Principios de interpretación bíblica. Un estudio basado en el libro: - Principios de interpretación bíblica, tercera edición por: Carl Gibbs. En la actualidad saber interpretar correctamente las escrituras juega un papel fundamental a la hora del cristiano proyectarse al mundo que lo rodea. En ocasiones la Biblia no se interpreta correctamente o en ocasiones se espiritualiza demasiado no acercándonos para nada a lo que originalmente quiso decir el autor. A continuación se muestran algunos principios de hermenéutica planteados en el libro “Principios de interpretación bíblica” por Carl Gibbs. Hermenéutica: La hermenéutica es la ciencia que nos enseña las leyes y los métodos de interpretar la comunicación. También se refiere al “arte” de la interpretación, ya que estas reglas no pueden aplicarse mecánicamente. La antigua palabra griega hermenéutica se deriva del nombre Hermes, mensajero de los dioses de la mitología griega, quien pronunciaba e interpretaba los mensajes “divinos” a los mortales. Hay dos tipos principales de hermenéutica bíblica. Uno, conocido como hermenéutica general, se refiere a las reglas que se aplican a toda la literatura bíblica. El otro tipo, conocido como hermenéutica especial, se refiere a las reglas que se aplican solamente a géneros* literarios específicos como lo son las parábolas, alegorías, literatura apocalíptica, profecía, y poesía Otros dos términos asociados directamente con el estudio de la hermenéutica son exégesis y eiségesis. Exégesis viene de una palabra griega que significa “guiar hacia fuera” y eiségesis viene de la palabra que significa “guiar hacia dentro”. Así pues, exégesis es el proceso de ir al texto para determinar lo que significa, o sea, “extraer” la interpretación. Por otra parte, la eiségesis se manifiesta cuando uno “trae” al texto sus propios prejuicios y tuerce el mensaje de la Biblia para que diga lo que uno desea. Los diez mandamientos para los intérpretes 1. No buscaréis ninguna otra interpretación que aquella que quiso dar el autor original. 2. No reemplazaréis la Palabra de Dios con experiencias personales, credos de iglesia, ni tradiciones de hombres. 3. No haréis mal uso del nombre de la Biblia por denominar “bíblica” de manera dogmática a cualquier doctrina que no se enseñe claramente en las Escrituras. 4. Recordaréis el domingo y lo guardaréis para la oración y las ideas finales del sermón. Hay seis días disponibles para preparar los sermones del domingo. 5. Honraréis las interpretaciones de vuestros piadosos predecesores y contemporáneos para que podáis tener un equilibrio en vuestra propia exégesis. 6. No destruiréis el poder de la Palabra de Dios haciendo demasiado hincapié en las verdades secundarias de un pasaje, sino que os esforzaréis por encontrar las verdades fundamentales que fueron enseñadas al auditorio original. 7. No adulteraréis la Palabra de Dios con vuestra propia sabiduría, psicología, o revelaciones personales. 8. No robaréis una verdad de un pasaje para imponerla artificialmente en otro. Cada pasaje tiene una interpretación histórica y esta no debe ser “espiritualizada”. 9. No levantaréis falso testimonio contra la Biblia, al descuidar o pasar por alto las reglas de interpretación para dar la impresión de que ella enseña algo que realmente no enseña. 10. No codiciaréis los sermones de vuestro vecino ni sus exégesis de las Escrituras. Aprended de él, pero no permitáis que su trabajo reemplace el vuestro. Presuposiciones acerca del intérprete 1. Sólo un creyente puede entender completamente la Palabra de Dios. 2. La obediencia de un creyente a la Palabra afecta directamente su capacidad para interpretarla correctamente. 3. La iluminación alumbra la mente del intérprete y transforma sus actitudes para recibir la Palabra, pero no le revela una nueva verdad. 4. Aunque la iluminación es un don del Espíritu, el don sólo llega cuando el intérprete se ocupa de su tarea. Presuposiciones acerca de la Biblia 1. La Biblia es la única regla de fe y conducta del creyente. 2. La Biblia es la revelación de Dios al hombre y es inspirada en su totalidad hasta el nivel de las palabras individuales. 3. En vista de que el Espíritu Santo utiliza la personalidad y las circunstancias del autor humano, es importante considerarlas al interpretar las Escrituras. Principios relacionados con las palabras individuales y el contexto gramatical 1. El significado de cualquier término bíblico es sólo el que el autor original quiso dar. 2. La definición de cualquier término debe ser coherente con su uso dentro de la frase en que se encuentra. Principios relacionados con el contexto inmediato y el contexto del libro 1. El significado de una frase debe ser coherente con el sentido de su contexto inmediato. 2. La interpretación de un pasaje debe ser coherente con el pensamiento general del capítulo y del libro en el que se encuentra. Principios relacionados con el contexto de la Biblia y el contexto histórico-cultural 1. Las Escrituras son su propio intérprete. a. La Biblia es absolutamente coherente y no puede contradecirse a sí misma en asuntos de doctrina, ética, o hecho histórico. b. La enseñanza de pasajes múltiples y claros debiera tener prioridad sobre la aparente enseñanza de un pasaje singular u oscuro. c. La revelación bíblica fue dada de manera progresiva de tal forma que algunos pasajes reflejan una enseñanza parcial de una verdad. d. Una doctrina no debe ser considerada bíblica a menos que recapitule e incluya todo lo que las Escrituras dicen acerca de ella. 2. Aunque los libros de la Biblia fueron escritos en “autoría conjunta”, Dios los protegió de error en hechos, doctrina, o práctica ética. 3. Los sucesos históricos, ya sea que impliquen a Dios o a los hombres, no pueden constituir la única base para establecer una doctrina. a. El significado de los sucesos históricos debe estar basado en la propia interpretación directa de la Biblia respecto de esos sucesos. b. La práctica de una costumbre puede ilustrar una verdad eterna, pero no puede constituir la base para ser enseñada. c. Algunas acciones, costumbres y sucesos son sólo importantes para ayudar a obtener un concepto más amplio. En esos casos, hacer demasiado hincapié en su importancia “espiritual” desvirtuaría la enseñanza principal del pasaje. d. Un mandato dirigido a un grupo o a un individuo puede ser un patrón para todos (preceptivo) o simplemente el registro de un suceso o hecho (descriptivo).
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