En este capítulo se amplían y se desarrollan los principios del análisis y la gestión del riesgo biológico como se indica en el Capítulo 1.1.3 Bioprotección y seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología y en las instalaciones de los animales. Se reconoce que habrá una fase de transición para pasar de los conceptos previos de “grupos de riesgo” de microorganismos y “niveles de contención” de las instalaciones de laboratorio, a una gestión exhaustiva del riesgo biológico que se adapte a las circunstancias de cada laboratorio. Los laboratorios veterinarios y las instalaciones para animales manipulan de forma habitual materiales biológicos que pueden constituir o contener agentes infecciosos y toxinas, lo cuales pueden repercutir negativamente en la salud y la economía en caso de liberaciones incontroladas en el interior o hacia el exterior del laboratorio. Los directores de los laboratorios y las instalaciones para animales son responsables de proporcionar un sistema de gestión que asegure una manipulación, almacenamiento y transporte inocuos y seguros de estos materiales biológicos (un sistema de gestión del riesgo biológico), lo cual es necesario no solo para proteger a los trabajadores del laboratorio de exposiciones inadvertidas y posibles infecciones, sino también para proteger las poblaciones animales, las poblaciones humanas y el entorno, tanto a nivel local como regional, de la liberación accidental o intencionada y la propagación de agentes biológicos y toxinas procedentes de los laboratorios. Todo ello también es aplicable a los animales y posibles vectores artrópodos que se manipulen en los laboratorios veterinarios y en las instalaciones para animales. La expresión “material biológico” se utiliza a lo largo de todo este capítulo en referencia a todas las posibles fuentes de riesgo biológico de las cuales podría ser responsable la dirección del laboratorio. Para clasificar el posible riesgo biológico que supone la presencia y manipulación de un material biológico determinado, los responsables del laboratorio deben aplicar una estrategia sistemática y basada en la evidencia que se denomina análisis del riesgo biológico. El análisis del riesgo biológico es el proceso de identificación y caracterización de riesgos para la salud, la inocuidad y la seguridad, seguido de la implementación, la medición de la eficacia y la comunicación de las medidas de control que se utilizan para reducir dichos riesgos hasta niveles aceptables (OIE, 2010a). El análisis del riesgo se ha utilizado de forma efectiva en el ámbito de los negocios y las finanzas y de las industrias de la ingeniería, la energía y la sanidad para caracterizar y controlar riesgos inherentes asociados a cada disciplina. Este capítulo se centra en los riesgos relacionados con los agentes biológicos, reconociendo que existen otras preocupaciones relativas a la salud y la seguridad que deben controlarse en el entorno del laboratorio, como las exposiciones a radiación, las quemaduras químicas o los peligros que entraña el nitrógeno líquido. Un sistema de gestión del riesgo biológico en el laboratorio incluye las normas, las responsabilidades y los procedimientos de trabajo que se utilizan para respaldar el análisis del riesgo biológico y las resultantes medidas de bioseguridad1 y bioprotección en el laboratorio que se implementan para gestionar el riesgo biológico en el laboratorio. Dado que en muchos ámbitos se han adoptado los sistemas de análisis y gestión del riesgo, el vocabulario correspondiente se ha intercambiado y modificado, en ocasiones haciendo que la terminología sea confusa o difícil de traducir entre disciplinas. La estrategia de análisis del riesgo biológico que 1 Las definiciones de los términos bioseguridad y bioprotección se hallan en el glosario. suelen utilizar los profesionales de la salud, y como se indica en este capítulo, no es funcionalmente diferente del análisis del riesgo de las importaciones, que se utiliza para identificar, evaluar, gestionar y comunicar riesgos asociados al comercio de animales y de productos de origen animal (Capítulo 2.1 del Código Sanitario para los Animales Terrestres y Capítulo 2.1 del Código Sanitario para los Animales Acuáticos). En el Handbook on Import Risk Analysis for Animals and Animal Products (2010a) y en el European Committee for Standardization (CEN) Workshop agreement on Laboratory Biorisk Management (CEN CWA 15793, 2011 and CEN CWA 16393, 2012). Tras la revisión que se presenta en este capítulo, se incluye en el Apéndice 1.1.3.1 una guía general para llevar a cabo un análisis del riesgo. Para poder llevar a cabo una evaluación formal del riesgo destinada a identificar las necesidades de bioseguridad y bioprotección, es necesario que los laboratorios se hayan ocupado de asociar, de forma genérica, agentes infecciosos determinados con niveles de bioprotección (o biocontención) predefinidos. Aunque esta estrategia es rápida, no proporciona un nivel adecuado de estudio y análisis de los posibles peligros biológicos, y a menudo elimina la flexibilidad del laboratorio para adoptar medidas de mitigación adecuadas para su situación particular. El hecho de vincular un agente biológico a un nivel específico de biocontención parte de la idea de identificar a los agentes biológicos y las toxinas como peligros biológicos y de clasificar cada agente en uno de cuatro posibles grupos de riesgo según las posibilidades que tenga de causar enfermedad en un individuo y en una comunidad. Los criterios que se utilizan en los esquemas de clasificación en grupos de riesgo, que podrían variar entre países, son la patogenicidad, el mecanismo de transmisión, el tipo de hospedadores, la presencia de vectores, la existencia de niveles de inmunidad de la población, la disponibilidad de profilaxis o tratamiento adecuados, la densidad y desplazamientos de la población hospedadora y factores ambientales relacionados. Independientemente del proceso de clasificación de los agentes biológicos en “grupos de riesgo”, históricamente se han desarrollado niveles de bioprotección para caracterizar a los laboratorios según un conjunto de características de diseño físico, construcción de las instalaciones, equipo, procedimientos de trabajo y las prácticas de laboratorio exigidas para trabajar de forma segura con todos los materiales biológicos que suponen niveles variables de riesgo para individuos y para una comunidad. Las instalaciones de laboratorio han sido designadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como de nivel básico – Nivel 1 de Bioseguridad (enseñanza básica, investigación), básico – Nivel 2 de Bioseguridad (servicios de atención primaria; diagnóstico, investigación), de contención – Nivel 3 de Bioseguridad (diagnóstico especial, investigación), y de contención máxima – Nivel 4 de Bioseguridad (agentes patógenos peligrosos) (OMS, 2004). El sistema de clasificación en niveles de bioseguridad ha sido criticado por el hecho de que no se utilizan patrones y definiciones únicos a nivel internacional, y por lo tanto la comparación entre laboratorios que utilicen esquemas de clasificación de países distintos puede no ser equivalente o representativa. Y lo que es más importante, designar a un laboratorio o instalación como perteneciente a un cierto nivel de bioseguridad, bioprotección o contención física implica referirse no solo a características físicas y de ingeniería, sino también a los procedimientos de gestión y desarrollo del trabajo en esas instalaciones. Más recientemente, la OMS (2006) ha ampliado los conceptos de bioseguridad en el laboratorio introducidos en el Safety Manual (OMS, 2004) para llegar a un equilibrio entre los procedimientos de bioseguridad establecidos y conceptos de bioprotección más amplios, introduciendo la estrategia global de “gestión del riesgo biológico”. Es fundamental destacar que la clasificación de agentes biológicos específicos en grupos de riesgo nunca tuvo por objetivo equipararse directamente con los niveles de bioseguridad de laboratorio designados de forma similar, sino que se pretendía que el vínculo entre un agente determinado y unas medidas de bioseguridad específicas se determinara mediante una evaluación del riesgo biológico, relacionado con la presencia y manipulación del agente biológico en sí en la instalación o entorno en cuestión. Es la medida o conjunto de medidas de bioseguridad y de bioprotección del laboratorio, y no un nivel de bioseguridad designado, lo que debe orientar al laboratorio en la manipulación inocua y segura de cualquier material biológico. Estas medidas individuales de bioseguridad y bioprotección se determinan durante una evaluación del riesgo biológico teniendo en cuenta la organización, las instalaciones y el entorno en los que va a manipularse el material biológico. Como se ha indicado anteriormente, con el tiempo se ha minimizado el papel que tienen las evaluaciones formales del riesgo en la elección de medidas adecuadas de mitigación del riesgo biológico, y se ha sustituido por una asignación, a veces rígida, de agentes biológicos determinados a laboratorios definidos por uno de los cuatro niveles de biocontención. La estrategia de vincular internacionalmente un agente determinado, en base a su grupo de riesgo, a un nivel concreto de bioseguridad en ausencia de evaluaciones del riesgo biológico del laboratorio en cuestión ha dado lugar a una falta de flexibilidad en los laboratorios para responder con la gran variedad de medidas de bioseguridad y de bioprotección del laboratorio existentes y que se ajusten al estado respecto a enfermedades endémicas, al entorno, a los desplazamientos de animales, a los acuerdos comerciales y a las barreras geopolíticas del país o la región. El objetivo de este capítulo es definir la terminología y las estrategias que se utilizan en el análisis del riesgo biológico, proporcionando así una estrategia práctica para los laboratorios veterinarios y las instalaciones para animales de desarrollo e implementación de un sistema funcional de gestión del riesgo biológico. El análisis del riesgo biológico incluye la identificación de peligros biológicos, una evaluación del riesgo biológico seguida de la gestión de los riesgos biológicos identificados, y la comunicación del riesgo biológico. En el caso de los laboratorios veterinarios, los análisis del riesgo biológico se centran en las posibles exposiciones de animales, seres humanos o el ambiente, incluida la liberación intencionada y no intencionada de materiales biológicos desde el laboratorio. Es el sistema de gestión del riesgo biológico del laboratorio el que en último término proporciona a los responsables del laboratorio, así como a las autoridades veterinarias a cargo de los programas de control de las enfermedades, un proceso estructurado de evaluación, revisión y control de los riesgos biológicos. El sistema de gestión del riesgo biológico del laboratorio incluye las normas, procedimientos y componentes funcionales necesarios para identificar, medir, gestionar y comunicar los riesgos de enfermedad y económicos asociados a un agente biológico específico teniendo en cuenta cómo se manipula y se mantiene dicho agente en el laboratorio. Es responsabilidad de la dirección del laboratorio asegurar metodologías adecuadas para la asignación de acciones acordes a las evaluaciones del riesgo biológico, incluidos los plazos, las personas responsables y la garantía de que se identificarán, implementarán y mantendrán mecanismos de comunicación y aprobación (CEN, 2011). Ello se consigue desarrollando una política de gestión del riesgo adecuada a la naturaleza y escala de las instalaciones, las actividades y los riesgos biológicos asociados. La política (o políticas) se diseña(n) para: (a) proteger al personal, a los asesores, a los visitantes, a la comunidad, a poblaciones de animales circundantes y al entorno de la liberación intencionada o no de materiales biológicos, o bien de la exposición a los mismos, que se almacenen o manipulen en las instalaciones; (b) reducir hasta niveles aceptables los riesgos del laboratorio que puedan dar lugar a la exposición a materiales biológicos, o bien su liberación, llevando a cabo evaluaciones del riesgo de las instalaciones y prácticas del laboratorio, identificando medidas de control del riesgo adecuadas, implementando estas medidas y comprobando si son efectivas, y (c) informar y comunicar de forma efectiva a los empleados y a las correspondientes partes interesadas las obligaciones y hallazgos del sistema de gestión del riesgo. Para que el sistema de gestión del riesgo biológico sea eficaz, la dirección del laboratorio debe comprometerse por completo a llevarlo a cabo, lo cual garantizará que se definan, documenten y comuniquen las funciones, responsabilidades y autoridades relacionadas con la gestión del riesgo biológico a las personas que gestionen, lleven a cabo y verifiquen el trabajo relacionado con los materiales biológicos en el laboratorio. Ello se facilita nombrando a una persona competente (por ejemplo, un asesor en gestión del riesgo biológico, un director de seguridad biológica, o equivalentes), que tendrá autoridad para liderar el desarrollo y la implementación del sistema de gestión del riesgo biológico, y será responsable de desarrollar y mantener la documentación de todos los aspectos del sistema y de realizar un seguimiento del sistema dentro del laboratorio o de las instalaciones. La persona designada transmitirá la información directamente a la dirección senior y tendrá la autoridad delegada de solicitar el cese del trabajo que no cumpla con las normas y procedimientos de riesgo biológico del laboratorio. La dirección del laboratorio se asegurará de que (a) se suministren recursos suficientes, (b) se priorice y comunique la política de bioseguridad y bioprotección, (c) se integre la gestión del riesgo biológico en todo el laboratorio y (d) se aplique un proceso robusto de seguimiento y evaluación que identifique oportunidades de mejora, y en caso de posibles situaciones insatisfactorias determine las causas últimas y modifique las políticas y procedimientos para impedir que se repitan. La verificación y la mejora continuas de la efectividad de un laboratorio para gestionar sus riesgos es un componente crucial para que el sistema de gestión del riesgo biológico sea completo y efectivo. Las funciones clave del análisis del riesgo biológico son (1) identificar el peligro biológico (es decir, “¿qué puede ir mal?”); (2) evaluar el riesgo biológico (es decir, “¿qué probabilidad hay de que se produzca el acontecimiento peligroso y cómo de graves serían las consecuencias?”); (3) gestión del riesgo (es decir, ¿cómo pueden prevenirse o reducirse estos riesgos hasta niveles aceptables?”); y (4) comunicación del riesgo (es decir, “¿cómo se ha identificado, caracterizado y controlado el riesgo?”). Además, es necesaria una quinta función: 5) verificación y mejora continua (es decir, “¿son las medidas de control efectivas y pueden mejorarse?”). La estructura, las responsabilidades, las normas y las prácticas organizativas necesarias para estas actividades constituyen el sistema de gestión del riesgo biológico de un laboratorio. Es importante que se identifiquen todos los requisitos reguladores, y que el sistema de gestión del riesgo biológico los cumpla. Los requisitos legales incluyen todas reglamentaciones nacionales, federales, regionales, estatales, provinciales, urbanas y locales con las que el laboratorio está obligado a cumplir. El primer paso del proceso de análisis del riesgo es identificar y documentar el/los posible/s peligro/s biológico/s del laboratorio. Un peligro biológico puede ser cualquier material biológico capaz de causar daños o perjuicios, aisladamente y combinado con los procesos de laboratorio en los que esté implicado. En el proceso de identificación del peligro biológico deben tenerse en cuenta todos los elementos de la vía del riesgo biológico, que son (1) las propiedades peligrosas del material biológico, (2) las características de los procesos de laboratorio que causan daños y (3) quién o qué puede resultar dañado, es decir, empleados, el público o el medioambiente, incluidas poblaciones de animales del entorno y (4) el posible atractivo para un uso malintencionado de los materiales biológicos que se manipulan. En el apéndice 1.1.3.2 se proporciona un resumen de los aspectos característicos de los elementos de la vía del riesgo, que se caracterizan y documentan durante el proceso de identificación del peligro biológico. Es importante destacar que los laboratorios deben conocer con todo detalle todos los posibles aspectos de los peligros (procedencias, situaciones o actos que puedan causar daños) del entorno del laboratorio, y no solo los que sean de naturaleza específicamente biológica. Es posible que ciertos problemas relacionados con la falta de utilidad, factores humanos, elección de proveedores, etc. no parezcan estar directamente relacionados con los materiales biológicos, pero estos fallos pueden dar lugar a su liberación, así como causar otros daños. En un sistema de gestión del riesgo de un laboratorio deben identificarse y gestionarse absolutamente todos los peligros. La evaluación del riesgo es el componente del análisis que estima los riesgos asociados a un peligro. El riesgo se define como una combinación de la probabilidad de que tenga lugar un daño y la de su gravedad (consecuencia); el término riesgo biológico se utiliza cuando el daño está causado por un material biológico. En cualquier análisis del riesgo es importante tener en cuenta todas las vías que puedan dar lugar a resultados adversos. Las posibles vías son las que derivan en el escape de material biológico peligroso dentro o fuera del laboratorio y las que posibilitan que este material biológico infecte o, por el contrario, dañe a un animal o persona. Las consecuencias pueden ser los efectos biológicos, ambientales y económicos relacionados con una liberación de la sustancia que constituye el peligro biológico o bien de una exposición a la misma. Las consecuencias asociadas a agentes patógenos y toxinas de los animales son la enfermedad humana y animal, así como pérdidas económicas asociadas a restricciones locales, nacionales, regionales e internacionales en el desplazamiento de animales y en el comercio con animales y productos de origen animal. En este punto del análisis del riesgo biológico (véase el diagrama de flujo 1), el laboratorio, con la ayuda de su asesor en gestión del riesgo biológico, evaluará cada instalación, recurso humano, protocolo, metodología y procedimiento para determinar cómo debe manipularse, manejarse y controlarse el peligro biológico en cada caso, además de evaluar el medio circundante, incluida la identificación de especies susceptibles y las características de la transmisión del agente biológico, con el fin de calcular la probabilidad y la gravedad de que se produzcan daños (véase la Tabla 1). Para que la evaluación del riesgo biológico sea exhaustiva, debe incluir prácticas tanto de bioseguridad como de bioprotección del laboratorio. La evaluación del riesgo biológico puede ser cuantitativa, empleando modelos matemáticos OIE, 2010b), o bien cualitativa (CEN, 2011; OIE, 2010a). En el caso de la estrategia de evaluación cualitativa del riesgo biológico que aquí se explica, tanto la probabilidad como la gravedad se clasifican con una puntuación no numérica o ranquin, lo cual constituye una manera de “cuantificar” el riesgo biológico utilizando definiciones cualitativas, como bajo, moderado y alto; o bien otros equivalentes no numéricos. Los ránquines de la probabilidad y la consecuencia (gravedad) de los daños ayudarán al laboratorio a caracterizar mejor sus riesgos biológicos para determinar la/s medida/s de control adecuada/s, la necesaria redundancia en los controles y la inversión financiera global que será apropiada para mitigar sus riesgos biológicos específicos. Cuando en la evaluación del riesgo biológico se halla un riesgo biológico inaceptable, la dirección del laboratorio es responsable de decidir si se manipula y almacena o no el material biológico especificado en dicha instalación, o identificar, implementar y mantener medias de control suficientes y adecuadas para reducir el riesgo hasta niveles aceptables. El paso de la gestión del riesgo biológico requiere documentar las medidas y sus estrategias de implementación, los plazos para actuar, la asignación de personas responsables, y la comunicación y aprobaciones correspondientes. En función del resultado de la evaluación del riesgo biológico (ránquines de probabilidad y de consecuencias), los responsables del laboratorio, junto con el asesor en gestión del riesgo biológico, deberán determinar qué medida/s de control zona adecuadas y viables en su laboratorio para prevenir la exposición al material biológico y su liberación. Las principales vías de liberación de materiales biológicos del entorno del laboratorio, que pueden comportar la posterior exposición, son las siguientes: i) ii) iii) iv) v) vi) vii) el personal, mediante la contaminación superficial o la infección, actos intencionados que permitan la liberación, el aire, efluentes, equipo y materiales, como fómites, residuos sólidos, como canales, muestras y reactivos liberación mediante animales vivos o vectores. Identificar peligros biológicos ¿Podrían los procesos del laboratorio asociados a algún material biológico dar lugar a consecuencias indeseadas? IDENTIFICACIÓN DE PELIGRO BIOLÓGICO No COMUNICACIÓN DEL RIESGO BIOLÓGICO Sí Estimar la probabilidad de: Liberación intencionada o no intencionada Exposición de animales, seres humanos o el medio ambiente Estimar las consecuencias biológicas, ambientales o económicas probables EVALUACIÓN DEL RIESGO BIOLÓGICO Insignificantes No se han identificado peligros biológicos Análisis del riesgo detallado Seguir con el trabajo No se ha identificado ningún riesgo biológico, análisis del riesgo detallado Seguir con el trabajo Auditar/realizar seguimiento de posibles fallos relacionados de bioseguridad o bioprotección No insignificantes Riesgo inacceptable sin control No trabajar con el material biológico GESTIÓN DEL RIESGO BIOLÓGICO Identificar e implementar medidas de control para mitigar riesgo/s hasta un nivel aceptable: Controles de administración Controles de funcionamiento Controles de ingeniería Equipo de protección personal - Auditar/realizar seguimiento de posibles fallos relacionados de bioseguridad o bioprotección Nota: El proceso de gestión del riesgo biológico debe abordar todos los métodos y procedimientos de laboratorio asociados al peligro biológico en cuestión. La evaluación del riesgo biológico y el desarrollo del plan de control del riesgo biológico deben ser llevados a cabo por un equipo de profesionales que conozca los aspectos organizativos del laboratorio, la biología y la patogenia del agente patógeno, y las repercusiones de una posible exposición al material biológico y de una liberación accidental o intencionada del mismo. Para gestionar el riesgo biológico minimizando la liberación accidental o intencionada de materiales biológicos se utilizan cuatro estrategias, que se basan en controles administrativos, operativos, de ingeniería y del equipo de protección personal (EPP). Estas cuatro estrategias son complementarias y se utilizan de forma combinada para lograr una reducción adecuada del riesgo. i) Los controles administrativos se llevan a cabo mediante normas de laboratorio exhaustivas y claramente definidas. Por ejemplo, estas normas afectarán: al empleo de personal cualificado y adecuado; la formación periódica y continua y la competencia del personal para manipular de forma inocua y segura los agentes y toxinas biológicos, para aplicar procedimientos técnicos y para utilizar el EPP y el equipo del laboratorio; los programas de salud y seguridad; las medidas sanitarias profilácticas, como las vacunaciones; las respuestas y planes de contingencia ante emergencias; los programas de investigación de incidentes y accidentes; el inventario actual de materiales biológicos y los requisitos de gestión del inventario, como los relativos al acceso de personas, animales y vehículos, el almacenamiento, la transferencia, la destrucción y las auditorías; las normas de gestión de residuos y normas de protección en general, como la protección de las instalaciones y del personal o el acceso a materiales biológicos, y la protección de la información. ii) Los controles operativos se llevan a cabo estableciendo Procedimientos Normalizados de Trabajo. Por ejemplo, estos afectarán: a todos los procesos relevantes para la protección y la bioseguridad del laboratorio, incluidas las buenas prácticas de microbiología; las prácticas de desinfección y descontaminación; los procedimientos de transporte; la seguridad general del laboratorio; la manipulación de material cortante; las prácticas de manipulación y almacenamiento de muestras y reactivos; los simulacros de emergencias y la declaración de accidente/incidente, la respuesta ante el mismo y la revisión de los protocolos correspondientes. iii) iv) Los controles de ingeniería afectan a: las características físicas de la instalación incluidas las paredes y protecciones que hacen de barrera, y la separación de actividades incompatibles; las instalaciones y el equipo, con el mantenimiento, calibración y certificación correspondientes, de la ventilación y el flujo de aire, y del tratamiento y desechado de efluentes y residuos sólidos; la protección física, como las restricciones de acceso, las vallas de perímetro, los cierres con llave de las instalaciones y el equipo, los lectores de las tarjetas de identificación, los detectores y sensores (sistemas de alarma) y los dispositivos biométricos. El laboratorio debe aplicar medidas para asegurarse de que todo cambio realizado en las instalaciones y que guarde relación el diseño, el funcionamiento y el mantenimiento quede documentado y se aplique al actualizar las evaluaciones previas del riesgo biológico que pudieran resultar afectadas por dicho cambio. Los controles de ingeniería incluyen los siguientes principios de contención: a) Las capas de contención primaria son las que aíslan al material biológico en recipientes o en una cabina de bioseguridad de Clase I, II o III; o, en el caso de animales infectados, aplican a los animales contención física, por ejemplo en salas construidas especialmente para este fin, donde todos los residuos se tratan y el aire se trata mediante filtración de alta eficiencia. b) Las capas de contención secundaria son las que mantienen a los materiales infectados y los individuos que trabajen con estos en un entorno físico cerrado y controlado en el que los sólidos, los líquidos y el aire se tratan con procedimientos validados que eliminan o inactivan los agentes vivos. c) Las capas de contención terciaria son las diseñadas para impedir el contacto entre materiales biológicos y las especies susceptibles utilizando medidas que restringen físicamente la exposición a especies susceptibles. Controles del EPP: protección del cuerpo (es decir, indumentaria), protección de las manos (es decir, guantes), protección ocular y protección respiratoria. Como ejemplo de combinación de estrategias para afrontar la liberación intencionada protegiendo el material biológico de un acceso o uso no autorizado, el laboratorio debe plantearse medidas de control de la protección que incluyan normas, procedimientos y características físicas. En general, los componentes de la protección del laboratorio son los siguientes: (1) protección física (por ejemplo, estructura del edificio, puertas que puedan cerrarse con llave), (2) personal (incluidos los pasos que se emprenden para garantizar que un empelado no supone un riesgo para la protección o la seguridad), (3) control y responsabilidad respecto al material (registros del control y almacenamiento del inventario), (4) protección de la información y de la tecnología de la información, y (5) protección de materiales durante el transporte (garantizando que el material biológico no sea robado o se pierda durante el transporte por el interior de una instalación o entre instalaciones). La gestión del riesgo biológico debe basarse en unas buenas prácticas de microbiología en el laboratorio, que deberán cumplir todos los trabajos de laboratorio. Los requisitos esenciales para cualquier trabajo con agentes infecciosos, por muy inocuos que puedan parecen, son los siguientes: i) El laboratorio debe ser fácil de limpiar, con superficies que sean impermeables al agua y resistentes a las sustancias químicas que se utilicen. Debe haber una pica lavamanos y una ducha para casos de emergencia, incluido un lavaojos, en todos los laboratorios, en función de las sustancias químicas y otros peligros que pueda haber. Deben establecerse procedimientos para la limpieza y la desinfección frecuentes durante el periodo de trabajo y al final del mismo; ii) Debe restringirse el acceso del personal a la zona de trabajo (pueden ser necesarias medidas de protección, como un acceso controlado, en el caso de agentes de riesgo mayor); iii) En el laboratorio debe utilizarse el EPP básico, como batas o monos de manga larga de laboratorio, calzado cerrado, guantes desechables, mascarillas, gafas de seguridad, protección facial, respiradores oro-nasales, según se determine en la evaluación del riesgo, y deben quitarse cuando se abandone el laboratorio; iv) Cuando se esté trabajando, la puerta del laboratorio debe estar cerrada; v) aunque la ventilación forzada no es un requisito esencial, debe disponerse de una ventilación adecuada para la salud y el bienestar de los operarios y según se exija en la evaluación del riesgo; vi) en los laboratorios no puede guardarse ni consumirse comida (incluidos chicles, caramelos, pastillas para la garganta y jarabes para la tos) ni bebida; tampoco se puede fumar ni aplicar ningún cosmético; vii) El pipeteado no debe realizarse con la boca; viii) Debe procurarse minimizar la producción de aerosoles; ix) Deben desarrollarse planes de respuesta a emergencias para afrontar el peligro biológico de los derramamientos. Algunos de los aspectos que se abordan en los planes deben incluir el que se tengan a mano desinfectantes efectivos para limpiar los derramamientos, la retirada y descontaminación de ropa protectora contaminada, el lavado de manos y la limpieza y desinfección de las encimeras del laboratorio; x) El material de vidrio de laboratorio utilizado y demás material contaminado deben almacenarse de forma segura. Los materiales que deban desecharse deben ser transportados sin derramamiento en contenedores robustos. El material de desecho debe esterilizarse en autoclave, incinerarse o bien descontaminarse antes de ser desechado. El material reutilizable debe descontaminarse por medios apropiados; xi) El material no infeccioso debe desecharse en los fregaderos del laboratorio o cualquier otro medio de drenaje; xii) Todos los accidentes e incidentes deben registrarse y revisarse con el asesor en gestión de riesgo biológico para contribuir a mejorar continuamente el sistema de gestión del riesgo biológico. El proceso de evaluación del riesgo se utiliza para orientar la identificación de las medidas de control apropiadas que se requieren para el peligro biológico (material biológico) en cuestión (véase el Apéndice 1.1.3.2, donde se ofrece un ejemplo de medidas disponibles de bioseguridad y bioprotección). En función del resultado de la evaluación del riesgo, pueden utilizarse otras medidas de contención del agente patógeno y de ingeniería. El uso de los recursos y las inversiones financieras que se realicen para las medidas de control del riesgo biológico deben ser rentables como para afrontar el riesgo biológico que se haya identificado en el proceso de evaluación. Por ejemplo, un resultado de la evaluación del riesgo biológico podría ser una puntuación muy baja en la probabilidad de que suceda (por ejemplo, una liberación no intencionada del agente que supere la contención del laboratorio a través de algún proceso específico, como el tratamiento de residuos), pero una puntuación extremadamente alta en las consecuencias que podría tener (por ejemplo, la liberación de un agente biológico no endémico con transmisibilidad alta y con una morbilidad o mortalidad alta en una especie susceptible, que implique la pérdida de la cualificación para el comercio, e impactos social y económico graves). En tal caso, el laboratorio puede resolver que no se disponía de medidas de mitigación o control que fueran suficientes para justificar la manipulación o almacenamiento del material biológico en las instalaciones. El mismo peligro biológico con una probabilidad similar de prevalencia en un país o región en que el agente es endémico podría dar lugar a una evaluación considerablemente más baja de las consecuencias y, por lo tanto, del riesgo biológico. Este país podría justificar una inversión para determinar y, a continuación, implementar medias de control para disminuir la probabilidad de una liberación no intencionada hasta un nivel mínimo aceptable. En el otro extremo, para un material biológico específico se determinaría que no hay consecuencias asociadas a la exposición o liberación, y no se recomendarían procedimientos específicos de gestión del riesgo. La comunicación del riesgo es una continuación de los procesos de evaluación y gestión del riesgo, y forma parte integral de la planificación relativa a la preparación y respuesta ante un incidente o un brote. Teniendo en cuenta que las partes interesadas del laboratorio y el público general tienen derecho a la información que repercuta en su salud y en la salud de sus animales, las comunicaciones del riesgo se diseñan para informar a las partes interesadas del laboratorio acerca de todas las decisiones y prácticas que se utilizan para manejar los peligros biológicos y para responder a los incidentes que puedan surgir en caso de exposición a dichos peligros biológicos o de su liberación. Dado que los laboratorios que manipulan agentes patógenos de los animales, vectores de enfermedades y toxinas son un componente fundamental de la infraestructura veterinaria de un país o región, es esencial que el proceso de gestión del riesgo biológico de estos laboratorios sea exhaustivo, objetivo, transparente y se comunique con claridad (Covello & Allen, 1988). Para que la comunicación del riesgo sea efectiva, es necesario asegurarse de que tanto el laboratorio como las partes interesadas conocen los riesgos biológicos, las medidas de control del riesgo biológico y las ventajas de trabajar con el peligro biológico identificado. Este conocimiento no solo crea confianza, sino que es fundamental para responder con efectividad ante posibles incidentes y permite que las personas y agencias afectadas tomen decisiones informadas cuando trabajen con el laboratorio. La comunicación del riesgo debe proporcionarse en un formato y un lenguaje que se adapte a la audiencia en cuestión, tanto si son legisladores como autoridades del control de enfermedades, cuidadores de los animales o el público en general, con el fin de proporcionar la información de una forma clara, comprensible y completa. Para que la comunicación del riesgo biológico sea efectiva, es necesario documentar totalmente las complejidades del lenguaje técnico, los datos científicos, las suposiciones y la justificación de dichas suposiciones que se utilicen en la evaluación del riesgo biológico. En general, una comunicación inicial del riesgo biológico del laboratorio va dirigida a las autoridades apropiadas de sanidad y control de enfermedades e identifica (1) el peligro biológico (material biológico y proceso de laboratorio asociado), (2) las ventajas para las partes interesadas que el laboratorio consigue por trabajar con el peligro biológico, (3) la información que indica que se ha llevado a cabo y documentado un análisis del riesgo biológico, y (4) información que indica que el laboratorio ha aplicado medidas de mitigación contra la liberación accidental o intencionada del agente biológico o la toxina. Para que un laboratorio pueda estar preparado para una liberación accidental o intencionada del agente, debe estar preparado para la comunicación de incidentes y de la respuesta ante los incidentes. Entre los documentos que el laboratorio debe generar antes de iniciar el trabajo con un peligro biológico, se encuentran (1) la documentación de las funciones y responsabilidades de las personas involucradas en la redacción, revisión, aprobación y distribución de información del laboratorio y en las comunicaciones oficiales, (2) una lista de contactos que contenga los nombres, teléfonos, direcciones electrónicas o demás información, según corresponda, de las agencias y personas con las que contactar, y (3) un plan de respuesta ante incidentes por si tiene lugar una liberación accidental o intencionada de agentes biológicos o toxinas. Las listas de contactos deben ser actuales e incluir (1) las autoridades nacionales, regionales y locales de control de enfermedades (Sanidad Animal y Salud Pública), según corresponda, (2) las autoridades de protección, según corresponda, ante agentes específicos que supongan una amenaza y un riesgo biológicos, (3) el médico responsable o el programa de salud en el trabajo que deban ser notificados de agentes patógenos relacionados con la salud humana, los riesgos biológicos y el personal en riesgo, y (4) las partes interesadas, incluidas empresas relacionadas con el laboratorio que puedan estar afectadas, como transportistas, personal encargado del procesado y desechado de residuos, conserjes, personal de laboratorio no técnico, y ganaderos e industria pecuaria local que puedan haber resultado afectados. La gestión del riesgo es un proceso continuo en el cual se realiza el seguimiento regular de medidas específicas de control de la bioseguridad y la bioprotección del laboratorio, para garantizar que están funcionando como se espera. Además, regularmente debe realizarse una revisión de las instalaciones y de las prácticas y procedimientos de gestión del laboratorio para comprobar si ha habido algún cambio que haya alterado los riesgos definidos hasta entonces. Deben programarse y llevarse a cabo auditorías, ejercicios y simulacros de rutina para documentar la efectividad de las medidas de control implementadas, para identificar ámbitos de incumplimiento que tengan que documentarse y corregirse, y para identificar aspectos a mejorar. El proceso requiere que el laboratorio verifique y documente que los controles implementados (por ejemplo, administrativos, operativos, de ingeniería y del EPP) mitigan de forma efectiva la liberación de los peligros biológicos en cuestión y la exposición a los mismos. Este es un ejemplo sencillo: si durante una evaluación del laboratorio el riesgo de liberación se definió como robo debido a una protección física insuficiente, y el control utilizado fue la colocación de un candado en el congelador de almacenamiento, la administración del laboratorio desearía verificar que el control implementado, es decir, el candado del congelador, ha mitigado el riesgo de robo. Suponiendo que la administración halló que la llave del congelador había sido dejada sobre un estante accesible cerca del congelador, el riesgo de robo no había sido suficientemente controlado y se implementaría una acción correctora (por ejemplo, medidas de control adicionales o alternativas, como implementar otras normas y procedimientos relativos al acceso a la llave del congelador). Es responsabilidad de la dirección del laboratorio revisar y mejorar de forma continua la efectividad del laboratorio mediante el uso de normas y procedimientos documentados, realizar auto-auditorías y, cuando sea apropiado, auditorías externas, emprender acciones correctoras y preventivas, y realizar revisiones regulares de la gestión (para más información véase el Capítulo 1.1.4 Gestión de la calidad en los laboratorios de pruebas veterinarias). El ciclo de evaluación de los riesgos biológicos, implementación de medidas de control, verificación de la efectividad y corrección de las posibles debilidades sigue el mismo patrón que se utiliza en los programas de gestión de la calidad del buen funcionamiento. En el Capítulo 1.1.4 se proporciona una visión general de la gestión de la calidad en los laboratorios de pruebas veterinarias; el acuerdo de trabajo del Comité Europeo de Normalización (CEN) sobre Gestión del Riesgo Biológico en el Laboratorio (2011) detalla los componentes de un sistema exhaustivo de gestión del riesgo biológico. Los laboratorios veterinarios proporcionan servicios para proteger la salud y el bienestar de las poblaciones animales local, nacional, regional y global, así como el comercio relacionado. Los laboratorios veterinarios manipulan materiales biológicos que pueden suponer riesgos biológicos tanto para poblaciones animales como para el hombre. Por lo tanto, es de importancia crucial que los gestores del laboratorio garanticen que en sus instalaciones los riesgos biológicos están claramente identificados y que se conocen, controlan y comunican a las partes interesadas correspondientes. La disciplina del análisis del riesgo biológico, incluidos sistemas exhaustivos de evaluación y gestión del riesgo biológico, permite a los laboratorios evaluar y documentar las prácticas de laboratorio que se utilizan para proporcionar controles apropiados, garantizando así una bioseguridad y una bioprotección del laboratorio suficientes. Si se dispone de un sistema de gestión del riesgo biológico del laboratorio que sea completo y funcional, se contribuirá a que el laboratorio cumpla con las normas y requisitos locales, nacionales, regionales e internacionales sobre bioseguridad y sobre bioprotección del laboratorio. COVELLO V.T. & ALLEN F. (1988). Seven Cardinal Rules of Risk Communication. US Environmental Protection Agency, Office of Policy Analysis, Washington, DC, USA. EUROPEAN COMMITTEE FOR STANDARDIZATION (CEN) (2011). CEN Workshop Agreement (CWA) on Laboratory Biorisk Management: CWA 15793. CEN, Brussels, Belgium. EUROPEAN COMMITTEE FOR STANDARDIZATION (CEN) (2012). CEN Workshop Agreement (CWA) on Laboratory Biorisk Management – Guidelines for the implementation of CWA 15793. CEN, Brussels, Belgium. WORLD ORGANISATION FOR ANIMAL HEALTH (OIE). (2010a). Handbook on Import Risk Analysis for Animals and Animal Products. Volume 1: Introduction and qualitative risk analysis, Second Edition. OIE, Paris, France WORLD ORGANISATION FOR ANIMAL HEALTH (OIE). (2010b). Handbook on Import Risk Analysis for Animals and Animal Products. Volume 2: Quantitative Risk Assessment, Second Edition. OIE, Paris, France WORLD HEALTH ORGANIZATION (WHO) (2004). Laboratory Biosafety Manual, Third Edition. WHO, Geneva, Switzerland. WORLD HEALTH ORGANIZATION (WHO) (2006). Biorisk Management: Laboratory Biosecurity Guidance. WHO, Geneva, Switzerland. Also available on line at: http://www.who.int/csr/resources/publications/biosafety/WHO_CDS_EPR_2006_6.pdf * * * 1. Formar un equipo que lleve a cabo la evaluación del riesgo. Ello incluye personas con conocimientos y comprensión de: i) Las propiedades físicas y biológicas del material biológico (por ejemplo, la dosis infecciosa de cualquier agente o toxina, las vías de infección, las especies susceptibles, la capacidad de supervivencia en el ambiente, etc.), ii) Las tecnologías y procedimientos de laboratorio que deben utilizarse con el material biológico, la competencia técnica asociada que se requiere y las instalaciones de laboratorio necesarias, iii) Las prácticas de bioseguridad y bioprotección del laboratorio, iv) Los principios y prácticas de análisis del riesgo. Un mismo miembro del equipo puede llevar a cabo varias funciones, y pueden emplearse personas cualificadas externas al laboratorio para que lleven a cabo el análisis. La calidad del análisis del riesgo será directamente proporcional al nivel de conocimientos y de comprensión que proporcionen los miembros del equipo. 2. 3. Definición y campo de aplicación del análisis del riesgo biológico i) Identificación del peligro biológico: identificar el material biológico en cuestión. Llevar a cabo un análisis independiente del riesgo biológico para cada material biológico identificado. ii) Definir el entorno del laboratorio en el cual se utilizará el material biológico: a) Identificar los procedimientos técnicos que permitirán definir mejor el peligro biológico: métodos y procesos específicamente utilizados con el material biológico que se está evaluando (por ejemplo, muestras o materiales de referencia para el diagnóstico, amplificación en cultivo, centrifugación, sonicación, pipeteado, congelación-descongelación, prácticas archivistas, concentraciones y volúmenes del material biológico, manipulación de los animales, manipulación de los residuos, etc.). Estos métodos definen el entorno de laboratorio en el que resulta pertinente realizar una evaluación del riesgo, y permiten documentar las posibles fuentes de exposición y liberación desde el entorno del laboratorio, que constituyen el peligro biológico para el cual va a realizarse la evaluación del riesgo. b) Identificar la probabilidad de que trabajar con el peligro biológico dé lugar a una liberación, teniendo en cuenta todas las vías de riesgo que son aplicables a la manipulación propuesta del material biológico en el laboratorio, como se describe en la Sección B.3 de este capítulo. c) Identificar los recursos del laboratorio existentes, incluidas las competencias de gestión y técnicas (por ejemplo, programas de formación y competencia técnica, prácticas de gestión de la calidad, programas de gestión de la salud y seguridad, etc.). Estos elementos permiten documentar las fuentes reales y posibles de control del riesgo. d) Identificar las instalaciones de laboratorio relevantes y recursos relacionados (por ejemplo, la protección del laboratorio, el flujo de aire direccional, las autoclaves, los incineradores, etc.). Estos elementos permiten documentar las fuentes reales y posibles de control del riesgo. Desarrollar e iniciar el plan de comunicación del riesgo. La documentación y comunicación de análisis del riesgo deben ser claras, adecuadas para el receptor y completas. Dado que el análisis del riesgo respalda la toma de decisiones cuando hay incertidumbre en la predicción de acontecimientos, es fundamental que este proceso sea transparente, objetivo y esté claramente representado. Es útil empezar a reunir informes de análisis del riesgo desde buen principio del análisis, para recabar de forma más efectiva toda la información, investigación, análisis y hallazgos relevantes. 4. Identificar las consecuencias de cualquier exposición o liberación del peligro biológico del laboratorio. Deben identificarse las consecuencias para la salud humana y la sanidad animal, así como las de tipo económico y social que probablemente tendrían lugar en caso de exposición y liberación del material biológico. Es importante tener en cuenta que para un solo agente patógeno, el coste económico de la enfermedad que provocaría podría variar considerablemente entre un país en el cual el agente biológico sea endémico, y un país que esté libre de dicho agente biológico. Cuando se disponga de estimaciones específicas de la morbilidad, la mortalidad y económicas, debe especificarse la procedencia y el contexto de la información. Por ejemplo, puede utilizarse un análisis existente del riesgo de las importaciones o exportaciones en un país o región como fuente útil de datos económicos. 5. Llevar a cabo la evaluación del riesgo biológico, asignando un ranquin de probabilidad y un ranquin de consecuencias a la liberación del material biológico y exposición a animales y personas susceptibles para cada peligro biológico identificado que involucre al material biológico del laboratorio (por ejemplo, recepción de muestras, necropsias, amplificación en cultivos, centrifugación, extracción de ácido nucleico, almacenamiento, archivo, experimentación con animales, etc.). Las evaluaciones de la bioseguridad abordan la probabilidad y gravedad de una exposición al agente biológico y de su liberación. También abordan el robo, la pérdida y el mal uso intencionado de un agente biológico. 6. Identificar medidas de control del riesgo apropiadas para el laboratorio, aplicables a cada vía de riesgo según se describe en la Sección B.3, incluidas las medidas ya aplicadas y las que podrían implementarse. A menudo hay varias medidas de control que, cuando se utilizan aisladamente o combinadas, puede proporcionar resultados equivalentes a costos similares o radicalmente distintos. Cada medida o combinación de medidas de control debe evaluarse independientemente para determinar la efectividad relativa que tiene en la reducción del riesgo global de la liberación o exposición. Es responsabilidad de la dirección del laboratorio, junto con las autoridades locales, nacionales o regionales de control de enfermedades, determinar la viabilidad económica y logística de cada medida de control, y equilibrar adecuadamente los riesgos y ventajas relacionados con la presencia y manipulación del peligro biológico. 7. Documentar la información y el enfoque que se utilicen en la evaluación del riesgo. La documentación debe ser completa, incluyendo datos, métodos de análisis, resultados, discusión, notas aclaratorias y conclusiones, fechas y personal responsable. Cuando se utilicen datos científicos y de laboratorio pertinentes, las referencias deben especificarse (por ejemplo, dosis infecciosa, vías de transmisión, concentraciones de trabajo, estabilidad ambiental, etc.). Todas las suposiciones de las que se parta deben detallarse, y también debe especificarse en qué se basan tales suposiciones. 8. Implementar y revisar las mejoras identificadas en las medidas de control del riesgo del laboratorio, y aplicarlas. 9. Crear un registro, y comunicarlo, del todo el análisis del riesgo, incluida la implementación de medidas de control del riesgo a las autoridades correspondientes y a las partes interesadas. Existen muchos formatos y plantillas de notificación que sirven para documentar el análisis del riesgo. Pueden consultarse ejemplos en el Handbook on Import Risk Analysis for Animals and Animal Products y el Seven Cardinal Rules of Risk Communication de la OIE. * * * Caracterización de las vías de riesgo biológico Aspectos que se tienen en cuenta al evaluar las vías de riesgo biológico Medidas de control del riesgo biológico Material biológico Epidemiología y características del agente biológico: Vías de transmisión, incluidos: Aerosol Contacto directo Fómites Vectores Iatrogénica Infectividad y dosis infecciosa; Presencia, densidad y tipos de especies susceptibles; Distribución geográfica (exótica/endémica); Estabilidad fuera del hospedador; Persistencia en el hospedador. Baja: transmisión vertical o contacto directo por la piel y las mucosas e ingesta; la inhalación no se suele prever; No se prevé que se disemine fuera del laboratorio; Es improbable que cause enfermedad grave; La dosis infecciosa suele ser alta; La estabilidad del material biológico varía pero puede ser breve (horas); El vector necesario para la transmisión no está; En general se puede inactivar con gran variedad de desinfectantes. Moderada: transmisión por vectores o por fómites (a través de la piel y de las mucosas, ingesta e inhalación); Capaz de causar enfermedad grave e incluso letal; posible riesgo de transmisión a otros; La dosis infecciosa varía: puede ser de apenas 100; La estabilidad del material biológico varía, pero puede ser más larga (días); Puede no inactivarse con demasiados desinfectantes; normalmente hay menos opciones. Alta: se transmite por gran variedad de vías dentro y fuera de las instalaciones (por la piel y las mucosas, ingesta e inhalación); posible transmisión por el aire a lo largo de grandes distancias; afecta a múltiples especies; Se asocia a enfermedad grave y a tasas de mortalidad más altas. Riesgo Cada vía de transmisión requiere medidas específicas de mitigación, además de las buenas prácticas de microbiología: Aerosoles: uso de cabinas de bioseguridad, filtración de aire, flujo de aire direccional, equipo de protección personal (EPP); Fómites y otras vías de exposición: descontaminación de superficies y del equipo, uso seguro y desechado del instrumental afilado, tratamiento de residuos sólidos y líquidos (por ejemplo, en autoclave), uso de EPP, ducha (cuando sea aplicable) y lavado de manos. Caracterización de las vías de riesgo biológico Aspectos que se tienen en cuenta al evaluar las vías de riesgo biológico Medidas de control del riesgo biológico probable de transmisión a otros; La dosis infecciosa suele ser muy baja o desconocida; puede ser de apenas 1; La estabilidad de los materiales biológicos varía, pero puede ser larga (de semanas, o más larga); Los infectantes que pueden utilizarse dependen de las propiedades del material biológico. En general, se requieren procedimientos de desinfección más importantes. Procesos/actividades del laboratorio El tipo de procedimientos relacionados con los materiales biológicos que se lleven a cabo en las instalaciones pueden dar lugar a nuevas formas de propagación e infección; las características a tener en cuenta en las actividades son las siguientes: Escala de trabajo (por ejemplo, pequeña o grande); Amplificación; Volumen y título; Estado del material almacenado: líquido, congelado, sólido; Contención satisfactoria de los agentes durante los procesos del laboratorio; Generación de aerosoles; Posibilidades de contaminación cruzada. Uso de animales junto con el material biológico: Posible excreción. Mordeduras o arañazos. Baja: No hay amplificación, títulos bajos, no hay fuentes de aerosoles, buen confinamiento, no se generan fómites, no hay residuos infecciosos. Unas buenas prácticas de microbiología, como procedimientos efectivos de control de la infección que incluyan el diseño del laboratorio, el uso de indumentaria exclusiva para el laboratorio, y sistemas de contención primaria como cabinas de bioseguridad pueden ser suficientes. El riesgo de extracción inadvertida del laboratorio debe tenerse en cuenta en función de la epidemiología de la enfermedad y de las consecuencias para la situación de la enfermedad animal en el país o región. Moderada: Amplificación, generación de aerosoles, títulos altos, escala mayor, limitaciones en la contención primaria. Unas buenas prácticas de microbiología, como el uso de procedimientos efectos de control de la infección que incluyan el uso de sistemas de contención primaria para separar físicamente el proceso de otras zonas de trabajo. La/s zona/s de contención deben diseñarse de tal forma que contengan el derramamiento de contenidos de cualquier parte del sistema cerrado. El riesgo de extracción inadvertida del laboratorio debe tenerse en cuenta en función de la epidemiología de la enfermedad y de las consecuencias para la situación de la enfermedad animal en el país o región. Alta: amplificación generación considerable de aerosoles, volúmenes de trabajo mayores, se llevan a cabo procedimientos fuera de los controles de contención primaria. Considerable variación en el riesgo biológico en función del material biológico (véase arriba), de los procedimientos requeridos y de las especies utilizadas. Debe realizarse una evaluación del riesgo para cada procedimiento para asignar prácticas de trabajo en biocontención. Buena manipulación de los animales y técnicas microbiológicas, como procedimientos de control de la infección, adecuada manipulación del material afilado, indumentaria protectora y equipo adecuado. La instalación debe estar diseñada para minimizar o prevenir la diseminación del agente biológico o toxina por el aire contaminado, materiales de laboratorio, residuos líquidos o sólidos o canales de los animales. La sala se considera una contención primaria cuando los animales están en jaulas abiertas o en una contención equivalente, y se considera una contención secundaria cuando los animales se alojan en jaulas de aislamiento o de contención. Caracterización de las vías de riesgo biológico Aspectos que se tienen en cuenta al evaluar las vías de riesgo biológico Medidas de control del riesgo biológico Daños en los operarios y en la población humana Puede causar enfermedad humana Consecuencias para los trabajadores del laboratorio y para la salud pública. Baja: riesgo insignificante de enfermedad en el personal y en la población humana exterior; En general se dispone de profilaxis y/o tratamiento. Moderada: enfermedad en el personal y en la población humana exterior. Puede disponerse o no de profilaxis y/o tratamiento. Alta: potencialmente letal para el personal y la población humana exterior. Normalmente no se dispone de profilaxis y/o tratamiento. Buenas prácticas de microbiología, como procedimientos efectivos de control de la infección, incluido el uso de indumentaria exclusiva para el laboratorio y cabinas de bioseguridad; formación y competencia básicas. Uso de una combinación de controles administrativos, operativos y de ingeniería, y EPP. Buenas prácticas de microbiología, como como procedimientos efectivos de control de la infección, uso de EPP y cabinas de bioseguridad; programas de salud; formación y competencia obligatorias; protección del laboratorio. Evitar la liberación del material biológico mediante una combinación de controles administrativos, operativos y de ingeniería, y EPP. Medidas estrictas de biocontención, buenas prácticas de microbiología; formación y competencia obligatorias; programas de notificación sanitaria obligatorios; normas y procedimientos de protección del laboratorio obligatorios. Daños y consecuencias negativas para los animales externos a las instalaciones Consecuencias relacionadas con la morbilidad y mortalidad de la población animal, y consecuencias económicas o sociales relacionadas, especialmente en cuanto a la distribución geográfica (endémica o exótica); Repercusiones en el comercio, la seguridad alimentaria y el precio de los alimentos; Costos del control de la enfermedad y de los controles de los desplazamientos; Costos de la despoblación o vacunación; Repercusiones en el bienestar, la morbilidad y la mortalidad animal. Baja: Consecuencias financieras a niveles razonables o a los existentes; el agente causante de enfermedad endémica no está sujeto a medidas de control; la propagación por la población no se considera probable. Buenas prácticas de microbiología, como procedimientos efectivos de control de la infección, incluido el uso de indumentaria exclusiva para el laboratorio y cabinas de bioseguridad; formación y competencia básicas. Moderada: Las consecuencias financieras se evalúan en una escala caso por caso; el agente causante de enfermedad endémica está sujeto a medidas de control a nivel de la explotación, o a nivel regional o nacional; Uso de una combinación de controles administrativos, operativos y de ingeniería, y EPP. Buenas prácticas de microbiología, como procedimientos efectivos de control de la infección, incluido el uso de EPP y cabinas de bioseguridad; control del aire y los efluentes; formación y competencia obligatorias; protección del laboratorio. Alta: Consecuencias inaceptables a nivel nacional; agente causante de enfermedad exótica con capacidad de propagarse/establecerse en la región y causar daños. Evitar la liberación del material biológico con una combinación de controles administrativos, operativos y de ingeniería, y EPP. Medidas estrictas de biocontención; características específicas justificadas por la/s vía/s de exposición; EPP; buenas prácticas de microbiología; y sistemas de contención primaria; formación y competencia obligatorias; normas y procedimientos de protección del laboratorio obligatorios. Controles de integridad baja. Buenas prácticas de microbiología (por ejemplo, desinfección y lavado de manos). Controles de las vías de riesgo Nivel logrado de Reducción del Riesgo; Caracterización de las vías de riesgo biológico Disponibilidad (con qué frecuencia el control no es funcional (Mantenimiento); Cómo es de fiable el control; Costo financiero del control; Costo de gestión del control (energía, formación del personal, mantenimiento); Validación del control; Independencia de otros controles; Fallos frecuentes con otros controles aplicados a la misma vía de riesgo; Aspectos que se tienen en cuenta al evaluar las vías de riesgo biológico Controles de integridad moderada. Medidas de control del riesgo biológico Control de integridad baja más controles de ingeniería estándar para la industria (por ejemplo, cabinas de bioseguridad, flujo de aire direccional hacia el interior del laboratorio desde zonas circundantes, filtración de gases de combustión cuando sea aplicable, restricción del acceso); Tanto el personal del laboratorio como el de mantenimiento deben recibir una formación inicial y continua en el uso y el funcionamiento de los controles de la biocontención escogidos; Los controles de la biocontención deben evaluarse periódicamente para confirmar su efectividad, y deben actualizarse teniendo en cuenta los avances en la tecnología de la biocontención, cuando sean aplicables. Detectabilidad de los fallos de los controles. Controles de integridad alta. * * * Controles de integridad moderada más controles críticos de la contención secundaria (por ejemplo, el aislamiento físico del trabajo, zonas de separación entre áreas de trabajo no relacionadas; flujo continuo de aire hacia el interior; controles de ingeniería fiables con servicios redundantes; validación del rendimiento).
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