Secretaría de Evaluación y Control EL VALOR DE LA SOLIDARIDAD EN NUESTROS DIAS “Pues hemos nacido para colaborar, al igual que los pies, las manos, los párpados, las hileras de dientes, superiores e inferiores. Obrar, pues, como adversarios los unos de los otros es contrario a la naturaleza.” – Marco Aurelio – Se puede definir la solidaridad como el acto mediante el cual una persona realiza acciones en beneficio de otro sin recibir nada a cambio. La solidaridad es, realmente, la base de la sociedad humana, si se tiene en cuenta que cuidándonos unos a otros es que podemos sobrevivir. Sin embargo, actualmente, la solidaridad suele pasar desapercibida debido a que parecemos más en una competencia contra los otros por obtener ventajas personales. La importancia de la solidaridad es vital para el desarrollo social, ya que a partir de ella, la sociedad funciona más armoniosamente. Esto es así, debido a que toda persona que actúe con solidaridad, tiene necesariamente algún nivel de conciencia sobre la situación desprivilegiada que el otro está pasando, y elegir, conscientemente ayudarlo, realizando diversos tipos de acciones que puedan contribuir a que esa situación cambie. Secretaría de Evaluación y Control Entonces… ¿Qué es la solidaridad? Ser solidario se manifiesta en dar algo: tiempo, dinero, esfuerzo o trabajo en favor de otros, sin esperar nada a cambio. Sin embargo, casi unánimemente, el que ha sido solidario, de una u otra manera, afirma que ha recibido más de lo que ha dado. Das, haces algo por los demás y recibes de esas personas, aprendiendo más de lo que has dado o enseñado. ¿Por qué? Porque estamos hechos para ser solidarios o, dicho de otra manera: ser solidarios va con nuestra naturaleza. Por eso se puede decir que el hombre se realiza siendo solidario. Esa es la razón por la que uno se ‘siente bien’ cuando hace algo por los demás. Ser solidario quiere decir que lo que se hace en favor de otros, redunda en alguien con quien no te unen ni lazos de amistad, ni de parentesco. En efecto, hacer algo en favor de un hermano, de tu padre o de un amigo, ya sea dedicarles tiempo, o esfuerzo de cualquier tipo, no es ser solidario, es ser un buen hermano, un buen hijo o un buen amigo. Las instituciones serán más solidarias, si las personas que forman parte de ellas son solidarias. Los estados se harán más solidarios, si las personas que gobiernan son más sensibles a estos temas. Las entidades serán más solidarias, si las personas que trabajan en ellas, en todos los niveles, procuran serlo. De esta manera, promoverán buscar no sólo el beneficio económico, que es necesario, sino también beneficiar a la sociedad en la que realizan su actividad. Además, las personas deben encontrar la forma de ser solidarias en su actuar diario. Cada una encontrará maneras diferentes de manifestar la solidaridad, que variarán según las circunstancias personales de carácter, situación familiar, profesional… Pero, que es ser solidario o como puedo serlo…. “Cuenta la leyenda que cierto día, un sabio visitó el infierno. Allí, vio a mucha gente sentada en torno a una mesa ricamente servida. Estaba llena de alimentos, a cual más apetitosos y exquisitos. Sin embargo, todos los comensales tenían cara de hambrientos y el gesto demacrado: Tenían que comer con palillos; pero no podían, porque eran unos palillos tan largos como un remo. Por eso, por más que estiraban su brazo, nunca conseguían llevarse nada a la boca. Impresionado, el sabio salió del infierno y subió al cielo. Con gran asombro, vio que también allí había una mesa llena de comensales y con iguales manjares. En este caso, sin embargo, nadie tenía la cara desencajada; todos los presentes lucían un semblante alegre; respiraban Secretaría de Evaluación y Control salud y bienestar por los cuatro costados. Y es que, allí, en el cielo, cada cual se preocupaba de alimentar con los largos palillos al que tenía enfrente.” La solidaridad con los demás, la compasión y el amor no exigen el desprecio de sí mismo. Al fin y al cabo en el mandamiento universal de ama al prójimo como a ti mismo, la base de la norma del espíritu es el amor. Tal vez a esto no debemos llamar egoísmo, sino llamar autointerés y solidaridad, integradas una de la otra. Ser solidario significa compartir la carga del otro. En general, cuando hablamos de solidaridad, surge la idea de ayuda económica: dar dinero a los necesitados. O cuando menos de ayuda material: dar comida, vestimentas, etc. Pero estas ideas, aunque sí forman parte de la solidaridad, no lo hacen de forma completa. Hay tantas formas de actuar solidariamente como problemas humanos existen, y en cada uno de esos problemas humanos nos podemos entregar para colaborar y tomar por propias las cargas del otro. Decir que la solidaridad es, en esencia, ayuda material, sería el equivalente a afirmar que todos los problemas se resuelven de esa manera y que el hombre sólo tiene necesidades materiales. Y el ser humano tiene realmente necesidades que no son materiales, como aquellas afectivas, espirituales, morales o sociales. Por lo tanto para estas necesidades, también puede y debe existir una actitud solidaria. Por ejemplo: es posible, si no podemos dar dinero para educación, que demos una parte de nuestro tiempo para educar a niños de escasos recursos; o que favorezca la integración social de una comunidad marginada. Ser solidario es ser caritativo, y ser, al mismo tiempo, desinteresado. Secretaría de Evaluación y Control El solo acto de dar, o ayudar, no es lo más difícil. La parte difícil comienza cuando se nos presenta el dilema de ayudar sin recibir nada a cambio; de ayudar aunque nadie se entere, ni aún la persona a la que ayudamos. Es difícil ser caritativos, solidarios, entregados, y ser, al mismo tiempo, totalmente desinteresados. Aquél que da un billete de mil pesos a un indigente, materialmente hace algo bueno: por ejemplo la persona necesitada podrá comer con el dinero, pero si este acto lo hace para que otras personas lo vean, para aparentar caridad, no es un acto de desprendimiento, la solidaridad es más darse a sí mismo. Ser solidario es una actitud y disposición personal, constante y perpetua. La solidaridad es activa, perseverante, constante y no debe ser confundida con un sentimiento de malestar ante la desgracia de los demás. Ni tampoco es una serie de actos aislados encaminados a ayudar al prójimo. Ser solidario debe convertirse en hábito, en virtud, y en una forma de vivir para cada ser humano. Ser solidario implica poseer un adecuado nivel de autoestima. Secretaría de Evaluación y Control Nadie puede amar a otro si no experimenta el amor a sí mismo, y nadie puede estimar a otro si no experimenta primero la necesaria dosis de autoestima; igual que nadie puede respetar la dignidad de los demás si no sabe defender la propia dignidad. Una cosa en la que estamos de acuerdo es que la mejor manera de ser solidario es haciendo bien el propio trabajo. Y no sólo por salir del paso, para ganar dinero, o para ser reconocido por el resto de los compañeros, sino hacerlo bien porque ese trabajo va a repercutir en otras personas. Hacer el trabajo con mentalidad de servicio es ser solidario. Incluso un trabajo que puede parecer que sólo repercute en uno mismo como es el estudio, influye en los demás, porque la formación que se adquiere mediante el estudio, es lo que hará que en un futuro se consiga ser buen profesional y posibilita hacer un servicio a los demás y a la sociedad de una manera eficaz. La solidaridad dentro del trabajo Ser solidarios dentro del trabajo, implica un entendimiento y una total comunicación con los compañeros de labor, apoyándose los unos a los otros en las tareas asignadas, en caso de ser necesario, esto garantizará un crecimiento del área dentro de la empresa, como de la empresa misma. Además, asegurará un mejor clima laboral y un ambiente de trabajo más sano, puesto Secretaría de Evaluación y Control que se ha demostrado que en las empresas más prestigiosas y con mejores estándares de calidad, hay excelentes grupos de trabajo, en los cuales prima la solidaridad. La solidaridad no solo debe quedarse dentro de la empresa, también debe brindársele a los clientes de esta y a su vez a los proveedores, conformando un tejido de buenos tratos y valores que permeen en otras compañías, contribuyendo a la formación de una mejor sociedad. Esta solidaridad con los clientes y proveedores a su vez desencadenará en un fenómeno que toda organización busca, y es la fidelización, es decir: brindarle a los públicos externos y mixtos herramientas suficientes para que prefieran nuestra compañía, por encima de las demás. Para que esto sea un hecho, se pueden generar campañas de sensibilización y capacitaciones con respecto al valor de la solidaridad, para hacer conscientes a los públicos internos, de que un mínimo gesto de amabilidad y buena educación brindado por ellos, desencadenará en un montón de beneficios para su empresa. ARTICULO EXTRAÍDO DE: http://www.importancia.org/solidaridad.php http://www.oc.lm.ehu.es/Cupv/Univ99/Comunicaciones/Donostia06.html http://www.liderazgoymercadeo.com/liderazgo_tema.asp?id=66 http://danielolguin.com.ar/?p=1570 http://congresoempresarioscr.com/wp-content/uploads/2013/11/TEMA-3-LA-SOLIDARIDAD-ENLA-EMPRESA-COSTA-RICA.pdf
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