6:10-20 Las partes de una armadura y su función Por ese entonces el apóstol Pablo estaba siempre encadenado a la muñeca de un soldado romano. Noche y día estaba allí con él, asegurándose de que no se escapaba. Cuando estaba escribiendo, la armadura del soldado le sugirió toda una alegoría. CORAZA Las partes de una armadura YELMO CINTURON ESCUDO CALZADO ESPADA El cinturón era una prenda muy necesaria para sujetar las ropas tan sueltas que se usaban en aquella época. Era indispensable en la disposición al combate, ya que en él se colocaba la espada. La coraza era la parte de la armadura que protegía el tronco del soldado. Se hacía algunas veces de cuero endurecido y otras veces de metal. El calzado El calzado que se utilizaba para actividades bélicas dejaba los dedos libres, pero proveía de firmeza en el atado desde la planta del pie hasta la pantorrilla. De este modo facilitaba la libertad de movimientos, pero le confería firmeza al pie. El escudo constituía una armazón de madera que se recubría con cuero y que, a veces, se reforzaba con discos metálicos. El yelmo o casco hecho originalmente de cuero y más delante de bronce y hierro, servía para proteger la cabeza del soldado. La espada era el arma por excelencia, ya que podía servir tanto para el ataque como para la defensa. Consistía en una hoja de metal con una empuñadura y tenía distintas formas, filo y tamaño. Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Esto significa robustecerse en Cristo y tomar su energía de él. Es decir que el creyente debe hacerse fuerte en Cristo, porque aparte de él no tiene fuerza. La fuente de nuestro poder es el Señor mismo. Los mejores soldados de Dios son los conscientes de sus propias debilidades e ineficacia, que se apoyan sólo en Él (1 Co. 1:27b). Nuestra debilidad se encomienda al vigor de su fuerza. Toda la armadura de Dios significa la armadura completa de Dios. No es un armamento ordinario porque es de Dios; ni es opcional, porque cada pieza complementa a la otra y cumple una función importante. para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. El diablo tiene varias estratagemas: desaliento, frustración, confusión, fracasos morales y errores doctrinales. Este enemigo es sutil y astuto; conoce nuestro punto más débil y apunta a él. Si no puede inutilizarnos mediante un método, intentará otro. Los términos usados para describir esta esfera y sus huestes implican una jerarquía antagonista bien organizada. El cristiano no debería estar morbosamente abismado en el tema del demonismo; ni debería vivir atemorizado por los demonios. Hay que mantenerse siempre en pie, alertas y preparados. El cristiano vencedor nunca baja la guardia porque en el momento menos esperado el enemigo vuelve. El cinto de la verdad • La túnica del soldado se sujetaba con un cinto del que se colgaba la espada, y que le daba libertad de movimientos. Otros puede que anden incómodos e indecisos; el cristiano se mueve con libertad y rapidez, porque conoce la verdad (Juan 8:32). La coraza de justicia • La justicia de Dios como una coraza cubre y protege las áreas vitales de la vida espiritual del creyente (2 Co. 5:21). Pero también ha de manifestar integridad y rectitud en su vida personal. Cuando uno está vestido de integridad, es invulnerable. El calzado del evangelio de la paz. • Que eran la señal de que uno estaba dispuesto para la marcha. La característica del cristiano es que está dispuesto a ponerse en camino para compartir el Evangelio con otros que no lo han recibido. Escudo de la fe La palabra que usa Pablo no designaba el escudo relativamente pequeño y redondo, sino el grande y oblongo que llevaban los guerreros fuertemente armados. con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Para Pablo, la fe es siempre la confianza absoluta en Cristo. Cuando caminamos cerca de Él, estamos a salvo de la tentación. El yelmo de la salvación. • La salvación que tiene el creyente en Cristo es una protección que puede resistir los golpes de duda e incertidumbre del adversario. Hay que confiar en la gracia salvadora de Cristo y no dudarla. La espada del Espíritu • La Palabra de Dios en el creyente es el arma que el Espíritu le ha dado para ser usada como una espada filosa cuando es atacado por el enemigo. La oración no es mencionada como parte de la armadura, pero no exageraremos su importancia si decimos que es la atmósfera en la que el soldado ha de vivir y respirar. Debe ser constante. • es en la oración diaria donde el cristiano encuentra la fuerza diaria. Debe ser intensa. • Una oración vacilante no nos llevará a ninguna parte. No debe ser egoísta. • Tenemos que aprender a orar por los demás y con los demás tanto como a solas y por nosotros mismos. Por último Pablo pide las oraciones de sus amigos por él mismo. Pero no estaba conmiserándose de sí mismo; no les pide que oren por su comodidad, su paz o su liberación, sino para que siga teniendo oportunidad de proclamar el evangelio 1. Debemos participar de nuestra lucha espiritual debidamente equipados. 2. Debemos orar siempre y por todos. 3. Debemos orar intercesoramente por el ministerio de los predicadores. 4. Debemos saber cómo usar cada parte de la armadura espiritual. Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Efesios 6:10,11 (Filipenses 1:12-20,27-30)
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