Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología Facultad de Ciencias Empresariales Trabajo final para optar por el grado de Maestría en Administración de Empresas con Énfasis en Gerencia de Operaciones. Modelo de Gestión de Calidad utilizando la herramienta SERVQUAL Sustentante; Aarón Rodríguez A. Cédula: 1-0813-0767 Profesor: Lic. César Pablo Enríquez Caruzo IV Trimestre 2008 Indice Resumen 2 Abstract 2 Introducción 3 Objetivos de la Investigación 3 Fundamentos teóricos sobre la calidad de servicio 5 6 Conceptualización del término Calidad 8 Evaluación de la calidad 16 Evolución de la gestión de calidad 18 Concepto de Calidad en Turismo 19 SERVQUAL como herramienta de medición de la calidad 23 Adaptación del SERVQUAL al servicio hotelero Conclusiones 25 Referencia bibliográfica 27 Resumen El objetivo de este trabajo es mencionar los principales aspectos a considerar acerca de calidad de servicio en el campo hotelero de Costa Rica, investigando sus principales conceptos de gestión de calidad en el contexto del turismo, sintetizando y estructurando el conocimiento existente, como paso previo para detectar posibles líneas de investigación futuras. La revisión se centra principalmente en la herramienta de SERQUVAL desde una perspectiva de gestión, un enfoque que permitirá identificar aspectos interesantes que no han sido suficientemente investigados en los estudios realizados hasta la fecha en nuestro país. Por lo tanto se pretende en dicho trabajo crear elementos de peso para ser considerados para la controles adecuados de la gestión hotelera en Costa Rica y poder tener instrumentos que ayuden a crear mejores condiciones tomado en cuenta en todo momento las percepciones de los clientes desde el punto de vista de servicio y el nivel de calidad que se debe ofrecer utilizando una herramienta de control como es SERVQUAL. Palabras clave: gestión de la calidad, servicios, calidad de servicio, turismo, SERQUAL. ABSTRACT The goal of this paper is to mention the main aspects to consider about quality of service in the hotel Costa Rica, researching their main concepts of quality management in the context of tourism, synthesizing and structuring existing knowledge, as a step to identify possible areas of future research. The review focuses mainly on the tool SERQUVAL from a management perspective, an approach that will identify interesting aspects that have not been sufficiently investigated in studies conducted to date in our country. In this sense it aims at creating elements that work in weight to be considered for the proper controls in hotel management in Costa Rica and to have tools to help create better conditions taken into account at all times the perceptions of customers from the point standpoint of service and quality standards that should be offered using a tool of control as it is Servqual. Key words: quality management, service, quality of service, tourism, SERVQUAL Introducción La estrategia de la calidad total consiste en la integración de todas las funciones y procesos de una organización para alcanzar la mejora continua de la calidad de los productos y servicios. En este artículo proponemos un modelo de gestión de la organización orientado a satisfacer las expectativas de todos los clientes, basándonos en un proceso circular tipo PDCA, denominado por Demming y que está orientado hacia la consecución de la calidad de servicios. Cada organización es única y el modelo de gestión propuesto debe adaptarse a sus propias características y necesidades y respetar en todo momento su identidad. El futuro indica que aquellas empresas que no tengan implantado un sistema de la calidad estarán en clara desventaja frente a sus competidoras. El reto de estas organizaciones consistirá en incorporar las nuevas tendencias que vayan surgiendo La gestión de la calidad total se considera una estrategia necesaria para adaptarse al nuevo entorno, para hacer la organización más competitiva, mejorando la satisfacción de los clientes y de todas aquellas personas interesadas en la organización. Es importante que las empresas revisen constantemente la percepción de sus clientes en cuanto al servicio brindado, SERVQUAL es una excelente opción para realizarlo. Los resultados generados serán la pauta para realizar acciones de mejora dentro de cada área de trabajo con el objetivo de cumplir los requisitos de los clientes. El objetivo es la satisfacción de los clientes a través del compromiso claro, decidido y permanente de la dirección de las organizaciones para lograr el éxito en la calidad. Objetivos de la Investigación El objetivo general de este artículo es analizar la importancia de un modelo de calidad y enfatizar en la importancia del modelo SERVQUAL para poder obtener datos de la percepción relacionada a la calidad de servicio percibida en hoteles de alta categoría en Costa Rica La competencia del sector turístico impone a Costa Rica retos en innovación; son muchas las potencialidades (humanas y naturales)y oportunidades que el incipiente turismo ofrece, pero se debe impulsar la importancia de la actividad y aprovechar las oportunidades, mediante la calidad del servicio que aporte valor. Cuando se aborda el tema de calidad no solo se refiere a un producto, también a un servicio, solo que la calidad en este caso es intangible. Son experiencias personales que los clientes tienen con el empleado que representa a la empresa. Debido al interés mostrado por éstas por cumplir la calidad y las necesidades de los clientes en cuanto al servicio que se les brinde, surgió la necesidad de definir el término “calidad en el servicio”. (Llorens y Fuentes, 2000). Un servicio de calidad no es solamente “ajustarse a las especificaciones”, sino más bien ajustarse a las expectativas del cliente. Hay una gran diferencia entre la primera y segunda perspectiva. Las organizaciones de servicio que se equivocan con los clientes independientemente de lo rápidamente que se realicen no están dando un servicio de calidad. (Berry, Bennett y Brown 1989). El servicio de alojamiento es uno de los componentes fundamentales de la actividad turística, junto con los servicios de recreación, transporte, comunicaciones y restauración, se acentúa la importancia del servicio de alojamiento (Álvarez, Díaz y Álvarez, 2001),pues de la duración de la estadía depende la cantidad y tipo de servicios turísticos ofrecidos, la cantidad de visitantes dispuestos a pernoctaren en el país, a la vez actúa como efecto multiplicador con familiares y amigos en sus lugares de procedencia. Fundamentos teóricos sobre la calidad de servicio La calidad en sentido general se ha convertido en la estrategia principal para las empresas turísticas, elemento diferenciador dentro del agudo ambiente competitivo que predomina en el sector. Desde hace algunos años el sector turístico se halla inmerso en un proceso de cambio que ha convertido a la calidad en uno de los elementos más apreciados tanto por los turistas como por las organizaciones turísticas. La calidad, y más concretamente la calidad del servicio, se está convirtiendo en nuestros días en un requisito imprescindible para competir en las organizaciones industriales y comerciales de todo el mundo, ya que las implicaciones que tiene en la cuenta de resultados, tanto en el corto como en el largo plazo, son muy positivas para las empresas envueltas en este tipo de procesos. De esta forma, la calidad del servicio se convierte en un elemento estratégico que confiere una ventaja diferenciadora y perdurable en el tiempo a aquellas que tratan de alcanzarla. (RUIZ, 2001) Ante la necesidad de atender a un mercado cada vez más exigente y segmentado, incrementar el nivel de calidad del servicio percibido por los visitantes y diversificar la oferta turística conduce a una línea de actuación prioritaria que para alcanzar esta meta se necesita en primer lugar poder medir correctamente el nivel de la calidad del servicio prestado por cada organización. Oliver (1981) introdujo el modelo “expectancy-disconfirmation” para estudiar la satisfacción del cliente. Su teoría reside en que los clientes se sienten satisfechos con el consumo de un producto o servicio como resultado de una comparación subjetiva entre las expectativas previas al consumo y la percepción posterior a éste. La calidad de servicio surge a partir de esta concepción ya que la satisfacción del consumidor es una consecuencia de ésta. Dos autores, Oh (1999) y Olorunniwo et al. (2006), realizaron un estudio buscando la correlación entre calidad de servicio, satisfacción e intencionalidad de compra. Los resultados que obtuvieron fueron que existía una correlación entre los tres conceptos pero manteniendo el orden: calidad de servicio implica satisfacción y ésta implica intencionalidad de compra. Grönroos (1984) apunta que la calidad de los servicios debe ser contemplada desde la óptica de los clientes indicando que “es el resultado de un proceso de evaluación, donde el consumidor compara sus expectativas con la percepción del servicio que ha recibido”. El autor pone el énfasis en el cliente, indicando que la calidad de servicio es un concepto que gira alrededor de la figura del cliente. La calidad es importante en la industria turística a través de los siguientes factores: Intensa competitividad nacional e internacional en el mercado de tiempo libre. Consumismo progresivo y elevada atención de los medios de comunicación a las cuestiones de calidad de la industria turística. Progresiva satisfacción de los mercados de consumidores. La repetición de eventos y los efectos de la recomendación boca-oído. Conceptualización del Término Calidad. Numerosos son los autores que han abordado el tema de la calidad y generalmente se ha definido como “qué tan adecuado es para el uso ”; algunas de estas definiciones son las que se demuestran a continuación: Calidad es el resultado de comparación de las expectativas y percepciones según [Harritgton, 1989, Zeithmal, 1991]. La calidad consiste en satisfacer las demandas del cliente [Espeso y Harrvey,1994]. Calidad es el conjunto de características que satisfacen las necesidades del consumidor. [Juran y Gryna, 1993]. Eduard W. Deming establece que la calidad consiste en exceder las necesidades y expectativas de los clientes a lo largo de la vida del producto. En todas las definiciones antes mencionadas se resalta de una manera u otra el hecho de que la calidad está en función de la percepción del cliente. La experiencia demuestra que los clientes perciben la calidad de una forma mucho más amplia que el simple hecho de percibir la calidad en el producto adquirido, de ahí que urge la necesidad de que las empresas definan la calidad de la misma manera que lo hacen los clientes. La calidad del servicio y satisfacción del turista son conceptos que están íntimamente relacionados puesto que una mayor calidad del servicio llevará a aumentar la satisfacción del consumidor, es decir, que la primera debe ser tratada como un antecedente de la satisfacción Calidad Percibida es el juicio del consumidor sobre la excelencia o superioridad de una entidad en su conjunto, es una forma de actitud, semejante pero no equivalente a satisfacción y resultante de la comparación entre expectativas y percepciones. ( Prasuraman, Zeithaml y Berry 1985). Asumimos el concepto de calidad percibida como el proceso psíquico mediante el cual se reflejan los diferentes elementos que intervienen en el servicio en forma de imágenes concretas e inmediatas y manifestadas a través de juicios del consumidor sobre la excelencia de una organización en la que se satisfagan, superen o no sus necesidades o deseos. Esta definición pone de manifiesto tres aspectos conceptuales importantes sobre la calidad del servicio: a. Calidad objetiva y calidad percibida: el siguiente concepto distingue entre calidad mecánica y humanística. La primera tiene que ver con aspectos objetivos. La segunda, la humanística o percibida, se refiere a la respuesta subjetiva de las personas con respecto a los objetos y es, por ello, un fenómeno totalmente relativo que define entre los juicios de valor. b. Calidad como actitud: Calidad de Servicio es una evaluación de conjunto, similar a la actitud. Parasuraman, A; Zeithamd, V; y Berry, (1985) sostienen esta idea basándose en el resultado de un estudio por el cual los consumidores usan básicamente los mismos criterios generales para emitir un juicio valorativo de la calidad del servicio . c. Calidad como satisfacción: La satisfacción se define como un estado psicológico resultante de la ecuación a que dan lugar las expectativas no confirmadas, acompañadas de un sentimiento a priori del consumidor sobre las expectativas de consumo, satisfacción es una valoración de una transacción específica, mientras que calidad es una valoración global, por tanto, sobre la base de esta distinción, una acumulación de valoraciones de transacciones, específicamente conduce a una valoración global. De acuerdo a Huete, Luis M. y Andres Perez (2003), la satisfacción de un cliente es el resultado de las impresiones recibidas a lo largo de la creación del servicio menos las expectativas que el cliente trajo al entrar en contacto con la actividad de servicio. Según Coine, los estados de satisfacción del cliente pueden ser: Satisfacción: Las expectativas han sido igualadas, pero no superado. La transacción se ha desarrollado perfectamente y el nivel de esfuerzo ha sido el esperado. Irritación: La transacción ha ocurrido felizmente, pero el comportamiento del proveedor no ha sido apropiado. Insatisfacción: La transacción no ha tenido éxito, a pesar de un esfuerzo exigido . Enfadado: La transacción no ha tenido éxito, a pesar de un esfuerzo por parte del cliente notablemente superior al esperado por culpa de un error del proveedor que podía habérselo evitado. Excitación: El cliente se lleva una sorpresa agradable porque las expectativas de éxito eran bajas, o el nivel esperado de esfuerzo alto, o la transacción ha sido redefinida de alza. La calidad percibida depende de factores como: Las comunicaciones externas. La prestación de servicios en sí, que a su vez depende de: La percepción o la sensibilidad de la dirección en cuanto a las expectativas del consumidor, que a su vez debería estar condicionado por la indagación previa sobre lo que espera el cliente. La calidad, además, no siempre es percibida de la misma manera. Cada persona determina en cada momento cual es su calidad necesaria. Este es el gran reto de la calidad, es decir, hacer coincidir los mejores atributos en el instante que nuestros clientes demanden productos y servicios, allí donde se encuentran para satisfacer las necesidades de esos momentos y en esas circunstancias. La calidad se hace patente en cada persona cuando quien disfruta del producto o servicio lo encuentra extraordinario, pues cumple con lo que esperaba. La experiencia demuestra que los clientes perciben la calidad como un concepto más amplio, que el simple hecho de percibir la calidad de un servicio o producto adquirido. Evaluación de la calidad. Al ser un concepto subjetivo nos implica muchos mas desafíos en el sentido de que hay que buscar elementos objetivos, tangible y medibles que permitan acercarnos a esa idea previa que trae el cliente. La evaluación de la calidad es un proceso que consta de dos actividades fundamentales: medición y comparación; esta al igual que la Gestión de la calidad ha evolucionado en el tiempo, diferenciándose por dos periodos, muy bien definidos, en función de las relaciones de mercado y el papel del cliente. Una primera etapa que comprende los años anteriores a la década de los cincuenta, caracterizada por métodos desarrollados en la producción y basados en criterios internos y propios de la empresa, sin tomar en consideración el criterio del cliente. Esta etapa se desarrolló bajo una relación demanda–oferta, favorable a la demanda (D>O), determinando la poca importancia del criterio del cliente. Si se analiza el peso del proceso de evaluación de la calidad , en relación con las actividades descritas en la función de la calidad , se puede observar que representa solamente el 8% de la misma. No obstante debido al papel decisivo del cliente , el énfasis en el enfoque externo de la calidad y a su carácter primario para emprender la gestión ;este proceso es de suma importancia. Debido a que una incorrecta o mediatizada evaluación de la calidad provocaría una deficiente gestión de la misma en cualquier organización. En la actualidad existen dos criterios o escuelas relacionados con la forma en que los clientes perciben o evalúan la calidad, estas son: La escuela europea, liderada por (Grönrros, Brogowiez, Denle y Lith, 1990), que distinguen tres dimensiones básicas de la calidad: la técnica, la funcional y la imagen. Como se puede apreciar de los tres elementos de este modelo teórico, solamente la imagen presenta rasgos externos, se proyecta hacia el exterior; pero desde adentro de la organización. Tanto el qué (calidad técnica), como el cómo (calidad funcional) constituyen elementos internos de la organización. Conceptualizan la calidad del servicio como una actitud, que debe ser medida en función única del desempeño, resultado o percepción. La escuela norteamericana liderada por Parasuraman, Zeithaml y Berry (1985, 1988), que consideran al cliente como el único juez de la calidad; planteando que la calidad percibida es el juicio que el cliente realiza acerca de la superioridad o excelencia global del producto, que la misma es una actitud, relacionada aunque no equivalente a la satisfacción y que se describe como el grado y dirección de las discrepancias entre las percepciones y las expectativas de los consumidores. Ambas escuelas han creado una serie de modelos para la evaluación de la calidad, donde los más aplicados al turismo son, entre otros: Servqual ( Parasuraman, Zeithaml, Berry , 1988 ) Servperf ( Cronin y Taylor 1992 ) Hotelqual ( Becerra, Grande, 1998) Servqual ( Parasuraman, Zeithaml, Berry , 1988 ) es una potente técnica de investigación comercial en profundidad que permite realizar una medición del nivel de calidad de cualquier empresa de servicios. Conocer qué expectativas tienen nuestros clientes y cómo ellos aprecian nuestro servicio; también diagnostica de manera global el proceso de servicio objeto de estudio. Servperf ( Cronin y Taylor 1992 ) Por medio de un estudio empírico realizado en 8 empresas de servicios (, Cronin y Taylor 1992, 1994) deducen que el modelo SERVQUAL de (Zeithaml, Parasuraman y Berry 1988) no es el más adecuado para medir la Calidad del Servicio, y proponen un nuevo modelo denominado SERVPERF. Así Cronin & Taylor desarrollan y prueban un modelo alternativo basado en el desempeño. Realizan su investigación basándose en una serie de cuestionarios que contrastan la medición de la calidad realizada mediante la discrepancia entre expectativas y percepciones de los consumidores y otra realizada solamente con las percepciones o actitudes de los mismos. Para la elaboración de los cuestionarios. Se basan en los 22 items propuestos por SERVQUAL y sugieren, por un lado aplicar el modelo SERVQUAL y por otro mesurar la calidad solo con el test de percepciones que propone SERVQUAL. Estos modelos son aplicables a nivel operativo para evaluar la calidad en aspectos puntuales de los diferentes procesos o instalaciones turísticas, pero su limitación fundamental es que no son eficientes en la evaluación a nivel estratégico. Aún así, la calidad se ha convertido en una pieza clave dentro del sector terciario y su búsqueda ha llevado a numerosos investigadores a desarrollar posibles definiciones y diseñar modelos sobre la misma (BUTTLE, 1996). En la literatura sobre el tema, el modelo que goza de una mayor difusión es el denominado Modelo de la Deficiencias (PARUSARAMAN, ZEITHAML Y BERRY, 1985,1988) en el que se define la calidad de servicio como una función de la discrepancia entre las expectativas de los consumidores sobre el servicio que van a recibir y sus percepciones sobre el servicio efectivamente prestado por la empresa. Los autores sugieren que reducir o eliminar dicha diferencia, denominada GAP 5, depende a su vez de la gestión eficiente por parte de la empresa de servicios de otras cuatro deficiencias o discrepancias (FIGURA 1). Figura 1 Fuente: PARASURAMAN;ZEITHAML Y BERRY (1985) A continuación pasamos a analizar los cinco gaps propuestos en su trabajo origen y sus consecuencias (PARASURAMAN, BERRY Y ZEITHAML, 1991; ZEITHAML Y BITNER, 1996). Es importante recalcar que existen muchos sistemas de calidad y cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes, la elección de uno u otro depende de la empresa, que previamente habrá analizado su estructura, sus necesidades y sus objetivos. Para efectos de este trabajo se describe brevemente el modelo de calidad SERVQUAL, que es ampliamente utilizado en el sector servicios. El SERVQUAL fue diseñado como un instrumento para medir la calidad en el servicio mediante la aplicación del cuestionario a los clientes de cada organización. Sin embargo, puede tener otras aplicaciones: 1. Comparar las expectativas y percepciones de los clientes a través del tiempo. Es muy conocido el hecho de que los clientes cambian de opinión conforme pasa el tiempo, es decir, cambian las expectativas. Por otra parte, se supone que las empresas también cambian en busca de la mejora continua. Es importante saber cómo se están modificando las cosas para poder continuar en el mercado como una empresa competitiva. 2. Comparar los resultados del SERVQUAL de una compañía, con los resultados de la competencia. De esta manera, las compañías involucradas tendrán más información y conocerán mejor sus fuerzas y debilidades. 3. Examinar segmentos de clientes con diferentes percepciones de Calidad. Una aplicación potencial para este instrumento es la categorización de diferentes segmentos de la población que pueden tener diferentes necesidades y por lo tanto, diferentes expectativas y percepciones. Por ejemplo, si se consideran clases sociales - alta, media y baja- una empresa podría advertir cual es su mercado real a quien debe dirigir su producto, o bien que cambios debe hacer para abarcar otro u otros segmentos de dicho mercado. 4. Medir las percepciones de Calidad de clientes internos. Con una adecuada adaptación, este instrumento puede aplicarse a departamentos o divisiones de una empresa con el fin de conocer las percepciones y expectativas de sus empleados que son, por supuesto, los clientes internos. 5. Determinar si los esfuerzos de la compañía están enfocados correctamente. Es posible que algunas empresas crean que algunos aspectos son importantes y otros no, tal vez el cliente opine lo contrario. Los resultados del SERVQUAL graficados en una matriz de atributos adaptada para el caso, pueden dar luz sobre este punto. 6. Complementar la metodología de la casa de la calidad (QFD, Quality Function Deployment). La metodología QFD tiene utilidad para la planificación y diseño de productos y/o procesos y es también aplicable a servicios, considerando que la voz del cliente quedaría reflejada por las características de servicio que los clientes señalan en el SERVQUAL como las más importantes, es decir, estas características serían los qué del QFD. Posteriormente, se identificarían los cómos y los cuantos, etc. El modelo SERVQUAL de calidad fundamenta dicha calidad en cumplir la expectativas del cliente, es por tanto necesario conocer cuáles son esas expectativas. Es interesante resaltar que es un modelo de calidad centrado en el cliente y por tanto muy útil dentro de un proceso. El modelo se basa en cinco diferencias entre expectativas y servicios o GAPS. El objetivo es que no exista diferencias entre las expectativas y el servicio, es decir, que el GAP sea cero o positivo (el servicio supera las expectativas). Ver tabla 2 El GAP 1 lo forma las diferencias entre las expectativas de consumidor y la percepción de la dirección. Este GAP requiere un profundo estudio de los gustos y deseos del consumidor. Es el primer paso, y tal vez el más importante pues es la base de todo el sistema de calidad, para lograr la satisfacción del cliente. El GAP 2 es la percepción que la dirección tiene de las expectativas frente a las especificaciones de calidad del servicio. En este caso la dirección sabe qué quiere el cliente pero puede tener dificultad en desarrollar un sistema que lo proporcione. Las razones pueden ser muy variadas: falta de compromiso con la calidad (ausencia de cultura de calidad como decíamos antes), deficiente descripción y estandarización de tareas, ausencia de enfoque en el objetivo (la calidad del servicio), creencia de la dirección que las expectativas del cliente son excesivas, anteposición de los intereses empresariales a los del cliente. El GAP 3 supone la diferencia entre las especificaciones de calidad del servicio y la realización material de ese servicio. En esta ocasión las especificaciones de calidad son adecuadas pero no se llevan a cabo. Este GAP es muy peligroso ya que se produce en los momentos de la verdad, en el contacto directo entre el empleado y el cliente. Las razones de este GAP son principalmente la falta de capacitación de los empleados o la falta de inversión en recursos humanos por parte de la dirección. El GAP 4 aparece cuando hay diferencia entre la prestación del servicio y las comunicaciones externas. Aquí la empresa promete más de lo que puede ofrecer, y por tanto las expectativas crecen sin que crezca la posibilidad de satisfacerlas. La obtención de un certificado de calidad sin que el hotel esté preparado para mantener un determinado servicio en el tiempo es un buen ejemplo. Hay que hacer notar en este punto el caso de los tour operadores, estos en ocasiones prometen una serie de servicios que el hotel no está en condiciones de ofrecer, generando esa publicidad negativa que genera el desfase del presente GAP. Por último el GAP 5 es el resultado de los demás, es la diferencia entre el servicio esperado y el percibido. Así, si cualquiera de los otros GAP aumenta también lo hará este. El servicio percibido es el resultado de haber comprendido las expectativas del cliente, haber sabido transformarlas en especificaciones de servicio, poder y querer realizar y dar ese servicio especificado y publicitar y comunicar el servicio que se da y se puede dar. El servicio esperado por su parte es el resultado de la comunicación de la empresa, de la publicidad boca oreja, de las necesidades personales y de experiencias anteriores. Tabla 2: Modelo estratégico de gestión de calidad de servicios Gap Factores Gap Estratégico Diagnóstico estratégico Cantidad y calidad de la información disponible sobre expectativas de clientes Compromiso de la dirección con la calidad Gap Técnico Procesos de formulación y planificación estratégica de la calidad Diseño organizativo de la empresa Gap Funcional Tipo de cultura y liderazgo empresarial Disponibilidad de mecanismos de control del cumplimiento de especificaciones Gap Relaciones Externas Veracidad de la comunicación externa. Coordinación con integrantes cadena de valor Disponibilidad información sobre efectos de la estrategia en imagen corporativa Gap Global F (gap estratégico, gap técnico, gap funcional, gap relaciones externas) Fuente: Adaptado de (Fernández, Serrano, Sarabia 1997) Calidad en el Servicio: Desde la convicción que el turismo debe ser tratado como un negocio, la calidad en el servicio debe ser analizada desde el punto de vista de cómo conseguirlo, dando ello como resultado que de lo que se trata es que la calidad debe gestionarse, mantenerse y monitorearse. Existen elementos que causan satisfacción o insatisfacción en el cliente que deben considerarse a la hora de ofrecer un producto o servicio y que se detallan en la figura 2 Figura 2 Fuente: http://www.fundacioncetmo.org/fundacion/publicaciones/transporte.viajeros/parte.2.pdf La filosofía de la calidad aplicada a los servicios se inició por el Dr. Deming durante el procedimiento del censo de Estados Unidos de América (Ishikawa, 2002), ahí nace la nueva concepción de calidad de los servicios. Para comprender en qué consiste la calidad de los servicios se hace necesario considerar tres factores básicos; cliente, servicio y proceso. Los clientes son todas las personas que se benefician de los procesos, servicios y productos de la empresa. Al hacer esta distinción, la filosofía de la calidad en el servicio confiere a todos los trabajadores de la institución una mayor responsabilidad y compromiso para realizar a la perfección su labor y prestar un servicio que satisfaga las necesidades de todos los clientes, pacientes y equipo multidisciplinario. No podemos ni debemos olvidar que independientemente del tipo de institución de que se trate; el fin último para el que la organización ha sido creada es para satisfacer al cliente. De hecho, quien paga el sueldo de los empleados de manera indirecta es el cliente; por esta razón, el cliente es el "activo" más importante de cualquier empresa, es la "inversión" más valiosa, puesto que la sobrevivencia de ésta sólo se garantizará si hay clientes que paguen por los servicios que se ofrecen. Es necesario tener presente que independientemente de los sistemas, los procesos, la tecnología y las instalaciones con las que cuente una organización, lo importante es la calidad, que es definida por el cliente como la satisfacción de sus necesidades y por la atención que se le otorgue. Los empleados de las instituciones de servicios, deben tener habilidades y destrezas para complacer al cliente. La reacción de un cliente a lo que se llama un buen servicio y un mal servicio es inmediata; un cliente descontento puede influir sobre muchas personas, al igual que un cliente satisfecho. Es importante que el personal que tiene contacto con el cliente, posea la competencia profesional por su presencia, por su trato y por su forma de dirigirse; para que el cliente al evaluarlo, no sólo califique a la persona, sino consecuentemente al servicio y a la imagen de la institución. La calidad surge cuando el usuario siente satisfacción al ser atendido y el trabajador siente satisfacción de otorgar servicios. Por lo tanto, debe tenerse en cuenta la relevancia de la calidad en cuanto afecta a la rentabilidad de las inversiones y al esfuerzo que exigen, sin olvidar las implicancias sociales, culturales y ambientales que se pueden engendrar. Evolución de la gestión de la calidad La gestión de la calidad ha ido cambiando con el transcurso del tiempo, y si bien en otros ámbitos productivos el camino recorrido ha sido más largo, las circunstancias del sector turístico han hecho que éste haya ido avanzado, con la ventaja que le permite observar la evolución de otros sectores que ya han desbrozado el camino hacia la excelencia y la competitividad. Estas etapas no son ajenas unas a otras, sino que las últimas suceden a las anteriores, aportando mejoras continuamente. El control de calidad mediante la inspección puede ser un primer paso cuyo objetivo sea impedir que al cliente se le proporcionen productos o servicios inadecuados. En este sentido, se asumen planteamientos de gran trascendencia tales como la adopción de un conjunto de especificaciones que han de medirse, examinarse o verificarse de forma metódica. Podríamos decir que es éste el nivel donde, de forma más o menos afortunada, se encuentran en este momento algunos agentes que intervienen en el sector turístico. La regulación por parte de las administraciones públicas puede establecer controles de calidad o niveles mínimos mediante la promulgación de normas tales como la clasificación de los establecimientos turísticos y la instrumentación del correspondiente sistema de inspección. Junto con otros requerimientos de sanidad, urbanismo, seguridad, etc., constituyen un cuerpo de especificaciones que se deben cumplir obligatoriamente por todos los agentes que intervienen en el sector: empresas, administraciones, etc. El control de calidad de las aguas de baño, o incluso las campañas de Banderas Azules para playas y puertos deportivos pertenecen a esta filosofía de gestión de calidad. También la iniciativa a la hora de fijar estándares mínimos puede proceder de la propia empresa turística, como sucede por ejemplo en los contratos de franquicia hotelera o en los “Planes de Calidad” exigidos por algunos tour operadores, cuyos inspectores seleccionan los establecimientos con los cuales trabajar en función del cumplimiento de los requisitos fijados. La inspección presenta ventajas si, por un lado, las especificaciones son incuestionables atributos de calidad, es decir, parámetros medibles de aptitud al uso, y por otro, si existe un sistema retroalimentado que interviene en el proceso de mejora de los productos y servicios. Un avance significativo sería establecer, en función de las necesidades y expectativas de los turistas, características de calidad propias de cada establecimiento, y perseguir como objetivo la mejora, año tras año, de los valores de dichos atributos. Concepto de calidad en turismo Llegado a este punto, conviene detenerse brevemente en el concepto de calidad, ya que existe un auténtico aluvión de definiciones. La definición académica de calidad como la “propiedad o conjunto de propiedades inherentes a una cosa, que permiten apreciarla como igual, mejor o peor que las restantes de su especie” proporciona un enfoque resultado de una comparación, y por tanto depende de la procedencia de los conceptos cotejados. La perspectiva del cliente, según Juran, entiende la calidad como la aptitud o adecuación para el uso. Sin embargo la obtención de información por parte de los usuarios a veces es dificultosa o inexistente. Por ello, aparecen intentos de traducir los deseos del cliente en especificaciones del producto o servicio. Este es el caso de Crosby, para el que la calidad es la conformidad con las especificaciones, dentro de una perspectiva técnica de la empresa orientada al producto. La superación de ambos conceptos supone definir parámetros medibles de aptitud para el uso, transformándose las especificaciones en características de calidad . Éstas incluyen, siguiendo a Juran, características de calidad de diseño, de conformidad, de entrega, de servicio y de disposición. El autor (1997a)estudió, a este respecto, la efectividad de un sistema hotelero, concepto que engloba la calidad de diseño, y la disponibilidad en sus vertientes de fiabilidad y mantenibilidad. Otras visiones complementan el concepto de calidad. La primera es la perspectiva estadística de Deming, para el que la calidad es un bajo grado de uniformidad y fiabilidad a bajo coste y adecuado a las necesidades del mercado. Se trata de disminuir progresivamente la variabilidad de las características de los productos y los servicios. Otro enfoque es económico y se debe a Taguchi, para el que la merma de calidad se identifica con la pérdida económica producida ala sociedad desde que el producto es lanzado al mercado. Se cuestiona la idea tradicional de que conseguir más calidad representa, necesariamente, un incremento de los costes. Las pérdidas que para un destino turístico supone un comportamiento inadecuado de alguno de los agentes que conforman su sistema son una expresión real de este concepto. Con todo, se entiende que el enfoque de la calidad de servicio sea el más adecuado para las características del sector turístico. Dentro de este planteamiento, la Escuela Nórdica, encabezada por Grönroos, Gummesson y Lehtinen concibe la calidad de servicio desde la óptica del producto, distinguiendo la calidad técnica, referida a “qué” servicio recibe el cliente, siendo ésta susceptible de ser medida por la empresa y de ser evaluada por el consumidor, y la calidad funcional que se ocupa de “cómo” se proporciona el servicio al cliente. Por otra parte, la Escuela Norteamericana, liderada por Parasuraman, Zeithaml y Berry, se centra en las divergencias entre las expectativas de los usuarios y sus percepciones. La incorporación del término “expectativas”, aporta un carácter dinámico y cambiante, en la medida en que éstas pueden ser diferentes para unos clientes que para otros y además variar con el tiempo. Estos autores presentan un modelo, denominado SERVQUAL, que constituye un instrumento relevante en el campo de medida de la calidad de servicio (ver Zeithaml et al., 1993). De este modo, puede apreciarse cómo la calidad no es un concepto unidimensional y estático. Se precisa, por tanto, una gestión de la empresa que satisfaga las múltiples y diversas necesidades de los clientes, que, por otro lado, están en continua evolución. SERVQUAL como herramienta de medición de la calidad A lo largo de la última década, numerosas investigaciones se han enfocado hacia la temática de la calidad de los servicios. El primer desarrollo teórico acerca de la calidad en marketing de servicios fue realizado por Grönroos (1984), quien efectuó una aproximación denominada “calidad de servicio percibida” que ha constituido el fundamento de la mayor parte de las investigaciones en el campo de los servicios. A partir de estos estudios, el Modelo SERVQUAL (Parasuraman et al. 1985, 1988, 1992) ha sido uno de los enfoques que mayor relevancia ha tenido en la comunidad científica y ha permitido avanzar en la medición de la calidad percibida en distintos sectores, incluyendo la actividad turística específicamente en servicios como alojamiento, alimentación, transporte, entre otros. Estos autores crearon una metodología que definieron como "un instrumento resumido de escala múltiple, con un alto nivel de fiabilidad y validez que las empresas pueden utilizar para comprender mejor las expectativas y percepciones que tienen los clientes respecto a un servicio", identificando el Termino Escala con tanto consistía en un una clasificación de preguntas. Por lo cuestionario con preguntas estandarizadas desarrollado en los Estados Unidos con el apoyo del Marketing Sciencie Institute, llamado escala SERVQUAL. Este instrumento se construye con el fin de identificar primero los elementos que generan valor para el cliente y a partir de esta información revisar los procesos con el objeto de introducir áreas de mejora. Para lograr todo esto se realiza una búsqueda orientada al análisis de las expectativas, obtenidas en base a cuatro fuentes que son: la comunicación diaria, las necesidades personales, las experiencias personales y la comunicación externa. Partiendo de las conclusiones obtenidas en este estudio se confirma la idea de que un punto crítico para lograr un nivel óptimo de calidad es igualar o superar las expectativas del cliente. Parasuman desarrolló un modelo en el que la calidad del servicio percibido es entendida como la diferencia que hay entre las expectativas de los clientes y lo que realmente perciben. En lo relativo al diseño de la escala SERVQUAL en un primer momento se buscó una referencia de los criterios que seguían los clientes a la hora de evaluar la calidad de los servicios. A través del análisis de la experiencia en el uso del servicio, las necesidades y expectativas de los clientes y la opinión de los proveedores se identificaron una serie criterios que facilitasen un contexto general de la empresa, en base a unos indicadores medibles, centrándolos, en un principio en diez criterios: Elementos tangibles: Imagen de las instalaciones, equipos, personal, folletos, medios de comunicación. Fiabilidad: ejecutar el servicio eficazmente. capacidad de hacer el servicio bien en un primer momento. Capacidad de respuesta: capacidad de reacción frente a una demanda del cliente, ofrecer un servicio rápido. Profesionalidad: Habilidad y conocimiento Cortesía: respeto y amabilidad. Credibilidad: Veracidad y confianza en el servicio que se presta. Seguridad: falta de riesgos. Accesibilidad: Comunicación: Publicidad, Marketing… Comprensión del cliente: conocer a los clientes. El SERVQUAL retoma la idea central del modelo de Grönroos, y propone medirla calidad del servicio a través de la comparación entre las expectativas de los usuarios y sus percepciones de la performance. Los resultados de esta comparación permiten detectar la presencia de brechas o desajustes en la calidad. El éxito en para alcanzar calidad en el sector turístico puede ser medido por el grado de satisfacción de los turistas con el servicio recibido, el cual a su vez se puede reflejar en el regreso de los turistas, de algún amigo o familiar al mismo destino turístico. De allí que es importante la satisfacción del turista, pues según Kalakota citado por Maldonado (2002) se aplican los mismos principios para negocios en otros sectores, donde cuesta seis veces más vender a un nuevo cliente que a un cliente activo; un cliente insatisfecho comunicará su experiencia a ocho o diez personas. Según Lovelock (1997),no se puede controlar lo que no se puede medir, pues sin una medición los gerentes no pueden identificar cuál es la posición actual de su empresa, por ello es de suma importancia realizar de forma periódica una medición de la calidad de los servicios ofrecidos por el sector turístico. Para Gutiérrez (2001), el análisis de la calidad de servicio puede ser realizado a través de una serie de modelos conceptuales e instrumentos como el Modelo de Diferencias entre Expectativas y Percepciones, Modelo de las Cinco Dimensiones o Criterios, y el Modelo Integral de las Brechas sobre la Calidad del Servicio o Modelo de las Cinco Brechas. Una escala adoptada por la comunidad científica internacional, que intenta medir la calidad del servicio resumiendo de los modelos conceptuales mencionados (modelo de las cinco brechas, modelo de la diferencia de expectativas y percepciones, y modelo integral) es la Escala de SERVQUAL, ideada por los investigadores Parasuraman, Zeithamly Berry (1985). Dicho modelo consiste en la medición de las expectativas y percepciones del cliente respecto a las dimensiones determinantes de la calidad del servicio (tangibilidad, empatía, seguridad o garantía, responsabilidad y confiabilidad),a partir de una serie de preguntas sobre cada dimensión, diseñadas para ser aplicadas a los servicios de cualquier tipo (Tabla 1). Al aplicar este instrumentos, la calidad de los servicios se pueden comparar las discrepancias entre las expectativas y percepciones en cada una de las dimensiones señaladas; cuando las expectativas son iguales o inferiores a las percepciones, la calidad del servicio es considerada como satisfactoria o como un derroche de calidad, respectivamente; por el contrario cuando las expectativas son superiores a las percepciones se considera que existe déficit o falta de calidad en los servicios prestados (Figura 3) Tabla 1 Percepción del cliente sobre el servicio Figura 3 Tras una serie de investigaciones posteriores, se condensó a sólo 5 dimensiones (Vogel, 2003). Parasuraman et al. (1985) propusieron como dimensiones subyacentes integrantes del constructor calidad del servicio los elementos tangibles, la fiabilidad, la capacidad de respuesta, la seguridad y la empatía, como las dimensiones definitivas para SERVQUAL. Este proceso repetitivo conlleva a la eliminación y/o reasignación de determinados ítems y la reducción del número de dimensiones (Díaz, 2003). La tabla 2 ilustra cómo fue el proceso de purificación del modelo SERVQUAL. Tabla 2 Adaptación del SERVQUAL al servicio hotelero Puntualmente en el sector de alojamiento, Knutson et al. (1992, 1994) desarrollaron un índice de 26 indicadores adaptados del modelo SERVQUAL que les permitió medir las expectativas de calidad del servicio de los huéspedes en Estados Unidos. Los autores aplicaron el índice únicamente al nivel de expectativas con un coeficiente de confiabilidad de 0.92 y como recomendación sugieren a los gerentes de los hoteles dar continuidad al estudio midiendo el nivel efectivo de performance a efectos de poder comparar y obtener las brechas de calidad. En su investigación confirmaron que en general los niveles de expectativas en cuanto a la calidad de un hotel son muy elevados señalando que en este tipo de servicio alcanzar el umbral de calidad logrando que la performance del hotel iguale a las expectativas es todo un desafío. Asimismo realizaron un estudio que pretendió la internacionalización de este instrumento adaptándolo y aplicándolo a Japón, Taiwán, Hong Kong, Australia y el Reino Unido. Los resultados indicaron que el LODGSERV conservaba su validez en culturas diferentes a la de Estados Unidos. Sin embargo los autores señalaron que estos hallazgos eran limitados entendiendo que los países elegidos asiáticos y de habla inglesa no representan la totalidad de la diversidad cultural. En la misma dirección, el estudio realizado por Akan (1995) sobre la calidad del servicio en hoteles de Estambul examinó si las dimensiones del SERVQUAL eran aplicables a un ambiente internacional, específicamente a Turquía. Asimismo pretendió detectar dimensiones adicionales que pudieran sugerir los clientes de los hoteles así como medir la importancia relativa de las mismas. Detectó 30 ítems de calidad adaptados del SERVQUAL los que comprendían tres dimensiones: el hotel, su personal y el proceso de servicio. Sus resultados indicaron que el personal del hotel es uno de los atributos más importante e influyente en la percepción de la calidad. Las expectativas de los huéspedes de los hoteles cuatro y cinco estrellas de Turquía se centralizaron en la amabilidad y la cortesía del personal, la limpieza y el servicio experto, dejando a un lado la atención personalizada o especial. Saleh y Ryan (1991, en García Buades, 2001) adaptaron las dimensiones del SERVQUAL y generaron un cuestionario con el objeto de medir la calidad de servicio en la hotelería. Su escala consistía en 33 ítems que obtuvieron a partir de la selección y adaptación al ámbito hotelero (categoría 4 estrellas) de los ítems SERVQUAL así como de escalas utilizadas para la evaluación del servicio de restaurantes. Sus resultados arrojaron una solución bidimensional. La primera con un alto porcentaje de variancia explicada que denominaron “sociabilidad” y un segundo factor relacionado con lo “tangible” del hotel. Sugirieron que en la categoría de hotel estudiada los huéspedes asumen que sus expectativas con respecto a los aspectos tangibles serán satisfechas, por lo que su evaluación apunta más a la sociabilidad. Asimismo, descubrieron que esta dimensión tiene más relevancia en la calidad del servicio que la tangible. En cuanto a las dimensiones del SERVQUAL sostienen que estas no se confirman debido a que los ítems propuestos no las representan claramente. Por otro lado, Jonhs y Lee-Ross (1997) sostienen que en el contexto de los hoteles se presenta un problema particular para la dimensión tangible del servicio. Ellos afirman que los servicios difieren en cuanto a la proporción de tangibilidad que contienen. Además suponen que esta dimensión es más importante en los servicios como los de un hotel los cuales contienen una alta proporción de componentes tangibles claramente diferenciados. Hay también un problema lingüístico con esta dimensión ya que en la misma se incluyen elementos que el huésped experimenta por sí mismo, pero no dice nada acerca de su calidad sino más bien de su disponibilidad. Asimismo existe una presunción de que los ítems de esta dimensión tienden a ser elementos de insatisfacción más que de satisfacción. Conclusiones A pesar de la importancia estratégica que ha adquirido la calidad dentro del sector a lo largo de estos últimos años, la revisión realizada de la literatura sobre gestión de la calidad en hotelería y turismo revela que hay varias líneas abiertas para futuras investigaciones considerando que en nuestro país en esta área no hay estudios formales que determinen los niveles de calidad percibidos por los huéspedes y que se lleve una estadística real de la misma. En cuanto a los temas de investigación analizados desde una perspectiva de marketing, parece claro que las preocupaciones conceptuales y empíricas acerca de la utilización de SERVQUAL como instrumento de medida de la calidad de servicio se han trasladado al sector del turismo. Por lo tanto, existe una discusión abierta que sugiere la necesidad de realizar un mayor número de estudios que permitan a los investigadores alcanzar un acuerdo sobre la conveniencia de este instrumento, a pesar de su gran utilización en otras partes del mundo Los hoteles deben tener muy claro en mantener un nivel de empatía elevado. Especialmente, los empleados de los hoteles de mayor categorización (cuatro o cinco estrellas) deben conocer e identificar las necesidades específicas de cada cliente para buscar lo mejor para sus intereses. En general, los hoteles de todas las categorías, se deben esmerar en hacer sentir a sus huéspedes que son importantes y especiales, y que la empresa se preocupa por ellos, por sus intereses y necesidades, como una orientación estratégica centrada en mantener y fortalecerlos vínculos con los clientes actuales en lugar de sustituirlos por otros, para que los clientes activos se tornen en socios. De esta manera, la empatía se convierte en un círculo virtuoso, del cual se beneficia tanto la empresa como el cliente al obtener un trato especial, reconocimiento social, y la oportunidad de obtener descuentos o beneficios adicionales En la medida que el cliente esté satisfecho al sentirse reconocido y mantener relaciones cordiales o de amistad con la empresa, la organización no sólo asegura clientes altamente satisfechos, sino el incremento del nivel de clientes leales, más aún si se trata de un destino turístico por cuanto el hotel se convierte en un atractivo más del destino; también proporciona una excelente publicidad gratuita gracias a la comunicación de boca en boca, y una buena satisfacción y retención de empleados leales los cuales les agrada servir a personas (clientes) satisfechas y asiduos, que a su vez servirán con agrado y satisfacción. Sin embargo, de acuerdo con Cobra(2002), el resultado de un servicio no puede depender únicamente del ánimo, la actuación y voluntad de los empleados para atender al cliente, dado que están supeditado a las fallasen todo momento, por lo cual se recomienda que el servicio debe estar basado en buena parte en tecnología dura y blanda (máquinas y sistemas computarizados y de operación) y así minimizar la dependencia hacia el ser humano. Debe existir, en todo caso, un equilibrio entre tecnología y el recurso humano. Es importante además, que los empresarios hoteleros, no sólo se aboquen y exageren en mejorar la empatía en el servicio perdiendo de vista otras realidades, dado que de acuerdo con Lovelock (1997), un ajuste perfecto del servicio a las necesidades del cliente no asegura el éxito del servicio; por el contrario, en muchas circunstancias la automatización, la uniformidad y al rapidez causa ahorros en el servicio, que podrían ser característica apreciada por los clientes; es decir, el cliente espera buenos servicios a precios justos con cierto grado de reconocimiento y trato personal. Para Cobra(2002) el cliente de los servicios turísticos de hoy, busca una combinación entre precios bajos y servicios personalizados, éstas exigencias son más elevadas gracias al uso de la tecnologías de la información y la competencia turística virtual que lo mantiene informado sobre las opciones de turismo en diversos puntos del país y del planeta y afirma que “en un mercado ...saturado de información los clientes acaban por seleccionar la opción que más se adapte a sus necesidades” Finalmente conocer mejor a los clientes y evitar la miopía estratégica, es decir, implantar procedimientos para detectar lo que resulta importante a los ojos del cliente y no sólo desde el punto de vista de la empresa. Entender la estrategia del cliente, conocer su funcionamiento interno, detectar el verdadero punto de referencia del cliente constituyen ejes de investigación que merecen sin duda una inversión importante. El recurrir a bases de clientes, a técnicas cualitativas como la organización de mesas redondas entre clientes, a la individualización de la comunicación comercial a partir del marketing directo, al análisis de los reclamos, a las encuestas a los clientes, y otras técnicas que permitan a la empresa acercarse más a las expectativas del huésped que al final y la razón de ser de las empresas. Bibliografía 1. Llorens M. F. J. Y Fuentes, M del M. (2000). Calidad Total Fundamentos e Implementación. Editorial Pirámide. Madrid. Edición. 2. Berry, L. L. Bennett, D. R. Brown, C. W. (1989). Calidad de Servicio una Ventaja Estratégica para Instituciones Financieras. Editorial Díaz de santos. Madrid. Edición 1. 3. ÁLVAREZ, DÍAZ y ÁLVAREZ (2001). El Sistema canario de innovación y el sector turístico. Fundación Formación y Desarrollo Empresarial (FYDE) Caja Canarias. Gobierno de Canarias. España. 4. RUIZ-OLALLA, M.C. (2001): Gestión de la Calidad del Servicio a través de Indicadores Externos. 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