordó el tema de
las vías para el conocimiento de Dios, invitando a los
cristianos a testimoniar su fe en medio de un mundo
secularizado e indiferente, que muchas veces no
capta la esencia del cristianismo. A continuación, un
resumen de las enseñanzas del Santo Padre (recomendamos su lectura íntegra, que pueden encontrar en español en www.zenit.org). “Queridos hermanos y hermanas:
El miércoles (pasado)hemos reflexionado sobre el
deseo de Dios que el ser humano lleva en lo más
profundo de sí mismo. Hoy me gustaría continuar y
profundizar este aspecto, meditando con ustedes
brevemente sobre algunas maneras de llegar a
conocer a Dios.
Debo mencionar, sin embargo, que la iniciativa de
Dios precede siempre a cualquier acción del hombre, y también en el camino hacia Él, es Él el primero
que nos ilumina, nos orienta y nos guía, respetando
siempre nuestra libertad. (…) Sin embargo, hay formas que pueden abrir el corazón del hombre al conocimiento de Dios, hay indicios
que llevan a Dios. Por supuesto, a menudo se corre
el riesgo de ser deslumbrado por el brillo del mundo,
que nos hace menos capaces de viajar esas rutas
o leer esos signos. Sin embargo, Dios no se cansa
de buscarnos, es fiel al hombre que ha creado y redimido, se mantiene cerca de nuestras vidas, porque
nos ama. (...)
En nuestros tiempos hay un fenómeno particularmente peligroso para la fe: hay una forma de ateísmo que se define como “práctico”, en el que no se
niegan las verdades de la fe o los rituales religiosos,
sino que simplemente se consideran irrelevantes
para la existencia cotidiana, separados de la vida,
inútiles. A menudo, por lo tanto, se cree en Dios de
una manera superficial y se vive “como si Dios no existiera” (…)
Cuando Dios pierde su centralidad, el hombre pierde
su justo lugar, no encuentra más su lugar en la creación, en las relaciones con los demás.(...): el hombre
cree que puede llegar a ser él mismo “dios”, dueño
de la vida y la muerte.(...)
¿Qué respuestas está llamada a dar ahora la fe, con
“gentileza y respeto”, al ateísmo, al escepticismo y a
la indiferencia frente a la dimensión vertical, de modo
que el hombre de nuestro tiempo pueda seguir cuestionándose sobre la existencia de Dios y recorrer los
caminos que conducen a Él? (...)Quisiera resumirlo
muy brevemente en tres palabras:
-El mundo.(…)Creo que tenemos que recuperar y
devolver al hombre contemporáneo la capacidad
de contemplar la creación, su belleza, su estructura.
El mundo no es una masa informe, sino que cuanto
más lo conocemos y más descubrimos sus maravillosos mecanismos, más vemos un diseño, vemos que
hay una inteligencia creadora. Albert Einstein dijo que
en las leyes de la naturaleza “se revela una razón tan
superior, que todo pensamiento racional y las leyes
humanas son una reflexión comparativamente muy
insignificante” .
-El hombre.(…) Este es otro aspecto que corremos el
riesgo de perder en el mundo ruidoso y disperso en el
que vivimos: la capacidad de pararnos y mirar en lo
profundo de nosotros mismos, y de leer esta sed de infinito que llevamos dentro, que nos impulsa a ir más
allá y nos refiere a Alguien que la pueda llenar.
-La fe. Sobre todo en la realidad de nuestro tiempo,
no debemos olvidar que un camino hacia el conocimiento y el encuentro con Dios es la vida de fe. El
que cree se une con Dios, está abierto a su gracia, a la
fuerza del amor.(...) La fe, de hecho, es un encuentro
con Dios que habla y actúa en la historia y que convierte nuestra vida cotidiana, transformando en nosotros mente, juicios de valor, decisiones y acciones
concretas. (...). Hoy en día muchos tienen una com-
prensión limitada de la fe cristiana, porque la identifican con un mero sistema de creencias y de valores,
y no tanto con la verdad de un Dios revelado en la
historia, deseoso de comunicarse con el hombre cara
a cara, en una relación de amor con él.
(...)El cristianismo, antes que una moral o una ética, es
el acontecimiento del amor, es el aceptar a la persona de Jesús. Por esta razón, el cristiano y las comunidades cristianas, ante todo deben mirar y hacer mirar
a Cristo, el verdadero camino que conduce a Dios.”
EL VALOR DEL CREDO PARA LA VIDA CRISTIANA
Para una fructífera celebración del Año de la Fe, Benedicto XVI nos exhorta a “recuperar” el Credo, a meditarlo,
a rezarlo, a descubrir su más profundo sentido. Aquí comentamos algunos de sus “valores”
La función doctrinal del Credo: no hay duda que el Credo es la síntesis de nuestra fe, contiene un resumen de
aquello que creemos; por eso el Credo no sólo se recita, sino que se confiesa. Comienza con las palabras “Creo
en”, es decir, queda enmarcado en nuestro propio acto de entrega, de confianza y abandono. La profesión
externa ha ir acompañada de la obediencia profunda del corazón que se entrega totalmente a Dios.
El Credo en la vida de la Iglesia: ya en los primeros siglos la profesión del Credo ocupaba un lugar fundamental
durante el catecumenado; los catecúmenos aprendían la Historia de la Salvación y eran iniciados en la fe de
la Iglesia, y cuando se acercaba el momento de recibir el sacramento bautismal, se celebraba el rito de “la
transmisión de la fe”, en el que la Iglesia entregaba el Credo solemnemente a los catecúmenos. No por escrito,
sino oralmente, para que su contenido se imprimiese en sus corazones y se hiciese vida en ellos. Después debían profesar públicamente la fe recibida ante el obispo y la asamblea, poniendo así de manifiesto que la fe
había sido asimilada, que se había hecho familiar.
En la liturgia bautismal, despúes de haber renunciado al pecado y a Satanás, los catecúmenos son invitados a
profesar la fe de la Iglesia, no como un examen que hay que pasar, sino como expresión de la vida nueva que
por gracia del Espíritu Santo van a recibir en el sacramento.
También reconocemos el valor del Credo como mucho más que un resumen de contenidos doctrinales en el
testimonio de los mártires, que encontraban en su profesión antes de su martirio, palabras de Salvación, signo de
la vida divina que testimoniaban con su sacrificio. Encontramos bellos ejemplos de esto en las Actas del Martirio
de Justino y sus compañeros (alrededor del año 170 ), y en los escritos de Andrés Kim Taegon,mártir coreano del
siglo XlX. Y en cuanto a la liturgia eucarística, la profesión del Credo es una parte sustancial de la Eucaristía dominical.
Jesucristo, cuyo Cuerpo es dado en la Eucaristía como alimento y prenda de Salvación, es el fruto final de una
historia de Amor que Dios inició cuando creó el mundo y al hombre. Así, cuando profesamos el Credo, nos insertamos en esta historia de Salvación, en la Historia que Dios ha entretejido con los hombres de todos los tiempos.
Rezando el Credo, la comunidad cristiana sella con su fe y con su obediencia las maravillas que Dios ha realizado
y que se actualizan cada vez que la Iglesia celebra y reparte la Eucaristía a sus hijos.
La estructura trinitaria del Credo: el Credo es principalmente confesión del Dios Uno y Trino, como podemos comprobar si recordamos cómo renovamos nuestra fe en la Vigilia Pascual, cuando somos preguntados con una
triple interrogación “¿Creeis en Dios Padre todopoderoso...? ¿Creeis en Jesucristo, su único hijo...?¿Creeis en el
Espíritu Santo...?
Así pues, la fe profesada en el Credoes la fe de la Iglesia. “Un solo Señor, una sola fe, un solo Bautismo”. Profesando la única fe de la Iglesia nos libramos de construirnos un Dios privado, a nuestra imagen, desprovisto de su
fuerza salvadora.
CUANDO LA VIDA NO TIENE SENTIDO
Lo leíamos la semana pasada en el boletín, en el artículo de la ponencia de Monseñor Munilla durante el Congreso de Pastoral Juvenil: “La emergencia afectiva que padece la generación actual nos ofrece una oportunidad única para recordar a los jóvenes que Dios es amor”.
Por desgracia, los jóvenes son noticia últimamente por sucesos tan terribles como el suicidio. Esta misma semana
nos enterábamos de la muerte de una niña de 15 años en Ciudad Real, que permanecía en estado crítico desde
que el pasado viernes intentara quitarse la vida ante un supuesto acoso escolar. Adolescentes que no pueden
resistir más su sufrimiento y deciden acabar con su vida, una vida llena de futuro que no son capaces de ver.
Los abusos, el acoso escolar y a través de internet, desengaños, … les llevan a tomar la peor decisión de todas.
En los países anglosajones, especialmente EEUU y Canadá, se ha convertido en una macabra moda entre los
adolescentes el plantarse ante la webcam de sus ordenadores con un taco de tarjetones escritos con caligrafía
grande. En ellos van mostrando a la cámara los motivos que les llevan a tan trágico final. En silencio, sin que se
escuchen sus voces, de la misma manera que muchas veces han vivido su dolor: solos. Internet es muchas veces
el principio de todo, y se convierte también en el escenario final.
Tanto el Papa como nuestros obispos, han remarcado la importancia de que la Iglesia utilice las nuevas tecnologías, especialmente con los más jóvenes, como instrumento de la nueva evangelización y, en nuestro caso,
también para la Misión Madrid. Y como la Iglesia somos todos, quién mejor para entender y llegar a un joven que
otro joven.
El año pasado, una joven llamada Cassie colgaba su vídeo en Youtube. Misma puesta en escena: sola, frente a
la cámara del ordenador, pasando las tarjetas con su historia escrita: todo empezó con el suicidio de su madre,
luego vinieron sus propios intentos de acabar con la vida, drogas, depresión, anorexia, una vida que no merece
la pena vivir… Así se suceden las tarjetas, hasta que Cassie muestra una en la que dice “Pero estoy aquí por una
razón”. Y sigue hablando a sus desconocidos espectadores: “ ¡y tú también! Eres importante, eres precioso, eres
amado. Y Dios demuestra su amor: aunque nosotros éramos pecadores, Él murió por nosotros”… Escúchame:
¿quién soy? soy como tú. Tengo un pasado. Tengo secretos. Pero ahora tengo un futuro”. Un mensaje de
amor, de esperanza, de fe, de una chica de 15 años, con piercings, raya negra en los ojos, uñas pintadas…
y más de millón y medio de visitas de su vídeo, quién sabe cuántas vidas salvadas.
Jesús dijo a sus apóstoles: “Bogad mar adentro, y echad las redes para la pesca”. Como siempre, la
palabra de Dios se hace actual para nosotros… aunque hoy las redes son redes sociales y el mar es tecnológico. Pero los jóvenes, quizá más que nunca, necesitan buenos pescadores de hombres que les lleven
a la orilla de la esperanza y de la verdadera libertad. Y se puede llegar a hacer de la forma más sencilla.
PARA ENTENDER LAS LECTURAS DE HOY
El año litúrgico se acerca a su fin. Circunstancia oportuna para reflexionar en perspectiva de fe sobre
el Fin del mundo. El año litúrgico actualiza y realiza el misterio global de la salvación. Es necesario dirigir la mirada al futuro movidos por la esperanza, mientras vivimos la experiencia del presente.Es importante realizar el camino que conduce al final glorioso.A esta reflexión nos ayudan las lecturas de hoy.
1ª LECTURA: 1 Dn 12, 1-3
Cercanos a los umbrales de la plenitud de los tiempos surgió en Israel la convicción de que los muertos resucitarán y de que existe una vida en el más allá. Ante la actitud de duda y titubeo de muchos creyentes, que
experimentan un duro debate ante el sufrimiento y la muerte, Daniel anticipa, ciertamente aún en profecía
y anuncio, lo que Jesús realizará y prometerá para toda la humanidad. El libro de Daniel pertenece a este
tipo de literatura apocalíptica que, en cierto modo, sucede a los profetas que interpretaban la historia a la
luz de la alianza de Dios con su pueblo, anunciando, a modo todavía de atisbo, el futuro preparado por Dios.
2ª LECTURA: Hb 10, 11-14
El pasaje de la Carta a los Hebreos subraya la misión de Jesús como Sacerdote que aporta a los hombres
la nueva y definitiva Alianza. En el pasaje de hoy se alude al salmo 110 para manifestar que Cristo está
definitivamente junto al Padre y ya no repetirá su sacrificio. Invita a la humanidad a fijar los ojos en la meta
a la que Él llegó y que será la meta de todos los hombres. En la celebración de la Cena del Señor, la Iglesia
actualiza simultáneamente el pasado, el presente y el futuro glorioso.
EVANGELIO: Mc13, 24-32
El leccionario nos propone un fragmento del “Sermón escatológico”. Los autores llaman “Sermón escatológico” a un conjunto de avisos y exhortaciones de Cristo a sus discípulos, que llena todo el capítulo
13 del evangelio de Marcos. El tema central de estos avisos y exhortaciones es la Venida gloriosa del Hijo
del hombre.
El Evangelista Marcos asume el lenguaje de Daniel y de la literatura apocalíptica para describir la Venida
del Hijo del hombre. El humillado Hijo del hombre -Siervo de Yahvé- volverá glorioso y rodeado de esplendor y majestad. Estas palabras de Jesús están dirigidas a sus contemporáneos y a los miembros de la
Iglesia del propio tiempo del evangelista. Los acontecimientos externos (destrucción de Jerusalén) y los
acontecimientos internos en la comunidad cristiana (aparición de predicadores que insisten en la próxima
desaparición del mundo y la vuelta del Señor), obligaron al evangelista a recoger este mensaje de Jesús
en su Evangelio. La vuelta del Hijo del hombre culminará la Historia, manifestando a la humanidad su destino glorioso; y también será el momento de la reunión de todos los creyentes y de todos los hombres ante
Él que aparece como Juez universal. El creyente, en medio de las realidades de este mundo, sabe que
está siempre en la frontera de la eternidad. En el caer de los valores temporales, ve por transparencia el
Reino de Dios cada vez más cercano
Ángel Fontcuberta
Avisos
Parroquiales
Noviembre
Encomendamos hoy domingo 18 a nuestro párroco D.Enrique en el
día de su cumpleaños. Que el Señor le guarde y le sostenga siempre
¡Se acerca el MERCADILLO MISIONERO! Desde este lunes 19
hasta el viernes 23, se podrá entregar en secretaría (en el horario
habitual), todo lo que queramos donar para la venta, excepto
ropa y calzado. Menaje del hogar, complementos, libros, electrónica...todo es válido siempre que esté en buen estado. El Mercadillo se celebrará D.m. los días 30 de noviembre, 1 y 2
de diciembre. La recaudación íntegra se destinará al centro nutricional de la misión en Pedernales (República Dominicana).
¡Entre todos podemos hacer que sea un éxito!
El jueves 22 será cuarto jueves de mes, por lo que el Santísimo estará expuesto todo el
día ininterrumpidamente.
El viernes 23 a las 19:00h celebraremos la iniciación cristiana de varios adultos de nuestra comunidad parroquial, presidida por nuestro Vicario. Por este motivo se suspende
la misa de 19:30h.
Todos los sábados a las 18:00h Cine
Católico en los salones de la parroquia
Y el próximo fin de semana hay peregrinación a Garabandal: oremos por sus frutos.
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