8 Agosto - Blog de Tjutil

VIDA Y MINISTERIO CRISTIANOS
GUÍA DE ACTIVIDADES PARA LA REUNIÓN
8 – 14 AGOSTO
SALMOS
92 – 101
Referencias
˙ Canción 28 y oración
˙ Palabras de introducción (3 mins. o menos)
TESOROS DE LA BIBLIA
(Vea la Guía de Actividades para la Reunión)
Pag.3
“Productivos durante la vejez” (10 mins.):
Sl 92:12. Los justos dan fruto en sentido
espiritual (w07 15/9 pág. 32;w06 15/7 pág. 13
párr. 2).
(Salmo 92:12) El justo mismo florecerá como lo hace
una palmera; como lo hace el cedro en el Líbano, él
crecerá y se hará grande.
*** w07 15/9 pág. 32 Productivos “durante la
canicie” ***
Productivos “durante la canicie”
MUCHOS habitantes de los países de la
cuenca del Mediterráneo plantan palmeras
datileras en sus patios. Estos árboles son
conocidos no solo por su belleza y sus exquisitos
frutos, sino además por ser productivos aun
después de los cien años.
El rey Salomón del antiguo Israel asemejó
poéticamente la talla de una bella sulamita a la de
una palmera (El Cantar de los Cantares 7:7).
El libro Plants of the Bible (Plantas de la Biblia)
declara: “La palabra hebrea para palmera datilera
es tàmâr. [...] Para los judíos llegó a ser símbolo de
gracia y elegancia, y con frecuencia fue utilizado
como nombre de mujer”. Por ejemplo, la hermosa
medio hermana de Salomón se llamaba Tamar
(2 Samuel 13:1). Algunos padres todavía ponen
este nombre a sus hijas.
Las mujeres hermosas no son las únicas a las
que se asemeja a una palmera. El salmista cantó:
“El justo mismo florecerá como lo hace una
palmera; como lo hace el cedro en el Líbano, él
crecerá y se hará grande. Los que están plantados
en la casa de Jehová, en los patios de nuestro
Dios, florecerán. Todavía seguirán medrando
durante [los años de] la canicie —gordos y frescos
continuarán siendo—” (Salmo 92:12-14).
Metafóricamente hablando, quienes sirven
fielmente a Dios durante su vejez tienen mucho en
común con la elegante palmera. “La canicie es
corona de hermosura cuando se halla en el camino
de la justicia”, afirma Proverbios 16:31. Aunque sus
fuerzas hayan menguado con el paso de los años,
los ancianos pueden conservar su vitalidad
espiritual al estudiar con regularidad la Palabra de
Dios, la Biblia (Salmo 1:1-3; Jeremías 17:7, 8).
Gracias a sus afectuosas palabras y su excelente
ejemplo, los ancianos fieles son una fuente
inagotable de ánimo para los demás y siguen
dando fruto año tras año (Tito 2:2-5; Hebreos
13:15, 16). Al igual que las palmeras, quienes han
envejecido siguen floreciendo
*** w06 15/7 pág. 13 Puntos sobresalientes de
los libros tercero y cuarto de los Salmos ***
92:12. ¿Por qué puede decirse que el justo
“florecerá como lo hace una palmera”? Las
palmeras son conocidas por su productividad.
Igualmente, la persona justa es recta a los ojos de
Jehová y no deja de producir “fruto excelente”, lo
que incluye buenas obras (Mateo 7:17-20).
Sl 92:13, 14. Las personas mayores pueden ser
productivas en sentido espiritual a pesar de las
limitaciones físicas (w14 15/1 pág. 26
párr. 17;w04 15/5 pág. 12 párrs. 9, 10).
(Salmo 92:13, 14) Los que están plantados en la casa de
Jehová, en los patios de nuestro Dios, florecerán.
14
Todavía seguirán medrando durante la canicie —
gordos y frescos continuarán siendo—
*** w14 15/1 pág. 26 párr. 17 Sirva a Jehová
antes de que lleguen los días calamitosos ***
17
Hoy día debemos estar pendientes de ayudar
a los cristianos enfermos o de edad avanzada.
Algunos darían cualquier cosa por asistir a todas
las reuniones y asambleas, pero solo pueden
hacerlo en contadas ocasiones. ¿Qué se puede
hacer por ellos? Hay congregaciones que
amorosamente lo organizan todo para que
escuchen las reuniones por teléfono. En otros
casos, esto quizás no sea posible. Pero incluso
quienes no tienen la posibilidad de beneficiarse de
las reuniones pueden apoyar la adoración
verdadera. Por ejemplo, sus oraciones contribuyen
al progreso de la congregación (lea Salmo
92:13, 14).
*** w04 15/5 pág. 12 párrs. 9-10 Los mayores
son miembros valiosos de nuestra hermandad
cristiana
9
Refiriéndose al fruto que producen los siervos
de Jehová ancianos, el salmista cantó: “El justo
mismo florecerá como lo hace una palmera; como
lo hace el cedro en el Líbano, él crecerá y se hará
grande. Todavía seguirán medrando durante la
canicie —gordos y frescos continuarán siendo—”
(Salmo 92:12, 14).
10
¿Cómo puede usted conservar su vigor
espiritual pese a la edad avanzada? El secreto de
la belleza perenne de la palmera radica en que
no le falte nunca el agua dulce. De igual manera,
usted puede beneficiarse de las aguas de la
verdad bíblica estudiando la Palabra de Dios y
asociándose con su organización (Salmo 1:1-3;
Jeremías 17:7, 8). Su vitalidad espiritual lo
convierte en una persona muy valiosa para sus
hermanos en la fe. Veamos cómo confirma esto el
caso del anciano sumo sacerdote Jehoiadá.
Sl 92:15. Los mayores pueden usar su
experiencia para animar a otros (w0415/5 págs.
12-14 párrs. 13-18).
(Salmo 92:15) para anunciar que Jehová es recto. [Él es]
mi Roca, en quien no hay injusticia.
*** w04 15/5 págs. 12-14 párrs. 13-18 Los
mayores son miembros valiosos de nuestra
hermandad cristiana ***
13
Aunque tal vez la mala salud u otras
circunstancias limiten lo que usted puede hacer a
favor de la adoración verdadera, todavía está en su
mano ‘hacer el bien con el Dios verdadero y su
casa’. Tenga celo por la casa espiritual de Jehová
asistiendo a las reuniones de congregación y
participando en ellas, así como tomando parte en
el ministerio del campo siempre que le sea posible.
Su buena disposición para aceptar los consejos de
la Biblia, así como su apoyo leal al “esclavo fiel y
discreto” y a la congregación, tendrán un efecto
fortalecedor en la hermandad cristiana (Mateo
24:45-47). También puede incitar a sus hermanos
en la fe “al amor y a las obras excelentes”
(Hebreos 10:24, 25; Filemón 8, 9). Y será una
bendición para los demás si obra en armonía con
este consejo del apóstol Pablo: “Que los hombres
de edad sean moderados en los hábitos, serios, de
juicio sano, saludables [“vigorosos”, Pontificio
Instituto Bíblico] en fe, en amor, en aguante.
Igualmente, que las mujeres de edad sean
reverentes
en
su
comportamiento,
no calumniadoras, ni esclavizadas a mucho vino,
maestras de lo que es bueno” (Tito 2:2-4).
14
¿Ha servido usted de anciano de
congregación
por
muchos
años?
“Utilice
desinteresadamente la sabiduría que viene con la
edad —aconseja un anciano experimentado—.
Delegue parte de sus responsabilidades y permita
que quienes deseen aprender se beneficien de su
experiencia [...]. Sepa ver las aptitudes de los
demás, increméntelas y cultívelas. Prepare el
terreno para el futuro.” (Deuteronomio 3:27, 28.) Su
interés sincero en la obra del Reino, que está en
constante expansión, beneficiará mucho a otros
miembros de nuestra hermandad cristiana.
“Anunciar que Jehová es recto”
15
Los siervos de Dios de edad avanzada
cumplen gozosamente con su responsabilidad de
“anunciar que Jehová es recto”. Si usted es un
cristiano mayor, sus palabras y acciones pueden
demostrar a otros que ‘Jehová es su Roca, en
quien no hay injusticia’ (Salmo 92:15). La palmera
da testimonio mudo de las cualidades superlativas
del Creador. Pero Jehová le ha dado a usted el
privilegio de dar testimonio de él a los que están
abrazando la adoración verdadera (Deuteronomio
32:7; Salmo 71:17, 18; Joel 1:2, 3). ¿Por qué es
importante que lo haga?
16
Cuando Josué, caudillo de Israel, “era viejo y
avanzado en días”, “procedió a llamar a todo Israel,
a sus ancianos y sus cabezas y sus jueces y sus
oficiales”, y a recordarles que Jehová es recto en
sus tratos. Les dijo: “Ni una sola palabra de todas
las buenas palabras que Jehová su Dios les ha
hablado ha fallado. Todas se han realizado para
ustedes” (Josué 23:1, 2, 14). Estas palabras
fortalecieron por un tiempo su determinación de
mantenerse fieles. Pero tras la muerte de Josué,
“empezó a levantarse otra generación que
no conocía a Jehová ni la obra que él había hecho
por Israel. Y los hijos de Israel se pusieron a hacer
lo que era malo a los ojos de Jehová, y a servir a
los Baales” (Jueces 2:8-11).
17
La integridad de la congregación cristiana de
hoy no depende del testimonio oral de los siervos
de Dios de edad avanzada. Aun así, nuestra fe en
Jehová y en sus promesas se reafirma cuando
escuchamos relatos de primera mano sobre “la
gran obra” que Dios ha hecho por su pueblo en
estos últimos días (Jueces 2:7; 2 Pedro 1:16-19).
Si usted ha estado en la organización de Jehová
por muchos años, tal vez recuerde la época en que
había muy pocos proclamadores del Reino en su
región o país, o cuando la predicación afrontaba
una fuerte oposición. Con el paso del tiempo, usted
ha visto cómo Jehová ha eliminado ciertos
obstáculos y ha ‘acelerado’ el aumento (Isaías
54:17; 60:22). Ha visto aclararse verdades bíblicas
y ha presenciado la refinación progresiva de la
parte visible de la organización de Dios (Proverbios
4:18; Isaías 60:17). ¿Procura usted animar a otros
contándoles relatos personales tocante a lo recto
que es Jehová en sus tratos? ¡Qué efecto tan
positivo y fortalecedor puede tener esto en la
hermandad cristiana!
18
¿Qué hay de las ocasiones en las que usted
mismo ha experimentado el cuidado amoroso y la
guía de Jehová en su vida? (Salmo 37:25; Mateo
6:33; 1 Pedro 5:7.) Una hermana mayor llamada
Martha solía animar a otros diciendo: “Pase lo que
pase, nunca abandones a Jehová. Él te sostendrá”.
Este consejo tuvo un profundo efecto en Tolmina,
que se bautizó a principios de la década de 1960
tras haber estudiado la Biblia con Martha. “Cuando
mi esposo murió —recuerda ella—, me sentí muy
desanimada, pero gracias a aquellas palabras
resolví no perderme ni una sola reunión. Y Jehová
me dio las fuerzas para seguir adelante.” Tolmina
ha dado el mismo consejo a sus estudiantes de la
Biblia con el paso de los años. Usted también
puede contribuir mucho a fortalecer la fe de sus
hermanos cristianos si los anima y les relata
ejemplos de la rectitud de Jehová en sus tratos.
BUSQUEMOS PERLAS ESCONDIDAS (8 MINS.):
Sl 99:6, 7. ¿En qué sentido fueron ejemplares
Moisés, Aarón y Samuel? (w1515/7 pág. 8
párr. 5).
(Salmo 99:6, 7) Moisés y Aarón estuvieron entre sus
sacerdotes, y Samuel estuvo entre los que invocaban su
nombre. Estuvieron clamando a Jehová, y él mismo
siguió respondiéndoles. 7 En la columna de nube
continuó hablándoles. Ellos guardaron sus recordatorios
y la disposición reglamentaria que él les dio.
*** w15 15/7 pág. 8 párr. 5 Hagamos más
hermoso nuestro paraíso espiritual ***
5
De ese modo seguimos el ejemplo de los
siervos de Dios mencionados en Salmo 99:1-3, 57 (léalo). Como indica este salmo, Moisés, Aarón y
Samuel apoyaron de todo corazón la religión
verdadera de su día. Hoy, los cristianos ungidos
sirven en el patio terrestre del templo espiritual
antes de ir al cielo para ser sacerdotes con Jesús.
Y hay millones de “otras ovejas” que colaboran
lealmente con ellos (Juan 10:16). Aunque esperan
vivir en lugares distintos, los dos grupos alaban
juntos a Jehová aquí en la Tierra. Sin embargo,
cada uno de nosotros debería preguntarse:
“¿Apoyo con toda el alma la religión que adora al
Dios vivo?”.
Sl 101:2. ¿Qué significa la frase “andaré en la
integridad de mi corazón dentro de mi casa”?
(w05 1/11 pág. 24 párr. 14).
(Salmo 101:2) De veras actuaré con discreción en un
camino exento de falta. ¿Cuándo vendrás a mí? Andaré
en la integridad de mi corazón dentro de mi casa.
*** w05 1/11 págs. 24-25 párr. 14 ¿Andará usted
con Dios? ***
14
Para andar con Jehová, tenemos que verlo
como alguien muy real. Recordemos que Jehová
les aseguró a los fieles israelitas de la antigüedad
que no se estaba ocultando de ellos. De igual
modo, él se revela hoy a su pueblo como el
Magnífico Instructor. ¿Vemos a Jehová así de real,
como si estuviera delante de nosotros
instruyéndonos? Esa es la clase de fe que
necesitamos para andar con él. Moisés tuvo tal fe
“porque continuó constante como si viera a Aquel
que es invisible” (Hebreos 11:27). Si Jehová es
real para nosotros, tendremos en cuenta sus
sentimientos a la hora de tomar una decisión. Por
ejemplo, ni por un momento pensaremos en hacer
algo malo y luego ocultárselo a los ancianos de la
congregación o a nuestra familia; más bien,
procuraremos andar con Dios aun cuando ningún
ser
humano
nos
esté
viendo.
Nuestra
determinación es la misma del antiguo rey David:
“Andaré en la integridad de mi corazón dentro de
mi casa” (Salmo 101:2).
¿QUÉ ME ENSEÑA SOBRE JEHOVÁ LA LECTURA
BÍBLICA DE ESTA SEMANA?
Capítulo 92
w08 15/8 págs. 20-21 párrs. 17-18 Jehová cuida
con ternura a sus siervos de edad avanzada
Las Escrituras dejan claro que los cristianos de
edad
avanzada
pueden
seguir
activos
espiritualmente pese a sus achaques. El salmista
escribió: “Los que están plantados en la casa de
Jehová [...] seguirán medrando [o dando fruto]
durante la canicie —gordos y frescos continuarán
siendo—” (Sal. 92:13, 14). El apóstol Pablo, que
por lo visto padecía una dolencia física, dijo: “No
nos rendimos [...] aunque el hombre que somos
exteriormente se vaya desgastando” (léase 2
Corintios 4:16-18).
En efecto, los mayores pueden seguir dando fruto,
y así lo prueban muchos ejemplos de la actualidad.
Claro, a ninguno de ellos se les hace fácil
enfrentarse a la mala salud o a los problemas
propios de la vejez, aunque cuenten con el apoyo
de sus familiares. Además, el agotamiento puede
afectar a quienes los atienden. De modo que la
congregación tiene la obligación y el privilegio de
demostrarles su amor a los mayores y a aquellos
que los cuidan (Gál. 6:10). No nos limitamos a
decirles:
“Manténganse
calientes
y
bien
alimentados”; más bien, los ayudamos en todo lo
que podemos (Sant. 2:15-17).
w07 1/6 pág. 7 Se desenmascara al autor del
mal
“Cuando los inicuos brotan como la vegetación, y
todos los practicantes de lo que es perjudicial
florecen, es para que sean aniquilados para
siempre.” (Salmo 92:7.) Sí, como en los días de
Noé, la proliferación del mal es prueba clara de
que el juicio de Dios es inminente. Pero Dios no
juzgará solo a los seres humanos malvados, sino
también a Satanás y sus demonios, quienes serán
arrojados al abismo de inactividad como preludio
de su total destrucción (2 Timoteo 3:1-5;
Revelación 20:1-3, 7-10). ¿Quién ejecutará este
juicio? Nada más ni nada menos que Jesucristo,
de quien leemos: “Con este propósito el Hijo de
Dios fue manifestado, a saber, para desbaratar las
obras del Diablo” (1 Juan 3:8).
¿Anhela usted el fin de la maldad? Entonces,
reciba el consuelo que brindan las promesas de la
Biblia. No hay otro libro que ponga al descubierto
al autor del mal —Satanás—, y ningún otro libro
indica cómo se acabará con él y con todas sus
malvadas obras.
w07 15/9 pág. 32 Productivos “durante la
canicie”
Las mujeres hermosas no son las únicas a las que
se asemeja a una palmera. El salmista cantó: “El
justo mismo florecerá como lo hace una palmera;
como lo hace el cedro en el Líbano, él crecerá y se
hará grande. Los que están plantados en la casa
de Jehová, en los patios de nuestro Dios,
florecerán. Todavía seguirán medrando durante
[los años de] la canicie —gordos y frescos
continuarán siendo—” (Salmo 92:12-14).
Metafóricamente
hablando,
quienes
sirven
fielmente a Dios durante su vejez tienen mucho en
común con la elegante palmera. “La canicie es
corona de hermosura cuando se halla en el camino
de la justicia”, afirma Proverbios 16:31. Aunque sus
fuerzas hayan menguado con el paso de los años,
los ancianos pueden conservar su vitalidad
espiritual al estudiar con regularidad la Palabra de
Dios, la Biblia (Salmo 1:1-3; Jeremías 17:7, 8).
Gracias a sus afectuosas palabras y su excelente
ejemplo, los ancianos fieles son una fuente
inagotable de ánimo para los demás y siguen
dando fruto año tras año (Tito 2:2-5; Hebreos
13:15, 16). Al igual que las palmeras, quienes han
envejecido siguen floreciendo.
w06 15/7 pág. 13 Puntos sobresalientes de los
libros tercero y cuarto de los Salmos
92:14, 15. Si los hermanos de mayor edad
estudian a conciencia la Palabra de Dios y se
reúnen regularmente con el pueblo de Jehová,
seguirán siendo ‘gordos y frescos’ —vigorosos en
sentido espiritual— y muy valiosos para la
congregación.
w02 15/12 pág. 10 párr. 10 ‘Acerquémonos a
Dios’
Fijémonos en algunas frases bíblicas que hablan
de Jehová. “Muy profundos son tus pensamientos.”
(Salmo 92:5.) “Su entendimiento es superior a lo
que se puede relatar.” (Salmo 147:5.) “No se
puede escudriñar su entendimiento.” (Isaías
40:28.) “¡Oh la profundidad de las riquezas y de la
sabiduría y del conocimiento de Dios!” (Romanos
11:33.) Obviamente, nunca lo sabremos todo de
Jehová (Eclesiastés 3:11). Él nos ha enseñado
muchas cosas maravillosas, pero siempre
tendremos ante nosotros un infinito caudal de
conocimiento del cual aprender. ¿Verdad que es
una perspectiva emocionante y que, a su vez, nos
infunde humildad? Según vayamos aprendiendo,
pues, usemos siempre el conocimiento para
acercarnos a Jehová y para ayudar al prójimo a
hacer lo mismo, nunca para ensalzarnos sobre los
demás (Mateo 23:12; Lucas 9:48).
w01 15/5 pág. 10 párr. 6 Alabemos a Jehová por
sus grandes obras
Los Salmos son de mucha utilidad para los
adoradores de Jehová. Cuando deseamos
agradecerle todas las cosas maravillosas que hace
por nosotros, es posible que acudan a nuestra
memoria las hermosas palabras de los Salmos.
Por ejemplo, al despertarnos y ver un nuevo día,
tal vez nos sintamos impulsados a expresarnos de
manera parecida a esta: “Es bueno dar gracias a
Jehová, y celebrar con melodía tu nombre, oh
Altísimo; informar por la mañana acerca de tu
bondad amorosa, y acerca de tu fidelidad durante
las noches [...]. Porque me has regocijado, oh
Jehová, a causa de tu actividad; a causa de las
obras de tus manos clamo gozosamente” (Salmo
92:1-4).
98 1/6 págs. 13-14 párr. 18 ‘Sigan andando en
unión con Cristo’
Qué ciertas son, por tanto, las palabras del
salmista: “Es bueno dar gracias a Jehová” (Salmo
92:1). De igual modo, Pablo recordó a los
cristianos de Tesalónica: “Con relación a todo, den
gracias” (1 Tesalonicenses 5:18; Efesios 5:20;
Colosenses 3:15). Todos debemos resolvernos a
ser más agradecidos. Nuestras oraciones no
deben consistir solo en peticiones a Dios sobre
nuestras necesidades. Tales ruegos tienen su
lugar. Pero imagínese un amigo que solo le
hablara cuando necesitara algo de usted.
Entonces, ¿por qué no orar a Jehová solo para
darle gracias y alabarle? Cuánto deben
complacerle estas oraciones al contemplar desde
el cielo este mundo tan desagradecido. Un
beneficio secundario de estas oraciones es que
nos ayudan a concentrarnos en los aspectos
positivos de la vida, recordándonos las muchas
bendiciones de que disfrutamos.
w93 1/9 pág. 26 párr. 18 La familia cristiana
ayuda a los de edad avanzada
¡Qué bendición es ver en la congregación a
personas con el cabello encanecido, así como a
las que lo han perdido con el paso del tiempo!
Significa que además de la vitalidad y el vigor de
los más jóvenes, tenemos una aportación de
sabiduría y experiencia, cualidades de gran valor
en cualquier congregación. Su conocimiento es
como el agua refrescante que se tiene que sacar
de un pozo. Es tal como dice Proverbios 18:4: “Las
palabras de la boca de un hombre son aguas
profundas. El pozo de la sabiduría es un torrente
que sale burbujeando”. ¡Qué animador es para los
de edad avanzada sentir que se les quiere y
aprecia! (Compárese con Salmo 92:14.)
w83 15/4 págs. 25-26 párr. 2 Críe a sus hijos de
modo que amen a Jehová
Los pequeñuelos se maravillan de todo. Una
mariposa, un pájaro, una flor, una brizna de hierba,
el cielo, una estrella... todas estas cosas y muchas
otras despiertan su curiosidad. ¡Qué maravillosas
oportunidades nos ofrece esto de hablar acerca del
Creador y de las razones que tenemos para estarle
agradecidos! El salmista escribió: “Es bueno dar
gracias a Jehová” (Salmo 92:1). Usted puede darle
gracias por las maravillas de la naturaleza, por
satisfacer las necesidades materiales y por la
verdad de Su Palabra. Sus hijos observarán el
agradecimiento que usted expresa y nunca lo
olvidarán. (Salmo 8:3, 4; 19:1; Romanos 1:20;
Deuteronomio 8:10; Proverbios 22:6.)
w77 15/7 pág. 438 párrs. 8-9 ¿Cómo le dará
gracias usted por Su bondad amorosa?
El hablar acerca de Jehová y su bondad amorosa
no es solo para las ocasiones en que tratamos de
enseñar verdades bíblicas a la gente. ¿Qué hay de
nuestra conversación cotidiana? Jesús dijo: “De la
abundancia del corazón habla la boca.” (Mat.
12:34) Si verdaderamente apreciamos la bondad
amorosa de Dios, eso debería relucir en nuestra
habla cotidiana. Así sucedía con relación al
salmista que escribió: “Es bueno dar gracias a
Jehová y celebrar con melodía tu nombre, oh
Altísimo; informar por la mañana acerca de tu
bondad amorosa y acerca de tu fidelidad durante
las noches.”—Sal. 92:1, 2.
Usted probablemente haya notado que la mayoría
de la gente, hasta las personas que van a las
iglesias que profesan adorar a Dios, no tienden a
hablar de él ni de sus propósitos. Y en particular
muestran renuencia a expresar envolvimiento con
Dios; el hacer eso se ve como marca de
ingenuidad indeseable o cosa de la cual
avergonzarse. En parte, quizás esta tendencia se
deba al hecho de que, en realidad, esas personas
no tienen ningún envolvimiento personal con Dios.
Sin embargo, tomando en cuenta lo esparcida que
está esta aversión, pudiéramos preguntarnos: ‘¿Me
habrá afectado la renuencia del mundo a hablar
acerca de un envolvimiento con Dios o a mostrar
en la conversación que él es parte de mi vida y
pensamiento?’ Jehová ciertamente es parte de
nuestra vida y debe estar en nuestros
pensamientos. Con regularidad buscamos su
bendición y guía. Por eso no debemos vacilar en
hablar acerca de él, aludir a él en nuestra
conversación e indicar nuestro interés en sus actos
y propósitos.
g 2/08 pág. 9 Dentro de poco “no existirá” el
delito
Con referencia a la actual proliferación de la
maldad, la Biblia dice: “Cuando los inicuos brotan
como la vegetación, y todos los practicantes de lo
que es perjudicial florecen, es para que sean
aniquilados para siempre” (Salmo 92:7). En efecto,
las pruebas son claras: el rápido crecimiento de la
criminalidad —como el de la hierba en primavera—
es, en realidad, un indicio de que la destrucción de
los impíos se avecina velozmente. ¿No son estas
buenas noticias? (2 Pedro 3:7.)
km 11/78 pág. 3 Sus Reuniones de Servicio
El aprecio por lo que Dios ha hecho nos ayuda a
evitar hacernos críticos, no dispuestos a cooperar
o satisfechos de nosotros mismos y nos conduce a
una relación más estrecha con él.—Sal. 92:1, 2.
Capítulo 93
w04 15/5 pág. 8 “Batan las manos los ríos
mismos”
¿Qué hace que los ríos fluyan? Dicho brevemente,
la gravedad. Esta fuerza hace que el agua fluya
desde los terrenos elevados hacia los bajos, a
veces en forma de cascadas atronadoras. La Biblia
describe tales despliegues de fuerza y grandeza
con las palabras: “Los ríos han alzado, oh Jehová,
los ríos han alzado su sonido; los ríos siguen
alzando su golpeteo” (Salmo 93:3).
w03 1/9 pág. 14 párr. 5 Confiemos plenamente
en Jehová en tiempos de angustia
Otra manera de demostrar que confiamos en
Jehová es recurrir al consejo de su Palabra. Los
sabios recordatorios que se hallan en la Biblia han
resultado “muy fidedignos” (Salmo 93:5). Aunque
se completó más de mil novecientos años atrás,
este libro de inspiración divina nos ofrece consejos
confiables y nos aporta el discernimiento necesario
para resistir mejor las presiones económicas.
w98 1/4 pág. 17 párr. 10 Un libro procedente de
Dios
Los libros que ofrecen consejo suelen quedarse
anticuados y no tardan en revisarse o sustituirse.
Pero la Biblia es verdaderamente excepcional.
“Tus propios recordatorios han resultado muy
fidedignos”, dice el Salmo 93:5. Aunque la Biblia
se terminó de escribir hace casi dos mil años, sus
palabras aún son pertinentes. Y tienen el mismo
efecto, independientemente de nuestro color de
piel y el país en que vivamos.
ba pág. 26 Un libro práctico para la vida
moderna
Hoy día existen muchas fuentes de consejo y
orientación. Pero la Biblia es verdaderamente
singular. Su consejo no es simple teoría y jamás
perjudica. Su sabiduría ha resultado ‘muy
fidedigna’. (Salmo 93:5.) Además, el consejo
bíblico es eterno. Aunque la Biblia terminó de
escribirse hace casi dos mil años, su mensaje
todavía es aplicable. Y surte el mismo efecto no
importa el color de nuestra piel o el país donde
vivamos. Además, sus palabras tienen poder, el
poder de cambiar a la gente para bien. (Hebreos
4:12.) Por lo tanto, leer este libro y poner en
práctica sus principios puede mejorar nuestra
calidad de vida.
Capítulo 94
w10 1/10 pág. 20 Cómo luchar contra los
sentimientos negativos
Pero grabar en nuestro interior los pensamientos
de Jehová nos reporta más beneficios: nos permite
corregir nuestra forma de pensar, nos guía y nos
consuela. Por eso es tan importante que, cuando
los problemas y preocupaciones nos roben la paz,
destinemos tiempo a meditar. Como dijo el
salmista:
“Cuando
me
embargan
mil
preocupaciones, tú me llenas de serenidad y de
consuelo” (Salmo 94:19, Martín Nieto, 1992). La
Biblia ejerce en nosotros un efecto tranquilizador.
Cuando aceptamos con humildad las verdades que
contiene, nuestras preocupaciones se disipan y
comenzamos a sentir una paz que solo Dios puede
dar. Como todo buen padre hace con sus queridos
hijos, Jehová está ahí para ayudarnos y
consolarnos cuando más lo necesitamos.
w07 1/8 pág. 32 ¿Están los ojos de Dios sobre
usted?
¿Posee Jehová, el Creador Magistral, la facultad
de la visión? ¡Por supuesto que sí! La Biblia dice
claramente: “Aquel que formó el ojo, ¿no puede
mirar?” (Salmo 94:9). La visión de Jehová es
infinitamente superior a la de los seres humanos.
Él no solo ve la apariencia exterior, sino que
también es “el examinador de los corazones” y
puede “avalua[r] los corazones” (Proverbios 17:3;
21:2). Lo cierto es que tiene la capacidad de
evaluar nuestros pensamientos, motivos y deseos
más recónditos.
Jehová Dios ve incluso lo que se hace en completa
oscuridad. En efecto, “todas las cosas están
desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de
aquel a quien tenemos que dar cuenta” (Hebreos
4:13). Por eso, tanto si nuestras obras son buenas
como si son malas, Dios las ve todas (Proverbios
15:3).
w07 15/9 pág. 28 párr. 11 ¿De qué maneras
practicamos la misericordia?
Si damos buen uso a la lengua, demostramos que
nos guía la sabiduría que está “llena de
misericordia”. Ahora bien, si permitiéramos que la
envidia o la rivalidad nos dominaran y nos llevaran
a presumir de nuestros logros, decir mentiras o
hacer
comentarios
malintencionados,
¿qué
estaríamos dando a entender? Recordemos que
“todos los practicantes de lo que es perjudicial
siguen vanagloriándose” (Salmo 94:4). Y no
olvidemos que quien cuenta chismes echa a perder
el buen nombre de gente inocente (Salmo 64:2-4).
Igualmente, el “testigo falso [que] lanza simples
mentiras” causa daños gravísimos (Proverbios
14:5; 1 Reyes 21:7-13). Por eso, después de
hablar del uso egoísta de la lengua, Santiago
agrega: “No es correcto, hermanos míos, que estas
cosas sigan ocurriendo de esta manera” (Santiago
3:10b). Como vemos, de la boca del misericordioso
solo deberían salir palabras puras, pacíficas y
razonables. Por su parte, Jesús hizo la siguiente
advertencia: “De todo dicho ocioso que hablen los
hombres rendirán cuenta en el Día del Juicio”
(Mateo 12:36). En vista de este hecho, ¡qué
importante es que todo lo que digamos refleje
misericordia!
w06 15/7 pág. 13 Puntos sobresalientes de los
libros tercero y cuarto de los Salmos
94:19. Sea cual sea el motivo de nuestros
“pensamientos inquietantes”, si leemos y
meditamos en las “consolaciones” que se hallan en
la Biblia, nos sentiremos reconfortados.
w03 1/3 pág. 9 párr. 6 ‘Seamos animosos y
fuertes’
Tampoco hemos de perder el ánimo cuando los
enemigos manipulan los medios de comunicación
para difundir malos informes sobre los siervos de
Dios o cuando tratan de obstaculizar la adoración
verdadera “forjando penoso afán mediante decreto”
(Salmo 94:20). Supongamos, por ejemplo, que un
periódico, una emisora de radio o un canal de
televisión presentara a los testigos de Jehová en
falsos colores o mintiera descaradamente sobre
ellos.
¿Cómo
nos
sentiríamos?
¿Nos
escandalizaríamos? No. Sabemos que esto va a
ocurrir (Salmo 109:2). Y no nos sorprende que
algunas personas den crédito a tales mentiras y
tergiversaciones, pues “cualquiera que es
inexperto pone fe en toda palabra” (Proverbios
14:15). Sin embargo, los cristianos leales no creen
todos los comentarios que se hacen sobre sus
hermanos y de seguro no permiten que la
propaganda engañosa los lleve a perderse
reuniones cristianas, disminuir su actividad en el
ministerio del campo o flaquear en la fe. Al
contrario, se recomiendan “como ministros de Dios
[...] mediante gloria y deshonra, mediante mal
informe y buen
informe; como engañadores
[según los enemigos] y, sin embargo, [en realidad]
veraces” (2 Corintios 6:4, 8).
w95 1/1 pág. 30 Cómo distinguir la debilidad, la
iniquidad y el arrepentimiento
Normalmente el pecado afecta a más de una
persona. Por ejemplo, el adúltero peca contra Dios,
perjudica a su esposa e hijos y si la persona con la
que ha pecado está casada, perjudica también a
su familia; además, mancha el buen nombre de la
congregación. ¿Cómo ve todos estos efectos?
¿Siente
sincero
pesar
y
arrepentimiento
verdadero?, ¿o manifiesta la actitud descrita en el
Salmo 94: “Todos los practicantes de lo que es
perjudicial siguen vanagloriándose. A tu pueblo, oh
Jehová, siguen aplastando, y a tu herencia siguen
afligiendo. A la viuda y al residente forastero
matan, y a los huérfanos de padre asesinan. Y
siguen diciendo: ‘Jah no ve; y el Dios de Jacob no
lo entiende’”? (Salmo 94:4-7.)
Es probable que los pecados que se traten en una
congregación no tengan que ver con muertes ni
asesinatos. De todos modos, cuando los ancianos
investigan el pecado, puede evidenciarse el
espíritu descrito en estos versículos: estar
dispuesto a perjudicar a otros para beneficio
personal. Esto también es arrogancia, una
característica de la persona inicua. (Proverbios
21:4.) Es un espíritu totalmente contrario al del
verdadero cristiano, que está dispuesto a
sacrificarse por su hermano. (Juan 15:12, 13.)
w91 1/11 págs. 5-6 El día de la venganza de
Dios
La Biblia también dice que Jehová es un “Dios de
actos de venganza”. (Salmo 94:1.) El profeta
Isaías habla del “año de la buena voluntad de parte
de Jehová” y del “día de la venganza de parte de
nuestro Dios”. (Isaías 61:2.) ¿Cómo puede ser
Dios tanto misericordioso como vengativo? Y si
hemos de imitar Su misericordia, ¿por qué no
podemos imitarlo en cuanto a vengarnos?
La contestación a la primera pregunta es que Dios
es misericordioso porque ama a la humanidad y
perdona a los humanos al mayor grado posible y
por tanto tiempo como puede, para darles la
oportunidad de corregir su mal derrotero. Muchos
—como el apóstol Pablo— se han beneficiado de
esta misericordia. Pero Dios también es vengativo
—en el sentido de que exige justicia— porque su
misericordia solo se puede extender por cierto
tiempo. Cuando algunos hayan demostrado que
nunca van a cambiar de derrotero, Dios ejecutará
juicio durante lo que se conoce como su día de
venganza.
La respuesta a la segunda pregunta es: no; no
tenemos razón para ser vengativos solo porque
Dios se vengue. Jehová es perfecto en su justicia.
Los humanos no lo somos. Dios ve todo aspecto
de un asunto y siempre toma la decisión justa. No
se puede confiar en que nosotros hagamos lo
mismo que él. Por eso el apóstol Pablo aconsejó:
“No se venguen, amados, sino cédanle lugar a la
ira; porque está escrito: ‘Mía es la venganza; yo
pagaré, dice Jehová’”. (Romanos 12:19.) Por
nuestro propio bien, tenemos que dejar la
venganza en las manos de Jehová.
w70 15/11 pág. 695 párr. 23 Beneficiándose
personalmente de las leyes y principios de la
Biblia
Así pues, quizás una persona obedezca algunas
de las leyes de Dios porque son asuntos en los
cuales la congregación puede tomar medidas
disciplinarias o de expulsión. Pero quizás pase por
alto otras leyes de Dios cuya vigencia la autoridad
humana no puede sostener. Esta persona no tiene
la actitud mental correcta. Está pensando como el
inicuo que dice: “Jah no ve.” (Sal. 94:7) Su espíritu
es malo y su actitud es carnal, no espiritual. Es
preciso que rehaga su mente y obtenga la “mente
de Cristo.” (1 Cor. 2:14-16) La persona que
procede así no le tiene amor en su corazón a Dios
ni a su prójimo. Solo está pensando en sí misma y
no reconoce que Jehová Dios requiere fidelidad en
lo más mínimo y que exige que sus siervos le
rindan cuentas de todas las cosas.—Luc. 16:10;
Rom. 14:12; Heb. 4:13.
Capítulo 95
w06 15/7 pág. 13 Puntos sobresalientes de los
libros tercero y cuarto de los Salmos
95:7, 8. Para evitar que se nos endurezca el
corazón, debemos escuchar los consejos bíblicos,
prestarles atención y obedecerlos con prontitud
(Hebreos 3:7, 8).
w01 15/5 pág. 10 párrs. 6-7 Alabemos a Jehová
por sus grandes obras
Tras superar un obstáculo a nuestro progreso
espiritual, quizá nos sintamos inclinados a expresar
nuestro gozo y gratitud en oración, como hizo el
salmista cuando cantó así: “¡Oh, vengan,
clamemos gozosamente a Jehová! Gritemos en
triunfo a nuestra Roca de salvación. Lleguemos
delante de su persona con acción de gracias; con
melodías gritemos en triunfo ante él” (Salmo 95:1,
2).
Celebramos a Jehová cuando cantamos en las
reuniones de congregación y en las asambleas. Es
digno de destacar que muchas de tales canciones
se basan en ideas inspiradas del libro de los
Salmos. Estamos muy contentos de tener una
moderna colección de reconfortantes cánticos de
alabanza a Jehová. Cantar a Dios es una muy
buena razón para llegar temprano a las reuniones
y quedarse hasta el final, con el propósito de
celebrar a Jehová con canción y oración junto con
nuestros hermanos en la fe.
w86 15/12 pág. 29 “Bendigan a Jehová”... ¿por
qué?
♦ 95:3—¿De qué manera es Jehová un “Rey sobre
todos los demás dioses”?
Como Soberano Universal, Jehová es supremo y
es el Rey sobre todos los dioses falsos por el
hecho de que es muy superior a todos ellos.
Simplemente, no hay comparación entre Jehová
Dios y cualesquiera ángeles o cosas que algunos
quizás adoren, incluso los dioses falsos que no
existen.
Capítulo 96
w04 1/1 págs. 8-9 párrs. 2-3 Declaren todos la
gloria de Jehová
Sin habla, sin palabras, sin voz, los impresionantes
cielos que Jehová ha creado declaran su gloria día
tras día, noche tras noche. La creación nunca cesa
de proclamar la gloria de Dios, y uno se siente
insignificante al contemplar cómo este testimonio
silencioso sale a “toda la tierra” para que la
totalidad de sus habitantes lo vean. Pero el
testimonio mudo de la creación no es suficiente. A
los seres humanos fieles se les exhorta a unir sus
voces a él. Un salmista cuyo nombre
desconocemos dirigió por inspiración divina estas
palabras a los adoradores leales de Jehová:
“Atribuyan a Jehová gloria y fuerza. Atribuyan a
Jehová la gloria que pertenece a su nombre”
(Salmo 96:7, 8). Responder a esta exhortación
colma de alegría a quienes disfrutan de una
estrecha relación con Jehová. Ahora bien, ¿qué
está implicado en atribuir gloria a Dios?
Las palabras no bastan. Los israelitas
contemporáneos de Isaías honraban a Dios con los
labios, pero la mayoría no eran sinceros. Por
medio del profeta, Jehová dijo: “Este pueblo se ha
acercado con su boca, y me ha glorificado
meramente con sus labios, y ha alejado de mí su
corazón mismo” (Isaías 29:13). Cualquier alabanza
procedente de tales individuos era vana, pues solo
tiene valor la que brota de un corazón lleno de
amor por Jehová y del sincero reconocimiento de
su incomparable gloria. Solo Jehová es el Creador,
el Todopoderoso, el Justo por excelencia, la
personificación misma del amor. Él es la fuente
misma de nuestra salvación y el legítimo Soberano
al que debe someterse todo ser vivo en los cielos y
en la Tierra (Revelación [Apocalipsis] 4:11; 19:1).
Si de veras creemos estas cosas, glorifiquémoslo
con todo el corazón.
km 9/95 pág. 1 párr. 3 La asamblea de distrito
da el toque de llamada: ¡Alabemos con gozo a
Jehová de día en día!
El salmista inspirado escribió: “De día en día
anuncien las buenas nuevas de salvación por él.
[...] Porque Jehová es grande y ha de ser alabado
en gran manera”. (Sal. 96:2, 4.) ¿Son aplicables
estas palabras solo a los precursores? No.
¿Quieren decir que todos deberíamos hablar a los
demás acerca de Jehová en toda ocasión y en
todo lugar, incluso cuando no estemos participando
en el ministerio de casa en casa? Sí. Es
imprescindible que alabemos a Jehová todos los
días y hablemos al prójimo acerca de su medio de
salvación. La gente debe saber que Jehová es el
Rey Eterno y que ha dado la gobernación mundial
a su Hijo glorificado, Jesucristo. El amor a Jehová
y a la gente nos motivará a seguir dando a conocer
el mensaje y las provisiones de salvación
dondequiera que podamos hablar con alguien.
(Sal. 71:15.)
Capítulo 97
es11 pág. 9 Enero
Viernes 7 de enero
Manténganse limpios (Isa. 52:11).
Muchos años antes de que Isaías escribiera las
palabras del texto de hoy, el buen rey Asá había
emprendido una intensa campaña en Judá para
desarraigar la inmoralidad (1 Rey. 15:11- 13). Y
siglos después, el apóstol Pablo le dijo a Tito que
Jesús se había dado a sí mismo para purificar a
sus discípulos y convertirlos en “un pueblo
peculiarmente suyo, celoso de obras excelentes”
(Tito 2:14). En la sociedad tan degradada en la que
vivimos no es fácil mantener la pureza moral, sobre
todo en el caso de los jóvenes. Por eso es
necesario que todos los siervos de Dios, jóvenes y
mayores, luchemos para no contaminarnos con las
imágenes eróticas o pornográficas que se exhiben
en los carteles publicitarios, la televisión, el cine y
especialmente en Internet. Si tomamos en serio las
advertencias divinas, sentiremos verdadero odio
por lo que es malo (Sal. 97:10; Rom. 12:9). Como
dijo cierto hermano, la pornografía ejerce un
“enorme magnetismo, un gran poder de atracción”.
Para librarnos de su poder, debemos aborrecerla
por completo. w09 15/6 2:14, 15
es11 pág. 78 Agosto
Jueves 4 de agosto
Luz misma ha relumbrado para el justo (Sal.
97:11).
Aunque la mayoría de las religiones de la
cristiandad rechazan la esperanza de la vida
eterna en la Tierra, Satanás no ha logrado
mantener oculta la verdad. A lo largo de los siglos,
algunos lectores concienzudos de la Biblia vieron
destellos de luz, pues entendieron hasta cierto
grado lo que Dios hará para que la humanidad
recobre la perfección (Mat. 7:13, 14; 13:37- 39). En
el siglo XVII, la impresión de la Biblia y su
traducción a diversos idiomas pusieron las
Escrituras al alcance de muchas más personas. En
1651, un erudito escribió: “Si con Adán todos
mueren, y han perdido el paraíso y la vida eterna
en la tierra, con Cristo [...] todos los hombres
habrán de vivir también en la tierra, ya que de otro
modo la comparación no sería correcta” (1 Cor.
15:21, 22). Además, uno de los poetas de habla
inglesa más importantes, John Milton (1608-1674),
habló en sus obras El Paraíso perdido y El Paraíso
recobrado sobre la recompensa que los seres
humanos fieles recibirán en un paraíso terrestre.
w09 15/8 3:8
km 11/93 pág. 4 párr. 10 Jóvenes, regocijen el
corazón de Jehová
Cultiva verdadero aborrecimiento por lo que es
malo. (Sal. 97:10.) Cuando te veas tentado a
cometer un mal, piensa en cómo Jehová ve el
asunto, y medita en las consecuencias: preñeces
no deseadas, enfermedades de transmisión
sexual, angustia, pérdida de amor propio y pérdida
de privilegios en la congregación. No te expongas
a programas de televisión, películas, vídeos,
canciones y conversaciones que promueven la
iniquidad. No tengas compañerismo con aquellos a
quienes la Biblia llama “estúpidos”. (Pro. 13:19.)
Escoge con cautela; que tus compañeros íntimos
sean miembros de la congregación que aman a
Jehová y sus normas justas.
lv cap. 1 págs. 8-9 párr. 8 “Lo que el amor de
Dios significa”
Sin embargo, para agradar a Jehová no basta con
obedecer los mandamientos que él ha dejado
escritos en la Biblia. Jehová no nos agobia con
leyes que regulen cada paso que damos. De
hecho, nos enfrentamos todos los días a muchas
situaciones sobre las que no hay ningún
mandamiento bíblico directo. En tales casos,
¿cómo sabemos si Jehová estará contento con lo
que pensamos hacer? Pues bien, ¿dónde
encontramos indicaciones claras sobre cómo ve
Dios las cosas? Nuevamente, en la Biblia. Cuando
la estudiamos, aprendemos lo que Jehová ama y lo
que odia (Salmo 97:10; Proverbios 6:16-19). De
este modo, vamos viendo cuáles son las actitudes
y conductas que le agradan. Al ir conociendo la
manera de ser y actuar de Jehová, se nos hace
cada vez más fácil saber si una decisión está de
acuerdo con la voluntad de Dios o no. Así, muchas
veces logramos percibir “cuál es la voluntad de
Jehová” sobre determinado asunto aunque la Biblia
no contenga una ley específica (Efesios 5:17).
Capítulo 98
w04 15/5 pág. 8 “Batan las manos los ríos
mismos”
Si mira un mapa de la Tierra, verá por casi todas
partes líneas serpenteantes a través de las masas
continentales, hilos ondulantes que discurren por
llanuras, desiertos y praderas, y que salvan
sinuosamente valles, desfiladeros y bosques
(Habacuc 3:9). Hablamos de los ríos, las arterias
vitales de nuestro planeta, que son un testimonio
de la sabiduría y el poder del Creador de la Tierra,
Jehová. Al observarlos, sentimos lo mismo que el
salmista que cantó: “Batan las manos los ríos
mismos;
las
montañas
mismas
clamen
gozosamente todas juntas delante de Jehová”
(Salmo 98:8, 9).
w94 1/5 págs. 11-12 párrs. 10, 13 Cantemos
alabanzas a Jehová
¿Le parece que cantar los cánticos del Reino no es
lo suficientemente importante como para darle su
atención de todo corazón? Si así es, ¿no cree que
debería revaluar el asunto, en vista de la
importancia que Jehová Dios y Jesucristo dan a los
cantos de alabanza? De hecho, la Palabra de Dios
contiene muchos mandatos de que alabemos a
Jehová y le cantemos alabanzas. Por ejemplo, en
Isaías 42:10 leemos: “Canten a Jehová una
canción nueva, su alabanza desde la extremidad
de la tierra, ustedes los que están bajando al mar y
a lo que lo llena, islas y ustedes los que las
habitan”. (Véase también Salmo 96:1; 98:1.)
En conformidad con estos mandatos, “el esclavo
fiel y discreto” se ha encargado de que nuestras
reuniones —de congregación, asambleas de
circuito, días especiales de asamblea, asambleas
de distrito y asambleas internacionales— empiecen
y terminen con cánticos del Reino. (Mateo 24:45.)
Además, se programan otros cánticos para que los
entonemos durante estas reuniones. Dado que
nuestras reuniones suelen empezar con un cántico
del Reino, ¿no deberíamos asegurarnos de llegar a
tiempo para tomar parte en este aspecto de
nuestra adoración? Y como las reuniones terminan
con un cántico, ¿no deberíamos permanecer hasta
que cantemos el cántico de conclusión y se haga la
oración final?
rs pág. 306 Reino
¿Qué logrará el Reino de Dios?
Hacer de la Tierra un paraíso
Sal. 98:7-9: “Truene el mar y lo que lo llena, la
tierra productiva y los que moran en ella. Que los
ríos mismos batan sus manos; todas juntas clamen
gozosamente las montañas mismas delante de
Jehová, porque ha venido a juzgar la tierra.
Juzgará la tierra productiva con justicia y a los
pueblos con rectitud.” (Compárese con Génesis
1:28; 2:15; Isaías 55:11.)
Capítulo 99
w06 1/11 pág. 22 párr. 3 ¿Nos adherimos al
criterio de Jehová sobre las cosas sagradas?
El nombre divino, Jehová, es sagrado. El salmista
exclamó: “Elogien ellos tu nombre. Grande e
inspirador de temor, santo es este” (Salmo 99:3).
Jesús nos enseñó a orar diciendo: “Padre nuestro
que estás en los cielos, santificado sea [o: “sea
tenido por sagrado; sea tratado como santo”] tu
nombre” (Mateo 6:9, nota). María, la madre terrenal
de Jesús, cantó: “Mi alma engrandece a Jehová,
[...] grandes obras me ha hecho el Poderoso, y
santo es su nombre” (Lucas 1:46, 49). Del mismo
modo, los siervos de Jehová de la actualidad
tratamos su nombre como algo santo y evitamos
hacer cualquier cosa que pueda mancharlo.
Además, lo que es sagrado para Jehová, también
lo es para nosotros (Amós 5:14, 15).
Capítulo 100
w10 1/10 pág. 19 Cómo luchar contra los
sentimientos negativos
Pero esto no es todo. Dios también es capaz de
comprender a la perfección cómo nos sentimos,
pues “es él quien nos ha hecho, y no nosotros
mismos” (Salmo 100:3). Por lo tanto, si de vez en
cuando a usted le parece que nadie le comprende,
puede confiar en que Dios sí lo hace. ¿Por qué?
“Porque no de la manera como el hombre ve es
como Dios ve, porque el simple hombre ve lo que
aparece a los ojos; pero en cuanto a Jehová, él ve
lo que es el corazón.” (1 Samuel 16:7.) Para Dios,
nuestro corazón es como un libro abierto: no tiene
secretos.
w09 15/12 pág. 8 Muy ocupados y felices
sirviendo a Dios
Jehová desea que sus siervos seamos felices (Sal.
100:2). Sin embargo, por lo general llevamos una
vida muy ocupada. Tal vez antes de bautizarnos no
tuviéramos tan apretado el horario, pero ahora que
a las demás obligaciones se suman las
espirituales, es probable que nos sintamos
estresados. Quizá hasta tengamos sentimientos de
culpa por no poder hacerlo todo. ¿Cómo encontrar
el equilibrio para no perder “el gozo de Jehová”?
(Neh. 8:10.)
Como estos son tiempos difíciles y vivimos bajo
mucha presión, es necesario organizarse bien. El
apóstol Pablo escribió por inspiración este práctico
consejo: “Vigilen cuidadosamente que su manera
de andar no sea como imprudentes, sino como
sabios, comprándose todo el tiempo oportuno que
queda, porque los días son inicuos” (Efe. 5:15, 16).
¡Qué consejo tan acertado! Por eso, hacemos bien
en preguntarnos qué metas realistas podemos
ponernos a fin de equilibrar el estudio personal, la
familia, el ministerio, el trabajo y el resto de las
actividades.
w06 15/3 págs. 18-19 El reto de servir en una
congregación de habla extranjera
Aprender una nueva lengua es una tarea que dura
toda la vida. Así que, disfrute de la experiencia y
no espere perfección (Salmo 100:2). Los errores,
inevitables como son, forman parte del proceso de
aprendizaje. Un cristiano que había empezado a
predicar en italiano preguntó a una persona:
“¿Sabe usted cuál es la escoba de la vida?”,
cuando quería decir “el propósito de la vida”. Un
Testigo que estaba aprendiendo polaco invitó a la
congregación a entonar el perro en vez del cántico.
Y debido a un leve cambio en la entonación, un
estudiante de chino animó al auditorio a tener fe en
la biblioteca de Jesús, en lugar de en el rescate de
Jesús. El lado positivo de los errores es que los
términos correctos que uno aprende se quedan
grabados en la memoria.
w05 1/4 pág. 8 párr. 3 Los hijos son una
preciada herencia
¿Quién diríamos que es el auténtico creador del
bebé? Sin duda alguna: Aquel que dio origen a la
vida. El salmista cantó: “Sepan que Jehová es
Dios. Es él quien nos ha hecho, y no nosotros
mismos” (Salmo 100:3). Los padres saben muy
bien que la preciosa criatura que engendraron no
es obra de su ingenio. Solo un Dios de sabiduría
infinita podría ser el artífice del milagro de la vida.
Durante milenios, muchas personas perspicaces le
han atribuido el mérito al Magnífico Creador. ¿Qué
opina usted? (Salmo 139:13-16.)
w03 15/2 pág. 24 No dejen el corazón de sus
hijos en manos del azar
Francisco y Rosa percibieron la necesidad de
cultivar en los hijos fe en el Creador. Un elemento
que puede utilizarse para nutrir dicha fe es la
fascinación que sienten naturalmente los niños por
la creación. ¿No es verdad que les entusiasma
tocar a los animales, recoger flores del campo o
jugar con la arena del mar? Pues bien, los padres
tienen la oportunidad de mostrarles la relación
existente entre la naturaleza y el Creador (Salmo
100:3; 104:24, 25). La admiración y el respeto por
las obras de Jehová quizá los acompañen toda la
vida (Salmo 111:2, 10).
w00 15/7 pág. 5 Cómo puede tener más sentido
la vida
¿De qué manera satisfacemos las necesidades del
“hombre espiritual”, u “hombre interno”, es decir, “la
persona secreta del corazón”? Damos un paso
importante en esa dirección y en la satisfacción de
nuestra necesidad espiritual cuando reconocemos
lo que señaló el salmista inspirado que cantó:
“Sepan que Jehová es Dios. Es él quien nos ha
hecho, y no nosotros mismos. Somos su pueblo, y
las ovejas de su apacentamiento” (Salmo 100:3).
Aceptar este hecho nos lleva, lógicamente, a la
conclusión de que somos responsables ante Dios.
Si deseamos que se nos incluya entre “su pueblo,
y las ovejas de su apacentamiento”, debemos
actuar en conformidad con su Palabra, la Biblia.
w99 15/1 págs. 18-19 párr. 12 Alcemos manos
leales en oración
El salmista cantó con respecto a Dios: “Entren en
sus puertas con acción de gracias, en sus patios
con alabanza. Denle gracias, bendigan su nombre.
Porque Jehová es bueno; su bondad amorosa es
hasta tiempo indefinido, y su fidelidad hasta
generación tras generación” (Salmo 100:4, 5). Hoy
está entrando en los patios del santuario de
Jehová gente de todas las naciones, y por ello
podemos alabarlo y darle gracias. ¿Damos gracias
a Dios por el Salón del Reino local y demostramos
nuestro
agradecimiento
reuniéndonos
regularmente con aquellos que lo aman? Mientras
estamos allí, ¿elevamos la voz con entusiasmo en
cánticos de alabanza y agradecimiento a nuestro
amoroso Padre celestial?
w98 1/6 pág. 11 párr. 9 ‘Sigan andando en unión
con Cristo’
Jesús nos encomendó la predicación y la
enseñanza de las buenas nuevas (Mateo 24:14;
28:19, 20). Él dio el ejemplo perfecto, pues predicó
con denuedo y eficiencia. Es evidente que nunca
podremos hacerlo como él. Sin embargo, el apóstol
Pedro coloca esta meta ante nosotros: “Santifiquen
al Cristo como Señor en su corazón, siempre listos
para presentar una defensa ante todo el que les
exija razón de la esperanza que hay en ustedes,
pero haciéndolo junto con genio apacible y
profundo respeto” (1 Pedro 3:15). Si piensa que no
está ‘siempre listo para presentar una defensa’, no
pierda la esperanza. Póngase metas razonables
que le permitan acercarse progresivamente a ese
modelo. La preparación por anticipado puede
ayudarle a variar sus presentaciones o a incluir en
ellas uno o dos textos bíblicos. Puede fijarse la
meta de distribuir más publicaciones bíblicas,
hacer más revisitas o empezar un estudio bíblico.
El acento no debe ponerse estrictamente en la
cantidad, como el número de horas, colocaciones o
estudios, sino en la calidad. Ponerse metas
razonables y esforzarse por alcanzarlas contribuirá
al gozo de nuestro ministerio. Eso es lo que
Jehová desea: que le sirvamos “con regocijo”
(Salmo 100:2; compárese con 2 Corintios 9:7).
w95 15/1 págs. 19-20 párrs. 13-15 Sirva a
Jehová con gozo de corazón
El gozo debe desempeñar un papel importante en
nuestro servicio a Dios. El salmista cantó en una
melodía de acción de gracias: “Griten en triunfo a
Jehová, oh gentes de toda la tierra. Sirvan a
Jehová con regocijo. Entren delante de él con un
clamor gozoso”. (Salmo 100:1, 2.) Jehová es el
“Dios feliz” y desea que sus siervos hallen gozo al
cumplir con su dedicación a él. (1 Timoteo 1:11.)
Personas de todas las naciones deben alborozarse
en Jehová, y nuestras expresiones de alabanza
tienen que ser fuertes, como el ‘grito de triunfo’ de
un ejército victorioso. Ya que el servicio de Dios es
reconfortante, debemos participar en él con gozo.
Por ello, el salmista aconsejó al pueblo que entrara
en la presencia de Dios “con un clamor gozoso”.
El salmista agregó: “Sepan [reconozcan] que
Jehová es Dios. Es él quien nos ha hecho, y no
nosotros mismos. Somos su pueblo, y las ovejas
de su apacentamiento”. (Salmo 100:3.) Dado que
Jehová es nuestro Creador, le pertenecemos,
como las ovejas al pastor. Dios nos cuida tan bien
que lo alabamos con gratitud. (Salmo 23.)
Respecto a Jehová, el salmista también cantó:
“Entren en sus puertas con acción de gracias, en
sus patios con alabanza. Denle gracias, bendigan
su nombre. Porque Jehová es bueno; su bondad
amorosa es hasta tiempo indefinido, y su fidelidad
hasta generación tras generación”. (Salmo 100:4,
5.)
Hoy día, personas gozosas de todas las naciones
entran en los patios del santuario de Jehová para
ofrecerle acción de gracias y alabanza.
Bendecimos gozosamente el nombre de Dios
hablando siempre bien de Jehová, y sus
magníficas cualidades nos mueven a alabarlo. Él
es completamente bueno, y siempre podemos
confiar en que tratará a sus siervos con bondad
amorosa o consideración compasiva, pues esta
perdurará hasta tiempo indefinido. Hasta
“generación tras generación” Jehová muestra amor
fielmente a los que hacen su voluntad. (Romanos
8:38, 39.) De modo que tenemos buena razón para
‘servir a Jehová con regocijo’.
cl cap. 7 págs. 68-70 párrs. 6-7 El poder
protector: “Dios es para nosotros refugio”
Jehová es el Pastor y nosotros “somos su pueblo,
y las ovejas de su apacentamiento” (Salmo 23:1;
100:3). Hay pocos animales tan faltos de recursos
defensivos como la oveja doméstica. El pastor de
tiempos bíblicos tenía que ser valiente, ya que
debía proteger su rebaño de leones, lobos y osos,
así como de los ladrones (1 Samuel 17:34, 35;
Juan 10:12, 13). Pero a veces su labor requería
ternura. Por poner un caso: cuando alguna oveja
paría lejos del aprisco, el buen pastor se quedaba
con ella durante el difícil trance y luego recogía al
indefenso corderito y lo llevaba al redil.
Al compararse a un pastor, Jehová nos garantiza
que desea de corazón protegernos (Ezequiel
34:11-16). Recordemos la descripción que ofrece
de él Isaías 40:11, que ya vimos en el capítulo 2 de
este libro: “Como pastor pastoreará su propio hato.
Con su brazo juntará los corderos; y en su seno los
llevará”. ¿De qué forma logra el corderito que el
cuidador lo ponga en su “seno”, es decir, en los
pliegues de su vestidura exterior? Tal vez se le
acerque e incluso le empuje levemente la pierna.
Sin embargo, es el pastor quien tiene que
inclinarse a recogerlo y luego colocarlo con
cuidado al amparo de su seno. ¡Qué imagen tan
tierna de la disposición del Gran Pastor a
protegernos!
Capítulo 101
es12 pág. 19 Febrero
Lunes 6 de febrero
No pondré enfrente de mis ojos ninguna cosa que
no sirva para nada (Sal. 101:3).
Los cristianos evitan las diversiones que fomentan
el materialismo y el ocultismo, o que glorifican la
violencia y los actos sangrientos. Jehová pone
sobre los padres cristianos la responsabilidad de
seleccionar lo que pueden ver sus hijos en casa.
Es obvio que no van a permitirles que practiquen el
espiritismo. Pero deben tener en cuenta que
muchas películas, programas de televisión,
videojuegos e incluso libros infantiles, revistas de
historietas y novelas gráficas giran en torno a la
magia y el mundo sobrenatural (Pro. 22:5). Sin
importar nuestra edad, deberíamos huir de los
videojuegos que escenifican con sangriento
realismo asesinatos y otros actos violentos (Sal.
11:5). Nos negamos rotundamente a centrar el
pensamiento en actividades condenadas por
Jehová, recordando que debemos proteger la
mente contra los ataques de Satanás (2 Cor. 11:3).
Y tenemos mucho cuidado de que nuestra
adoración en familia, la lectura diaria de la Biblia y
la preparación para las reuniones no sufran por
dedicar demasiado tiempo a las diversiones,
aunque sean moralmente aceptables (Fili. 1:9, 10).
w10 15/4 3:12, 13
km 2/77 pág. 7 párr. 7 La fidelidad... nuestro
modo de vivir
Todos queremos ser hallados fieles al encargarnos
de la obra que se nos ha encomendado de
predicar las buenas nuevas. Sentimos una gran
responsabilidad para con las personas de nuestro
territorio asignado. El pueblo de Jehová está
resuelto a continuar predicando con tal que él
mantenga el camino abierto. La fidelidad de ellos al
predicar está resultando en que muchas más
personas se pongan de parte de la adoración
verdadera y se preparen para sobrevivir la “grande
tribulación.” La promesa de Jehová en Salmo
101:6 es animadora: “Mis ojos están sobre los
fieles de la tierra, para que moren conmigo. El que
anda en un camino exento de tacha, ese es el que
me servirá de ministro.”
yy cap. 8 pág. 62 párrs. 13-14 ¿Qué clase de
amigos deseas?
Aunque es bueno manifestar una disposición
amigable para con la gente, si deseas amigos
genuinos es necesario que ejerzas selección en
cuanto a los que quieres que sean tus compañeros
en relación estrecha y confidencial. David hizo eso.
Dice: “A cualquiera de ojos altivos y de corazón
arrogante, a ése no puedo aguantar. Mis ojos
están sobre los fieles de la tierra, para que moren
conmigo. . . . No morará dentro de mi casa ningún
obrador de artimañas.” (Salmo 101:5-7) ¿Por qué
es tan importante que los jóvenes de hoy día
seleccionen con juicio en cuanto a compañeros en
asociación estrecha?
Un principio fundamental de las relaciones sociales
es que uno tiende a parecerse a los que lo rodean
si uno se asocia con ellos por suficiente tiempo. La
clase de amigos que escojas dice mucho en
cuanto a la clase de persona que eres o
probablemente hayas de ser. Tus amigos íntimos
necesariamente tendrán en ti un efecto de “dar
forma” a tu persona.
g99 8/7 pág. 10 Cómo mantener una actitud
mental sana
Las imágenes que llegan a nuestra mente a través
de la vista ejercen una poderosa influencia en
nuestros pensamientos y acciones. Por ejemplo, si
con
frecuencia
nutrimos
la
mente
con
entretenimiento inmoral, nuestra determinación de
obedecer el mandato bíblico de ‘huir de la
fornicación’ podría debilitarse (1 Corintios 6:18).
Así mismo, si disfrutamos de entretenimiento que
presenta a “hombres que están practicando lo que
es perjudicial”, podría resultarnos difícil ser
“pacíficos con todos los hombres” (Salmo 141:4;
Romanos 12:18). Para evitar que esto suceda,
debemos apartar los ojos de lo “que no sirva para
nada” (Salmo 101:3; Proverbios 4:25, 27).
w08 15/10 pág. 6 párr. 16 Los “ojos radiantes”
de Jehová examinan a todos
Satanás hace lo imposible para corrompernos y
hacernos perder la aprobación de Jehová (Rev.
12:12, 17). Sus malignas intenciones se ven con
claridad en este mundo obsesionado con la
inmoralidad y la violencia. Por ejemplo, hoy es muy
fácil acceder a la pornografía mediante las
computadoras y otros aparatos. Pero no caigamos
en ninguna de las trampas del Diablo. Más bien,
hagamos nuestras las palabras de David, quien
escribió: “Actuaré con discreción en un camino
exento de falta. [...] Andaré en la integridad de mi
corazón dentro de mi casa” (Sal. 101:2).
w08 15/12 pág. 8 párrs. 5-6 ¿Será usted íntegro
pase lo que pase?
En primer lugar, debemos obedecer a Jehová
cuando estamos a solas. El rey David mencionó lo
importante que es actuar con lealtad en esos
momentos (léase Salmo 101:2). Claro, las
obligaciones propias de su cargo le exigían llevar
una vida pública, y seguramente estaba
acostumbrado a presentarse ante cientos o miles
de personas (compárese con Salmo 26:12). En
esas ocasiones debía dar un buen ejemplo al
pueblo (Deu. 17:18, 19). No obstante, David sabía
muy bien que también debía actuar con integridad
cuando estaba a solas, “dentro de [su] casa”. ¿Qué
hay de nosotros?
En Salmo 101:3 leemos estas palabras de David:
“No pondré enfrente de mis ojos ninguna cosa que
no sirva para nada”. Hoy día hay muchas
oportunidades, sobre todo cuando estamos a
solas, de poner frente a nuestros ojos cosas que
no sirven para nada. El uso de Internet ha
supuesto un gran desafío para muchos cristianos,
pues es muy fácil caer en la tentación de mirar
imágenes sensuales o incluso pornográficas. Si un
cristiano cayera en esa tentación, ¿podría decir
que está obedeciendo al Dios que inspiró las
palabras de Salmo 101:3? La pornografía es muy
nociva, pues es degradante, despierta apetitos
egoístas y codiciosos, daña la conciencia y
desgasta los matrimonios (Pro. 4:23; 2 Cor. 7:1; 1
Tes. 4:3-5).
w07 15/6 pág. 29 párr. 13 Jehová valora nuestra
obediencia
Por lo tanto, preguntémonos: “¿Estoy obedeciendo
a Jehová en mis actividades cotidianas, incluso en
lo que parecen ser asuntos privados?”. Jesús dijo:
“La persona fiel en lo mínimo es fiel también en lo
mucho, y la persona injusta en lo mínimo es injusta
también en lo mucho” (Lucas 16:10). ¿Estamos
‘andando en la integridad de nuestro corazón’ aun
‘dentro de nuestra casa’, donde nadie nos ve?
(Salmo 101:2.) En efecto, nuestra integridad se
puede ver sometida a prueba en nuestra propia
casa. Años atrás, el que quería ver imágenes
obscenas tenía que ir a locales de diversión
inmoral; ahora, en los países donde las
computadoras son comunes, bastan unos pocos
clics del ratón para acceder a tales imágenes.
¿Tomaremos a pecho las palabras de Jesús:
“Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de
tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio
con ella en su corazón”? ¿Evitaremos incluso mirar
imágenes inmorales? (Mateo 5:28; Job 31:1, 9, 10;
Salmo 119:37; Proverbios 6:24, 25; Efesios 5:3-5.)
w07 1/11 págs. 6-7 Cultivemos “la humildad
mental”
La falta de humildad es la causa de muchos
problemas y conflictos entre todo tipo de personas.
En cambio, ser humilde siempre produce buenos
resultados. En primer lugar, podemos contar con la
aprobación de Dios (Miqueas 6:8). También
podemos disfrutar de una vida tranquila, pues la
persona humilde suele vivir más feliz y satisfecha
que la persona soberbia (Salmo 101:5). Además,
forjamos mejores relaciones con la familia, los
amigos, los compañeros de trabajo y el resto de las
personas. Por último, el humilde también se evita
las consecuencias de ser desagradable o
demasiado
exigente:
peleas,
rencores,
distanciamiento y amargura (Santiago 3:14-16).
w05 1/11 págs. 24-25 párr. 14 ¿Andará usted
con Dios?
Para andar con Jehová, tenemos que verlo como
alguien muy real. Recordemos que Jehová les
aseguró a los fieles israelitas de la antigüedad que
no se estaba ocultando de ellos. De igual modo, él
se revela hoy a su pueblo como el Magnífico
Instructor. ¿Vemos a Jehová así de real, como si
estuviera delante de nosotros instruyéndonos? Esa
es la clase de fe que necesitamos para andar con
él. Moisés tuvo tal fe “porque continuó constante
como si viera a Aquel que es invisible” (Hebreos
11:27). Si Jehová es real para nosotros, tendremos
en cuenta sus sentimientos a la hora de tomar una
decisión. Por ejemplo, ni por un momento
pensaremos en hacer algo malo y luego
ocultárselo a los ancianos de la congregación o a
nuestra familia; más bien, procuraremos andar con
Dios aun cuando ningún ser humano nos esté
viendo. Nuestra determinación es la misma del
antiguo rey David: “Andaré en la integridad de mi
corazón dentro de mi casa” (Salmo 101:2).
w01 1/8 pág. 11 párr. 17 ¿‘Distinguimos tanto lo
correcto como lo incorrecto’?
Nosotros también hemos de estar preparados
como si fuéramos gimnastas, espiritualmente
hablando, a fin de tener la certeza de que las
decisiones que tomamos y las elecciones que
hacemos son siempre sensatas. En todo momento
debemos dominar por completo nuestros sentidos
y miembros (Mateo 5:29, 30; Colosenses 3:5-10).
Por ejemplo, ¿disciplinamos los ojos para no mirar
nada inmoral o los oídos para no escuchar
conversaciones ni música degradantes? Es verdad
que tales cosas perniciosas están por todas partes,
pero aún depende de nosotros el que arraiguen en
nuestra mente y corazón. Imitemos al salmista que
dijo: “No pondré enfrente de mis ojos ninguna cosa
que no sirva para nada. El obrar de los que
apostatan he odiado; no se me pega. [...] En
cuanto a cualquiera que habla falsedades, no
estará firmemente establecido enfrente de mis
ojos” (Salmo 101:3, 7).
w01 15/10 págs. 24-25 párr. 12 Salvaguardemos
el corazón
“La persona fiel en lo mínimo es fiel también en lo
mucho y la persona injusta en lo mínimo es injusta
también en lo mucho”, indicó el Hijo de Dios (Lucas
16:10). De modo que hemos de analizar cómo
actuamos ante situaciones cotidianas que parecen
insignificantes, incluso las que tienen lugar en la
intimidad del hogar (Salmo 101:2). Cuando
estamos en casa, viendo televisión o conectados a
Internet, ¿nos aseguramos de cumplir con la
exhortación bíblica de “que la fornicación y la
inmundicia de toda clase, o la avidez, ni siquiera se
mencionen entre ustedes, tal como es propio de
personas santas;
tampoco comportamiento
vergonzoso, ni habla necia, ni bromear obsceno,
cosas que no son decorosas”? (Efesios 5:3, 4.) ¿Y
qué decir de la violencia en la televisión o en los
videojuegos? “Jehová mismo examina al justo así
como al inicuo —escribió el salmista—, y Su alma
ciertamente odia a cualquiera que ama la
violencia.” (Salmo 11:5.)
w96 1/2 pág. 26 párr. 15 Confíe en Jehová y en
su Palabra
Hasta en la intimidad del hogar, los peligros
acechan a los jóvenes. Las videocintas o los
programas de televisión inmorales o violentos
pueden sembrar en ellos el deseo de practicar el
mal. (Santiago 1:14, 15.) La Biblia recomienda: “Oh
amadores de Jehová, odien lo que es malo”.
(Salmo 97:10; 115:11.) Jehová sabe si alguien está
tratando de llevar una doble vida. (Proverbios
15:3.) Joven cristiano, echa una mirada a tu cuarto.
¿Cuelgan de tus paredes pósteres de estrellas
inmorales del mundo de los deportes o de la
música, o más bien objetos beneficiosos que
constituyen buenos recordatorios? (Salmo 101:3.)
¿Contiene tu armario ropa modesta, o prendas que
reflejan los estilos extremados de este mundo? El
Diablo puede entramparte sutilmente si cedes a la
tentación de gustar lo que es malo. La Biblia da el
siguiente consejo sabio: “Mantengan su juicio,
sean vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en
derredor como león rugiente, procurando devorar a
alguien”. (1 Pedro 5:8.)
w89 15/9 pág. 27 ¿Quién puede ser amigo de
Dios?
David dijo: “A cualquiera que calumnia a su
compañero en secreto, a ese reduzco a silencio”.
(Salmo 101:5.) Nosotros también podemos
silenciar a los calumniadores si no escuchamos lo
que dicen. Y una buena regla es: a espaldas de
una persona no digamos nada que no estemos
dispuestos a decir delante de ella. El controlar así
la lengua es muy beneficioso.
w81 15/3 pág. 6 ¿Es cierto que “todos han
pecado”?
Es verdad que muchas personas evitan la
inmoralidad y el hurto, y esto es excelente. Pero
hay otros pecados. Nuestra habla, así como
también
nuestras
acciones,
pueden
ser
pecaminosas. El mentir es pecado. También lo es
el chisme calumnioso, el habla airada y el proferir
injurias. (Col. 3:9; Sal. 101:5; Efe. 4:31) Además,
Pablo dijo: “Ni refunfuñéis como refunfuñaron
algunos de ellos, y el exterminador los mató.” (1
Cor. 10:10, La Santa Biblia, Ediciones Paulinas)
Santiago condenó el jactarse, mientras que Pablo
nos aconsejó evitar el habla necia y el bromear
obsceno. (Sant. 4:16; Efe. 5:4) ¿Pudiera alguno de
nosotros decir honradamente que nunca ha
pecado por lo menos de una de las maneras que
se ha mencionado? Difícilmente. Santiago, el
hermano de Jesús, dijo: “Si alguno no tropieza en
palabra, éste es varón perfecto.” (Sant. 3:2)
¿Puede alguno de nosotros afirmar que es
perfecto? No.
¿QUÉ IDEAS DE LA LECTURA BÍBLICA DE ESTA
SEMANA PUEDEN SERVIRME EN LA
PREDICACIÓN?
Lectura de la Biblia (4 mins. o menos): Sl 95:1-96:13
(
Salmos
95:1-96:13)
¡Oh,
vengan,
clamemos gozosamente a Jehová! Gritemos en
triunfo a nuestra Roca de salvación. 2 Lleguemos
delante de su persona con acción de gracias; con
melodías gritemos en triunfo ante él. 3 Porque
Jehová es un gran Dios y un gran Rey sobre todos
los [demás] dioses, 4 Aquel en cuya mano están
las más recónditas profundidades de la tierra, y a
quien pertenecen los picos de las montañas; 5 a
quien pertenece el mar, que él mismo hizo, y cuyas
propias manos formaron la tierra seca
misma. 6 Oh, entren, adoremos e inclinémonos;
arrodillémonos delante de Jehová nuestro
Hacedor. 7 Porque él es nuestro Dios, y nosotros
somos el pueblo de su apacentamiento y las
ovejas de su mano. Hoy, si ustedes escuchan la
propia voz de él, 8 no endurezcan su corazón
como en Meribá, como en el día de Masah en el
desierto, 9 cuando sus antepasados me pusieron a
prueba; me examinaron, también vieron mi
actividad. 10 Por cuarenta años seguí teniéndole
asco a [aquella] generación, y procedí a decir: “Son
un pueblo de corazón propenso a descaminarse, y
ellos mismos no han llegado a conocer mis
caminos”; 11 respecto de quienes juré en mi cólera:
“Ciertamente no entrarán en mi lugar de
descanso”.
96 Canten a Jehová una canción nueva. Canten a
Jehová, [oh gentes de] toda la tierra. 2 Canten a
Jehová, bendigan su nombre. De día en día
anuncien las buenas nuevas de salvación por
él. 3 Declaren entre las naciones su gloria, entre
todos
los
pueblos
sus
maravillosas
obras. 4 Porque Jehová es grande y ha de ser
alabado en gran manera. Es inspirador de temor
más que todos los [demás] dioses. 5 Porque todos
los dioses de los pueblos son dioses que nada
valen; pero en cuanto a Jehová, él ha hecho los
mismísimos cielos. 6 Dignidad y esplendor están
ante él; fuerza y hermosura están en su
santuario. 7 Atribuyan a Jehová, oh familias de los
pueblos,
atribuyan
a
Jehová
gloria
y
fuerza. 8 Atribuyan a Jehová la gloria que
pertenece a su nombre; lleven un regalo y entren
en sus patios. 9 Inclínense ante Jehová en adorno
santo; estén con dolores fuertes a causa de él, [oh
gentes de] toda la tierra. 10 Digan entre las
naciones: “Jehová mismo ha llegado a ser rey. La
tierra productiva también queda firmemente
establecida de modo que no se le puede hacer
tambalear. Él defenderá en rectitud la causa de los
pueblos”. 11 Regocíjense los cielos, y esté gozosa
la tierra. Truene el mar y lo que lo llena.
12
Alborócese el campo abierto y cuanto hay en él.
Al mismo tiempo, prorrumpan gozosamente [en
gritos] todos los árboles del bosque 13 delante de
Jehová. Porque ha venido; porque ha venido a
juzgar la tierra. Juzgará la tierra productiva con
justicia, y a los pueblos con su fidelidad.
SEAMOS MEJORES MAESTROS
(Vea la Guía de Actividades para la Reunión)
Primera conversación (2 mins. o menos): Portada
de g16.4. Prepare el terreno para la revisita.
Curso bíblico (6 mins. o menos): bh págs. 161,
162 párrs. 18, 19. Ayude al estudiante a ver cómo
puede poner en práctica la información.
PRACTIQUE LA ADORACIÓN VERDADERA
Revisita (4 mins.
o menos): Portada
de g16.4. Prepare el
terreno para volver.
18. ¿Cómo le ayudarán las reuniones cristianas
a ponerse de parte de la adoración verdadera?
18
Para agradar a Dios, usted debe rechazar la
adoración falsa y ponerse de parte de la adoración
verdadera. ¿Cómo puede hacerlo? La Biblia dice:
“Consideremos cómo estimularnos unos a otros al
amor y a las buenas obras. No dejemos de
reunirnos, como acostumbran algunos, sino
animémonos unos a otros, y mucho más al ver que
el día se acerca” (Hebreos 10:24, 25, Nueva
Versión Internacional, 1990). Las reuniones
cristianas son ocasiones felices en las que
podemos adorar a Dios como él aprueba (Salmo
22:22; 122:1). En tales reuniones se produce “un
intercambio de estímulo” entre los cristianos fieles
(Romanos 1:12).
(Salmo 22:22) Ciertamente declararé tu nombre a mis
hermanos; en medio de la congregación te alabaré.
(Salmo 122:1) Me regocijé cuando estuvieron
diciéndome: “Vamos a la casa de Jehová”.
(Romanos 1:12) o, más bien, para que haya un
intercambio de estímulo entre ustedes, por cada uno
mediante la fe del otro, tanto la de ustedes como la mía.
NUESTRA VIDA CRISTIANA
Canción 90
Nuestros hermanos mayores son de enorme
valor (Sl 92:12-15) (15 mins.): Análisis con el
auditorio. Ponga el video Nuestros hermanos
mayores son de enorme valor (vaya a tv.jw.org,
en la sección VIDEOS > LA BIBLIA). Luego pida a
los presentes que comenten qué lecciones
aprendieron. Anime a los mayores a transmitir su
experiencia y sus vivencias a los más jóvenes.
Y también anime a los jóvenes a pedirles consejo a
los mayores cuando tengan que tomar decisiones
importantes.
(Salmo 92:12-15) El justo mismo florecerá como lo
hace una palmera; como lo hace el cedro en el
Líbano, él crecerá y se hará grande. 13 Los que están
plantados en la casa de Jehová, en los patios de
nuestro Dios, florecerán. 14 Todavía seguirán
medrando durante la canicie —gordos y frescos
continuarán siendo— 15 para anunciar que Jehová es
recto. [Él es] mi Roca, en quien no hay injusticia.
ESTUDIO BÍBLICO DE LA CONGREGACIÓN:
“EJEMPLOS DE FE” cap. 21 párr. 13-22(30 mins.) y las preguntas de repaso del capítulo
“Soy varón pecador, Señor”
13, 14. ¿Qué milagro realizó Jesús a favor de
Pedro, y cómo reaccionó este?
13
Cuando Jesús terminó de hablar, le dijo a
Pedro: “Rema hasta donde está profundo, y echen
sus redes para la pesca”. Aunque Pedro tenía sus
dudas, le respondió: “Instructor, toda la noche nos
afanamos y no sacamos nada, pero porque tú lo
dices bajaré las redes”. De seguro, lo que menos
deseaba era volver a echar las redes, pues
acababa de limpiarlas y, además, ya había pasado
el mejor momento para pescar. De todos modos le
hizo caso, y probablemente les indicó a los
hombres de la otra barca que lo siguieran (Luc.
5:4, 5).
14
Al empezar a recoger las redes, Pedro y sus
compañeros sintieron un peso inesperado.
Extrañados, tiraron de ellas con más fuerza y ¡qué
sorpresa se llevaron! ¡Estaban repletas de peces!
De inmediato les hicieron señas a los pescadores
de la otra barca para que les ayudaran. Había
tantos peces que las dos barcas no tardaron en
llenarse, e incluso se hundían por el peso. Pedro
no podía creerlo. Y es que, aunque había visto en
otras ocasiones cuánto poder tenía Cristo, este
milagro le afectaba personalmente. ¡Estaba frente
a un hombre que hasta podía atraer a los peces
hacia las redes! Invadido por el temor, Pedro se
arrodilló ante Jesús y le dijo: “Apártate de mí,
porque soy varón pecador, Señor”. Está claro que
Pedro no se sentía digno de estar junto al Mesías,
el hombre que contaba con el poder de Dios (lea
Lucas 5:6-9).
(Lucas 5:6-9) Pues bien, cuando hicieron esto,
encerraron una gran multitud de peces. En realidad,
se les rompían las redes. 7 De modo que hicieron
señas a sus socios [que estaban] en la otra barca
para que vinieran y les prestaran ayuda; y ellos
vinieron, y llenaron ambas barcas, de manera que
estas se hundían. 8 Viendo esto, Simón Pedro cayó a
las rodillas de Jesús, y dijo: “Apártate de mí, porque
soy varón pecador, Señor”. 9 Pues, ante la redada de
peces que habían pescado, quedaron pasmados él y
todos los que con él estaban,
15. ¿Qué hizo Jesús para mostrarle a Pedro que
no había razón para sus dudas y
temores?
15
Sin embargo, Jesús le dijo con bondad: “Deja
de tener miedo. De ahora en adelante estarás
pescando vivos a hombres” (Luc. 5:10, 11). Aquel
no era momento de dudar o sentir temor, pues
Jesús lo estaba invitando a participar en una obra
única en la historia. Pedro no tenía por qué abrigar
dudas respecto a cómo mantendría a su familia.
Tampoco tenía razones para inquietarse por sus
propias limitaciones y defectos. Podía confiar en
que el Dios al que Jesús servía perdona “en gran
manera” (Is. 55:7). Y podía estar seguro de que
Jehová se encargaría de satisfacer todas sus
necesidades, tanto físicas como espirituales (Mat.
6:33).
16. ¿Cómo respondieron Pedro, Santiago y
Juan a la invitación de Jesús, y por qué
fue esa la mejor decisión?
16
Pedro aceptó la invitación de inmediato, y lo
mismo hicieron Santiago y Juan. La Biblia dice que
“volvieron a traer las barcas a tierra, y
abandonaron todo y le siguieron” (Luc. 5:11). Está
claro que Pedro tomó la mejor decisión: ejercer fe
en Jesús y en el Dios que lo había enviado.
En nuestros días, los cristianos demuestran esa
misma fe cuando vencen sus dudas y temores a fin
de servir a Jehová. Ellos también pueden tener la
seguridad de que su Padre celestial nunca los
abandonará (Sal. 22:4, 5).
“¿Por qué cediste a la duda?”
17. ¿Qué experiencias había vivido Pedro en
los dos años que llevaba conociendo
a Jesús?
17
Volvamos a la escena que leímos al principio
de este capítulo. Ya han pasado dos años desde
que Pedro conoció a Jesús. Él y sus compañeros
están remando con fuerza en medio de una noche
tempestuosa en el mar de Galilea. No hay forma
de saber en qué está pensando Pedro, pero lo
cierto es que tiene muchas experiencias que
recordar. Ha presenciado varios milagros de Jesús.
Por ejemplo, cuando su propia suegra se enfermó,
vio cómo Jesús la sanaba. También ha escuchado
de primera mano sus enseñanzas, como las que
pronunció en el Sermón del Monte. Después de
todo esto, Pedro puede estar seguro de que Jesús
es el Mesías, el Elegido de Jehová. Con el paso de
los meses, ha mejorado en algunos aspectos de su
personalidad, como su tendencia a ceder
repentinamente a sus miedos y dudas. Tanto es
así que Jesús lo escogió para que fuera uno de
sus 12 apóstoles. Con todo, como veremos a
continuación, Pedro todavía no ha ganado la
batalla contra esta debilidad.
18, 19. a) ¿Qué vio Pedro en el mar de Galilea?
b) ¿Cómo respondió Jesús a la petición
de Pedro?
18
Ya es la cuarta vigilia de la noche, es decir,
entre las tres de la mañana y el amanecer.
De pronto, Pedro observa algo a lo lejos que se
mueve sobre las aguas. Intrigado, deja de remar y
se levanta para ver lo que es. ¿Será el reflejo de la
luna en la espuma de las olas? No puede ser;
parece más bien una figura que avanza de forma
constante. Cuando al fin alcanza a verlo mejor,
no puede creerlo: ¡es un hombre que viene
caminando sobre el mar y va a pasar junto a ellos!
Los discípulos, asustados, creen que se trata de un
fantasma. Pero el hombre les dice: “Cobren ánimo,
soy yo; no tengan temor”. En efecto, es Jesús
mismo (Mat. 14:25-28).
19
Ante esto, Pedro responde: “Señor, si eres
tú, mándame venir a ti sobre las aguas”. Lleno de
valor y entusiasmo ante aquel espectacular
milagro, quiere vivirlo más de cerca y así fortalecer
su fe. Bondadosamente, Jesús hace lo que le pide
y lo llama. Pedro, sin dudarlo un segundo, se baja
de la barca y pisa las agitadas aguas. ¿Puede
usted imaginarse lo que siente al ver que sus pies
no se hunden? Admirado, empieza a caminar con
paso firme hacia Jesús. Pero, de repente, otro
sentimiento se apodera de él (lea Mateo 14:29).
(Mateo 14:29) 29 Él dijo: “¡Ven!”. Entonces Pedro,
bajando de la barca, anduvo sobre las aguas y fue
hacia Jesús. . .
20. a) ¿Qué error cometió Pedro, y cuál fue el
resultado? b) ¿Qué palabras le dijo
Jesús a Pedro?
20
Al ver la fe de su discípulo, Jesús usa el
poder de Jehová para hacer que camine sobre las
inquietas aguas. Ahora bien, Pedro tiene que
mantener la vista fija en Jesús; pero en estos
momentos críticos, se distrae. “Al mirar a la
tempestad de viento, le dio miedo”, explica la
Biblia. Cuando Pedro ve el mar revuelto y las olas
chocando violentamente contra la barca, el pánico
lo domina. ¿Será que va a morir allí, tragado por
las aguas? En unos instantes, el miedo ahoga su
fe, y Pedro —a quien Jesús había llamado “Roca”
por la estabilidad que vislumbraba en él— empieza
a hundirse como una piedra lanzada al mar.
Aunque es un nadador experto, no confía en sus
propias fuerzas y comienza a gritar: “¡Señor,
sálvame!”. Enseguida, Jesús lo agarra de la mano
y lo saca hacia la superficie. Ya de pie sobre las
aguas, le dice estas impactantes palabras:
“Hombre de poca fe, ¿por qué cediste a la duda?”
(Mat. 14:30, 31).
“Al
mirar a la tempestad
miedo”
de viento,
le dio
21. ¿Por qué son tan peligrosas las dudas, y
cómo podemos combatirlas?
21
¡Qué valiosa lección encierran estas
palabras! Ceder a las dudas es muy peligroso,
pues estas ejercen un tremendo poder sobre
nosotros. Pueden llegar a devorar nuestra fe y
ahogarnos espiritualmente. Por eso, debemos
estar resueltos a luchar contra nuestros temores y
dudas. ¿Cómo lo lograremos? Manteniendo el
enfoque adecuado. Si nos concentramos en lo que
puede intimidarnos, desanimarnos o distraernos de
seguir a Jehová y a Cristo, nuestras dudas
crecerán. Pero si mantenemos la vista fija en
nuestro Dios y en su Hijo —en todo lo que han
hecho, hacen y harán a favor de quienes los
aman—, seremos capaces de vencer las dudas
destructivas.
22. ¿Por qué es Pedro un gran ejemplo?
22
Pedro sigue a Jesús mientras este se dirige a
la barca. Al subirse, ve que la tormenta ha
desaparecido. El mar de Galilea vuelve a estar en
calma. Tanto Pedro como los demás discípulos
reconocen admirados: “Verdaderamente eres Hijo
de Dios” (Mat. 14:33). Mientras el Sol despunta en
el horizonte, Pedro de seguro se siente
inmensamente agradecido. Esa noche había
aprendido a vencer sus dudas y temores, a confiar
más en Jehová y Jesús. Pero aún le faltaba mucho
para llegar a ser aquel pilar que Cristo predijo.
No obstante, estaba decidido a seguir luchando.
Y nosotros, ¿estamos resueltos a hacer lo mismo?
¡Qué gran ejemplo de fe nos dio Pedro!
PREGUNTAS PARA PENSAR
• ¿Cómo superó Pedro las dudas que tenía sobre
hacerse discípulo de Jesús?
• ¿Cómo sabemos que Jesús se concentraba en
las virtudes de Pedro?
• ¿Qué aprendió Pedro sobre lo peligrosas que son
las dudas en su experiencia en el mar de
Galilea?
• ¿Cómo podría imitar usted la fe de Pedro?
 Repaso de esta reunión y adelanto de la próxima (3 mins.)
 Canción 29 y oración
DE ENERO _ 2 CRÓNICAS 29- 32
TEXTOS ESTUDIO DE LA ATALAYA
1
(Daniel 1:6) Ahora bien, sucedió que hubo entre ellos
algunos de los hijos de Judá: Daniel, Hananías, Misael y
Azarías.
(Daniel 1:8) Pero Daniel se resolvió en su corazón a no
contaminarse con los manjares exquisitos del rey ni con
su vino de beber. Y siguió solicitando del oficial
principal de la corte no contaminarse.
(Daniel 1:12) “Por favor, pon a tus siervos a prueba por
diez días, y que nos den algunas legumbres para que
comamos, y agua para que bebamos;
(Daniel 3:16-18) Sadrac, Mesac y Abednego
respondieron, y decían al rey: “Oh Nabucodonosor,
respecto a esto no estamos bajo necesidad de devolverte
palabra. 17 Si ha de ser, nuestro Dios a quien servimos
puede rescatarnos. Del horno ardiente de fuego y de tu
mano, oh rey, [nos] rescatará. 18 Pero si no, séate sabido,
oh rey, que a tus dioses no servimos, y la imagen de oro
que has erigido ciertamente no adoraremos”.
(Daniel 10:11) Y procedió a decirme: “Oh Daniel,
hombre muy deseable, ten entendimiento en las palabras
que te hablo, y ponte de pie donde estabas parado,
porque ahora he sido enviado a ti”. Y cuando él habló
conmigo esta palabra, sí me puse de pie, retemblando.
(Daniel 10:19) Entonces dijo: “No tengas miedo, oh
hombre muy deseable. Ten paz. Sé fuerte, sí, sé fuerte”.
Y tan pronto como habló conmigo ejercí mi fuerza y
finalmente dije: “Hable mi señor, porque me has
fortalecido”.
2
(Jeremías 18:6) “‘¿No puedo yo hacer con ustedes
justamente como este alfarero, oh casa de Israel? —es la
expresión de Jehová—. ¡Miren! Como el barro en la
mano del alfarero, así son ustedes en mi mano, oh casa
de Israel.
3
(Proverbios 4:23) Más que todo lo demás que ha de
guardarse, salvaguarda tu corazón, porque procedentes
de él son las fuentes de la vida.
(Daniel 5:1) En lo que respecta a Belsasar el rey, él hizo
un gran festín para mil de sus grandes, y enfrente de los
mil estuvo bebiendo vino.
(Daniel 5:20) Pero cuando su corazón se hizo altivo y su
propio espíritu se hizo duro, de modo que actuó
presuntuosamente, fue bajado del trono de su reino, y su
propia dignidad le fue quitada.
(Hebreos 3:13) pero sigan exhortándose los unos a los
otros cada día, mientras pueda llamársele “Hoy”, por
temor de que alguno de ustedes se deje endurecer por el
poder engañoso del pecado.
(Hebreos 3:18, 19) Pero ¿a quiénes juró él que no
entrarían en su descanso, sino a los que habían actuado
desobedientemente? 19 Así vemos que ellos no pudieron
entrar debido a falta de fe.
(2 Crónicas 26:3-5) Dieciséis años de edad tenía Uzías
cuando empezó a reinar, y por cincuenta y dos años
reinó en Jerusalén. Y el nombre de su madre fue Jecolías
de Jerusalén. 4 Y siguió haciendo lo que era recto a los
ojos de Jehová, conforme a todo lo que había hecho
Amasías su padre. 5 Y continuamente tendió a buscar a
Dios en los días de Zacarías, el que instruía en el temor
del Dios [verdadero]; y, en los días de buscar él a
Jehová, el Dios [verdadero] lo hizo próspero.
(2 Crónicas 26:16-21) Sin embargo, tan pronto como se
hizo fuerte, su corazón se hizo altivo aun hasta el punto
de causar ruina, de modo que actuó infielmente contra
Jehová su Dios y entró en el templo de Jehová para
quemar incienso sobre el altar del incienso.
17
Inmediatamente Azarías el sacerdote y con él
sacerdotes de Jehová, ochenta hombres valientes,
entraron tras él. 18 Entonces se plantaron contra Uzías el
rey y le dijeron: “No es negocio tuyo, oh Uzías, quemar
incienso a Jehová, sino que es negocio de los sacerdotes
los hijos de Aarón, los santificados, el quemar incienso.
Sal del santuario; porque has actuado infielmente, y no
te es para gloria alguna de parte de Jehová Dios”. 19 Pero
Uzías se enfureció mientras en su mano había un
incensario para quemar incienso, y, durante su furia
contra los sacerdotes, la lepra misma relumbró en su
frente delante de los sacerdotes en la casa de Jehová al
lado del altar del incienso. 20 Cuando Azarías el
sacerdote principal y todos los sacerdotes se volvieron
hacia él, pues, ¡allí estaba azotado de lepra en la frente!
De modo que excitadamente empezaron a sacarlo de allí,
y él mismo también se apresuró a salir, porque Jehová lo
había herido. 21 Y Uzías el rey continuó leproso hasta el
día de su muerte, y siguió morando en una casa exento
de deberes, como leproso; porque había sido excluido de
la casa de Jehová, mientras Jotán su hijo estaba sobre la
casa del rey, juzgando a la gente de la tierra.
(Proverbios 16:18) El orgullo está antes de un ruidoso
estrellarse; y un espíritu altivo, antes del tropiezo.
4
(Romanos 12:3) Pues por la bondad inmerecida que se
me ha dado digo a cada uno que está allí entre ustedes
que no piense más de sí mismo de lo que sea necesario
pensar; sino que piense de tal modo que tenga juicio
sano, cada uno según le haya distribuido Dios una
medida de fe.
(Proverbios 29:1) Un hombre censurado repetidas
veces, pero que hace dura su cerviz, de repente será
quebrado, y eso sin curación.
5
(Jeremías 17:9) ”El corazón es más traicionero que
cualquier otra cosa, y es desesperado. ¿Quién puede
conocerlo?
(Salmo 119:165) Paz abundante pertenece a los que
aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo.
(Colosenses 3:13) Continúen soportándose unos a otros
y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene
causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó
liberalmente a ustedes, así también háganlo ustedes.
6
(Eclesiastés 8:11) Por cuanto la sentencia contra una
obra mala no se ha ejecutado velozmente, por eso el
corazón de los hijos de los hombres ha quedado
plenamente resuelto en ellos a hacer lo malo.
7
(Números 14:1-4) Entonces toda la asamblea alzó la
voz, y el pueblo siguió dando salida a su voz y llorando
durante toda aquella noche. 2 Y todos los hijos de Israel
empezaron a murmurar contra Moisés y Aarón, y toda la
asamblea empezó a decir contra ellos: “¡Si siquiera
hubiéramos muerto en la tierra de Egipto, o si siquiera
hubiéramos muerto en este desierto! 3 ¿Y por qué está
Jehová llevándonos a esta tierra para caer a espada?
Nuestras esposas y nuestros pequeñuelos llegarán a ser
botín. ¿No es mejor volvernos a Egipto?”. 4 Hasta se
pusieron a decir unos a otros: “¡Nombremos un cabeza,
y volvámonos a Egipto!”.
(Números 14:11) Por fin Jehová dijo a Moisés: “¿Hasta
cuándo me tratará sin respeto este pueblo, y hasta
cuándo no pondrán fe en mí por todas las señales que he
ejecutado en medio de ellos?
(Salmo 78:40, 41) ¡Cuán a menudo se rebelaban contra
él en el desierto, lo hacían sentirse herido en el desierto
árido! 41 Y vez tras vez ponían a Dios a prueba, y
causaban dolor aun al Santo de Israel.
8
(Mateo 6:33) ”Sigan, pues, buscando primero el reino y
la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas les serán
añadidas.
9
(2 Corintios 13:5) Sigan poniéndose a prueba para ver
si están en la fe, sigan dando prueba de lo que ustedes
mismos son. ¿O no reconocen que Jesucristo está en
unión con ustedes? A no ser que estén desaprobados.
10
(Deuteronomio 17:18, 19) Y tiene que suceder que,
cuando se siente sobre el trono de su reino, tiene que
escribir para sí en un libro una copia de esta ley, de
aquella que está a cargo de los sacerdotes, los levitas.
19
”Y esta tiene que continuar con él, y él tiene que leer
en ella todos los días de su vida, a fin de que aprenda a
temer a Jehová su Dios para guardar todas las palabras
de esta ley y estas disposiciones reglamentarias, por
medio de ponerlas por obra;
(Hechos 17:11) Ahora bien, estos eran de disposición
más noble que los de Tesalónica, porque recibieron la
palabra con suma prontitud de ánimo, y examinaban con
cuidado las Escrituras diariamente en cuanto a si estas
cosas eran así.
(1 Timoteo 4:15) Reflexiona sobre estas cosas; hállate
intensamente ocupado en ellas, para que tu
adelantamiento sea manifiesto a todos.
12
(1 Corintios 10:12) Por consiguiente, el que piensa que
está en pie, cuídese de no caer.
13
(Gálatas 5:22, 23) Por otra parte, el fruto del espíritu es:
amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe,
23
apacibilidad, autodominio. Contra tales cosas no hay
ley.
14
(Mateo 18:1-4) En aquella hora se acercaron los
discípulos a Jesús y dijeron: “¿Quién, realmente, es
mayor en el reino de los cielos?”. 2 De modo que,
llamando a sí a un niñito, lo puso en medio de ellos 3 y
dijo: “Verdaderamente les digo: A menos que ustedes se
vuelvan y lleguen a ser como niñitos, de ninguna manera
entrarán en el reino de los cielos. 4 Por eso, cualquiera
que se humille como este niñito, es el mayor en el reino
de los cielos;
(2 Timoteo 3:14, 15) Tú, sin embargo, continúa en las
cosas que aprendiste y fuiste persuadido a creer,
sabiendo de qué personas las aprendiste, 15 y que desde
la infancia has conocido los santos escritos, que pueden
hacerte sabio para la salvación mediante la fe
relacionada con Cristo Jesús.
15
(1 Corintios 5:11) Pero ahora les escribo que cesen de
mezclarse en la compañía de cualquiera que, llamándose
hermano, sea fornicador, o persona dominada por la
avidez, o idólatra, o injuriador, o borracho, o que
practique extorsión, y ni siquiera coman con tal hombre.
(1 Corintios 5:13) mientras Dios juzga a los de afuera?
“Remuevan al [hombre] inicuo de entre ustedes.”
16
(Proverbios 3:5, 6) Confía en Jehová con todo tu
corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. 6 En
todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará
derechas tus sendas.
(Proverbios 28:26) El que confía en su propio corazón
es estúpido, pero el que anda con sabiduría es el que
escapará.
17
(Isaías 64:8, 9) Y ahora, oh Jehová, tú eres nuestro
Padre. Nosotros somos el barro, y tú eres nuestro
Alfarero; y todos somos la obra de tu mano. 9 No estés
indignado, oh Jehová, hasta el extremo, y no te acuerdes
para siempre de [nuestro] error. Mira, ahora, por favor:
todos somos pueblo tuyo.
(Romanos 8:21) de que la creación misma también será
libertada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la
gloriosa libertad de los hijos de Dios.