ESPACIO DE SILENCIO Un lugar privilegiado para el encuentro con Dios y con uno mismo es el silencio. Por ello mismo os proponemos experimentar el SILENCIO ACTIVO Y LA ACTIVIDAD SILENCIOSA, un momento para contemplar desde el corazón, aquietar la actividad periférica y poder observar nuestra esencia. Se trata de aprender a estar presentes y despiertos. Orar, contemplar y armonizar en sintonía con la espiritualidad ignaciana. Trabajaremos la postura corporal que permita la quietud, y desde ahí, contemplaremos lo que se mueve, lo que nos mueve. Practicaremos la respiración para silenciar nuestro interior. Buscaremos el vacío que todo lo contiene, y desde ahí, nos llenaremos de algo nuevo. Orar, sin decir nada. Durante una hora compartiremos nuestra esencia, buscaremos a Dios en el interior de cada uno, permaneciendo atento a todo lo que sentimos en ese Templo Interior. Próximo miércoles día 2 de noviembre en el Centro Loyola a las 19:00.
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