REFERENCIAS VIDA Y MINISTERIO CRISTIANOS

SALMOS
Reunión Vida y Ministerio Cristianos del 15 a 21 de agosto
Canción 80 y oración
Palabras de introducción (-3 mins.)
102 a 105
 “JEHOVÁ SE ACUERDA DE QUE SOMOS POLVO” (10 mins.)
 Salmo 103:8-12. Jehová es
misericordioso y nos perdona si
nos arrepentimos.
(Salmo
103:8-12)
Jehová
es
misericordioso y benévolo, tardo para la
cólera y abundante en bondad amorosa. 9 No por todo tiempo seguirá señalando faltas, ni hasta tiempo indefinido se
quedará resentido. 10 No ha hecho con
nosotros aun conforme a nuestros pecados; ni conforme a nuestros errores ha
traído sobre nosotros lo que merecemos.
11 Porque así como los cielos son más
altos que la tierra, su bondad amorosa es
superior para con los que le temen.
12 Tan lejos como está el naciente del poniente, así de lejos ha puesto de nosotros
nuestras transgresiones.
*** La Atalaya 15 junio de 2013
página 20 párr. 14 ***
Jehová es leal y está dispuesto
a perdonar
Es muy consolador meditar en el
perdón de Jehová. Hace mucho, una hermana a quien llamaremos Elena fue
expulsada, y varios años después fue
readmitida. Ella recuerda: “Me decía a mí
misma y a los demás que creía que
14
Jehová me había perdonado, pero la verdad es que lo sentía distante y pensaba
que para otros él estaba más cerca y era
más real”. Sin embargo, Elena obtuvo
consuelo al leer y analizar algunas comparaciones que la Biblia emplea para
describir el perdón de Jehová. “Sentí su
amor y ternura como nunca antes”, comenta. Y esta idea la conmovió de un
modo muy especial: “No debemos creer
que perdurará toda la vida la mancha de
los errores que [Jehová] nos ha perdonado”. Elena concluye: “Me di cuenta de
que en realidad no había creído que él
pudiera perdonarme por completo; pensaba que tendría que llevar esa carga el
resto de mis días. Sé que me tomará
algún tiempo, pero ahora empiezo a sentir que puedo acercarme a Jehová, y es
como si me hubieran quitado un gran peso de encima”. ¡Qué amoroso y misericordioso es el Dios al que servimos! (Sal.
103:9.)
*** La Atalaya 15 julio de 2012
página 16 párr. 17***
Sirvamos al Dios de la libertad
Por supuesto, todos cometemos errores en un momento u otro de nuestra vida
(Ecl. 7:20). Cuando nos suceda, no nos
derrumbemos ni pensemos que no valemos nada. Si caemos, levantémonos y
sigamos caminando, aunque para ello
necesitemos pedirles ayuda a los ancianos. Santiago aseguró que “la oración de
fe sanará al indispuesto, y Jehová lo
levantará. También, si hubiera cometido
pecados, se le perdonará” (Sant. 5:15).
Jamás olvidemos que Jehová es muy
compasivo y que él nos trajo a la congregación porque vio algo bueno en
nuestro interior (léase Salmo 103:8, 9).
Así pues, mientras nos esforcemos de
todo corazón por serle fieles, él nunca
nos abandonará (1 Cró. 28:9).
17
 Salmo 103:13, 14. Jehová
conoce muy bien nuestras
limitaciones.
(Salmo 103:13, 14) Como un padre
muestra misericordia a sus hijos, Jehová
1
ha mostrado misericordia a los que le
temen. 14 Pues él mismo conoce bien la
formación de nosotros, y se acuerda de
que somos polvo.
***La Atalaya 15 abril de 2015,
página 26 párrafo 8. ***
No deje de confiar en Jehová
Otro factor que hay que tomar en
cuenta es que Jehová conoce a la
perfección nuestras limitaciones (Sal.
103:14). Él no espera que salgamos adelante solo con nuestras propias fuerzas;
es nuestro Padre y nos ofrece su ayuda.
Claro, habrá veces que sintamos que ya
no podemos más. Pero Jehová nos asegura que si el problema es tan grande
que no podemos soportarlo, nos dará
una salida (lea 1 Corintios 10:13). Él
sabe lo que podemos y lo que no podemos aguantar. Confiemos en él.
8
***La Atalaya 15 junio de 2013,
página 15 párr. 16. ***
Jehová es generoso y razonable
Imaginemos que somos israelitas
bastante pobres. Al llegar al tabernáculo
con un poco de harina para ofrecer,
vemos que otros israelitas más pudientes
traen ganado. Quizás nos podríamos
sentir avergonzados por el escaso valor
de nuestro sacrificio de harina. Pero entonces recordamos que nuestra ofrenda
es valiosa a los ojos de Jehová. ¿Por
qué? Porque él nos exige que la harina
sea de alta calidad. Es como si dijera a
los israelitas más pobres: “Comprendo
que ustedes no pueden ofrecer tanto
como otros, pero también sé que me están dando lo mejor que pueden darme”.
Verdaderamente, Jehová demuestra lo
razonable que es al tener en cuenta las
limitaciones y circunstancias de sus siervos (Sal. 103:14).
16
 Salmo 103:19, 22. El aprecio por la
misericordia de Jehová debería
motivarnos a defender su soberanía.
*** La Atalaya 1 diciembre de 2007
página 21 párr. 1 ***
(Salmo 103:19-22) Jehová mismo ha
establecido firmemente su trono en los
cielos mismos; y sobre toda cosa su propia gobernación real ha tenido la dominación. 22 Bendigan a Jehová, todas las
obras suyas, en todos los lugares de su
dominación. Bendice a Jehová, oh alma
mía.
“JEHOVÁ mismo ha establecido
firmemente su trono en los cielos
mismos; y sobre toda cosa su propia
gobernación real ha tenido la dominación.” (Salmo 103:19.) Con estas
palabras, el salmista se refirió a la soberanía de Dios. Por ser el Creador, él tiene
todo el derecho a ser el Soberano del universo.
*** La Atalaya 15 noviembre de
2010 página 25 párrafo 5***
Jehová es nuestro Soberano
Puesto que Jehová ha creado todo,
es el legítimo Soberano de la Tierra y del
resto del universo (léase Revelación
4:11). Además, también es nuestro Juez,
Legislador y Rey, combinando así en su
persona los poderes judicial, legislativo y
ejecutivo, las tres ramas del gobierno
universal (Isa. 33:22). Dado que le
debemos la existencia y dependemos de
él, tenemos que verlo como nuestro
Señor Soberano y defender su elevadísima posición. Algo que nos moverá a
hacerlo es tener siempre presentes estas
palabras: “Jehová mismo ha establecido
firmemente su trono en los cielos mismos; y sobre toda cosa su propia gobernación real ha tenido la dominación” (Sal.
103:19; Hech. 4:24).
5
miento
2
La soberanía de Jehová y el Reino de
Dios
SALMOS 102-105 Jehová se acuerda de que somos polvo
David utilizó comparaciones para explicar la misericordia de Jehová
103:12
Jehová pone nuestros
pecados tan lejos como
es posible imaginar; igual
de lejos que está el naciente del poniente.
103:11
Igual que no podemos
comprender por completo
la distancia que hay entre la
Tierra y las estrellas, tampoco podemos comprender
del todo la inmensidad
del amor leal de Jehová
103:13
Así como un padre se
compadece de su hijo hijo,
cuando este sufre. Jehová
es misericordioso con quienes se sienten aplastados
por sus pecados y se arrepienten.
Vea Guía de actividades para la Reunión – página 5
8 mins.
 Salmo 102:12, 27. ¿Cómo nos
ayuda a superar la tristeza
concentrarnos en nuestra relación con Jehová?
(Salmo 102:12, 27) 12 En cuanto a ti, oh
Jehová, hasta tiempo indefinido morarás, y la mención conmemorativa de ti
será por generación tras generación.
27 Pero tú eres el mismo, y tus propios
años no se completarán.
*** La Atalaya 15 marzo de 2014
página 16, párrafos 19-21 ***
Mantengamos una actitud positiva
LA “ORACIÓN DEL AFLIGIDO”
El escritor del Salmo 102 estaba
desesperado. Se sentía afligido por un
profundo dolor, fuera físico o emocional, y no tenía fuerzas para enfrentarse
a sus problemas (Sal. 102, encabezamiento). Sus palabras revelan que se
hallaba absorto en sí mismo, en su dolor y soledad (Sal. 102:3, 4, 6, 11).
Creía que Jehová quería desecharlo
(Sal. 102:10).
19
Aun así, el salmista podía usar su
vida para alabar a Jehová (lea Salmo
102:19-21). Como muestra el Salmo
102, quienes están en la fe pueden
experimentar tanta angustia que no logren concentrarse en nada más.
El salmista se sintió “como un pájaro
20
3
aislado sobre un techo”, como si su
única compañía fueran sus preocupaciones (Sal. 102:7). Si usted alguna vez
se siente así, derrámele su corazón a
Jehová, tal como hizo el salmista. Las
oraciones del afligido —las de usted
mismo— lo ayudarán a combatir los
pensamientos negativos. Jehová ha
prometido que “se volverá hacia la oración de los que están despojados de
todo, y no despreciará su oración” (Sal.
102:17). Confíe en esa promesa.
 Salmo 103:13. ¿Por qué
Jehová no responde enseguida todas nuestras oraciones?
 (Salmo 103:13) Como un padre
muestra misericordia a sus hijos,
Jehová ha mostrado misericordia a
los que le temen.
*** La Atalaya 15 abril de 2015
página 25 párr. 7. ***
No deje de confiar en Jehová
Pero ¿por qué Jehová no responde enseguida todas nuestras oraciones? Recordemos que en la Biblia se
compara la relación que tenemos con él
a la de un niño con su padre (Sal.
7
103:13). El niño no puede esperar que
el padre le conceda de inmediato todo
lo que le pide. A veces, puede que se
trate de un deseo pasajero. En otros casos, el padre decide esperar al
momento más adecuado. También podría ser que el niño pidiera algo que
no le conviene o que pudiera afectar a
otras personas. Es más, si el padre le
concediera todas sus peticiones,
terminaría convirtiéndose en su esclavo. De forma parecida, puede que Je-
hová decida esperar antes de contestar
nuestras oraciones porque entiende
que eso es lo mejor para nosotros. Él
tiene derecho a hacerlo, pues es nuestro Creador, nuestro Amo y nuestro
Padre. Pero también es sabio y nos
quiere, por eso podemos confiar en él.
Por otro lado, no debemos olvidar que
somos nosotros quienes servimos a
Dios, no al revés (compare con Isaías
29:16; 45:9).
¿Qué me enseña sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana?
*** w08 1/4 págs. 11-12 ***
¿Será destruido el planeta Tierra?
Mucho antes de que los científicos
reconocieran la “tendencia al desorden”
en el mundo físico, un salmista escribió
refiriéndose a Dios: “Tú colocaste los
fundamentos de la tierra misma, y los
cielos son la obra de tus manos. Ellos
mismos perecerán, pero tú mismo
quedarás en pie; e igual que una prenda
de vestir todos ellos se gastarán. Igual
que ropa los reemplazarás, y ellos
terminarán su turno. Pero tú eres el
mismo, y tus propios años no se
completarán” (Salmo 102:25-27).
Con estas palabras, el salmista
no desmintió el propósito eterno de Dios
para la Tierra. Más bien, estaba
contrastando la existencia eterna de
Dios con el carácter perecedero de toda
la materia creada por él. Si no fuera por
el poder eterno y renovador de Dios, el
universo —lo que incluye el sistema
solar del que depende nuestro planeta
para tener luz, energía y estabilidad
orbital— se sumiría en un caos absoluto
que lo conduciría a su destrucción. Así
que, por sí sola, la Tierra se ‘gastaría’, es
decir, llegaría a su fin.
*** w99 15/5 pág. 22***
“Bendice a Jehová, oh alma mía”
David se recuerda lo siguiente: “[Jehová]
está sanando todas tus dolencias” (Salmo
103:3). Puesto que sanar implica una
recuperación o restablecimiento, supone
más que perdonar el mal proceder. Conlleva
la eliminación de las “dolencias”, es decir, las
malas consecuencias de haber actuado mal.
En el nuevo mundo que Jehová traerá, él
ciertamente erradicará las consecuencias
físicas del pecado, como la enfermedad y la
muerte
(Isaías
25:8;
Revelación
[Apocalipsis] 21:1-4). Pero incluso hoy, Dios
nos sana de las dolencias espirituales, que
en el caso de algunas personas incluyen una
mala conciencia y una relación rota con él.
‘No olvidemos’ lo que Jehová ya ha hecho
por cada uno de nosotros a este respecto.
*** w99 15/5 págs. 23-24 ***
“Bendice a Jehová, oh alma mía”
Jehová libra a su pueblo
El salmista también canta: “Jehová está
ejecutando actos de justicia y decisiones
judiciales para todos los que están siendo
defraudados. Dio a conocer sus caminos a
Moisés, sus tratos hasta a los hijos de Israel”
(Salmo 103:6, 7). Al hablar de los
“defraudados”, David probablemente está
pensando en los israelitas que vivieron bajo
los opresores egipcios en los días de Moisés.
Meditar sobre cómo Jehová dio a conocer a
Moisés que los liberaría debe haber
despertado un sentimiento de gratitud en el
corazón de David.
Reflexionar sobre cómo trató Dios con
los israelitas nos motiva a nosotros a sentir
una gratitud similar. Pero no debemos dejar
de pensar en las experiencias actuales de
los siervos de Jehová, como las que
aparecen en los capítulos 29 y 30 del libro
Los testigos de Jehová, proclamadores del
Reino de Dios. Los relatos documentados
que se encuentran en él y en otras
publicaciones de la Sociedad Watch Tower
nos permiten ver cómo ha ayudado Jehová
a su pueblo en nuestros tiempos a aguantar
encarcelamiento, ataques de turbas,
proscripciones, campos de concentración y
campos de trabajos forzados. Ha habido
pruebas en países desgarrados por la
guerra, como Burundi, Liberia, Ruanda y la
antigua Yugoslavia. Siempre que ha habido
una persecución, la mano de Jehová ha
sustentado a sus siervos fieles. Meditar
sobre estos hechos de nuestro gran Dios,
Jehová, nos ayudará igual que ayudó a
David el reflexionar en el relato de la
liberación de Egipto.
4
*** w08 15/8 pág. 13 párr. 6 ***
Honremos a Jehová actuando con
dignidad
6 El fiel salmista debió de sentirse
conmovido al observar el silencioso
esplendor de un cielo tachonado de
brillantes estrellas. Asombrado por la
extraordinaria destreza creadora de Jehová
y por la manera en que extendió “los cielos
como una tela de tienda”, dijo que Dios se
había vestido de dignidad (léase Salmo
104:1, 2). Aunque el omnipotente Creador es
invisible, su dignidad y esplendor se
perciben en sus obras visibles.
*** w11 15/10 pág. 8 párr. 1 ***
¿Son sanas nuestras diversiones?
LA Biblia muestra en numerosos pasajes
que Jehová no quiere que simplemente
pasemos por la vida, sino que desea que
disfrutemos de ella. Por ejemplo, Salmo
104:14, 15 señala que él “está haciendo [...]
salir alimento de la tierra, y vino que regocija
el corazón del hombre mortal, para hacer
brillar el rostro con aceite, y pan que sustenta
el mismísimo corazón del hombre mortal”.
En efecto, Dios hace crecer los cultivos para
que obtengamos grano, aceite y vino con
que alimentarnos. Pero notemos que el vino
es un producto que no solo nos nutre, sino
que además nos “regocija el corazón” (Ecl.
9:7; 10:19). Es evidente que Jehová quiere
que los seres humanos vivan felices, pues
está “llenando por completo sus
corazones [...] de alegría” (Hech. 14:16, 17).
*** w00 1/3 pág. 15 ***
‘Hallemos a Jehová y su fuerza’
Busquemos el poder que Jehová da
6 Jehová puede dar poder a sus siervos
y también protegerlos. La Biblia nos exhorta
a “hallar a Jehová y su fuerza” (Salmo
105:4). ¿Por qué? Porque cuando hacemos
las cosas con la fuerza de Jehová, usamos
nuestro poder para beneficio y no para
perjuicio de los demás. No hallamos otro
ejemplo mejor al respecto que el de
Jesucristo, quien ejecutó muchos milagros
con “el poder de Jehová” (Lucas 5:17). Jesús
pudo haberse dedicado a hacerse rico,
famoso o incluso un rey omnipotente (Lucas
4:5-7). Sin embargo, utilizó el poder de Dios
para preparar, enseñar, ayudar y curar al
prójimo (Marcos 7:37; Juan 7:46). Qué buen
ejemplo para nosotros.
*** w14 1/6 págs. 7-8 ***
¿Ha probado el pan de la vida?
Al sacar a su pueblo de allí, Jehová
no tenía la intención de dejarlo sin pan. Les
prometió: “Voy a hacer que llueva pan para
ustedes desde los cielos”. Y cumplió su
palabra, pues todas las mañanas aparecía
una especie de capa “fina [y] hojaldrada” que
parecía escarcha o rocío. “¿Qué es?”,
preguntaron los israelitas la primera vez que
la vieron. “Es el pan que Jehová les ha dado
para alimento”, les respondió Moisés.
Entonces comenzaron a llamarlo maná, y
eso fue lo que los alimentó durante los
siguientes cuarenta años (Éxodo 16:4, 1315, 31).
Al principio, el maná tuvo que haber
impresionado a los israelitas. La Biblia dice
que “su sabor era como el de tortas
aplastadas con miel”, y había suficiente para
todos (Éxodo 16:18). Pero con el paso del
tiempo, empezaron a extrañar la variedad de
la comida egipcia. “Nuestros ojos no se
posan en cosa alguna sino en el maná”,
refunfuñaron (Números 11:6). Más tarde
dijeron furiosos: “Nuestra alma ha llegado a
aborrecer el pan despreciable” (Números
21:5). Al final, el “pan del cielo” se convirtió
en algo desagradable y repulsivo para ellos
(Salmo 105:40).
¿Qué ideas de la lectura bíblica de esta semana pueden servirme en la predicación
*** w14 15/3 pág. 16 párr. 21 ***
Mantengamos una actitud positiva
21 El Salmo 102 también nos enseña a
cultivar una actitud más positiva. El salmista
logró esto centrándose en su relación con
Jehová (Sal. 102:12, 27). Lo consolaba
saber que él siempre estaría ahí para
ayudar a su pueblo a enfrentarse a las
adversidades. Por tanto, si los sentimientos
negativos que usted tiene no le dejan hacer
todo lo que quisiera en el servicio a Dios,
dígaselo en oración. Pídale que lo escuche,
no solo para obtener alivio, sino para que su
santo nombre sea declarado (Sal.
102:20, 21).
*** w11 1/8 pág. 13 ***
Él recuerda “que somos polvo”
(Salmo 103)
David sabía que “Jehová es
misericordioso”
y
que
no
está
continuamente “señalando faltas” en
nosotros (versículos 8 a 10). Cuando Dios
ve razones para mostrar misericordia, su
perdón es completo y generoso. Con tres
elocuentes comparaciones, el poeta David
nos ayuda a entender la profundidad de la
misericordia que Jehová nos concede.
“Como los cielos son más altos que la
tierra, su bondad amorosa es superior para
con los que le temen.” (Versículo 11.)
Al contemplar el cielo nocturno, es difícil
imaginar la inmensa distancia que separa la
Tierra del firmamento estrellado. David
resalta con estas palabras la grandeza de la
misericordia de Dios, una faceta de su amor
leal. Jehová es misericordioso con “los que
le temen” o, como explicó un comentarista
bíblico, con quienes “respetan su autoridad
con humildad y fervor”.
“Tan lejos como está el naciente del
poniente, así de lejos ha puesto de nosotros
nuestras transgresiones.” (Versículo 12.)
Otra versión dice: “Como está lejos el este
del oeste”. ¿Es eso muy lejos? Tanto como
podamos imaginar. Cierta obra de consulta
bíblica aclara: “Puedes volar tan lejos como
te lleven las alas de la imaginación, y si vas
hacia occidente, cada aletazo te llevará más
lejos del oriente”. Así, en este versículo
David indica que cuando Dios nos perdona
los pecados, los pone tan lejos de nosotros
como nos sea posible imaginar.
“Como un padre muestra misericordia a
sus hijos, Jehová ha mostrado misericordia
a los que le temen.” (Versículo 13.) David
sabía por experiencia que un padre
amoroso desea ser compasivo con sus
hijos, sobre todo cuando están afligidos.
De este modo, el salmista nos asegura que
nuestro bondadoso Padre celestial muestra
misericordia a sus hijos humanos, en
especial cuando ve que están arrepentidos
de sus pecados y que su corazón está
“quebrantado y aplastado” (Salmo 51:17).
Después de estas tres comparaciones,
David revela lo que impulsa a Jehová a ser
misericordioso con los seres humanos
imperfectos: “Él mismo conoce bien la
formación de nosotros, y se acuerda de que
somos polvo” (versículo 14). El Creador
sabe que estamos hechos de polvo, que
tenemos debilidades y limitaciones. Y como
toma en cuenta nuestra inclinación al
pecado, está “listo para perdonar” siempre
que nos arrepintamos de corazón (Salmo
86:5).
*** w74 1/8 pág. 454 ***
Enfermedades y dolencias... ¿no
terminarán nunca?
El quebrantar la ley de Dios (el pecar) y
las enfermedades así están enlazadas. La
profecía en Isaías 33:24, que tuvo un
cumplimiento en Israel de la antigüedad, da
énfasis a este enlace. Dice: “Ningún
residente dirá: ‘Estoy enfermo.’” ¿Cómo
podría alguien en aquel entonces declarar
tal cosa? El versículo contesta: “El pueblo
que está morando en la tierra será el
perdonado por su error.” Cuando volvían a
ser obedientes a Dios, resultaba lo que
pudiera llamarse ‘salud espiritual.’ Y eso
producía los beneficios de salud física que
Jehová prometía. (Compare también con
Salmo 103:1-5.) Esto es igualmente cierto
hoy día.
Lectura de la Biblia: Salmo 105:24-45. (- 4 mins.)
(Salmo 105:24-45) 24 Y él siguió
haciendo a su pueblo muy fructífero, y
gradualmente lo hizo más poderoso
que sus adversarios. 25 Dejó que el
corazón de ellos cambiara para que
odiaran a su pueblo, para que se portaran astutamente contra sus siervos.
26 Envió a Moisés su siervo, a Aarón, a
quien había escogido. 27 Ellos pusieron
entre aquellos los asuntos de sus señales, y los milagros en la tierra de Cam.
28 Él envió oscuridad, y así lo hizo
oscuro; y no se rebelaron contra sus
palabras. 29 Cambió sus aguas en sangre, y procedió a hacer morir sus peces. 30 Su tierra pululó de ranas, en los
5
cuartos interiores de sus reyes. 31 Dijo
que entraran los tábanos, jejenes en
todos sus territorios. 32 Hizo que sus
precipitaciones fueran granizo, un fuego llameante en su tierra. 33 Y procedió
a herir sus vides y sus higueras, y a
quebrar los árboles de su territorio.
34 Dijo que entraran las langostas, y
una especie de langosta, aun sin
número. 35 Y estas se pusieron a comer
toda la vegetación de la tierra de ellos;
también se pusieron a comer el fruto de
su suelo. 36 Y él procedió a derribar a
todo primogénito en su tierra, el principio de toda su facultad generativa. 37 Y
empezó a sacarlos con plata y oro; y
entre sus tribus no hubo nadie que viniera tropezando. 38 Egipto se regocijó
cuando salieron, porque el pavor de
ellos había caído sobre ellos. 39 Él
extendió una nube por pantalla, y fuego
para alumbrar de noche. 40 Pidieron, y
procedió a traer codornices, y con pan
del cielo siguió satisfaciéndolos.
41 Abrió una roca, y aguas empezaron
a manar; estas pasaron por las regiones áridas como un río. 42 Porque se
acordó de su santa palabra [que habló]
con Abrahán su siervo. 43 Por lo tanto
sacó a su pueblo con alborozo, a sus
escogidos aun con un clamor gozoso.
44 Y gradualmente les dio las tierras de
las naciones —y ellos siguieron tomando posesión del producto del duro
trabajo de grupos nacionales— 45 a fin
de que guardaran sus disposiciones
reglamentarias y observaran sus propias leyes.. . .
Primera conversación. (- 2 mins.)
Portada de ¡Despertad! 2016, Número 4. Páginas 10, 11.Prepare el terreno para la revisita.
AYUDA PARA LAS FAMILIAS | JÓVENES
Cómo adaptarse a los cambios
EL PROBLEMA



Por el trabajo de tu padre, tu familia debe mudarse lejos.
Tu mejor amiga se va a vivir a otra ciudad.
Tu hermano mayor se va a casar y se marcha.
¿Te adaptarías con facilidad a estos cambios?
Los árboles que se doblan con el
viento aguantan mejor las
tormentas. Del mismo modo, tú
puedes “doblarte” cuando llegan
cambios sobre los que tienes poco
o ningún control. Pero antes de ver
cómo hacerlo, analicemos algunas
cosas que debes saber sobre los
cambios.
LO QUE DEBES SABER
Los
cambios
son
inevitables. La Biblia reconoce una verdad
fundamental sobre los seres humanos:
“El tiempo y el suceso imprevisto les
acaecen a todos” (Eclesiastés 9:11).
Tarde o temprano, comprobarás lo
ciertas que son estas palabras. Por
supuesto, no todo lo inesperado es
malo. Algunos cambios que al principio parecen malos podrían acabar
siendo buenos. Aun así, la mayoría de
las personas se sienten cómodas con
6
su rutina, con lo que conocen; mientras
que los cambios, sean buenos o no, les
causan ansiedad.
Para los adolescentes es especialmente difícil. ¿Por qué? “Ya estás
experimentando cambios internos —
comenta un joven llamado Alex—.* Los
cambios externos no hacen más que
aumentar el estrés”.
Otra razón es que, al enfrentarse a un
cambio, los adultos ya cuentan con un
“libro” lleno de experiencias que
pueden consultar para ver qué hicieron
en situaciones parecidas. Sin embargo, los jóvenes apenas tienen unas
pocas páginas escritas.
Es posible adaptarse. La resiliencia
es la capacidad para adaptarse a los
cambios y superar las adversidades.
Una persona con esta cualidad
no solo aguanta las nuevas circunstancias, sino que también ve cómo sacar
partido de las dificultades. Por esa
razón, es menos probable que los
jóvenes resilientes caigan en las drogas o el alcohol cuando se sienten
abrumados.
LO QUE PUEDES HACER
Acepta la realidad. Seguro que te
gustaría tener el control de tu vida,
pero eso es sencillamente imposible.
Tus amigos se irán lejos o se casarán;
tus hermanos crecerán y se marcharán
de casa, o tu familia se mudará y
tendrás que dejar atrás a tus amigos y
todo lo que conoces. Es mejor aceptar
la realidad que permitir que tus
pensamientos negativos te abrumen (texto bíblico clave: Eclesiastés
7:10).
Mira al futuro. Pensar todo el tiempo
en el pasado es como conducir por una
autopista sin dejar de mirar al espejo
retrovisor. Echar un vistazo atrás es
bueno, pero debes concentrarte en la
carretera, en lo que tienes delante de
ti. Lo mismo ocurre cuando te enfrentas a los cambios. Intenta concentrarte
en el futuro (Proverbios 4:25). Por
ejemplo, ¿qué objetivo podrías ponerte
para el próximo mes o para los próximos seis meses?
Concéntrate en lo positivo. “La
resiliencia tiene que ver con la actitud
—afirma una joven llamada Laura—.
Búscale el lado bueno a tu situación
actual”. ¿Puedes mencionar algo positivo de tus nuevas circunstancias? (texto bíblico clave: Eclesiastés
6:9).
Una mujer joven llamada Victoria recuerda que durante su adolescencia
todos sus amigos se mudaron lejos.
“Me sentía muy sola. Quería que las
cosas fueran como antes —comenta—
. Pero al mirar al pasado, siento que
fue justo entonces cuando empecé a
madurar. Me di cuenta de que crecer
es cambiar y de que estaba rodeada
de personas que podían llegar a ser
mis amigos” (texto bíblico clave: Proverbios 27:10).
Pensar todo el tiempo en el pasado es
como conducir por una autopista sin
dejar de mirar al espejo retrovisor
Haz cosas por los demás. La Biblia
nos dice cómo lograrlo: “No vigilando
con interés personal solo sus propios
asuntos, sino también con interés
personal los de los demás” (Filipenses
2:4). Un buen antídoto contra nuestros
propios desafíos es ayudar a los demás con los suyos. Anna, de 17 años,
dice: “Al crecer, me di cuenta de que
me sentía mucho mejor cuando ayudaba a alguien que estaba pasando por
una situación igual o peor que la mía”.
*
Se han cambiado algunos nombres.
TEXTOS BÍBLICOS CLAVE



“No digas: ‘¿Por qué ha sucedido que los días anteriores resultaron ser mejores que estos?’”
(Eclesiastés 7:10).
“Vale más lo que se ve con los ojos que lo que se imagina con el deseo”
(Eclesiastés 6:9, El libro del Pueblo de Dios).
“Mejor es un vecino que está cerca que un hermano que está lejos”
(Proverbios 27:10).
Revisita. (- 4 mins.)
Portada de ¡Despertad! 2016, Número 4. Páginas 10, 11.Prepare el terreno para la revisita
(ELIJA LA MISMA INFORMACION DE LA PRIMERA CONVERSACIÓN PARA ESTA ASIGNACION)
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(-6 mins.) Páginas 164-164 párrs. 3, 4.
Ayude al estudiante a ver cómo puede poner en práctica la información.
¿POR QUÉ DEBEMOS ORAR A JEHOVÁ?
3 Una razón importante por la que debemos orar a Jehová es que
4 Otra
razón por la que debemos orar es que cuando lo hacemos
con frecuencia, se estrecha nuestra relación con Jehová. Los
buenos amigos no se comunican solo cuando necesitan algo,
sino en cualquier momento, porque se interesan el uno en el
otro. Su amistad se va fortaleciendo a medida que se expresan
con toda libertad sus pensamientos, preocupaciones y sentímientos. En cierto sentido, algo parecido ocurre con nuestra
relación con Jehová. Gracias a este libro, usted ha aprendido
mucho sobre lo que la Biblia enseña acerca de Jehová, su personalidad y su propósito. Ha llegado a ver a Dios como una persona real. Pues bien, la oración le permite expresar a su Padre
celestial sus pensamientos y sentimientos más íntimos. Y de esa
forma se acercará más a él (Santiago 4:8).
él nos invita a hacerlo. Su Palabra dice: “No se inquieten por
cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con
acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios; y la
paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus
corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús”
(Filipenses 4:6, 7). Seguramente, no queremos rechazar una
invitación tan bondadosa del Gobernante Supremo del universo.
3. Mencione una razón importante por la que debemos orar a
Jehová.
4. ¿Por qué diría usted que al orar con frecuencia se estrecha
nuestra relación con Jehová?
NUESTRA VIDA CRISTIANA
Canción 91

Nunca olvide lo que Jehová ha hecho por usted
(Sal.103:1-5) (15 mins.)
Análisis con el auditorio. Ponga el vídeo de jw titulado
“Llegué a odiar la vida que llevaba” (vaya a SOBRE
NOSOTROS > QUE HACEMOS). Luego pregunte:
¿Qué razones tenemos para alabar a Jehová? ¿Qué
bendiciones obtendremos en el futuro gracias a la
bondad de Jehová?
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Estudio Bíblico de la Congregación
“EJEMPLOS DE FE” cap.22 párrafos 1 a 13.
(30 mins
CAPÍTULO 22
Un hombre de gran lealtad
P
EDRO mira con preocupación las
caras de quienes están escuchando a Jesús. Se encuentra en la
sinagoga de Capernaum, la ciudad
donde viven tanto él como sus familiares, amigos y compañeros de trabajo.
Su negocio de pesca también está allí,
al norte del mar de Galilea. Sin duda,
Pedro desea que toda aquella gente
comparta con él la emoción de escuchar
al mismísimo Jesús, el mejor maestro
de la historia, hablándoles del Reino de
Dios. Sin embargo, parece que las cosas están tomando otro rumbo.
De hecho, muchos han dejado de
prestar atención. Algunos incluso están
criticando descaradamente el mensaje
de Jesús. Pero lo que más inquieta a
Pedro es que varios discípulos de Cristo
tampoco parecen cómodos. Sus rostros
ya no reflejan la alegría de estar aprendiendo la verdad. Se los ve claramente
molestos. Pero eso no es todo: muchos
de ellos llegan a afirmar que el discurso
de Jesús es ofensivo, se niegan a seguir escuchándolo y se marchan de allí.
Es más, a partir de ese momento dejan
de seguir a Jesús (lea Juan 6:60, 66).
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1, 2. ¿Cómo deseaba Pedro que las
personas respondieran al discurso de
Jesús en Capernaum, pero qué sucedió
en realidad?
También a los apóstoles les cuesta
asimilar las palabras de su Maestro.
A decir verdad, tampoco Pedro las comprende por completo, y hay que admitir
que podrían resultar ofensivas si se
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tomaran al pie de la letra. ¿Qué decidirá
hacer? No es la primera vez que se pone a prueba su lealtad a Jesús, y tampoco sería la última. Veamos, pues, cómo la fe firme de este hombre le ayu-dó
a superar las pruebas y mantenerse
leal.
3. ¿De qué forma le ayudó a Pedro tener
una fe firme?
Cuando los demás no fueron leales
4 En realidad, fueron muchas las ocasio-
nes en las que las palabras y acciones
de Jesús dejaron desconcertado a
Pedro. Una de ellas había ocurrido justo
el día anterior. Después de que Jesús
había alimentado milagrosamente a varios miles de personas, algunos intentaron nombrarlo rey, pero él reaccionó
de una forma que sorprendió a muchos:
se fue de allí para evitarlo. Luego
ordenó a sus discípulos que subieran a
una barca y se dirigieran a Capernaum.
Esa misma noche, mientras navegaban, volvieron a quedarse admirados al
ver a Jesús caminando hacia ellos
sobre las aguas del mar de Galilea en
medio de una tormenta. En aquella ocasión, Jesús le enseñó a Pedro una importante lección sobre la fe.
5 Por la mañana, los discípulos se dieron
cuenta de que la multitud también los
había seguido. ¿Qué hizo Jesús entonces? Él sabía que no buscaban aprender verdades espirituales, sino recibir
más comida milagrosamente, y por eso
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los reprendió (Juan 6:25-27). En la
sinagoga de Capernaum continuó hablando del asunto y les transmitió una
compleja pero importante enseñanza,
una enseñanza que volvería a dejar sorprendido a más de uno.
4, 5. ¿Por qué puede decirse que la
manera de actuar de Jesús resultó sorprendente para muchas personas?
Jesús quería que aquellas personas
cambiaran su actitud materialista y
comprendieran que tenían ante sí al
enviado de Dios, quien entregaría su
vida para darle a la humanidad la posibilidad de vivir para siempre. Para lograrlo, Jesús se comparó a sí mismo al
maná, el pan que cayó del cielo en los
días de Moisés. Como vio que algunos
lo criticaban, añadió una gráfica comparación: explicó que para obtener la vida
era necesario comer su carne y beber
su sangre. Es entonces cuando, como
vimos al principio del capítulo, muchos
se molestan y dicen: “Este discurso es
ofensivo; ¿quién puede escucharlo?”.
Incluso varios discípulos de Jesús deciden abandonarlo (Juan 6:48-60, 66).*
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6. ¿Qué comparación hizo Jesús, y cómo
reaccionaron sus oyentes?
*Llama la atención la reacción de estas
personas, pues solo un día antes habían
aclamado a Jesús como profeta de Dios
(Juan 6:14)
7 ¿Cómo
reacciona Pedro? Es probable
que también se sienta confundido, pues
aún no ha comprendido que Jesús tiene
que morir para cumplir la voluntad de
Dios. Así y todo, no se va con aquellos
discípulos que se ofenden con tanta facilidad. Sin duda, hay algo en lo que Pedro es muy diferente a ellos. ¿De qué se
trata? Sigamos analizando el relato.
8 Jesús les pregunta a los apóstoles:
“Ustedes no quieren irse también, ¿verdad?” (Juan 6:67). Aunque la pregunta
va dirigida a los 12, es Pedro quien responde. Solía ser así; tal vez la razón se
debía a que, al parecer, era el mayor de
todos o, sencillamente, a que era
incapaz de callar lo que sentía. Y su respuesta es una de las más memorables:
“Señor, ¿a quién nos iremos? Tú tienes
dichos de vida eterna” (Juan 6:68).
7, 8. a) ¿Qué aspecto de la misión que
Jesús tenía que cumplir no había
comprendido Pedro todavía? b) ¿Cómo
respondió Pedro a la pregunta de Jesús?
¡Qué palabras tan conmovedoras las
de Pedro! Es obvio que su fe en Jesús
le había hecho cultivar una valiosa cualidad: la lealtad. Pedro tenía claro que
Jesús era el único Salvador que Jehová
había dado y que su vida dependía de
escuchar sus enseñanzas sobre el Reino de Dios. Y aunque es cierto que
no siempre entendía todo lo que Jesús
decía, sabía que su Maestro era el único medio para obtener el favor de Dios
y recibir la vida eterna.
Debemos ser leales a las enseñanzas
de Jesús, incluso cuando algunas
de ellas nos sorprendan o no encajen
con nuestras preferencias personales
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9. ¿De qué manera demostró Pedro que
era leal a Jesús?
¿Opina usted lo mismo que Pedro?
Hoy día, muchas personas afirman que
aman a Jesús, pero, por desgracia,
no son leales de verdad. Ser realmente
leal a Cristo implica ver sus enseñanzas
como las veía Pedro. Hay que esforzarse por aprenderlas, comprenderlas y
vivirlas, incluso cuando algunas de ellas
nos sorprendan o no encajen con nuestras preferencias personales. La lealtad
es el único camino para recibir la vida
eterna que Jesús nos ofrece (lea Salmo
97:10).
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10. ¿Cómo podemos imitar la lealtad que
mostró Pedro?
Cuando fue corregido
Poco después, Jesús partió con los
apóstoles y otros discípulos en un largo
viaje hacia el norte. La cumbre nevada
del monte Hermón, ubicado en la frontera norte de la Tierra Prometida, podía
verse desde las azules aguas del mar
de Galilea. La montaña iba creciendo
ante sus ojos a medida que se acercaban y subían por el camino que les llevaba hasta las aldeas cercanas a Cesarea de Filipo.* Y fue en este extraordinario lugar, con una inmejorable vista de
la Tierra Prometida a sus pies, donde
Jesús les planteó a sus discípulos una
cuestión importantísima.
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11. ¿Qué viaje hizo Jesús con sus
discípulos? (Vea también la nota.)
*Desde el mar de Galilea, situado a unos
210 metros (700 pies) bajo el nivel del mar,
recorrieron unos 50 kilómetros (30 millas) por
bellas regiones hasta alcanzar los 350 metros
(1.150 pies) sobre el nivel del mar.
12 “¿Quién dicen las muchedumbres que
soy?”, les preguntó Jesús. No es difícil
imaginarnos a Pedro clavando su mirada en los bondadosos ojos de su Maestro, consciente de su extraordinaria
inteligencia. Jesús quería averiguar qué
pensaban de él las personas a quienes
había hablado. Así que los discípulos le
contaron algunos de los rumores que
circulaban sobre su identidad. Pero
Jesús deseaba indagar más: ¿habían
creído aquellos falsos rumores sus discípulos más allegados? Por eso insistió:
“Pero ustedes, ¿quién dicen que soy?”
(Luc. 9:18-20).
13 De nuevo, Pedro no lo pensó ni
un segundo antes de contestar. Su respuesta expresó lo que sentían muchos de los
presentes: “Tú eres el Cristo, el Hijo del
Dios vivo”. ¿Nos imaginamos a Jesús
felicitando a Pedro por su res-puesta,
mientras lo miraba complacido, sonriéndole con cariño? Luego le explicó que
es Jehová —y no el hombre— quien
revela esa importante verdad a sus siervos fieles. En efecto, Jehová le había
permitido a Pedro com-prender una de
las enseñanzas divinas más importantes que se hayan revelado jamás: la
identidad del Cristo, el Mesías prometido (lea Mateo 16:16, 17).
12, 13. a) ¿Por qué quería saber Jesús lo
que pensaba la gente de él? b) En su
respuesta a Jesús, ¿cómo mostró Pedro
su fe?
Repaso de esta reunión y adelanto de la próxima (3 mins)
Canción 131 y oración
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