contenido Consejo Editorial 02 05 Mercedes Chacín El Caracazo Mancheta y demás Editor Jefe Edarlys Rodríguez 06 10 COORDINADOR DE FOTOGRAFÍA La vida en cautiverio — música Pedro Vicente Lizardo resiste Asesor Editorial 12 13 Sobre las vueltas al sol Buscando una ciudad sin barreras 20 21 Existencialmente Vladimir Villegas Ilustrador 25 26 Fotógrafo ¿Qué es lo que deseas? Sibaritas y pelabolas 28 29 Cine y teatro Historias de la Calle Lincoln (XXVII) 34 35 Jorge Rodríguez Gómez Felipe Saldivia Gustavo Borges Revilla Directora — perfil Carlos Cova DirecTORa de Arte — ciudad Jesús Castillo Reinaldo González Coordinadora web Yanira Albornoz — mitos MANEJADORA DE REDES Bárbara Baralt Redacción María B. Chacín Kay Yam Hung Gustavo Mérida Ander De Tejada Marlon Zambrano — minicrónicas DiseñadorEs Lisbeth Montell Óscar Hernández Alfredo Rajoy — libremente Michael Mata CORRECTOR Rodolfo Castillo LOGÍSTICA — CRÍTICA Y MEDIA Idania Bracamonte Daniela Fernández Edi Cordero Colaboran en esta edición Clodovaldo Hernández, Malú Rengifo, Miguel Posani, Mayleni Curros, Indira Carpio, Nathali Gómez, Rodolfo Porras, Mauricio Sánchez, Andrés Eloy Hernández, Jessica Mena, Franklin Alviárez, L. “Razor” Balza y Andrés Palacios. Archivo Ciudad CCS. Fotografía de portada: Enrique Hernández. Impresión Complejo Editorial Alfredo Maneiro Editorial Metropolis, C.A. [email protected] Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114 Distribución: 0212-8085843 Depósito Legal: pp201202dc4166 Una publicación de la @epaleccs @epaleccs — poesía o nada 36 — el rumor de las bolas — EL MENJURJE — mIradas — entrevista — gastronomía — novela — cruciverbo’s Crucicentrifugado 37 — la bitácora de amón-ra Revista Gratuita Circula los domingos con el Diario Ciudad CCS búscala de lunes a viernes en nuestra sede: esq. san jacinto, edif. gradillas “c”, piso 1, al lado de la taquilla única de servicios municipales y en la librería-Bar el techo de la ballena, edif. Gradillas “A”, planta Baja, Bulevar del Eterno Retorno Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014 y 2015. Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014. 02 PERFIL 03 El Caracazo: las horas aterradoras de una breve guerra La furia desatada de un pueblo sin líderes y la respuesta genocida de un gobierno marcaron para siempre la historia de Caracas. El terremoto social comenzó en Guarenas y las informaciones sobre lo que estaba pasando llegaron a Caracas en tiempo real, a pesar de que aún faltaba mucho para que se inventaran los mensajes de texto y las redes sociales. Fueron días de miedo durante los cuales hasta algunos que tenían fama de tipos duros terminaron chorreándose POR Clodovaldo Hernández • [email protected] / ILUSTRACIóN ALFREDO RAJOY El Caracazo fue aterrador. Si alguien trata de decirte lo contrario Cuentan los informes que el asunto comenzó en Guarenas, ciudad —incluso, si ese alguien eres tú mismo—, ¡ojo! porque está tratando satélite que no tenía todavía la enorme población que luego ha ido reuniendo. Cuando aquellos humildes pobladores comenzaron a de engañarte. llegar a las paradas de autobusetes, recibieron el primer puñetazo Con el paso de los años —y ya van 27— cada quien reconstruye del paquete de medidas económicas decretado unos días antes por aquello a su manera, pero cualquier versión edulcorada de esos días el recién estrenado presidente Carlos Andrés Pérez: el aumento de los pasajes. es puro embuste. “El sacudón”, como también se le llamó, fue aterrador por muchas razones. Lo fue porque ver desatada, sin control alguno, la furia de un pueblo es como vivir un terremoto, una gran inundación, un terrible incendio. Y lo fue porque la forma como las autoridades de ese entonces reprimieron a ese pueblo iracundo resultó ser —sin necesidad de lenguaje metafórico— un genocidio, un holocausto. Claro que mucha de la gente que hoy está en la flor de su vida no había llegado aún a este mundo esa oscura semana, cuando nuestro precioso valle se hizo primero un valle de balas y, luego, de lágrimas. Otros eran niños y niñas y no recuerdan bien lo ocurrido. Ambos grupos han tenido apenas referencias a través de borrosos videos de la era analógica y de fotos que, con todo y lo violentos que son los días que ahora vivimos, parecen salidas de una pesadilla. El Guarenazo fue primero El 27 de febrero de 1989 era lunes y, como suele ocurrir en este día de la semana, la masa trabajadora madrugó de mala gana, deplorando la brevedad de la tregua del domingo. Obreros y empleados se disponían a iniciar una semana dura, pues la mayoría aún no había cobrado su quincena. (Valga un paréntesis acá para decir que mucha gente no logra entender lo que significa “tener nada más para el pasaje”. Solo quien lo haya experimentado alguna vez —y no lo haya olvidado convenientemente— puede saber el tipo de desesperada angustia que eso genera). Bueno, pues los guareneros marcaron la pauta al protagonizar los desórdenes iniciales, acciones dirigidas contra los transportistas e, incluso, los primeros saqueos a establecimientos comerciales. A pesar de que en aquellos tiempos no había mensajería de texto ni redes sociales, la información sobre los movimientos desatados en Guarenas llegó, como se diría hoy, “en tiempo real”, a la capital de la República. Ese fue el primer episodio de terror del día: los rumores acerca de la magnitud de lo que estaba pasando eran para hacerse en los pantalones. En esas primeras horas entró en escena un factor que desde entonces ha sido protagonista de esta historia: la televisión privada. Las imágenes captadas por RCTV, Venevisión y Televén comenzaron a difundirse en estruendosos boletines extraordinarios, pese a que Caracas, 28 de febrero de 2016. Edición Número Ciento ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS 04 (valga de nuevo la aclaratoria tecnológica) la transmisión en vivo y directo de esos tiempos haría pensar a cualquier técnico joven en el carro de Pedro Picapiedra. Por cierto, el gobierno de Pérez y su partido, Acción Democrática, acusaron a las televisoras de haber difundido irresponsablemente unas escenas que operaron como apología del delito y contribuyeron a multiplicar los actos vandálicos. Fue largo aquel 27. Todavía no había llegado el mediodía y ya la ciudad ardía por los cuatro costados. El terror de los rumores se mezclaba con el de los hechos. Uno estaba viendo el caos en el centro de Caracas y llegaba alguien a contarle que eso no era nada, que en La Vega era donde estaba la cosa fea de verdad. tesis de que el alzamiento era obra de grupos radicalizados. Se negaban a creer que algo como eso fuera espontáneo. Un Policía chorreao En aquel clima de terror sostenido, un momento crítico fue cuando apareció en los televisores, en cadena nacional, el ministro de Relaciones Interiores, Alejandro Izaguirre, alias el “Policía”, un dirigente adeco de quien se decía era muy, pero muy arrecho. El hombre comenzó con la típica frase de que poco a poco se estaba restableciendo la calma en todo el país, salvo algunos focos aislados de elementos subversivos. Pero su discurso iba por un lado y su lenguaje corporal por otro. Al “Policía” se le veía como una mata de nervios. De pronto se retiró del set diciendo “¡No puedo, no puedo!”… y se acabó la cadena. El país entero quedó en vilo. Si este señor, con tabaco en la vejiga, se chorreó ante las cámaras, así estarían las cosas, caballero. El gobierno, según han testimoniado luego algunos protagonistas, se privó durante las primeras horas. Un ególatra como Pérez no podía procesar aquello: había ganado las elecciones por paliza; lo habían juramentado con grandes fastos (“la coronación”, le dijeron) y apenas Cuando el día ha sido de terror, la noche no puede ser sino un agracontaba 25 días en el cargo. Aquello tenía que ser algo fácil de sofocar. vante. Oscureció y salieron a la superficie las peores ratas tanto en los barrios marginales como en las urbanizaciones de clase media. Pérez actuó como el ministro de Relaciones Interiores que había sido La gente mala siempre se aprovecha de estos momentos de locura del gobierno de Rómulo Betancourt , principal ejecutor de la política generalizada para sacar máximo provecho. La gente buena no pudo de “disparen primero y averigüen después”: culpó a la ultraizquierda pegar un ojo aquella terrible noche. y mandó a echar plomo. El 28, en plena anarquía, era natural que la delincuencia común toLa primera defensa del gobierno fue la Policía Metropolitana, lo que mara las riendas. En muchos lugares, los malandros dirigieron los de por sí potenció los niveles de terror, en especial en las zonas más saqueos. La gente iba por los alimentos, los electrodomésticos, la pobres, habitual campo de tiro de este cuerpo represivo del Estado, ropa, los zapatos… y los malandros iban por las cajas registradoras, las joyas, las armas. dicho sea en la más clásica jerga marxista. CAP, todavía confiado en su don de mando y carisma, pensó que la PM aplacaría la insurrección popular. Pero bastaba darse una vuelta por cualquier calle de la ciudad para entender que eso estaba muy lejos de ser verdad. En horas de la tarde las escenas dominantes eran las vidrieras rotas, las santamarías sacadas de cuajo y la gente corriendo por las calles, empujando carritos de supermercado repletos de comida o cargando con enormes pedazos de carne. El gobierno lanzó entonces su segunda ofensiva: la Guardia Nacional, cuyos integrantes habían cultivado, a pulso, la fama de asesinos por naturaleza. El terror iba in crescendo. Superadas la Policía Metropolitana y la Guardia Nacional, Pérez se pegó contra las cuerdas y sacó los tanques y los fusiles del Ejército. Los casi adolescentes que estaban pagando el servicio militar obligatorio en los cuarteles (hijos de obreros y de campesinos, sin excepciones), fueron echados a las calles con las órdenes de masacrar a su propio pueblo. Para que no se vieran en la situación de disparar contra gente conocida, los trajeron de los Llanos, del Zulia, de Oriente y los obligaron a disparar contra todo lo que se moviera después del toque de queda. Desde entonces y hasta el 1º de marzo, lo que hubo fue traqueteo de ametralladoras, gritos en la oscuridad, balas que atravesaban endebles paredes, llantos de madres, salas de emergencia colmadas de heridos, cuerpos arrumados en camiones de volteo, fosas comunes repletas… En fin, el horror de una guerra que dejó marcada a toda una ciudad, a todo un país. Paralelamente se habían activado la tenebrosa Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip) y la no menos temible Dirección de Inteligencia Militar (DIM). Hicieron lo que contemplaba el protocolo, es decir, ir a buscar a los dirigentes sociales, a los líderes de los partidos de izquierda y a los voceros estudiantiles y sindicales, llevarlos a sus cuarteles y ponerlos como berenjenas a punta Si alguien te dice que no fue aterrador —incluso si te lo dices tú misde trompadas, patadas y culatazos. Las autoridades se aferraban a la mo— es porque te quiere engañar. Edición Número Ciento ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS Caracas, 28 de febrero de 2016. 05 el menjurJe Carrera de caballo, parada de burro. Este adagio se aplica cuando alguien emprende un proyecto con mucho entusiasmo y eficiencia y de pronto lo desatiende o lo abandona. Cuando Gerardo Sansón, ministro de Obras Públicas de Pérez Jiménez, inauguró la autopista CaracasLa Guaira en 1953, declaró a El Heraldo: “A este gobierno no le van a estar aplicando el refrán que le aplican a todos: carrera de caballo y parada de burro, porque lo que comenzamos lo concluimos en el tiempo previsto”. Esta afirmación suscitó una discreta polémica porque alguien manifestó en El Nacional que esa obra fue proyectada e iniciada durante el gobierno de Medina Angarita. Diccionario de refranes Héctor Atilio Pujol ballet arañero Con más de 40 artistas, música original, circo, teatro y videoarte, regresa a la sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño la pieza de ballet contemporáneo De Arañero a Libertador, un emotivo homenaje a Chávez basado en sus Cuentos del Arañero. Las funciones se realizarán el viernes 4 de marzo a las 7 de la noche y el domingo 6 de marzo a las 5 de la tarde. Las entradas están a la venta en las taquillas del teatro o a través de la página web: www.teatroteresacarreno.gob.ve. Son 300 bolívares. Que no recojan los perros muertos. El anuncio sobre la próxima circulación de billetes de 500 y 1.000 bolívares y, por consiguiente, el regreso de la caleta. ta'fino Con el conversatorio “Canto tradicional y algo más experimental”, la agrupación caraqueña de música tradicional venezolana Shirapta Coa (en la foto) inicia hoy la celebración de 10 años de vida artística. La cita es a la 1:30 de la tarde en el Museo Carlos Cruz Diez. Más información en la cuenta Twitter de la agrupación: @shiraptacoa. « Ni patulecos ni mongólicos « Caracas, 28 de febrero de 2016. Edición Número Ciento ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS 06 CIUDAD La vida en cautiverio breve crónica de lo que se puede ver en el zoológico de caricuao, un espacio público —y cuestionable— que se abre para el disfrute de todo el pueblo caraqueño POR Ander de tejada • @epaleccs / FOTOGRAFÍAs enrique hernández De niño me gustaban esos sitios. A quién, en las edades de la inocencia, no le parecería maravilloso un lugar que recreara el mundo entero a pequeña escala. En ese mundo entero, sus distintas faunas regadas por las “secciones’’ del sitio. Sí, en los zoológicos cualquier persona que más o menos ignore la cara y la actitud de los animales puede sentirse feliz de a ratos. Yo de niño estaba enamorado de los leones. Fue ahí, en el Zoológico de Caricuao (fundado en 1974 y manejado por el Instituto Nacional de Parques, cabe destacar, que a su vez está adscrito al Ministerio para Ecosocialismo y Aguas), donde estuve al lado de uno por primera vez. mueva, que demuestre la vida, la alegría de tener el corazón palpitando y de encontrarse fuera de peligro, fuera del furioso Serengueti o de la mortalidad de las zonas boscosas de Norteamérica. Edición Número Ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS Caracas, 28 de febrero de 2016. Estación Zoológico ba a los turistas mientras estos, incluyendo al grupo de Épale CCS, por razones más que obvias, hacían lo mismo. Más abajo había otro pájaro de esos. Cuesta imaginar que sean pájaros, sí. Esta nos daba la espalda. Nos quedamos observándola un rato hasta que de su recto emergió una especie de lengua que se estiró y se retrajo hasta dejar salir unos litros de espeso líquido blanco. Resonamos una grosería al mismo tiempo, de esas que indican asombro, hasta que se nos pasó la sensación. A pesar de averiguar un poco, sigo sin saber qué parte del cuerpo del pájaro fue aquello que se asomó de sus oscuridades. A pesar de todo eso, uno no puede ir al zoológico, menos si es su obligación, y caminar mientras le mienta la madre al sistema y sufre por los padeceres de los animales. No te queda más, a pesar de lo que puedas sentir, que la resignación: ya estás ahí. La pena se expía cuando te dicen el precio: 10 bolos, únicamente, si estacionas el carro. Como no transas con grandes cantidades de dinero, el impacto moral es menor y no hay culpa Más abajo, en un espacio parecido, un leDespués, con el pasar del tiempo y a me- posible que pueda arrebatarte el momento. trero indicaba que ahí habitaba un bisonte, animal rumiante que habita el continente dida que uno fue adquiriendo eso que llaman conciencia, los zoológicos dejaron de Con un sol tremendo que cerraba los ojos, europeo y norteamericano. Yo solo vi un parecerme lugares de absoluta felicidad en hicimos nuestra entrada al parque. Com- búfalo africano, otro rumiante, solo que donde los animales se alejaban de las leyes pramos unos jugos de naranja a 120 bolíva- habitante de una zona completa y absolutade la selva y de la depredación constan- res el vaso pequeño y realmente era un vaso mente distinta de la otra. El bisonte, a quien te de las otras especies. En ese momento pequeño, pequeñito, fácil de vaciar con un vi después, con su cabeza diseñada para fue más fácil percibir las caras de tristeza sorbo de sediento. Eso se llama la sinceri- poder incursionar efectivamente en la nieen aquellos seres. Fue como ver a alguien dad del comerciante, la palabra fiel del em- ve, se acomodaba serenamente al calorcito sabrosito de la capital caraqueña y compartotalmente absorbido por el funcionar ru- prendedor. Ofrece una vaina y te la da. tía su terreno con el primo de África sin sitinario y desgastante del sistema. He ahí al animal: exhibido como un rubí tras unas Tratamos de olvidarnos de la cuestión y se- quiera molestarse. Uno quizás muy a gusto, rejas o una fosa asesina, ganándose la comi- guimos el camino. No existe un paso que otro extrañando el frío. da con la única obligación de mantenerse debas seguir en el zoológico. Una vez adenvivo y sumiso ante los deseos del humano, tro puedes ir para donde te dé la gana y, muy Seguimos caminando porque escuchamos hacinado en su jaula 10x10, incomunicado seguramente, perderte de ver algún animal. unos gritos provenientes de unos árboles a de los otros de su especie, esperando expec- Nosotros, por la entrada en donde caímos, nuestra izquierda. El rumor de los monos tante el pedazo de carne, o de lo que le den, vimos, de primero, a un avestruz que se era aquello. Acercamos nuestros reportemientras toda la gente a su alrededor lo ve, mantenía estática en su largo pedazo de tie- riles cuerpos hasta los árboles y comenzale grita, le pide que baile, que cante, que se rra. Casi en el límite de su espacio, observa- mos a ver las formas marrones brincando 07 Seguimos caminando porque escuchamos unos gritos provenientes de unos árboles a nuestra izquierda. El rumor de los monos, era aquello — Mono comiéndose una zanahoria muy cerca de Enrique Caracas, 28 de febrero de 2016. Edición Número Ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS 08 de rama en rama. Pronto se acercaron. Están tan acostumbrados al contacto con humanos que saben que cuando uno de nosotros se acerca no es sino para entretenerse al entregarle un pedazo de zanahoria o auyama. te de mucho milimetraje fueron un objeto curioso para los animales, que se acercaban hasta el artefacto cilíndrico, lo escrutaban y le metían la mano para ver si entre el parasol y el vidrio había un pedazo de comida. Ante la sorpresa de que aquella cosa no fuera más Los primates se acercaron y comenzaron a bien un plato, retornaban hacia las copas de interactuar con nosotros. Enrique y su len- los árboles y se perdían en su espesura. El elefante del Zoológico de Caricuao sí que estaba en un sitio parecido a lo que, en general, se pinta sobre el continente africano. Una fosa sin agua, un terreno con pura tierra seca y un pequeño charco en donde el paquidermo tomaba un agua de color verde. Su cuerpo flaco no se asimilaba a las dimensiones que uno consumía en las películas de Disney y en los documentales del canal 5. Aquel animalito, tan simpático, estaba flaco. En un momento se dio cuenta de que desde un lugar detrás de su fosa seca un grupo de gente muy animada lo observaba. Entre ellos, nosotros. Tras echarse tierra por encima del cuerpo, decidió girar y nos vio de frente. La trompa, resorte gris de increíble tamaño, comenzó a hacernos una especie de saludo. Los pasos se sintieron cerca, tan cerca que hasta un niño, llevado de los brazos por su madre, se puso a llorar por imaginar a la bestia aquella saltando las barreras. Aquella bestialidad, valga la redundancia, solo agitaba su única mano con el objeto de pedirnos comida. Un niño fue el primero. Compartió todo su pan dulce con el animal y este devoró el tentempié de un solo golpe. Después prosiguió un señor que tenía un cambur en una bolsa que llevaba amarrada del pantalón. Tuvo la delicadeza de pelarle la fruta al animal, como si a él le importara si el cambur viene o no sin concha o bañado de tierra, y lo lanzó. El animal, queremos imaginar, la disfrutó mucho. Pero justo entonces llegó la autoridad y dispersó toda la algarabía que se comenzaba a formar alrededor del elefante y de su amistad. —¡Dejen de darle comida, que aquí nosotros le damos una alimentación balanceada! —dijo la mujer. Nadie dijo nada. Hubo uno que otro chiste. El elefante, tras ser animado por la gente, pedía comida con su trompa Edición Número Ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS Caracas, 28 de febrero de 2016. La penúltima zona que visitamos fue la de los felinos. En esa zona misteriosa, los felinos se esconden detrás de los arbustos, si pertenecen a zonas tropicales, y hay que hacer un esfuerzo para ubicarlos por entre las matas y las mallas de la jaula. El jaguar sí se dejó ver todo el tiempo. Desfiló su cuerpo por la jaula y se acostó en una tabla cercana al borde de las rejas. Desde 09 ahí echó un rugido al aire, una cosa que jamás había escuchado. A su lado, siguiendo el anillo que forman las jaulas, estaban los pumas, a quienes sí hubo que buscar por entre los matorrales. Del otro lado se le vio la cabeza a uno. Después el cuerpo acostado se dejó ver. Pero más arriba, ya por la mitad del anillo, estaba la jaula que guarda a los leones, a quienes todos conocemos. Como no hay simulación alguna de espacios tropicales, estos felinos melenudos se ven siempre. Uno de ellos —hay tres, los tres separados— estaba durmiendo boca arriba, metido en un sueño verdaderamente profundo. El otro, en la jaula de al lado, estaba acostado de lado. Tardaron poco en levantarse y, justo después de hacerlo, comenzó una de las cosas más dolorosas que he observado en la vida, y que es, nada más y nada menos, que observar a este animal caminando en círculos por la desesperación. Yendo de aquí para allá y León descansando en en su jaula encontrándose con una limitación que lo hace cambiar de rumbo, como la aguja de un reloj, una manera inalterable de moverse, una sola posibilidad como dirección, mientras desde afuera gritos de niños de alegría desmesurada, niños (como el que alguna vez fui) le pedían su atención al llamado de la palabra “¡León!” y dictaminaban una orden no cumplida, una orden postergada, una orden para la que ya no les debe quedar forma de cumplir. Les decían: “¡Ruge, león, ruge!”. Abajo, entre dos jaulas, un hombre echaba la comida de un tobo en los pequeñísimos cuartos en donde los leones pernoctan. Mínimos, verdaderas cajas de fósforos. Arriba, los leones salivaban. La última parte que visitamos del zoológico fue la zona de contacto, en donde los niños pueden alimentar a los animales de granja que viven ahí. Hay conejos, cobayas, chivos, ovejas, patos, gallinas y cochinos y todos comen las auyamas con alegría. Las zanahorias no. Esas las desprecian como cuando le ofreces una cerveza light a un tipo medio experimentado en borracheras. Ahí, los niños tenían la suya. Una de ellas, de 5 años, formó un lío con gritos, pataleos y cuestionamientos del propósito de la existencia incluidos, ante el simple Zona de contacto: niños alimentando a los animales de granja La trompa, resorte gris de increíble tamaño, comenzó a hacernos una especie de saludo — Caracas, 28 de febrero de 2016. hecho de que su mamá quiso irse del parque. Después, tras unas preguntas, la mayoría de la gente concluyó en que lo mejor del parque era la zona de contacto porque se podía disfrutar con los niños: ¿Valdrá la pena todo lo demás? Al salir, sedientos, compré otros jugos de naranja de vasos pequeños, pequeñitos. Edición Número Ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS 10 MÚSICA Pedro Vicente Lizardo AVANZA Una vez, probando sonido antes del concierto, ptt lizardo, al terminar la canción, preguntó: “Fulano de tal, ¿cómo sonamos?”. y todos los amigos de fulano de tal le miraron asombrados: “¿Y tú conoces al vocalista de La Misma gente?” POR gustavo mérida • @EPALECCS / FOTOGRAFÍA Eliane Jaguelin Edición Número Ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS Caracas, 28 de febrero de 2016. 11 Por alguna extraña razón, algunas de las personas que leen, o no, este texto, no saben quién es Pedro Vicente Lizardo. Eso es asunto de cada una de ellas. La intención no es que sepan, o que se queden sin saber: “Primero la gente, después La Misma Gente”, decía “PTT” Lizardo. Decía. El próximo domingo se cumplirán tres años de aquella tarde en la que el doctor Pedro Vicente Lizardo, músico y poeta (“peota, el poeta es mi papá”) vivió un accidente cerebrovascular. “La neurona del habla falta por conectarse, pero falta poco”, asegura Eugenia González, su enfermera. No es casual que ella haya volado en parapente, porque para cuidar (lidiar, dirían algunas y algunos a quienes PTT les sacó tarjeta roja en distintas circunstancias) a PTT, es mejor haber volado, o tener la disposición a hacerlo. PTT sonríe. Tiene el rostro sin rastros de barba. Hablo pausado, pensando que le facilito la comprensión. “No vale —me dice Eugenia—, él entiende todo perfectamente. Incluso diagnosticó correctamente a un amigo que vino a visitarlo”. Listo. Entonces a PTT se le dificulta hablar. “Yo canto porque es mejor que hablar, yo canto porque quiero y nada más”. Es mucho lo que hay que decir acerca de PTT Lizardo. Es un buen tipo alguien que abre las puertas de su casa para compartir contigo solo (o a pesar de) por seguirlo por el país mientras tocaba rock and roll. Él, su hermano Humberto (Ike) y Víctor González (“Ksino”, y no es familia de Eugenia) formaron la banda de rock and roll más coherente de este país, La Misma Gente. De esa formación inicial solo queda PTT Lizardo. Ike vive en el exterior y Ksino anda tocando (y cantando. Sí, ahora Ksino, el tamborero, “El de los brazos de hierro el de las verdades claras”, como cantaba PTT, canta). Pero La Misma Gente, después de la gente, sigue, solo que está de reposo. Un reposo tranquilo, sereno, una vela que no se apaga. Hay secretos, entre PTT y yo. “Chinazo”, diría alguien. “Siempre dije que nos iban a acusar de homofóbicos (o nos vamos a meter en peos con los maricos) por ‘Huele a melón’”, contó Ksino alguna vez. Lo recuerdo ahorita. “Yo te voy a decir por qué “Saltimbanqui del amor, mentiroso con diploma”. foto carlos lópez nos separamos”, contó PTT alguna vez. Lo recuerdo en este momento. “Yo jamás voy a revelar este secreto”, pienso mientras miro a Eugenia, que es hermosa. Y vuela. El papá poeta de PTT, Pedro Francisco Lizardo, tiene un libro (tiene muchos) de poemas que se llama El tiempo derramado. PTT le ha puesto música a los escritos de su padre. PTT ama a su padre y a Orlando Araujo, a quien PTT, también, le ha puesto música. PTT (si lo leen rápido, “suena” con música: PTT, PTT), a su casa en San Antonio de los Altos, le decía “el Atepeo de San Antonio”). Le decía. PTT vivió un accidente cerebrovascular hace casi tres años. PTT me cuenta (o me dice) que, por ahora, no está escribiendo. Pero, cuando escribía (que Caracas, 28 de febrero de 2016. era todos los días, hasta hace casi tres años) canciones o poemas o cuentos y me los leía a mí (sí, a mí, el mismo que oyó una canción arrechísima de La Misma Gente cantada por PTT mientras manejaba una Brasilia blanca por la Panamericana en la madrugada y que después esa canción la cantó (y la canta) todo el mundo, menos ustedes, los que no sabían quién es Pedro Vicente Lizardo) entonces, cuando me los leía, me acordaba de cómo conocí a La Misma Gente. Y cómo los conocieron ustedes, los que no conocían a PTT Lizardo, vaya usted a saber por qué. Al despedirnos abrazándonos (él mismo me dijo: “Ya. Listo”), le dejé una revista Épale CCS y le pregunté: “¿Puedo contar que te vi?”. PTT me miró, sonrió y asintió. Edición Número Ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS 12 MITOS sobre las vueltas al sol POR ander de tejada @epaleccs ILUSTRACIÓN JESSICA MENA Creo que ni siquiera me interesé jamás por la causa del año bisiesto. Para mí, y quizás para muchos —si trato de popularizar mi propia ignorancia—, simplemente se daba y ya. Dar las cosas por sentado es un acto medio peligroso porque siempre alguien puede venir a estamparte datos científicos en la cara. En este caso no me pasó. Justamente falté a la reunión en donde se pautó el trabajo y no hubo oportunidad de que aquello sucediera. Tan solo eso, cuántas cosas más uno considera naturales sin saber por qué suceden. XIII, en aquel siglo XVI, decretara el nuevo calendario: el gregoriano, que establecía como bisiestos todos los años divisibles por cuatro y múltiplos de 400. El año bisiesto, entonces, según una información dada por Manuel Manianes, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a Europa Press, fue inventado por un tal Dionisio, el Pequeño, monje turco que descubrió que en el antiguo calendario, el juliano, había un margen de error. Según él, si no se hallaba alguna forma de corregir aquello, de ahí a 500 o 600 años los solsticios se intercambiarían: el invierno comenzaría en junio y el verano en diciembre, para el hemisferio norte, y viceversa en el sur. Otras publicaciones dicen que fue el mismo Julio César, cuando el calendario juliano, quien introdujo el año bisiesto, con 365 días y 6 horas. Pero que después se comprobó que la verdadera duración del año es de 365 días con 5 horas, 48 minutos y 45 segundos, cosa que generaba una acumulación de minutos y décimas que, a su vez, daban lugar a un error. Entonces, un solsticio de primavera que se adelantó al 10 de marzo, cuando le tocaba el 21, fue la razón para que el papa Gregorio Sin embargo, el mundo ya funcionaba antes de que los humanos lo habitáramos y comenzáramos a conceptualizarlo y a tratar de darle una concordancia con nuestros quehaceres: la nieve ya caía, las flores renacían, el calor ya agobiaba y, al final, las hojas secas se acumulaban en el suelo antes de que surgieran los calendarios. No tiene nada de malo aquello, es simplemente una forma de organización frente al entorno. Lo digo para concluir que los años bisiestos, en realidad, son una forma de agarrarle el paso al tiempo, que aquí se demuestra imposible de dominar. Edición Número Ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS Este cambio consiguió dar con un año que durara 365 días, 5 horas, 49 minutos y 12 segundos, cosa que le da más tranquilidad a aquellos mortificados por estas cosas, porque trascurrirán 3.200 años para que del error se acumule un día. También, según algunas supersticiones populares que rondan por ahí, los bisiestos son años de cosas inesperadas y sacudidoras. No sabemos, pues, de aquellas creencias. Seguiremos sorprendiéndonos con cosas desconocidas y dadas por sentadas. Ojalá que las razones de ser de las cosas no me cacheteen sino que, tiernamente, como esta vez, me hagan una cosquilla agradable. Caracas, 28 de febrero de 2016. 13 MIRADAS buscando una ciudad sin barreras Nadie puede negar que la Revolución visibilizó a una población oculta: las personas con discapacidad. Sin embargo, mientras las reivindicaciones se ganan en el papel, en la práctica la ciudad sigue siendo un impedimento que las excluye. A veces las barreras son urbanas, otras veces son mentales POR marlon zambrano • @marlonzambrano / fotografías michael mata Caracas, 28 de febrero de 2016. Edición Número Ciento ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS 14 Carlos Salcedo es un reconocido luchador por las causas de la discapacidad Luis llevaba presionado el plomo con sus dedos mientras les pedía que aceleraran. Era la bala que se había quedado como un prendedor alojado en su cuello, caliente y maciza. Mientras rodaban hacia el hospital de Los Magallanes de Catia, era como el catalizador de su propia existencia: en la medida en que disminuía la fuerza con que la oprimía, se sentía desfallecer. El plan era diametralmente opuesto. Diez días atrás se había casado por amor. Él 23, ella 17. Esa noche emprenderían viaje a Barquisimeto para la luna de miel, con el fin último de establecerse en esas tierras y emprender un nuevo camino. No era que andaba mal en la vida: ya tenía casa, un buen trabajo, su moto y su jeva. ¿Qué más quiere uno a esa edad? Pero lo sorprendió el destino llegando al bloque 7 de Propatria. Le quisieron quitar la moto y no opuso resistencia. Entregó el vehículo, la cadena, el reloj y, de pronto, le pidieron que se quitara los zapatos; él accedió, no iba a ponerse a inventar cuando por fin ya estaba dando pasos de hombre fundando hogar. En con muletas, bastones, sillas de ruedas, a ciegas. Al final, en medio de un inmenso comedor, Nelson Carrero, con discapacidad visual, se bate en duelo de ajedrez con un contrincante espinoso que cae finalmente luego de una dura embestida. Compinches eternos, hace tres décadas Luis era uno de los panas que ayudaba a subir o bajar a Salcedo los 14 pisos de su apartamento en el bloque 9 de Propatria. Por 14 años no hubo ascensor. En esa época Salcedo usaba una silla clínica, de las que pe27 años después, Luis Rojas dirige el Conse- san lo que pesa un camión. jo Metropolitano de Personas con Discapacidad con sede en un edificio de tres pisos Con Salcedo se cebaron circunstancias dique adjudicó Juan Barreto cuando era Al- señadas por un dios salvaje o una fuerza calde Metropolitano, entre las esquinas de sobrenatural que supone que nada ocurre Cipreses y Hoyo. Ahí se reúnen los “patu- por azar, sino que todo tiene una causa ya lecos”, como ellos mismos se denominan en predestinada. Andaba revoltoso metido en tono doméstico. “Allá los mochos, aquí los la insurgencia estudiantil, alguien gritó que venía la Guardia Nacional en los alrededocojo”, dice uno jodiendo, sin complejos. res del bloque 9, corrió, se le enredó una Carlos Salcedo aparece desde el fondo de un sandalia de cuero con una cabilla malpuespasillo a oscuras por donde circula un gentío ta, cayó desde un barranco y quedó tendido eso sintió la detonación y el golpe seco en la espalda que dejó la bala entre la cervical y la arteria aorta. El tema es que en el hospital había ocho tiroteados en espera, mientras él sufría un derrame interno. En El Llanito finalmente, a las 3 de la madrugada, lo operaron. Le salvaron la vida pero quedó con una compresión medular y esquirlas metálicas del proyectil que le produjeron una discapacidad física motora de por vida. Edición Número Ciento ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS Caracas, 28 de febrero de 2016. 15 Artículo 81 de la Constitución: “Toda persona con discapacidad o necesidades especiales tiene derecho al ejercicio pleno y autónomo de sus capacidades y a su integración familiar y comunitaria. El Estado, con la participación solidaria de las familias y la sociedad, le garantizará el respeto a su dignidad humana...” — en el piso, donde supo que algo andaba mal por sus incipientes nociones de primeros auxilios. Lo socorrieron los convives que lo subieron sobre una puerta de madera y se lo llevaron como si bailaran a un muerto, a modo de chiste, sin saber la tragedia que se cernía. En el hospital Periférico de Catia los médicos lo movieron de la tabla a la camilla con tal brusquedad que lesionaron la mínima conexión que aún quedaba entre su cerebro y el resto del cuerpo, ocasionándole una cuadriplejia. Eso fue el 16 de enero de 1973, fecha que recuerda con precisión glacial. “Nadie está exento de sufrir una discapacidad”, dice Carmen Guevara “Pelusa”. Madre de tres hijos y abuela de tres nietos, entró al mundo de la discapacidad en 2008, con 47 años de edad, a partir de una infección en la médula que lesionó su columna y cuyo tratamiento le generó graves efectos secundarios. Hoy tiene un combo completo: discapacidad motora, neurológica, visual y auditiva. Antes, a las personas con algún tipo de discapacidad simplemente las veía como “el mocho, el cojo y el ciego, más nada, y para mí ni existían, eran como un estorbo”. Hoy forma parte de un comité de personas con discapacidad de la parroquia El Valle, integrante del movimiento Heroínas sin Barreras con Inamujer y delegada parroquial ante el Consejo Presidencial de las Personas con Discapacidad. “Aquí todos somos una familia, cada uno con su historia, que debemos conocer para poder ser más humanos ante lo que es la discapacidad. Si bien somos un mundo paralelo dentro de lo convencional, somos humanos. La cuestión es construir sobre las diferencias”, completa Pelusa. Caracas en silla En la Cuarta eran tratados como estorbo Piden la reforma de la ley Caracas, 28 de febrero de 2016. Llega impecable: botines lustrosos, pantalones verde oliva planchados al filo, camisa a cuadros y peinado con carrera por el medio, como un caballero peripuesto. En la esquina de La Bolsa saluda a los vendedores ambulantes en silla de ruedas, que lo reconocen como un viejo amigo. Decidimos acompañarlo en su ruta habitual porque dicen que Caracas es hostil para cualquiera, más para él. Edición Número Ciento ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS 16 Una investigación para el Diplomado de Atención a la Discapacidad de la Universidad Monte Ávila, elaborada por Katherine Murillo y Belkys Colina, concluye que la ciudad goza de una doble condición: discapacitada, por no contar con una infraestructura y mobiliario adecuado para personas en situación de discapacidad, y discapacitante, porque sus propias características restan autonomía y libertad de acción a los ciudadanos que por alguna razón viven esta condición. Carlos Salcedo no es de los que se quejan o se ponen a esperar. Actúa. Arranca vía libre haciendo caballitos con su silla eléctrica por la avenida Sur 4, fachada oeste de la Asamblea Nacional. Los motorizados a la saga le van pitando, pero se va comiendo la luz sin mirar para atrás, como un duro. Admite que esa no es su ruta, pero es más cómodo porque el tramo adoquinado de los nuevos bulevares son mortales para las sillas. No hablemos de los bastones y las andaderas. Nosotros detrás. Yo con la lengua afuera, Mata intentando seguirle el ritmo para las fotos. Él volando desbocado. Su condición es de las más duras que uno pueda imaginar: en la cuadriplejia, todas las extremidades del cuerpo, es decir, ambas piernas y ambos brazos, quedan El Metro de Caracas es reconocido como un servicio que tiene una política de atención paralizados. Sin embargo, gracias a la terapia y los ejercicios, Salcedo tiene cierta movilidad edificación tiene una megarrampa en forma como debe hacerse en estos casos para que el en los brazos. de acordeón, pero no hay declives en ninguna peso y la gravedad no ocasionen un accidente. de las esquinas de la avenida Universidad para Trastabilla, pero resiste. En mi vida había visto Nos detenemos frente a la esquina de Gradillas acceder y mucho menos un semáforo inteli- tanta gente en el Metro. 12:30 del mediodía. para redefinir la ruta. Hay tramos más ama- gente. Subir la silla entre dos es casi un parto, Fallas técnicas generaron un tapón endemobles y otros despiadados. Se destacan como por el peso y su complejidad. niado que sin embargo no fue impedimento obstáculo los restos de estructuras desmontapara que Salcedo llegara con los operarios al das, como las cabinas telefónicas, los escalones Rumbo al Metro. Según la investigación de vagón preferencial, donde a duras penas se en las edificaciones, las aceras en mal estado. Murillo y Colina, “las dificultades asociadas a pudo acomodar. El operativo consiste en inPor ejemplo, una parada habitual de Salcedo: este medio de transporte tienen que ver fun- troducir a la persona con discapacidad en su el local de Cacao Venezuela, donde tomarse damentalmente con el volumen de gente que espacio y anunciar su destino. Al llegar a Chaun chocolate implica un operativo especial. moviliza y la falta de señalización para la mo- caíto, tres operarios más hicieron un trueque No hay rampa de acceso, así que debe hacer vilización autónoma; sin embargo, también es ingresando a tres ciegos en sustitución de Salsu pedido a gritos desde afuera y contar con reconocido como uno de los pocos sistemas cedo hasta la salida del Metro. Si no es así, no que no haya demasiada gente en la cola para que tiene una política de atención clara y per- me fijo en un detalle: en el bulevar hay rampas que lo atiendan. Lo bueno es que ya lo cono- sonal preparado para quien solicite ayuda”. Es por todos lados. cen. Una niña solidaria lo atiende y le acerca así. En la estación La Hoyada, hora pico, vael chocolate. rios transeúntes se ofrecen espontáneamente Metrobús a Baruta. Carlos tenía el comproa llamar a los operarios. Sube el mismísimo miso de cancelarle un servicio a su esposa. Plaza El Venezolano rumbo a la esquina de supervisor de la estación y una acompañan- A un hombre en silla de ruedas también lo El Chorro, donde operan el Ministerio para te. Expeditos, la chica detiene el acceso de los ningunea la mujer, pensé. Pero antes nos quila Comunicación y la Información y el Mi- viandantes y el funcionario, que luego supe so mostrar una incongruencia que espera sonisterio de Educación Universitaria, Ciencia que se llama Alejandro González, hace un lución. Son escasas las unidades con rampa y Tecnología. Curiosamente, el ingreso a la movimiento malabar y coloca la silla al revés, de elevación. En este caso un autobús Volvo, Edición Número Ciento ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS Caracas, 28 de febrero de 2016. 17 HOJA DE RUTA - 4 tipos de discapacidad: física, psicosocial, cognitiva y sensorial. - 1.454.845 personas a nivel nacional con al menos un tipo de discapacidad contabilizó el censo del año 2011. 6% en el Área Metropolitana de Caracas. - 380.392 venezolan@s con capacidades reducidas registró el censo de la Misión José Gregorio Hernández en 2014 (discapacidades genéticas). - La mayoría de las lesiones discapacitantes son ocasionadas por disparos y accidentes automovilísticos, fundamentalmente motos. - Conapdis es el Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad. Contactos: (212) 7942066 / 7942866. - La Misión José Gregorio Hernández, creada en 2008, lleva atención primaria a todas las personas que padecen alguna discapacidad. Pocos espacios aplican las indicaciones Fondonorma - Consejo Presidencial de Gobierno Popular de las Personas con Discapacidad: nació en el marco del “sacudón” para impulsar las 5 grandes revoluciones en 2015. Pretende diseñar, planificar, ejecutar y supervisar planes, programas y servicios con el fin de generar políticas de inclusión social. flota antigua, contaba con su rampa y además manual, de las que no se dañan nunca. Solo algunos de los nuevos metrobuses Yutong cuentan con rampa y, de paso, eléctrica, es decir, de las que se dañan rápidamente y cuesta sustituir. Otro operario, tremendamente amable (luego nos explicó que por varios años trabajó con la Misión José Gregorio Hernández), aclaró que se está intentando diseñar un sistema que nivele la altura de las aceras con el acceso a las unidades, para facilitar el ingreso a quienes presenten movilidad reducida. Parece que es una orden que deberán acatar las alcaldías, pero no se sabe cuándo ni cómo. Ley de Personas con Discapacidad: vigente desde el 5 de enero de 2007, aún sin sus reglamentos. Fondonorma (antiguo Covenin): Asociación civil con la responsabilidad de establecer las especificaciones para adecuar las aceras, paradas, pasarelas, vías de comunicaciones y unidades de transporte en atención a las personas con discapacidad. Nos despedimos, con más preguntas que respuestas. ¿Para entrar a una oficina, adquirir alimentos el día del número, obtener casa por la Misión Vivienda que de paso esté adecuada a sus condiciones, un carro adaptado, inserción laboral, que no los joda un malandro, que no los segreguen? Pelusa fue filosófica: “Las barreras, sobre todo, son de conciencia”. Ni patuleco, mocho, cojo, incapacitado, inválido, minusválido, mongólico, retardado, nada que estigmatice, denigre e insulte. Caracas, 28 de febrero de 2016. Edición Número Ciento ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS AUTOR: PABLO KALAKA WEB: www.elkalaka.blogspot.com ENVíE SU ARTE A [email protected] (Medidas 42cm x 27cm A 300 DPI) 20 minicrónicas Existencialmente Al final uno termina amando al dragón que lo deparan las tardes en sus puestas y que simpledevora y lo muestra en el interminable orato- mente es como una cena espléndida, que nos rio de las libaciones abstractas. prepara para lo increíble, los sueños en vigilia. Hasta que me ocurrió algo que, de verdad, no Tuve la idea de organizar mis sueños, en mis sé calificar. Estando en mis sueños favoritos, pesadumbres reiteradas, para no perder las próximo a un río rodeado de un verdor y un inspiraciones construidas automáticamente, paisaje esplendoroso, traté de despertar y no como una escritura surrealista, pero sin cere- pude, traté de regresar a otra mañana cotibro, razones u otras herramientas. Sin embar- diana y heme aquí, aturdido en mis ficciones go, continué cediendo espacio a mis inercias. favoritas; no puedo retornar a mi vida, a mi Me daba cuenta de lo bello que es servir al pretérito que me llama, aun no es la hora de desaliento y apuraba mi cerebro en engaños, quedarte, me dice, pero me he quedado anohasta que él, sutilmente, me fue atrapando en nadado, abandonado a mis lúdicas fantasías, eso que llaman “mitos”, en eso que los mitó- que hoy me hacen entristecer ante mi nologos llaman “alucinaciones” y los menos pre- retorno y me hacen amar el trabajo, mi vida. cavidos, como yo, llaman “visuales gratuitas”. Me hacen sucumbir ante los espasmos previos a un viaje no deseado, confieso, desesperadaUna de las cosas que más temía era el sueño mente, lo confieso, que prefiero mi alarma mablanco que se convierte en muerte. Un expe- tutina, que me convoca a cumplir con la faena, dicionario siberiano me contó que la nieve a tener que quedarme cubierto, junto a un nos llama, pervierte a nuestro subconsciente televisor ficcionado y hundido de nieve, hasta en búsquedas de la peor estirpe y uno, todo las raíces de sus comerciales que mutilan. disipado, todo instruido en antojos, sirve al oro que nos sirve el sol en sus salidas, que nos Por Andres Eloy HernÁndez FOTO MICHAEL MATA Vine en busca de oro. Había perecido hace tres años sin saberlo. Mi tarasca nueva me llenaba las venas, mi espíritu, de una ambición desconocida. Operaba una transmigración en mí, como una escritura fabulada en otro ser, cuyas distinciones alimentaban una piel vertida en palabras escritas de un hielo disoluto. Hacían que mis propósitos se congelaran como un glaciar sobre un lienzo, que reconstruía en mis sueños blancos capítulos de nieve con bordes de colores. No alimentaba el cuadro, sino sus ideas. Estaba formado de sueños saturados de alegrías abstractas, algunos materiales ancestrales, prestados por, tal vez, otros sueños ajenos. Pueblos que se evanecían sobre una multitud de diminutas Alaskas me atraían. Yo mismo había confabulado viejas inercias en avatares minerales, preciosos espejismos que me conducían hacia la confección de unas circunferencias que me hacían digerir nuevas adquisiciones, éxitos que me hacían más astuto en cada sueño, hasta que terminé amando mis alienaciones. Edición Número Ciento ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS Caracas, 28 de febrero de 2016. 21 ENTREVISTA “la información no es un discurso” Entrar a Globovisión, lo confieso, da cierta angustia: es muy difícil no recordar la musiquita aquella de terror de por allá, 2002. Cámaras, portones, cerco eléctrico y cercas antipáticas contrastan con la amabilidad del personal de seguridad. Adentro, un cafetín en el que Vladimir, a las 11, me brindó un café. Él tomó té POR gustavo mérida• @gusmerida1 / Fotografías enrique hernández Caracas, 28 de febrero de 2016. Edición Número Ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS 22 En la falda (¿o al pie?) de la hermosa montaña caraqueña (a la que, dicho sea de paso, la ballena de la Guardia Nacional, en el mejor uso que se le puede dar a una ballena, riega todos los días desde la Cota Mil), un trabajador de la antena de Globovisión me contaba alegre una decisión de uno de los nuevos dueños que fue a visitarlo por allá arriba: “Autorizó la compra de la comida de los perritos que nos acompañan”. Antes, eso corría por cuenta de los trabajadores. Y nunca ningún dueño les había visitado. “No me parece nada particular, él ha tenido una carrera diplomática más dilatada que la que yo tuve; yo he sido diputado, constituyente, presidente del canal 8, viceministro y soy periodista; entonces, en mi caso, lo permanente es que soy periodista y el día en que yo me muera, si alguien escribe algo, dirá: ‘Se murió el periodista Vladimir VilleEdición Número Ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS gas’, y no dirá ‘se murió el embajador’ o el constituyente ni nada de eso porque a mí me conoce la gente como periodista”. Esa fue la respuesta ante la pregunta de por qué algunas personas le dicen embajador a Julio César Pineda, quien le sigue en la programación del canal, y a él no, luego de decir: “Eso hay que preguntárselo a esa gente que le dice embajador a él y a mí no”. La entrevista ocurrió en una pequeña sala de reuniones el pasado lunes 22. —¿Quién crees tú que es noble en este país? —Hay muchas personas nobles… —¿Tú crees que Nicolás Maduro es noble, tiene nobleza? —Mira, Nicolás Maduro es un ser humano con sus virtudes y sus defectos, ¿no? Creo que, desde el punto de vista de su gobierno ha cometido muchas equivocaciones ¿no?, y una de las equivocaciones es precisamente el no escuchar las más diversas campanadas que hay en la sociedad. Yo no puedo redu—¿Viste ayer José Vicente cir el análisis de una persona a un concepto. hoy? —Vi la reseña de la entrevista con Chaderton. Hay muchos conceptos que pueden definir a una persona. —Él opinó, poco más, poco menos, que la oposición se —Ese concepto no lo definiestaba perdiendo de tratar ría entonces, en tu opinión con alguien que es noble —Yo diría que no es ni noble ni innoble, es un ser humano, con sus virtudes y defectos, —¿A quién se refería? Caracas, 28 de febrero de 2016. 23 “Soy un periodista con una visión crítica del gobierno y de la propia oposición, yo no milito ni en la oposición ni en el gobierno” — como lo soy yo, como lo es cualquiera de voy a decir: allí no hubo voluntad política nosotros. Creo que tiene muchas equivo- ni de parte del gobierno ni de parte de la caciones y una de ellas es, primero, la poca oposición. tolerancia a la crítica, segundo… —¿Tú formaste parte por Y dijo la segunda e incluso una tercera. cuál parte? —Yo formé parte como venezolano que fui convocado en aquel momento que creí que —De esas tres, aclárame la había una disposición al diálogo. primera: Poca tolerancia a la crítica. Dame un ejemplo —Bueno, por ejemplo, te puedo decir: el —Mira, no te sientas atacaperiodismo. Ha sido una falla de muchos do ahorita porque dijiste gobiernos el hecho de ser hipersensibles a la “librepensador”. ¿Cuántos crítica, de no aceptar que puede haber una anunciantes tienes? voz crítica, de atribuir a una conspiración —Bueno, tengo varios anunciantes. cualquier crítica y eso es un error. —¿Como cuántos? —eso depende de cómo se —Depende. Pero, ¿qué tiene que ver eso? No hace la crítica. ¿Tú eres un tiene nada que ver. Yo expreso mis opinioopositor al gobierno del nes independientemente de los anunciantes presidente Maduro? que tenga. Si hay un anunciante que tenga —Soy un periodista con una visión crítica problemas de carácter ético, primero, no lo del gobierno y de la propia oposición, yo no acepto como anunciante. No le hago propamilito ni en la oposición ni en el gobierno. ganda ni al “Chapo” Guzmán, ni a El Picure, Soy un libre pensador, realmente, no tengo ni a ninguno de esos personajes. Lo que no militancia hoy en día pero soy amante de entiendo es la relación entre ser librepenla crítica, me parece que la crítica fortalece sador y tener un programa de radio donde y ayuda a que los problemas se resuelvan. haya gente que anuncie, porque yo te aseguEl problema está en que el poder, muchas ro que hay periodistas que están en Venezoveces, es alérgico a la crítica. Fíjate tú, mu- lana de Televisión o en Radio Nacional que chas de las cosas que están pasando en Ve- no tienen anunciantes, obviamente… nezuela son producto de la no tolerancia a la crítica, o de la no tolerancia incluso hasta —¿pero quisieran tener? a la denuncia: la corrupción en el manejo —No sé si quieran tener o no, pero de que de los alimentos, el mal manejo de las em- no son librepensadores no lo son; no tienen presas públicas, la ineficiencia de muchos libertad de expresión total y absoluta como funcionarios… los propios resultados elec- yo siento que la tengo, de decir las cosas que torales del 6 de diciembre son precisamente yo creo. una expresión de eso, de no pararle bolas a las críticas. —¿Por qué crees eso? —Porque siento que en los medios del Estado no hay espacio para la crítica. Yo fui pre—¿Tú te sientes convocado sidente del canal del Estado y además veo al Congreso de la Patria? la programación del canal del Estado; es —No. absolutamente sesgada, lamentablemente, donde no hay espacio precisamente para la —¿Por qué? —Porque es una cosa absolutamente secta- crítica. Es una de las cosas que contribuyó a la propia derrota, la política informativa ria, absolutamente militante… del gobierno fue una de las causas de la derrota electoral del 6 de diciembre, porque —En realidad no es así —Bueno, pero es la manera como se ha no informaba, no expresaba las necesidades convocado. Yo formé parte del diálogo y te de la gente. Caracas, 28 de febrero de 2016. Edición Número Ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS 24 —Eso tiene que salir de algún modo: sin que le dé piquiña al gobierno pero sin que se parezca al discurso opositor —Es que la información tiene que parecerse a la realidad, no al discurso de nadie. Yo trabajé en Tribuna Popular, que es el periódico del Partido Comunista, y sin embargo al final, tiene que darse cabida a todas las opiniones — Hablamos generalidades con y sin el grabador encendido. “No joda. ¿Con qué real?”, (al responderme si era accionista de Globovisión). “El gobierno, y el PSUV, yo siento que están acostumbrados a cocinarse en su misma salsa y eso es, a mi modo de ver, terrible, porque esa salsa termina siendo cada vez más espesa y cada vez más excluyente”. Insisto con lo del Congreso de la Patria, porque si él (y sumando otros y otras que piensen como él) no se siente convocado, es la cagada. “La patria no es el PSUV ni es el —Ahí no estamos de acuerdo, gobierno; ya por ahí, el nombre se atribuye pero no importa algo que nos pertenece a todos”. —La idea no es que estemos de acuerdo. —Pero si la patria nos pertenece a todos y se llama el Congreso de la Patria, ¿por qué no te sientes convocado?, ¿porque invita el presidente? —Pero necesitamos estar de acuerdo, Vladimir. Si no te sientes convocado, no va a funcionar. ¿Qué le recomiendas al presidente para que esa convocatoria te —No necesariamente porque invite el pre- convoque? sidente, sino por el concepto que lo arropa, por la forma como está convocado, por la manera como están escogidos incluso sus integrantes… más que en ese Congreso de la Patria, yo creo en un diálogo nacional, que es una cosa distinta a eso, donde estén todos los sectores, porque esto es cocinarse en su misma salsa. Es un instrumento para que los chavistas discutan sus propios problemas… —No es eso… —… que lo sigan haciendo, no tengo problemas en que lo sigan haciendo. —No es eso, hermano, créeme. El tipo quiere diálogo… —Diálogo sobre los temas que él quiere, en el espacio que ellos quieren, de la manera que ellos quieren. Ese diálogo no es diálogo, es un monólogo disfrazado de diálogo. Edición Número Ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS —Correo del Orinoco y Ciudad CCS —Lamentablemente se están pareciendo mucho. Mira, yo no estoy de acuerdo con la prensa unilateral, yo vengo de allí, yo trabajé en Tribuna Popular, que es el periódico del Partido Comunista, y sin embargo, fíjate tú, al final tiene que darse cabida a todas las opiniones, a la crítica, sobre todo cuando son medios editados con dinero del Estado. —Este es uno —Me parece muy bien, me gustaría ver más voces, incluso del Gran Polo Patriótico, que casi no sale en los medios del Estado. Pregúntale a Juan Barreto, por ejemplo. —La ley de Amnistía —Toda ley es perfectible. Una ley de esa naturaleza tiene que ser discutida con todos los sectores, y que tienen que ser convocados y oídos los familiares de unas víctimas y los de otras víctimas. Luego habló de “pasar la página”. Habló de Chávez y el 4 de febrero y el 27 de noviembre. “La cuarta república, como se dice, fue capaz de pasar esa página y permitió que Hugo Chávez hiciera política y asumiera la lucha electoral, después de mucha persecución que yo viví porque fui parlamentario y me tocó visitar en la cárcel a muchos de ellos, incluido el propio (presidente) Maduro. Maduro estaba incomunicado en la Disip, él debe recordar ese episodio, yo estaba visitando a otros presos y por casualidad él me ve y me pega un grito, lo tenían escondido allí. Eso no se puede repetir”. —Yo me he cansado de escribir artículos, de decir en mis programas recomendaciones, consejos, sugerencias, como tú las quieras llamar, y hasta ahora no han sido tomadas en cuenta. ¿Por qué habrían de tomarme en cuenta ahora? Te puedo hablar, por ejemplo, del Correo del Orinoco. Bajo la administración de Vanessa Davies era un periódico bastante abierto, y después que salió del periódico, cambió completamente, Villegas está seguro de que en una consulta la se encerró. mayoría de los venezolanos votaría a favor y —¿Estás hablando de Desirée no está de acuerdo con una amnistía para beneficiar a corruptos. “Da para mucha tela que Santos Amaral? —No, yo estoy hablando del periódico, no cortar”. Habló de Mandela, habló de Bolívar. estoy hablando de personas, estoy hablan- “No nos caigamos a frases del Libertador”. do de gestión y de una nueva gestión. No Siempre se puede empezar por ahí: “No espersonalizo. A lo mejor hubo una decisión tuve de acuerdo con la forma como se sacó la de hacerlo así y ella lo comparte, ese es su imagen: es el Libertador y debe presidir todos problema. En todo caso, como lector que he los espacios públicos. Bolívar es Bolívar”. Al final, hablamos de lo mismo: Patria. sido, veo esa realidad. Caracas, 28 de febrero de 2016. 25 libremente ¿Qué es lo que verdaderamente deseas? Por Miguel Posani / mayleni curros @mposani / @maylenicurros ILUSTRACIÓN FRANKLIN ALVIáREZ Seguramente no te has dado cuenta, pero vas por la vida deseando constantemente. ¿Deseando qué? Sin darte cuenta, eres apéndice de un sistema económico que te necesita deseando cosas, objetos, sensaciones, imágenes, para que des “lo mejor de ti mismo/a” y como caballo de carreras, siempre en competencia con los demás, corras en pos de tus deseos. Pero además, esos deseos que tienes no te pertenecen. ¿No te has dado cuenta de que son manipulados y condicionados constantemente? Tú tienes sed y, en vez de tomar agua, tomas alguna porquería con azúcar. Tienes fallas en la imagen que tienes de ti misma/o y entonces compras un carro, un celular, los nuevos pantalones (a la moda, que por supuesto se renueva constantemente para que tú, riéndote y gozándote “el placer de comprar”, renueves tus deseos de ropa constantemente). Y así pasan los días, las semanas y los años, siendo usado en tu cotidianidad para que desees ser y tener determinadas cosas, para que como perro pavloviano salives diariamente, a cada instante deseando la felicidad y la plenitud a través de lo que te ofrece el sistema de consumo como verdadera realización y felicidad: tener, constantemente tener, absolutamente tener. Todos/as nosotros/as como seres humanos tenemos una serie de necesidades “básicas” que podemos enumerar de forma sucinta, como la necesidad de subsistencia, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad (ver Max-Neef). Pero el problema es: ¿qué satisfactor utilizo para calmar cualquiera de esos deseos? Para resolver una determinada necesidad o deseo utilizamos más de un satisfactor, y este puede ser de diferente orden. Por ejemplo, la leche materna es un satisfactor ecológico, porque nutre (necesidad de subsistencia) y transmite afecto y protección. En cambio, aplacar el hambre con carbohidratos y aceites industriales más sal o azúcar es utilizar un satisfactor dañino, que genera una serie de dolencias y enfermedades que con el tiempo contribuyen de forma importante al deterioro de nuestra calidad de vida. Si te atreves a descubrirte, te recomendamos este ejercicio: Haz una columna con las necesidades que enumeramos anteriormente y al lado de cada una escribe con qué satisfactores identificas esos deseos o necesidades (cómo los satisfaces) y luego identifica si son “ecológicos” o dañinos para ti. Luego de esto trata de substituir cada uno de esos satisfactores negativos o dañinos por uno ecológico o neutro y comienza a aplicarlo en el día a día. “Haz que tu Yo sea más pequeño y limita tus deseos”. Lao-Tsê Caracas, 28 de febrero de 2016. Edición Número Ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS 26 GASTRONOMÍA PICHONES DE SIBARITA la atarraya: memoria y tradición POR carlos cova @carloscobero FOTOGRAFÍAs michael mata Mucha gente coincide en reivindicar La Atarraya como el restaurante más antiguo de Caracas, cuestión indiscutible si damos por cierta la relación del establecimiento ubicado en la plaza El Venezolano con la pulpería que allí operara junto al antiguo mercado de San Jacinto a principios del siglo pasado. El hecho es que no existe tal relación. Aunque las fuentes son poco precisas, hay un paréntesis cronológico sensible entre la creación del primero y la desaparición del segundo. Tampoco se trata de la misma edificación, aunque la casa colonial ocupada hoy por el restaurante es aledaña a la que entonces albergara a la pulpería. Finalmente, está la diferencia de ramos comerciales. La Atarraya original era una bodega donde se ofrecían productos cultivados en haciendas cercanas a la capital, y en donde los esforzados carreteros que traían sus productos al mercado solían recobrar el ánimo ingiriendo licores aromatizados a base de hierbas como berro, yerbabuena, menta, malojillo, etc., circunstancia que le otorgará al lugar fama de doble filo: muy buena entre los “mozos de mulas”; muy mala para la decimonónica y conservadora sociedad caraqueña. taurante de mayor tradición en el centro de Caracas. Ya en los años 70 era reconocido como excelente comercio gastronómico en el ámbito remozado de la plaza El Venezolano, donde, por cierto (y vaya uno a saber por qué), se han ido acopiando anodinos ornamentos urbanos como las esqueléticas fuentecillas de agua, el soso reloj de sol o el colosal obelisco diseñado por Farruco Sesto. La Atarraya propone una carta de carácter criollo complementada con platillos mediEsta pintoresca memoria no desmerita el terráneos en tres ambientes para diferentes hecho de que La Atarraya sea hoy el res- gustos y posibilidades. Según describe Ra- RECETARIO DEL PELABOLA Cable guisao con aserrín POR Malú rengifo @malurengifo A ningún pelabola en este mundo le ha gustado despedirse nunca jamás, ni por las buenas, ni por las malas, y eso es algo absolutamente lógico. Fíjese usted: Escenario uno: está usted disfrutando una reunión con puros pelabolas que le caen burda de bien. Todo el mundo habla de cosas interesantes, echan chistes buenísimos, analizan el panorama político del país objetivamente… suena una salsita y usted la baila con una pareja que huele sabroso, y sonríe y le agarra firmemente las Edición Número Ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS Caracas, 28 de febrero de 2016. Esq. G ra Esq. S an Esq. T rapos os ATAL CASA N TADOR ER DEL LIB Esq. D oc. Pa ul dillas Jacin to PLAZA OLANO EL VENEZ Esq. E lC ERSID AD horro RANTE RESTAU RAYA R AVEN LA ATA IDA U NIV miro Zambrano, capitán de mesoneros con 35 años de labor en el establecimiento, son las especialidades a la brasa las más solicitadas por la clientela. En efecto, el criterio parece ser consecuente en la presentación de carnes jugosas y de sazonado gusto. En esta opción incluimos, además de la consabida carne de res, el pollo y el cochino. na, lebranche) y mariscos, así como preparaciones de origen mediterráneo como callos, paellas, fideuadas, asopados, etc. El ala derecha del local conforma la sección económica, configurada como lunchería, donde además del siempre propicio pollo a la broaster se despachan cachapas y jugos. Ofrecen también dentro de las alternativas criollas el pabellón, el asado y el tarkarí de chivo. Aunque no los ha probado este sibarita, el menú incluye, como correspondería a un lugar con tal remoquete, variedad de pescados (atún, mero, curvi- Consideradas las altas y bajas que los comercios de larga data experimentan en su devenir, es oportuno anotar que la relación precio-calidad que hoy muestra La Atarraya es la más sobresaliente de los últimos 20 años. manos y la mirada. Pero usted se tiene que ir porque el perro no ha comido desde el martes, su compañero de residencia perdió las llaves y le está mandando mensajitos desde las 5 e’ la tarde (que está sentado en la puerta, que dónde estás). De paso hay que agarrar un autobús y luego metro para llegar a casa. o ir e sg bl de e la rie u e u p p s A Im Se Calidad Precio Ambiente Atención fulana carpeta con el churingunglito ese color azul que él quiere para el catálogo de las mierdas que él fabrica”. “Me voy pa’l coño, nadie se va a enterar. Voy a recoger mis corotos y no me van a ver pero ni el pelo más nunca”… A ningún pelabola en este mundo le ha gustado despedirse nunca jamás, ni por las Usted simplemente no se quiere despedir, y en efecto no lo hace. buenas, ni por las malas. Si se va, si acaso le hace caso a la llamada del deber, es largándose sin avisarle sino a los tres que están meneando el cocuy con jugo La receta de la felicidad de guanábana en la puerta, mua, mua, chaíto, que la pasen bien, Y así me pasa a mí hoy, que la he pasado tan bonito aquí y que sé miradita hacia donde está su antigua pareja de baile (ya bailando que llegó el momento de revelar el último secreto del Recetario con otra persona), yelcoñodelamadreyomequeríaquedarunrato. del Pelabola: el cable guisa’o con aserrín, la expresión resume todo lo que aquí hemos compartido. Y no se trata de mandar a todo el Escenario dos: “La vida está muy dura, chama. Todos los días es un mundo a comerse un cable, sino de compartir lo que yo considero peo para todo: que si la comida, que si los zapatos, que si el teléfono la fórmula imprescindible para la felicidad en la vida pelabola. que no sirve para un cebillo, y de paso este señor con su cantaleta pa’lante y pa’atrás, que uno no termina de hacer las cosas y ya está Un buen pelabola todo lo arregla con un clavito y un alambrito. pidiendo otras, y ahora está que habla y que habla y en realidad no le Resuelve todo con lo que tiene al alcance, y jamás se deja arropar interesa en lo más mínimo saber si lo que está pidiendo es posible en por el hastío. Sabe cocinar, y le queda sabroso hasta el cable guisa’o el tiempo que lo quiere o no, o si yo tengo dolor de ovarios e igualito con aserrín. Es creativo y proactivo. Ingeniosa y alegre. Y aunque me tengo que ir a recorrer desde Catia hasta Capitolio buscándole la quizá nunca le sobre mucho, nunca nada le faltará. Caracas, 28 de febrero de 2016. Edición Número Ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS 28 crítica y media La Trama Cotidiana Cinenrollos El ritmo Estudiando cine en Caracas. Soy un Tenemos una tendencia a relacionar ritmo y sonido. Tal vez porque lo identificamos frecuentemente en la música. Y como hay una notación y una instrumentación que se marca a partir del tiempo, el ritmo pareciera constreñirse a lapsos de tiempo y sonoridad. Sin embargo, todo el mundo es capaz de percibir el ritmo en una pintura, en una escultura, una edificación, una película, un poema, un ensayo, un cuento, un artículo periodístico. Cuando transitamos por unas escaleras, solemos “cogerle el paso” y esto nos permite desplazarnos sin necesidad de mirar los escalones. La distancia entre cada uno de ellos y una altura sostenida permite andar al son que los peldaños marcan. Por eso la torpe arritmia arquitectónica de las escaleras de la sala Ríos Reyna ha cobrado la salud de tantos tobillos. Frente a un cuadro de Joan Miró, tal vez uno no es capaz de describir esa especie de codificación personal tan consecuente con sus títulos. Sin embargo, hay un regocijo devenido de un movimiento permanente, que no solo proviene de las líneas sino de los colores que pintan y dibujan en un solo gesto. Uno puede bailar, cantar o hacer otro dibujo acogiéndose al cuadro que tiene al frente. La confluencia de distintos ritmos le confiere una calidad muy específica al teatro. Todo texto dramático, en sí mismo, encierra varias expresiones rítmicas. Una es la frecuencia marcada por la sintaxis. Pongamos por caso: esta oración extrapolada del texto que usted está leyendo y se va haciendo a partir de evitar las comas y los puntos contrasta claramente con esta otra, rápida, nerviosa, rara, pero pertinente, que trata —ojalá que pueda— de evocar un ritmo sincopado. Diálogos cortos de dos o tres palabras, en contraste con otros que se llevan hasta tres líneas. Pero, además, están los sentimientos. Una molestia que muta en rabia, pasa al sosiego, surge el miedo, de nuevo la rabia. La incertidumbre se apodera de casi todo, ya no hay sosiego. Y así se va tejiendo un concierto de frases, sentimientos, acciones, desplazamientos, unos muy lentos otros violentísimos, casi carreras, hasta actores parados largo rato bajo una luz solitaria haciendo un silencio lastimero. Cada actor, a su vez, marca su propio ritmo. Cuántas veces se vale de tonos altos, cuántas de gran volumen o de susurros. A veces habla despacio. Camina a distintas velocidades. Su combinatoria puede ser infinita, a su lado otros también juegan a lo mismo. Esa orquestación, ese equilibrio que se rompe y se recompone en el escenario, más que una herramienta, es la expresión almática de un montaje. Por Rodolfo Porras aficionado al cine. Desde adolescente le empecé a agarrar el gusto a películas como Alas de Libertad (Birdy, Alan Parker, 1984) o Platton (Oliver Stone, 1986), que dejaron honda huella en mí. No fue sino hasta mis veintitantos años que empecé a realizar cursos y a tomarme este arte en serio: fue fundamental uno que realicé en la Cinemateca Nacional sobre lenguaje cinematográfico, por allá a mediados de los 90. La semana que viene realizaré otro más, “El ABC del cine o cómo se construye una película fotograma a fotograma”, promovido por la Fundación de Nuevos Realizadores, el cual se dictará en el Centro Cultural de Parque Central. Pensé en la facilidad con la que se pueden encontrar talleres, cursos o incluso estudiar cine de manera profesional en Caracas, y este hecho me animó a escribir sobre esto y darle algunas pistas a los lectores de Épale CCS por si desean ampliar sus conocimientos sobre cine o si quieren ser profesionales de la industria. La novel Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte) ofrece la opción de sacar la Licenciatura o el TSU en Artes Visuales. Es gratis y el único requisito es el título de bachiller. La Escuela de Medios de Producción Audiovisual (EMPA), cuya sede se encuentra en las instalaciones de ÁvilaTV, brinda la posibilidad de realizar estudios teóricoprácticos para medios audiovisuales, con un curso de más o menos año y medio de duración, también gratuito. La Villa del Cine, el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) y el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos dictan cursos de extensión, como lo son la escritura de guiones, producción audiovisual o dirección, generalmente gratuitos o muy económicos. Por otro lado, el Instituto de Formación Cinematográfica (Cotrain) es una excelente opción para el estudio del cine documental y el costo es realmente solidario. Hay una buena cantidad de institutos privados de cine, entre los que destacan la Escuela Nacional de Cine y la Escuela de Cine y Televisión. Como se puede observar, la oferta es muy variada. Esto se lo debemos principalmente a Chávez, quien democratizó el acceso a la formación e impulsó decididamente la industria cinematográfica de nuestro país. El que no ha estudiado hasta el momento, es por que no quiere, como dicen por la calles de Caracas. Mauricio Sánchez Díaz [email protected] Edición Número Ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS Caracas, 28 de febrero de 2016. 29 NOVELA Historias de la calle Lincoln (XXVII) DE CARLOS NOGUERA / ilustraciones FRANKLIN Alviárez Caracas, 28 de febrero de 2016. Edición Número Ciento ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS 30 Viene del número anterior. Me percato: mi razonamiento es contradictorio, pero hay muchos detalles, muchas sombras en mi conciencia para darme el lujo de desear la coherencia. No puedo aspirar a ese licor omnisapiente, nada me asemeja a la serenidad. Te retomo ahora tras la ilusa esperanza de reconstruirte con argumentos, aunque sé que la vida no es una sucesión de símbolos: quizás volver ahora sobre el comienzo no sea más que otra manera de errar. Pero atisbo que no es demasiado tarde, si es que el tiempo puede constituir una excusa válida en estos casos (alégrate: había tecleado “caos” en vez de casos), y aunque lo fuese, quiero decir: aunque fuese tarde no puedo echar mano de otra alternativa. Solo me resta este deleznable oficio: remodelarte, hacerte soportable a la memoria. Porque eso será lo que reste de ti: aquellas jornadas incipientes donde perseguíamos, balbuceantes, las palabras que —intuíamos— antes habíamos dirigido a otras personas y ahora eran nuestras, por primera vez eran nuestras. Sí, Mónica, este recuento desvergonzado será, en el futuro, tu imagen. ¿Te reconocerás en él? Incluso esto carece de trascendencia, al fin y al cabo lo estoy elaborando para el futuro, no para el pasado, o, en todo caso, para la forma como en lo porvenir miraré, sopesaré el pasado. Por eso reitero a la tormenta estas ideas cuya validez es doblemente dolorosa, porque nada pueden hacer ya por transformar mi vida, devolverte en el tiempo; días blancos y calurosos distribuidos como fogonazos a lo largo de una temporada incierta, esa limpia locura nuestra que en mí era como una cuerda distendida sobre la cual me desplazaba, saltando en arco como equilibrista de circo. En ti, en cambio, esa locura apenas era una excusa para la vida, un dispositivo para el clímax. Era nuestra diferencia: iguales fuentes, elegías por ratos, me amabas en subjuntivo, en actitudes contrapuestas. Una génesis reiterada- condicional, en dubitativo, jugabas haciendo mente aplastante, como todo espejismo. pendular lo que yo poseía como una especie de imperativo. ¡Pequeña víctima que se nutría en Sé que a ti, a la postre, el golpe te lo asestará lo el vacío! Un combate desigual de ese tipo no externo, vendrá de afuera, tal vez sea festivo y podía tener otro desenlace que aquel que yo cromático; a mí, lo interior, seré yo mismo o me esforzaba en ignorar, posponiendo, casi a cualquiera de los que he sido —real o imagi- modo de compulsión, lo que para ti era evidennariamente— quien me destruya. Nunca pude te: que debíamos dejarnos. imitarte, eras fuerte, sencilla; tu inseguridad, si la había, vulneraba a los otros; la mía, solo Sé que dirás que miento, que no era eso lo que en mí encontraba su víctima. ¿Recuerdas? Me pretendías (“no puedo retirar mi afecto una Edición Número Ciento ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS Caracas, 28 de febrero de 2016. vez que lo he dado, soy simple”, dictaminabas, retomando películas aprendidas de memoria, antiguas citas fílmicas que tus manos transformaban en un mecanismo de pesadilla, repetirás que me amabas, que a tu manera me amabas: solo me pedías compartirte, no debíamos vernos más, me señalabas otro límite, otra vida, otros testigos. ¡Compartirte! Suponías que me eras prescindible, ¡y pedirme eso a mí que ya estaba obligado a compartirte con la realidad! 31 emergiendo de un pantano y detrás los rostros, y más allá, esto lo vi cuando descansé la cabeza hacia atrás, supongo que antes de desmayarme, solo el cielo abierto y limpio, sobre la azotea. Postulabas, mejor: respirabas, esa libertad de una manera tan... sobria, que nadie en sus sentidos podía pretender retenerte. Pero la forma, esa forma que bosquejaste para destruirme, borraba toda lucidez. Mi memoria no abarca nada más que estos hechos, quiero decir: en lo que a esta última parte se refiere. Lo demás, lo inmediatamente precedente, lo retengo, lo sabes, hasta en su último detalle: tu tono de voz, la manera como hamacabas algunas hebras de mi cabello, la hora, el sudor frío que bajaba por mi cuerpo, a chorros, tu expresión condescendiente, tan… humana y aquel estilo periodístico, expreso, telegráfico (todos los adjetivos de lo expedito), la armazón, en fin, adecuada para despachar el asunto con el mínimo derroche de energías, empleando solo las palabras, las frases necesarias. ¡Ah! Cómo pesa todo esto ahora, Mónica, después de tu viaje, después de la fiesta. No sé cómo te las arreglaste para mantenérmelo oculto durante tanto tiempo, quiero decir: lo del viaje, aunque ya debería saberme marginal. ¡Todo fue tan vertiginoso! Un pasaje expreso al infierno con retorno preterido, Mónica, del cual recién ahora renazco, ya se sabe: uno se habitúa a la desesperación más increíble, un mecanismo piadoso y lento que nos garantiza la supervivencia, decanta la agonía, y, claro, después de esa noche, de esa fiesta, nada peor podía ocurrir: tu viaje, a la larga, resultó un paliativo. Tal vez debería lamentar el espectáculo, aunque esto solo a mí me compete. Un odio sórdido, una espesa niebla me separó siempre de ese grupo al cual tú te afiliabas, sin críticas, sin reservas, con una intensidad que debería haberme sorprendido o alertado a tiempo. Ese fue el público ante quien exhibí mi pantomima aquella noche: todos o casi todos haciéndose los desentendidos y yo conociendo de qué manera deseaban que concluyera el espectáculo, lanzándome de una vez sin contemplaciones. Casi una hora —si es posible hablar con los límites conocidos del tiempo— me mantuve allí, sentado sobre el borde de la terraza, con las piernas colgando hacia afuera, adscribiendo a la ejecución de lo que yo consideraba sería el gran gesto, la venganza extrema: aquello que ni siquiera alcanzaba la categoría de payasada inocua, mi suicidio. Pero ya lo sabes: ni siquiera para eso tuve valor. Dentro de mí, el trompo danzaba los últimos períodos de aquella embriaguez inútil en el momento en que Guaica me rescató, El resto tú lo conoces, quizás más fielmente que halándome hacia atrás, hasta hacerme caer yo, presumo que mi lucidez estaba varias veces boca arriba sobre el piso de la terraza. más deteriorada que la tuya. En verdad, lo que ocurrió desde ese instante hasta el momento en Fue entonces cuando comencé a sentirme que me vi en la planta baja, cobijado con aquel mal, sentí asco de mí mismo al constatar ridículo sombrerito, arrastrado y borracho toque daba gracias a todos los dioses por la davía, apenas lo recuerdo, si excluimos tu cara, intervención de Guaica, lo cual me revela- sobre la mía, observando; tu cara inexpresiva, ba, en toda su hipocresía, la falsedad de mi casi triste, diría, si no supiera que eso era impotentativa. sible, tu cara sobre la mía, escrutándome, como Caracas, 28 de febrero de 2016. De forma que tu discurso fue, simultáneamente, proclama y veredicto y zumbido sordo y oscuridad y vértigo y pieza de teatro y, más que nada, insistente monólogo en el fondo del pozo: nada pude responderte, todo lo que podía decir me resultaba ridículo y extemporáneo, manejabas todas las fichas y las reglas del juego. Callé en aquel momento y —sé que lo estarás pensando— debí seguir haciéndolo: los recuerdos constituyen un vapor viscoso, falso, del cual tal vez debería escapar, pero qué otro indicio poseo de ti, qué otra forma de sostenerte, de nutrir esa precaria creación que fuiste modelando a lo largo de esa trayectoria sinuosa e incorpórea que llamamos tiempo. Una trayectoria tensa cuya multiplicidad desalienta toda otra paradoja: ahora, desde aquí, el pasado entero no es más que una posibilidad, una recopilación informe de elementos que esperan un reordenamiento que nunca será definitivo. Intuyo cuánto debe agradarte esta afirmación: la imprecisión de cada hecho, su ubicua certidumbre, la crueldad ejercida sin saberlo. Una dulce excusa que nos solventa sin juicio, inhumana como toda proposición genérica. Pero estábamos con lo de aquella noche: lo que rescato con más nitidez es el miedo, una emoción completamente nueva en mí, familiar, no obstante, desde el momento mismo en que se apoderó de mi cuerpo. No Edición Número Ciento ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS 32 Y siempre se disipaban. era un temor a los hechos, al fin y al cabo lo peor ya había pasado; tampoco era a ti a quien temía, no en ese momento, al menos; era el sentimiento, la conciencia misma de sentirme latiendo, sobreviviendo, aplastado como estaba contra el granito, empañando con mi aliento el vidrio, el enorme portal del edificio cuando volví en mí, después de la pantomima de la azotea, ocho pisos más arriba, creo, en fin, que era eso, vivir y verme obligado a soportarme. Más tarde he comprendido que no podía ser de otra forma, porque, quizás, era un fuego tenso dentro de ti el que te hacía cambiar, y ninguna variedad de fervor podía detenerlo, mucho menos la mía, vacilante y pobre. Ves ahora por qué me vi obligado a inmovilizarte, reelaborándote: resultabas vertiginosa en exceso latiendo libremente en la realidad, así que ideé el recurso de imaginarte, dentro de mí no te quedaba otra ruta que ser estable. Pero... ¿quién puede conservarse fiel a un fantasma, sin extraviarse? No podríamos criticar una vida que imaginamos, pero tampoco podríamos amarla. En adelante solo seré fiel a la derrota, quiero decir: a esa asimilación mórbida que de ella he realizado; de esta incertidumbre, hipotetizo, un día emergerá la historia que deseo: la duración debe ejercer su dispositivo destructor también sobre esas regiones del espíritu de las cuales ya nada queda esperar más que podredumbre. ¡Ah! Si pudiese fortificar ahora en conceptos las sensaciones de entonces. Después, claro, fue la soberbia, después pero tardíamente: una ira, lenta, comenzó a crecer en mí durante esos días vaporosos que siguieron al incidente, días blancos, esterilizados, como acabados de lavar. Mi error, había sido ingenuo, amarte creyendo en ti, de tal desatino no podía generarse sino la ira, inútil, porque para entonces ya tú estabas protegida, nada podía herirte, nada, se entiende, que procediese de mí. Aunque una certidumbre me tranquiliza ahora: si no hubieses sido tú, a la postre hubiese sido yo quien terminara con todo. Contigo la única posibilidad que se podía jugar era el riesgo, no habría resistido tal violencia. Yo ameritaba un suelo donde apoyarme, firme, porque nada dentro de mí recordaba la luz. Necesitaba una claridad uniforme, durable, de ti solo emanaban incandescencias, relámpagos que, finalmente, apenas contribuían a encandilarme, extraviándome en una dimensión enfermiza, una vez que se disipaban. Edición Número Ciento ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS Nada de esto, sin embargo, ha sido en vano, no, en la placidez que proporciona la convalecencia creo vislumbrar ya los signos de una nueva serenidad futura, de dimensión tal vez diversa, pero igualmente apetecible. Abandono esperanzando el oficio de ser tu reflejo, tu simple reflejo, y ya intuyo que, por vez primera, de este lado del cristal se me ofrece un espacio límpido y cromático donde quizás resida la clave de una vida habitable. Caracas, 28 de febrero de 2016. 33 capítulo 19 ENSAYO PARA PUBLICIDAD DEL FUTURO GUIÓN ULTRA-IN DE HENRIQUE PARA CUÑA DE COLIRIO (Donde se le saca el máximo partido a las motivaciones inconscientes de los jóvenes —consumidores potenciales masivos— hacia la libertad, la evasión y el goce suprasensorial) Acotación de video Audio y efectos 1) P. G. a hombre con armadura dura medieval en un prado donde Diga no a la piel del pasado. reposa una joven, desnuda, en posición de maja (Patricia). 2) Corte a un taladro que perfora una calle. 3) Corte a un vendedor de cinturones de castidad que grita su producto frente a una de las torres de El Silencio. (Ruidos de taladros, gritos, blabla, ininteligible, sucesivamente). Diga no a los ruidos antiguos. 4) Corte en cámara rápida (efecto cine mudo) a convención de viejos empresarios. Debe verse agitación y discusión. 5) C. U. con G. A. a cara de viejo empresario. (Bien deforme). 6) C. U. a un daguerrotipo de vieja autoritaria. 7) M. S. a viejo musculoso, afeitado al rape, enseñando los bíceps. 8) Corte, P. G. a mineros trabajando en cuatro patas. (Todo tipo de ruidos estridentes desagradables). Diga no a las formas, a los injustos colores del pretérito. 9) Ojo: montaje de rosa que se marchita en cámara. 10) M. S. a hombre de (1) que se quita la armadura, abriéndola en aba- (Los ruidos anteriores se apagan de pronto y comienza música suave, nico desde el pecho hacia afuera, detrás se ve levemente la mujer. El apropiada, se oirá también el murmullo del mar y el batir del viento en las tomas correspondientes). Abra su corazón a la nueva sensibilidad, a viento mece la barba y la melena larga del hombre. los sonidos, a las formas, a los colores eternos y milagrosos. 11) Corte a pareja haciendo el amor. (Patricia y yo). 12) Corte a niño corriendo por la playa, el sol atrás, ocultándose. 13) Corte a rosas muy rojas, floreciendo en cámara. A veces no bastan (Música electrónica, adecuada). 14) C. U. a mano que enciende un pito de marihuana. Si ya ensayó una vía. 15) C. U. a mano que toma pastillita de LSD. Y otra. 16) M. S. a hombre de (1) inyectándose heroína. Y otra más. los mejores recursos. 17) C. U. rápido y cambiante a varias pupilas, de hombre y mujeres, por último una pupila donde se refleja el hombre de (1), luego la cámara se separa y deja ver C. U. de rostro bellísimo, salvaje, de mujer, a quien Pruebe colirio Lundis. La forma externa de liberar la mirada pertenece la pupila (Patricia). 18) M. S. a hombre de (1), colocándose unas gotas de colirio en los ojos. Próxima semana: Capítulo 20 Caracas, 28 de febrero de 2016. Edición Número Ciento ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS Walter Lanz POR INDIRA CARPIO @indira_carpio LOS DESCANSADOS Por Adal Hernández (Venezuela) “Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más…” Fernando Retamar Los de dulces sueños y serenidad espiritual Los albarazados de dientes pelados y buenos días Los que pueden respirar tranquilos y dormir hasta las diez de la mañana Los apacibles ante todo y desojerados en siestas crepusculares Los que dormitan sosegadamente sin que nada los perturbe Los que deciden cuándo duermen y cuándo se despiertan Los que no se cruzan con la humareda soñolienta de algún pensamiento suicida o catastrófico Los que no escuchan gritos en las madrugadas ni ven el penar de su propio espíritu danzando la muerte en los pasillos Los que jamás sentaron la belleza en sus rodillas para injuriarla y viven temporadas celestiales Los que rinden las jornadas en todas sus capacidades y se conforman con sueldos religiones, fiestecitas de cumpleaños y días feriados. Los descansados conformes, domados, reprimidos sin problemas existenciales con sus sentidos en orden. Los que jamás volaron cerca del sol hasta quemarse las alas ni se desvelaron lo suficiente por un amor, por una idea, por soñar despiertos. Edición Número Ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS PERSONAJE A los poros de la tierra, Walter los fecunda. Anda por ahí, regando, regado. Una es incapaz de negarle la mirada, lo mismo es Dios, que Marx, que cualquiera. A su pies germinan las caraotas y se derrama el ají. Walterio sabe cuántas papas aprieta la tierra, y de cuánto plástico es capaz de deshacerse. Camina la sequía, y donde menos lo espera agrieta la cáscara y hace brotar la vida: anda por todo el país regalando la semilla criolla en peligro. No solo eso, te la regala y además, te la siembra. libro Mi cuerpo es una celda (Una Autobiografía) Por Andrés Caicedo Dirección y Montaje: Alberto Fuguet “El infierno es precisamente haber perdido la capacidad de emoción ante el despliegue de formas que nos trae cada día, por eso es que uno no puede andar de mucha velocidad porque puede llegar el momento en que deje de comparar, de añorar, de ponerse triste (un sentimiento tan creativo como la tristeza), y entonces nos llevó el putas”. S/T Por Carlos Giménez F. I Frases de consumo y de provocación emancipadora llegan. El mundo sigue siendo por aquí del hombre fuerte. Tus aspiraciones, de altos estudios fabricados para el desuso continúan fluctuando en la cabeza como centella mental de un león impetuoso enjaulado. Dando vueltas, en círculos… en círculos de impotencia. Pero mirar más allá nos hace ser humanos y… Nos obliga a la racionalidad compleja de la secuencia. Nos hace preguntarnos, a diario, el domicilio fiscal de la palabra mierda… para correr hasta ella. Nos esconde de la realidad imposible de vivir, y nos reclama la realidad que da forma al sistema. Nos cautiva con sus colores suaves, y cada cabeza, visible, nos seduce con sus brillos y cantares de medusa. Caracas, 28 de febrero de 2016. Instrucciones Comenzando por el cuadro central se sigue el sentido del laberinto, tomando como inicio de la siguiente palabra la última sílaba de la anterior POR ANDRÉS PALACIOS [email protected] 33 32 24 31 23 15 16 9 10 22 30 25 34 5 17 2 3 1 14 4 26 8 11 6 18 7 12 13 19 20 29 28 27 17 18 19 20 21 Cierto tipo de tala Cueva pequeña … Granda, desaparecida cantautora peruana Ciudad del estado Táchira Embutido hecho con carne de cerdo picada y adobada 22 Persona tarda en comprender 23 Taller donde curten las pieles 24 Barranco, precipicio 25 En música: tema de una composición 26 Extensión de la voz 27 Pedazo de pan duro 28 El jefe superior de un estado 29 Vestimenta femenina para dormir 30 Ninfa de los ríos y fuentes 31 El que se dedica con fervor a la piedad 32 Corriente de agua rápida 33 La mayor y más poblada de las Islas Canarias 34 Perteneciente o relativo al fémur 34 R A O O D L R I 35 SOLUCIÓN DEL ANTERIOR 1 Santiago …, prócer venezolano 2 Cierta masa comestible 3 Nombre también aplicado a República Dominicana 4 Masa mineral bastante extensa 5 Especie de garrote corto 6 Parte exterior de la cubierta superior de un edificio 7 Antepuerta o tapiz 8 Silvestre, de las selvas 9 Compañero de profesión 10 Dícese de la bebida efervescente 11 En sentido figurado: hombre sabio 12 Estribillo propio de la música que se canta y baila 13 Errante, que no tiene domicilio fijo 14 Moza que presume de dama 15 Criado, sirviente 16 … Moreno, afamada bailarina venezolana 21 G E 24 T N R S L U 25 R A A S P E A C V I A S T A 17 G O L E 18 T 26 R 33 L I 16 O O I B 23 R H C C O I L A S M O I A 10 C O 5 L L L E O 11 R A A O R C M P N 2 C A O I A A 32 I M O 15 N 9 4 1 R I 31 O A N R A T I R L L E L E 22 A D J E R D T T E R A S L B O M C A A S R A 6 N 12 A M O R I 27 J E 3 L E M 7 T O 8 L R N 28 V A I 19 D A 13 I C A A S A 14 C N O 21 C O L B O 30 G C I R T A S 20 N I E 29 T M N I E POR NATHALI GÓMEZ @laespergesia Ilustración: L. "Razor" Balza Minimanual para no confundirse este 27-F Imaginario Estos días hemos tenido que leer y escuchar declaraciones tan farsantes que más de uno habrá pensado que el Carnaval no ha terminado. Entre máscaras han surgido quienes, cacheteando la historia, han establecido semejanzas entre 1989 y la actualidad. Como sabemos que muchos dinosaurios políticos, junto a sus pupilos, que también son reptiles, llevan consigo un espray borramemoria, les traemos un intento de antídoto. 1. Cuando CAP se dirigió al país, para anunciar el paquetazo del 89, afirmó: “El FMI no es la opción, es la única opción”. Meta en google “FMI+Chávez+Maduro” a ver qué le sale. Después ponga “FMI+Europa”. 2. Hasta Rockefeller le dio un espaldarazo a CAP tras sus anuncios. Dijo que se debía "proteger y expandir el espacio para la expresión y el desarrollo de la actividad privada”. Busque nuevamente si algún magnate internacional ha dicho algo positivo sobre el gobierno venezolano. 3. CAP hablaba de “suplantar los subsidios indiscriminados”. Esta vez revise sus recibos de luz, agua, gas y teléfono fijo; súmelos y si no le da risa, es que se la está aguantando. 4. Las autoridades del BCV, y de los ministerios de Planificación, Hacienda y Fomento se lanzaron una encerrona con la gente del FMI y del Banco Mundial para afinar cualquier cosa que no hubiera quedado bien. Haga memoria de las veces que ha pasado eso en los últimos años. ¿Se notará que somos bachaqueros? 5. ¡Sorpresa! Los medios de esa época, tras el anuncio del paquetazo, no registraron las reacciones populares. Pocos salieron a la calle a preguntarle a la gente sobre lo pelúa que se había puesto la cosa. 6. Virgilio Ávila Vivas decía que era hora de desempolvar la Ley de Vagos y Maleantes, por si las medidas causaban algún desorden popular, claro. 7. Quince por ciento de los venezolanos estaban sin chamba. Busque las cifras actuales y, si le dan fastidio las estadísticas, piense en cuántos miembros de su familia no consiguen trabajo desde hace tiempo. 8. Échese un paseíto por la hemeroteca y lea cómo les decían en la prensa a quienes participaron en el Caracazo. No se escandalice si lee: hordas, marginales, pillos, flojos, turbas. Haga un puente de papel y salte hasta el golpe de abril de 2002. ¿Cómo era que le decían a los chavistas? TUIT DE 9. Aproveche y lea también cómo CAP se lavó las manos y dijo que la rebelión había sido una “acción de los pobres contra los ricos”. Edición Número Ciento sesenta y siete. Año 04. ÉPALE CCS Caracas, 28 de febrero de 2016. ¿ Por qué los comerciantes nunca limpian el frente de sus negocios ¿ pregunta de la semana 10. Si este minimanual le pareció muy serio y rebuscado, es cierto, usted es muy observador. En el próximo habrá más saña y mardá.
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