La discusión sobre qué calibre elegir en las salidas de caza mayor tiene respuestas claras. Optar por uno u otro dependerá de una suma de factores muy claros y contundentes. POR CARLOS COTO FOTOS EDUARDO G. GIMENEZ E n cualquier reunión de cazadores, casi invariablemente surge la polémica sobre cuál es el calibre más adecuado para nuestra fauna: .30-06 Springfield o .300 Win.Mag. Ambos tienen sus incondicionales fanáticos, que no ceden en cuanto a su preferencia y ciegamente defienden sus posiciones con la fuerza de sus experiencias en el campo. Pero en el fondo, la mayoría de sus fundamentos son más emotivos que elaborados con profundidad. Para poner un poco de orden a esta polémica, debemos rastrear la utilidad de cada uno de los cartuchos de acuerdo con: a) terreno en el que se usará; b) las especies que se pretenden cobrar; c) distancias de tiro, y d) experiencia de cada cazador. Por lo tanto, para optar por el cartucho más adecuado, en primer lugar debemos tomar en cuenta el terreno donde el deportista lo empleará. No es lo mismo cazar en las montañas del sur que en el caldenal pampeano o en las extensas planicies de las pampas húmedas. Recomendaría, sin duda, utilizar cartuchería magnum de alta velocidad si hemos de cazar en las montañas sureñas, donde las distancias de tiro son por lo general muy extendidas. En ese escenario, lo habitual son los disparos largos, aunque a veces nos encontremos con los ciervos a medianas distancias, por lo que también debemos estar 50 • Vida Salvaje www.revistavidasalvaje.com.ar preparados con el rifle / mira / cartucho para esa alternativa. No nos dejemos llevar por esos comentarios de que alguien conoce un guía o amigo que sólo usa un .308 Win. y mata todo con él: lo que no especifica es que ese personaje vive en la zona y tiene todo el tiempo del mundo para acercarse al trofeo y disparar. En cambio, el grueso de los cazadores deportivos no contamos más que con un breve periodo de tiempo, la mayoría de las veces una sola vez al año, vaca- www.revistavidasalvaje.com.ar ciones cinegéticas que nos cuestan mucho dinero y esfuerzo, restando en ocasiones tiempo libre en nuestras actividades. Por esos motivos debemos ir equipados con un calibre con el que se puedan cubrir largas distancias, que nos facilite la colocación de un disparo certero y mortal. Por lo tanto, en el caso de tener que enfrentarnos a disparos largos, aconsejaría un calibre magnum rasante, tal como el que estamos hablando: .300 Win.Mag. Además, los ciervos colorados son animales de gran peso entre los ciervos damas y axis como también antílopes, por lo que además de escoger un calibre rasante, también la potencia del magnum es recomendable sobre la del cartucho estándar como es el 30-06. Por último, ya que estamos hablando de un cazador deportivo, a las salidas por los bellos parajes del sur se llega luego de haber abatido animales de menor porte y en escenarios no tan dificultosos como esas montañas, donde tendremos que saber montar a caballo, vivir en lugares precarios y muchas veces también caminar duro la montaña y sus valles y mallines. Es decir, el aficionado que intenta este tipo de cacería en la que se debería utilizar cartuchería magnum, tiene ya cierta experiencia, ha seguido una trayectoria deportiva y está acostumbrado a usar rifles deportivos de potencia. Vida Salvaje • 51 EL OTRO ESCENARIO El caldenal pampeano es el otro paisaje típico en que el cazador busca sus dos animales más representativos: el majestuoso ciervo colorado y el fiero jabalí. Aquí nos encontramos con una topografía totalmente distinta a las del sur montañoso. En general se trata de espesos bosques, aberturas, médanos y picadas hechas por la mano del hombre, donde priman distancias más cortas o medianas. Además, estas dos especies requieren de técnicas diferentes para enfrentarlas. Al ciervo colorado se lo caza en la temporada de brama, donde los machos más jóvenes tratan de aparearse con las hembras que forman el harén de los ciervos dominantes. Mientras que al jabalí se lo intenta cazar apostado durante las noches de luna llena, cuando el animal se acerca a las charcas a darse un baño de barro para quitarse los parásitos, tomar agua o comerse los granos que colocan los cazadores para tentarlo. En el caso del colorado, por lo general las distancias no son largas, ya que deportivamente se lo caza siguiendo a pie en el monte el sonido que estos grandes animales emiten, llamándose entre sí en forma desafiante, hasta que en algún momento se enfrenta el animal retador al ciervo más fuerte, que por lo general detenta la mayor cantidad de hembras. El buen cazador deportivo buscará la mejor forma de acercársele para evaluar el trofeo y poder hacer un disparo certero, por lo que las distancias suelen ser de cortas a medianas, dependiendo de la visibilidad dentro del monte. Distinto es el caso cuando se presenta un ciervo en medio de un claro, en una picada o contrafuego, donde se dificultará el acercamiento del cazador. Muchos prefieren la potencia y el alcance de un magnum como el 300, aunque en la mayoría de los casos, si el cazador solitario o con su guía se valen de su habilidad para hacer un acercamiento como corresponde para asegurarse el disparo, no sería necesario un magnum rasante. Por lo que creo que en este hábitat, un calibre como el 30-06 es suficiente para este tipo de cacería, exceptuando si de 52 • Vida Salvaje antemano el escenario fuese de grandes espacios donde los disparos serían largos y donde se sentiría más cómodo el cazador con su magnum. El JABALI Distinto es cuando vamos tras los jabalíes y en la modalidad más difundida: el acecho. Es decir, disparando desde un apostadero a una distancia más bien corta o esperándolos a la salida o entrada de los sembrados, también a una cantidad de metros reducidos por la visibilidad. Para estos disparos cortos/ medianos estimo que la alta velocidad de la cartuchería magnum es contraproducente. Los deportistas y guías que actuaron en las colonias africanas descubrieron que en las distancias cortas, si bien la alta velocidad mataba, el animal tardaba en reaccionar (efecto pinchazo), por lo que preferían siempre una velocidad moderada pero con mayor peso y diámetro del proyectil. Esta escuela de proyectiles de mayor peso y diámetro, unidos a una velocidad moderada, son propios de la balística tradicional tanto alemana como inglesa usada para lugares boscosos. Recordemos el auge de un calibre como el 9,3x62, creado allá por el año 1905, con un diámetro grande y un peso de 286 grains, empleado desde entonces con total éxito en esos terrenos y contra animales pesados. Por otro lado, los ingleses que tuvieron la oportunidad de encontrarse con faunas pesadas y hasta peligrosas como son la africana o la asiática, cuando iban tras los animales de mayor tamaño y luego de años de observación, concluyeron que lo adecuado eran calibres grandes pesados y de una velocidad que rondara como máximo los 2.400 pies/segundo. Proyectiles más pequeños lanzados a alta velocidad parecían tener el efecto pinchazo: traspasaban al ejemplar pero no lo vol- www.revistavidasalvaje.com.ar caban. Y con un animal potencialmente peligroso, si no era volteado rápido, existía el peligro de que llevara por delante al cazador. Este tipo de conclusiones, sacadas de la experiencia en el campo y no en laboratorios, siempre me parecieron acertadas, por lo que usé proyectiles de velocidad moderada y de peso mayor en las cacerías boscosas como la pampeana. Haciendo un poco de memoria, recuerdo que cuando apareció el 300 Win. Mag., en La Pampa fue un verdadero revuelo: todo el mundo dejaba de lado sus confiables Máuser 7,65 por esta moderna cartuchería, situación que se está revirtiendo ya que el cazador ha comenzado a volver al confiable 30-06, declinando el uso de la cartuchería magnum de alta velocidad cuando las distancias son cortas o medianas. CONCLUSIONES Uso ambos calibres y tengo algo de experiencia al respecto, por lo que me atrevo a recomendar lo siguiente: si el cazador no hace disparos excesivamente largos, un calibre estándar clásico como es el .30-06 dentro de una distancia razonable de caza (a mi entender no más de 180 metros, ya que un deportista que se precie de tal deberá emplear toda su experiencia en tratar de acercarse lo máximo posible para no cometer errores) tiene todavía mucho para dar, siempre que escojamos la punta adecuada. Para su uso en la caza mayor descarto las puntas livianas de 150 grains, pues si bien www.revistavidasalvaje.com.ar desarrollan una velocidad mayor en boca, su pobre coeficiente balístico (CB) hace que a larga distancia sean más apropiadas las de pesos de 165 grains (con mejor CB). Aunque salen de la boca del cañón con menor velocidad que las puntas livianas, en largas distancias son más rasantes y poseen más golpe. Con buena munición moderna o mediante recargas cuidadosas, estas puntas de 165 grains pueden alcanzar unos 2.900 pies/segundo en boca en el clásico .30-06, velocidad más que suficiente para disparos con comodidad dentro de los 200 metros y contra nuestra fauna nacional, exceptuando al búfalo. Comparemos las tablas balísticas del calibre estándar 30-06 disparando municiones comerciales cargadas con pesos de 165 grains y las generadas de un magnum .300 con 180 grains y veremos que se asemejan bastante. Por supuesto, el .300 Win.Mag. sería más contundente a largas distancias, ya que estaríamos utilizando puntas de mayor peso y con más velocidad en boca. Hago estas comparaciones del cartucho magnum utilizando puntas como máximo de 180 grains, adecuadas para nuestra fauna (las de 200 grains serían más apropiadas para animales de mayor corpulencia, como el alce americano o alguno de la fauna africana como el eland o de similar peso). Si bien mi punta favorita para los magnum 300 es la de 180 grains de forma spitzer o aguzada, prefiero las de punta redonda por su tremendo poder de volteo en las aguadas o zonas boscosas. DISTANCIAS LARGAS Sin duda alguna, si el cazador sabe de antemano que se enfrentará al desafío de tener que disparar a un mínimo de 200 metros, en este terreno es donde brilla la cartuchería magnum rasante como el .300 Win.Mag. Me parece un poco ingenuo ir con un calibre estándar a un escenario como las montañas de nuestro sur cuando vamos tras los colorados, cuando sabemos que los disparos son por lo general largos. En este caso recomendaría, sin duda alguna, el .300 Win.Mag. por sus condiciones ba- Vida Salvaje • 53 EL CALIBRE .30 La historia del calibre .30 tiene una tradición americana muy larga: desde el lanzamiento del otrora veloz para su época, el .30-30 Winchester, los cazadores de ese país se enamoraron de este calibre. No debemos dejar de lado la enorme influencia que tuvo el hecho de que este calibre fuera usado en el campo militar calibre desde la aparición del legendario .30-40 Krag, el clásico .30-06 hasta el último como fue el 7,62x 51, hasta ser reemplazado en la actualidad por el 5,56. Si tomamos como el primer cartucho moderno de altas prestaciones para uso deportivo al .30-06 Springfield, fue y sigue siendo un éxito de ventas, tanto en rifles como en municiones o elementos de recarga. Años duró su solitario reinado hasta que apareció el .300 Holland & Holland magnum en el mercado americano y que fuera adoptado y fabricado por la Winchester para sus rifles modelo 70. Además, este cartucho magnum prendió muy fuerte en el corazón de los americanos al ganar competencias de 1000 yardas, siendo el punto de partida de la cartuchería magnum comercial, carrera que seguiría con la locura de los magnum ultraveloces. Muchos experimentadores desarrollaron cartuchos magnum en este calibre buscando el potencial de compra de Desde un apostadero pampeano o de cualquier otro terreno donde las distancias son cortas, no es necesario emplear un cartucho magnum rasante. los americanos, pero fue la casa sueca Norma la que en 1960 lanza al mercado un cartucho .30 magnum realmente revolucionario. Al ser compacto, este .308 Norma Magnum permitía ser utilizado en las acciones Máuser o en las americanas de calibres estándar, como las del .30-06. Si bien provenía de la vaina cinturada del .300 H&H, tenía menor longitud pero los rendimientos balísticos eran superiores a los de la casa inglesa, debido al moderno desarrollo de pólvoras más lentas. Si comparamos al .308 Norma Magnum con la cartuchería americana de la época, podemos decir que no era más que la legitimación de un wildcat: el .30-338, que se logró tomando una vaina del reciente magnum corto como el eficiente .338 Win.Mag. y reduciendo su cuello para montarle un proyectil de menor calibre como el .30. Así que la Winchester recogió el guante para recobrar el orgullo perdido y se lanzó a la experimentación y posterior lanzamiento de su propio magnum .300. Este .300 Winchester magnum se ganó así un lugar de privilegio entre la nueva cartuchería magnum, aunque a mi entender su diseño de cuello corto para que pueda ser utilizado en las acciones estándar, como son las del .30-06, no es de lo mejor. Pero la gigantesca producción y distribución de los americanos hizo que este .300 Win.Mag. se impusiera en la caza mayor: prácticamente no quedó deportista nacional o internacional que en su batería no contase con un rifle de este calibre. Pero la competencia entre los mismos americanos es enorme, por lo que están obligados a presentar novedades en forma periódica para mantener altas las ventas de rifles y municiones. EL CALIBRE 30-06 Nació primero como .30/1903, para ser utilizado en fusiles militares de repetición por cerrojo inspirado en la fuerte acción de la casa Máuser 98, por la cual los arsenales de Springfield tuvieron que pagar por mucho tiempo un royalty a dicha firma. Luego de un corto periodo de tres años, se rediseñó la munición de punta pesada a la de 150 grains del tipo spitzer alemana para conseguir más alcance. Fue oficialmente denominada “Ball Cartridge Model 1906”. O como se la conoce desde ese momento .30/06, por el calibre y por el año de su adopción. Pero es en el campo deportivo donde nosotros debemos hacer mayor hincapié, aunque su fama la impusieron los miles de soldados que utilizaron este tipo de armamento y cartucho en los frentes de batalla, ganándose la confianza de ellos. Este sistema y cartucho más tarde se impondría en los lugares de caza, pues la potencia del cartucho y el confiable sistema de cerrojo habían hecho cambiar el gusto y habían dejado de lado los populares rifles de palanca, los cuales no aceptaban munición de altas prestaciones, alcance y potencia como la del moderno .30-06. La vigencia de este clásico se debe a su precisión, retroceso moderado y amplia variedad de pesos de puntas, lo que le otorga versatilidad y una distribución amplia a nivel mundial: no hay lugar donde no se puedan conseguir municiones para este cartucho de leyenda. lísticas. Por supuesto, además debería usarse una mira óptica de buena calidad de al menos 6x aumentos, o mejor aún las variables. En esos terrenos, este calibre magnum posee una trayectoria plana y una energía residual adecuada. Claro, siempre que nosotros hagamos lo correcto, es decir colocar un proyectil bien construido para el animal que deseamos abatir, en un lugar letal. No es ninguna ciencia misteriosa: en el fondo se trata de ubicar ese proyectil adecuado en el lugar correcto. Y la rasante de un magnum como el 300 Win.Mag. nos puede ser de gran ayuda para lograr un disparo letal a largas distancias. VS. Cuando las distancias son largas, tenemos que buscar la manera de recorrer el terreno con los binoculares para ahorrarnos caminatas. 54 • Vida Salvaje www.revistavidasalvaje.com.ar www.revistavidasalvaje.com.ar Vida Salvaje • 55
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