47-68 POLITICOS 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:05 Página 47 23 A N I V E R S A R I O Sentido de la ciudadanía Soledad Becerril, defensora del Pueblo Lo primero que le pediría a ese nuevo tiempo que se abre es una afirmación neta y clara de todo lo que España ha logrado a lo largo de las últimas décadas. A las nuevas generaciones hay que recordarles que nada nace espontáneamente, que cada logro en los derechos fundamentales y en la justicia que afecta a todos ha sido el resultado de una labor que en su momento pudo parecer muy difícil, si no imposible, pero que se hizo realidad gracias al empeño de una generación y la implicación del conjunto de la nación. No se trata de abstracciones, sino de la realidad concreta y específica de la libertad de todos y cada uno de los españoles unidos –si se quiere: reunidos– en un Estado de Derecho. Por supuesto que esto no ha consistido en un camino de rosas, las dificultades han sido enormes, se han cometido errores, ha habido que luchar con grandes resistencias y en ocasiones el precio se ha pagado con vidas humanas. Porque, hay que decirlo, enemigos de la libertad los hay en todas partes. El siglo XX, sin salirnos de Europa, es una historia de destrucción. Pero también es la realidad de su superación, tras las peores guerras y las más siniestras experiencias totalitarias. A veces parece que hoy no se puede decir en voz alta, pero en España se hizo una Transición a la democracia que fue modéli- Tomar impulso La voluntad de renovación manifestada por Felipe VI en su discurso de proclamación ha calado en todos los órdenes políticos y sociales coincidiendo con otros cambios que apuntan, como dijo el Rey, a la llegada de un tiempo nuevo. A él miran con interés los partidos que, a través de sus portavoces y representantes, comparten con los lectores de EL SIGLO su fórmula para tomar impulso sobre la experiencia adquirida y encarar el futuro con las herramientas adecuadas para salir fortalecidos. ca y debe seguir siendo nuestro modelo. Esa Transición no se hizo sola: la hicieron unos hombres con nombres y apellidos, empezando por el rey Juan Carlos I y el presidente del gobierno Adolfo Suárez. El Rey estableció las metas a conseguir, con la reconciliación y la implantación de la democracia, y el presidente del gobierno fue quien las llevó a efecto, con participación de muy diferentes partidos políticos y de la inmensa mayoría de los españoles. La historia no puede ser reescrita. La realidad social y política hoy, en todo el mundo, se presenta tremendamente complicada. Sería absurdo esconderlo. Pero el derrotismo sólo sirve para profundizar en la zozobra. La única salida es la que ya estamos transitando de la mano del nuevo rey Felipe VI: seguir en la vía del respeto de las libertades individuales, del principio de legalidad y del Estado de derecho, profundizando en sus logros y aprendiendo de los errores que sin duda se han cometido en el pasado. Y ante esta España que se está alumbrando sí que me gustaría recalcar el hecho de que éstas no son tareas de unos cuantos. Conviene tener claro que es un empeño de todos, porque a todos afecta, y por ello es necesario desarrollar el sentido de la ciudadanía. Y más en un mundo en permanente globalización, en el que la acción de cada rincón repercute en el conjunto. Un tiempo nuevo Antonio Beteta, secretario de Estado de Administraciones Públicas Cuando en junio de este año Don Juan Carlos abdicó a favor del príncipe de Asturias, España iniciaba, oficialmente, un tiempo nuevo, como expresó con sumo acierto Su Majestad, Felipe VI, en su discurso de proclamación ante las Cortes. Un tiempo nuevo que, simbolizado por el natural relevo en la Corona, ha sido descrito por muchos como el relevo generacional de 1968. Una generación que, si bien por su juventud no pudo votar la Constitución, conoció sus primeros frutos, iniciando un proceso modernizador en nuestro país impulsado por lo que entonces se conoció como “la generación más preparada de la Historia”. Entonces, también entonces, se habló de un tiempo nuevo, de un espíritu renovado, y del inicio de una nueva era. Don Felipe encarna hoy el espíritu de entonces y las ansias del ahora. Tiempos distintos, pero que confluyen en un deseo común en la sociedad y los ciudadanos: una España transformada. Nuestro país, en ese sentido, está alumbrando una España completamente distinta. El proceso que vivimos para salir de la nº 1083. 27 de octubre–2 de noviembre 2014 47 47-68 POLITICOS 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:06 Página 48 23 A N I V E R S A R I O crisis requiere la puesta en marcha del mayor número de reformas que ha conocido nuestro país. Reformas que, hoy, están dando ya sus resultados. El proceso reformista que España necesita es la seña de identidad del Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. España está superando la crisis más profunda que ha conocido, comenzando un nuevo ciclo en el que, poco a poco, se van reduciendo sus desequilibrios a favor de su potencialidad como país moderno y competitivo. El desempleo, nuestro mayor problema, se está reduciendo trimestre tras trimestre, con descensos de más 300.000 personas en las listas del paro, mientras se incrementan las afiliaciones a la Seguridad Social. Hoy, el paro es más bajo que en el último trimestre de 2011. Por lo que respecta a la situación económica, el déficit se encuentra controlado y en franca recesión, fruto de la adecuada combinación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera con unas políticas de ajuste que, reduciendo el gasto improductivo, han permitido apuntalar el Estado del Bienestar. Ello ha dado como resultado una reducción del déficit de prácticamente 30.000 millones de euros, mientras que la prima de riesgo, hoy, se sitúa en el entorno de los 110 puntos, con un ahorro superior a los 7.000 millones de euros en intereses. Las Administraciones Públicas, por ejemplo, se están convirtiendo ya, gracias al proceso de modernización impulsado por el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, en un agente a la vanguardia de la sociedad y los ciudadanos, con una dimensión que amplía su operatividad y mejora la calidad del servicio, rompiendo la concepción, de otra era, del binomio “tamaño-calidad”. La Administración del siglo XXI, cien por cien electrónica, moderna y accesible, reclama otra filosofía, más global, siempre al servicio del ciudadano y atendiendo sus demandas. Ésa es la Administración, vanguardista, electrónica, cercana y eficiente que estamos diseñando con éxito. Las reformas y, en general, el espíritu reformista, persisten todavía, ante la necesidad de continuar con ese proceso de transformación encaminado a diseñar ese “tiempo 48 nuevo” que deseamos todos los españoles y que, poco a poco, vamos construyendo. España está saliendo de la crisis y se abre paso un nuevo escenario. Avanzamos hacia nuevos tiempos. Una realidad que nos marca como objetivos la prosperidad, el crecimiento, la competitividad y el empleo. Un nuevo camino por el que, gracias a las reformas que hemos emprendido, comenzamos ya a transitar. Las infraestructuras en España, un modelo de éxito Julio Gómez- Pomar, secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda Un martes 21 de abril de 1992, a las 7 de la mañana, salieron por primera vez dos trenes de alta velocidad española para unir las ciudades de Madrid, Córdoba y Sevilla. Hoy es un buen momento para que echemos la vista atrás y veamos lo que entre todos hemos conseguido en estas dos últimas décadas. Si hacemos esta reflexión llegaremos sin duda a una conclusión: la historia de la alta velocidad española es una historia de éxito. Pero esta historia de éxito no se circunscribe sólo a la alta velocidad: la ingeniería española es un referente mundial y ha situado a nuestro país como uno de los líderes internacionales en este ámbito. El resultado de este nivel de excelencia no 27 de octubre–2 de noviembre de 2014. nº 1083 deja lugar a dudas: España cuenta con más de 15.000 km. de red ferroviaria con casi 3.000 km. de alta velocidad y más de 14.000 km. de vías de gran capacidad. En nuestro país viajan cada año en avión cerca de 200 millones de pasajeros y se mueven más de 450 millones de toneladas de mercancías a través de sus puertos. Nuestra red de infraestructuras ha contribuido a la cohesión y vertebración territorial de nuestro país, tan importante para el desarrollo económico y la equidad social y territorial. Esta última permite que no haya ciudadanos de primera y de segunda y que todos tengamos unas infraestructuras que conecten mejor, que acerquen más a las personas. Por tanto, las infraestructuras del transporte, como la alta velocidad, consiguen que haya una mayor igualdad de oportunidades en cuanto al derecho a la movilidad de las personas. Tras 25 años de desarrollo continuo en infraestructuras aún queda camino por recorrer, pero siempre bajo la premisa de que las infraestructuras deben estar al servicio de los ciudadanos y no al contrario. Por ello, la gestión del Ministerio de Fomento se basa en una planificación fiable, eficiente, sin olvidar que las infraestructuras deben mejorar la calidad de vida de las personas; una planificación pensada en el hoy, pero también en el futuro. Los errores cometidos en el pasado, con inversiones no siempre bien planificadas y en ocasiones sin el debido retorno social y económico, no deben volver a repetirse. Con este objetivo hemos sentado las bases de lo que serán las infraestructuras del futuro: más eficientes, económicamente sostenibles y siempre al servicio de los ciudadanos. Andalucía, cimiento para una nueva España Susana Díaz Pacheco, presidenta de la Junta de Andalucía La crisis, que empezó siendo económica, se ha revelado con el transcurrir de estos años en la tormenta perfecta, cimbreando los cimientos de nuestro orden establecido. 47-68 POLITICOS 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:06 Página 49 Del desafío económico, de alcance global y al que hemos de responder de una vez con recetas que estimulen el crecimiento y permitan crear empleo estable y de calidad, han derivado otros problemas no menos preocupantes a los que tenemos también que dar respuesta urgente. Uno de esos problemas ha sido una crisis territorial ante la que sólo cabe dialogar, entre todos, no bilateralmente. Solo cabe tender puentes de entendimiento que nos conduzcan hacia un modelo de país renovado, atractivo, del que nadie quiera irse porque valoremos que juntos nos sigue yendo mucho mejor. Porque estemos convencidos, como yo lo estoy, de que España tiene presente, pero sobre todo futuro. Aprovechemos lo que de oportunidad depara cada crisis para extraer su vertiente positiva. Analicemos aquello que no funciona bien o podría mejorarse para corregirlo y avanzar. El inmovilismo es una dejación de responsabilidades incompatible con la acción política, sobre todo cuando hay asuntos que fallan. La política, aunque muy contestada aún por la ciudadanía, es la respuesta. La política no es destruir, amenazar o imponer; sino construir, es diálogo, es pactar para alcanzar consensos, con generosidad y sacrificios, que nos permitan trenzar un proyecto de país y de sociedad en el que todos nos podamos sentirnos cómodos y reconocidos. Es, ni más ni menos, pensar en el bien común. Llegados al estado actual de los acontecimientos, la reforma de la Constitución es inaplazable. Es la llave para abrochar un nuevo proyecto, acorde con nuestro tiempo, que nos permita limar asperezas y superar reivindicaciones que tienen, digámoslo claro, mucho de oportunismo político y de generación de desigualdades. Creo en una España federal en la que aseguremos a todos los ciudadanos los mismos derechos y libertades, que respete las singularidades de cada territorio y brinde a sus autonomías una financiación lo más justa y equilibrada, acorde con el peso poblacional y los servicios indispensables que tienen encomendados. Creo en un Estado que le dé su sitio en la práctica a las autonomías, que les confiera de verdad la autoridad que les corresponde. En la nueva España que hemos de forjar desde el consenso no caben discriminaciones ni acuerdos de trastienda. Andalucía, que ya jugó un papel vertebrador clave en el pasado, volverá a ser en todo este proceso parte del hilo con el que coser las costuras, así como la argamasa que nos ayude a solidificar esa nueva España revitalizada, unida en su pluralidad, en un proyecto de futuro que anhela una inmensa mayoría. Valores fundamentales Luisa Fernanda Rudi, presidenta de Aragón La expresión “nuevo tiempo”, utilizada por Felipe VI para la apertura de su reinado, ha hecho fortuna como referencia a una necesidad de renovación en muchas esferas de la sociedad española. Lo es tanto a formas como a actitudes en el ámbito público. Hasta esta necesidad de toma de un nuevo impulso hemos llegado tras un discurrir de 36 prósperos años de la historia de España que han supuesto, precisamente, un cambio sustancial. Lo ha sido, especialmente, por la consolidación de la democracia, en un proceso político, económico y social sin parangón en nuestro devenir como país. Con la Constitución del 78 se logran las aspiraciones de homologación de España con su entorno social e histórico y un impulso de modernización ansiados por varias generaciones de españoles. Y un logro de acuerdo también inédito. Por primera vez, una ley fundamental no era impuesta, no representaba una España contra otra. Es necesario resaltar el valor del camino andado pero sin complacencia. Existen evidentes problemas que afrontar, porque la libertad y la democracia no deben ser abandonadas a la mera inercia de una suerte de cotidianidad desdeñosa. Precisamente la justa evaluación entre el haber y el debe de nuestro sistema político y de nuestro ser como sociedad ha de alumbrar la respuesta a los retos del “nuevo tiempo” para España. En suma, ni tábula rasa ni inmovilismo, con la lucidez necesaria para saber leer los desafíos que por sí solos plantea cada época histórica. Desde lo ya construido, hemos de lograr salir de la crisis económica y reducir la insoportable tasa de desempleo para reforzar nuestro estado del bienestar. Tenemos que regenerar nuestra vida política en una lucha implacable contra la corrupción y el fomento de la honestidad, valores fundamentales para recuperar la credibilidad en los políticos: y, desde el sosiego que requieren los debates en profundidad acometer aquellas reformas institucionales que mejoren nuestra salud institucional. Y siempre, con un escrupuloso respeto a la igualdad entre todos los españoles y a los mecanismos del Estado de Derecho que tienen en el cumplimiento de la ley una condición esencial. Espero, finalmente, para este “nuevo tiempo” una España que constituya un proyecto común fortalecido por el afán de superar sus desafíos; un país en el que la pluralidad de identidades no suponga división sino que, precisamente, sirvan para poner en valor lo que nos une. nº 1083. 27 de octubre–2 de noviembre 2014 49 47-68 POLITICOS 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:06 Página 50 23 A N I V E R S A R I O Reformar para reforzar la Constitución Paulino Rivero, presidente de Canarias La historia de la humanidad se resume en la forma en que ha sabido enfrentar y salir de las crisis que se han desencadenado a lo largo de su tortuoso camino hacia el desarrollo y el progreso. El desajuste de nuestro tiempo nos lleva necesariamente a la búsqueda de nuevas referencias, modelos y soluciones. Un esfuerzo sincero y profundo de todos para cambiar el signo de las cosas. Dar la espalda a esa realidad sería perseverar en el error de seguir alimentando el descrédito de las instituciones, de la acción política de partidos y administraciones. Canarias no renuncia a estos cambios. Apostamos decididamente por la puesta al día de la Constitución. Reformarla es reforzarla. Introducir cuantos cambios sean necesarios para adaptarla a la realidad del siglo XXI, para mejorar el encaje en la misma de los distintos territorios del Estado. Las tensiones territoriales han llegado, como hemos visto, en muchos casos, a un callejón sin salida. El Parlamento de Canarias ha dado ya un paso al frente para la reforma de nuestro Estatuto de Autonomía, un documento que debe reforzar su condición de herramienta fundamental para apuntalar el bienestar de los canarios, para ayudar en la senda de la recuperación económica, para incrementar la cohesión social, territorial y política del Ar50 chipiélago en las próximas décadas. Hay que dar pasos hacia la asunción de nuevas competencias vitales para nuestro desarrollo económico y social, como la de puertos y aeropuertos, el tráfico aéreo interinsular, costas, sanidad exterior o comercio exterior. Necesitamos actualizar el pacto CanariasEstado. Para ello, precisamos que esa urgente reforma de la Carta Magna explicite la singularidad del Archipiélago y la necesidad de aplicar políticas diferenciadas, algo que ya está recogido en los tratados europeos. Canarias, al igual que el resto de la Regiones Ultraperiféricas (RUP), viene defendiendo desde hace unos años un cambio de paradigma en lo concerniente a nuestro papel en el seno de la Unión Europea, de modo que la concepción de estos territorios como meros receptores de subvenciones quede superada para siempre. Esperanza en el porvenir Juan Ignacio Diego, presidente de Cantabria El reinado de Felipe VI ha venido a intensificar la esperanza en la nueva España económica y política que la evolución del país durante los últimos años nos requiere como gran tarea nacional. El rey Juan Carlos I pasará a la historia como el motor de la democratización y europeización de España, y su plena inserción en la escena internacional. Los tiempos ahora nos reclaman nuevas reformas y caminos, que aseguren el porvenir material de los españoles y el marco 27 de octubre–2 de noviembre de 2014. nº 1083 de su convivencia en paz y en libertad, al mismo tiempo que desarrollan la vocación de contribuir a la resolución de los problemas globales. A nadie se le oculta que Don Felipe llega al trono de España en unas difíciles circunstancias económicas y políticas, con una sociedad que ha sufrido una importante erosión psicológica por la prolongada recesión y por la fragilización de la imagen de las instituciones. Hoy, todas las fuerzas políticas sensatas son perfectamente conscientes de que además de las reformas que están enderezando nuestro rumbo económico, resultan imprescindibles aquellas de calado político que vuelvan a conectar íntimamente a la ciudadanía con el tejido administrativo de la democracia. Este cambio debe ser obra de un consenso similar al que estableció nuestras reglas de juego sistémicas al inicio del reinado de Don Juan Carlos. La voluntad de modernización y mirar hacia adelante que entonces prevaleció debe seguir siendo la brújula de las decisiones, porque es un elemento que contribuye a un país mejor en todos los aspectos. La apertura al cambio, tiene que ir acompañada de la valoración prudente de las conquistas históricas de la sociedad española que merecen ser preservadas y analizadas sin precipitaciones. La figura de Felipe VI inspira juventud pero también preparación, solidez, sensatez, serenidad, templanza. Ofrece una imagen internacional de España que es la de una nueva generación, altamente formada y consciente de los problemas no solo del desarrollo nacional o de la construcción europea, sino también de las cuestiones que alcanzan a toda la humanidad en un planeta que se ha vuelto muy pequeño en términos de influencia de unos acontecimientos sobre otros. Desde Cantabria vemos con satisfacción los primeros pasos del nuevo monarca. Ya desde el siglo XIX la relación con la Familia Real española ha sido muy estrecha, singularmente en el reinado de Alfonso XIII. La Corona ha contribuido siempre a la relevancia de Cantabria en el plano público, y confiamos en que con el nuevo rey, y con la reina Letizia y las infantas Leonor y Sofía, ese mutuo reconocimiento se incremente. Deseamos mucha suerte a Felipe VI. 47-68 POLITICOS 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:06 Página 51 Forjando un futuro cargado de posibilidades María Dolores Cospedal, presidenta de Castilla-La Mancha España se encuentra inmersa en un proceso de transformación económica y social, un cambio que se refleja en la constante adecuación de nuestra nación a los tiempos que corren. El país mira al frente tras haber pasado una etapa en la que se gestionó mal la crisis económica, que algunos ni siquiera reconocieron, y todavía hoy estamos sufriendo, pero ahora se ataja correctamente, permitiendo que los españoles estemos forjando un futuro cargado de posibilidades. Como presidenta de Castilla-La Mancha, tengo la responsabilidad que los ciudadanos me encomendaron hace algo más de tres años para participar en el objetivo de salir de la recesión y sentar los pilares de la recuperación. Para desarrollar esta tarea considero imprescindible, en primer lugar, adaptar los poderes públicos y las administraciones a las necesi- dades de todos para ser firmes aliados de nuestra gente. Este modelo de regeneración es el que el rey Felipe VI defendió hace ya tres meses al llegar a la Jefatura del Estado; porque la adaptación constante a la ciudadanía de los poderes y representantes públicos es un ejercicio que –practicándolo a partir de las reglas establecidas que marcan la estructura de nuestra sociedad– nos ayuda a buscar el bien común. Las crisis son periodos para reinventarse y buscar alternativas. Por eso, durante estos años de coyuntura económica, tenemos que aprovechar la ocasión para coger fuerza y diseñar las fortalezas que nos empujen al éxito. Para ello, es necesario trabajar desde todos los ámbitos en la misma dirección, buscando el camino que nos lleve a la senda del progreso e igualdad de todos los ciudadanos. Vivimos en un periodo de cambios; una etapa en la que España cuenta con una nueva generación de personas que están muy bien preparadas para afrontar los tiempos venideros. No podemos dejar pasar esta oportunidad para gestar la situación idónea que nos lleve al futuro que nos merecemos. Para ello, también es necesario impulsar medidas acordes a esta nueva sociedad. En este sentido, quiero destacar que en comunidades autónomas como Castilla-La Mancha queremos ser pioneros en la implantación de políticas que nos introduzcan en esta nueva sociedad con medidas ajustadas a las necesidades ciudadanas, como el incentivo empresarial en la región, la protección global a quienes más lo necesitan, la alianza de la Administración con la sociedad y la mejora en la democratización de nuestra comunidad autónoma. 47-68 POLITICOS 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:07 Página 52 23 A N I V E R S A R I O Todos debemos sumar José Antonio Monago, presidente de Extremadura Muchos son los retos que hemos superado los españoles en estos últimos tres años, pero muchos son también los desafíos que debemos abordar como país en un horizonte más que cercano. Lo primero, demostrar que existe un Sur competitivo en nuestro país capaz de situarse al mismo nivel que las regiones más prósperas del norte. Para ello, en Extremadura estamos caminando hacia menos impuestos que en nacionalidades como Euskadi o Catalunya; especializando nuestra economía en nuestros puntos fuertes y mirando hacia nuestros pueblos, que son nuestra base económica y donde reside sobre todo, además de en nuestras ciudades, la fortaleza de nuestras regiones. Los extremeños no sólo estamos realizando una transición desde un modelo basado en el empleo público hacia otro modelo orientado a las exportaciones, a la innovación y el emprendimiento, sino que también estamos impulsando el cambio político y social que necesitaba nuestra tierra tras 28 años. Hoy miles de españoles admiran a Extremadura no sólo por lo que somos, sino por lo que queremos llegar a ser. Haber cumplido como región con los objetivos de consolidación fiscal; mantenernos como la región con menor deuda por habitante; trabajar con seriedad para poder bajar los impuestos y tener un discurso reivindicativo desde la lealtad y el cumplimiento para nuestra tierra, ha tenido como resulta52 do el crecimiento económico y tras él, la creación de empleo –hoy tenemos 27.700 parados menos que hace un año y estamos por debajo del 30%–. Hoy seguimos trabajando para aprovechar al máximo la recuperación que comienza y acelerarla. Tras haber conseguido la consolidación fiscal de 2012, y haber impulsado el crecimiento económico y la especialización inteligente de nuestra economía en 2013 y la creación de empleo neto en 2014, ahora llega el momento de expandir nuestra economía y apostar por las inversiones. 2015 va a ser en Extremadura el año en el que vamos impulsar, con más intensidad que nunca, no sólo la creación de empleo, sino de un empleo de calidad para todos los extremeños. Ése debe ser también el camino en España, pero para ello, todos debemos sumar, y cuando digo todos me refiero a todos los grupos políticos y también a todas las regiones que formamos parte de este país. El tiempo que se abre paso debe ser el de una unión de todos los pueblos de España, sólida y estratégica, que convierta a nuestra nación en una de las más prósperas del mundo. Extremadura está demostrando que está dispuesta, más que nunca, a contribuir al progreso de este país como quieren, estoy convencido, todos los españoles. Si todos los responsables públicos potencian esa convicción y olvidan intereses particulares, conseguiremos que España destaque como un país transformador, serio y líder en regeneración económica, pero también política y social. Vocación de acuerdo Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia No es posible valorar las expectativas de la España del futuro sin contemplar antes lo que fuimos y lo que somos. España es una nación antigua, pero no siempre afortunada. Un repaso al pasado nos pone en contacto con episodios alentadores, que siempre desaparecen en el enfrentamiento o en la dictadura, creando así la conciencia de una especie de destino que nos condenaría a una vida convulsa. En ese contexto, la etapa que abrimos en la Transición supera una maldición que echara raíces en nuestro subconsciente. Nace una sociedad plural pero 27 de octubre–2 de noviembre de 2014. nº 1083 unida en lo fundamental, y desaparecen los instintos fratricidas. Los españoles logramos por fin un punto de encuentro en el que caben todas las sensibilidades. Casi cuatro décadas después, tengo fe en que cualquier intento por torcer ese rumbo fracasará porque juntos hemos sido capaces de crear un clima en el que la mayoría de los ciudadanos desecha los radicalismos. España es una nación orgullosa de sí misma, a pesar de las dificultades de los últimos años, respetada en el concierto internacional y con herramientas institucionales suficientes para solucionar los problemas. Porque nadie duda, yo tampoco, de que hay una gran tarea por delante, una obra ingente que nos debe servir para seguir mejorando las aspiraciones sociales y económicas de los ciudadanos, para dar respuesta a sus expectativas políticas y para incrementar la sintonía con los que gestionarán el futuro de nuestro país, que son los sectores más jóvenes. Ese tiempo nuevo tiene en la democracia su mejor apoyo. Porque frente a aquellos que la cuestionan en su totalidad, yo digo que la misma democracia que nos dio la libertad, la misma democracia que nos legitima, es la que nos da las herramientas para mejorarla y que siga siendo útil para el pueblo y también su propio reflejo. Coincido con las voces que reclaman hondos debates sobre asuntos de enorme relevancia. Y propongo para afrontarlos la conducta que ha guiado nuestra historia más reciente y que, a mi entender, los ciudadanos asumen de forma mayoritaria. Puede haber energía en la defensa de las ideas, audacia en la reivindicación de nuestros intereses co- IBERIA-14-10-14_6-7 CURIOSO.qxd 14/10/14 12:44 Página 1 47-68 POLITICOS 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:07 Página 54 23 A N I V E R S A R I O mo país, pero también debe haber la unidad añorada del que no busca vencer sino convencer, y que incorpora el pluralismo con normalidad y con vocación de acuerdo. Ese, y no otro, tiene que ser nuestro camino en los próximos años. En beneficio común Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid Quiero felicitar al equipo de EL SIGLO DE EUROPA por el 23 cumpleaños del semanario, que se ha convertido en testigo privilegiado de la vida política y cultural de nuestro país. A lo largo de estas dos décadas, España ha conocido la mayor época de estabilidad y prosperidad de su historia, pero en los últimos años también ha tenido que afrontar una profunda crisis económica, que aún hoy colea. Hace apenas tres años, el rescate planeaba sobre nuestro país y la difícil situación económica amenazaba con echar todas nuestras conquistas por tierra pero, gracias al esfuerzo conjunto de toda la sociedad, conseguimos dar la vuelta a la situación. Con Madrid a la cabeza, hoy España crece, es capaz de crear empleo y ha recuperado la confianza exterior, pero aún tiene por delante algunos retos, como el asentamiento de la recuperación económica en todos los hogares. La crisis ha puesto de manifiesto que el gasto desenfrenado no conduce a ningún lado, sino que hay que perseguir la estabilidad presupuestaria, priorizando aquellos gastos que son esenciales y garantizando de esta forma 54 la Sociedad del Bienestar. También es clave ofrecer un marco seguro y estable para empresarios e inversores porque, al final, son los principales generadores de empleo y de riqueza. En la Comunidad de Madrid hemos aplicado esta receta y vamos a seguirla aplicando, con la convicción añadida de que, sólo si nuestra economía es dinámica, cogeremos el tren de la revolución digital. Al mismo tiempo, la crisis económica se ha convertido en la excusa de determinados colectivos y partidos políticos para poner en cuestión nuestro marco de convivencia e intentar dinamitar todo el edificio. Con desafíos tan graves como el iniciado en Cataluña, es momento de defender nuestra Constitución y nuestra democracia con más firmeza que nunca y, en caso de plantear cambios, hacerlo con sentido común, lealtad y respeto a la ley. Es momento, por tanto, de que las instituciones reivindiquemos nuestra representatividad y seamos consecuentes con ella, obrando de manera transparente y ejemplar en busca del beneficio de todos. Debemos ser, en definitiva, instituciones renovadas para un tiempo nuevo, como señaló el Rey Felipe VI en su proclamación. Todos juntos Pedro Sanz Alonso, presidente de La Rioja Al hilo de la sucesión en la Corona de España, la revista EL SIGLO nos propone reflexionar acerca de la nueva etapa que se abre y, antes que nada, deseo advertir de que más que un relevo generacional, sería preferible hablar de la incorporación de una nueva hornada de españoles a la asunción de responsabilidades en todos los ámbitos, a la toma de decisiones y, en definitiva, al cuadro de mandos. Y es que, en mi opinión, nuestro país es una realidad multigeneracional, que no es posible entender sin la sabiduría, la experiencia y la madurez de la generación de españoles que contribuyó a la transición democrática sobre los pilares de la libertad, la concordia y el progreso, ni tampoco sin el empuje, la ilusión y la audacia de la generación más joven que pide paso y que se halla muy preparada. Es cierto lo que decía George Orwell de 27 de octubre–2 de noviembre de 2014. nº 1083 que “cada generación se imagina a sí misma más inteligente que la anterior y más sabia que la que vendrá después”, pero no lo es menos que, como escribió Víctor Hugo, “en los ojos del joven arde la llama y en los del viejo brilla la luz”. Por ello, no se pueden desperdiciar energías y debemos trabajar todos juntos para hacer frente a los desafíos del futuro. Desafíos que pasan por proteger los principios y valores que guían la Constitución, fortalecer los acuerdos políticos básicos, consolidar el crecimiento y la creación de empleo, recuperar el prestigio internacional y la proyección exterior de nuestro país o garantizar la educación, la sanidad y el bienestar de todos. En fin, asumir el objetivo de hacer España mejor, con el que los riojanos nos sentimos comprometidos. Nuevos tiempos, nuevos retos Alberto Fabra, presidente de la Generalitat Valenciana Las transformaciones se suceden en nuestros días a un ritmo vertiginoso, y este año la velocidad de los cambios parece haberse acelerado y una nueva etapa se abre en los campos de la política, la economía, las instituciones y la vida de los ciudadanos. Los valencianos somos un pueblo con muchos siglos a nuestras espaldas y estamos acostumbrados a saludar los cambios y a descubrir en ellos nuevas oportunidades sobre las que seguir construyendo nuestro futuro. MAPFRE-20-09-14_6-7 CURIOSO.qxd 19/09/14 12:50 Página 1 47-68 POLITICOS 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:07 Página 56 23 A N I V E R S A R I O Muchas generaciones de valencianos han sabido liderar esas innovaciones y convertir sus efectos en un gran impulso en todos los órdenes. Nuestra tierra vivió su siglo de oro precisamente durante una gran encrucijada histórica, la del siglo XV, cuando el mundo ensanchó sus horizontes hacia nuevos continentes y la imprenta llevó el conocimiento a todos los rincones, de Europa. Entonces nuestra tierra dio a la luz el primer libro impreso en España en aquel siglo prodigioso. Es un ejemplo de que estamos preparados para cualquier nuevo cambio y sabemos hacer frente a cualquier reto que surja en nuestro camino. La revista EL SIGLO DE EUROPA cumple su 23 aniversario y felicito desde aquí esta brillante iniciativa periodística y a todos los que la han hecho posible. Un gran grupo de profesionales entregados a su trabajo y al análisis serio y riguroso de nuestra sociedad y de su futuro. Un futuro que siempre he pensado que es el de las personas. Por eso, mi mayor ambición es poner en sus manos todas aquellas herramientas que potencien y faciliten su desarrollo y bienestar. Una política al servicio de las personas y no de los territorios, como el modelo de financiación que reivindicamos como pieza clave para el crecimiento económico de la sociedad valenciana. Nosotros no queremos jugar con ventaja en ese contexto; simplemente queremos contar con los instrumentos necesarios para poder luchar en igualdad de condiciones y conseguir ese resultado de bienestar que ambicionamos para todos los ciudadanos de Es56 paña. Nuestras empresas, nuestros profesionales y nuestras instituciones están plenamente capacitadas para dar lo mejor de sí mismos en ese empeño. Queremos medir nuestras fuerzas con los mejores en pie de igualdad. Somos conscientes de nuestras potencialidades y vamos a explorar todos los caminos que nos ayuden a alcanzar esa gran meta hacia la que nos dirigimos. Con las herramientas necesarias y el apoyo de todos los ciudadanos vamos a proyectar nuestra Comunitat hacia el futuro con fuerza, con seguridad y con plena confianza en nuestras posibilidades. Esos tiempos nuevos que se abren ante nosotros son, ante todo, la promesa de un futuro mejor para todos. Tiempo de sensatez Yolanda Barcina, presidenta de Navarra Estoy convencida de que la historia juzgará con muy buena nota el reinado de Don Juan Carlos I y valorará, sobre todo, la recuperación de la democracia, nuestra integración en la Unión Europea, y los innegables avances en cuanto a bienestar social y desarrollo económico. Es cierto que el final del reinado se ha visto rodeado por llamativos casos de corrupción y la pérdida de credibilidad en numerosas instituciones, lo que ha venido a aumentar el descontento ciudadano en un clima de incertidumbre agravado por la grave crisis económica que sufrimos, el auge del separatismo y la irrupción del populismo. 27 de octubre–2 de noviembre de 2014. nº 1083 Quizás el nuevo tiempo que se abre con la coronación de Felipe VI deba ser el que el nuevo rey está marcando con su estilo. Su sobriedad, su prudencia y su profesionalidad son características que deberíamos aplicar al día a día de una España quizás demasiado ruidosa y convulsa. Es tiempo de la sensatez, de enfriar pasiones y abandonar enfrentamientos basados en prejuicios y trincheras artificiales. Reconozcamos los valores de nuestro sistema democrático y reformemos aquellos aspectos de él que han causado la actual desafección ciudadana, pero no lo pongamos en peligro siguiendo los falsos cantos de sirena de quienes proponen como solución la desmembración de España o utopías sin concretar. El ruido, el hablar por hablar y el uso de tópicos fáciles también está afectando al régimen foral de Navarra, al que algunos presentan como fuente de privilegios. Las dificultades financieras que estamos viviendo las administraciones han propiciado un caldo de cultivo preocupante para alegar la supuesta incompatibilidad de nuestro sistema con un modelo justo de financiación autonómica. Navarra contribuirá al nuevo tiempo que se abre en España con la lealtad y la solidaridad que le ha caracterizado. Pedimos que se respeten nuestras competencias y atribuciones reconocidas en la Constitución, y que se nos trate con el respeto que la legalidad nos otorga. Exigimos el mismo respeto que otorgamos. Innovación constitucional Javier Fernández, presidente del Principado de Asturias Desde 2007, hemos ido transitando desde un moderado optimismo hacia la abierta constatación del pesimismo al que nos ha arrastrado una crisis que incinera lo que toca. En España, los socialistas hemos advertido hasta el hartazgo del retroceso del Estado del Bienestar. ¿Hace falta destacar que no hay mejor ascensor social que el sistema educativo? ¿Que una sociedad sólo está cohesionada si el enfermo depende del sano, el anciano del joven, el parado del que tiene empleo? El desafío de la izquierda hoy, y estoy re- 47-68 POLITICOS 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:08 Página 57 firiéndome a una izquierda gobernante, parte de tres certezas: no puede haber una economía eficaz, fuerte; ni puede haber una sociedad cohesionada, fuerte; ni puede haber una democracia de calidad, fuerte, sin un también fuerte compromiso contra la desigualdad. Si no colocamos la lucha contra la desigualdad en el corazón mismo de nuestra política económica. Aspiro, pues, a que en este tiempo nuevo no cedamos ante la desigualdad. No podemos salir de la crisis a cualquier precio, demoliendo y malbaratando lo que tanto tiempo nos costó edificar: nuestro Estado del Bienestar. El PSOE es un partido obrero, socialista y federal. Un partido de gobierno, es decir, de mayorías. Por eso tenemos que reconocer que no fue la clase trabajadora el único actor en la construcción del Estado social. También las clases medias contribuyeron a consolidarlo, a legitimarlo y a financiarlo. Ahora tenemos que conseguir que se involucren en su defensa, en la resistencia frente el asedio ideológico de los que pretenden desmantelarlo. Ése, sin duda, es uno de los desafíos más importantes que nos espera. Hay otro, crucial, ligado al anterior. La crisis es temporada alta para que los populismos demuestren su acreditada capacidad para capitalizar la indignación. En vez de soluciones, proponen soflamas. No les importa arrasar con todo: con la Transición, con las instituciones, con la democracia representativa. Frente a los simplificadores de cualquier signo, corresponde a los socialdemócratas hacerse cargo de la complejidad. Por eso reivindico la socialdemocracia para ese nuevo tiempo; y no como una suerte de vía intermedia, sino como el camino más eficaz para combinar libertades y derechos individuales con justicia social. Un nuevo tiempo exige que miremos atrás para saber que hemos aprendido lo suficiente del pasado para reconocer las viejas propuestas que ya no funcionan. Para evitar el inmovilismo y propiciar que la innovación no sólo sea tecnológica y económica, sino también política y social. Innovación también constitucional, propiciando una reforma que nos fortalezca como comunidad política, como espacio público compartido y como sociedad abierta y respetuosa con todos los territorios, todas las historias y todas las culturas de este país. Impulso al futuro Alberto Garre , presidente de la Región de Murcia La proclamación de Felipe VI como rey de España determina el comienzo de un nuevo período de nuestra historia; una etapa crucial en la que hemos de afrontar unidos importantes retos desde el punto de vista institucional, económico y social, entre los que cobran un claro protagonismo la definitiva salida de la crisis y los desafíos al actual modelo territorial del Estado, emanado de la Constitución de 1978. Un momento histórico que coincide con un escenario internacional complicado, y en el que se han que adoptar, con pulso firme y conforme a la legalidad vigente, decisiones que difícilmente podrán contentar a todos, pero de cuyo éxito dependen nuestra prosperidad presente y futura, así como la convivencia en libertad y democracia de todos los españoles, y, por ende, también de los murcianos. Iniciamos un nuevo trayecto de nuestra existencia en común como nación, en el que la Región de Murcia desea participar con la misma lealtad institucional de la que siempre ha hecho gala, en defensa de una España en la que primen la solidaridad interterritorial y el bien común por encima de los intereses propios. Un periodo que, a buen seguro, se verá beneficiado por los aires de esperanza, ilusión, resposabilidad y estabilidad institucio- nal intrísecos a la figura de Felipe VI; sin discusión, el mejor preparado para ejercer sus responsabilidades de entre todos los integrantes de la dilatada tradición monárquica española. Un gran impulso positivo que la Región de Murcia confía en aprovechar en toda su plenitud en un tiempo nuevo, definido por los cambios y reformas que demanda nuestra ciudadanía en los ámbitos político, institucional, social, económico y, por encima de todos ellos, en el laboral, priorizando la creación de empleo y la atención a los desfavorecidos como ejes principales de nuestra acción de gobierno. Para ello, hemos puesto en marcha la Estrategia para la Creación de Empleo de la Región de Murcia 2014-2016, con el objetivo de propiciar la creación de 50.000 puestos de trabajo en los próximos dos años y medio, a través de 300 medidas que contarán con 230 millones de presupuesto para su ejecución. Todo ello pemitirá consolidar el cambio de tendencia experimentado en lo que llevamos de año 2014; con un descenso interanual del paro en la Región de Murcia de 9.761 personas, un porcentaje del 6,5 por ciento, por encima de la media nacional. Para cumplir estos retos, nuestra Comunidad Autónoma cuenta con grandes fortalezas, como un sector turístico en continuo crecimiento por encima de la media nacional y cada vez más diversificado, y con nuestro pujante comercio exterior, que nos confirma como la cuarta provincia más exportadora, sólo por detrás de Madrid, Barcelona y Valencia, gracias al auge del sector energético regional y la alta demanda de una producción nº 1083. 27 de octubre–2 de noviembre 2014 57 47-68 POLITICOS 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:08 Página 58 23 A N I V E R S A R I O agroalimentaria de gran calidad que bate récords de ventas fuera de nuestras fronteras. Valores que verán multiplicadas sus capacidades por la puesta en servicio de nuevas infraestructuras terrestres y ferroviarias, como el AVE, la futura terminal portuaria de contenedores del Gorguel o el aeropuerto internacional de Murcia. Nuestro compromiso para hacer más próxima la política a la ciudadanía se concreta en la iniciativa ‘Gobierno abierto’, que abarca tres ámbitos fundamentales, como son la transparencia, la participación ciudadana y la colaboración entre administraciones. Para ello hemos puesto en marcha la Iniciativa Integral para la Transparencia y está en proceso de creación el Foro Regional de Colaboración entre las Administraciones Públicas (Forca). Seguimos trabajando sin descanso para culminar la reconstrucción de la ciudad de Lorca, en fase muy avanzada tras la devastación causada por los terremotos en 2011, así como por la puesta en marcha de un Plan Hidrológico Nacional que ponga fin, definitivamente, al crónico déficit hídrico de la cuenca del Segura. Como se ve, la Región de Murcia continúa forjando un futuro de prosperidad y progreso mientras lucha por construir un mejor presente. Mi enhorabuena a EL SIGLO DE EUROPA por estos 23 años de trayectoria continuada en el campo de la información política, económica y social, al que agradezco esta oportunidad que nuevamente nos ofrece a desde sus páginas para compartir con el resto de España la visión de la Región de Murcia sobre las cuestiones de actualidad que más importan e interesan a los españoles. Capacidad de adaptación Juan J. Vivas, presidente de Ceuta El relevo en la Corona es el símbolo del inicio de una nueva etapa. Un punto y seguido a una de las épocas más brillantes de nuestra historia contemporánea, caracterizada por la paz, la estabilidad, la libertad, el progreso y la apertura al mundo. Los objetivos que nos marcamos en la Transición han quedado afianzados y sobre ellos de58 ro más que un derecho es una obligación. Como dijo Antonio Machado: “Ni el pasado ha muerto ni el mañana está escrito”. Por eso, ojalá, juntando todas las manos nuestro porvenir se escriba en renglones de prosperidad, bienestar, inclusión y concordia. Tiempo de convivencia Pedro Gómez de la Serna, portavoz en la Comisión Constitucional del PP bemos afrontar el futuro y construir la respuesta a los retos de este tiempo, a las metas que nos exige la sociedad española y el mundo globalizado en el que vivimos. Debemos, por tanto, adaptarnos al nuevo escenario. Y el cambio debe servir para acercar la política a los ciudadanos, para crear un modelo económico sólido, para sentar las nuevas bases del Estado del Bienestar y para ocupar el lugar que nos corresponde en el concierto internacional. Esos son a mi juicio los principales ejes por los que debe transitar la transformación de este país para afrontar con garantías el nuevo tiempo. El sistema político debe hacer frente a su descrédito, la economía debe quedar al margen de coyunturas y asentarse sobre unos pilares de estabilidad que nos conduzcan al progreso y el empleo, debemos formular un Estado del Bienestar sostenible, adaptado a la sociedad, pero también a la realidad de las instituciones, y debemos mejorar nuestra posición en el mundo desde nuestra pertenencia a la Unión Europea. En esta tarea confío plenamente en los ciudadanos españoles, en su capacidad, en su potencial y en su madurez; una sociedad que siempre ha sabido hacer frente a los retos que tenía por delante, que ha buscado el acuerdo y que ha situando el interés general por encima del particular. Esta nueva etapa la debemos afrontar desde el compromiso y la fortaleza, con motivación y confianza y, no cabe duda, desde la misma unidad que nos ha traído hasta aquí. Porque juntos somos más fuertes y porque eso es lo que nos exigen los españoles y el mundo del siglo XXI. Compartir el futu- 27 de octubre–2 de noviembre de 2014. nº 1083 Con toda seguridad, 2014 pasará a la historia como el año en que empezaron a cambiar muchas cosas en España. 2014 es el año de la abdicación de D. Juan Carlos I, probablemente uno de los monarcas más sobresalientes de nuestra historia. Es el año también de la sucesión en la persona de D. Felipe VI y, en consecuencia, de la consolidación de la monarquía parlamentaria más allá de la persona de D. Juan Carlos. 2014 es el año en que el nacionalismo catalán ha decidido actuar al margen de la ley y con vulneración del orden constitucional, el año en que el presidente Mas ha decidido traspasar determinadas líneas rojas de nuestro sistema democrático con grave riesgo para la convivencia. 2014 es el año de la aparición de nuevos partidos y movimientos políticos, fundamentalmente de izquierda radical, cuya viabilidad y potencialidad irá dando el tiempo. 2014 es el año del relevo en la Secretaria General de PSOE. 2014 es el año en que se pone en marcha el más ambicioso plan de BANCO SANTANDER-14-10-14_6-7 CURIOSO.qxd 14/10/14 12:39 Página 1 47-68 POLITICOS 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:09 Página 60 23 A N I V E R S A R I O regeneración democrática y de lucha contra la corrupción (ahí está la próxima entrada en vigor de la Ley de Transparencia, Acceso a la Información y Buen Gobierno, o la remisión al Congreso de la Ley de Control Económico y Financiero de los Partidos Políticos, o la Ley reguladora del Estatuto del Alto Cargo, o las reformas de Código Penal, de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y del Tribunal de Cuentas para garantizar una mejor y más eficaz lucha contra la corrupción). 2014 es también el año del inicio de la recuperación económica y de la creación de empleo neto en España. Y es el año en que las instituciones internacionales están poniendo a nuestro país como modelo. Esas y otras muchas cosas están pasando en esta vieja nación. Hemos pasado, quizás, lo más difícil, pero quedan aún muchísimas cosas por hacer. En política, no hay milagros, no existen las soluciones taumatúrgicas, existen los procesos, las reformas, la evolución de las sociedades y de las naciones. España ha pasado momentos muy difíciles, y la sociedad española ha sufrido y esta sufriendo aún las consecuencias terribles y demoledoras de la crisis económica más dura desde el crack del año 29. Lo que le ha faltado a la sociedad y, sobre todo, a la política española en otras ocasiones ha sido confianza en sí misma, madurez democrática, tenacidad para superar las dificultades sin recurrir al falso y facilón recurso de tirarlo todo por la borda, de romper, de suicidarse. No es tiempo de salvadores, ni de falsos mesías, sino de perseverar, profundizar y actualizar con sentido común el modelo de convivencia que nos dimos los españoles en 1978. Después de 200 años de guerras civiles, pronunciamientos militares, golpes de Estado, revoluciones y otros fracasos colectivos que llevaron a nuestro país a la insignificancia, a la extravagancia y a la ruina, por fin los españoles encontramos hace 36 años una fórmula para convivir, para construir, para mirar adelante, para ser un país próspero y normal. No tiremos, una vez más, ese rasgo de cordura colectiva por la borda. La historia, decía Marx, se repite primero como tragedia y después como farsa. Pues eso: evitemos caer una vez más en el ridículo y sepamos estar a la altura de las circunstancias. 60 Las oportunidades de un tiempo nuevo Antonio Hernando, portavoz del PSOE Por una vez en este país estamos casi todos de acuerdo en que se tiene que abrir un tiempo nuevo en la realidad social y económica de España después de una crisis devastadora; todos coincidimos en que es necesario un proceso de regeneración en la política tras años de alejamiento y desprestigio, y también hay bastante consenso en que es preciso un tiempo nuevo en la arquitectura territorial de nuestro país. Todo esto supone cambios importantes, cambios que traen consigo incertidumbres y vértigos, que mantienen paralizados a algunos como al gobierno de Rajoy, pero también formidables oportunidades que debemos aprovechar. Un tiempo nuevo que debería alumbrar una España más justa, más solidaria y más cohesionada; una política más abierta, más transparente y más limpia. Un tiempo nuevo para afrontar los grandes riesgos de esta época: la desigualdad social, la pobreza, el populismo y la demagogia. El riesgo de la antipolítica, por desgracia tan de moda en estos días. Dentro de unas semanas celebraremos el 36 aniversario de la Constitución; un texto abrazado por los españoles del 78 deseosos de salir del trauma de la dictadura con dialogo, consenso y justicia social. Fue un gran pacto impulsado y avalado por los ciudadanos y debemos reivindicarlo y sentirnos orgullosos. 27 de octubre–2 de noviembre de 2014. nº 1083 36 años después es hora, sin embargo, de hacer balance y de mejorar nuestras reglas de convivencia. Es hora de reconocer nuevos derechos sociales y de reconocernos en la Constitución como un país plural y diverso; como un país federal que celebra las singularidades de cada uno pero preserva la cohesión territorial y la igualdad de todos los españoles. El PSOE vive también un tiempo nuevo, con el liderazgo de Pedro Sánchez y la reconstrucción de un proyecto con el que esperamos recuperar la confianza mayoritaria de los ciudadanos. Un nuevo PSOE abierto a la sociedad y radicalmente asentado en los mejores valores de nuestra historia: la honestidad, la justicia y la solidaridad. Porque el tiempo será nuevo pero los valores deben ser los de siempre. No es una tarea fácil porque en este momento de riesgos e incertidumbres, algunos intentan engañar a los ciudadanos con milagrosos procesos independentistas que todo lo van a solucionar de la noche a la mañana o con recetas mágicas y populistas para resolver los graves problemas de fondo que tiene nuestra sociedad. Es nuestra obligación desenmascararles porque sólo provocarán división y frustración. Lo que los españoles nos demandan no es ponerlo todo patas arriba, sino reconocer que hay muchas cosas que no funcionan y a continuación, ofrecer alternativas de cambio viables; realistas pero valientes; capaces de ilusionar sin prometer paraísos lejanos. Ese es nuestro reto: volver a ser, en definitiva el motor del cambio que más que nunca necesita nuestro país. Por un Estado más democrático, justo, solidario y decente Cayo Lara, coordinador federal de IU y portavoz Nadie nos puede arrebatar la esperanza de tener un país distinto, una España mejor en la que poder vivir con dignidad, un Estado en el que sus ciudadanos sean los protagonistas, el verdadero motor político y económico. Sabemos que conseguirlo es difícil y que hay muchos interesados en poner obs- 47-68 POLITICOS 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:09 Página 61 táculos, pero estamos convencidos de que las movilizaciones sociales y las protestas contra las políticas que asfixian a la gente acabarán dando resultado. El propagandista Gobierno de Mariano Rajoy nos habla de recuperación económica, de “raíces vigorosas”, de regeneración democrática. Sin embargo, cualquiera a quien de verdad le importe puede apreciar que toda esa pompa macroeconómica y política tiene muy poco que ver con la realidad diaria. Ésta es la de los desahucios, de la pobreza, la del aumento indiscriminado de la desigualdad, con un paro y una precariedad laboral que persisten como lacra irresoluble pese al maquillaje y a los trucos contables, y con un ataque a los servicios públicos como nunca antes en democracia. Si a todo ello le sumamos la corrupción lacerante, el panorama que nos queda es desolador. A pesar de todo, vamos a seguir remando para remontar esta situación, pero teniendo muy claro en qué dirección y con qué meta. Tras las elecciones europeas de mayo se mantienen cada vez más firmes las expectativas que evidencian un descenso del apoyo a los dos partidos que han dirigido el país desde la dictadura, PP y PSOE. Se abren nuevas posibilidades, nuevos escenarios que nunca se han explorado en nuestro país. Desde Izquierda Unida nos lo hemos tomado muy en serio. Por eso, hemos planteado un proceso constituyente para abrir un profundo debate que sirva para superar las muchas insuficiencias y privilegios que se arrastran desde hace años y que algunos quieren, por mero interés partidista, que si- gan enquistados. Un proceso constituyente en el que sean los ciudadanos los que libremente decidan qué quieren hacer y hacia dónde quieren ir. Necesitamos abrir un tiempo nuevo en el que la clase trabajadora, la mayoría social de este país, sea protagonista de todo aquello que les afecta. Además, estamos trabajando por una convergencia social y política desde la izquierda para conseguirlo, y se equivocarán aquellos que prefieran quedarse al margen. Poniendo en marcha estos procesos, en los que la mayoría social y la ciudadanía sean los motores del cambio, no me cabe ninguna duda de que estaremos en disposición de tener un país en el que el trabajo o disponer de una vivienda digna sean derechos fundamentales. Se podrán asegurar y mejorar los servicios públicos básicos de la Sanidad o la Educación, no se cuestionarán las pensiones y la ciudadanía dispondrá a través de una renta básica de los medios necesarios para vivir dignamente, aunque estén en paro y sin prestaciones. En definitiva, estamos empeñados en una España más democrática, justa, solidaria y decente. Vamos a convertir una sociedad cambiante en una sociedad mejor Emilio Olabarria, portavoz del PNV Parafraseando al bardo Bob Dylan, the times they are a changing. Lo que no se sabe es en qué dirección. No convivimos, desafortunadamente, en estos tiempos con filósofos como los del racionalismo y la ilustración que configuraron un orden, el revolucionario francés, ni con economistas como Adam Smith, Ricardo, Keynes, o incluso Milton Friedman. En cualquier caso, nos enfrentamos a profundos cambios. El de mayor relieve en el ámbito institucional ha sido la sustitución de Juan Carlos I por Felipe VI. El nuevo monarca (sucesor nominal de Felipe V, el rey que liquidó el autogobierno catalán a través de los Decretos de Nueva Planta), pretende hacer una apuesta por modernizar una institución, la monárquica, que su anterior titular estaba degradando peligrosamente a través del conocimiento sobrevenido de determinadas conductas de carácter personal, económico y político que empezaban a rayar en la falta de probidad. Sin embargo, a nuestro juicio el mandato de Felipe VI no empezó bien puesto que se realizó en el contexto de una extensión de los aforamientos de la Casa Real, probablemente para proteger al saliente más que al entrante, aprobados por mecanismos dudosamente legales y en un sentido contrario al signo de los tiempos que recomienda la reducción de toda suerte de privilegios, incluidos los procesales penales. No obstante lo anterior, y desde una perspectiva puramente estética porque el actual monarca carece de competencias que puedan configurar la política real, parece que las prestaciones del nuevo titular de la Casa Real están produciendo una parcial regeneración de la institución. En el ámbito político, los ciudadanos reivindican fórmulas de participación democrática cada vez más directas, lo que ha provocado en los partidos políticos una suerte de análisis introspectivo de su porosidad con la sociedad para mesurar si son lo suficientemente democráticos. Nos encontramos con propuestas muy razonables de extensión de las bases de los partidos, de conformarnos en estructuras más abiertas a la sociedad y sus organizaciones vertebradoras, que coexisten con posiciones manifiestamente populistas que no admiten el más mínimo contraste empírico con los problemas que las instituciones públicas deben responder. Es- nº 1083. 27 de octubre–2 de noviembre 2014 61 47-68 POLITICOS 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:09 Página 62 23 A N I V E R S A R I O to ocurre en los partidos de la derecha (resulta llamativo que el Partido Popular esté reclamando elecciones primarias) y en la izquierda, por los enigmáticos efectos que la incursión de Podemos, como nuevo y relevante agente político, está provocando en la izquierda social, a parte de la cual está amortizando sin tener que recurrir siquiera a OPAs hostiles por entrega de algunas organizaciones de izquierdas con todas sus armas y bagaje. En el ámbito económico, nos encontramos con fenómenos de nuevo cuño a los que ni las políticas keynesianas ni las ultraliberales ni ninguna de las conocidas son capaces de ahormar. La globalización está modificando constantemente las estructuras económicas, los nuevos países industriales son los denominados países emergentes y los países desarrollados que están haciendo gravitar sus riquezas sobre un vano intento de mantener el control de las grandes estructuras monetarias-financieras están sufriendo con perplejidad crisis económicas de esta naturaleza. El ejemplo más relevante de lo afirmado lo observamos en el Estado español, que deambula en una posición esquizofrénica, presionado por los requerimientos de la UE, por un lado, gobernada por países económicamente más potentes, y con una incapacidad para articular mecanismos de potenciación de su economía real que le permitan superar esa posición de subordinación político económica que tiene como efecto más lacerante el desempleo. En todo caso, y aunque resulte una reflexión de materialismo dialéctico, la situaciones de crisis son creativas; y en la actualidad lo que necesitamos son grandes consensos para encontrar las mejores soluciones en un mundo que por cambiante no tiene que ser necesariamente peor. Un nuevo rey al servicio de un futuro mejor Rosa Díez, portavoz de UPyD Asistimos con normalidad al relevo de la Jefatura del Estado. Esto es lo más singular de este momento histórico. La forma del Es62 tado no es tan importante: lo que importa es la calidad del sistema. En el terreno de los ideales políticos podríamos aceptar que es mejor la República que la Monarquía; pero lo importante en el terreno práctico es la ciudadanía democrática, no la forma institucional del régimen que la garantiza. Un republicanismo basado en principios identitarios, etnicistas, teocráticos o totalitarios es peor para ser ciudadano que una monarquía parlamentaria y democrática. Preguntar sobre la conveniencia de Monarquía o República fuera de un debate para reformar de manera profunda la Constitución aprobada en 1978 es un fraude que nos llevaría a un punto cero preconstitucional. Más allá de la consideración en torno a uno u otro sistema, también cabría decir que lo anticonstitucional y por tanto antidemocrático no es preguntar por Monarquía o República, sino usar la pregunta como ariete para demoler el texto constitucional. Como en otros momentos de nuestra historia hoy hay mucha gente muy cualificada y muy vital, muchos ciudadanos que han hecho un gran esfuerzo en sus vidas y que ahora, a causa de la crisis económica lo están pasando realmente mal. A todas esas personas –a ese país real– hay que decirles que es precisamente ahora cuando se abre una gran oportunidad para hacer juntos un país mejor en el que todos tienen su espacio. Un país mejor en el que juntos recuperemos la idea de España como sueño colectivo y salvemos a nuestra democracia de la corrupción que la corroe, del enjuague públicoprivado, de populismos de radicalidad y de ruptura. En definitiva, de los salvapatrias de 27 de octubre–2 de noviembre de 2014. nº 1083 una y otra facción. Queremos una España fuerte, innovadora, unida, justa; y queremos que el nuevo jefe del Estado, Felipe VI, esté a nuestro lado en el necesario proceso de regeneración de la democracia. Un rey que entienda su cargo como una dignidad llena de obligaciones y no de privilegios ni corruptelas ni para él ni para su familia, ni para sus amigos de la corte; un rey que se comporte con transparencia, con honradez, con neutralidad ideológica y con espíritu de servicio, es el rey que España necesita. Desde nuestro partido acompañaremos al rey Felipe VI para que los españoles de hoy tengan en él al jefe del Estado que España se merece y la esperanza de un futuro próspero y en armonía. ¿Cambio o maquillaje? Jon Iñarritu, portavoz de Amaiur El fin del reinado de Juan Carlos I ha sido una oportunidad perdida para otorgar a la ciudadanía la opción de ser consultada sobre el modelo de Estado. Tras tres décadas de un reinado que comenzó con la venia de un dictador y acabó rodeada de escándalos, corrupción y un claro suspenso en las encuestas del CIS, se optó por una abdicación, mediante un proceso exprés, en el que la ciudadanía del Reino no pudo expresarse sobre si deseaba o no que Felipe VI fuese el nuevo jefe del Estado. Y con la misma premura se blindó el aforamiento del Rey padre, 47-68 POLITICOS 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:09 Página 63 ya exrey. Da la impresión de que el Estado optó por una operación de maquillaje. Un gran cambio para que nada cambie. A día de hoy, el Estado se enfrenta a dos grandes crisis. La primera es la socioeconómica. Una crisis en la que el Gobierno del PP, la banca y los grandes grupos empresariales ven una salida progresiva de la misma , pero la realidad es que siguen existiendo seis millones de personas desempleadas y una continua y, tal vez, irreversible destrucción del Estado del Bienestar. Así, mientras el Gobierno habla de mejoras, se sigue liderando la tasa de paro y la de precariedad laboral de la Unión Europea, se sigue sin apostar por un modelo productivo o sin invertir en I+D+I, hechos que unidos al desmantelamiento del Estado Social por la vía de la privatización de las pensiones, sanidad, educación y los servicios sociales, hacen que el porvenir del Estado del Bienestar sea más que preocupante y la generación de empleo harto complicada. Y en la cara B, otra lacra irresuelta, la del fraude, donde por ejemplo, según señala el sindicato Gestha, España se sitúa líder de la UE con un 25% de la economía sumergida. La segunda crisis que afecta al Estado es la territorial. Durante estas tres décadas observamos cómo las naciones del Estado no han encontrado el encaje institucional al que aspiraban sus ciudadanos: por un lado, estatutos bien sin cumplirse o sin renovarse y, en caso de renovados, recortadas sus partes fundamentales; por otro, una falta de reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado y del derecho a decidir. Todo lo cual ha hecho que surjan demandas de mayor soberanía, especialmente en el País Vasco y en Cataluña, ante las cuales el Estado, en lugar de dar respuesta en base al principio democrático como han hecho varios Estados occidentales en casos similares, impone su cerrazón e imposición. ¿Considera el Gobierno que prohibiendo consultas soluciona el problema de fondo? En definitiva, el Estado sigue sin hacer frente a las cuestiones principales desde medidas de sentido común, con un carácter social y democrático. Es evidente que frente al “más de lo mismo”, el Estado necesita una reforma radical para que sus dos grandes crisis sean solventadas. Se necesita cambio, no maquillaje. Construir democracia Alfred Bosch, portavoz de ERC y candidato a la Alcaldía de Barcelona Espero que vivamos en un mundo mejor; más justo, más próspero y más libre. Desde mi ángulo de mundo, Catalunya, aspiro a que podamos figurar entre los pueblos afortunados; aquellos que se acercan más al ideal de igualdad y de democracia que persiguen. Pertenezco a una generación privilegiada. Hoy, las ilusiones y las esperanzas están en su mejor punto. Con la perspectiva de votar sobre la independencia, estamos llamados a cambiar la historia y a dejar este mundo mejor de lo que nosotros habíamos encontrado al llegar. Votar sobre el futuro político colectivo es un derecho y una obligación, a mi entender, pero también es de lo más placentero y creativo que se puede experimentar. Yo creo en la República Catalana. Como instrumento para realizar las libertades catalanas, pero todavía más como caja de herramientas social. No tanto el final del recorrido, como un punto de arranque para hacer mejores escuelas, mejores hospitales, mejores presupuestos, mejores inversiones. Una oportunidad para demostrar que venciendo a reyes y oligarquías podemos responder más y mejor ante los ciudadanos de cada voto y de cada céntimo que nos confían. En cuanto a la nueva España, la veo con fraternidad y con los mejores deseos. Estamos encantados mientras estemos en el Rei- no de España, de colaborar con lealtad, codo a codo con las fuerzas de progreso, para mejorar la vida de los ciudadanos. No queremos que los españoles vivan peor, deseamos lo mejor, igual que lo deseamos para nosotros, siempre desde el respeto debido y la igualdad entre pueblos. Es más; la más alta contribución que podemos hacer al futuro de los españoles es, según lo veo yo, la creación de una Catalunya independiente. El mejor bálsamo y desencadenante para un auténtico tsunami social y democrático entre los españoles. De hecho, sólo iniciar el camino ya está sucediendo algo de eso, y vemos cómo obedecer a la voluntad de la mayoría de los catalanes es la mejor manera de construir democracia en España; y aplastar la mayoría en Cataluña perjudica de forma irremisible a la democracia española. Por una prensa plural Olaia Fernández Davila, portavoz del BNG Me congratula poder felicitar a la revista EL SIGLO en su 23 Aniversario, sobre todo en estos tiempos necesitados de prensa plural. Vivimos un contexto difícil para sostener en el tiempo a las siempre necesarias publicaciones escritas, especialmente revistas que han pasado por todo tipo de vicisitudes a lo largo de más de dos décadas. En un momento como el actual, lleno de obstáculos para la pervivencia de medios de comunicación, especialmente medios escritos, re- nº 1083. 27 de octubre–2 de noviembre 2014 63 47-68 POLITICOS 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:10 Página 64 23 A N I V E R S A R I O sulta satisfactorio poder ver la portada de EL SIGLO en los quioscos. Cada vez es más monocolor el panorama mediático, cada vez está más recortado, es más minúsculo, por eso es deseable que la vida de EL SIGLO se extienda y perdure a fin de contribuir con sus crónicas y reportajes a poner su granito de arena a un mundo de mass media más plural. Un cambio global Ana Oramas, portavoz de Coalición Canaria Muchas veces hemos oído decir que nada volverá a ser igual después de la crisis. Y cada día que pasa estoy más convencida de ello. El actual modelo económico, social y político se ha quedado obsoleto, y ha perdido el vigor que nos permitió consolidar la democracia y los cimientos de un país al que ahora le corresponde gestionar su futuro con otras claves. Las prioridades del presente son muchas, pero los desafíos a medio y largo plazo son más apremiantes. Necesitamos que los jóvenes se integren en el sistema, que sean una parte importante en el diseño del nuevomodelo de sociedad, y no podemos seguir limitando las aspiraciones de quienes ansían no solo encontrar un empleo, sino que anhelan vivir en un espacio más transparente y más participativo. Hechos que, hasta hace no mucho, considerábamos imposibles se han producido sin que hayan supuesto ningún trauma. Hemos asistido al relevo en la Casa Real, al progresivo desmantelamiento de caducas y opacas estructuras políticas y económicas y, a su vez, hemos presenciado el florecimiento de un movimiento social y ciudadano que servirá para forjar una democracia más sólida y abierta. La lección más importante que hemos aprendido de la crisis es que nada es inamovible y que el futuro es algo que se puede decidir si existe una implicación activa de la ciudadanía. “La tarea que tenemos por delante”, como explica Daniel Innerarity, “es determinar nosotros mismos, mediante procesos de legitimación democrática, cómo queremos construir políticamente nuestra responsabilidad”. Y esa tarea pasa por en64 frentarnos directamente a los desafíos sin limitarnos, como ha hecho el actual Gobierno, a la gestión improvisada de la crisis sin perfilar un modelo económico que nos devuelva la esperanza. El cumplimiento de los objetivos de reducción de déficit y el pago de la deuda no pueden seguir siendo el eje central de la política en España. Ambas medidas no sólo contribuyen a desmantelar los servicios públicos, sino que, además, restan musculatura a las políticas que nos permitirán ser menos vulnerables. Me refiero a la I+D, a las energías renovables, al trazado de políticas que permitan que la industria aumente su peso específico o, por ejemplo, que los espacios turísticos deteriorados no amenacen el futuro de este sector. Como decía Gandhi, “un cambio en lo general a través de un cambio en lo particular”. Paso a la ciudadanía Joan Baldoví, portavoz de Compromís-Equo El nuevo tiempo que se abre paso no es, muchas veces, el que se debería abrir. Pero eso depende de los ciudadanos, aunque frecuentemente el sistema establecido tras la muerte del dictador no quiera dejar a la ciudadanía expresarse libremente y con total normalidad. El sistema de alternancia bipartidista, restaurado a la imagen y semejanza del turnismo del XIX hace aguas. En 1978 se hizo una Constitución pero no nos dejaron 27 de octubre–2 de noviembre de 2014. nº 1083 responder sobre qué modelo de estado queríamos y, tras la abdicación de Juan Carlos I, el sistema de poder no ha dejado opción para decidir si se quería continuar teniendo un jefe de Estado que hereda el cargo o, por lo contrario, elegido democráticamente. A cualquier intento de democratizar la sociedad le llaman ahora desafío. ¿Quién o quiénes? Lo sabemos todos, los de siempre, los que pactaron para dejarlo todo atado y bien atado. Son los mismos que tienen la culpa del hundimiento de la banca y su rescate con fondos públicos. Son los que se siguen enriqueciendo con el encarecimiento de la vida de los ciudadanos o los que hacen negocio de los desahucios. No nos engañan. Los tiempos cambian y la crisis que hemos vivido, que ha llenado la calle de familias sin techo, multiplicado las colas en los comedores sociales y los bancos de alimentos, nos dice que todo no volverá a ser como antes. Y tampoco queremos que ciertas cosas sean igual, porque de aquellos polvos, estos lodos: los jóvenes emigran, los corruptos campan a sus anchas, los ricos lo son cada vez más y la crisis la pagan los ciudadanos con recortes. Los nuevos tiempos que llegan son de libertad plena, de democracia absoluta. No puede existir el miedo, ni la coacción, sólo el diálogo y el pleno respeto por aquello que opine o decida la ciudadanía. El soberano es el pueblo, no es un señor o unos señores. Y mientras ese concepto no cale en las clases dirigentes, mal iremos. O mal les irá a ellos. ABERTIS-21-10-14_6-7 CURIOSO.qxd 21/10/14 14:26 Página 1 47-68 POLITICOS 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:10 Página 66 23 A N I V E R S A R I O la fuerza de nuestro espíritu como pueblo diverso pero con una base histórica y cultural común. Alguien dijo que los golpes de la adversidad nunca son estériles. Esperemos, pues, con ilusión los nuevos frutos. Tiempo de valores y de personas Juan Rosell, presidente de CEOE Aquello que nos une Enrique Álvarez Sostres, portavoz de Foro Asturias Estamos en una situación crítica no sólo en el ámbito económico, sino también social y político. La convergencia del profundo deterioro de nuestras cuentas públicas, los seis millones de parados y las tensiones territoriales producidas por los nacionalismos disgregantes, siluetean un dibujo realmente pesimista de nuestra viabilidad como país puntero del mundo occidental. La imagen del país se deteriora a ojos de países amigos o simplemente clientes. Pero es en esos momentos de angustia finalista donde este país siempre ha recurrido a recursos extraordinarios para salir del gran bache. Siempre ha recurrido al elixir de la gran gesta, a la infalibilidad del espíritu patrio por encima de intereses particulares y corporativos. Nuestra gran fuerza es aquella de las gentes en torno a una idea común, aceptada sin reservas: la Constitución democrática y pactista de 1978. Es el mantenimiento y defensa de aquello que nos une por encima de contingencias partidistas y que hace posible poner en marcha las reformas económicas, laborales y de la estructura territorial por mucho que nos cueste a políticos, sindicalistas y demás ciudadanos. Esta vieja Nación ha sufrido a lo largo de su historia grandes adversidades y ha sobrevivido y ha resurgido con más fuerza, a base de creer en nosotros mismos y en aplicar 66 Cuando el año pasado, al celebrar nuestra Asamblea General elegimos como lema “Tiempo de valores, tiempo de personas”, entre otras muchas razones fue porque los empresarios queríamos resaltar que estamos comprometidos con ambos ámbitos. Y que, por ello, aprobamos en esa Asamblea el Código Ético y de Buen Gobierno y las bases para la reforma de nuestros Estatutos que requieren, en parte, adaptarse a la nueva realidad económica y social. Los empresarios estamos convencidos de que los nuevos tiempos han de caracterizarse por la transparencia, la modernización y el deber, por parte de los organismos y organizaciones, tanto del sector público como privado, de dar ejemplo a la sociedad. Y pretendemos también subrayar la necesidad de que todos nos esforcemos en consolidar la aún frágil recuperación para lo que se necesitan reformas, planteamientos coherentes y vigor emprendedor. Precisamente ahora que Felipe VI es un monarca joven, moderno, lleno de iniciativas, y que en su discurso ante las Cortes pro- 27 de octubre–2 de noviembre de 2014. nº 1083 pugnó una monarquía renovada para un tiempo nuevo, los empresarios vamos a mantener nuestro propósito de aplicar estos criterios en nuestras organizaciones y en nuestras empresas. Para ello, necesitamos reformas que creen entornos que favorezcan el desarrollo de nuestra actividad, para que el emprendedor pueda hacer lo que mejor sabe y lo que mejor le viene al país: desarrollar sus proyectos e iniciativas que, en muchas ocasiones, terminan con resultados favorables para todos. Con ese objetivo esencial de colaborar a la hora de lograr mayor competitividad de empresas y economía, en general, de crear más empleo y de conseguir mayor progreso y bienestar para una sociedad que lleva demasiados años sometida a una crisis implacable, vamos a hacer de los nuevos tiempos, tiempos mejores. Diálogo social para superar la crisis Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CC OO Hay que construir un futuro próspero para el conjunto de la población pero, en especial, para los 5.600.000 personas que no tienen trabajo, para los que lo encuentran pero a tiempo parcial o temporal, ganando un salario que no alcanza ni los mil euros (hace unos años, mileurista parecía una categoría insuficiente, que marcaba un suelo, y ahora se ha convertido en un techo inalcanzable para muchos, no sólo los jóvenes). El futuro debe ser mejor para cientos de miles de trabajadores y trabajadoras que han conservado su empleo, pero a costa de recortar su salario, perder poder de compra y aumentar la intensidad de su jornada laboral para sacar adelante la producción con plantillas menguadas. A lo largo de esta crisis, la política económica ha tenido como objetivo central recortar los derechos laborales para que el trabajo perdiera valor y, como consecuencia, hoy encontrar un trabajo ya no es ni siquiera garantía para salir de la pobreza. La estrategia de devaluar los salarios ha conducido a un crecimiento débil, al empobrecimiento de la clase media y a una economía que crece en actividades que generan poco valor y tienen aún menos futuro. 47-68 POLITICOS 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:11 Página 67 to se concreta en un calendario más flexible para la consolidación fiscal y un ambicioso programa para el estímulo de la actividad económica. Buscar consensos para superar la crisis Cándido Méndez, secretario general de UGT Estas malas ideas económicas tienen que abandonarse en España y en Europa, y escucharse lo que hemos venido defendiendo desde Comisiones Obreras y la Confederación Europea de Sindicatos. La solución a nuestros problemas no es la austeridad conseguida mediante el recorte indiscriminado del gasto público o basando la competitividad de las empresas en la rebaja de los salarios y el empleo precario. Insistir en esta fórmula consume nuestra clase media y polariza la sociedad entre ricos y pobres. La respuesta es, en cambio, más Europa, más diálogo social, más políticas de crecimiento y más cohesión. La crisis de la deuda en Europa puso de manifiesto las carencias de un gran proyecto a medio construir y, aunque se han dado importantes avances, todavía hay que ir más lejos y vencer las resistencias de los Estadosnación que se oponen a diluirse en un proyecto más ambicioso: construir una ciudadanía de iure europea verdadera, basada en derechos sociales fuertes reconocidos en toda la Unión. El diálogo social es otro ingrediente imprescindible para salir de esta larga crisis, pues consigue que todos rememos en la misma dirección y que nadie se ahogue. La buena noticia es que se está recuperando; la mala es que durante mucho tiempo no lo hubo, lo que provocó un reparto desigual de las cargas y retrasó las soluciones, infligiendo un sufrimiento innecesario a muchas personas. Nuestros problemas se solucionan con políticas que impulsen el crecimiento y también con el reparto de la prosperidad, pues nuestra economía funciona mejor cuando funciona para todos. Hoy es- Por primera vez en la historia de nuestro país se ha producido el relevo del jefe del Estado con una Constitución y una democracia parlamentaria. Un relevo que se ha ajustado a las previsiones legales y democráticas. Un suceso habitual en países de nuestro entorno, en España, durante unas semanas, se convirtió en un acontecimiento que daba pie a todo tipo de declaraciones, peticiones o reivindicaciones. Nosotros, en la UGT, lo hemos contemplado con normalidad. Valorando el importante trabajo realizado por el rey Juan Carlos y deseando acierto al nuevo jefe del Estado, el rey Felipe VI. Creo que lo que debemos destacar es lo que indicaba al inicio: no es un asunto menor, que podamos pasar por alto, que en España hayamos vivido por primera vez un hecho así en democracia y también recordar, que el nuestro es un país en el que gobierna el Gobierno, que a éste lo eligen los representantes de la soberanía nacional y que hasta el año 2015 no hay previstas elecciones generales. Hoy, el compromiso del sindicato es con- tribuir, en la medida de sus capacidades, a salir de las crisis en las mejores condiciones. La recuperación es todavía muy débil y nuestro trabajo consiste en asentarla. Cuando hablamos de que es necesario un nuevo modelo productivo para España soy consciente de que un país no se inventa en un día. Mirar al futuro de nuestro país es mirar a la industria. En la presentación de un informe sobre la industria española patrocinado por Siemens, su presidenta, Rosa Garcia, realizó dos reflexiones que comparto plenamente: La primera que ganar productividad no consiste en bajar los salarios, que tenemos que poner tecnología en nuestras industrias y formar a nuestros trabajadores. La segunda, que para salir de la crisis tenemos que recuperar la industria. Los países que han aguantado mejor son los que tienen al menos un 20% de PIB industrial. La gravedad de la crisis en España, nuestra escasa potencia industrial, está muy relacionada con nuestras decisiones en los campos de la educación y la ciencia. Es en estos dos factores donde debemos concentrar nuestros esfuerzos. En la población existe una evidente polarización en los dos extremos de los ciclos formativos: o muy bajo o muy alto. Tenemos un gran trabajo por hacer en formación profesional. Anoten este dato: al inicio de la crisis, en 2008, el 19% de las personas tenían estudios terminados de formación profesional en España; en Alemania, el 54%. Y los empresarios tienen que aumentar la formación que dan a sus trabajadores: un 47% de las empresas frente al 60% de la Unión Europea. Recordando nuestra historia reciente, hay una lección que no debemos olvidar y es que para superar situaciones muy adversas es necesario el consenso y el diálogo social. Para lograr cambios en nuestro modelo productivo es imprescindible que el Gobierno apueste por ello y busque la colaboración y el compromiso de las fuerzas parlamentarias y también, por supuesto, el de las organizaciones empresariales y sindicales. Últimamente estamos observando en el Gobierno la voluntad de retomar el diálogo social. Creo que es un buen momento para realizar una reflexión más amplia sin olvidar que cualquier decisión y proyecto tiene obligatoriamente que buscar complicidades en el ámbito de la Unión Europea. nº 1083. 27 de octubre–2 de noviembre 2014 67 47-68 POLITICOS 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:11 Página 68 23 A N I V E R S A R I O Etapa de esperanza Arturo Fernández, presidente de CEIM y de la Cámara de Comercio de Madrid El nuevo rey Felipe VI abre una etapa de renovada esperanza para los empresarios madrileños agrupados en CEIM y en la Cámara de Comercio. Sus queridos padres, Don Juan Carlos y la reina Doña Sofía, han reinado con acierto en estos 39 años. En los que han logrado no sólo paz y concordia entre todos los españoles, sino también el haber formado a un nuevo rey para el siglo XXI. Esa es una grandísima aportación. Un rey moderno preocupado por lo social por la riqueza y el bienestar de los españoles que ya desde muy joven destacó en las asambleas de CEOE por sus intervenciones en favor de los jóvenes emprendedores y por fomentar el espíritu empresarial. Creo que el rey cumple un papel fundamental para mantener la unidad de España. En su discurso de proclamación señaló claramente: “En esa España unida y diversa, basada en la igualdad de los españoles y en solidaridad entre sus pueblos y en el respeto a la ley, cabemos todos; caben todos los sentimientos y sensibilidades, caben las distintas formas de sentirse español”. Los empresarios creemos más que nunca en la unidad económica de España que aliente las inversiones locales y extranjeras y que esa diversidad no se convierta en aduanas y fronteras de unas comunidades autónomas con otras. Las innumerables regulaciones desalientan la actividad empresarial porque se hace difícil 68 cumplir con estériles burocracias diferentes que se traducen en costes innecesarios. Por otra parte, el Rey se ha referido también al gran y prioritario desafío de crear empleo, especialmente en el segmento de la juventud. Esa es una tarea que compete directamente a los empresarios pero que también debe contar con la colaboración de los gobiernos del signo que sean. Nosotros, desde CEIM y la Cámara de Comercio, estamos convencidos de que la única forma de lograrlo es crear un ambiente favorable de normas e impuestos que permita a las empresas soportar unos costes razonables para ser competitivas y generar empleos. Esa es la cadena o el proceso. He de dejar constancia de que los empresarios tienen vocación de contratar y no despedir, pero se ha de configurar un marco flexible para que se realice con agilidad y se puedan facilitar salarios dignos. Ilusionados con una recuperación que llegue a todos Miguel Carballeda, presidente de la ONCE y de su Fundación La crisis que atravesamos está siendo más larga y cruenta de lo que todos esperábamos o, más bien, se está prolongando en demasía y hace tambalear nuestras esperanzas de recuperar algún día los niveles de crecimiento económico y, muy especialmente de empleo, de los que disfrutamos hace apenas una década. En la ONCE y su Fundación, con nuestros más de 20.000 vendedores del cupón y otros productos de la ONCE todos los días a pie de calle, y con nuestras empresas trabajando en múltiples sectores económicos, contamos con un termómetro social sin parangón que, en ocasiones, es también un termómetro del sufrimiento al que se han visto sometidas muchas familias y muchas personas durante estos largos años, precisamente aquellos que ya estaban en situaciones más ajustadas y de mayor debilidad. A ello se ha sumado una política de recortes sociales que no ha ayudado a mantener los pilares del Estado del Bienestar del 27 de octubre–2 de noviembre de 2014. nº 1083 que nos habíamos dotado y ha minado y dado pasos atrás demasiado sangrantes en algunos de los logros tanto tiempo peleados por gran parte de la ciudadanía. Pero desde la ONCE y su Fundación somos gente acostumbrada a seguir peleando y creemos atisbar una recuperación incipiente. Los datos macroeconómicos parece que así lo ponen de manifiesto pero no nos parece suficiente. No es suficiente. Necesitamos que esa recuperación tan anunciada llegue precisamente a las familias que peor lo están pasando, las que han sido capaces de sostener la situación en estos tiempos crudos; y queremos que llegue a los colectivos en riesgo de exclusión, los primeros y los más afectados por la crisis y los recortes. Somos gente de buena voluntad y luchamos todos los días por sociedades mejores y más justas. Lo llevamos haciendo más de 76 años en situaciones incluso más duras y, por eso, porque estamos al lado de la ciudadanía, estamos ilusionados en la recuperación, en una recuperación para todos, y empezamos a ver algunas señales de la misma. Eso sí, esperamos y trabajamos duro cada día para que se confirme la recuperación pero, sobre todo, esperamos que el esfuerzo realizado por los colectivos más vulnerables sea tenido en cuenta y se sitúen, ahora sí, los primeros en recuperar aquellas cuestiones sociales que, en los últimos años, y con la excusa de la maldita crisis, se nos han arrebatado. Ahí es donde se verá la talla política de un país, de su sociedad y de sus dirigentes. BBVA-08-10-14_6-7 CURIOSO.qxd 08/10/14 13:48 Página 1 70-80 Ayuntamientos 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:19 Página 70 23 A N I V E R S A R I O Política con mayúsculas Íñigo de la Serna, alcalde de Santander y presidente de la FEMP El pasado 19 de junio, la FEMP saludaba la llegada de Felipe VI al trono de España, deseándole un reinado lleno de logros y reconociendo la ejemplaridad del proceso sucesorio como un acontecimiento modélico desde el punto de vista institucional y como muestra de que nuestro sistema democrático ha alcanzado una madurez plena. También poníamos de manifiesto que, con esta sucesión, nuestro país entraba en una nueva etapa, marcada por la necesidad de reafirmar nuestro compromiso, el de todos los españoles, en los valores democráticos y en la capacidad de nuestras instituciones para resolver cualquiera de los conflictos que son lógicos en un Estado de Derecho. Una nueva etapa en la que se hace estrictamente necesario recuperar la confianza de los ciudadanos en los poderes públicos y en las instituciones democráticas. En esta tarea, los gobiernos locales seremos una pieza fundamental –siempre lo hemos sido, desde la lealtad institucional con el Estado–, conscientes de que los municipios constituyen el elemento más importante de la convivencia y de la vertebración territorial. Desde la FEMP apostamos por que las entidades locales sean unidades de racionalización e integración, el “gran factor de españolización” del entramado, diverso y plural que es el Estado español descentralizado. Lo pongo entre comillas porque no son mis palabras. Las dijo en su día Pedro Aparicio, recientemente fallecido, que fue alcalde de Málaga y primer presidente de la Federación que me honro en presidir. Los gobiernos locales, al mismo tiempo, son la demostración palpable de que se puede superar los malos momentos y contribuir decisivamente a la recuperación económica de nuestro país. Ahora mismo representamos mejor que ninguna otra Administra70 ción la imagen del esfuerzo y la racionalidad, expresada en cifras en esos 0,52 puntos de superávit alcanzado el pasado año y en los resultados también positivos de los primeros seis meses del ejercicio en curso. Sin olvidar el buen comportamiento en términos de endeudamiento, igualmente por delante del resto de administraciones. Sin estos resultados, que confieren a las entidades locales la condición de “salvavidas” económico del país, estaríamos sujetos a nuevos ajustes y medidas de Bruselas que de producirse retrasarían la llegada de mejores tiempos. Y todo este esfuerzo ha sido gracias a esos alcaldes y concejales que, en la mayoría de los casos sin cobrar sueldos, han apretado el cinturón de sus arcas municipales y le han echado imaginación para que esas apreturas se hayan notado apenas en los servicios que han seguido prestando a sus vecinos. En otras palabras, han ejercido la “política con mayúsculas” en sus pequeños territorios. Esos mismos alcaldes y concejales que ayudarán al Rey Felipe VI en su andadura como Jefe de Estado para que España recobre el pulso social y económico y consolide su prestigio internacional como nación moderna, justa y democrática. El rey del siglo XXI Miguel Ángel García Nieto, alcalde de Ávila Felipe VI es el Rey de España del siglo XXI. Tras su coronación ha abierto un tiempo para una nueva forma de entender la Corona. Ha abierto grandes expectativas. Con él una nueva generación, intensamente formada en todos los sentidos, inicia nuevos caminos para España. Nuestro querido país afronta en estos momentos importantes retos para su futuro. Estamos saliendo de una crisis económica que ha dejado una huella terrible en las personas y en las instituciones. Los españoles tenemos que responder a ésta y otras cuestiones que nos afectarán en los próximos 27 de octubre–2 de noviembre de 2014. nº 1083 meses y años con medios y actitudes diferentes a cómo lo hemos venido haciendo hasta ahora. El nuevo Rey así lo ha entendido, renovando la jefatura del Estado, renovando la Corona, afrontando problemas y situaciones con un aire diferente. Él ha sabido entenderlo de forma clara, ha sabido ponerse a la altura de los españoles y comenzar a caminar con ellos con nuevos bríos y nuevas formas. La Monarquía constitucional ha sido, desde los años de la Transición, encarnada en Don Juan Carlos, un garante de estabilidad y de derechos y libertades para todos los españoles, ha sido un garante de prosperidad, pese a los desequilibrios y estragos que ha ocasionado la crisis, y debe seguir siendo esa garantía de futuro, en la figura de Felipe VI, para que España se encuentre a la vanguardia de las naciones civilizadas y desarrolladas. Felipe VI tiene por delante una amplia y ardua tarea a la que los españoles estamos llamados a colaborar. Solo desde la estabilidad institucional, política, económica y social, se puede construir un país mejor y legárselo a las generaciones futuras. Soluciones innovadoras al servicio de las personas Xavier Trias, alcalde de Barcelona Aprovecho la oportunidad que me ofrece la revista EL SIGLO para dirigirme a sus lectores en esta edición, que conmemora sus 23 años de servicio ininterrumpido a la información de calidad. Mi sincera felicitación a su tenaz editor, José García Abad, a la actual directora, Inmaculada Sánchez, y a todos los miembros de la redacción que la hacen posible. Desde 2008 estamos inmersos en una situación de crisis que comenzó como una crisis financiera y de la construcción, para ser luego una crisis económica, social, política 70-80 Ayuntamientos 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:19 Página 71 e institucional. Una crisis de modelo de Estado e incluso de modelo de Europa. Por todo ello, en el último año hemos sido testigos en el Estado español de acontecimientos que han cambiado el panorama político, social y económico,con una intensidad que no se veía desdela Transición. Han llegado nuevos tiempos y la ciudadanía nos exige a los políticos que seamos ejemplares,que actuemos con sentido común, responsabilidad y transparencia. Esperan proximidad, honestidad, esfuerzo, eficiencia y diálogo. Como alcalde de Barcelona, estoy convencido de que no puede haber progreso económico sin progreso social. Por eso, mis principales prioridades son la reactivación económica y la creación de empleo; atender a las personas, especialmente a las más vulnerables; y hacer que la ciudad funcione con servicios de calidad. Nos enfrentamos, además, a nuevos retos, como el envejecimiento progresivo de la población, gracias al incremento de la esperanza de vida, y la integración de las personas inmigrantes, que llegaron masivamente a nuestro país a lo largo de los últimos quince años. En Barcelona, con más de 102.000 personas en el paro, estamos haciendo un gran esfuerzo para crear mecanismos que ayuden a las personas a encontrar trabajo, y a las empresas a crear ocupación. Para lograrlo, desde el Ayuntamiento trabajamos conjuntamente con instituciones, empresas y una magnífica red de entidades del tercer sector, que trabajan desinteresadamente para mejorar el bienestar y la calidad de vida de los demás. A su vez, nuestro Consistorio ha hecho una apuesta firme por la aplicación intensiva de las tecnologías más avanzadas, al servicio de las personas. Como expresión de todas estas realidades, Barcelona es este año la primera Capital Europea del Voluntariado, a la que se une también la Capitalidad Europea de la Innovación. Barcelona es una ciudad que se proyecta al mundo como capital de cultura, conocimiento, creatividad, innovación y bienestar. Una ciudad que apuesta por las soluciones innovadoras para diseñar un nuevo modelo urbano para el siglo XXI. Les invito a todos a unirse a esta apuesta. Suscribirse ahora tiene premio EL SIGLO regala a los 20 primeros suscriptores un fin de semana para dos personas en el Hotel Puerto Antilla, un establecimiento de cuatro estrellas, de ambiente familiar y ubicado junto al mar en la Costa de la Luz (Huelva). Sus amplias instalaciones dedicadas al relax, el ocio y la diversión, así como su cuidada oferta gastronómica constituyen una oportunidad única para abandonarse a los sentidos en uno de los destinos más solicitados de nuestra geografía. Precio de suscripción Suscripción anual para España: 72 € Precio de suscripción anual para el extranjero, Europa: 295 € América: 455 € ✄ BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN Nombre: Apellidos: Domicilio: Población: Profesión: Teléfono: Empresa: CIF: C. Postal: Edad: Forma de pago: transferencia bancaria, recibo domiciliado, cheque nominativo a Punto Prensa, S.A., o giro postal a Punto Prensa, S.A. a la dirección: Ferrocarril, 37 duplicado. Entreplanta. 28045 MADRID Teléfonos: 91 516 08 05 y 91 516 08 22. Correo Electrónico: [email protected] 70-80 Ayuntamientos 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:20 Página 72 23 A N I V E R S A R I O Responsabilidad y liderazgo Concepción Gamarra, alcaldesa de Logroño Nos encontrarnos inmersos en tiempos de cambio, una verdad asumida por todos. Y en ellos, mi gran esperanza y hacia donde dirijo mi trabajo es a ser capaz de ofrecer nuevas respuestas para los nuevos problemas y las nuevas realidades que se nos presentan. En la medida en que sepamos distinguir esos desafíos y apliquemos con efectividad las estrategias y herramientas correspondientes, lograremos una sociedad más fuerte, con mayor capacidad de ganar el futuro. Los momentos que hemos vividos se nos han planteado más como una crisis que como una oportunidad, de nosotros depende darle la vuelta y aplicar este segundo enfoque. Y es aquí donde las administraciones y los políticos que estamos al frente jugamos un papel fundamental, tenemos la responsabilidad de liderar este cambio. Así lo hemos entendido en el Ayuntamiento de Logroño –siguiendo la estela marcada desde el Gobierno Central–, empleándonos a fondo en transformar la administración aplicando nuevos modelos de gestión que tienen en el centro de la acción pública al ciudadano, pero no como mero receptor de servicios sino como agente activo en la toma de decisiones colectivas. Solo así, caminando juntos, España se conforma como un país sólido, capaz de generar actividad económica, puestos de trabajo; un país con comunidades autónomas, con ciudades competitivas que atraen talento e inversión. Para ello estamos centrados en conseguir una administración mucho más ágil, más transparente, que haga de la colaboración y del trabajo en red una filosofía de actuación. Un modo diferente de gestionar y de relacionarnos que nos facilita la tecnología, siendo por tanto la innovación la que se está viniendo a denominar “palanca del cambio”. En Logroño estamos apostando por ella, con proyectos como la Plataforma técnica de servi72 cios integrados, la Ordenanza de transparencia, buen gobierno, acceso a la información y reutilización de los datos públicos o con medidas efectivas para afrontar problemas complejos y tan nuevos como los que padecen las familias en situación de desahucio. Creo firmemente que España está saliendo fortalecida de esta crisis, con estructuras administrativas menos rígidas y más cercanas a los problemas de las personas; con ciudadanos implicados en la recuperación económica y social del país; con una regeneración de valores que sin duda alumbra nuevos y mejores tiempos. Un nuevo orden mundial José López Orozco, alcalde de Lugo Considero, en primer lugar, que la Monarquía es una institución que se ha sabido adaptar, sin traumas para los españoles, a los nuevos tiempos. Desde mi perspectiva, independientemente de mis principios republicanos, la Monarquía hoy no debe ser puesta en cuestión. Son muchos los países desarrollados y democráticos de Europa que viven bajo una Monarquía como la española, que cumple el papel que las distintas Constituciones le asignan, pero, sobre todo, les dan estabilidad y continuidad. Al tiempo que ha surgido la figura de un nuevo Rey nos hemos encontrado en España con un problema que me atrevo a calificar de perenne. Una cuestión que creíamos 27 de octubre–2 de noviembre de 2014. nº 1083 solucionada con el Estado de las Autonomías. El Estado ha de ser quien ha de dar una respuesta política, dentro de la Constitución, a esa ansia de autogobierno que sienten muchos ciudadanos. Pero hay, en estos momentos, otros retos esenciales para mí, que tienen que ver con la calidad de vida de las personas y con el gravísimo problema social que suponen las altas tasas de paro. Considero que está alumbrando una nueva época desde el punto de vista económico, comercial, empresarial y sindical. La muestra más negativa de ese nuevo momento es que la Unión Europea tiene 27 millones de parados, España 6 millones, y resulta alarmante que, en estos momentos, no se vislumbra una salida a corto plazo para este grave problema. Yo soy de la opinión de que, si estamos en una nueva época, las viejas recetas no sirven por más que nos empeñemos. Surge entonces la siguiente pregunta ¿estamos ante el fin del trabajo? Pienso que no, pero, desde luego, defiendo que es necesario un nuevo orden mundial que haga posible un desarrollo sostenible. Hoy ya nadie cuestiona las consecuencias del efecto invernadero y los problemas y retos que plantea el cambio climático. Una última reflexión me lleva a apuntar que España no puede verse aislada de su contexto geográfico: la Unión Europea, América del Sur y el Magreb. Ése es el espacio que nuestras empresas y nuestra cooperación internacional han de atender de un modo prioritario, por necesidad y también por solidaridad. Una nueva gobernanza para el siglo XXI Francisco de la Torre, alcalde de Málaga El siglo XXI, el siglo de la globalización, será el siglo de la competitividad y, por tanto, se pondrá un esfuerzo especial en todos los países en materia de formación y educación REPSOL-20-10-14_6-7 CURIOSO.qxd 20/10/14 11:26 Página 1 70-80 Ayuntamientos 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:20 Página 74 23 A N I V E R S A R I O así como en emprendimiento. Asimismo, será el siglo de la solidaridad y cooperación. Nada nos debe ser ajeno de lo que pase en el mundo y en ese sentido España será consecuente. Los retos medioambientales, de enorme importancia, irán teniendo respuesta con un mayor sentido de responsabilidad por parte de todos. Una autoridad mundial, incardinada en Naciones Unidas, ayudará a encontrar esas respuestas. Lógicamente, España, trabajará también de manera concienciada y sensible en la lucha contra el cambio climático y en el manejo adecuado de recursos escasos. Será igualmente el siglo en que la mujer, después de los pasos tan importantes que ha recorrido en nuestro país durante el siglo XX, consolidará los objetivos de igualdad y será un siglo en que la mujer brillará con más fuerza aún de lo que lo ha hecho hasta ahora. Su papel esencial en el trabajo y en la sociedad en general será acompañado por una atención esencial por parte de todos a la familia. El siglo XXI será el siglo de las ciudades y, en España, se tendrá que producir, más pronto que tarde, la descentralización local. Las autonomías deberán trasladar al ámbito local las competencias que por el principio de subsidiariedad deben estar en el nivel municipal. Todo ello con la transparencia que avanzará a pasos rápidos en toda la administración y la sociedad española, facilitará la participación ciudadana en el gobierno de las ciudades. Una nueva gobernanza se irá instalando en España, donde la cooperación entre los tres niveles de la administración –central, regional y local–, será la práctica diaria. Donde la colaboración público-privada será habitual y donde los ciudadanos conocerán todo sobre las administraciones y podrán, gracias a su participación, ayudar a alcanzar el éxito de las decisiones que se vayan tomando. La educación no será sólo formación para competitividad sino también para profundizar en valores éticos que configuren un ciudadano que respete los derechos de los demás y que tenga claro que el servicio al bien común, a la comunidad, debe ser la regla de oro de la sociedad española en el siglo XXI. 74 Valores de futuro Juan José Cardona, alcalde de Las Palmas de Gran Canaria Tal como preveía antes de la abdicación del rey Juan Carlos I, ese acontecimiento histórico que ha dado paso al reinado de Felipe VI, ha sido asumido por los españoles con normalidad e ilusión por la alta preparación que los entonces príncipes Don Felipe y Doña Letizia ya habían demostrado. En ese sentido, tras los primeros meses de su reinado, sólo puedo constatar mi confianza plena en los actuales Reyes tanto por su preparación como por su talante y humanidad, y estoy plenamente seguro que seguirán desempeñando con gran profesionalidad una extraordinaria labor en los ámbitos en los que la Corona desarrolla un papel importante. Consciente de los retos que se nos presentan en esta nueva etapa, estoy convencido de que los valores democráticos y los principios que sustentan la España unida que en las últimas décadas nos ha servido para mantener nuestra posición sólida en la Unión Europea, seguirán prevaleciendo para avanzar en beneficio de nuestro futuro. Desde la esfera que me toca representar, como alcalde de una gran ciudad como Las Palmas de Gran Canaria, recibo con optimismo los signos de recuperación económica que ya percibimos y espero que desde todos los sectores, político, económico y social, se haya aprendido de los errores que nos abocó a una situación crítica, para que podamos remontar y mantener una situación de desarrollo que nos permita construir la España moderna y líder que todos queremos. El equipo de gobierno que presido, trabaja cada día por situar a Las Palmas de Gran Canaria en el lugar relevante que se merece, por sus condiciones y cualidades privilegiadas, entre las que destacan las infraestructuras del puerto de La Luz y de Las Palmas, al que hemos dirigido una estrategia definida para convertirlo en el puerto base de cruceros del Atlántico Medio, complementando así la oferta turística de nuestra ciudad, a la que invitamos a visitar. 27 de octubre–2 de noviembre de 2014. nº 1083 Modelo en plena vigencia Juan Ignacio Zoido, alcalde de Sevilla Supone una obviedad afirmar que España iniciaba una nueva etapa tras la proclamación de S.M. El rey Don Felipe VI, pero sus primeros pasos como Jefe del Estado han confirmado que la transición no ha sido ni mucho menos traumática. De su sólido y aplaudido discurso se destacó unánimemente su frase de que pretendía “una monarquía renovada para un tiempo nuevo”. Y ciertamente resulta muy acertada como declaración de intenciones, aunque hubiera resultado simplista reducirlo sólo a palabras. No me cabe ninguna duda de que este camino recién comenzado no va a suponer una ruptura con 39 años de reinado ejemplar, sino más bien una sabia gestión de la gran herencia recibida más la aportación personal de un nuevo pulso firme y decidido con oportunas adaptaciones a los momentos actuales y a las demandas ciudadanas. Era absolutamente previsible y esperado que en este escenario inusual, pues una abdicación no es moneda de curso habitual, surgieran opiniones y corrientes que aprovecharan la ocasión para abrir un debate sobre la revisión de la Constitución. De una Constitución que, oportuno es recordarlo, todos los españoles decidimos otorgarnos de una manera ejemplar en 1978. Cierto es que ni siquiera nuestra Carta Magna debe ser tomada como un dogma de fe inamovible y que el diálogo, siempre que sea constructivo y leal, nunca debe ser rechazado, sino todo lo contrario, pero reitero una vez más, y no por rechazo alguno ante el cambio sino por convencimiento absoluto, la vigencia plena de este modelo. Eso sí, comparto plenamente que bajo la premisa de la Monarquía Parlamentaria, establecida por el artículo 1 de nuestra Carta Magna, cabe perfectamente realizar algunos cambios, y mucho más si éstos hacen más asequible la adaptación a los nuevos tiempos. Los principios siempre tienen que tomarse co- LA CAIXA-15-10-14_6-7 CURIOSO.qxd 15/10/14 12:39 Página 1 70-80 Ayuntamientos 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:20 Página 76 23 A N I V E R S A R I O mo bases firmes para desarrollarse a partir de ellas, y jamás como rémoras para el avance. Y así lo certifican los pasos dados por Felipe VI, por ejemplo en transparencia, tan oportunos y comprometidos con la teoría del Gobierno abierto, para que la ciudadanía pueda realizar un mejor escrutinio de las instituciones. Los nuevos tiempos empiezan a vislumbrarse, pero la Monarquía parece tan sólida como siempre. ¿Está cambiando España? Sin ninguna duda Manuel Blasc, alcalde de Teruel Me pide el editor de la revista EL SIGLO mi opinión sobre la situación actual de nuestro país. En mi opinión, España está en un momento apasionante donde los cambios que se están produciendo en todos los ámbitos proporcionan un sinfín de oportunidades que no deberíamos desaprovechar. Hoy todo cambia. Cuando empezábamos a comunicarnos a través de correo electrónico o sms llegaron las redes sociales, las familias cuando hablan entre sí lo hacen por whatsapp, y si a un joven le dices que te envíe un fax te ve como un troglodita. Y esta España nueva que, en mi opinión, está saliendo de la mayor crisis económica conocida, necesita cambios (reformas según el presidente del Gobierno) porque ya nada es como antes. Los ciudadanos nos exigen una forma distinta de hacer y ejercer la política. La España de la Transición que acogió la democracia ya no se conforma con votar cada cuatro años. Ahora exige mucho más. Quizá eso quiere decir que ya hemos logrado como democracia occidental la mayoría de edad. Ahora ya no son necesarios unos partidos políticos o sindicatos para lograr grandes manifestaciones. Ahora se hacen ‘quedadas’ por redes sociales y los representantes políticos estamos ‘vigilados’ permanentemente. Y en esta España quien ha entendido per76 fectamente la situación ha sido el Rey Juan Carlos I. Con su paso atrás indicó bastante, y el nuevo Rey Felipe VI lo repitió en su discurso de entronización: “un rey nuevo para unas nuevas generaciones”, y yo añado “para una nueva España”. Ahora bien, ¿quiere eso decir que los viejos partidos políticos ya no sirven para esta etapa? Rotundamente, no. Los partidos políticos deben seguir siendo uno de los cauces de representación y participación de los ciudadanos en la vida social y política del país. No obstante, los partidos políticos deben entender que en toda circunstancia han de ser ejemplares, y los representantes elegidos por los ciudadanos con más motivo. Cuando uno decide dedicarse a la vida pública sabe que renuncia a muchas cosas, a la actividad privada y, en parte, al anonimato. Maneja en muchos casos fondos públicos y, sobre todo, recibe un voto de confianza que en ningún caso puede defraudar. Y como ninguna sociedad es perfecta, cuando aparece un ‘garbanzo negro’ la sociedad, pero también los partidos, debemos ‘echarlos’ de la vida pública y la justicia, que tiene la obligación de ser igual para todos, debe ser especialmente vigilante y ejemplarizante con los que hemos recibido la confianza de los ciudadanos. Un nuevo contrato social Juan Alberto Belloch, alcalde de Zaragoza La abdicación del Rey Juan Carlos, después de 39 años de reinado, abrió la ventana del cambio generacional que debe aportar aire fresco a las instituciones democráticas españolas y, en particular, a sus responsables que necesitan recuperar el crédito ciudadano que es el principal indicador de la salud de una democracia. Con la renuncia del anterior Jefe de Estado, se marchó la cabeza visible de la transición de una dictadura de cuarenta años al periodo más estable y democrático de la historia de España. Eso sí, abdicó después de 27 de octubre–2 de noviembre de 2014. nº 1083 una caída electoral sin precedentes de los dos grandes partidos que han cimentado el denominado régimen de 1978, que han garantizado la gobernabilidad de España, bajo una cascada de casos de corrupción, con un fuerte aumento de la desigualdad en los últimos años que está agrietando la cohesión social, y con tensiones territoriales centrífugas que en el caso de Cataluña han llegado demasiado lejos. Y, si abrimos el objetivo, con nuevas amenazas en el panorama internacional como la declaración de guerra del yihadismo a occidente, el resurgir de la guerra fría con Rusia y el agravamiento del cambio climático. Con el acceso a la Corona del rey Felipe VI, que pretende una monarquía renovada para un tiempo nuevo, se ha abierto un tiempo de renovación y de compromiso de todos los españoles para revitalizar la democracia a través de un gran pacto político y social, a través de un nuevo contrato social, que tenga en cuenta no solo a los agentes tradicionales (partidos, sindicatos, empresarios) sino también a los nuevos protagonistas que están emergiendo en el siglo XXI desde la participación ciudadana, desde la horizontalidad, desde la red. De la mano y bajo el arbitraje de Felipe VI hay que traducir esa participación, ese impulso de regeneración que surge desde la calle, desde la ciudadanía, en un compromiso con el futuro democrático de España del que se sientan protagonistas las nuevas generaciones que están sintiendo que el ascensor social no sólo se ha parado sino que ha comenzado a descender. El futuro se conquista Pilar Varela, alcaldesa de Avilés Más de dos décadas de compromiso con la información y el rigor periodístico avalan la trayectoria del semanario EL SIGLO. Vaya por delante mi reconocimiento a su labor y su compromiso con el estímulo del espíritu crítico y constructivo. ENDESA-17-10-14_6-7 CURIOSO.qxd 17/10/14 13:11 Página 1 70-80 Ayuntamientos 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:20 Página 78 23 A N I V E R S A R I O Vivimos momentos muy difíciles. La situación económica, lejos de abrir espacios para la esperanza, se estanca con un inminente peligro de deflación de precios. La importante pérdida de poder adquisitivo sufrida por los trabajadores, unida a la fuerte restricción de la cobertura por desempleo y la lesión de los derechos sociales, golpean las expectativas de futuro de la ciudadanía y las perspectivas de consumo interno. Además, la crisis institucional y de partidos que vivimos da entrada a formaciones populistas que suponen una gran incertidumbre para la estabilidad económica y social del país. En este contexto urge una respuesta colectiva que nos permita superar las dificultades, iniciar una profunda transformación del sistema productivo y recuperar el Estado del Bienestar. Debemos poner en valor del consenso social como factor de progreso y de mejora de la calidad de vida del país. Pero ¿cómo y cuáles son esos nuevos cimientos de nuestro país? Avilés ha adquirido una importante experiencia que hoy está en disposición de compartir. Hemos consolidado un modelo de crecimiento, fruto de un gran acuerdo de concertación social, basado en actividades productivas. A diferencia de muchas ciudades europeas, nuestra diversificación económica tiene como base la modernización de nuestra industria: una industria moderna basada en la sostenibilidad, la investigación, la innovación y la calidad del capital humano. Transformamos totalmente la imagen industrial de la ciudad. Acometimos la recuperación integral del entorno de la Ría, construimos el centro Niemeyer, recuperamos uno de los cascos históricos medievales mejor conservados del norte de España. Nos hemos consolidado como un espacio atractivo para empresas tecnológicas y actividades ligadas al conocimiento. Y convertido la cultura en un elemento de proyección y generación de riqueza, y la base sobre la que impulsamos nuevos segmentos turísticos –cultural y de congresos– y nuestro comercio. Hemos convertido nuestros recursos en fortalezas; un reto que debe plantearse España. En el nuevo modelo productivo del país la educación y la formación deben asumir un papel fundamental como factor cambio y transformación. España y Europa tienen an78 te sí el reto de pasar de ser transmisores de conocimiento a recuperar la capacidad de generarlo y aplicarlo en proyectos de investigación y emprendimiento. La consolidación de una nueva cultura empresarial es la gran asignatura pendiente de nuestro país. En Avilés contamos con un importante Centro de Servicios a Empresas, Créditos Participativos para nuevos proyectos y una moderna Escuela de Emprendedoras y Empresarias, pionera en nuestro país. Modelo productivo, empleo, emprendimiento y bienestar social son nuestros grandes retos como país. Una tarea que debemos compartir y que resulta fundamental para que España vuelva a recuperar su posición como país de progreso y referente en lo social. Nuevos tiempos José María Fraile, alcalde de Parla España se encuentra ante un reto. Nuestro país tiene que afrontar un futuro que viene marcado por la llegada de un nuevo Rey que según apunta, buscará que la Monarquía sea partícipe e impulsora de un cambio de ciclo. Son tiempos nuevos en los que los nuevos líderes deben regenerar la vida política en un momento en el que la sociedad trata de sobreponerse a las consecuencias de una devastadora crisis. Toda una generación, la del nuevo Rey, que por ejemplo es la misma que la del secretario general de mi partido, Pedro Sánchez, reclaman paso y un cambio con las formas establecidas. Ante ellos se postula la necesidad de generar nuevos modelos de liderazgo en las instituciones, los partidos políticos, los sindicatos, las asociaciones empresariales y la sociedad civil. Un desafío que debemos abordar juntos porque solo así podremos superar la crisis económica, social e institucional en que estamos inmersos. Tenemos que afrontar la renovación que la calle nos exige a los que gobernamos. No se trata de variar de nombres o personas. Hay que dar un paso más y afrontar profundos 27 de octubre–2 de noviembre de 2014. nº 1083 cambios en las estructuras de las instituciones que mejoren el sistema democrático del que nos hemos dotado los españoles. El futuro de este país pasa por la cohesión, la regeneración democrática y la transparencia. Confío en que los actores principales implicados en estos procesos, entre ellos el nuevo rey Felipe VI, sigan el camino que se han trazado, ya que de ellos depende que la sociedad vuelva a recuperar la confianza en las instituciones y en sus mandatarios. Ahora más que nunca debemos cumplir fielmente el compromiso que conlleva ser servidores públicos. La sociedad no permitirá más gobernantes que dicten normas y actúen a sus espaldas, dirigentes que sigan recortando sus derechos, que actúen en beneficio de unos pocos en lugar de en la mayoría o que hagan políticas basadas simplemente en un cálculo electoral. Los ciudadanos son el poder de este país. Todos y cada uno de ellos son la fuerza que mueve España. Por eso no podemos dejar de atender y escuchar cada una de las demandas que hacen. De ello depende que la sociedad recupere la confianza en instituciones y partidos políticos pero también en la Monarquía. Tiempo de cambio Pedro del Cura, alcalde de Rivas Vaciamadrid Nos ha tocado vivir en un tiempo fecundo en transformaciones diversas que impregnan todas las facetas de la realidad humana. Para quienes somos responsables de guiar los destinos de instituciones públicas, como en mi caso es el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid, la capacidad de percibir e interpretar las señales que emanan de estos cambios se convierte en una cualidad indispensable para que cumplamos con las expectativas que pone la ciudadanía en nuestra responsabilidad de gestionar la cosa pública. La importancia que adquiere la aplicación de las nuevas tecnologías, a favor de la mejora de la calidad de vida de nuestra ciudadanía o de la preservación del medio am- 70-80 Ayuntamientos 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:21 Página 79 biente, apoyando la sostenibilidad energética y económica de los servicios municipales, es otra nueva realidad ante la que no podemos volver la cabeza. Reconocer su trascendencia ha hecho que mi ciudad se haya embarcado en el movimiento de las Smart Cities apoyado por el uso de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) para afinar la administración municipal o la gestión que se hace desde los servicios del Ayuntamiento de cuestiones tan esenciales como la limpieza, el alumbrado, el control de los consumos energéticos o el acceso a pistas deportivas. Y qué decir de la aplicación de las medidas de transparencia o de la apertura de cauces normalizados y ágiles de participación de las personas en las decisiones que se toman en las instituciones públicas. Los ‘Gobiernos abiertos’ son una exigencia que debe obtener respuesta. La ciudadanía se ha cansado de mirar desde lejos lo que se hace con el dinero de sus impuestos. Ahora exige, sin ambages, que la austeridad sea una de las señas de identidad de administraciones que tienen que resistir ante un avance privatizador, impulsado por gobiernos neoliberales (los mismos que han diseñado una ley de Reforma Local que elimina casi por completo la autonomía de los ayuntamientos) empeñados en desmontar un sistema que debe tener como horizonte garantizar derechos y libertades. Hay que experimentar Joan Carles Sánchez, alcalde de Sabadell A menudo se dice que el futuro pertenece a las nuevas generaciones, y es, de hecho, una obviedad. Pero, ¿qué hay del presente? Esta realidad distinta del futuro se decide hoy. Los retos son hoy, y de cómo los afrontemos dependerá el futuro. Así que prefiero decir: el presente pertenece a las nuevas generaciones. Y tomando prestada una frase que oí a un joven empresario de Internet: “marcar un camino para recorrer en el futuro no será fácil, será necesa- rio inventar, hay que experimentar”. Sin duda, partiendo de la experiencia acumulada tras casi 40 años de sociedad democrática, deben asumirse nuevos retos. Analizar donde nos hemos equivocado, reconocerlo sin complejos, orgullos ni prejuicios y trabajar por el progreso común y colectivo. Colectivo de verdad, porque la sociedad no progresa si deja personas atrás. La sociedad es una cadena, pero una cadena de eslabones distintos entre sí, y mientras algunos eslabones son de titanio, otros son de arcilla; y hasta que no entendamos que nuestra fortaleza colectiva la determina la resistencia del eslabón más débil no avanzaremos en la dirección correcta. Para ello es imprescindible que el marco legal vigente, aquello que rige nuestro día a día y las relaciones entre personas, instituciones y territorios, se ajuste al máximo a las nuevas realidades. Empezando por la Constitución. El año pasado, EL SIGLO nos planteaba en su 22 aniversario una reflexión sobre la Constitución Española. Si hace unos meses la reforma de la Carta Magna era ya muy necesaria ahora es urgente e imprescindible. Tras 36 años, el texto constitucional necesita adaptarse a los nuevos tiempos. Para eso están las leyes: al servicio de las personas y no al revés. Decidir no debe ser nunca un problema, más bien es la expresión más genuina del ejercicio de la ciudadanía. Ser ciudadano implica ejercicio (derecho) y consciencia (obligación). Tenemos que poder decidir sobre todo: monarquía o república, estado centralista o federal, sistema electoral más directo o partidista... Para garantizar de forma efectiva y real los derechos fundamentales, para reordenar el Estado reconociendo la singularidad de los territorios, para abordar una nueva concepción del Senado. Para vivir en definitiva en plena coherencia con la sociedad a la cual la ley sirve y legisla. Es cierto que en una ley de leyes siempre podrán producirse pequeños desajustes con la realidad de la calle porque la sociedad se transforma a pasos agigantados. Por eso mismo, un texto constitucional debe ser lo suficientemente flexible para adaptarse a sus ciudadanos y, si es necesario, como ahora, renovarse. Es un gran reto, pero no por ello debe rehuirse. Al contrario, debemos afron- tarlo sin dilaciones y con valentía. Sólo de esta manera el texto constitucional podrá mantener su vigencia. Sin inmovilismos y con voluntad de acuerdo. Quien solo se preocupa por conservar, puede acabar por perderlo todo. Nuevas reglas del juego Ángel Moreno, alcalde de San Fernando de Henares Junto a la crisis económica y financiera –que dura demasiado tiempo–, asistimos al proceso de descomposición moral, social y político que se ha traducido en importantes acontecimientos históricos para España. Uno de ellos es, sin duda, la abdicación del ciudadano Jefe del Estado Juan Carlos de Borbón en favor de su hijo Felipe de Borbón. Tenemos un nuevo monarca ilegítimo que no ha pasado por las urnas; no se ha dado la posibilidad al pueblo soberano para que se pronuncie sobre si prefiere que la forma del Estado sea una monarquía o una república, lo que constituiría un acto tremendamente democrático, algo a lo que teme el poder económico-financiero. Además, el sistema nacido de la Transición, el bipartidismo turnista, está herido: las elecciones europeas han dado un serio aviso al PP y al PSOE. Las diferentes encuestas nos dan la idea del hundimiento de ese bipartidismo que puso las vías, a través de los distintos gobiernos estatales, sobre las que pasa el tren neoliberal que está arrollando todo a su paso: derechos laborales; recortes vergonzosos en la sanidad y la educación; recortes en la atención social; aumento de la desigualdad y, por ende, una mayor pobreza, sobre todo infantil; la reforma de las pensiones; el exilio laboral de la juventud... Un tortuoso camino que nos impone la Troika con el objeto de que los que más tienen sigan manteniendo las tasas de ganancia y amasen pingües beneficios a costa de los millones de trabajadores a los que se está lanzando a la precariedad más absoluta en todos los órdenes de la vida. nº 1083. 27 de octubre–2 de noviembre 2014 79 70-80 Ayuntamientos 2_14-16 ETA+AGUILAR.qxd 21/10/14 19:21 Página 80 23 A N I V E R S A R I O Y como guinda de este amargo pastel, la corrupción a todos los niveles, herencia de la cultura del pelotazo, del ladrillo y del dinero fácil. Los retos de la sociedad son grandes, porque grandes son los problemas que hay que enfrentar. Ante una época de transición histórica como la que vivimos, queda la alternativa al sistema o la paulatina destrucción ecológica y social. Los cambios deben venir de la articulación de un potente movimiento que constituya otro estado de cosas, con nuevas reglas del juego, con una verdadera democracia que ponga la economía al servicio de las necesidades de las personas. En suma, un proceso constituyente que dote de verdadero significado a la palabra democracia y que suponga la vertebración de una sociedad justa, igualitaria y solidaria. Por supuesto, las generaciones más jóvenes tienen la obligación de protagonizar este cambio, pues el futuro pertenece a quien lo labra; dependiendo de cómo cultivemos ahora, recogeremos tiempos tortuosos y precarios o, si sabemos estar a la altura de las circunstancias, haremos posible que la realidad sea del gusto de la clase trabajadora, no del capitalismo depredador. Memoria y deseo para un tiempo nuevo Agustín Hernández Fernández de Rojas, alcalde de Santiago de Compostela No cabe duda que estamos ante el albor de una nueva etapa, un período convulso, apasionante y decisivo como lo fue en su día el tránsito hacia la democracia, con la definición del orden constitucional, el nacimiento de las instituciones representativas y el diseño de un marco territorial autonómico, donde regiones y nacionalidades se dotaron de sus propios órganos para asumir crecientes cotas de autogobierno. En unos momentos en que parece que casi todo está siendo objeto de debate, conviene no perder de vista estos anteceden80 tes que constituyen una etapa fundamental y los cimientos de nuestra reciente historia colectiva. Es necesario poner en valor el trabajo, la ilusión y la dedicación de cientos, de miles de personas, que a lo largo del tiempo y desde diferentes presupuestos y perspectivas, con diálogo y respeto, ha sabido situar por encima de todo el interés colectivo y hacer suyo un proyecto común. Los avances en las libertades y derechos, el progreso económico y social, y el clima de convivencia que gozamos en las últimas décadas, tienen mucho que ver con el trabajo y con la actitud tolerante y de concordia de todos aquellos que hicieron nacer, crecer y enraizar un proyecto estatal y, dentro de él, proyectos autonómicos, sin duda y como todo, perfectibles, pero en lo fundamental, necesarios y queridos para la inmensa mayoría de los ciudadanos y las ciudadanas de España. Confío en que nunca se pierda la perspectiva de lo andado y que en momentos como el actual, cuando afloran actitudes y procederes reprobables que es preciso erradicar de forma ejemplar, no caigamos en el pesimismo y la desazón, echemos la vista atrás, valoremos lo que se ha avanzado y la forma en que lo hemos hecho. Solo entonces estaremos en disposición de afrontar con el mejor criterio los retos y las necesidades de un tiempo nuevo. Un tiempo nuevo que fortalezca la credibilidad de las instituciones, que dé mayor protagonismo a la ciudadanía y que recupere el valor del diálogo y del consenso como herramienta política que nos devuelva la ilusión de un proyecto común en una España plural y unida. 27 de octubre–2 de noviembre de 2014. nº 1083 Debatir desde el sosiego Luis Partida, alcalde de Villanueva de la Cañada España es un gran país. Permítanme que comience mi reflexión con esta afirmación que estoy seguro que está en la mente de otros muchos españoles que, como yo, creen que el camino recorrido desde 1978, con la aprobación de nuestra Carta Magna, ha sido fundamental para consolidar nuestra Democracia y para el desarrollo en todos los órdenes de nuestro país. Parece no haber sido así al hilo de las opiniones vertidas por los que defienden a ultranza la independencia de una comunidad autónoma y hasta la desobediencia civil o de quienes han aparecido recientemente en la escena política como si fueran los únicos defensores de los derechos de la ciudadanía y de la gobernanza participativa. Es cierto que en los últimos tiempos se ha puesto en evidencia la necesidad de llevar a cabo una reflexión profunda sobre cuestiones como la modernización de las instituciones del Estado, la regeneración de la clase política, la participación real de los ciudadanos a la hora de elegir a sus representantes y hasta del modelo territorial. Esa reflexión y el debate son necesarios, sin duda, pero desde el sosiego. Solo así podremos avanzar y realizar los cambios legislativos que sean necesarios para dar respuesta a las demandas de la sociedad actual, siempre velando por el bien común. España está saliendo de una crisis económica –aunque son muchas las familias y las empresas de este país que todavía tienen dificultades– y de una crisis de valores sin precedentes. Aprendamos de los errores cometidos pero no neguemos los logros y progresos alcanzados en las últimas décadas pues han sido muchos. Eso es lo que espera este humilde servidor del nuevo tiempo que se abre paso. Un tiempo en el que seamos, desde la unidad, capaces de reforzar nuestro sistema democrático, en el que todos los responsables políticos tengan, además de una clara vocación de servicio, una visión de Estado y en el que consigamos hacer recuperar a los ciudadanos la ilusión y la esperanza en su país y la confianza en quienes están llamados a dirigirle. RENFE-24-09-14_6-7 CURIOSO.qxd 22/10/14 17:05 Página 1
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