CAZADORES DE CREENCIAS... VIDAS PROGRAMADAS L A NTA O CI VEN OÓN Y S MCCI ADO O U V PERPRODRESER L U R HOS A I DA S REC R I E IB DE H ATPRO M 1 Una producción de Yattenciy Bonilla Damián Yorio 1 Motivation & Development PRODUCTS LLC L A N OENTA I C V OÓN Y S MCCI ADO O U V PERPRODRESER S AALSU ERCHO I RIBID ER E D H ATPRO M L A NTA O CI VEN OÓN Y S MCCI ADO CAZADORES DEOCREENCIAS… U V Vidas programadas. PERPRODRESER Yattenciy Bonilla L U R HOySDamián Yorio A I DA S REC R I E IB DE H ATPRO M 1 CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS L A N OENTA I C V OÓN Y S MCCI ADO O U V PERPRODRESER S AALSU ERCHO I RIBID ER E D H ATPRO M 2 L A NTA O CI VEN OÓN Y S MCCI ADO O CAZADORES DE DU ERV RROCREENCIAS… S P Vidas programadas. P RE E S L R O Yattenciy A Bonilla y Damián Yorio SU CH I RIBIDA ERE E D H T O A R M P 3 CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS CAZADORES DE CREENCIAS… © Yattenciy Bonilla y Damián Yorio Editor: Yattenciy Bonilla y Damián Yorio Corrección de estilo: M&D Motivation & Development Products LLC. Diseño y diagramación: M&D Motivation & Development Products LLC. TA N E V ISBN 978-9978-340-46-2 Y Primera edición N S IÓ O Año 2013 CC AD Miami, FL, USA DU ERV O S PR RE E R OS SU CH Esta es una obra de fiAcción. Los nombres, personajes, emD lugares, RE y hechos que aparecen en la presas, organizaciones, I E IB misma son producto H deDla imaginación de los autores o bien O se usan en el marco R de la ficción. Cualquier similitud con personas vivas oPmuertas, empresas u organizaciones o hechos reales es pura coincidencia. AL I R E AT M O M O PR L A N O I C L A NTA O CI VEN OÓN Y S MCCI ADO O Agradecimientos: RRODUSERV P Pazmiño Manzano P RE & Cia., S L REconsultores. Abogados U HO A S I DA REC R I E IB DE H ATPRO M Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, puede reproducirse, almacenarse o transmitirse de ninguna forma, ni por ningún medio, sin el permiso por escrito de M&D Motivation & Development Products LLC. 4 5 CAZADORES DE CREENCIAS L A N IOENTA C V OÓN Y S MCCI ADO O U V PERPRODRESER S AALSU ERCHO I RIBID ER E D H ATPRO M VIDAS PROGRAMADAS “Mayores cosas que yo haréis vosotros. L Pedid y creed.” NAA Juan 14:12CIOVENT OÓN Y S I O Mpuedes CC AD “Si crees que O DU ERV R O P R o crees queEP noRESpuedes R OS de Ilas formas AALSUdos CH E RIBID ER razón.” tendrás E D H T O A R Henry Ford M P “Toda fe genera consecuencias.” Yattenciy Bonilla 6 7 CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS L A N OENTA I C V OÓN Y S MCCI ADO O U V PERPRODRESER S AALSU ERCHO I RIBID ER E D H ATPRO M L A NTA O CI VEN OÓN Y S MCCI ADO Costa del Mar Mediterráneo O U V 1985 PERPRODRESER L U R HOS A a brisa fresca I DA S REera C acompañada de un R I penetrante E HIB DEolor a mar. El ruido de T las pequeñas olas que llegaban a la playa RO A P invadía M todo el lugar, mientras, ellos cami- L naban lenta y apaciblemente. Él sabía que era la última charla que tendría con su viejo maestro y gran amigo. —¿Cuál es la fuerza más poderosa que decide el futuro de la humanidad? El anciano guardó silencio unos instantes, no era una pregunta que le hacían todos los días. 8 9 CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS En tono reflexivo comenzó diciendo: — No son las religiones,… ni es la política. El joven que le había hecho la pregunta lo miró desconcertado, ambas eran favoritas en su lista de respuestas. El anciano conL se tinuó reflexionando mientras psu A vista NTA perdía en el mar. — Bueno,… es la fuerza queIO haENdominaV millones C Yde do al mundo y las vidas de miles O N S Ó de seres humanos. M CI DO C A el joven. — Sigo sin entenderO—,U dijo D ERV R O daS órdenes dentro — Es la fuerza Pque PR RE E S L U R yHOestá de cada ser humano escondida en lo Amente. S C Puede generar conI profundo de su RIBIDA ERE para el portador y secuenciasEinimaginables T ROH DEs la fuerza que hace que para suAentorno. un hombre M P siga haciendo lo mismo aun cuando ha decidido cambiar. El joven frunció el seño, estaba más confundido que al inicio de la conversación: — ¿de qué fuerza hablamos maestro? — La fuerza de la que hablamos es: deberás saber qué es, cómo se construye, en qué lugar de tu mente habita, qué efectos tiene sobre tus decisiones, y por sobre todo…, qué tipo de creencias deberás tener para vivir una gran vida. — Entonces, ¿toda la humanidad cree en L algo? NTAA creer. — El cerebro está diseñado Opara I VENsin creer Todo es creencia. No puedes C vivir Y querido amigo, al menos noOpor N ahora. S Ó I O — Y ¿cuál es la creenciaMmás antigua y más C D ODUCenRVAel hombre? importante que ha inflRuido O SE PEPRsilencio, El anciano guardó era el moRE L R OS mento ideal para enseñarle uno de los seA SU CH I A E cretos más importantes de la vida. ID ER ERHuna IB Dde — Tal Tvez las más antiguas y uniO Aque versales, PR existe hasta el día de hoy, y que M todo tipo de repercusiones a la huha traído manidad, es la historia del origen del mal en la tierra y de su representante, el diablo. LA CREENCIA. Si deseas ser el amo de tu vida y de tu destino 10 Ambos sabían que era hora de despedirse, pero el joven deseaba escuchar la última frase de la boca de su mentor. “Te sugiero que dediques algunos años 11 CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS de tu vida para estudiarla, te prometo que el tiempo invertido te generará grandes dividendos…”. día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. Génesis 3:6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para L alcanzar la sabiduría; y tomó de suAfruNTA to, y comió; y dio también a suOmarido, el cual comió así como ella.CI VEN Y Génesis 3:7 Entonces fueron los OÓabiertos N S I MCC ADOque estaojos de ambos, y conocieron O V ban desnudos; entonces hojas RRODUScosieron ER P de higuera, y se hicieron E delantales”. EP R El anciano acarició suavemente la cabeza L que del joven y se fue caminando, él sabía A NA jamás volvería a verlo. IO NT EL ORIGEN DELCMAL VE OÓN Y S Génesis 3:1 “Pero la serpiente MCCI ADO era asO U Ranimales tuta, más que todos del V Dlos R E O S P campo que Jehová Dios PR REhabía hecho; la RE OS ¿Conque Dios os cual dijo a la Lmujer: SU H IADcomáis ha dicho:RNo A EC de todo árbol del R huerto? E HIBI DE O Y la mujer respondió a la Génesis ATPR3:2 M serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; Génesis 3:3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Génesis 3:4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; Génesis 3:5 sino que sabe Dios que el 12 L U R HOS A I DA S REC R I E IB DE H ATPRO M 13 CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS OÓN Y S MCCI ADO Europa, LaOAgencia, DU ERV OficinaPRCentral, O S PR RE E 28 de Lfebrero, 2008 R S U HO A S I DA REC I na ER poderosa tensión emocional IB DE H T a todos los asistentes del O Aenvolvía PR pequeño auditorio. Se podía escuchar el M rechinar de las butacas provocado por el constante cambio de posición de quienes estaban sentados, “algo importante va a suceder”, pensaban. Mientras, algunos se frotaban las manos en señal de incomodidad por lo que estaba ocurriendo. En la parte baja del salón, había dos grandes escritorios ubicados frente a frente, el del Director General de la Agencia, y el de los investigadores Sandra Espinoza y Otto Fruncen. — ¿Entonces usted afirma que se podía haber evitado esta tragedia? — inquirió sin rodeos el Director General que estabaLsentado en la imponente mesa de enfrente. NTAA Si La pregunta era comprometedora. OEN vuelIhabría contestaba afirmativamente, no V C ta atrás. Ella se vería enfrentada OÓN Y Sa gente de I O de la orgamuchísimo poder dentroM y fuera CC AD O nización. RRODUSERV P Sandra bajó la cabeza, P REse acomodó en la S L REyOcomenzó silla por enésima vez, a jugar con U H A S I C el lápiz haciéndolo RIBIDA EREgirar como si fuera un E D trompo. Respiró profundo y juntando valor H T O R pensó: A “esPahora o nunca”. EnMsilencio, estiró el cuello para acercarse al micrófono a través del cual todos los presentes iban a escuchar su respuesta. — Sí, sí señor, si les hubieran avisado a tiempo a los refuerzos, cuando los pedí, por supuesto que se hubiera evitado todo lo que sucedió. El director no pudo disimular el disgusto 14 15 1 L A N OENTA I C V U CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS que le causó la respuesta que había escuchado. Sus ojos claros se abrieron generando una llamativa expresión de asombro, mientras, echaba su cuerpo hacia atrás hasta apoyarse en el ancho respaldar de su sillón. L su “¡Justo ahora!”, él estaba por terminar A período al frente de La Agencia,NyAlo que T OENcomo menos deseaba era un escándalo el I V C que tenía entre manos. Y OÓN años, S Por primera vez en cuatro se enM CI DO C A contraba en el medio O de UunaV lucha interna entre dos bandos producida PERPRODRESER por la investiS gación de Otto yLde RSandra. O AA SU Ede I CH ello, y sabía que su Él era conciente RIBID Etendría R próxima pregunta un efecto igual de E D H T O devastador que la respuesta de su subalterA PR na, por M ello pensó en silencio durante unos eternos segundos… y continuó: palabras traerán repercusiones—, le dijo en tono de advertencia y con la clara intención que las cosas no avanzaran más allá de donde estaban. Luego de escuchar atentamente las recomendaciones del jefe máximo de Lla organización, ella dirigió su mirada hacia su NTAA de inquieto compañero con la intención O buscar refugio emocional. CI VEN Y Él la miró con un destello de OÓluz N Sen sus ojos, I O tratando de decirle, “¡paraM esto vinimos!”. CC AD O U V En ese instante, su mente fue invadida por RROD SER P las nítidas imágenesEPde Rsu E pasado recienS L R motivaciones te. También por las iniciales O A SU CH I que la llevaron aArealizar esta investigación E ERHIByIDelDERsentido de responsabilihasta el fiTnal, O con las vidas de las personas dad queAtenía PR Mno estaban. que ya — Entonces licenciada, me veo obligado a pedirle que mencione el nombre de la persona que usted cree que obstaculizó el procedimiento de ese día. Pero antes que hable, me permito recordarle que está entrando en un terreno peligroso, y estoy seguro que sus “Esto de acá, no pasa”, pensó el Director General más calmado por el silencio de sus interpelados. Él había observado detenidamente las luchas y las dudas que invadieron a Sandra y a Otto en ese momento. 16 17 CAZADORES DE CREENCIAS Entonces, comenzó a cerrar su maletín en señal que el interrogatorio había terminado. Una sensación de alivio lo recorrió, a él y a muchos de los asistentes. “¡Un momento!”. L Se escuchó por los parlantes del A auditoN rio, “todavía no nos vamos…, señor”. OENTAcon las El burócrata se tomó la cabeza I CYV dos manos. O N Ella se paró en actitud desafi IÓ OS ante y los M C C AD murmullos regresaronO al lugar. U V RROesD elSERresponsable — Señor director,P¡él y el P RE E L Urmó cómplice!… — afi R OSseñalando hacia un S CyH delgado dedo índice. costado con suIAlargo E R DA ERpresentes AlgunosE deIBIlos comenzaron a D H O gritar yAaTinsultarse entre sí. R Otto M seP paró junto a ella en señal de apoyo. La cara del director volvió a desencajarse. Se había abierto la caja de Pandora, los guardias de seguridad de la Agencia ingresaron… — ¡Silencio!, ¡señores por favor!, ¡silencio! — gritó el Director General… 18 VIDAS PROGRAMADAS 2 L A NTA O CI VEN Y CINCO MESESOANTES N S Ó I MCC ADO Buenos Aires,OArgentina, DU ERV PERPFederal Capital RO ES R L U R HOS A S odo R seI Dinició A EC con una llamada R I E telefónica aElas tres de la tarde de un IB D H cálido día RO primavera. ATPde A Mpartir de ese momento, Matilde T comenzó a sospechar que algo extraño le ocurría a su marido. Ella estaba del otro lado de la puerta entreabierta que daba a la sala, mientras observaba a hurtadillas, cómo su esposo escuchaba atentamente lo que le decían del otro lado del teléfono. 19 CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS La postura erguida de su cuerpo, sentado en el mullido sillón, le daba a entender que la información que recibía era extremadamente importante para él. “Parece de vida o muerte”, pensaba mienL tras lo espiaba en silencio. A Él termino de escuchar y colgó,NenseguiOENTA y en da abrió la puerta en forma repentina I C Y V de Matilese instante las delgadas facciones O N S de reflejaron su preocupación, él IÓ Omientras, M C D C A O U Vdisplicente, igpasaba por su lado en forma norándola. PERPRODRESER L U R HOS hacia la cocina, Ella caminó rápidamente S fingiendo queIAtenía A ECque preparar algo. Su R D ERsabe que lo vi, entonces estrategia E era:IBI“ya D H O vendráA aThablar”. PR Los M golpes de los artefactos de cocina contra el mesón retumbaban por toda la casa, también los de las puertas de la alacena en señal de “ven, quiero que hablemos”. Todos esos mensajes no dieron resultado. Pasaron unos extensos minutos de aislamiento mutuo. Ella decidió tomar la iniciativa, salió de la cocina en busca de su marido y caminó decidida a través del pasillo que daba a las habitaciones. Luego de recorrer los dormitorios, lo encontró sentado en el estudio, a media luz y con las cortinas cerradas. “¿Quién era?”, le preguntó con voz de inL triga y de preocupación. NTAAescueÉl, solo atinó a contestar en forma IOVEN conta: “creo que ya es el tiempo”, C mientras tinuaba con la mirada perdida OÓNenY Sel espacio. MCCI AarDOde la desaSu instinto le hizo desconfi O gradable contestación. RRODUSERV P — ¿Eso es todo? EP RE L U R HOS — Sí. A S C I DApunzante Entonces Run dolor en el esRE I E IB DE por la situación le indicó tómago provocado H ATPROde su angustia se había extralique el nivel M “debo tomar mi medicina”. mitado, En ese instante, los rumores sobre el pasado de su marido — el supremo Lewis Flinn — vinieron a su memoria. “Es veinte años mayor, y está loco, ¡no puede salir nada bueno de eso!”, fueron las últimas palabras de su madre antes de morir. Por eso, aunque se casó enamorada, 20 21 CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS siempre quiso saber lo que había sucedido antes que se conocieran. En ese momento y por primera vez en sus años de matrimonio, ella había comenzado a desconfiar de él. 3 L A N OENTA I C V OÓN Y S MCCI ADO O U V PERPRODRESER S AALSU ERCHO I RIBID ER E D H ATPRO M 22 L A NTA O CI VEN esde el cómodo sillón OÓNdeY S su oficina I disfrutar O en el piso 52, él M podía de CC AD O U V toda la vista del centro de la ciudad. RROD SER Esto era posible P gracias E al inmenso venSR L U REHPque tanal de vidrio A oscuro O estaba frente a él. S C I DA los En la costanera, E ultramodernos rascacieR I ER E IB Eran D los despuntaban. construidos por las más H T O A PR empresas constructoras, algunas importantes de suM propiedad, mientras que el azul intenso del Océano Pacífico asomaba por detrás. “¡Que belleza!”, pensó extasiado. Enseguida, su pensamiento se interrumpió por la aguda voz de un niño, “¡papi papi!”, giró la cabeza y vio a su pequeño hijo corriendo hacia él con sus bracitos extendidos y sonriendo generosamente. D 23 CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS “Cómo si viniera a los brazos de Superman”, pensó conmovido. El pesado hombre se arrodilló con esfuerzo y se preparó a recibir el mejor regalo del día, el abrazo de su hijo. L “Hola mi amor”, nuevamente suAéxtasis N era interrumpido, esta vez por una OENTA dulce voz femenina. I V Una mujer morena, altaOyC de Y delicadas N S Ó curvas envuelta en un fino vestido de vivos M CI DO C A O U RV colores, atrajo su atención. E Él miró hacia arriba, afortunado PERPRODRES“que S soy”, pensó, “a miL edad ella”. R Ocon SU CH Su inocenteIA pensamiento duró hasta que R DA ERE I recordó losE rigurosos términos de su conIB D H T O trato prenupcial. A PR Ella la lujosa oficina caminanM cruzó do lentamente y contorneado su esbelta figura. Él permaneció de rodillas abrazado al pequeño, sabía que la visita no era casual: ”espera afuera, que debo hablar con tu madre”...le dijo susurrándole al oído. Entonces, comenzó a levantarse con dificultad utilizando el costado de su escritorio como un instrumento de apoyo mientras el niño salía corriendo hacia afuera. Ambos se pararon frente a frente, ella le superaba en unos veinte centímetros más de estatura, sus miradas se cruzaron, como intentando leer sus pensamientos: “voy de L compras”, “bien nos vemos por la tarde”. NTAcaminó La bella y manipuladora mujer OEN Asu imunos pasos hacia él hasta casiCItocar V Y pecable terno de tres piezasOacercando lenN S Ó I Ola piel de su tamente su rostro al de él.MToda CC AD O U V cuerpo comenzó a erizarse mientras cerraRROD SER P ba los ojos y ella le Edaba P RE un suave y dulce S L R Odespertó beso en la mejilla. Él y comenzó U H A S I C A por a deslizar la Rmano E su morena y perfecID R IB DE ta espaldaTE descubierta hasta que ella sonrió H O A Ry se alejó lo suficiente como para sutilmente M laPintensidad del momento. detener Entonces ella lo miró y deslizó una sonrisa imperceptible, ya tenía lo que había venido a buscar, su aprobación para una tarde de lujosas compras en los lugares más caros de la ciudad. Enseguida se dio vuelta sin permitirle reaccionar y se fue caminando con paso apresurado hacia la salida de la oficina, 24 25 CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS cerrando la puerta lenta y suavemente. El poderoso hombre de negocios se quedó en éxtasis, parado al lado de su amplio escritorio de caoba, que al final, representaba lo que más amaba: su negocios. 4 L A N OENTA I C V OÓN Y S MCCI ADO O U V PERPRODRESER S AALSU ERCHO I RIBID ER E D H ATPRO M 26 L A NTA O CI VEN a tensión entre ellos permaneció toda OÓN Y S I O MCCextraña la tarde debido a esa llamada AD O U V telefónica. R SE restos del alPERPRODRElos Por la noche cenaron R OS muerzo, fue enAelL Ucomedor diario, ubicado H S I C A cocina. en un rincónRdeIDla RE E IB DE intercambiaron dos o Mientras comían, H ATPRO tres palabras. M estaban acompañados por el notiSolo ciero estelar. Parecía que él se quería comer el televisor con los ojos. Esa cena se transformó en un interminable ritual nocturno. Aunque no lo demostraba, Matilde ya tenía un oscuro presentimiento: “en los próximos L 27 CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS días mi familia estará visitada por la tragedia”. Luego de terminar, ella se levantó y comenzó a retirar los platos para lavarlos. Él se escurrió de la silla, en silencio, haciendo movimientos pausados, como si fuera en L cámara lenta. A Enseguida se dirigió a la sala yNse sentó OENTA donde a esperar al lado de la mesa ratona I estaba ubicado el teléfono. OC Y V N S Su desconcertada esposa lo de leIÓ miraba O M C D C A jos: “tal vez espera otraOmisteriosa llamada”. U RV SE Dos horas después, a dormir a PERPRseODREfueron S las nueve en punto, Rcomo O todas las noches. AALlos H y se acomodó en el SU ojos I C Matilde cerró RIBID boca RE E lado de su Ecama, arriba, pero no pudo D H T O desprenderse de ese macabro sentimiento A PR que la Minvadía. A media noche, los extraños movimientos de Flinn interrumpieron su sueño. Ella fingió que seguía dormida. Él estaba despierto, sentado en la cama, exaltado y respiraba jadeando. “¡No es normal lo que le está sucediendo!”, pero no se atrevió a moverse, ella decidió esperar y ver que pasaba. El hombre comenzó a repetir en voz baja unas extrañas frases, como si dieran vueltas obsesivamente en su cabeza. Movía las manos sin sentido, como si estuviera gobernado por un irresistible impulso de escribirlas. Ella pudo sentir el estado de exaltación L que lo gobernaba. A NTA con Entonces, él se levantó de laOcama Iabrió N el camovimientos descoordinados, VE C jón de su mesita de luz y extrajo OÓN Y S un block I encendió O de notas. Para poder ver M mejor, su CC AD O U V teléfono celular y trató de iluminarse con la RROD SER P luz de la pantalla. Enseguida, RE metió la mano L U REHP OShasta en el cajón y A revolvió encontrar su S C I bolígrafo favorito. salió apresuraRIBIDA EEntonces, RE D do hacia T elEcomedor. Allí encendió la luz, se H O AlaPRsilla de la cabecera, acomodó su sentó en blockMsobre la mesa y comenzó a escribir: 28 29 Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto. CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS Cuando terminó, arrancó la hoja, la guardó en el bolsillo de su pijama a rayas, y regresó al dormitorio caminando en puntitas de pie. Ella lo observaba desde un rincón ubicaLdaba do en la esquina del oscuro pasillo que A NTA a las habitaciones. OEcama Luego, Flinn se sentó en su por I N V C unos segundos para calmar nervios. Y OÓNsus S Respiró profundo y seMacostó sin darse CI DO C A cuenta que Matilde yaOnoU estaba junto a él. D ERV S Enseguida se durmió el resto de PERPyROdescansó E R L U R HOS la noche. Asiguiente, S I A la mañana ella inició la conA EC R D R I E versación mientras E HIB D le servía su taza de café T con leche: A PRO —M Mi amor, ¿a dónde fuiste anoche? — A ningún lado, Dios me habló y fui a escribir al comedor — contestó con un tono seguro y lleno de orgullo, mientras continuaba leyendo escondido detrás del periódico. no me incluye”, reflexionaba dominada por el desánimo y la decepción. Matilde no entendía lo que pasaba, “unas horas después del primer llamado, llegaron las frases divinas”. “Esos llamados no son de cualquier persona, tienen que ser L de alguien que tiene una gran influencia sobre NTAA mi marido”. IOVENseparanLa extraña situación los estaba C do cada vez más, era una distancia OÓN Y S gobernaM CI DO da por el silencio y la indiferencia. ODUC RVA R PEPRO RESE L U R HOS A I DA S REC R I E IB DE H ATPRO M La semana transcurrió sumergida en un ambiente de tensión entre ambos. “Si Dios le habló parece que lo que le dijo 30 31 CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS N u estado de meditación producto IÓ OS de la lecM C C Revelaciones AD tura diaria del libroO deUlas fue V R D E S interrumpido por el agudo del teléfono. PERPROsonido RE L Él giró su sillón hacia R OSel interior de la amAA SU EdeCH atender, observó por plia oficina y Iantes R ID R cuál línea entraba E IB DEla llamada. H O es la línea especial!”, pensó. “¡Qué ATraro PR AM través de esta solo recibía las más importantes, aquellas que ni su secretaria de absoluta confianza conocía. “Mejor que sea algo urgente”. Se tomó unos segundos antes de contestar, entonces estiró lentamente el brazo izquierdo hasta alcanzar el moderno teléfono ubicado en una mesita de madera situada a un costado de su escritorio. — Siiii… — ¡Jefe! Enseguida reconoció la voz. Él había construido un imperio gracias a cientos de personas de confianza que trabajaban informándole de todo. No eran personas L ubicadas en la parte más alta de la pirámide A NTAdentro organizacional, pero conocían todo O Icon N las que de las empresas e instituciones VE C Y hacía negocios. Ellas, por unOmódico precio, N S Ó I MCC ADO toda la inestaban dispuestas a transferirle O V formación que le fuera útil RRODUSyERnecesaria. P Él acercó su obesa hasta el P humanidad RE L RE OSde cuero, estaba inborde del mullido sillón AA SU ECH teresado porRlaI Iconversación. D ER E IB tienes? D — ¿Qué me H T O R A Prumores — Hay que en Buenos Aires van M cosas… a pasar tienen al grupo en la mira desde hace unos meses, pero… todavía no mandaron a nadie porque no les llegó una situación concreta desde allá. Pero si alguien habla… — ¡Está bien! — interrumpió fastidiado por la noticia, — te entiendo, gracias, yo me encargo. 32 33 5 O S L A N OENTA I C V Y CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS Dio por terminada la conversación y cortó sin despedirse. “Lo de allá es demasiado grande para que se me caiga por culpa de una mente débil y sin convicciones, debo fortalecer más su fe”, pensó irónicamente. AL 6 N OENTA I C V OÓN Y S MCCI ADO O U V PERPRODRESER S AALSU ERCHO I RIBID ER E D H ATPRO M 34 L A NTA O CI VEN Y n medio de un ambiente y poco OÓNtenso S I O MCelC Adía comunicativo, llegó D domingo, O U V un día muy importante en la familia del suRROD SER P premo Flinn. P RE S L RE Odominical Durante la reunión que habiU H A S I C tualmente realizaba RIBIDA EREen el moderno salón de E Dconstruido hace tres años, estudio que había H T O AdarR el sermón, se dirigió a los preluego de MconP un extraño tono de voz: sentes “Amados fieles, ¡Dios me está hablando por las noches!, me está dando instrucciones, el tiempo del fin está cerca y nosotros fuimos escogidos para una gran misión. En el transcurso de la próxima semana recibiré nuevas instrucciones y se las daré a conocer…”. E 35 CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS Una intensa carga emocional invadió el lugar. Casi todos los asistentes: hombres, mujeres y niños de todas las edades, estallaron de alegría. Gritaban, lloraban y aplaudían L resin parar. Estaban felices porque habían A N cibido la gran noticia que esperaban. OENTAel lugar Excepto los nuevos, que visitaban I C V por primera vez. O Y mental, y últimamente buscaba una experiencia nueva: “necesito un grupo diferente, independiente, innovador, alegre, tal vez sea el grupo de Betty”, pensó esa mañana antes de ir. Ese grupo era el mismo al que su L padre iba esporádicamente desde hacía un año, NTAA buscando un poco de alivio a suOdesesperaI VEN da situación económica. C Y Ese domingo, al salir de O la reunión, Lucy N S Ó I O en las paregresó a su casa sin reflM exionar CC AD O U V labras que el supremo Flinn había dicho. RROD SER P Las tomó como unasEideas P RE pintorescas y sin S L R“solo mayor importancia: U HO es parte del show”, A S C pensó sin saber RI IDloA que RE le esperaba. N IÓ OS M C C grupo, AD O Lucy estaba dentro de ese era una U V R R D SE joven universitaria PdePROveintitrés años que E R E S había sido invitada por su mejor amiga. R Betty, O AALinsistirle SU CH Ella, luego Ide por mucho tiemR D ERE I po, la habíaE convencido que fuera a su gruIB D H T O po. Lucy había aceptado y ese domingo era A PR la primera M vez que conocía el lugar. En esa época, ella no tenía en cuenta el tipo de enseñanzas que ofrecía cada grupo, tampoco consideraba el efecto que eso causaba en la vida de las personas. E HIB T A PRO M DE Cuando fue niña, sus padres la llevaron a misa, luego de joven, asistió a grupos de ovnis, de meditación zen, de yoga, de control 36 37 CAZADORES DE CREENCIAS 7 L A N OENTA I C V VIDAS PROGRAMADAS exacerbaban sus emociones y sentimientos. Todo esto lo inducía a alcanzar un elevado grado de inestabilidad emocional. Él anhelaba tener las ideas claras para el domingo que ya estaba muy próximo, “¡qué les diré mañana!” L A N os días de la semana posteriores al exIÓ OS M C D C A traño anuncio deOFlinn, transcurrían DU ERV O un S lentamente. Cada uno martirio emoPERPRera E R S cional y psicológico O la joven esposa. AALSU ERpara H Ces”, “Ya no se Iquién pensaba mientras R D ER I lloraba encerrada E HIB D en el baño de su casa. T Hasta que A PRO llegó el sábado. Esa mañana, él estaba M muy nervioso y alterado. Matilde prefirió realizar sus tareas matutinas en silencio, “así evito problemas”. Las profundas creencias de Flinn le obligaban a interpretar la realidad en forma distorsionada. Los periódicos, las noticias nacionales e internacionales, especialmente el conflicto de Medio Oriente, unido a sus frases nocturnas, NTA en Un extraño proceso se había desatado O I VEN de la él. Los años de construir la C creencia batalla del fin de los tiempos OÓNseY Shabían acI O tivado con un desenlace M impredecible. CC AD O Su ensimismado estado no le RV RRODUSEemocional P permitía salir a caminar con E Matilde por el EP S R L laU Rsoleada parque, a pesarAde mañana: “debo O S CH I guardar fuerzas E esta guerra”, pensaba RIBIDApara ER E D obsesionado. H ATPRO decidió pasar el resto del día Entonces M en su sala de oración. encerrado Matilde prefirió salir al centro comercial y distraerse un poco. Por la noche, luego de cenar, se fueron a dormir sin hablarse. A las tres de la mañana, Flinn se despertó nuevamente. Abrió los ojos, la oscuridad y el silencio de la noche inundaban el dormitorio. 38 39 O L Y CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS Enseguida escuchó el repiquetear de su teléfono celular. Atendió sin dudar, escuchó atentamente y colgó. Pasaron unos minutos y comenzaron los mismos espasmos y síntomas de exaltación L que la vez anterior. Enseguida, unasAespanNTA se tosas imágenes de muerte y destrucción Omezcladas activaron en su mente. Estaban I EN V C con los recuerdos de las noticias semanales. OÓN Yfrases S Él las interpretó como nuevas o insM CI DO C A trucciones. Esa noche,Oescribió sentado en DU ERV O S su cama, al borde de estado de trance y PERPun R E R L U R HOS en plena oscuridad. S A los pocosIAsegundos, completó su tarea A EC R D R I E y se volvióEa acostar. IB D H T O En cuanto A PR cerró los ojos, una placentera M sensación de paz mental le invadió por completo y dejó para la mañana siguiente la lectura detallada de lo que había escrito. Al otro día, era domingo de madrugada y Flinn ya estaba despierto. Su rostro irradiaba satisfacción, lo primero que le vino a la mente fue: “¿qué me dijo Dios que escribiera?”, no se acordaba de nada. Entonces, saltó lleno de energía y decidió buscar su “cuaderno de instrucciones”, tal como él lo llamaba. Comenzó buscando debajo de la cama y luego en el cajón de su querida mesita de luz. Mientras tanto, intentaba recordar lo L que había escrito pero, contrario a laA vez anNTA terior, no pudo. IOsus N gafas y Luego de encontrarlo, tomo VE C comenzó a leer. OÓN Y S I O Su cara se desfiguró. M Su Cesposa, que esC AD O U V taba al lado, observaba atentamente lo que RROD SER P él hacía con tanta vehemencia, entonces le P RE L RE—OS¿qué dice, qué espreguntó intrigada: AA SU ECH I cribiste? RIBID ER E D Ella no alcanzaba a ver, pero entendía H T O A R lo que significaba su experfectamente M deP angustia. Entonces unas lágripresión mas comenzaron a correr por los ojos del supremo. Él arrojó el cuaderno sobre la cama y gritó: “¡¿Por qué Dios, me pides esto, por qué a mi…?!” y salió apresuradamente del dormitorio en donde se hallaban. 40 41 CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS Matilde recogió el cuaderno y leyó lo que decía: sentía que algo se había roto entre ellos, que algo había llegado a su fin. Después vi otra bestia que subía de la tierra; L y tenía dos cuernos semejantes A a los de un cordero, N A OENT pero hablaba como dragón. I C Y Vde la Y ejerce toda la autoridad O N S primera bestia en presencia ella, IÓ Ode M C D C A y hace queOla Utierra D ERV O ella y los moradores adoren PERPRde ES R a la primera R OS bestia, AALSUmortal H I cuya herida fue sanada. EC R D R I E EAquí IB Dhay sabiduría. H T O El que A PR tiene entendimiento, Mcuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis. Ella conocía muy bien el poder de convencimiento de su marido, “faltan unas horas para la reunión, ¡¿qué les dirá?!”, L pensó angustiada. A NaTAnecesiLa joven esposa sabía que iba O I VEN comentar ayuda y que la situación C había Y zado a transitar por el peorOde rumbos N los S Ó I O del supreposibles… en el extrañoM mundo CC AD O U V mo Lewis Flinn. R D R PEPRO RESE L U R HOS A I DA S REC R I E IB DE H ATPRO M Cuando terminó de leer, entendió que esas frases lo llevarían al borde de la locura. “¡No puede ser que haya recibido este mensaje!, ¿qué está interpretando?”, pensó envuelta en una gran angustia, mientras 42 43 CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS OÓN Y S MCCI ADO O miles de kilómetros de Buenos Aires, DU ERV O S del otro lado Océano Atlántico, PERdel PR RE S un solitario científi co se encontraba R bíblico O AALtaller. SU CH trabajando enIsu E Run ID antiguo ER Estudiaba manuscrito del siE IB D glo VII.AT ROH P DeMbaja estatura, pelo enrulado, anteojos, y unos kilos de más, estaba con todo su cuerpo apoyado sobre el escritorio, mientras trataba de interpretar correctamente el verdadero sentido de un texto escrito en una lengua indo europea antigua, proveniente de las tribus bárbaras germanas. Su taller se encontraba en el segundo piso de una antigua casa colonial en las afueras de Roma. El lugar estaba impregnado por el olor a cientos de libros añejos apilados en forma desordenada en su inmensa biblioteca. “Todas nuestras creencias comienzan en algún momento de la historia”. Pensaba obsesionado por entender el origen de las L creencias religiosas modernas. NTAA rústiDos amplios escritorios de madera IOde Nkilos de ca y maciza sostenían decenas VE C hojas que contenían los ensayos OÓN YdeS los libros I O MCCpublicado, más exitosos que él había a su D O relativa corta edad. R DU RVA O SE El único vestigioPEde era una PR tecnología RE L Uteléfono R OS antigua P.C. yAun celular que alS CH I macenaba todas RIBIDA Elas RE versiones de las BiE D blias católicas y protestantes en los idiomas H T O griego, A hebreo, latín y en los modernos. PR M años Los de estudio con los Jesuitas le habían forjado la disciplina y la constancia. Un cerebro y una memoria privilegiados lo transformaban en una de las mentes más lucidas de este tiempo. Pero cuando caminaba por la calles nadie lo reconocía. Su legado circulaba en silencio por las casas de sus millones de lectores, sin saberlo. 44 45 8 L A N OENTA I C V A CAZADORES DE CREENCIAS VIDAS PROGRAMADAS “¡Increíble!”, dijo asombrado mientras terminaba de leer una frase del manuscrito. En ella se confirmaba el origen de la imagen moderna del diablo, vestido de rojo, con cuernos y un trinche. CONTINUARÁ... L A N OENTA I C V OÓN Y S MCCI ADO O U V PERPRODRESER S AALSU ERCHO I RIBID ER E D H ATPRO M 46 L A NTA O CI VEN OÓN Y S MCCI ADO O U V PERPRODRESER L U R HOS A I DA S REC R I E IB DE H ATPRO M 47 DE CREENCIAS CazadoresCAZADORES de creencias, vidas programadas, es una novela testimonial, que da a conocer los poderes subliminales que influyen en nuestras vidas , haciendo que tomemos decisiones personales a favor de sus intereses. Aunque es una ficción, representa el estado mental de millones de personas en el mundo. . L A N OENTA I C V OÓN Y S MCCI ADO O V DU ERen Yattenciy Bonilla:RDoctor ciencias bíblicas O S P R E P y en idiomas antiguos: hebreo, arameo, R L RE OS griego y latín, y conferencista interH SUescritor IAmuy A ECrespetado. Catedrático en nacional R D R E HIBI católicos DE seminarios y protestantes. T A PRO MDamián Yorio: productor, escritor y conferencista, fundador de M&D Motivación y Desarrollo.com, y Motivation & Development Products. LLC. USA. Ha publicado numerosas obras literarias multimedia, impresas y digitales junto a destacados profesionales del comportamiento comp humano. 48 Motivation & Development PRODUCTS LLC
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