International Journal for Quality in Health Care 2004; Volume 16, Supplement 1: pp. i75–i78 10.1093/intqhc/mzh046 Abstracts en este número Estado actual de la medición de la práctica en la atención sanitaria. J. M. LOEB Int J Qual Health Care 16 (Suppl. 1): i5–i9 La medición de la calidad de la atención sanitaria tiene como mínimo 250 años de antigüedad. Aunque los nombres y las caras de las medidas y los medidores han cambiado, el objetivo de la medición –obtener datos e información relacionada con los resultados clínicos– no ha cambiado a través de los años ni tampoco los retos asociados a ella. Se han documentado repetidamente mejoras tangibles de la atención, directamente atribuibles a la medición. Sin embargo, el jurado todavía no ha emitido el veredicto sobre si ésta es usada realmente por parte de los diferentes autores para mejorar la toma de decisiones. La utilización de indicadores clínicos en un programa de mejora de la calidad de la atención cardiológica. Implantación y resultados: La información sobre los indicadores se enviaba desde los hospitales cada 6 meses y desde la atención primaria cada 10. Los resultados se reportaban a los centros conjuntamente con un programa de formación para estimular los cambios en la práctica y, cuando se requería, se realizaba un análisis a medida de los diferentes grupos de usuarios. Se observaron mejoras signiWcativas en 17 de los 40 indicadores de proceso durante la realización del proyecto. Lecciones aprendidas y planes futuros: Las lecciones aprendidas incluyen la necesidad de garantizar la brevedad y calidad de los formatos de resultados, liberalizar los criterios de elegibilidad de los pacientes en algunas intervenciones para maximizar el tamaño de la muestra, limitar el número de items, balancear el esfuerzo de validación del indicador con la necesidad de devolver los resultados en un plazo adecuado, utilizar métodos más económicos para la recogida e introducción de datos como por ejemplo los formularios escaneables y minimizar el esfuerzo de veriWcación de datos y los cambios en las deWniciones de los indicadores. La medición de indicadores continua en la actualidad y se ha extendido a otros hospitales públicos del estado, mientras que las divisiones de atención primaria están explorando métodos menos costosos de realizar la auditoría clínica. La distinción entre complicaciones hospitalarias de la atención y las condiciones pre-existentes. A. HICKEY, I. SCOTT, C. DENARO, N. STEWART, C. BENNETT AND T. THEILE J. M. NAESSENS AND T. R. HUSCHKA Int J Qual Health Care 16 (Suppl. 1): i11–i25 Int J Qual Health Care 16 (Suppl. 1): i27–i35 Fundamento: El Consorcio Cardíaco de Brisbane es una colaboración para la mejora de la calidad de clínicos de tres hospitales y 5 divisiones de atención primaria que han desarrollado y reportan indicadores clínicos como medición de la calidad recibida por los pacientes con síndromes coronarios agudos y fallo cardiaco congestivo. Objetivo: Comparar los casos identiWcados como complicaciones con el Programa de Detección de Complicaciones (Complications Screening Program, CSP) con casos en los que se utiliza el mismo código para diagnóstico secundario del IDC-9-CM y en los que el diagnóstico identiWcado consta como no presente al ingreso. Se determinó el coste de incremento de recursos, la estancia media y la mortalidad para aquellas complicaciones en las que se indicó que eran condiciones adquiridas. Desarrollo de los indicadores: Un panel de experto desarrolló indicadores que miden la distancia entre la evidencia y la práctica. Para cada condición clínica se utilizaron datos obtenidos de las historias clínicas del hospital y de los formularios cardiológicos de atención primaria para calcular indicadores de proceso y resultado. Los indicadores son Wables (kappa = 0.7–1.0) y ampliamente aceptados por los clínicos debido a su validez aparente. La revisión independiente de los fallos hallados en los indicadores reveló que en los casos Diseño: Estudio observacional comparando dos fuentes potenciales de complicaciones hospitalarias: algoritmos computorizados publicados que se aplican para codiWcar los datos de diagnóstico versus el indicador de diagnóstico secundario que distingue las condiciones preexistentes de las desarrolladas en el hospital. Las potenciales complicaciones International Journal for Quality in Health Care vol. 16 Supplement 1 © International Society for Quality in Health Care and Oxford University Press 2004; all rights reserved i75 Downloaded from by guest on November 24, 2014 La medición no es una actividad neutral –evoca considerable ansiedad y frustración en todos los implicados- los que serán medidos, los que van a realizar la medición y aquéllos que necesitan los datos para diferentes propósitos. Hay poco acuerdo en la Wlosofía en que hay que medir, en si hay que ajustar por lo que el paciente trae al encuentro clínico y cómo hacerlo, en cómo los datos deben ser analizados y en cómo reportarlos y, naturalmente las últimas cuestiones están relacionadas con el valor de la medición. Ésta añade nuevos costes al sistema de prestación de atención sanitaria. hospitalarios y para 27 de los 28 indicadores de proceso, se detectaron en menos del 5% de los casos razones clínicamente legítimas para apoyar intervenciones especíWcas. Abstracts en este número adicionales se identiWcaron con los algoritmos excluidos. Los revisores actuaron de forma ciega en relación a los algoritmos computorizados. Ámbito: Todos los pacientes dados de alta de los hospitales Clínica Mayo en Rochester de 1998 a 1999. La Clínca Mayo es un gran sistema integrado de provisión de el sudeste de Minnesota USA, que incluye servicios que van desde la atención local y primaria a la terciaria y de pacientes derivados. Aproximadamente el 35% de los pacientes de la Mayo viajan 200Km para recibir atención. Participantes en el estudio: Un total de 84.436 pacientes hospitalarios. Los casos con complicaciones identiWcados por los algoritmos especíWcos computorizados variaron en tamaño de 0 a 2444. Principales medidas de resultado: Porcentaje de los casos de complicación detectados por el algoritmo como desarrollados en el hospital y porcentaje de condiciones adquiridas del mismo tipo. Los incrementos en costes hospitalarios, estancia y mortalidad de las complicaciones adquiridas. Conclusiones: Las tasas de complicaciones construidas estrictamente en base a los resúmenes de alta tienen un uso limitado para las complicaciones inter-hospitalarias debido a la gran viariabilidad de codiWcación entre los hospitales y de la insensibilidad de los algoritmos existentes para excluir condiciones presentes al ingreso de las auténticas complicaciones. Sin embargo, las complicaciones conllevan altos costes que incluyen prolongación de las estancias y aumento de la mortalidad hospitalaria. Si se señalan los diagnósticos secundarios con un simple indicador que identiWque qué diagnósticos estaban presentes al ingreso se aumenta en mucho la identiWcación de complicaciones para la mejora interna de la calidad y la seguridad del paciente. La utilización de indicadores para cuantificar el potencial de mejora de la calidad de la atención sanitaria. Fuente de datos: La clave está en contemplar los indicadores clínicos como herramientas de cribaje que miden la práctica en una o más dimensiones. Todos los procesos de cribaje requieren pruebas especíWcas como explicitar si el resultado puede ser clasiWcado como positivo (requiere más investigación) o negativo (requiere continuar con la monitorización). Un indicador clínico se deWnirá como positivo si cumple alguno de los siguientes tres criterios: 1. Gran variabilidad entre todas las áreas u hospitales deWnida por las potenciales ganancias en el percentil 20: requiere mejorar a nivel de sistema sanitario. 2. Gran variabilidad entre los estratos (rural/urbano, docente y no-docente, público-privado-estado): requiere acción a nivel del estrato deWcitario. 3. Hospitales “outliers” requiere la mejora de la calidad en aquel hospital inidividual. Se utilizan 2 técnicas para saber si uno de los tres criterios es positivo: la estimación empírica Bayesiana para calcular la pérdida de predicción (“shrenken rates”) y el uso del percentil 20 para cuantiWcar las potenciales ganancias de la mejora. Resultados: De los 185 indicadores australianos, 55 indicadores clínicos tienen un sistema de cálculo de ganancia en base a los mejores resultados con al menos 1000 pacientes por indicador. Hemos identiWcado algunas áreas clave de mejora de la calidad en Australia utilizando estos criterios y el juicio subjetivo. Conclusiones: ClasiWcar los hospitales no cuantiWca los beneWcios potenciales que pueden alcanzarse. Los indicadores que miden los procesos asistenciales deben ser reportados cuantiWcando las ganancias potenciales, es decir, impulsando la acción. Al estimar las ganancias de muchos indicadores podemos establecer prioridades, como identiWcar áreas con más potencial de mejora. Entonces, las principales tareas que abordar son proveer los recursos y herramientas para abordar las áreas elegidas. Mejora contínua de la calidad a nivel nacional utilizando indicadores clínicos: el Proyecto Nacional Danés de Indicadores. R. GIBBERD, S. HANCOCK, P. HOWLEY AND K. RICHARDS J. MAINZ, B. R. KROG, B. BJØRNSHAVE AND P. BARTELS Int J Qual Health Care 16 (Suppl. 1): i37–i43 Int J Qual Health Care 16 (Suppl. 1): i45–i50 Objetivo: Aunque los indicadores permiten a los proveedores a nivel individual mejorar su práctica y la calidad Objetivos: En muchos países no existe un sistema nacional obligatorio para monitorizar la calidad de la atención que i76 Downloaded from by guest on November 24, 2014 Resultados: El porcentaje de casos identiWcados mediante el algoritmo computorizado que fueron también codiWcados de condiciones adquiridas varió considerablemente del 8.8% al 100%. La capacidad de los algoritmos computorizados de detectar las condiciones adquiridas del mismo tipo también tuvo una alta variabilidad, de 2% al 99%. El aumento de costes y duración de la estancia fue signiWcativo para los paciente con complicaciones adquiridas, excepto en el caso de las fracturas de cadera/caídas. Muchas complicaciones además aumentan la mortalidad hospitalaria. de la atención que dispensan, otra importante función que tienen es permitir la información comparativa entre todos ellos. Nos dimos cuenta que las tablas comparativas basadas en clasiWcaciones eran inefectivas y buscamos un método alternativo que utiliza las tasas comparativas para cuantiWcar el potencial de mejora tanto a nivel del proveedor como a nivel nacional. Abstracts en este número reciben los ciudadanos. Este estudio describe un ejemplo del proyecto nacional de indicadores que tiene como objetivo documentar y mejorar la calidad a nivel del país. Análisis: El Proyecto Nacional Danés de Indicadores se estableció en el año 2000 como un proyecto multidisciplinar de mejora de la calidad a nivel del país. De 2000 a 2002 se desarrollaron indicadores clínicos y estándares para seis enfermedades especíWcas (ictus, fractura de cadera, esquizofrenia, cirugía aguda gastrointestinal, fallo cardiaco y cáncer de pulmón). Los indicadores y estándares se han implantado en todas las unidades clínicas y departamentos que tratan estos pacientes en Dinamarca y su participación es obligatoria. Cada unidad clínica y departamento recibe sus resultados mensualmente. Se organizan procesos de auditoría a nivel nacional y regional para explicar los resultados y preparar la implantación de las mejoras. Todos los resultados son públicos para informar a los ciudadanos y ofrecer a los pacientes y sus familiares la posibilidad de realizar elecciones informadas. Proyecto de indicadores de calidad del Reino Unido (UK QIP)® y el sector de atención sanitaria independiente: un nuevo desarrollo. R. THOMSON, S. TABER, J. LALLY AND V. KAZANDJIAN Int J Qual Health Care 16 (Suppl. 1): i51–i56 Objetivo: Describir la implantación del proyecto de indicadores de calidad del Reino Unido (UK Quality Indicators Project, UK QIP) en el sector de atención independiente, después de 10 años de experiencia en UK y con casi 20 años en USA. Describimos la historia del proyecto enfatizando los desarrollos más recientes y reXejando sus elementos críticos y su valor para los participantes. Antecedentes: El Proyecto Internacional de Calidad es la base de datos más grande de indicadores a nivel internacional. Suministra a los participantes resultados cuatrimestrales de datos comparativos sobre los indicadores y ayuda a su uso efectivo en el programa de calidad. El UK QIP incluye aproximadamente dos tercios del sector privado de hospitales de agudos. El UK QIP empezó como un programa piloto del National Health Service (NHS) en el sector público en 1991. La implantación del marco de evaluación de la práctica del NHS y su programa asociado de indicadores representó una reducción de la implicación del sector público en el proyecto. En contraste, el sector privado liderado por la Asociación de Atención Sanitaria Independiente buscaba identiWcar un Conclusiones: La reXexión sobre el proceso de incorporación del sector independiente al QIP enfatiza la naturaleza genérica del proyecto y permite profundizar en su valor. Se discuten en base a la Wlosofía y propósito básico del proyecto los retos futuros, incluyendo el tema de la publicación de resultados. Cómo maximizar el impacto de la información pública sobre calidad. M. N. MARSHALL, P. S. ROMANO AND H. T. O. DAVIES Int J Qual Health Care 16 (Suppl. 1): i57–i63 Antecedentes: Muchos países desarrollados empiezan a ver la información sobre resultados comparativos de calidad de la atención al público como una forma importante de mejorar su capacidad de rendir cuentas a la población, estimular la mejora de la calidad e implicar a los ciudadanos. La producción y diseminación de informes sobre la calidad es un tema que está particularmente alto en la agenda de los Estados Unidos y el Reino Unido y en la actualidad existe considerable experiencia y evidencia en estos países para que puede servir de guía. Durante la última década ha existido un rico debate sobre el balance entre ventajas y problemas de la información al público pero la mayoría de comentaristas creen que es hora de dejar de preguntarse si hay que diseminar la información y empezar a plantearse cómo podemos hacerlo de la forma más efectiva. Objetivo: Recomendar sistemas para ayudar a los planiWcadores y profesionales sanitarios cómo maximizar el impacto de la información sobre resultados y minimizar sus consecuencias indeseables. Estrategias recomendadas: Emitimos recomendaciones sobre la importancia de entender el marco y microentorno en el que tiene lugar la información pública de resultados, abordar de forma activa las posibles consecuencias indeseables, incentivar la respuesta a los datos publicados e implicar al público y la prensa. La efectividad de las diferentes estrategias en sí mismas o combinadas, está probablemente determinada por el entorno en el que se produce la información. Conclusiones: No es deseable buscar un sistema “Wjo” aplicable a todas las organizaciones y transferible a nivel internacional. Sin embargo describimos en este trabajo i77 Downloaded from by guest on November 24, 2014 Conclusión: La monitorización de la calidad de la atención se beneWcia mucho del uso de indicadores de calidad relevantes. Este artículo describe como es posible organizar un sistema de monitorización de indicadores clínicos a nivel nacional. proveedor de indicadores clave de práctica asistencial para dar soporte a las demandas internas (del propio sector) y externas producidas por las revisiones gubernamentales y la Comisión Nacional de Estándares de Calidad (National Care Standards Commission NCSC) de mejora de la calidad. Se eligió el UK QIP porque ofrecía un sistema validado y epidemiológicamente razonable y con capacidad para ofrecer soporte y formación y Xexibilidad para abordar las demandas cambiantes del sector. Se describe el desarrollo futuro del QIP en el sector incluyenso su ampliación de los hospitales de agudos a la salud mental. Abstracts en este número lecciones que pensamos que son comunes a todos los países para producir y diseminar la información sobre atención sanitaria. Desarrollo de un marco nacional para el desarrollo de indicadores en el sistema sanitario holandés. A. H. A. TEN ASBROEK, O. A. ARAH, J. GEELHOED, T. CUSTERS, D. M. DELNOIJ AND N. S. KLAZINGA Int J Qual Health Care 16 (Suppl. 1): i65–i71 Objetivo: Informar sobre la primera fase del desarrollo de un marco nacional para el desarrollo de indicadores en el sistema sanitario holandés. Resultados: Como punto de partida elegimos un modelo balanceado de información (balanced scorecard) que reXejaba i78 Conclusión: El mérito de introducir en el modelo balanceado de información los datos de salud pública es que facilita la visualización de la contribución del sistema sanitario a la mejora de la salud de la población. El método de utilizar una interacción intensiva entre planiWcadores e investigadores para desarrollar indicadores ha resultado un éxito hasta el momento. Downloaded from by guest on November 24, 2014 Métodos: En Enero de 2002 iniciamos un proceso interactivo con los futuros usuarios –planiWcadores del Ministerio de Salud, Bienestar y Deporte y académicos- para desarrollar tanto el marco conceptual como su contenido. Las decisiones se adoptaron por consenso después de discutir los objetivos estratégicos del sistema sanitario, las necesidades de información de los planiWcadores del Ministerio de Salud, Bienestar y Deporte y estudiar las teorías y experiencias internacionales existentes con marcos de desarrollo de indicadores a nivel nacional. IdentiWcamos objetivos y criterios de un marco a nivel nacional, contruímos un modelo conceptual y seleccionamos las áreas para desarrollar indicadores. cuatro perspectivas del sistema de información sanitario a nivel nacional. Estas perspectivas eran: orientación al cliente, Wnanzas, provisión de atención de alta calidad y capacidad de aprender y crecer. A continuación le incorporamos al modelo de Lalonde para salud poblacional. El modelo resultante hizo aparente las relaciones entre salud poblacional y gestión del sistema sanitario y facilitó la presentación de la información de práctica asistencial desde varias perspectivas. El modelo reXeja los objetivos estratégicos del sistema sanitario holandés: contribuir a la producción de salud mediante la provisión de atención sanitaria de calidad que sea accesible a los ciudadanos holandeses, a la vez que el de informar a los planiWcadores sanitarios sobre a práctica de todos los sectores del sistema sanitario (cuidado, curación, prevención y servicios sociales). Las áreas seleccionadas para desarrollar indicadores (20 en total) reXejan las funciones de planiWcación y gestión del gobierno y los objetivos del sistema sanitario que se han deWnido públicamente. El modelo fue formalmente adoptado por el Ministerio de Salud, Bienestar y Deporte en febrero de 2003 y desde entonces se han operativizado cada una de las áreas de desarrollo de indicadores con la participación de 30 representantes de varios departamentos del ministerio y soporte externo contínuo del equipo investigador.
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