La escuelita zapatista y la autonomía

La escuelita zapatista
y la autonomía
Gloria Caudillo*
I
ntroducción
La Autonomía como propuesta comenzó a debatirse en América Latina con
el proceso de construcción de las regiones autónomas dentro del gobierno
revolucionario del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en
Nicaragua, quien luego de un periodo de luchas de los pueblos indígenas por su
autodeterminación y autonomía en la Costa Atlántica, culmina en la aprobación
del Estatuto de Autonomía en 1987. (Díaz Polanco, 1999, p. 2)
En Panamá ya desde los años cincuenta se reconoció la primera comarca del
pueblo kuna y posteriormente fueron incorporadas en la legislación cinco
comarcas indígenas. (Cruz, 2010, p. 153)
El movimiento indígena retoma la autonomía como demanda en 1990 en la Declaración
de Quito, que fue el resultado del Primer Encuentro Continental de Pueblos Indios
y posteriormente es planteada por parte de la campaña 500 años de resistencia
indígena, negra y popular. La lucha por la autonomía camina a la par de la exigencia
de reconocimiento por parte del movimiento indígena, quien recurre al Convenio
169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aprobado en 1989, en el que
se estampan los derechos de los pueblos indígenas del mundo. Ya en la Declaración
de Quito los líderes indígenas demandaban su “…reconocimiento como pueblos en
el marco del Derecho Internacional, cuestión que exigimos sea incorporada en los
respectivos Estados Nacionales” (Díaz Polanco: 1991: pp. 389-392)
Como señala Francisco López Bárcenas, abogado indígena:
Los nuevos reclamos de los movimientos indígenas abrieron una nueva etapa en
la historia de los derechos indígenas, la cual en un principio se manifestó en el
hecho de que los Estados Nacionales de América Latina que no habían modificado
sus constituciones políticas y su legislación interna para incorporar en ellas el
reconocimiento de la existencia de los pueblos indígenas y la garantía de sus derechos
colectivos, lo hicieran. (2011, p.84)
_____________________________________________________________________
* Profesora-Investigadora Universidad de Guadalajara. Correo: [email protected]
Ponencia publicada en la Memoria del 6º Congreso Internacional de Sociología, Ensenada, Baja California, del
22 a 25 de septiembre 2014
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La escuelita zapatista y la autonomía
Y aunque -menciona el mismo autor- en casos como el
chileno, guatemalteco o mexicano fueron precedidos
por pactos con los pueblos indígenas, en ningún caso
los Estados cumplieron con los compromisos asumidos.
En Colombia fue establecido el régimen de autonomías
territoriales con las reformas constitucionales de 1991
mediante la figura de los resguardos que no han sido
aplicadas adecuadamente hasta la fecha, aunque hay
iniciativas autonómicas desde los pueblos indígenas.
(González, 2010, pp 49-50)
El 12 de octubre de 1992, dentro de la Campaña del
V Centenario, el Consejo Mexicano 500 años, que
aglutinaba a varias organizaciones indígenas, convocó
a varias marchas y a un evento central en el Zócalo de
la Ciudad de México en el que se leyó un documento
donde se demandaba entre otras cosas “… la igualdad
de derechos, la autonomía y la autodeterminación de los
pueblos indios…” (Caudillo a, 2011, p.40)
Posteriormente el 1 de enero de 1994 irrumpe en el
Estado de Chiapas el Ejército Zapatista de Liberación
Nacional (EZLN) y desde su surgimiento, el movimiento
indígena fue potenciado a nivel nacional con la
confluencia de propuestas y demandas expresadas en
la puesta en marcha del Foro Nacional Indígena y en
la firma de Los Acuerdos de San Andrés en 1996 que
reconocían los derechos de los pueblos indígenas a
“desarrollar sus formas específicas de organización
social, cultural, política y económica”.
Al terminar el siglo XX, señala Luis Hernández:
Los pueblos indios se han convertido ya en un sujeto
político autónomo con propuestas propias. Se trata
de un proceso irreversible y en ascenso. Reivindican
un nuevo ordenamiento de las instituciones políticas
que les permita superar su condición de exclusión…
la lucha por la libre determinación y la autonomía
indígena como parte de ésta y la construcción de esta
ciudadanía diferente son elementos que actúan a favor
de la democratización sustantiva del país. (1998, p.17)
En diciembre de 1994 el Ejército Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN) declara la existencia
de 38 municipios autónomos rebeldes zapatistas
(MAREZ) que se deslindan de los municipios
oficiales y a partir de agosto del 2003, - luego
de la llamada “contrarreforma indígena” que no
cumplió con los acuerdos de la Ley de Derechos
y Cultura indígena elaborada por la COCOPA a
partir de los Acuerdos de San Andrés – anuncian
la conformación de los 5 Caracoles: La Realidad
(I), Oventik (II), La Garrucha (III), Morelia (IV)
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y Roberto Barrios (V) en donde tienen su sede
las Juntas de Buen Gobierno conformadas por
representantes rotativos de los MAREZ.
Sobre el proceso de construcción de autonomía zapatista
Pablo González Casanova señala:
Las comunidades zapatistas decidieron construir
municipios autónomos (un objetivo por cierto que
habían enarbolado desde el principio de la insurgencia).
Las comunidades nombraron a sus autoridades
locales y a sus delegados para que cumplieran sus
mandatos en los distintos niveles a sabiendas de que
si no los cumplían serían revocados. Al mismo tiempo
siguieron impulsando medidas prácticas del “mandar
obedeciendo”. También fortalecieron los vínculos de
solidaridad especial entre las comunidades locales
de distintas etnias. Además articularon unidades
mayores que comprendían varios municipios y que
fueron conocidos como los “Aguascalientes”, hoy
sustituidos por los “Caracoles” (2003, p.16)
La escuelita zapatista y la autonomía
Después de casi 20 años de irrupción del movimiento
zapatista y del proceso de construcción de autonomía,
el EZLN anunció el proyecto de la “Escuelita Zapatista
por la Libertad” a impartirse en los cinco Caracoles y en
las comunidades indígenas. El mes de marzo de 2013 los
zapatistas a través de la Comisión Sexta enviaron cartas
a más de mil personas de todo el mundo para invitarnos
a tomar el curso de Primer Nivel titulado “La Libertad
según los zapatistas” a efectuarse del 12 al 17 de agosto de
ese año. Por correo electrónico recibimos un formulario
para que diéramos nuestros datos y nuestro estado
de salud y edad, con la finalidad de canalizarnos a un
Caracol y de ahí a una comunidad. Se nos dio una clave de
pre-registro una vez que respondimos afirmativamente y
definimos la modalidad en la que lo queríamos tomar, ya
sea por videoconferencia, diferido (por medio de libros
de texto y videos) o personalmente en una comunidad.
Los zapatistas a través de los Subcomandantes Moisés
y Marcos (hoy Galeano) enviaron comunicados para
irnos explicando cómo iba la organización del curso, a
quiénes habían invitado, lo que teníamos que llevar y las
personas que nos cuidarían. El curso no se impartiría
en un salón de clase sino en las propias comunidades.
Por eso usted no viene a una escuela con los horarios
habituales. Estará en la escuela todas las horas y todos
los días que dure la estancia. La parte más importante
de su estar en la escuelita zapatista es su convivencia
con la familia que la o lo recibe. Irá con ell@s a la leña,
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Gloria Caudillo
a la milpa, al arroyo-río-manantial, cocinará y comerá
con ell@s o sea que, como quien dice usted será parte
de una familia indígena zapatista. (EZLNa, 2013)
En el comunicado también se señala que “…cada un@
tendrá asignado un Votán o guardián que…es un gran
colectivo concentrado en una sola persona. El o ella
no habla como persona individual. Cada Votán somos
todas y todos los zapatistas” y por lo tanto él o ella será la
máxima autoridad del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional. (Caudillo b, 2014, p.1)
El día 11 de agosto llegamos a la Universidad de la
Tierra-CIDECI (Centro Indígena de Capacitación
Integral) en San Cristóbal de las Casas, en donde se
nos entregaron cuatro libros, dos DVD y un gafete
para identificarnos en el Caracol que nos tocaría y
en la comunidad a la que nos enviarían. Los libros se
titulaban: Gobierno Autónomo I, Gobierno Autónomo
II, Participación de las mujeres en el Gobierno
Autónomo, y Resistencia Autónoma. En los DVD
titulados “La Libertad según los zapatistas” las bases de
apoyo nos ofrecieron testimonios de sus experiencias
en la organización autónoma y de los proyectos
colectivos organizados en los cinco Caracoles.
Después de registrarnos nos acomodamos en la fila
del Caracol que nos había tocado y fuimos conducidos
por los organizadores –entre los que estaban algunos
comandantes zapatistas- a los camiones que no
transportarían a nuestro lugar asignado. (Ibid, p.2)
Cuando llegamos al Caracol Morelia –sede de la Junta
de Buen Gobierno- se nos asignó nuestro Votán o
guardián y se nos llevó al Auditorio donde recibimos
la bienvenida por parte de las autoridades, quienes
nos expusieron algunos de los contenidos del curso
que recibiríamos. Hombres y mujeres se turnaban la
palabra para explicarnos las principales características
de su experiencia autónoma en cultura, educación,
salud, justicia, economía, democracia y en su discurso
la iban confrontando con el accionar del “mal
gobierno” caracterizado por la corrupción, injusticia,
dominación y manipulación. En mis notas tomadas
de sus exposiciones pude rescatar los principales
planteamientos que hicieron los distintos representantes
de la Junta de Buen Gobierno del Caracol Morelia.
Quien tomó primero la palabra fue la compañera
Rosa Isabel y en ella se expresó la memoria colectiva
ancestral al recuperar la vida de sus antepasados: “Ellos
se autogobernaban entre ellos con hombres y mujeres,
eran sabios, trabajaban juntos en colectivo, tienen
buenas culturas. Pero la llegada de la colonización 1492,
ahí empiezan los abusos, humillaciones, explotación de
tierras…destruyen toda la cultura.”. Rosa Isabel señaló
también que después del movimiento de 1810 seguía
la explotación y en 1910 se “empiezan a organizar
a defender sus tierras y hasta ahora seguimos los
zapatistas empezamos a organizarnos de cómo hay que
autogobernarnos. Nos reunimos para formar nuestro
gobierno autónomo. No fue nada fácil, fue difícil porque
no nos ha dejado el mal gobierno”
Observamos la larga duración de la memoria indígena
y el trauma colonial que implicó la destrucción de su
cultura, así como la valoración de sus antepasados
que para ellos ya se autogobernaban entre hombres
y mujeres y tenían sabiduría y valores culturales.
Rescatan los movimientos revolucionarios de 1810
y 1910 como parte de un proceso de lucha y de
organización que culmina con el movimiento zapatista
en el que de nuevo buscan autogobernarse a pesar de
las dificultades y de la acción del “mal gobierno”.
Desde la perspectiva que nos muestra Rosa Isela,
el autogobierno que ejercían sus antepasados era
equitativo pues participaban hombres y mujeres, tenían
conocimientos y cultura y trabajaban colectivamente.
Esos elementos se están rescatando y potenciando en
el proceso de autonomía y la memoria zapatista es un
detonador para la acción, así como la resignificación de
su pasado en función de sus necesidades actuales.
Las dificultades que han tenido en esa lucha de larga
duración la refuerza Eleazar al señalar que “la libertad
no ha sido fácil pues nos encontramos más de 500
años humillados…ha sido muy amarga la vida…
muchos muertos, desaparecidos…hemos recuperado
esa libertad”. Eleazar, al igual que Rosa Isabel muestra
las dificultades que han tenido y al señalar que se ha
recuperado la libertad se refiere a que antes de la
colonización eran libres y ahora de nuevo lo son pues
tienen “libertad de autogobernarnos”
Para Tomás la autonomía se ejerce bajo el “mandar
obedeciendo” y de acuerdo con siete principios:
Servir y no servirse
Representar y no suplantar
Proponer y no imponer
Convencer y no vencer
Construir y no destruir
Bajar y no subir
Estos principios son retomados de manera permanente
por las autoridades autónomas y si alguien no los
cumple es destituido de su cargo. La autonomía como
dice Tomás se construye “con todos y para todos” y
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La escuelita zapatista y la autonomía
cada uno de los tres niveles de gobierno (Junta de
Buen Gobierno-Municipal-Local) tienen que rendir
cuentas claras al pueblo.
construyendo la autonomía y por el otro resistiendo
a las migajas de los programas asistencialistas que
pretenden acabarlos y desaparecerlos.
En cuanto al lema “mandar obedeciendo” recuerdo
un cartel que está en uno de los Caracoles que dice:
“el pueblo manda y el gobierno obedece” y desde esta
perspectiva observamos que hay una inversión del
orden respecto al gobierno occidental que se basa
en el principio de que quien gobierna es el que tiene
el poder aún en el caso de que sirva al pueblo. Acá el
poder lo tiene el pueblo y quien los representa es el que
obedece a la colectividad. La colectividad por encima
de la individualidad de manera contraria al sistema
dominante sustentado en el individuo o en el grupo con
poder sobre los demás.
La autonomía la ven en todas las áreas y de manera
colectiva: salud, economía, educación, organización,
justicia, cultura, política y gobierno, agroecología y
comunicación. En cada una de las áreas buscan mostrar
sus valores y formas organizativas confrontándolas con
lo que hace el “mal gobierno”. Homero por ejemplo nos
dice: “Es muy importante en la vida de la autonomía la
Otra justicia distinta a lo que hace el mal gobierno. No
es de amigos ni de familias, la aplicación es para todos”.
Para Abraham la educación autónoma se comenzó a
organizar en los municipios autónomos “de distintos
modos” y en ella “nos involucramos todos”. Señala que la
educación autónoma “es nuestra porque nació del pueblo”.
Observamos que la construcción de la autonomía se va
haciendo sobre la marcha y entre todos y en ese caminar
como señalan “también encontramos fracasos”.
Un elemento muy importante para la construcción
de la autonomía es para los zapatistas la resistencia.
Rigoberto nos dijo:
Nuestra resistencia es nuestra arma, nos abrió el
camino a la democracia, la libertad, la justicia que
ahora estamos practicando, sin disparar una sola bala
hemos conseguido lo que hoy tenemos…porque nuestra
resistencia es libre pacífica y con respeto, nuestra lucha
es justa y digna. Porque nuestra lucha es por la vida y
no la muerte. Tenemos una madre que es la tierra la
que nos sostiene y un padre que es la lucha.
Observamos en las palabras de Rigoberto la insistencia
en que la resistencia es su arma y es libre, respetuosa
y pacífica y está asociada a la lucha que implica vida
y no muerte, es justa y digna. Y quienes sostienen su
resistencia es la madre tierra (femenino) y la lucha
(masculino) con lo que proyecta la dualidad y la
complementariedad de la cultura maya.
También podemos ver que se habla siempre desde la
colectividad y desde el nosotros y que se destacan
los valores de libertad, justicia y dignidad. Llama la
atención lo que dice Rigoberto, pues insiste en que su
lucha es sin balas, pacífica, respetuosa y por la vida
sobre todo viniendo de un movimiento que se llama
Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Y es que
el zapatismo, fuera de su primera incursión armada
en 1994 se ha caracterizado por un discurso político
pacífico e intersubjetivo que busca deslindarse de
toda acción violenta sobre todo después de sufrir
las incursiones del ejército mexicano y de los
paramilitares.
Guillermo se refirió al “gobierno autónomo en
resistencia” frente a los “malos gobiernos” y por
eso resisten de diferentes maneras por un lado
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Año 7, número 12, enero-junio, 2015
No se solazan con su proceso autonómico ya que hay
una permanente reflexión autocrítica de los avances
y fracasos que han tenido ya que se confrontan de
manera permanente con la práctica y tampoco tienen
un camino único para construir la autonomía ya que
cada caracol tiene sus propias dinámicas y aprendizajes
en función de las necesidades del pueblo.
Eso también se puede observar en los cuatro libros de
texto que nos proporcionaron, en los que se compilaron
testimonios de integrantes de los cinco Caracoles.
Gerónimo, ex integrante de la Junta de Buen Gobierno
del Caracol Morelia, al referirse a la creación de los
municipios autónomos señala:
Cuando se declararon los municipios autónomos
muchos de nosotros no teníamos experiencia de cómo
ser una autoridad…cuando se dijo que tenemos que
trabajar en la autonomía ¿qué fue lo que hicimos? Lo
que se hizo es que se convocó a una reunión a todos
los pueblos para que se discutiera, primero el nombre,
como se va a llamar el municipio, y luego se nombraron
las autoridades, los diferentes cargos, la comitiva…
qué trabajos van a hacer esos compañeros ? ...vamos a
trabajar en la autonomía, vamos a autogobernarnos
el cómo es la pregunta que surgió ¿qué es lo que vamos
a hacer? Como que nadie sabía la respuesta pero
conforme pasaba el tiempo, cuando ya estaban esas
autoridades, entonces salían los problemas. Realmente
había problemas en cada uno de nuestros pueblos, en
nuestros municipios. (EZLN b,2013, p.58)
Observamos que los zapatistas no tenían una idea
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Gloria Caudillo
preconcebida de lo que era la autonomía –aunque como
dicen ellos ya la ejercían- y que la fueron construyendo
a partir de la práctica y en colectivo en cada municipio
y en cada Caracol, por eso las experiencias y las
respuestas son distintas en función de las necesidades
de cada lugar.
El “caminar preguntando” es otro elemento para el
despliegue de la autonomía zapatista. Como dice
Ceferino ex integrante de la Junta de Buen Gobierno
del Caracol La Garrucha: “…todo lo que hacemos es un
paso, hay que ver si funciona y si no hay que cambiarlo”
(EZLN b, op.cit, p. 54)
Un elemento muy importante que se observa en los
testimonios zapatistas es el valor del trabajo, ya que
hay una reiteración permanente de que la autonomía se
construye con el trabajo.
Pero no se trata de cambiar todo ya que los valores en
que se sustenta la autonomía son los que nuclean su
organización. Un compañero del Caracol Morelia al
referirse que al principio tenían siete municipios y ahora
tres, pues se vieron en la necesidad de reorganizarlos
para coordinarlos mejor, lo dice claramente:
Rebeca, ex -integrante de la Junta de Buen Gobierno del
Caracol La Garrucha lo expresa así:
Cuando se nombraron estos compañeros y
compañeras autoridades fuimos trabajando
colectivamente. Juntos opinamos con nuestros
compañeros, discutíamos, planeábamos el trabajo.
Fuimos haciendo el trabajo, trabajábamos con
voluntad y conciencia…así hicimos el trabajo,
saliendo de nuestro pueblo, no nos importó si no hay
dinero para el pasaje, caminábamos horas y días
hasta llegar a nuestras sedes. Así trabajamos durante
los años que nos dio cargo nuestro pueblo. (Ibid, p.43)
Resistencia y trabajo en colectivo son elementos que
articulan los zapatistas para construir su autonomía
y a decir de Lorena, promotora de área del Caracol La
Realidad, ya desde antes de 1994 se venía participando
en los trabajos colectivos “…pero en ese tiempo nadie
pensaba que eso ya era autonomía” (Ibid:6) Pero como
dice Ana del municipio autónomo El Trabajo, Caracol
Roberto Barrios la Resistencia no comenzó en 1994, ni
en el 2003 pues ya llevan “más de 500 años resistiendo”:
La resistencia empezó cuando los españoles llegaron
a conquistar a nuestros pueblos, ellos nos quisieron
imponer otra forma de vida, quisieron destruir
nuestros propios gobiernos para que ellos pudieran
mandar o gobernar… (y) aunque había momentos
en que quisieron aniquilar a nuestros abuelos, ellos
guardaron en su memoria toda la vida de nuestros
abuelos, lo fueron transmitiendo de padres a hijos,
de generación en generación. Por eso estamos aquí y
seguimos en resistencia. (EZLNc, 2013, p.70)
Entonces la autonomía se construye recuperando la
memoria y los conocimientos de los antepasados que
mantuvieron la cultura y la transmitieron a través
de la oralidad por lo que no sólo se aprende sobre la
marcha sino que los zapatistas son portadores de
saberes milenarios que no pudieron ser destruidos y
que reproducen en su cotidianeidad.
Entonces es importante que nos demos cuenta que los
planes que se hacen al principio se pueden modificar
cuantas veces sea necesario, según la necesidad de
cómo tienen que hacerse. No es porque así nació y
así vamos a permanecer, hay cosas que sí y cosas
que no. Por ejemplo los siete principios del mandar
obedeciendo, yo creo que eso no lo vamos a cambiar,
creo que es al contrario, vamos a tener que agregar
porque son principios que no se pueden pasar a lo
largo de nuestra vida. Es una de las razones que
antes eran muchos municipios, ahora son pocos
municipios. (Ibid, p. 62)
Para los zapatistas el aprendizaje es permanente, está
en movimiento, como podemos ver ya que, aunque
se menciona la necesidad de mantener los 7 principios
también se plantea la posibilidad de agregar otros sobre
la marcha. Para Gerónimo “trabajar en la autonomía”
es “autogobernarnos” y eso significa pensar y actuar
entre todos cómo resolver los problemas y necesidades
que presenten las comunidades. No se parte de algo
preconcebido sobre la autonomía y cómo ejercerla sino que
se debate entre todos como construirla y sobre la marcha
se va haciendo todo en ensayo y error o podríamos decir
mediante la observación y confrontación sistemática
con la realidad y de manera colectiva. Se advierte la
apertura a lo nuevo pero también a la permanencia de
lo que consideran sustenta su autonomía. En ese sentido
el “caminar preguntando” no es sólo ir hacia adelante
como en la cultura occidental, sino que también es
volver al pasado, recuperar sus orígenes para construir la
autonomía como señalaba Ana.
La autonomía también significa sobre todo transformar
la realidad que viven las comunidades indígenas y a
decir de Valentín ex-integrante del Consejo Autónomo
del Caracol Roberto Barrios:
La política en la que se van a enfocar nuestros pueblos
y sus gobiernos autónomos es la construcción de la
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La escuelita zapatista y la autonomía
autonomía, entonces nuestro pensamiento e idea es
cambiar la situación que sufren nuestros pueblos
por culpa de los malos gobiernos de los ricos,
como la pobreza, la desigualdad, la explotación,
la injusticia. Nosotros luchamos porque tengamos
una vida digna para todos los niños, jóvenes,
hombres, mujeres y ancianos y que todos tengamos
las oportunidades y lugar para todos sin que haya
exclusión. (EZLN c, op.cit, p.72)
Observamos que la autonomía zapatista se construye
en permanente confrontación con lo que hacen los
“malos gobiernos de los ricos” que son la causa de
la situación que sufren sus pueblos. Entonces la
autonomía es la recuperación de la dignidad, de la
inclusión y de la igualdad para todos. Por eso un lema
de los zapatistas es “un mundo donde quepan todos” y
en ese sentido como dice también Jacinto: “luchamos,
estamos construyendo esta autonomía para que todos
los hombres, las mujeres, los niños, los ancianos, todos
tengan su lugar” (Ibid.,p.73)
Podemos ver en los testimonios que hay una insistencia
en la lucha como herramienta de liberación para
construir la autonomía con el fin de enfrentar al sistema
capitalista como dice Ana y está asociada a resistencia,
cultura, trabajo colectivo, dignidad y educación.
Anahí, integrante de la Junta de Buen Gobierno del
Caracol La Realidad señala que el mal gobierno utiliza
todos sus recursos para controlar y desinformar al
pueblo y uno de ellos es la educación y por eso –ante
el tema de la resistencia ideológica- se pregunta ¿Cómo
resistimos todos esos males de la ideología del gobierno
en nuestro caracol? Nuestra arma principal es la
educación autónoma” (Ibid, p.13)
Gerardo, integrante de la Junta de Buen Gobierno
Roberto Barrios señala que ante los ataques del sistema
capitalista a su cultura a través de los distintos medios
de comunicación, ellos construyen los suyos y para
contrarrestarlo:
En la educación se está fomentando el uso, lectura
y escritura de la lengua materna. Los saberes
y conocimientos de nuestros abuelos se están
enseñando a los niños en las escuelas autónomas,
a través de cuentos, leyendas, creencias e historias.
Seguimos conservando las formas de celebrar
fiestas religiosas y civiles. Seguimos cuidando y
fomentando el cuidado de nuestras semillas criollas
y nuestra manera de alimentarnos de productos
que hay en nuestras comunidades porque son sanos
y orgánicos. Seguimos conservando y fomentando
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Año 7, número 12, enero-junio, 2015
las formas de cuidar la madre tierra, peticiones,
el respeto a la tierra y todo lo que hay en nuestra
naturaleza.( Ibid, p.83)
Y en efecto, cuando fuimos invitados a tomar el curso de
la Escuelita y nos recibió una familia de una comunidad
zapatista, en mi caso pude observar que todo lo que
comíamos era producido en el lugar, sólo se consumían
unos pocos productos de fuera y la familia incluidos
los niños pequeños hablaban en su lengua (tojolabal),
aunque Eduardo el papá hablaba perfectamente el
español y los niños lo entendían. Nayeli mi Votán, de
tan sólo 14 años hablaba tojolabal y español y Ofelia
la esposa de Eduardo hablaba sólo tojolabal y no se
comunicaba conmigo en español aunque lo entendía.
En el entorno pude observar la limpieza del río y la
conservación de la naturaleza, aunque se tomaba
madera del bosque para cocinar y la casa Eduardo la
había construido de ese material. En la escuelita del
lugar, que estaba en una iglesia, quien impartía las clases
era un promotor de la misma comunidad, lo mismo que
los promotores de salud y me tocó participar con las
mujeres en el colectivo de pan que habían organizado
entre ellas y en el que coordinaba una persona mayor
quien amablemente nos invitó a compartir y aprender.
Tanto los proyectos colectivos como la formación de
promotores de salud y educación se han impulsado en
las propias comunidades y municipios y se ha buscado
sistematizar el conocimiento también a través de textos
como en el caso del área de salud con la finalidad de
capacitar a los promotores y se han incluido saberes
tradicionales como la herbolaria.
En educación los planes de estudio también fueron
elaborados por los representantes de los pueblos y
luego se llevó a las comunidades para que desde ahí
se propusiera lo que se debía aprender en la educación
autónoma y se nombrara a los promotores de educación.
Doroteo, ex -integrante de la Junta de Buen Gobierno del
Caracol La Realidad explica cómo se analizó y discutió
la educación que se tenía que impartir y así se fueron
incorporando distintos temas como matemáticas que
no se le podía cambiar nada, pero a “español” se le llamó
“lenguas” y en la de historia se incluyó la de las propias
comunidades, lo mismo que el área de “Vida y medio
ambiente” en lugar de Ciencias Naturales, para rescatar
sus propios conocimientos. Y aunque hay elementos
en común en los distintos Caracoles, la educación
autónoma también responde a las características de cada
región y a la necesidad de articularla con la realidad de
sus pueblos.(EZLN d,2013, pp.4-5)
Como podemos observar, en el Curso de La Escuelita
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Gloria Caudillo
que tomamos se buscó sistematizar la experiencia de casi
20 años a través de testimonios de hombres y mujeres
que han participado en la construcción de la autonomía
que se despliega en las distintas áreas y se construye en
resistencia y confrontación política con el “mal gobierno”.
La búsqueda de autonomía en el plano económico
es una prioridad para el zapatismo y en ese sentido
buscan a través de la organización de colectivos, en la
apertura de los Bancos zapatistas autónomos y en la
capacitación para elaborar sus propios proyectos, ser
cada vez más autosuficientes y no depender de actores
externos para desarrollarlos. También a través de las
Juntas de Buen Gobierno de cada Caracol, se busca
distribuir los proyectos y recursos de manera equitativa
entre los municipios para no generar desigualdades ni
divisiones entre las comunidades indígenas. En torno a
la autonomía zapatista señala Mariana Mora:
Desde el levantamiento, las bases de apoyo
zapatista, sus autoridades y el EZLN que los
resguarda, le apostaron a las posibilidades de
un cambio social al margen del Estado. Desde los
márgenes y rechazando las instituciones oficiales se
puede consolidar un poder político constitutivo que
genera prácticas culturales y produce conocimientos
alternativos a las lógicas del capital. (2010, p.30)
Y yo añadiría que esas prácticas culturales y esos
conocimientos se renuevan, resignifican y despliegan
en la confrontación política con el “mal gobierno” y
el sistema capitalista y en la experiencia cotidiana y
colectiva de la autonomía.
Y esa autonomía se ha ido construyendo en medio de
agresiones militares y paramilitares, de prebendas
que usa el gobierno para dividir a las comunidades o a
través de los partidos políticos que buscan debilitarlos
ideológicamente y en algunos casos lo han conseguido,
pero los zapatistas ha logrado sortear todas las
dificultades y avanzan poco a poco a través de sus
trabajos colectivos como ellos dicen.
La autonomía se ha podido ir implementando gracias
a la organización, perseverancia y conciencia políticoideológica que tienen los zapatistas y que los hace
enfrentar todas las adversidades con gran fortaleza.
Jacinto nos dice:
La frase “para todos todo, nada para nosotros”, es
parte de la ideología que tenemos como zapatistas.
Tenemos nuestro nombre EZLN, luchamos no
sólo para lo que nosotros queremos, luchamos por
todos aunque nosotros no tengamos nada. Aunque
nosotros entregamos la vida, nos caemos en el
camino, aunque nos pase lo que han dicho algunos
compañeros autoridades que ya tienen edad, que
dicen que aunque no vamos a ver el fruto pero
estamos luchando para que nuestros hijos tengan
una vida mejor. Eso es parte de nuestra ideología
porque apostamos por luchar no nada más para
nosotros, sino para todos. (EZLN c, op.cit, p.74)
La construcción de la autonomía como hemos podido
observar en los testimonios zapatistas, se hace en
colectivo y entre hombres y mujeres, pero se han
tenido que ir venciendo muchos obstáculos para la
participación equitativa en los trabajos colectivos y en
los puestos de autoridad. Por eso, en uno de los textos de
la Escuelita titulado “Participación de las mujeres en el
gobierno autónomo” las compañeras zapatistas hacen un
diagnóstico a través de testimonios de la participación de
mujeres en los distintos niveles de gobierno, del ejercicio
de la Ley Revolucionaria de mujeres y de los obstáculos
a los que se han enfrentado en la construcción de la
autonomía. (Caudillo b, op.cit, p.3)
Pero a pesar de las dificultades y desigualdades que
siguen existiendo, las mujeres zapatistas en ningún
momento ven su situación aislada de los hombres pues
para ellas no se puede caminar, aprender y avanzar sin
ellos y la autonomía se construye entre todos y todas.
No plantean una confrontación con sus compañeros
sino que proponen caminar juntos por el bien colectivo
ya que eso los fortalece. (Ibid, p.6)
La Ley de Mujeres Zapatistas, elaborada a partir de la
iniciativa de las Comandantas Ramona, Susana y Ana
María en 1993, es una herramienta que utilizaron en el
diagnóstico para ver en qué puntos se había avanzado y en
cuáles sigue habiendo problemas para llevarla a la práctica.
Sobre la participación de las mujeres en el gobierno
autónomo y la necesidad de que se incorporen
más compañeras, Felipe, autoridad del Caracol La
Garrucha señala:
Las autoridades y los comités de cada pueblo,
de cada región, se encargan de animar más a
las compañeras, hacen visitas en cada pueblo
para animarlas. Pero hay un detalle ahí, yo creo
que en todos los caracoles existe esto, porque el
machismo en verdad no ha terminado, eso es lo que
existe todavía en los papás y los maridos. (EZLN
b, op.cit, p.47)
Y en efecto, en mi estancia en la casa de una familia
zapatista pude observar que la mujer sigue teniendo la
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La escuelita zapatista y la autonomía
mayor parte de la carga doméstica, aunque Eduardo
el esposo de Ofelia la apoyaba cuidando a los niños y
dedicaba su tiempo a la milpa y a la organización. En
otros casos, comentando con mujeres participantes
en el curso que compartían sus experiencias, los
hombres participaban también en el trabajo doméstico.
Considero que en ese proceso de construcción de la
autonomía no hay homogeneidad en las prácticas y
eso se refleja también en los espacios domésticos. Esto
no implica que el zapatismo no haya avanzado en las
condiciones de equidad de las mujeres, ya que muchas
de ellas participan en los tres niveles de gobierno y en
los proyectos colectivos. El mismo testimonio de Felipe
nos da una idea de la autocrítica que hacen los propios
hombres sobre la situación de las mujeres. Por otro lado,
en uno de los puntos de la Ley de Mujeres se prohíbe
el alcohol y eso ha disminuido mucho la violencia en
las comunidades, además de que ya las zapatistas han
tomado conciencia de sus derechos y los defienden.
Cuando se plantean la igualdad de derechos entre
hombres y mujeres las zapatistas se preguntan cómo
cambiar esas ideas.
Señala una compañera zapatista del Caracol Morelia:
Yo siempre he platicado en mi zona que la educación
tiene que ser dentro de la casa, tenemos que enseñar
a los niños a lavar su ropa, los niños tienen que
aprender a agarrar su comida y lavar su plato, los
niños tienen que aprender a trabajar en la cocina
y las niñas tienen que aprender a trabajar en el
campo” (EZLN e, 2013, p.59)
Como podemos ver, para las zapatistas la equidad no
sólo implica que los hombres compartan las tareas
domésticas con las mujeres, sino que también las mujeres
compartan las tareas con los hombres o como dice una
compañera: “Lo que queremos es que haya igualdad de
derecho, que nuestros compañeros nos entiendan, que
nos apoyen un poco, pero también nosotras apoyar a
nuestros compañeros, para ir juntos caminando, para
buscar el camino por donde sí podemos avanzar en
nuestra lucha” (Ibid:58)
Entonces, podemos ver que para las zapatistas la
autonomía se construye entre todos, caminando juntos
y apoyándose hombres y mujeres de manera recíproca
y solidaria.
Reflexiones finales
Cuál es la visión y práctica de la autonomía que podemos
encontrar en los testimonios, reflexiones y vivencias del
curso de La Escuelita Zapatista por la Libertad?
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Año 7, número 12, enero-junio, 2015
Lo primero que observamos es que los zapatistas rescatan
la memoria de larga duración y recuperan los valores de
sus antepasados que, como señalan, ya se autogobernaban,
tenían sus propios conocimientos y había relaciones
equitativas entre hombres y mujeres, pero la colonización
implicó la destrucción de su cultura, aunque los abuelos
la mantuvieron en su memoria y la transmitieron de
generación en generación a través de la oralidad.
En ese sentido, el proceso de autonomía que están
viviendo los zapatistas implica retomar el camino de sus
ancestros, después de una larga lucha de más de 500 años,
de enormes sacrificios, dificultades y muertes que aún
persisten pero que los enfrentan a través de la resistencia.
La autonomía se despliega a través de los siete principios
que se tienen que respetar para ejercer cualquier tipo
de autoridad ya sea en las Juntas de Buen Gobierno, en
los municipios o en las localidades. Estos principios
se sustentan en el “mandar obedeciendo” que implica
que el pueblo manda y el gobierno obedece y que el
poder se ejerce con tod@s y para tod@s, por lo que
la colectividad está por encima del individuo. La
responsabilidad es rotativa, así que la participación
como autoridad es ejercida también por todos los
miembros de los municipios y comunidades que son
elegidos en asamblea y por consenso y si no cumplen
con su cargo son removidos de la misma manera. En
este sentido la autonomía es construida y ejercida por
todo el pueblo zapatista.
La autonomía no se remite a gobernar o ejercer autoridad
(política y gobierno), sino que se despliega en todas las
áreas de trabajo: educación, economía, comunicación,
salud, organización, justicia y cultura.
Los proyectos colectivos son una parte vital en la
construcción de la autonomía y están sustentados en
el trabajo que es un valor fundamental entre los y las
zapatistas. Estos trabajos colectivos como ellos les
llaman, son implementados en función de las condiciones
y necesidades de los municipios de cada Caracol.
Para los zapatistas la educación es un elemento clave
para construir la autonomía, por eso se debatió entre
todos la elaboración de los programas de los temas
prioritarios para impartir en las escuelas, en que los
que fueron incorporados tanto conocimientos de la
educación oficial, como del propio pueblo maya. En
salud también se sistematizó conocimiento occidental
y saberes propios y en las dos áreas se formaron
promotores de las propias comunidades.
Tanto el ejercicio del poder, como el trabajo en las
Contextualizaciones
Gloria Caudillo
diferentes áreas son expuestos en los testimonios
zapatistas de manera autocrítica resaltando, errores,
aciertos y dificultades. Caminan preguntando pues
confrontan su experiencia de manera permanente
y cambian lo que es necesario cambiar, aunque
también mantienen lo que consideran son valores que
sustentan su autonomía. En ese sentido se abren a lo
nuevo pero también rescatan lo propio y lo actualizan
en su caminar autonómico.
Los zapatistas construyen su autonomía sin esperar
nada “de arriba” y confrontan su caminar con lo que
hace el “mal gobierno” y con el sistema capitalista.
Reciben apoyo de organizaciones y compañeros
solidarios, pero las Juntas de Buen Gobierno junto
con los municipios deciden en qué se van a ejercer
los recursos y se están capacitando para elaborar
sus propios proyectos para no depender de actores
externos y consolidar cada vez más su autonomía.
Finalmente podemos ver que la autonomía se despliega
de manera heterogénea en los distintos Caracoles
zapatistas, en función de las necesidades concretas
y a través del ensayo y el error, por lo que no hay una
única forma o línea para ejercerla ya que todos y todas
participan y aprenden sobre la marcha y en colectivo.
Esto permite observar también la horizontalidad en la
construcción de la autonomía.
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