Domingo 34 durante el año Ciclo B Parroquia San José de Pumarín OVIEDO 22 de Noviembre de 2015 Hoy es fiesta, fiesta grande Es el día del Señor. Los cristianos nos reunimos en la mesa de Jesús. Dios no quiere caras tristes, no, no Dios no quiere desunión. Dios si quiere más sonrisas, si, si. Dios si quiere más amor. Hoy es fiesta, fiesta grande. Es el día del Señor... Todo aquel que viene a Misa, sí, sí, que es la cena del Señor, debe estar en paz con todos sí, sí, debe estar en paz con Dios. Hoy es fiesta, fiesta grande. Es el día del Señor. Los cristianos nos reunimos en la mesa de Jesús. A comer su cuerpo y sangre, sí, sí, nos invita hoy Jesús. Solo así seremos fuertes, sí, sí, para ser siempre mejor. Hoy es fiesta, fiesta grande. Es el día del Señor... Los cristianos nos reunimos en la mesa de Jesús. SEÑOR, TEN PIEDAD. CRISTO, TEN PIEDAD. SEÑOR, TEN PIEDAD DE MI. (Bis) Por tanto tiempo que he perdido y malgastado apartado, lejos de Ti Por caminar sin rumbo fijo en mi vida. y mi vida sólo eres Tú. SEÑOR, TEN PIEDAD. CRISTO, TEN PIEDAD. SEÑOR, TEN PIEDAD DE MI. (Bis) Gloria a Dios, gloria a Dios, gloria al Padre. A Él le sea la gloria Aleluya, amén. Aleluya amén. Gloria a Dios, gloria a Dios, gloria al Hijo. A Él le sea la gloria Aleluya, amén. Aleluya, amén Gloria a Dios, gloria a Dios, gloria al Espíritu. A Él le sea la gloria Aleluya, amén. Aleluya, amén Señor, de toda la Creación, por tu palabra hemos conocido el rostro verdadero de Dios. Un Dios bueno Lleno de amor por todos, compasivo, tierno. Tú eres nuestro Dios, y nos vas mostrando la Verdad, para que, Alcancemos, viviendo en el amor, la salvación 1.- ¿Quién es Jesús? 2.- ¿Por qué ha venido? 3.- ¿Qué espera de nosotros? ESCUCHAMOS LA PALABRA DE DIOS Lectura del santo evangelio según san Juan 18, 33b-37 En aquel tiempo, dijo Pilatos a Jesús: «¿Eres tú el rey de los judíos?» Jesús le contestó: «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí? » Pilatos replicó: “¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?» Jesús le contestó: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.» Pilatos le dijo: «Conque, ¿tú eres rey?» Jesús le contestó: «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.» ¿Eres tú el REY de los judíos? ¿Por qué lo quiere saber? Porque es el gobernador romano y tiene que impedir que alguien destrone al emperador de Roma. Jesús le aclara y le tranquiliza con esta respuesta: “Mi reino no es de este mundo” Entonces, ¿eres rey? Tú lo dices. Soy REY “Soy rey de los que escuchan mi voz” El rey, el maestro, el amigo, el salvador del que le acepta como tal Porque hacía falta alguien que nos dijera la verdad. Y nos enseñara el camino que nos lleva a nuestro padre Dios. Que escuchemos sus palabras. Quien le escucha ya está dentro de su Reino. Así termina el año: Con una fiesta Sólo para los que creemos en Jesús Nos ofrece un sitio en su Reino Nos invita abrirle nuestro corazón y escuchar su palabra Credo de los Apóstoles Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su Único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén. Un niño se te acercó, aquella tarde. Sus cinco panes te dio, para ayudarte. Los dos hicisteis que ya no hubiera hambre. (bis) La tierra el aire y el sol, son tu regalo Y mil estrellas de luz, sembró tu mano. El hombre pone su amor y su trabajo. (bis) OFERTORIO También yo quiero poner sobre tu mesa mis cinco panes que son una promesa de darte todo mi amor y mi pobreza. (bis) s.- El Señor esté con vosotros. TODOS: Y con tu espíritu. s.- Levantemos el corazón. TODOS: Lo tenemos levantado hacia el Señor. s.- Demos gracias al Señor, nuestro Dios. TODOS: Es justo y necesario. En verdad, Padre bueno, hoy estamos de fiesta: nuestro corazón está lleno de agradecimiento y con Jesús te cantamos nuestra alegría: TODOS: ¡Gloria a ti, Señor, porque nos amas! Tú nos amas tanto, que has hecho para nosotros este mundo inmenso y maravilloso. Por eso te aclamamos: TODOS: ¡Gloria a ti, Señor, porque nos amas! Tú nos amas tanto, que nos das a tu Hijo, Jesús, para que él nos acompañe hasta ti. Por eso te aclamamos: TODOS: ¡Gloria a ti, Señor, porque nos amas! Tú nos amas tanto, que nos reúnes con Jesús, como a los hijos de una misma familia. Por eso te aclamamos: TODOS: ¡Gloria a ti, Señor, porque nos amas! Por ese amor tan grande, queremos darte gracias y cantarte con los ángeles y los santos que te adoran en el cielo. Santo, santo, santo Santo es el Señor. Llenos están, llenos están, cielos y tierra de las huellas de su amor. Llenos están, llenos están los montes y los mares de su amor HOSANNA, HOSANNA, HOSANNA, EN EL CIELO BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR Bendito sea Jesús, tu enviado, el amigo de los niños y de los pobres. Él vino para enseñarnos cómo debemos amarte a Ti y amarnos los unos a los otros. Él vino para arrancar de nuestros corazones el mal que nos impide ser amigos y el odio que no nos deja a ser felices. Él ha prometido que su Espíritu Santo estará siempre con nosotros para que vivamos como verdaderos hijos tuyos. TODOS: Bendito el que viene en el nombre del Señor. Hosanna en el cielo. A Ti, Dios y Padre nuestro, te pedimos que nos envíes tu Espíritu para que este pan y este vino sean el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, Nuestro Señor. El mismo Jesús, poco antes de morir, nos dio la prueba de tu Amor. Cuando estaba sentado a la mesa con sus discípulos, tomó el pan, dijo una oración para bendecirte y darte gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciéndoles: TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS. (Decimos todos:) ¡Señor Jesús, tú te entregaste por nosotros! Después, tomó el cáliz lleno de vino y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo: TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODOS LOS HOMBRES PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. (Decimos todos:) ¡Señor Jesús, tú te entregaste por nosotros! (El sacerdote prosigue) Y LES DIJO TAMBIÉN: HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. Por eso, Padre bueno, recordamos ahora la muerte y resurrección de Jesús, el Salvador del mundo. Él se ha puesto en nuestras manos para que te lo ofrezcamos como sacrificio nuestro y junto con él nos ofrezcamos a ti. Todos: ¡Gloria y alabanza a nuestro Dios! Escúchanos, Señor Dios nuestro; danos tu Espíritu de amor a los que participamos en esta comida, para que vivamos cada día más unidos en la Iglesia, con el santo Padre, el Papa Francisco con nuestro Obispo Jesús y el Obispo auxiliar Juan Antonio, los demás obispos, y todos los que trabajan por tu pueblo. TODOS: ¡Que todos seamos una sola familia para gloria tuya! No te olvides de las personas que amamos ni de aquellas a las que debiéramos querer más. Acuérdate también de los que ya murieron y recíbelos con amor en tu casa. TODOS: ¡Que todos seamos una sola familia para gloria tuya! Y un día, reúnenos cerca de ti con María, la Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra, para celebrar en tu reino la gran fiesta del cielo. Entonces, todos los amigos de Jesús, nuestro Señor, podremos cantarte sin fin. TODOS: ¡Que todos seamos una sola familia para gloria tuya! Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. TODOS: AMÉN LA PAZ DE DOY A TI, HERMANO. LA PAZ QUE DIOS ME REGALÓ. Y EN UN ABRAZO A TI TE ENTREGO LA PAZ QUE LLEVO EN MI CORAZÓN. RECÍBELA, RECÍBELA. ESTA ES LA PAZ QUE EL MUNDO NO PUEDE DAR. RECÍBELA, RECÍBELA. ESTA ES LA PAZ QUE EL MUNDO NO PUEDE DAR. Nos envías por el mundo a anunciar la Buena Nueva, mil antorchas encendidas y una nueva primavera. Si la sal se vuelve sosa ¿quién podrá salar al mundo? Nuestra vida es levadura, nuestro amor será fecundo. Siendo siempre tus testigos cumpliremos el destino. Sembraremos de esperanza y alegría los caminos. Cuanto soy y cuanto tengo la ilusión y el desaliento. Yo te ofrezco mi semilla y Tú pones el fermento. Nos envías por el mundo a anunciar la Buena Nueva, mil antorchas encendidas y una nueva primavera. Quiero vivir tus enseñanzas, MAESTRO Jesús. Quiero vivir para amar a todos los que me rodean. Quiero vivir para servir con alegría a los demás. Quiero vivir y dar lo mejor de mi a todo el que me necesite. Así amando a todos, te amaré a ti, mi buen Dios. Amén
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