La escuelita zapatista y la autonomía Gloria Caudillo* I ntroducción La Autonomía como propuesta comenzó a debatirse en América Latina con el proceso de construcción de las regiones autónomas dentro del gobierno revolucionario del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en Nicaragua, quien luego de un periodo de luchas de los pueblos indígenas por su autodeterminación y autonomía en la Costa Atlántica, culmina en la aprobación del Estatuto de Autonomía en 1987. (Díaz Polanco, 1999, p. 2) En Panamá ya desde los años cincuenta se reconoció la primera comarca del pueblo kuna y posteriormente fueron incorporadas en la legislación cinco comarcas indígenas. (Cruz, 2010, p. 153) El movimiento indígena retoma la autonomía como demanda en 1990 en la Declaración de Quito, que fue el resultado del Primer Encuentro Continental de Pueblos Indios y posteriormente es planteada por parte de la campaña 500 años de resistencia indígena, negra y popular. La lucha por la autonomía camina a la par de la exigencia de reconocimiento por parte del movimiento indígena, quien recurre al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aprobado en 1989, en el que se estampan los derechos de los pueblos indígenas del mundo. Ya en la Declaración de Quito los líderes indígenas demandaban su “…reconocimiento como pueblos en el marco del Derecho Internacional, cuestión que exigimos sea incorporada en los respectivos Estados Nacionales” (Díaz Polanco: 1991: pp. 389-392) Como señala Francisco López Bárcenas, abogado indígena: Los nuevos reclamos de los movimientos indígenas abrieron una nueva etapa en la historia de los derechos indígenas, la cual en un principio se manifestó en el hecho de que los Estados Nacionales de América Latina que no habían modificado sus constituciones políticas y su legislación interna para incorporar en ellas el reconocimiento de la existencia de los pueblos indígenas y la garantía de sus derechos colectivos, lo hicieran. (2011, p.84) _____________________________________________________________________ * Profesora-Investigadora Universidad de Guadalajara. Correo: [email protected] Ponencia publicada en la Memoria del 6º Congreso Internacional de Sociología, Ensenada, Baja California, del 22 a 25 de septiembre 2014 www.contextualizacioneslatinoamericanas.com.mx 1 La escuelita zapatista y la autonomía Y aunque -menciona el mismo autor- en casos como el chileno, guatemalteco o mexicano fueron precedidos por pactos con los pueblos indígenas, en ningún caso los Estados cumplieron con los compromisos asumidos. En Colombia fue establecido el régimen de autonomías territoriales con las reformas constitucionales de 1991 mediante la figura de los resguardos que no han sido aplicadas adecuadamente hasta la fecha, aunque hay iniciativas autonómicas desde los pueblos indígenas. (González, 2010, pp 49-50) El 12 de octubre de 1992, dentro de la Campaña del V Centenario, el Consejo Mexicano 500 años, que aglutinaba a varias organizaciones indígenas, convocó a varias marchas y a un evento central en el Zócalo de la Ciudad de México en el que se leyó un documento donde se demandaba entre otras cosas “… la igualdad de derechos, la autonomía y la autodeterminación de los pueblos indios…” (Caudillo a, 2011, p.40) Posteriormente el 1 de enero de 1994 irrumpe en el Estado de Chiapas el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y desde su surgimiento, el movimiento indígena fue potenciado a nivel nacional con la confluencia de propuestas y demandas expresadas en la puesta en marcha del Foro Nacional Indígena y en la firma de Los Acuerdos de San Andrés en 1996 que reconocían los derechos de los pueblos indígenas a “desarrollar sus formas específicas de organización social, cultural, política y económica”. Al terminar el siglo XX, señala Luis Hernández: Los pueblos indios se han convertido ya en un sujeto político autónomo con propuestas propias. Se trata de un proceso irreversible y en ascenso. Reivindican un nuevo ordenamiento de las instituciones políticas que les permita superar su condición de exclusión… la lucha por la libre determinación y la autonomía indígena como parte de ésta y la construcción de esta ciudadanía diferente son elementos que actúan a favor de la democratización sustantiva del país. (1998, p.17) En diciembre de 1994 el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) declara la existencia de 38 municipios autónomos rebeldes zapatistas (MAREZ) que se deslindan de los municipios oficiales y a partir de agosto del 2003, - luego de la llamada “contrarreforma indígena” que no cumplió con los acuerdos de la Ley de Derechos y Cultura indígena elaborada por la COCOPA a partir de los Acuerdos de San Andrés – anuncian la conformación de los 5 Caracoles: La Realidad (I), Oventik (II), La Garrucha (III), Morelia (IV) 2 Año 7, número 12, enero-junio, 2015 y Roberto Barrios (V) en donde tienen su sede las Juntas de Buen Gobierno conformadas por representantes rotativos de los MAREZ. Sobre el proceso de construcción de autonomía zapatista Pablo González Casanova señala: Las comunidades zapatistas decidieron construir municipios autónomos (un objetivo por cierto que habían enarbolado desde el principio de la insurgencia). Las comunidades nombraron a sus autoridades locales y a sus delegados para que cumplieran sus mandatos en los distintos niveles a sabiendas de que si no los cumplían serían revocados. Al mismo tiempo siguieron impulsando medidas prácticas del “mandar obedeciendo”. También fortalecieron los vínculos de solidaridad especial entre las comunidades locales de distintas etnias. Además articularon unidades mayores que comprendían varios municipios y que fueron conocidos como los “Aguascalientes”, hoy sustituidos por los “Caracoles” (2003, p.16) La escuelita zapatista y la autonomía Después de casi 20 años de irrupción del movimiento zapatista y del proceso de construcción de autonomía, el EZLN anunció el proyecto de la “Escuelita Zapatista por la Libertad” a impartirse en los cinco Caracoles y en las comunidades indígenas. El mes de marzo de 2013 los zapatistas a través de la Comisión Sexta enviaron cartas a más de mil personas de todo el mundo para invitarnos a tomar el curso de Primer Nivel titulado “La Libertad según los zapatistas” a efectuarse del 12 al 17 de agosto de ese año. Por correo electrónico recibimos un formulario para que diéramos nuestros datos y nuestro estado de salud y edad, con la finalidad de canalizarnos a un Caracol y de ahí a una comunidad. Se nos dio una clave de pre-registro una vez que respondimos afirmativamente y definimos la modalidad en la que lo queríamos tomar, ya sea por videoconferencia, diferido (por medio de libros de texto y videos) o personalmente en una comunidad. Los zapatistas a través de los Subcomandantes Moisés y Marcos (hoy Galeano) enviaron comunicados para irnos explicando cómo iba la organización del curso, a quiénes habían invitado, lo que teníamos que llevar y las personas que nos cuidarían. El curso no se impartiría en un salón de clase sino en las propias comunidades. Por eso usted no viene a una escuela con los horarios habituales. Estará en la escuela todas las horas y todos los días que dure la estancia. La parte más importante de su estar en la escuelita zapatista es su convivencia con la familia que la o lo recibe. Irá con ell@s a la leña, Contextualizaciones Gloria Caudillo a la milpa, al arroyo-río-manantial, cocinará y comerá con ell@s o sea que, como quien dice usted será parte de una familia indígena zapatista. (EZLNa, 2013) En el comunicado también se señala que “…cada un@ tendrá asignado un Votán o guardián que…es un gran colectivo concentrado en una sola persona. El o ella no habla como persona individual. Cada Votán somos todas y todos los zapatistas” y por lo tanto él o ella será la máxima autoridad del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. (Caudillo b, 2014, p.1) El día 11 de agosto llegamos a la Universidad de la Tierra-CIDECI (Centro Indígena de Capacitación Integral) en San Cristóbal de las Casas, en donde se nos entregaron cuatro libros, dos DVD y un gafete para identificarnos en el Caracol que nos tocaría y en la comunidad a la que nos enviarían. Los libros se titulaban: Gobierno Autónomo I, Gobierno Autónomo II, Participación de las mujeres en el Gobierno Autónomo, y Resistencia Autónoma. En los DVD titulados “La Libertad según los zapatistas” las bases de apoyo nos ofrecieron testimonios de sus experiencias en la organización autónoma y de los proyectos colectivos organizados en los cinco Caracoles. Después de registrarnos nos acomodamos en la fila del Caracol que nos había tocado y fuimos conducidos por los organizadores –entre los que estaban algunos comandantes zapatistas- a los camiones que no transportarían a nuestro lugar asignado. (Ibid, p.2) Cuando llegamos al Caracol Morelia –sede de la Junta de Buen Gobierno- se nos asignó nuestro Votán o guardián y se nos llevó al Auditorio donde recibimos la bienvenida por parte de las autoridades, quienes nos expusieron algunos de los contenidos del curso que recibiríamos. Hombres y mujeres se turnaban la palabra para explicarnos las principales características de su experiencia autónoma en cultura, educación, salud, justicia, economía, democracia y en su discurso la iban confrontando con el accionar del “mal gobierno” caracterizado por la corrupción, injusticia, dominación y manipulación. En mis notas tomadas de sus exposiciones pude rescatar los principales planteamientos que hicieron los distintos representantes de la Junta de Buen Gobierno del Caracol Morelia. Quien tomó primero la palabra fue la compañera Rosa Isabel y en ella se expresó la memoria colectiva ancestral al recuperar la vida de sus antepasados: “Ellos se autogobernaban entre ellos con hombres y mujeres, eran sabios, trabajaban juntos en colectivo, tienen buenas culturas. Pero la llegada de la colonización 1492, ahí empiezan los abusos, humillaciones, explotación de tierras…destruyen toda la cultura.”. Rosa Isabel señaló también que después del movimiento de 1810 seguía la explotación y en 1910 se “empiezan a organizar a defender sus tierras y hasta ahora seguimos los zapatistas empezamos a organizarnos de cómo hay que autogobernarnos. Nos reunimos para formar nuestro gobierno autónomo. No fue nada fácil, fue difícil porque no nos ha dejado el mal gobierno” Observamos la larga duración de la memoria indígena y el trauma colonial que implicó la destrucción de su cultura, así como la valoración de sus antepasados que para ellos ya se autogobernaban entre hombres y mujeres y tenían sabiduría y valores culturales. Rescatan los movimientos revolucionarios de 1810 y 1910 como parte de un proceso de lucha y de organización que culmina con el movimiento zapatista en el que de nuevo buscan autogobernarse a pesar de las dificultades y de la acción del “mal gobierno”. Desde la perspectiva que nos muestra Rosa Isela, el autogobierno que ejercían sus antepasados era equitativo pues participaban hombres y mujeres, tenían conocimientos y cultura y trabajaban colectivamente. Esos elementos se están rescatando y potenciando en el proceso de autonomía y la memoria zapatista es un detonador para la acción, así como la resignificación de su pasado en función de sus necesidades actuales. Las dificultades que han tenido en esa lucha de larga duración la refuerza Eleazar al señalar que “la libertad no ha sido fácil pues nos encontramos más de 500 años humillados…ha sido muy amarga la vida… muchos muertos, desaparecidos…hemos recuperado esa libertad”. Eleazar, al igual que Rosa Isabel muestra las dificultades que han tenido y al señalar que se ha recuperado la libertad se refiere a que antes de la colonización eran libres y ahora de nuevo lo son pues tienen “libertad de autogobernarnos” Para Tomás la autonomía se ejerce bajo el “mandar obedeciendo” y de acuerdo con siete principios: Servir y no servirse Representar y no suplantar Proponer y no imponer Convencer y no vencer Construir y no destruir Bajar y no subir Estos principios son retomados de manera permanente por las autoridades autónomas y si alguien no los cumple es destituido de su cargo. La autonomía como dice Tomás se construye “con todos y para todos” y www.contextualizacioneslatinoamericanas.com.mx 3 La escuelita zapatista y la autonomía cada uno de los tres niveles de gobierno (Junta de Buen Gobierno-Municipal-Local) tienen que rendir cuentas claras al pueblo. construyendo la autonomía y por el otro resistiendo a las migajas de los programas asistencialistas que pretenden acabarlos y desaparecerlos. En cuanto al lema “mandar obedeciendo” recuerdo un cartel que está en uno de los Caracoles que dice: “el pueblo manda y el gobierno obedece” y desde esta perspectiva observamos que hay una inversión del orden respecto al gobierno occidental que se basa en el principio de que quien gobierna es el que tiene el poder aún en el caso de que sirva al pueblo. Acá el poder lo tiene el pueblo y quien los representa es el que obedece a la colectividad. La colectividad por encima de la individualidad de manera contraria al sistema dominante sustentado en el individuo o en el grupo con poder sobre los demás. La autonomía la ven en todas las áreas y de manera colectiva: salud, economía, educación, organización, justicia, cultura, política y gobierno, agroecología y comunicación. En cada una de las áreas buscan mostrar sus valores y formas organizativas confrontándolas con lo que hace el “mal gobierno”. Homero por ejemplo nos dice: “Es muy importante en la vida de la autonomía la Otra justicia distinta a lo que hace el mal gobierno. No es de amigos ni de familias, la aplicación es para todos”. Para Abraham la educación autónoma se comenzó a organizar en los municipios autónomos “de distintos modos” y en ella “nos involucramos todos”. Señala que la educación autónoma “es nuestra porque nació del pueblo”. Observamos que la construcción de la autonomía se va haciendo sobre la marcha y entre todos y en ese caminar como señalan “también encontramos fracasos”. Un elemento muy importante para la construcción de la autonomía es para los zapatistas la resistencia. Rigoberto nos dijo: Nuestra resistencia es nuestra arma, nos abrió el camino a la democracia, la libertad, la justicia que ahora estamos practicando, sin disparar una sola bala hemos conseguido lo que hoy tenemos…porque nuestra resistencia es libre pacífica y con respeto, nuestra lucha es justa y digna. Porque nuestra lucha es por la vida y no la muerte. Tenemos una madre que es la tierra la que nos sostiene y un padre que es la lucha. Observamos en las palabras de Rigoberto la insistencia en que la resistencia es su arma y es libre, respetuosa y pacífica y está asociada a la lucha que implica vida y no muerte, es justa y digna. Y quienes sostienen su resistencia es la madre tierra (femenino) y la lucha (masculino) con lo que proyecta la dualidad y la complementariedad de la cultura maya. También podemos ver que se habla siempre desde la colectividad y desde el nosotros y que se destacan los valores de libertad, justicia y dignidad. Llama la atención lo que dice Rigoberto, pues insiste en que su lucha es sin balas, pacífica, respetuosa y por la vida sobre todo viniendo de un movimiento que se llama Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Y es que el zapatismo, fuera de su primera incursión armada en 1994 se ha caracterizado por un discurso político pacífico e intersubjetivo que busca deslindarse de toda acción violenta sobre todo después de sufrir las incursiones del ejército mexicano y de los paramilitares. Guillermo se refirió al “gobierno autónomo en resistencia” frente a los “malos gobiernos” y por eso resisten de diferentes maneras por un lado 4 Año 7, número 12, enero-junio, 2015 No se solazan con su proceso autonómico ya que hay una permanente reflexión autocrítica de los avances y fracasos que han tenido ya que se confrontan de manera permanente con la práctica y tampoco tienen un camino único para construir la autonomía ya que cada caracol tiene sus propias dinámicas y aprendizajes en función de las necesidades del pueblo. Eso también se puede observar en los cuatro libros de texto que nos proporcionaron, en los que se compilaron testimonios de integrantes de los cinco Caracoles. Gerónimo, ex integrante de la Junta de Buen Gobierno del Caracol Morelia, al referirse a la creación de los municipios autónomos señala: Cuando se declararon los municipios autónomos muchos de nosotros no teníamos experiencia de cómo ser una autoridad…cuando se dijo que tenemos que trabajar en la autonomía ¿qué fue lo que hicimos? Lo que se hizo es que se convocó a una reunión a todos los pueblos para que se discutiera, primero el nombre, como se va a llamar el municipio, y luego se nombraron las autoridades, los diferentes cargos, la comitiva… qué trabajos van a hacer esos compañeros ? ...vamos a trabajar en la autonomía, vamos a autogobernarnos el cómo es la pregunta que surgió ¿qué es lo que vamos a hacer? Como que nadie sabía la respuesta pero conforme pasaba el tiempo, cuando ya estaban esas autoridades, entonces salían los problemas. Realmente había problemas en cada uno de nuestros pueblos, en nuestros municipios. (EZLN b,2013, p.58) Observamos que los zapatistas no tenían una idea Contextualizaciones Gloria Caudillo preconcebida de lo que era la autonomía –aunque como dicen ellos ya la ejercían- y que la fueron construyendo a partir de la práctica y en colectivo en cada municipio y en cada Caracol, por eso las experiencias y las respuestas son distintas en función de las necesidades de cada lugar. El “caminar preguntando” es otro elemento para el despliegue de la autonomía zapatista. Como dice Ceferino ex integrante de la Junta de Buen Gobierno del Caracol La Garrucha: “…todo lo que hacemos es un paso, hay que ver si funciona y si no hay que cambiarlo” (EZLN b, op.cit, p. 54) Un elemento muy importante que se observa en los testimonios zapatistas es el valor del trabajo, ya que hay una reiteración permanente de que la autonomía se construye con el trabajo. Pero no se trata de cambiar todo ya que los valores en que se sustenta la autonomía son los que nuclean su organización. Un compañero del Caracol Morelia al referirse que al principio tenían siete municipios y ahora tres, pues se vieron en la necesidad de reorganizarlos para coordinarlos mejor, lo dice claramente: Rebeca, ex -integrante de la Junta de Buen Gobierno del Caracol La Garrucha lo expresa así: Cuando se nombraron estos compañeros y compañeras autoridades fuimos trabajando colectivamente. Juntos opinamos con nuestros compañeros, discutíamos, planeábamos el trabajo. Fuimos haciendo el trabajo, trabajábamos con voluntad y conciencia…así hicimos el trabajo, saliendo de nuestro pueblo, no nos importó si no hay dinero para el pasaje, caminábamos horas y días hasta llegar a nuestras sedes. Así trabajamos durante los años que nos dio cargo nuestro pueblo. (Ibid, p.43) Resistencia y trabajo en colectivo son elementos que articulan los zapatistas para construir su autonomía y a decir de Lorena, promotora de área del Caracol La Realidad, ya desde antes de 1994 se venía participando en los trabajos colectivos “…pero en ese tiempo nadie pensaba que eso ya era autonomía” (Ibid:6) Pero como dice Ana del municipio autónomo El Trabajo, Caracol Roberto Barrios la Resistencia no comenzó en 1994, ni en el 2003 pues ya llevan “más de 500 años resistiendo”: La resistencia empezó cuando los españoles llegaron a conquistar a nuestros pueblos, ellos nos quisieron imponer otra forma de vida, quisieron destruir nuestros propios gobiernos para que ellos pudieran mandar o gobernar… (y) aunque había momentos en que quisieron aniquilar a nuestros abuelos, ellos guardaron en su memoria toda la vida de nuestros abuelos, lo fueron transmitiendo de padres a hijos, de generación en generación. Por eso estamos aquí y seguimos en resistencia. (EZLNc, 2013, p.70) Entonces la autonomía se construye recuperando la memoria y los conocimientos de los antepasados que mantuvieron la cultura y la transmitieron a través de la oralidad por lo que no sólo se aprende sobre la marcha sino que los zapatistas son portadores de saberes milenarios que no pudieron ser destruidos y que reproducen en su cotidianeidad. Entonces es importante que nos demos cuenta que los planes que se hacen al principio se pueden modificar cuantas veces sea necesario, según la necesidad de cómo tienen que hacerse. No es porque así nació y así vamos a permanecer, hay cosas que sí y cosas que no. Por ejemplo los siete principios del mandar obedeciendo, yo creo que eso no lo vamos a cambiar, creo que es al contrario, vamos a tener que agregar porque son principios que no se pueden pasar a lo largo de nuestra vida. Es una de las razones que antes eran muchos municipios, ahora son pocos municipios. (Ibid, p. 62) Para los zapatistas el aprendizaje es permanente, está en movimiento, como podemos ver ya que, aunque se menciona la necesidad de mantener los 7 principios también se plantea la posibilidad de agregar otros sobre la marcha. Para Gerónimo “trabajar en la autonomía” es “autogobernarnos” y eso significa pensar y actuar entre todos cómo resolver los problemas y necesidades que presenten las comunidades. No se parte de algo preconcebido sobre la autonomía y cómo ejercerla sino que se debate entre todos como construirla y sobre la marcha se va haciendo todo en ensayo y error o podríamos decir mediante la observación y confrontación sistemática con la realidad y de manera colectiva. Se advierte la apertura a lo nuevo pero también a la permanencia de lo que consideran sustenta su autonomía. En ese sentido el “caminar preguntando” no es sólo ir hacia adelante como en la cultura occidental, sino que también es volver al pasado, recuperar sus orígenes para construir la autonomía como señalaba Ana. La autonomía también significa sobre todo transformar la realidad que viven las comunidades indígenas y a decir de Valentín ex-integrante del Consejo Autónomo del Caracol Roberto Barrios: La política en la que se van a enfocar nuestros pueblos y sus gobiernos autónomos es la construcción de la www.contextualizacioneslatinoamericanas.com.mx 5 La escuelita zapatista y la autonomía autonomía, entonces nuestro pensamiento e idea es cambiar la situación que sufren nuestros pueblos por culpa de los malos gobiernos de los ricos, como la pobreza, la desigualdad, la explotación, la injusticia. Nosotros luchamos porque tengamos una vida digna para todos los niños, jóvenes, hombres, mujeres y ancianos y que todos tengamos las oportunidades y lugar para todos sin que haya exclusión. (EZLN c, op.cit, p.72) Observamos que la autonomía zapatista se construye en permanente confrontación con lo que hacen los “malos gobiernos de los ricos” que son la causa de la situación que sufren sus pueblos. Entonces la autonomía es la recuperación de la dignidad, de la inclusión y de la igualdad para todos. Por eso un lema de los zapatistas es “un mundo donde quepan todos” y en ese sentido como dice también Jacinto: “luchamos, estamos construyendo esta autonomía para que todos los hombres, las mujeres, los niños, los ancianos, todos tengan su lugar” (Ibid.,p.73) Podemos ver en los testimonios que hay una insistencia en la lucha como herramienta de liberación para construir la autonomía con el fin de enfrentar al sistema capitalista como dice Ana y está asociada a resistencia, cultura, trabajo colectivo, dignidad y educación. Anahí, integrante de la Junta de Buen Gobierno del Caracol La Realidad señala que el mal gobierno utiliza todos sus recursos para controlar y desinformar al pueblo y uno de ellos es la educación y por eso –ante el tema de la resistencia ideológica- se pregunta ¿Cómo resistimos todos esos males de la ideología del gobierno en nuestro caracol? Nuestra arma principal es la educación autónoma” (Ibid, p.13) Gerardo, integrante de la Junta de Buen Gobierno Roberto Barrios señala que ante los ataques del sistema capitalista a su cultura a través de los distintos medios de comunicación, ellos construyen los suyos y para contrarrestarlo: En la educación se está fomentando el uso, lectura y escritura de la lengua materna. Los saberes y conocimientos de nuestros abuelos se están enseñando a los niños en las escuelas autónomas, a través de cuentos, leyendas, creencias e historias. Seguimos conservando las formas de celebrar fiestas religiosas y civiles. Seguimos cuidando y fomentando el cuidado de nuestras semillas criollas y nuestra manera de alimentarnos de productos que hay en nuestras comunidades porque son sanos y orgánicos. Seguimos conservando y fomentando 6 Año 7, número 12, enero-junio, 2015 las formas de cuidar la madre tierra, peticiones, el respeto a la tierra y todo lo que hay en nuestra naturaleza.( Ibid, p.83) Y en efecto, cuando fuimos invitados a tomar el curso de la Escuelita y nos recibió una familia de una comunidad zapatista, en mi caso pude observar que todo lo que comíamos era producido en el lugar, sólo se consumían unos pocos productos de fuera y la familia incluidos los niños pequeños hablaban en su lengua (tojolabal), aunque Eduardo el papá hablaba perfectamente el español y los niños lo entendían. Nayeli mi Votán, de tan sólo 14 años hablaba tojolabal y español y Ofelia la esposa de Eduardo hablaba sólo tojolabal y no se comunicaba conmigo en español aunque lo entendía. En el entorno pude observar la limpieza del río y la conservación de la naturaleza, aunque se tomaba madera del bosque para cocinar y la casa Eduardo la había construido de ese material. En la escuelita del lugar, que estaba en una iglesia, quien impartía las clases era un promotor de la misma comunidad, lo mismo que los promotores de salud y me tocó participar con las mujeres en el colectivo de pan que habían organizado entre ellas y en el que coordinaba una persona mayor quien amablemente nos invitó a compartir y aprender. Tanto los proyectos colectivos como la formación de promotores de salud y educación se han impulsado en las propias comunidades y municipios y se ha buscado sistematizar el conocimiento también a través de textos como en el caso del área de salud con la finalidad de capacitar a los promotores y se han incluido saberes tradicionales como la herbolaria. En educación los planes de estudio también fueron elaborados por los representantes de los pueblos y luego se llevó a las comunidades para que desde ahí se propusiera lo que se debía aprender en la educación autónoma y se nombrara a los promotores de educación. Doroteo, ex -integrante de la Junta de Buen Gobierno del Caracol La Realidad explica cómo se analizó y discutió la educación que se tenía que impartir y así se fueron incorporando distintos temas como matemáticas que no se le podía cambiar nada, pero a “español” se le llamó “lenguas” y en la de historia se incluyó la de las propias comunidades, lo mismo que el área de “Vida y medio ambiente” en lugar de Ciencias Naturales, para rescatar sus propios conocimientos. Y aunque hay elementos en común en los distintos Caracoles, la educación autónoma también responde a las características de cada región y a la necesidad de articularla con la realidad de sus pueblos.(EZLN d,2013, pp.4-5) Como podemos observar, en el Curso de La Escuelita Contextualizaciones Gloria Caudillo que tomamos se buscó sistematizar la experiencia de casi 20 años a través de testimonios de hombres y mujeres que han participado en la construcción de la autonomía que se despliega en las distintas áreas y se construye en resistencia y confrontación política con el “mal gobierno”. La búsqueda de autonomía en el plano económico es una prioridad para el zapatismo y en ese sentido buscan a través de la organización de colectivos, en la apertura de los Bancos zapatistas autónomos y en la capacitación para elaborar sus propios proyectos, ser cada vez más autosuficientes y no depender de actores externos para desarrollarlos. También a través de las Juntas de Buen Gobierno de cada Caracol, se busca distribuir los proyectos y recursos de manera equitativa entre los municipios para no generar desigualdades ni divisiones entre las comunidades indígenas. En torno a la autonomía zapatista señala Mariana Mora: Desde el levantamiento, las bases de apoyo zapatista, sus autoridades y el EZLN que los resguarda, le apostaron a las posibilidades de un cambio social al margen del Estado. Desde los márgenes y rechazando las instituciones oficiales se puede consolidar un poder político constitutivo que genera prácticas culturales y produce conocimientos alternativos a las lógicas del capital. (2010, p.30) Y yo añadiría que esas prácticas culturales y esos conocimientos se renuevan, resignifican y despliegan en la confrontación política con el “mal gobierno” y el sistema capitalista y en la experiencia cotidiana y colectiva de la autonomía. Y esa autonomía se ha ido construyendo en medio de agresiones militares y paramilitares, de prebendas que usa el gobierno para dividir a las comunidades o a través de los partidos políticos que buscan debilitarlos ideológicamente y en algunos casos lo han conseguido, pero los zapatistas ha logrado sortear todas las dificultades y avanzan poco a poco a través de sus trabajos colectivos como ellos dicen. La autonomía se ha podido ir implementando gracias a la organización, perseverancia y conciencia políticoideológica que tienen los zapatistas y que los hace enfrentar todas las adversidades con gran fortaleza. Jacinto nos dice: La frase “para todos todo, nada para nosotros”, es parte de la ideología que tenemos como zapatistas. Tenemos nuestro nombre EZLN, luchamos no sólo para lo que nosotros queremos, luchamos por todos aunque nosotros no tengamos nada. Aunque nosotros entregamos la vida, nos caemos en el camino, aunque nos pase lo que han dicho algunos compañeros autoridades que ya tienen edad, que dicen que aunque no vamos a ver el fruto pero estamos luchando para que nuestros hijos tengan una vida mejor. Eso es parte de nuestra ideología porque apostamos por luchar no nada más para nosotros, sino para todos. (EZLN c, op.cit, p.74) La construcción de la autonomía como hemos podido observar en los testimonios zapatistas, se hace en colectivo y entre hombres y mujeres, pero se han tenido que ir venciendo muchos obstáculos para la participación equitativa en los trabajos colectivos y en los puestos de autoridad. Por eso, en uno de los textos de la Escuelita titulado “Participación de las mujeres en el gobierno autónomo” las compañeras zapatistas hacen un diagnóstico a través de testimonios de la participación de mujeres en los distintos niveles de gobierno, del ejercicio de la Ley Revolucionaria de mujeres y de los obstáculos a los que se han enfrentado en la construcción de la autonomía. (Caudillo b, op.cit, p.3) Pero a pesar de las dificultades y desigualdades que siguen existiendo, las mujeres zapatistas en ningún momento ven su situación aislada de los hombres pues para ellas no se puede caminar, aprender y avanzar sin ellos y la autonomía se construye entre todos y todas. No plantean una confrontación con sus compañeros sino que proponen caminar juntos por el bien colectivo ya que eso los fortalece. (Ibid, p.6) La Ley de Mujeres Zapatistas, elaborada a partir de la iniciativa de las Comandantas Ramona, Susana y Ana María en 1993, es una herramienta que utilizaron en el diagnóstico para ver en qué puntos se había avanzado y en cuáles sigue habiendo problemas para llevarla a la práctica. Sobre la participación de las mujeres en el gobierno autónomo y la necesidad de que se incorporen más compañeras, Felipe, autoridad del Caracol La Garrucha señala: Las autoridades y los comités de cada pueblo, de cada región, se encargan de animar más a las compañeras, hacen visitas en cada pueblo para animarlas. Pero hay un detalle ahí, yo creo que en todos los caracoles existe esto, porque el machismo en verdad no ha terminado, eso es lo que existe todavía en los papás y los maridos. (EZLN b, op.cit, p.47) Y en efecto, en mi estancia en la casa de una familia zapatista pude observar que la mujer sigue teniendo la www.contextualizacioneslatinoamericanas.com.mx 7 La escuelita zapatista y la autonomía mayor parte de la carga doméstica, aunque Eduardo el esposo de Ofelia la apoyaba cuidando a los niños y dedicaba su tiempo a la milpa y a la organización. En otros casos, comentando con mujeres participantes en el curso que compartían sus experiencias, los hombres participaban también en el trabajo doméstico. Considero que en ese proceso de construcción de la autonomía no hay homogeneidad en las prácticas y eso se refleja también en los espacios domésticos. Esto no implica que el zapatismo no haya avanzado en las condiciones de equidad de las mujeres, ya que muchas de ellas participan en los tres niveles de gobierno y en los proyectos colectivos. El mismo testimonio de Felipe nos da una idea de la autocrítica que hacen los propios hombres sobre la situación de las mujeres. Por otro lado, en uno de los puntos de la Ley de Mujeres se prohíbe el alcohol y eso ha disminuido mucho la violencia en las comunidades, además de que ya las zapatistas han tomado conciencia de sus derechos y los defienden. Cuando se plantean la igualdad de derechos entre hombres y mujeres las zapatistas se preguntan cómo cambiar esas ideas. Señala una compañera zapatista del Caracol Morelia: Yo siempre he platicado en mi zona que la educación tiene que ser dentro de la casa, tenemos que enseñar a los niños a lavar su ropa, los niños tienen que aprender a agarrar su comida y lavar su plato, los niños tienen que aprender a trabajar en la cocina y las niñas tienen que aprender a trabajar en el campo” (EZLN e, 2013, p.59) Como podemos ver, para las zapatistas la equidad no sólo implica que los hombres compartan las tareas domésticas con las mujeres, sino que también las mujeres compartan las tareas con los hombres o como dice una compañera: “Lo que queremos es que haya igualdad de derecho, que nuestros compañeros nos entiendan, que nos apoyen un poco, pero también nosotras apoyar a nuestros compañeros, para ir juntos caminando, para buscar el camino por donde sí podemos avanzar en nuestra lucha” (Ibid:58) Entonces, podemos ver que para las zapatistas la autonomía se construye entre todos, caminando juntos y apoyándose hombres y mujeres de manera recíproca y solidaria. Reflexiones finales Cuál es la visión y práctica de la autonomía que podemos encontrar en los testimonios, reflexiones y vivencias del curso de La Escuelita Zapatista por la Libertad? 8 Año 7, número 12, enero-junio, 2015 Lo primero que observamos es que los zapatistas rescatan la memoria de larga duración y recuperan los valores de sus antepasados que, como señalan, ya se autogobernaban, tenían sus propios conocimientos y había relaciones equitativas entre hombres y mujeres, pero la colonización implicó la destrucción de su cultura, aunque los abuelos la mantuvieron en su memoria y la transmitieron de generación en generación a través de la oralidad. En ese sentido, el proceso de autonomía que están viviendo los zapatistas implica retomar el camino de sus ancestros, después de una larga lucha de más de 500 años, de enormes sacrificios, dificultades y muertes que aún persisten pero que los enfrentan a través de la resistencia. La autonomía se despliega a través de los siete principios que se tienen que respetar para ejercer cualquier tipo de autoridad ya sea en las Juntas de Buen Gobierno, en los municipios o en las localidades. Estos principios se sustentan en el “mandar obedeciendo” que implica que el pueblo manda y el gobierno obedece y que el poder se ejerce con tod@s y para tod@s, por lo que la colectividad está por encima del individuo. La responsabilidad es rotativa, así que la participación como autoridad es ejercida también por todos los miembros de los municipios y comunidades que son elegidos en asamblea y por consenso y si no cumplen con su cargo son removidos de la misma manera. En este sentido la autonomía es construida y ejercida por todo el pueblo zapatista. La autonomía no se remite a gobernar o ejercer autoridad (política y gobierno), sino que se despliega en todas las áreas de trabajo: educación, economía, comunicación, salud, organización, justicia y cultura. Los proyectos colectivos son una parte vital en la construcción de la autonomía y están sustentados en el trabajo que es un valor fundamental entre los y las zapatistas. Estos trabajos colectivos como ellos les llaman, son implementados en función de las condiciones y necesidades de los municipios de cada Caracol. Para los zapatistas la educación es un elemento clave para construir la autonomía, por eso se debatió entre todos la elaboración de los programas de los temas prioritarios para impartir en las escuelas, en que los que fueron incorporados tanto conocimientos de la educación oficial, como del propio pueblo maya. En salud también se sistematizó conocimiento occidental y saberes propios y en las dos áreas se formaron promotores de las propias comunidades. Tanto el ejercicio del poder, como el trabajo en las Contextualizaciones Gloria Caudillo diferentes áreas son expuestos en los testimonios zapatistas de manera autocrítica resaltando, errores, aciertos y dificultades. Caminan preguntando pues confrontan su experiencia de manera permanente y cambian lo que es necesario cambiar, aunque también mantienen lo que consideran son valores que sustentan su autonomía. En ese sentido se abren a lo nuevo pero también rescatan lo propio y lo actualizan en su caminar autonómico. Los zapatistas construyen su autonomía sin esperar nada “de arriba” y confrontan su caminar con lo que hace el “mal gobierno” y con el sistema capitalista. Reciben apoyo de organizaciones y compañeros solidarios, pero las Juntas de Buen Gobierno junto con los municipios deciden en qué se van a ejercer los recursos y se están capacitando para elaborar sus propios proyectos para no depender de actores externos y consolidar cada vez más su autonomía. Finalmente podemos ver que la autonomía se despliega de manera heterogénea en los distintos Caracoles zapatistas, en función de las necesidades concretas y a través del ensayo y el error, por lo que no hay una única forma o línea para ejercerla ya que todos y todas participan y aprenden sobre la marcha y en colectivo. Esto permite observar también la horizontalidad en la construcción de la autonomía. 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