Autocontrol, el secreto para triunfar

P SICOLO GÍA
Autocontrol, el secreto
para triunfar
La capacidad de controlar las emociones y los deseos constituye un rasgo
psicológico fundamental para obtener éxito en el trabajo y la vida personal,
pero también para sobrellevar las posibles adversidades
DANIEL STOLLE
ROY F. BAUMEISTER
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L
a capacidad de controlar los propios im-
tituía la panacea para resolver los problemas per-
pulsos y deseos resulta indispensable
sonales y los males sociales. Ese error resulta com-
para vivir y trabajar en comunidad.
prensible. Por lo general, tener éxito se asocia con
Las personas con un buen control
poseer una alta autoestima. Era razonable, pues,
sobre sus pensamientos, emociones
que se pensara que un aumento de esta última
y comportamientos no solo prosperan en la es-
supondría una mejora de la vida.
cuela y su carrera profesional, sino que también
Pero cuando los investigadores analizaron bajo
gozan de mejor salud, disponen de más dine-
lupa esa hipótesis constataron que la autoestima
ro y son más populares. Asimismo, disfrutan
no lleva por sí misma al éxito. De hecho, más
de unas relaciones íntimas más satisfactorias
que una causa, es un efecto. Un estudio a largo
(como confirman sus parejas) y despiertan una
plazo con estudiantes reveló que obtener bue-
mayor confianza en los demás. El riesgo de que
nas notas aumenta la autoestima, mas tener una
su vida descarrile es también menor: no suelen
valoración alta de sí mismo no asegura lograr
EN SÍNTESIS
cometer infracciones o caer en la drogadicción.
calificaciones estelares. El factor fundamental se
Incluso viven más años. El escritor brasileño Pau-
llama autocontrol.
Una capacidad
compleja
lo Coelho resumió estos beneficios en una de sus
Los experimentos sobre dicha capacidad psíqui-
novelas con la siguiente frase: «Si te conquistas
ca comenzaron en los años sesenta del pasado siglo,
a ti mismo, conquistarás el mundo».
con estudios pioneros de gratificación retrasada
El autocontrol nos ayuda a cambiarnos a no-
dirigidos por Walter Mischel, hoy en la Universidad
sotros mismos y, sin duda, constituye la manera
de Columbia. Los investigadores usaron un pro-
más relevante para adaptarnos al ambiente. De
cedimiento que terminaron bautizando como «la
hecho, el deseo de autocontrolarnos y adaptarnos
prueba del malvavisco». En ella enfrentaban a los
a nuestro entorno se encuentra profundamente
niños ante dos opciones: podían escoger entre re-
arraigado en la psique humana y subyace en el
cibir al momento la típica golosina rosada, blanda
compromiso con la ciencia, la política, los nego-
y cilíndrica (o cualquier otro de sus caramelos favo-
cios y las artes. Ya que la mayoría de las personas
ritos) u obtener dos dulces a cambio de esperar un
carecemos del poder regio para que los demás
poco más. Un decenio después de publicar esos pri-
obedezcan nuestras órdenes y necesitamos contar
meros ensayos, Mischel y sus colaboradores locali-
con la cooperación de los otros para sobrevivir, la
zaron a los niños, por entonces ya adultos jóvenes.
capacidad de limitar la agresión, la avaricia y los
También contactaron con ellos una vez entrados en
impulsos negativos se convierte en una necesidad.
la madurez. Según confirmaron, aquellos sujetos
El reconocimiento de la importancia del auto-
que a la edad de cuatro años habían resistido la
control por parte de los psicólogos sociales refleja
tentación de comerse una golosina de inmediato
un cambio de perspectiva. Hace 30 años, muchos
lograron un mayor éxito en su vida adulta.
de estos profesionales consideraban, de manera
Junto con otros científicos, exploramos los
equivocada, que el cultivo de la autoestima cons-
procesos psicológicos y biológicos que se escon-
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A finales del siglo xx, los
psicólogos consideraron
que el cultivo de la autoestima era la panacea para los
problemas personales y los
males sociales. Sin embargo,
el autocontrol resulta más
importante.
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La capacidad de controlar los impulsos y deseos
es fundamental para vivir y
trabajar en comunidad. Pero
las dinámicas de autocontrol
son bastante complejas.
3
En la actualidad, la investigación sobre el autocontrol se está expandiendo
hacia nuevas direcciones
con el objetivo de entender
las raíces de la adicción y de
cómo combatirla.
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P SICOLO GÍA
Hallazgos
recientes
sugieren que
ninguno de los
cambios que
sufre el cerebro
de las personas
adictas conlleva
una pérdida del
autocontrol
den tras el autocontrol. Los resultados indican
mental en el que las reservas de energía se ago-
que optar por no enfadarse o por privarse de un
tan con el uso.
malvavisco se asemeja a aprovechar la reserva
Otras dos líneas de investigación han amplia-
de energía para resistir el último kilómetro de
do la analogía con el músculo. Mark Muraven y
una maratón. Y como ocurre con cualquier fuente
sus colaboradores en la Universidad de Albany
energética, esta se va agotando poco a poco, por lo
han constatado que, tras el ejercicio, la fuerza de
que es necesario reponerla. Esos y otros recientes
voluntad no se agota por completo. Al contrario,
descubrimientos en torno al autocontrol pueden
parece que el cuerpo reserva energía, de modo
proporcionarnos ideas novedosas para tratar la
que si un reto o una oportunidad importante
drogadicción o el alcoholismo.
aparece, se puede utilizar más autocontrol. Este
Trabajar la musculatura mental
los músculos del cuerpo. Cuando un corredor
Durante un cuarto de siglo he llevado a cabo,
empieza a cansarse, reduce su ritmo de carrera
junto con mis colaboradores, estudios sobre el
con el fin de ahorrar energía. Pero, si es necesario,
autocontrol. He llegado a la conclusión de que
puede sacar fuerzas de sus reservas para alcanzar
esta capacidad, a la que también podemos referir-
los últimos metros hasta la meta.
nos como autorregulación o fuerza de voluntad,
Los músculos no solo se fatigan, también se
funciona de una manera similar a un músculo,
fortalecen si se utilizan con frecuencia. De igual
pues parece fatigarse después de un ejercicio.
modo, el autocontrol puede aumentarse con la
Varios cientos de investigaciones han replicado
práctica, según revelan varios estudios. En uno
el siguiente resultado básico: después de ejerci-
de ellos se asignó a los participantes la tarea de
tar la fuerza de voluntad se dispone de menos
cambiar su modo de hablar durante un período
reserva para completar una segunda tarea. En
de dos semanas (se les pidió que evitaran las pa-
fecha reciente comprobamos que las personas
labrotas, que usaran frases completas y dijeran
que usaban el autocontrol para resistirse a unas
«sí» en lugar de «vale»); también se les pidió que
onzas de chocolate o a unas suculentas galletas
modificaran su postura corporal (tanto si esta-
mostraban menos fortaleza para resolver, a con-
ban sentados como de pie). Una vez finalizados
tinuación, un problema de cierta dificultad. En
los ejercicios, evaluamos la fuerza de voluntad de
otras palabras, cejaban en el intento antes que los
los sujetos: les pedimos que apretaran un mango
probandos que no habían ejercitado su «músculo
tanto tiempo como les fuera posible sin cambiar
de fuerza de voluntad». Otros estudios han de-
su forma de hablar ni su postura. Los probandos
mostrado que si los sujetos intentan suprimir
que habían practicado los ejercicios anteriores
un pensamiento prohibido (no pensar en un oso
completaron la prueba con mayor éxito que el
blanco, por ejemplo) disminuye su capacidad de
grupo de control que no había tenido que corregir
controlar las reacciones emocionales en situacio-
ni su lenguaje ni su postura.
nes posteriores.
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descubrimiento se asemeja a lo que ocurre con
A raíz de esas investigaciones nos planteamos
Acuñamos un nombre para dicho efecto:
que la idea victoriana sobre la «construcción del
«agotamiento del ego». El término describe la
carácter» podría tener cierta validez científica.
reducción de la fuerza de voluntad tras el gas-
La ejercitación del autocontrol de manera regu-
to de energía psíquica que se ha invertido en el
lar parece construir la capacidad de una perso-
autocontrol, ya sea para resistir una tentación,
na para hacer uso de dicha cualidad cuando la
ya para tomar decisiones difíciles. Se eligió en
requiere.
homenaje a Sigmund Freud, quien propuso que
Comenzamos a preguntarnos si la noción de
el yo consiste, parcialmente, en una fuente de
consumo de energía constituía solo una metáfora
energía. Aunque, hoy por hoy, la mayoría de sus
psicológica o si cabía la posibilidad de que se con-
teorías sobre ese funcionamiento se encuentran
sumiera energía física. La respuesta a esta duda
obsoletas, el padre del psicoanálisis advirtió que
surgió de manera fortuita: un fallo en un expe-
alguna forma de energía psíquica determina
rimento propició un nuevo y útil conocimiento.
nuestro comportamiento. Olvidada durante dé-
Matt Gailliot, por aquel entonces estudiante
cadas, retomamos esta idea al descubrir que el
de doctorado, se preguntó si podríamos llevar
autocontrol opera como una suerte de músculo
más lejos la observación de que la fuerza de voMENTE Y CEREBRO 74 - 2015
luntad se agota cuando alguien resiste la tenta-
baja, el autocontrol sufre, a menudo de manera
ción. ¿Y en el caso contrario? ¿Darse el gusto de
considerable. Este patrón acredita la queja popu-
caer en la tentación podría aumentar la fuerza
lar de que nos cuesta seguir funcionando por-
de voluntad?
que tenemos un nivel bajo de azúcar en sangre,
Aunque tenía mis dudas, animé a Gailliot a
que intentará responder la pregunta, a la que, de
conclusión que coincide con los estudios de los
nutricionistas.
manera informal, llamamos «la teoría del Martes
Por otro lado, confirmamos que una dosis de
de Carnaval» en referencia a la tradición cristia-
glucosa justo antes de que el autocontrol flaquee
na de consentir los impulsos pecaminosos como
ayuda a restaurar la fuerza de voluntad necesa-
preparación para un período de sacrificio durante
ria para continuar. Estos resultados sugieren que,
la Cuaresma. Primero, debilitamos el autocontrol
como decíamos, la fuerza de voluntad es más que
de los sujetos pidiéndoles que evitaran pensar en
una metáfora. Si ejercer el autocontrol disminuye
un oso blanco. A continuación, escogimos de ma-
esta capacidad, así como la energía necesaria para
nera aleatoria a algunos de los participantes y les
mantenerla, entonces esta última puede conser-
dimos un delicioso batido con helado antes de
varse si se restringen las demandas de autocontrol
el próximo experimento. Sin que lo supieran, se
posteriores.
trataba de una prueba de fuerza de voluntad en
Un tercer resultado no se sostuvo. En un es-
la que debían buscar una determinada secuencia
tudio encontramos que los niveles de azúcar en
de números en una matriz. Mas la supuesta se-
sangre disminuían durante una tarea que reque-
cuencia no existía. Queríamos ver cuánto tiempo
ría autocontrol. Tal descubrimiento respaldaría
intentaban dar con la solución (inexistente) antes
la idea de que ejercer la fuerza de voluntad con-
de tirar la toalla.
sume glucosa. Sin embargo, no pudimos replicar
Los probandos que tomaron el batido antes
el patrón de manera fiable en pruebas ulteriores.
perseveraron más en hallar la respuesta al pro-
Los estudios de otros laboratorios, no obstante,
blema que los que no consumieron nada. Sin
han demostrado que el cerebro gasta más gluco-
embargo, este triunfo aparente de la teoría del
sa cuando desarrolla un esfuerzo mayor (lo cual
Martes de Carnaval quedó debilitado por los re-
tiene sentido, puesto que es el responsable del
sultados de un grupo de control adicional. An-
autocontrol).
tes de la prueba, no se les ofreció nada de beber.
Como se preveía, estos voluntarios insistieron
Un reto para nuestras ideas
poco en resolver el ejercicio. Otro grupo bebió
Como ha sucedido y continúa sucediendo con mu-
un batido con mal sabor (se trataba de una espe-
chas teorías científicas, nuestro modelo muscular
cie de mejunje lácteo elaborado a partir de una
del autocontrol ha evolucionado a medida que
mezcla de leche y nata en lugar de helado). Para
otros investigadores se han ido implicando. Al-
desgracia de la teoría de Gailliot, el grupo del
gunos han intentado aportar conocimientos so-
desabrido combinado realizó el test mejor que
bre lo que nosotros habíamos analizado y otros
los sujetos que no habían bebido. Al principio,
han querido desarmar o poner en tela de juicio
los resultados desanimaron a Gailliot: el expe-
nuestro trabajo. Esos nuevos descubrimientos y
rimento había fracasado. Sin embargo, mientras
los debates que han generado han aumentado
discutíamos el asunto, se nos ocurrió una idea.
nuestra comprensión del autocontrol.
¿Y si no era el placer de darse el gusto lo que
La hipótesis de que el cerebro se queda sin com-
hacía recuperar la fuerza de voluntad, sino las
bustible para la fuerza de voluntad ha suscitado
calorías consumidas?
cierta polémica. Otros investigadores también
Empezamos a leer sobre la glucosa, esto es,
han confirmado que el autocontrol se ve afectado
el azúcar que corre por el torrente sanguíneo y
cuando el azúcar en sangre es baja, un estado fi-
que provee de energía a los tejidos del cuerpo,
siológico que afecta tanto al cuerpo como al cere-
incluido el cerebro, donde reside el autocontrol.
bro. No obstante, algunos científicos discuten ese
Efectuamos una serie de estudios y dimos con
supuesto. Según argumentan, el cuerpo humano
unos resultados que apoyaban nuestra teoría,
dispone de abundantes reservas de glucosa de las
los cuales han resistido el paso del tiempo. Por
que puede echar mano si la cantidad que ha usado
un lado, descubrimos que cuando la glucemia
para la fuerza de voluntad se agota.
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El término
«agotamiento
del ego» describe
la reducción
de la fuerza de
voluntad tras el
gasto de energía
psíquica que se
ha invertido en
el propio control
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Al parecer, la
capacidad de
controlar los
impulsos puede
mantenerse,
aunque no de
forma limitada
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Un dato más aumenta el escepticismo en torno
tivación puede continuar y continuar. Para estos
a nuestra noción de agotamiento de energía: el
investigadores, la idea del agotamiento del ego es
consumo de glucosa del cerebro no fluctúa mu-
una ilusión basada en una creencia falsa.
cho. Pese a que en la prehistoria los humanos de-
Nuestra teoría de distribución de energía no
bían enfrentarse al riesgo de quedarse con bajas
se muestra en total desacuerdo con la visión de
reservas de azúcar en sangre, en las sociedades
que los humanos podemos usar los recursos
industriales actuales pocas personas tienen que
de reserva durante un tiempo. Si nuestra fuerza
preocuparse por esa posibilidad (seguro que entre
de voluntad se encuentra ligeramente agotada, el
ellas no se encuentran los bien alimentados uni-
cuerpo, de manera natural, promueve el ahorro,
versitarios que mostraron signos de agotamiento
aunque siempre puede consumir las reservas con
del ego y una disminución de la autorregulación
el fin de que la conducta se adecúe a la situación.
en nuestro estudio).
Los atletas que se notan cansados conservan su
Tomamos nota de las críticas. Con todo, cabe
energía para los momentos decisivos. Las perso-
la posibilidad de que el ejercicio del autocontrol
nas con agotamiento de ego efectúan lo mismo
no provoque directamente la disminución de la
con la fuerza de voluntad.
glucosa y que cuando el cuerpo siente que esta
Según hemos comprobado, los individuos que
decrece tome medidas para dirigirla hacia el lugar
creen en la fuerza de voluntad infinita echan
más necesario. Este fenómeno respaldaría la idea
mano de sus reservas con el fin de aumentar los
de que la fuerza de voluntad constituye un recur-
niveles de glucosa. La historia, sin embargo, se
so valioso (se necesita para sobrevivir). Aunque
complica si se observa con atención.
la visión simplista de que el agotamiento del ego
Sujetos que manifestaban cierta fatiga conti-
supone que el cerebro consume sus reservas de
nuaron mostrando autocontrol hasta que el can-
combustible no se sostiene, parece que existe una
sancio era tal que ya no fueron capaces de ignorar
poderosa y generalizada necesidad de mantener
ese agotamiento. Kathleen Vohs, de la Universidad
una reserva, en parte, gastada.
de Minnesota, y Sarah Ainsworth, doctoranda en
Otra crítica señala que las personas con defi-
la Universidad estatal de Florida, entre otros, ha-
ciencias en la fuerza de voluntad pueden superar
bían constatado que los incentivos económicos
la situación mediante propósitos que las motiven.
o las responsabilidades de liderazgo permitían
Los estudios muestran que cuando se concede a
mantener el autocontrol aun cuando la fuerza de
un individuo una posición de poder o liderazgo,
voluntad se había acabado. Estos estudios dieron
o si recibe dinero para que se esfuerce, manifiesta
pie a una serie de ejercicios extenuantes, en los
un buen autocontrol incluso en situaciones en las
que el agotamiento iba a más y el autocontrol, a
que su reserva energética debería hallarse bajo
menos. Dato crucial: los probandos a los que se
mínimos porque en un ejercicio anterior ha te-
había convencido de que la fuerza de voluntad
nido que emplear la fuerza de voluntad.
era infinita respondieron peor en las pruebas que
Ello abre la puerta a la posibilidad de que la
los demás sujetos. La creencia se había mostrado
fuerza de voluntad se encuentre solo en nuestra
útil al principio, pero a la larga resultaba contra-
cabeza. Ningún recurso se agota; simplemen-
producente.
te, perdemos la motivación para trabajar duro.
Al parecer, el autocontrol puede mantenerse,
También sugiere que, a pesar de que la fuerza
pero no de forma ilimitada. Después de todo,
de voluntad disminuya, podemos contar con
no recibimos una dosis de glucosa solo porque
un autocontrol efectivo en situaciones críticas.
pensamos que la fuerza de voluntad es infinita
Pongamos como ejemplo al presidente ejecutivo
o porque hemos ascendido a un puesto directi-
de una empresa que siente las responsabilidades
vo. Ello solo propicia que nos encontremos más
y las presiones del liderazgo durante una crisis
dispuesto para utilizar las reservas. Al final, lle-
corporativa.
gamos a un límite. Dicho de otro modo, la ilusión
Veronika Job, a la sazón en la Universidad
de un autocontrol infinito es equivalente a creer
Stanford, y sus colaboradores —entre ellos Carol
que una cuenta bancaria dispone de fondos ilimi-
Dweck, en cuyas innovadoras teorías se basaron—
tados: al principio puede gastarse el dinero con
han propuesto que la fuerza de voluntad es ili-
libertad, pero con el tiempo se corre el riesgo de
mitada y que una persona con la suficiente mo-
que se agote.
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Adicción, ¿cuestión de voluntad?
un leve deseo tras otro. La naturaleza de frecuen-
El autocontrol desempeña un papel crucial en
cia periódica de esos deseos es lo que hace que
ciertos ámbitos. Algunos estudios recientes con-
dejar la adicción suponga un reto. Pero la perso-
tradicen las ideas predominantes acerca de las
na adicta no se encuentra rodeada por la mítica
distintas formas de adicción. Una visión común
dificultad insalvable de resistirse a un deseo in-
sugiere que trastornos como la drogadicción, el
contenible.
alcoholismo o el tabaquismo toman el control
La controversia sobre si los adictos tienen o no
de la vida y que para superar estos trastornos
el control probablemente continuará. Los argu-
se necesita un tratamiento médico complejo o,
mentos utilizados por los políticos y los conseje-
al menos, un compromiso firme para participar
ros sobre drogas, entre otros, ayudan a mantener
en un programa de una docena de pasos. Alan I.
el mito de que la adicción se arraiga en un deseo
Leshner, antiguo director del Instituto Nacional
irresistible e incontrolable. Muchos consumidores
sobre el Abuso de Drogas y en la actualidad di-
prefieren este punto de vista porque los exculpa
rector ejecutivo de la Asociación Estadounidense
de toda responsabilidad. Los medios de comuni-
EN EXCESO, BAJO MÍNIMOS
para el Avance de la Ciencia, ha afirmado que la
cación a menudo promulgan estos argumentos,
adicción es una enfermedad del cerebro. Según
quizá porque los actores y otros famosos que de-
señala, un consumidor puede dar una calada o
sarrollan adicciones quieren mantener el amor y
La fuerza de voluntad puede
agotarse por un uso excesivo,
como una suerte de batería
que se va gastando.
inyectarse una sustancia de manera voluntaria,
pero a partir de un determinado momento se acciona un interruptor en el cerebro: se empieza a
abusar de manera involuntaria y la compulsión
persiste incluso cuando se desea dejar de consumir. La fuerza de voluntad desaparece cuando la
adicción se consolida.
Nuevos descubrimientos indican, no obstante,
que ninguno de los cambios que presenta el cerebro de las personas adictas producen una pérdida de control sobre sus acciones; con frecuencia estos sujetos son capaces de elegir si se dejan
llevar por el deseo o se resisten a él. Es más, la
adicción no altera las áreas cerebrales esenciales
para el autocontrol que gobierna el movimiento,
en concreto, la corteza motora, donde comienzan
las acciones, ya sea lavarse los dientes o llevarse
a los labios una pipa de crack. A medida que la
adicción aumenta, la decisión de agarrar la pipa
no se transforma de repente en algo involuntario.
En cambio, acontece un cambio lento y traicionero
sobre el deseo. La heroína o los cigarrillos evocan
sensaciones placenteras que desarrollan el querer
consumir esas sustancias.
El adicto puede resistirse por un tiempo, pero
termina sucumbiendo, por lo que debe aplacar el
deseo una y otra vez. Mas este no resulta siempre
irresistible. En un estudio de Wilhelm Hofmann,
en la actualidad en la Universidad de Colonia, preguntaron a lo largo de una semana a personas
elegidas al azar qué deseos les venían en mente. El
DANIEL STOLLE
anhelo de tabaco o alcohol fue el menos frecuente.
Ese y otros descubrimientos indican que el
adicto experimenta una oleada intermitente de
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la lealtad de sus admiradores, una tarea fácil si
Otro mito sobre la adicción sostiene que los de-
pueden atribuir su uso de sustancias a demonios
seos incontrolados se vuelven más agudos solo
externos y a deseos psicológicos incontrolables.
cuando se deja la sustancia adictiva. Un ingenio-
Los seguidores podrían no ser tan condescendien-
so estudio realizado por Michael Sayette, de la
tes si los famosos admitieran que, sencillamente,
Universidad de Pittsburgh, y sus colaboradores
les gusta tomar drogas.
demostró que los fumadores creían que su deseo
Los psicólogos discrepan sobre si el autocontrol
aumentaría de manera constante en el tiempo,
puede ser una medicina efectiva contra la adic-
sobre todo si se les anunciaba que no podían en-
ción. Una encuesta realizada en el Reino Unido
cenderse un cigarrillo.
encontró que los consejeros para tratamientos
El estudio también mostró que esas creencias
de la adicción que trabajaban como voluntarios
estaban equivocadas. Algunos participantes tuvie-
tendían a pensar que los adictos podían controlar
ron que abstenerse de su vicio durante un tiempo
sus impulsos. Pero aquellos que recibían una com-
e informar sobre su deseo de fumar. En lugar de
pensación por su trabajo preferían pensar que los
que las ganas de llevarse un cigarrillo a la boca
adictos se encontraban desamparados y que no
­aumentaran de manera constante, ese anhelo
CONTROL VENTAJOSO
podían mejorar sin ayuda especializada. Este ar-
subía y bajaba de forma impredecible. Otros ha-
Según algunos estudios, la
capacidad de controlar las
emociones y los propios deseos permite adaptarnos al
entorno y triunfar en nuestra
vida personal y profesional.
gumento no pretende decir que los médicos solo
llazgos señalan que cuando un fumador lo deja,
buscan el dinero. Pero cuando surge una contro-
el deseo de consumir tabaco disminuye inmedia-
versia, los incentivos económicos facilitan que se
tamente y se mantiene en suspenso. Si el adicto
apoyen pruebas que van con los intereses propios
tiene una recaída, como sucede con frecuencia, no
y se hallen defectos en la contraargumentación.
es por una urgencia incontrolable; más bien surge de una necesidad bastante débil de furmarse
un pitillo en un momento en el que la fuerza de
voluntad alcanza su valor más bajo.
Las adicciones, para los fuertes
La idea de que dejar una adicción requiere fuerza
de voluntad tiene sentido para numerosas personas. Pero, hasta fecha reciente, pocas habían considerado que comenzar con el consumo de drogas
y continuar siendo adicto también requiere autocontrol. A la mayoría de nosotros no nos gusta el
primer sabor de la cerveza o de la primera calada.
Las campañas para la salud pública disuaden de
sucumbir a la primera vez. De hecho, hace falta
fuerza de voluntad para vencer esas influencias
negativas y dar los primeros pasos en el camino a
la adicción. Para mantener esa conducta durante
un período largo, un consumidor debe invertir
una cantidad sustancial de energía en asegurarse de que el hábito no interfiere en el trabajo, la
familia y las relaciones sociales.
Consideremos el tabaco. Existen tantas restricciones hoy en día que los fumadores necesitan
confeccionar elaborados planes para prender un
cigarillo. Cuando en mi antigua universidad se
introdujo la norma de prohibir a los profesores
fumar en sus despachos, una de las docentes se
DANIEL STOLLE
esforzó por cumplirla. Tardaré en olvidar la imagen de verla salir del edificio en medio de una
tormenta de nieve de Cleveland, sujetando a su
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bebé entre los brazos, en su camino para consu-
so para planear dónde y cuándo podían mate-
mir nicotina.
rializar su deseo.
Piense usted en cuánto autocontrol debía reu-
Las personas con un buen autocontrol pudie-
nir esa profesora. Primero, debía comprobar cuán-
ron manejar esas necesidades; en cambio, aquellos
do dispondría de un descanso entre clases, citas
con un autocontrol bajo se dieron por vencidos y
y reuniones así como planear adónde ir para no
dejaron el hábito por una temporada. Con todo,
violar las restricciones sobre el tabaco en el cam-
con el paso del tiempo se percataron de las estra-
pus. Después, debía cubrirse con ropa de abrigo;
tegias de adaptación que usaban los individuos
también debía arropar a su criatura. Debía recor-
con autocontrol. Vieron, por ejemplo, que esos
dar introducir en el bolsillo de la chaqueta el pa-
obstinados se dirigían a determinados «puntos
quete de tabaco y el mechero antes de salir hacia
de fumadores» en el parque. Decidieron copiar
la tormenta.
esas estrategias.
Un estudio sobre tabaquismo que efectuamos
Un elevado número de estudios revela que los
en Holanda con Michael Daly, de la Universidad
adictos parecen capaces de planificar y ejecutar
de Stirling, proporciona cierta credibilidad a la
intrincadas estrategias para mantener sus hábi-
observación anecdótica de que mantener una
tos de consumo de heroína o tabaco, los cuales
adicción requiere un buen autocontrol. El grupo
fueron considerados alguna vez por los investiga-
de Daly encontró que la prohibición de fumar
dores, los médicos e incluso los propios usuarios
en el lugar de trabajo, ley que entró en vigencia
como inalterables. Estos descubrimientos aportan
en 2004 en Holanda, redujo el porcentaje de ta-
una nueva perspectiva de la adicción. Existe la
baquismo; con dos importantes salvedades. La
posibilidad de que esos grupos sean capaces de
prohibición disminuyó la adicción sobre todo
redirigir la misma voluntariedad prolongada que
entre las personas que se habían definido como
usan para conseguir una bebida o un chute para
sujetos con baja autodisciplina en una encuesta
propinar una patada a sus hábitos. Aunque esta
previa; este grupo volvió a sus antiguos hábitos
idea también suscita cuestiones.
en unos años. No hubo un efecto perceptible en
Un terapeuta puede toparse con cierta dificul-
los individuos puntuados con una alta autodis-
tad para convencer a una persona adicta de que
ciplina.
ha tomado el camino equivocado si esta no per-
Los científicos que apoyan la visión de que los
cibe un daño permanente en la rutina de beber
adictos poseen poco autocontrol podrían haber
algunas copas de más o consumir analgésicos de
esperado un resultado inicial diferente (los indi-
manera incontrolada mientras cumpla con sus
viduos con un autocontrol alto modificarían su
responsabilidades en casa y en el trabajo. Esta
comportamiento en respuesta a la prohibición,
nueva interpretación de la naturaleza de la adic-
mientras que los que tienen una autorregulación
ción aporta más pruebas sobre el modo en que
pobre continuarían fumando). Asimismo, podrían
al autocontrol puede influir en nuestro compor-
explicar el hecho de que hayamos descubierto el
tamiento a través de una infinidad de maneras y
resultado opuesto mediante el razonamiento de
cómo puede incluso, quizás en contra de la pro-
que las personas con bajo autocontrol necesitan
pia intuición, permitirnos persistir en conduc-
una fuerte presión legal para remontar (e inter-
tas autodestructivas. Demuestra, una vez más,
pretan que la recaída subsecuente se debe a que la
que la capacidad para controlar las emociones y
amenaza legal, de alguna manera, se desvaneció
los deseos nos permite abordar, para lo bueno y
con el tiempo).
para lo malo, el interminable reto de adaptarnos
Pero la explicación de los resultados parece
al mundo que nos rodea.
estar relacionada con la necesidad de los adictos
de aprovechar sus reservas de fuerza de voluntad para preservar su hábito. Durante años, se
­podía fumar cómodamente en el lugar de trabajo. De repente, esa opción desapareció. Para
poder continuar consumiendo tras la prohibición, los fumadores tenían que realizar ajustes.
Debían organizar cuidadosamente cada descanMENTE Y CEREBRO 74 - 2015
Para saber más
The strength model of self
control. Roy F. Baumeister et
al. en Current Directions in
Psychological Science, vol. 16,
n.o 6, pág. 351-355, diciembre
de 2007.
Willpower: Rediscovering the
greatest human strength. Roy
F. Baumeister y John Tierney.
Penguin Press, 2011.
Uses of self-restraint to facilitate and restrain addictive
behavior. Roy F. Baumeister
y Andrew J. Vonaschen en
Addictive Behaviors, vol. 44,
págs. 3-8, mayo de 2015.
En nuestro archivo
Roy F. Baumeister es psicólogo social
y catedrático en el departamento de
psicología de la Universidad estatal de
Florida.
El mito de la autoestima.
Roy F. Baumeister et al. en IyC,
marzo de 2005.
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