Máuser Modelo 66 y 7x64 Brenneke Casi por casualidad, arma y calibre llegaron a las manos del cazador. Y desde entonces fueron hilvanando un vínculo lleno de matices y curiosidades. UNA SINGULAR COMBINACION POR DANIEL SIMONIAN T ranscurrían los mediados de la década del 70. Recientemente me había radicado en Italia cuando un gran amigo cazador, que por esa época era cónsul argentino en Milán, me propuso pasar un fin de semana de cacería de jabalí en un coto en lo que en ese entonces era el norte de Yugoeslavia, actualmente Croacia. Mi actividad de cazador novato en Argentina durante los años previos era precisamente la caza de jabalí al acecho, invitado por productores ganaderos de Doblas, provincia de La Pampa. Con casi nada de experiencia y mucha juventud, como todo armamento contaba con mi carabina Winchester modelo 92 cal. 4440 y un viejo revólver Colt Army cal. 44 Special. A lo que tiempo después sumé una mulita FN 1898 cal. 7,65, con una vieja mira Zeiss de cuatro aumentos. En Europa, mi única práctica deportiva se limitaba al tiro al platillo en la modalidad Trap, razón por la cual no poseía ningún arma de caza mayor. De todas formas, mi amigo me comentó que sólo debíamos viajar con la muda de ropa suficiente para pasar el fin de semana de cacería, ya que la munición y las armas nos serían provistas por el coto. Así fue que viajamos ese viernes de septiembre desde Milán a Rijeka y de allí, por otro par de horas, hacia los frondosos bosques y sierras croatas. Destaco que en los años 70 los calibres militares de uso en la NATO no estaban permitidos para el empleo civil, y las armas que me ofrecían en el coto eran las más preferidas y solicitadas por los cazadores europeos de ciervo, jabalí y muflones, es decir 9,3 x 64 Brenneke, 9,3 x74R, 8x68S, 7 x 57 y, finalmente, el de mayor popularidad 20 • Vida Salvaje www.revistavidasalvaje.com.ar y elección: 7x64 Brenneke o su versión 7 x65R Brenneke, de idénticas dimensiones. La diferencia era que el 7x65R tenía pestaña en vez de ranura extractora, diseñada exclusivamente para los rifles dobles basculantes. A decir verdad, todos esos calibres eran desconocidos para mí en ese entonces, y realmente me daba igual uno u otro. Pero entre las armas exhibidas en los armeros del lodge, una de ellas me llamó notablemente la atención y trajo a mi mente un artículo de la revista Camping de los años 60. La foto de tapa y el artículo principal estaban dedicados a un cazador alemán que viajaba para abatir ciervos en el sur de Argentina con disparos desde larga distancia y con ese mismo modelo de arma, pero en un calibre de altas prestaciones: el poderoso 7 x66 Von Hoffe Súper Express, no muy popular para cacería europea central debido a ser muy potente y rasante para tiros en campo abierto y muy largos, circunstancia que no era habitual por esos lugares donde la caza al rececho no exigía tales distancias. En este punto destaco que los alemanes sobresalían como diseñadores excelentes de calibres militares y deportivos. Y hasta donde he sabido, nunca fueron partícipes de incorporar a los magnum en sus proyectos. Como por ejemplo el 8 x68 Schulle, que no es magnum pero no tie- www.revistavidasalvaje.com.ar ne nada que envidiarle al 300 WM, y me atrevo a decir que lo supera. O como el 9.3 x64 Brenneke, que tampoco envidia para nada al prestigioso .375 H&H. Y así podría seguir comparando. Desde ya que es mi interpretación, y para nada soy dueño de ninguna verdad. El modelo y marca del arma que yo estaba sosteniendo en mis manos era exactamente el mismo del artículo mencionado: un Máuser modelo 66, pero en este caso calibre 7 x64 Brenneke. Con posibilidad de cambiar de calibre en casi todas las versiones no Magnum, ya que el cerrojo era siempre el mismo, al igual que su culata. En este caso yo contaba con la posibilidad de elegir otros dos cañones disponibles, uno en calibre .243 y otro en 7x 57. Pero por insistencia de los lugareños, finalmente opté por el calibre 7x64 y me lo apropié para que me acompañara durante esos dos días. Si bien el arma tenía un cañón de 29 pulgadas de longitud, incluyendo la recámara, su mecanismo de cerrojo muy corto la hacía parecer una cómoda y ágil carabina o Stutzen, pero realmente era un fusil con todas las de la ley. El proyectil también me gustó mucho. En este caso me proveyeron de munición RWS con punta de 11,7 gramos Torpedo o TUG. Me llamó la atención que el cuerpo del proyectil tuviera un filoso Vida Salvaje • 21 22 • Vida Salvaje sacabocado (wadcutter) para asegurar el desangrado y dejar así un rastro visible si la presa no era abatida en el lugar. Obviamente, me quedé con varias unidades como recuerdo, que comparto con ustedes en estas páginas. La cacería fue exitosa, pero no vamos a entrar en ese tema sino en el arma y el calibre que nos ocupa. La precisión, el veloz mecanismo del Máuser 66, su balance y longitud, más la popularidad de ese calibre en Europa, y sumado a todo eso mi sueño de poseer ese mismo modelo, hicieron que apenas regresara de la cacería visitara una armería y comprara de inmediato esa arma en el mismo calibre. De esto hace ya más de 34 felices años de convivencia entre nosotros: él sigue joven y nuevo, yo no tanto. Desde ese momento, le instalé una mira Zeiss Diatal T de 6 x 42 en un montaje y anillas fabricados por Máuser para el modelo 66. Como mencioné anteriormente este calibre fue pensado como cartucho deportivo polivalente para la 7 mm. Remington Express, que debieron abortar ya que muchos lo confundían con el calibre 7mm Remington Magnum, y finalmente el nombre que adoptaron como definitivo: .280 Remington. Debo confesar que en Argentina resultaba difícil y costoso comprar munición factory, debido a su poca demanda comercial. Éramos contados con los dedos de una mano quienes poseíamos ese calibre, pero esta circunstancia no era óbice para su uso cinegético. Resultaba un arma para cazar y no para estar perforando papel por gusto. Regresado al país en 1980 y provisto de muchas vainas servidas RWS, Norma, Sellier & Bellot, etc., fui haciendo pruebas para la recarga de ese calibre, casi en total soledad. Y como conclusión, la recarga más similar a las factory para puntas ideales de 140, 162 hasta 175 grains se dio con pólvoras Norma (NMR) y Vihtavuori, que eran muy difíciles de conseguir y que en la actualidad son totalmente inexistentes en nuestro mayoría de la caza mayor existente en Europa. Si bien su diseñador, el famoso Whilhelm Brenneke, había ya creado el calibre 8x68S en 1912, su intención, muy bien lograda por cierto, era generar un cartucho no militar y más versátil, que permitiera la simple adaptación a los muchísimos mecanismos disponibles del Máuser militar modelo M98 en la Europa de post guerra. Y finalmente lo logró, precisamente en 1917, concluida la Primera Guerra Mundial. Es también sabido que la acción M98 de Máuser fue adoptada por los más prestigiosos armeros europeos, principalmente los ingleses de Holland & Holland, que aún en estos días siguen produciendo sus finísimos fusiles de caza mayor con la misma acción. Este cartucho no ha perdido vigencia desde entonces. Los americanos lo mencionan muy poco en sus manuales, aludiendo a que es prácticamente idéntico al calibre .280 Remington. Aunque la necesaria verdad es que mucho tiempo después trataron de copiar a este calibre, llegando primero a la denominación de medio. Por tal razón, de todo lo probado hasta la fecha di como aceptable y precisas a las cargas con pólvora IMR4350 y mejor aún IMR4831, con fulminante CCI LR o RWS 5333. Misteriosamente, a este calibre y con estas pólvoras lentas no le gustan los fulminantes Magnum (al menos los Federal 215 o los CCI LR magnum): prefieren los CCI 200 LR o los RWS 5333. Las más precisas, diría sorprendentemente precisas, fueron las puntas Sierra Game King de 140 y 160 grains, con velocidades de 2920 y 2780 fps. respectivamente y agrupando en media pulgada a 150 metros. Pero en cacería, las puntas Nosler Partition y las Hornady 162 grains SPBT me resultaron infalibles. Después de años me fui atreviendo a transformar las vainas del calibre 30-06, de longitud y medidas prácticamente idénticas al 7x64, simplemente haciéndoles el full size con el die 7x64 y creando, por lo tanto, un hombro adicional con cuello reducido a 7 mm. Después de lo cual, con una punta real o con un tapón de madera y una carga baja de cualquier www.revistavidasalvaje.com.ar ¨El modelo y marca del arma era exactamente el mismo: Máuser modelo 66, calibre 7 x64 Brenneke. Con posibilidad de cambiar de calibre en casi todas las versiones no Magnum, ya que el cerrojo era siempre el mismo...¨ pólvora, el disparo dejaba a la vaina en las dimensiones perfectas y calcadas de la recámara de mi fusil, debiendo solamente rectificar el cuello en las sucesivas recargas. Procedo de la misma forma transformando vainas 30-06 en 7,65 argentino, aunque en este caso se debe acortar el cuello desde sus 64 mm hasta 54 mm y frentearlo con el torno Lyman antes de pasarlo por el die. En la actualidad son muchas la marcas que producen este calibre, desde las más económicas PMC (las ofrece con puntas de 170 grains SP con una velocidad de 2625 fps) a las más costosas y tradicionales, como Sellier & Bellot, Norma y RWS. Estas últimas brindan una variada selección de pesos de punta, desde los 120 grains a los 175, en versiones Semi Premium y Premium, con una extensa lista de puntas europeas y americanas disponibles, como Barnes, RWS, Sierra, Oryx, Vulcan, Nosler, etc. No quiero aburrirlos profundizando más en el tema recarga porque lo haría muy extenso, y este artículo sólo pretende compartir con ustedes la historia de mi Máuser 66 y el calibre 7 x64 Brenneke. Ya volveremos en otro momento con una nota exclusiva sobre el calibre en particular, las múltiples pruebas de recarga en Argentina durante más de dos décadas, los amigos que lo adoptaron y otras historias de interés. VS. www.revistavidasalvaje.com.ar Vida Salvaje • 23
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