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DOMINGO, 3 DURANTE EL AÑO –22 DE ENERO 2017 - Nº 2328 – CICLO A
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“EL PUEBLO QUE CAMINABA EN TINIEBLAS HA VISTO UNA GRAN LUZ”
En la primera lectura de este domingo, el profeta, en un bello
canto de alabanza, anuncia la salvación que viene de Dios: “Sol
de justicia”. Israel humillado por los opresores es consolado con
la promesa de la “gran luz” que brillará sobre el pueblo sufrido.
La promesa de Dios es la victoria, que no es pasajera sino
perpetua, pues ese día la guerra no existirá más y la paz será
duradera, el Evangelio de hoy nos habla del cumplimiento de esta
promesa.
divisiones en la Iglesia siendo un verdadero escándalo, que va,
en desmedro del anuncio del Evangelio.
El Evangelio anuncia el cumplimiento de lo que Dios había dicho
por el profeta Isaías (Primera lectura), pues la presencia de Jesús
en Galilea, anunciando la Buena Noticia de la salvación, es la
luz radiante que brilla en medio del pueblo oprimido por el más
terrible de los yugos y la causa de toda injusticia que es el pecado.
Jesús es la presencia de Dios fiel que libera y que salva por el
programa del Reino de Dios, Reino que recuerda al pueblo de
San Pablo, en la segunda lectura, nos advierte sobre la división Israel la antigua forma de vivir (antes de la monarquía) cuya
dentro de la Iglesia que es un gravísimo
identidad se fortalecía día a día, teniendo al
pecado contra el Cuerpo de Cristo. El cristiano
Señor como centro de su organización. Sin
debe entender que la fe es fundamental y su
embargo, la invitación de Jesús a formar parte
rasgo más importante es la adhesión a Cristo.
del Reino equivale a pertenecer a la nueva
El cisma es desmembramiento de la Iglesia,
humanidad redimida por la gracia de Dios que en general es causada por el olvido
amor que nos une como hermanos y nos llama
de la comunión con Cristo y, en su lugar, la
a estar con Él y en El. Por ello, el cisma es
absolutización de los medios por los cuales
uno de los pecados más graves, pues rompe
se piensa llegar a Él. Esta falta de criterio,
la comunión que Dios ha consolidado para
ya desde la época de Pablo, causó varias
siempre en la entrega de Jesús.
PREGUNTAS
DE
REFLEXIÓN
• ¿Mi presencia en la Iglesia, se limita a la celebración eucarística dominical o se manifiesta en mi participación
de la vida y misión de ella?
• ¿En la Iglesia soy causa de unidad o de división? ¿Sigo a Jesús o prefiero practicar lo que dicen otros líderes?
RITOS DE ENTRADA
M: Hermanas y hermanos: como discípulos y discípulas de
Cristo, somos llamados a ser luz de las naciones y a mantener
la unidad en nuestra Iglesia. Con éstas disposiciones iniciemos
nuestra celebración eucarística:
1. CANTO DE ENTRADA: “Todos unidos formando un solo cuerpo” (VSJ. 33)
Todos unidos formando un solo cuerpo,
un pueblo que en la Pascua nació;
miembros de Cristo en sangre redimidos:
Iglesia peregrina de Dios.
Vive en nosotros la fuerza del Espíritu
que el Hijo desde el Padre envió.
Él nos empuja, nos guía y nos alienta,
Iglesia peregrina de Dios.
Somos en la tierra semilla de otro Reino,
somos testimonio de amor,
paz para las guerras y luz entre las sombras:
Iglesia peregrina de Dios.
Rugen tormentas, y a veces nuestra barca
parece que ha perdido el timón.
Miras con miedo, no tienes confianza,
Iglesia peregrina de Dios.
Una esperanza nos llena de alegría:
presencia que el Señor prometió.
Vamos cantando, Él viene con nosotros,
Iglesia peregrina de Dios.
2. SALUDO
C. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
C. El Señor que dirige nuestros corazones para que amemos a
Dios, esté siempre con todos ustedes. Y con tu espíritu
3. ACTO PENITENCIAL
C. Jesucristo el Señor, que nos invita a la Mesa de la Palabra y
a la Mesa de la Eucaristía, nos llama a la conversión. Pidámosle
que nos reconcilie con Dios Padre e invoquemos con esperanza
su misericordia. (Silencio Breve)
C. Señor ten misericordia de nosotros:
Porque hemos pecado contra Ti.
C. Muéstranos, Señor tu misericordia:
Y danos tu salvación.
C. Dios todopoderoso, tenga misericordia de nosotros, nos
conceda el perdón de nuestros pecados y nos lleve a la vida
eterna. Amén.
Señor, ten piedad.
Cristo ten piedad.
Señor, ten piedad.
4. CANTO: “Gloria – Misa del lago” (VSJ. 474)
Gloria a Dios, gloria a Dios en el cielo,
paz a los hombres, paz en la tierra.
Gloria a Dios, gloria a Dios en el cielo,
paz a los hombres que ama el Señor.
Te alabamos, te bendecimos,
te glorificamos y damos gracias, Dios Padre nuestro.
Te proclamamos Hijo del Padre,
Rey del universo. Tú eres Santo, Dios Jesucristo.
Y al que recibe la misma gloria
y es Dador de vida, fuego divino, Dios Santo Espíritu.
5. ORACIÓN COLECTA
C. Oremos (Silencio). Dios todopoderoso y eterno, ordena
nuestra vida según tu voluntad para que, en el nombre de tu Hijo
amado, podamos dar con abundancia frutos de buenas obras.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.
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DOMINGO, 3 DURANTE EL AÑO –22 DE ENERO 2017 - Nº 2328 – CICLO A
Yo creo que contemplaré la bondad del Señor
M. La actuación de Dios es motivo de alegría que su pueblo celebra. en la tierra de los vivientes.
Espera en el Señor y sé fuerte;
Lectura del libro de Isaías 8, 23b - 9, 3
ten valor y espera en el Señor. R.
6. PRIMERA LECTURA.
En un primer tiempo, el Señor humilló al país de Zabulón y al
país de Neftalí, pero en el futuro llenará de gloria la ruta del mar,
el otro lado del Jordán, el distrito de los paganos.
El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz; sobre
los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz.
Tú has multiplicado la alegría, has acrecentado el gozo; ellos se
regocijan en tu presencia, como se goza en la cosecha, como
cuando reina la alegría por el reparto del botín.
Porque el yugo que pesaba sobre él, la barra sobre su espalda
y el palo de su carcelero, todo eso lo has destrozado como en
el día de Madián.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
7. salmo responsorial 26, 1.4. 13-14
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida,
¿ante quién temblaré? R.
Una sola cosa he pedido al Señor,
y esto es lo que quiero:
vivir en la Casa del Señor
todos los días de mi vida,
para gozar de la dulzura del Señor
y contemplar su Templo. R.
9.
EVANGELIO
M. Jesús, la Luz de las naciones, anuncia
la llegada del Reino de Dios. Después de
proclamarlo llama y reúne a un grupo de
discípulos como testigos y continuadores de su
misión.
Aleluia.
Jesús proclamaba la Buena Noticia del Reino
y sanaba todas las dolencias de la gente.
Aleluia.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Mateo 4, 12-23
Cuando Jesús se enteró de que Juan Bautista
había sido arres­tado, se retiró a Galilea. Y,
dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaum,
a orillas del lago, en los confines de Zabulón y
Neftalí, para que se cumpliera lo que había sido
anunciado por el profeta Isaías:
«¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino
del mar, país de la Transjordania, Galilea de las
naciones! El pueblo que se hallaba en tinieblas vio
una gran luz; sobre los que vivían en las oscuras
regiones de la muerte, se levantó una luz».
8. SEGUNDA LECTURA.
M. El Apóstol nos exhorta a mantener la unidad, superando
divisiones y rivalidades. El Sectarismo y la intolerancia son
incompatibles con el verdadero espíritu cristiano.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los
cristianos de Corinto 1,10-14.16-17
Hermanos:
En el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, yo los exhorto
a que se pongan de acuerdo: que no haya divisiones entre
uste­des y vivan en perfecta armonía, teniendo la misma
manera de pensar y de sentir. Porque los de la familia de
Cloe me han contado que hay discordias entre ustedes. Me
refiero a que cada uno afirma: «Yo soy de Pablo, yo de Apolo,
yo de Cefas, yo de Cristo».
¿Acaso Cristo está dividido? ¿O es que Pablo fue crucifica­do
por ustedes? ¿O será que ustedes fueron bautizados en el
nombre de Pablo? Felizmente yo no he bautizado a ninguno
de ustedes, excepto a Crispo y a Gayo. Sí, también he
bautizado a la familia de Estéfanas, pero no recuerdo haber
bautizado a nadie más.
Porque Cristo no me envió a bautizar, sino a anunciar la
Buena Noticia, y esto sin recurrir a la elocuencia humana,
para que la cruz de Cristo no pierda su eficacia.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
A partir de ese momento, Jesús comenzó a
proclamar: «Conviértanse, porque el Reino de
los Cielos está cerca».
Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea,
Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado
Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban
las redes al mar porque eran pescadores.
Entonces les dijo: «Síganme, y Yo los haré
pescadores de hombres».
Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo
siguieron.
Continuando su camino, vio a otros dos
hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su
hermano Juan, que estaban en la barca con
Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y
Jesús los llamó.
Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su
padre, y lo si­guieron.
Jesús recorría toda la Galilea, enseñando
en las sinagogas de ellos, proclamando la
Buena Noticia del Reino y sanando todas las
enfermedades y dolencias de la gente.
Palabra del Señor.
Gloria a Ti, Señor, Jesús.
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COMUNIDAD EUCARÍSTICA: COMUNIDAD MISIONERA
10. HOMILÍA- Silencio
11. PROFESIÓN DE FE
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y
de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que
fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació
de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio
Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a
los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios,
Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a
vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la
comunión de los santos, el perdón de los pecados, la
resurrección de la carne y la vida eterna. Amén
¿Por qué no cree el hombre en Ti,
si Tú le das calor? Si hiciste el cielo,
el mar y el sol, tan sólo por su amor.
Yo creo en Ti, Señor, creo en Ti, Señor.
12. ORACIÓN UNIVERSAL
C: Hermanas, y hermanos, pidamos a Dios Padre que
escuche nuestras súplicas y acoja con bondad nuestras
peticiones. A cada invocación respondemos:
Por Cristo, luz del mundo, escúchanos.
Señor, me has mirado a los ojos,
sonriendo has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca,
junto a ti buscaré otro mar.
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14. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
C. Recibe con bondad nuestros dones, Señor; y al
santificarlos, haz que se conviertan en causa de salvación
para nosotros. Por J.C.N.S. Amén
PLEGARIA EUCARÍSTICA
15. CANTO DE COMUNIÓN: “Tú has venido a la orilla” (VSJ. 290)
Tú has venido a la orilla,
no has buscado ni a sabios ni a ricos:
tan sólo quieres que yo te siga.
Por la Iglesia, para que anuncie con firmeza y Tú sabes bien lo que tengo:
amor el mensaje del amor de Dios a la humanidad. en mi barca no hay oro ni espada,
tan sólo redes y mi trabajo.
Oremos.
Por el Papa Francisco, para que con la asistencia RITO DE COMUNIÓN
del Espíritu Santo siga animando a todas las
naciones a buscar y lograr la solidaridad. Oremos. 16. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
C. Dios todopoderoso, concédenos, a los que somos
Por los Obispos, Sacerdotes y Diáconos, para que vivificados por tu gracia, alegrarnos siempre con el don
en el ejercicio de su ministerio sean impulsores de recibido. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
la unidad entre todos cuantos vivimos en esta bella
patria. Oremos.
RITO DE CONCLUSIÓN
Por los gobernantes de las naciones, para que M. Hermanas y hermanos: todos nosotros tenemos la
trabajen por la paz, la justicia y la dignidad en sus misión de anunciar, con palabras y obras, la alegría del
respectivos países. Oremos.
Reino. Cumplamos esta tarea que Jesús nos ha confiado.
Para que la Madre del Señor, invocada como 17. BENDICIÓN
Nuestra Señora de la paz, camine con nosotros C. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo (†) y
ayudándonos a extender el Reino de su Hijo en Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y los acompañe
nuestro país. Oremos.
siempre. Amén.
(Otras intenciones. Es importante que la Asamblea 18. CANTO FINAL: “Oh, María, Madre mía” (VSJ. 262)
se acostumbre a orar por los acontecimientos que Oh María, Madre mía,
ocurren actualmente.)
oh consuelo del mortal,
C: Escucha, Padre, la oración de tu familia y concédenos ampáranos y guíanos
lo que te pedimos con fe. Por Jesucristo nuestro Señor. a la patria celestial.
Amén
Con el Ángel de María,
las grandezas celebrad,
LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
transportados de alegría,
13. CANTO DE OFRENDAS: “Te ofrezco el blanco pan” (VSJ. 149) sus finezas publicad.
Te ofrezco el blanco pan a Ti, Señor,
Quien a ti ferviente clama
y en él, yo te doy mi pobre corazón,
halla gozo en el penar,
conviértelo en tu cuerpo Redentor, oh Dios,
pues tu nombre luz derrama,
por tu cruz y por mi salvación.
gozo y bálsamo sin par.
SUGERENCIAS PARA LA CELEBRACIÓN
4Vivir y destacar el Acto Penitencial y los momentos donde se hace referencia a la Conversión. La liturgia de este
domingo marca esta virtud cristiana.
4Después del canto del Cordero de Dios, la comunidad medita en silencio sobre el significado de la entrega de Jesús.
4El que preside exhorta a la Asamblea de la importancia de María Santísima en le fe cristiana. Entonemos juntos el
cántico indicado, luego, abandonan el recinto de la celebración.
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JESÚS: LUZ DEL MUNDO Y DE LA HISTORIA
La liturgia de este domingo nos invita a contemplar la
vida pública de Jesús: El anuncio del Reino y el llamado
a los primeros discípulos. San Mateo nos presenta en el
Evangelio, el cumplimiento en Jesús de la profecía de
Isaías: “El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto
una gran luz.”
Juan es encarcelado por denunciar, la idolatría y el
pecado de infidelidad del rey Herodes. Al mismo tiempo
promete la llegada de tiempos de salvación e invita a
la conversión. “Al saber que Juan había sido arrestado,
Jesús se retiró a Galilea.” Todo parece volver a lo de
antes, el dominio de los poderosos del mundo y no así del
proyecto de Dios.
Jesús es la luz que brilla en las tinieblas. A un país
desilusionado y sin horizonte Jesús le devuelve la ilusión
y la esperanza; ¿cómo?, haciendo presente el Reino:
“entonces comenzó Jesús a predicar: ¡Arrepiéntanse
que está cerca el Reino de los cielos!” Predicación que
comienza en Galilea en la “humillada tierra de Zabulón y
Neftali,” alejada del centro del poder religioso y político;
allí está el pueblo “sumergido en tinieblas.” Allí están los que esperan la luz. Jesús hace presente el
Reino de Dios y devuelve la dignidad y la esperanza a un país desilusionado. Ayer, como hoy, Jesús
seguirá siendo luz del mundo y de la Historia.
SAN JUAN PABLO II NOS EXHORTA:
Llamados a la salvación mediante la fe en
Jesucristo, “luz verdadera que ilumina a todo
hombre” (Jn 1, 9) los hombres llegan a ser “luz en
el Señor” e “hijos de la luz” (Ef 5, 8), y se santifican
“obedeciendo a la verdad” (1P 1, 22). “Seguir a
Jesús en la fe es caminar con Él en la comunión
de la Iglesia. No se puede seguirlo en solitario.
Quien cede a la tentación de ir ‘por su cuenta’ o
de vivir la fe según la mentalidad individualista,
que predomina en la sociedad, corre el riesgo de
no encontrarle o de acabar siguiendo una imagen
falsa de Él”. Seguir a Cristo no es una imitación
exterior, porque afecta al hombre en su interioridad
más profunda. Ser discípulo de Jesús significa
hacerse conforme a él, que se hizo servidor de
todos hasta el don de sí mismo en la cruz mediante
la fe, Cristo habita en el corazón del creyente. El
discípulo se asemeja a su Señor y se configura
con Él; lo cual es fruto de la gracia, de la presencia
operante del Espíritu Santo en nosotros.
(Veritatis Splendor, 21)
Dios nos habla cada día: del 23 al 29 de enero
Liturgia de las Horas: III Semana
Lunes:
Hb 9,15.24-28; Sal 97,1-6; Mc 3,22-30
Martes, Ntra. Sra. de La Paz: Hb 10,1-10; Sal 39,2.4ab.7-11; Mc 3,31-35
Miércoles, conversión de san Pablo Apóstol: Hch 22,3-16; Sal 116,1-2; Mc 16,15-18
Jueves, Santos Timoteo y Tito: 2Tm 1,1-8; o Tt 1,1-5; Sal 95,1-3.7-10; Lc 10,1-24
Viernes:
Hb 10,32-39; Sal 36,3-6.23-34.39-40; Mc 4,26-34
Sábado, santo Tomás de Aquino: Hb 11,1-2.8-19; Sal Resp. Lc 1,69-75; Mc 4,35-41
Domingo, 4: Sof 2,3;3,12-13; Sal 145,7-10; 1Co 1,26-31; Mt 5,1-12a
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