Lo que nos gusta comer. (TM. Cómo enseñamos)

TEMA DEL MES
El diálogo como base para aprender
Lo que nos gusta comer
Un itinerario de actividades y experiencias desarrolladas en el
segundo ciclo de Primaria recorre el tema de la alimentación desde
distintas vertientes: nutrición, cocina, higiene, tareas domésticas y
reparto de bienes y riquezas en el mundo. Como síntesis, el
alumnado planifica de forma conjunta la dieta de un día.
Francisco José Pozuelos Estrada
y Juan M. Merino Font*
alimentación, relación familia-escuela, socialización
Como demuestran distintos estudios y observaciones
cotidianas, la alimentación y el entramado complejo
que la envuelve y explica es uno de los problemas que
más inquieta a nuestra sociedad actual. No es raro que
los niños y niñas pregunten, manifiesten dudas y
expresen su opinión sobre distintos aspectos relacionados con este tema. Además, por su carácter integrador y funcional es capaz de articular y dar sentido
a diferentes áreas y materias de conocimiento, que
irían desde las más clásicas a otras relacionadas con
la calidad de vida, el desarrollo de sentimientos y valores como la solidaridad, la cooperación, la igualdad,
la justicia social o la equidad entre géneros, etc. Todo
lo cual lo convierte en un buen tema de trabajo en las
aulas y pone de relieve la necesidad de que la educación obligatoria plantee algún tipo de respuesta, preparación y alternativa.
Dada la importancia y el carácter no exclusivamente académico de la cuestión, consideramos vital la
participación de los padres y madres del alumnado,
de modo que realmente se impliquen y comprometan en la tarea de educar a sus hijos conjuntamente
con la escuela. Constituye además una ayuda inestimable para que los niños y niñas no
se conformen con saber las cosas, sino
que las pongan en funcionamiento en
su entorno diario, con el desarrollo personal y colectivo que esto conlleva.
Estructura de la experiencia
Carme Peris.
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Para la puesta en práctica de esta unidad se trazaron dos proyectos distintos, pero a la vez complementarios.
En el primero se investigaron algunos
aspectos relacionados con los alimentos y la alimentación. Se parte para ello
TEMA DEL MES
Acerca de las
intenciones
establecidas
Para poner en marcha una propuesta educativa es preciso
pensar en algunos referentes que sirvan de orientación a lo
largo de la experiencia; es decir, aquellas ideas que ilustren y
señalen posibles desarrollos. En esta propuesta, los objetivos
han sido planteados desde esa perspectiva orientadora, nunca como unas metas o logros que se supone que tienen que alcanzar todos por igual y por adelantado. El éxito del proceso
no consiste en la repetición de una conducta, sino en el progreso conseguido en cuanto a las capacidades individualmente consideradas y colectivamente tratadas. En este sentido, se
trazaron los siguientes objetivos:
l Conocer la importancia que poseen los alimentos en relación
a la salud, el crecimiento personal y el desarrollo de nuestras
propias posibilidades.
l Saber realizar combinaciones adecuadas entre los productos alimenticios utilizando la rueda de los alimentos.
de las ideas y de los hábitos que los alumnos y alumnas ponen de manifiesto: qué consideran más apetitoso, lo que menos les gusta tomar, qué suelen
comer, qué hábitos poseen, quién compra en casa,
quién realiza las tareas domésticas, etc.
Una vez recogidas y tratadas sus ideas y conductas se
planteó un proceso que permitiese ampliarlas y enriquecerlas gracias a las experiencias, intercambios y a
la nueva información obtenida en el aula.
Los interrogantes a partir de los que se articuló la primera parte fueron: ¿en qué consiste una dieta sana?,
¿cómo es una correcta higiene?, ¿quién se encarga de
la comida en casa?, ¿cómo podemos colaborar?, ¿todo el mundo tiene acceso a la misma comida?, ¿por
qué?...
El segundo proyecto se centró en la planificación de
un menú propio que fuera de su agrado, partiendo
de las conclusiones elaboradas en el primer proyecto de la unidad. Una vez seleccionado y consensuado
el menú, se analizó para su posible ejecución, y para
esto no sólo se tuvo en cuenta el punto de vista dietético, sino también el económico, higiénico, etc.
El menú confeccionado recogía la dieta necesaria para un día completo, y de acuerdo con los padres y
madres implicados en la experiencia, se pondría en
práctica en el domicilio de cada uno, a excepción de
la merienda, que se organizaría y se llevaría a cabo en
el colegio. Al finalizar la unidad se dio paso a la evaluación colectiva, y se pidió a las familias participantes sus aportaciones, reflexiones y valoraciones sobre
los dos proyectos llevados a la práctica.
Integrar conocimientos, ampliar la perspectiva
La alimentación es un hecho básico, cotidiano y extremadamente complejo que abarca múltiples aspectos de la realidad de las personas y de su quehacer
Descubrir los alimentos necesarios e indispensables en
nuestra alimentación.
l Distinguir entre una alimentación equilibrada y saludable y
la que no lo es.
l Iniciarse en el consumo responsable y mesurado.
l Participar en distintas tareas domésticas sin que intervenga
ningún tipo de sesgo por razones de sexo.
l Adquirir hábitos higiénicos básicos: lavado de manos, limpieza buco-dental y manipulación correcta de los alimentos.
l Concienciarse sobre la falta de alimentos que sufren muchas
personas, adoptando una actitud solidaria ante esta problemática.
Los objetivos han sido enunciados con un carácter abierto,
amplio y siempre moldeable por la propia dinámica seguida.
La flexibilidad es, quizás, la característica más significativa de
esta experiencia.
l
diario, por ello su tratamiento en las aulas precisa de
distintas fuentes y áreas de contenido, pues reducir
su estudio a una materia separada de las demás terminaría por vaciarlo de significado funcional.
Desde esta posición, nosotros planteamos una propuesta amplia que abordase de forma integrada varios apartados relativos a la alimentación, tanto en su
vertiente nutricional como dietética y culinaria, incluyendo también, de forma sustantiva, la higiene, y sin
olvidar el carácter social que en el mundo contemporáneo tiene el desigual reparto de los bienes y riquezas, algo que no puede ni debe resultar ajeno a esta
temática cuando se cursa en el contexto de la educación formal. En esta misma dimensión social incluimos todo lo tocante a las obligaciones y el reparto de
responsabilidades y tareas en el ámbito doméstico.
Como podemos observar, formarse en el campo de la
alimentación desborda lo exclusivamente académico y disciplinar, dando entrada a una compleja red de
nuevos y variados contenidos, tanto de índole conceptual como de actitudes, hábitos y procedimientos.
Y si se trata de formar, y no sólo de informar, nada
mejor que tener en cuenta la realidad y los conocimientos que posee ya el alumnado, para ir elaborando progresivamente un entramado de conocimiento
funcional cada vez más pertinente, útil y equilibrado.
Todo un camino por recorrer
Para poner en práctica una propuesta educativa es
preciso llevar a cabo una serie de actividades que la
desarrollen. A través de ellas se ponen en relación la
información, los medios y las interacciones; lo que
realmente ocurre en las aulas depende en buena medida de su carácter, relevancia y sentido, de ahí la importancia que poseen para el correcto funcionamiento del proyecto.
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mente se elaboró una “red de preguntas” que recogía
explícitamente las cuestiones, intereses y necesidades manifestadas entre todos.
El carácter distendido y abierto de estas actividades
desempeñó un papel eminentemente motivador, un
aspecto éste que, como sabemos, predispone y facilita el aprendizaje.
Actividades de desarrollo
Se organizan a partir de una pregunta de partida que
da pie a una actividad completa.
Carme Peris.
Así pues, se organizó un itinerario o secuencia de actividades y experiencias con el fin de articular e imprimir una cierta coherencia al proceso, aunque ello
no significa que se fijase de modo inalterable y lineal,
ya que partimos más bien de un amplio conjunto de
propuestas a modo de “hipótesis de trabajo”, de forma que pudiera ser moldeado por las circunstancias
y la realidad contextual.
Actividades de iniciación, ¿qué piensan los
alumnos?
Con el propósito de conocer las ideas previas, las expectativas y los hábitos del alumnado realizamos una
serie de actividades que pusiesen de manifiesto sus
representaciones y conductas en relación a este tema.
La primera consistió en un debate sobre sus gustos y
costumbres alimenticias. También se llevaron a cabo
pequeñas dramatizaciones en las que representaban
distintos momentos relacionados con la comida; una
vez grabadas en vídeo, permitieron el análisis colectivo. Por último, se cumplimentó un cuestionario sobre diversos aspectos relativos a la higiene.
Con todas estas aportaciones obtuvimos algo así como
una foto fija que describía los hábitos y tendencias de
los alumnos y alumnas, lo que además se plasmó en
el mural colectivo “Sabemos”, sobre el que volvíamos
en repetidas ocasiones para evidenciar las evoluciones y progresos obtenidos en relación al tema. Igual64 | CUADERNOS DE PEDAGOGÍA Nº 294
¿Cómo es una dieta sana?: la rueda de los alimentos
Con esta actividad pretendíamos que reconociesen en
qué consiste una dieta equilibrada y la importancia que
posee para un correcto crecimiento y para la salud.
La rueda de los alimentos consiste en una ilustración
gráfica que organiza los alimentos según sus nutrientes fundamentales y las funciones que éstos desempeñan. Para ello se divide un círculo en siete sectores
iguales (grupos de alimentos) y cuatro colores (funciones). Su finalidad es promover intuitivamente la
dieta equilibrada y variada. El manejo y uso de esta
rueda, tanto de modo individual como en colectivo
(grupo y general), les permite evidenciar la necesaria
diversidad y equilibrio entre los diferentes sectores
nutricionales. Para su manejo y aprovechamiento se
plantearon tareas tales como identificar productos y
sectores, el estudio de su propia dieta, el análisis de
casos, etc.
Una vez conocidos y asumidos los rasgos distintivos
de una dieta sana pasamos a darla a conocer al resto
del centro, con el objetivo de impulsarla y favorecerla
a través de carteles, murales y octavillas que se expusieron en lugares públicos y abiertos (pasillos, salas
de reunión, biblioteca, etc.).
Con los resultados obtenidos, comenzamos la trama
colectiva y personal, que progresivamente iría incorporando los nuevos datos y las conclusiones alcanzadas.
Hacia una higiene correcta: ¿en qué consiste una buena higiene?
Con esta actividad abríamos el capítulo de la higiene y la limpieza personal, algo sobre lo que los alumnos y alumnas han oído hablar sobradamente, pero
que en la mayoría de las ocasiones no realizan de forma autónoma ni automáticamente, pues casi todos
ellos dependen de la imposición de un adulto.
Para trabajar en clase este tema empezamos por retomar algunas de las ideas expuestas al comienzo de la
unidad. Una vez presentadas éstas, dialogamos sobre
su conveniencia, argumentando en cada caso su importancia. Para otorgar un mayor dinamismo a la actividad ilustramos algunas conductas con material proyectable, de forma que se evidencie el beneficio de
poner en práctica una serie de hábitos higiénicos y el
perjuicio que puede reportarnos el olvido de los mismos. Como complemento a este debate realizamos un
mural de clase.
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Con la intención de conseguir un mayor compromiso del alumnado propusimos también la elaboración
de una ficha de seguimiento que recogiese, a lo largo de la unidad, distintas situaciones de la vida diaria.
Higiene buco-dental: ¿cómo cuido mis dientes?
Nos centramos durante esta actividad en el cuidado
de los dientes, un aspecto que, al igual que el anterior,
precisa de una progresiva independencia, pues son
raros los casos en los que se consigue implantar este
hábito de forma espontánea y, sobre todo, a tiempo.
Comenzamos mirándonos la dentadura con un espejo pequeño; a continuación los alumnos señalan en
un esquema dental aquellas piezas que están dañadas (dientes caídos, empastados, con caries...). Con
estos datos elaboramos una gráfica de la situación
general de la clase, lo que mostrará de forma clara el
estado de sus dentaduras. El paso siguiente consiste
en buscar las causas del deterioro y plantear distintas
formas de evitarlo. Primero se informan sobre las caries —¿qué son?— y con el resultado de sus consultas elaboran un pequeño informe —en un principio
colectivo y luego personal— en el que exponen sus
aportaciones. También realizan listas de productos (y
conductas) que dañan la dentadura y, por el contrario,
otros que la fortalecen y protegen. Para complementar esta actividad proceden seguidamente a ordenar
algunas viñetas que explican cómo actuar para mantener una boca sana. Una vez secuenciado todo ello,
extraemos las oportunas conclusiones.
Nos encontramos ya en disposición de tratar el tema
del cepillado de los dientes. Empezamos observando
hasta qué punto se ha afianzado esta conducta en el
grupo, para después analizar detalladamente cómo
se debe llevar a cabo esta acción. Finalmente dedicaremos algunas sesiones al cepillado de los dientes en
el aula. La ficha de seguimiento sobre la higiene diaria incluirá, obviamente, este apartado.
Para el desarrollo de estas actividades contamos con
diapositivas y un vídeo que documentan muchas de
las aportaciones y ofrecen nuevos datos. Este material
ha sido incorporado al proceso en distintos momentos y con variadas intenciones: suscitar debates, aclarar la información, mostrar datos, contestar y hacer
preguntas, recoger aportaciones, etc.
Las tareas domésticas: ¿quién se encarga de las comidas en casa?
La comida y todo el entramado que se precisa para su
elaboración es una tarea que normalmente se encuentra mal repartida entre los distintos miembros
de la familia. Nuestra intención es fomentar entre
nuestro alumnado la corresponsabilidad en estas labores; con independencia del género y la edad, todos
podemos asumir de alguna forma responsabilidades y
contribuir así a crear un clima más reposado.
Para llevar a cabo esta actividad, primero exploraremos con un pequeño cuestionario cómo se reparten
las tareas en sus respectivos hogares. Seguidamente
extraeremos de ello algunas conclusiones parciales,
pues necesitamos conocer más opiniones. Pasaremos entonces a preguntar a otras personas del barrio
TEMA DEL MES
y de la familia. Una vez realizado esto, nos encontramos en disposición de ver cómo se lleva, por lo general, esta carga. Es hora de extraer las conclusiones
colectivas y, posteriormente, elaborar el informe correspondiente: “La casa, una tarea a compartir”.
Junto a los cuestionarios, también trabajaremos con
algunos gráficos murales que representan situaciones cotidianas polémicas y alternativas.
El mal reparto de los alimentos y riquezas: ¿todo el
mundo tiene la alimentación que necesita?
La alimentación es también un problema social. En el
mundo actual no todos tienen acceso a los mismos
recursos, y mientras unos derrochan a otros les falta
incluso lo más indispensable. Detenerse a reflexionar
sobre este injusto panorama constituye una buena
manera de fomentar el consumo responsable y la
solidaridad con los otros, unos valores íntimamente
ligados y en demasiadas ocasiones olvidados.
Para esta actividad comenzaremos proyectando un
vídeo que habla sobre este problema elaborado por
ACNUR, una organización que se preocupa por los
refugiados de todo el mundo; por su enfoque, claridad, actualidad y duración encaja perfectamente con
las características de nuestro alumnado.
Tras el visionado del vídeo, organizaremos un forum
en torno a una serie de preguntas que ayuden a los
alumnos y alumnas a argumentar, razonar y empezar
a comprometerse con los menos afortunados. Con
todas las aportaciones elaboraremos a continuación
un informe escrito.
Seguidamente, cada grupo preparará una foto-mural
que exprese distintos aspectos de esta situación intolerable. Todas ellas se expondrán en los pasillos a modo de denuncia, de forma que todos puedan verlas y
criticarlas.
Actividades de síntesis
Como actividad de síntesis, decidimos planificar la
dieta de un día. Para ello deberíamos emplear todos
los aspectos tratados anteriormente: analizar los menús, elegirlos con coherencia (atendiendo a aspectos
relacionados con la dietética, la economía, la complejidad, el gusto...), etc. Se solicita asimismo a los padres y madres que, en la medida de lo razonable, sigan esta propuesta en sus propios hogares.
Como actividad complementaria, se organiza una merienda en clase que, junto a la aplicación de los conocimientos tratados, ayude a poner de relieve el sentido
placentero y lúdico que envuelve a una comida compartida, en todos sus aspectos.
Evaluación, un proceso de regulación
Para evaluar una experiencia de este tipo es preciso
plantear una serie de instrumentos y criterios que informen progresivamente de la evolución de la secuencia; con ello podremos regular el proceso según las
necesidades que vayan surgiendo a lo largo del mismo.
Para comenzar, planteamos un tipo de evaluación ini66 | CUADERNOS DE PEDAGOGÍA Nº 294
cial que nos reporte información sobre los conocimientos, hábitos y actitudes que se dan entre nuestro
alumnado.
La evaluación del proceso se basa en la revisión periódica de las actividades, las puestas en común y las
entrevistas mantenidas con los grupos e individuos
concretos. Con esto se identifican los avances y los
ajustes necesarios que se crean precisos. Así, colectivamente, y también de forma personal, cada alumno
va construyendo una trama en evolución que recoge
y relaciona los distintos conocimientos, datos y aportaciones trabajados.
Por su parte, el profesorado lleva un diario de clase
en el que se consignan los acontecimientos, reflexiones y circunstancias notables ocurridas durante las
sesiones.
Al final del proceso el alumnado entrega a modo de
síntesis un dosier elaborado a partir de sus cuadernos
de trabajo. Para reflexionar sobre los progresos alcanzados organizamos un debate colectivo en el que se
comparan las ideas iniciales y las manifestadas como
consecuencia del proceso seguido. En él expresan sus
sugerencias y propuestas tanto oralmente como por
escrito, de forma que se sientan coprotagonistas de
todo el proyecto.
A los padres y madres se les pide también su participación en este proceso de evaluación mediante una
asamblea inicial, entrevistas personales y un cuestionario individual en el que podrán manifestar su opinión y sus propuestas. Con todos estos datos realizamos la evaluación global de la experiencia.
Para saber más
ACNUR (1999): Ser refugiado, Madrid: ACNUR (vídeo de 15
minutos para el alumnado de ocho a dieciséis años).
Autoría compartida (1991): Salud buco-dental, Murcia: Dirección Provincial del MEC en Murcia/Consejería de Sanidad del Gobierno de Murcia (folleto para maestros, folleto
para padres y diapositivas).
Bengoechea, J., y Vara, T. (1993): Qué nos comemos, Madrid: Animación y Promoción del Medio (col. “Cuenta con tu
Planeta”).
Díaz Ereño, E., y otros (1997): Taller de alimentación, Vitoria-Gasteiz: Gobierno Vasco. Dirección de Renovación Pedagógica.
Pozuelos, F.J., y Travé, G. (1998): Para una educación saludable en Educación Primaria, Sevilla: Junta de Andalucía.
Consejería de Educación y Ciencia.
* Francisco José Pozuelos Estrada es profesor del Departamento de Educación de la Universidad de Huelva. Juan
Merino Font es profesor del Departamento de Didácticas
de las Ciencias de la Universidad de Sevilla.
Han colaborado en esta experiencia Dolores Mora, Pilar
Moreno, J. Alonso de la Rosa y Antonia Palanco, profesorado de segundo ciclo de Educación Primaria del CP “Marismas del Odiel”, de Huelva.