Mapas de caminos que no llevan a Roma (IX) de Angel Pontones @boucicaut71 ! ! ! ! ! ! ! ! ! MAPAS DE CAMINOS QUE NO LLEVAN A ROMA (VII) ÁNGEL PONTONES MORENO ! ! MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATO Mapas de caminos que no llevan a Roma (IX) de Angel Pontones @boucicaut71 ! PASADO, PRESENTE, FUTURO Cumple 66 años uno de esos veintiocho de julio en los que al mercurio le da por silbar calipsos mientras va encaramándose hacia borde de su termómetro. Los cumple esperando una grúa a la entrada de un desvío de la vía que forma una curva en pendiente que termina en las cercanías de un enorme cartel expositor de un próximo y sencillo complejo para la tercera edad. El sudor de las cuatro de la tarde crea una serie de regueros que se hacen cascada a la altura de las sienes, del mismo modo que la fuga de agua del radiador va marcando cuesta abajo un doble arroyo sinuoso que no tarda en juntarse a la altura del triángulo de advertencia ubicado unos 10 metros más abajo. Es consciente al igual que su auto de la sed que provoca un agua que se pierde, y al haber dado al seguro un número de salida de autovía erróneo, tiene más tiempo del que querría para fijarse en los detalles con los que le gratifica el entorno, empezando por el mismo triángulo anaranjado que le lleva de cabeza a la curiosa ecuación sin X que a los ocho años le planteaba la santísima trinidad, y a la perdida de fe que trajo consigo quedarse encerrado toda una tarde en el pequeño cuarto oscuro de la sala de catequesis. Una línea de rastrojo que termina en un vallado de alambre que da a una calle cortada, marca el inicio de una urbanización compuesta de adosados de dos y tres alturas, poco o nada atractivos. El sencillo anuncio de DISPONIBLE que cruza la fachada del primero de ellos le recuerda el motivo por el cual fue a escogerlo Elisa, cuando él realmente no figuraba entre los posibles. El quemazo que ha sentido al detener el auto, levantar capó y rozar el tapón del depósito sin protegerse las manos, le lleva ahora a pensar en las veces que como delegado sindical puso las manos en el fuego por alguien que le falló. Del mismo modo, el sonsonete musical del anuncio de crédito fácil que suena por la emisora local del monovolumen que acaba de rebasarle, le mortifica al ubicarle en el momento del préstamo que hizo a su primer hijo la última vez que lo vio, hace veintidós veintiochos de julio. La imagen de su nieta como salvapantalla del teléfono móvil le cruje en la memoria al asociar el día en que hizo esa foto, pocos meses atrás, con el MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATO Mapas de caminos que no llevan a Roma (IX) de Angel Pontones @boucicaut71 mismo al que a su mujer diagnosticaron una cuenta atrás irreversible. La propia aspirina con la que juguetean sus dedos, y a la que recurriría si tuviera con que beberla, se ha ido desmenuzando hasta el punto de perder por el camino la “B” inicial. Todo lo que queda de ella se resume en el resto: “AYER”. Hay más autos que escogen este desvío que él no ha elegido para su parada forzosa. Los más comprensivos se limitan a mirarle con más aprensión que pena. Algunos, no obstante, ralentizan su marcha en una especie de homenaje morboso y hasta hay uno o dos que se paran a ofrecerle ayuda. Le preguntan si necesita algo, le alcanzan un botellín de agua, le señalan a otro adosado en uno de cuyos ventanales un niño ha dibujado con letras de colorines una sola palabra: “OPORTUNIDADES”. Sin ser muy consciente de lo que hace sube a ese coche, o al siguiente, haciendo caso omiso del colega sediento que nunca le había fallado hasta ahora. Se siente como un invitado inesperado a la página 3 de la sección “salmón” de un diario cualquiera, allí donde suelen ubicarse los cambios de tendencias bursátiles. Hace seis meses que subió a aquel auto y sus dedos han ido enredándose poco a poco en un cabello que no se decide en migrar del rubio al blanco. Los ojos que contempla carecen de estrías y permanecen abiertos a una enorme esperanza. Sinceramente no creía volver a sentir algo así por alguien, ni esperaba que sus labios lo confirmaran cada cuarto de hora. La playa, la cabaña de montaña o el restaurante hindú donde los dos examinan la misma carta son tres formas de un mismo reseteo vital, una ilusión que se ha apoderado de su vida sin él saber muy bien cómo ni porque. Dos años después amanece en su nuevo dormitorio sin recordar el antiguo, donde ningún rayo de sol hacía acto de presencia antes de las 8 de la tarde. Hace ya meses que duerme a pierna suelta por las noches, especialmente desde aquel error no subsanado de cuatro ceros a favor suyo en el cálculo de su pensión. El hijo de su nueva compañera es un calco perfecto de lo que él habría querido que fuera Carlos. MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATO Mapas de caminos que no llevan a Roma (IX) de Angel Pontones @boucicaut71 Comienza a pensar que habría sido de su vida sin ese radiador gastado ni esa curva en pendiente… Y entonces recupera el sentido, ayudado por los últimos compases de “Guadalajara”, que recorre todo el espacio de una grúa más grande que Ciudad de México, cuyo conductor (aficionado a las rancheras) ha ido a encontrárselo desvanecido en el asfalto, feliz, pero al fin y a la postre insolado. ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATO Mapas de caminos que no llevan a Roma (IX) de Angel Pontones @boucicaut71 ! EL EXPOSITOR DE LA CALLE KAFKA ! Una vez más las prisas y el tamaño habían llevado a un raspado negligente. Sucedía a menudo, casi nadie se quejaba y los que tenían motivo para hacerlo no les llegaba para ser escuchados. Se limitaban a hacer acopio de lo que pudiera haberse salvado y esperaban en esta extraña intemperie a los técnicos que taparan sus penas con nuevas realidades. Aquí convivían un niñito rubio de unos cuatro años de edad que parecía ser el único superviviente del cartel que presentaba la comedia francesa del año; una modelo estilizada que explicaba porque era un sinsentido no acudir a unos grandes almacenes, pero cuya sonrisa era incompatible con el hecho de haber perdido el brazo que sostenía sus compras de temporada; un resto de playa rocosa que tirando de imaginación debía formar parte de la semana de vacaciones ideal del paquete que ofertaba una agencia de viajes desconocida, y finalmente un rostro canoso y relajado que examinaba una mesa invisible mientras buscaba donde colocar en ella una ficha de dominó, y que por obligación debía parecer satisfecho con su plan de pensiones. El mundo que los observaba o pasaba de largo no llegaba a ser consciente de una mínima parte de su enorme desamparo. ! MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATO Mapas de caminos que no llevan a Roma (IX) de Angel Pontones @boucicaut71 ! ! AUGURIO ! El Primer Ciudadano contemplaba con curiosidad la mancha que iba extendiéndose por el mantel construido a partir de retales de la bandera que durante muchos años había ondeado en el antiguo edificio del parlamento. Acababa el hombre de abandonar una fase ”aperturista” que a juicio de sus consejeros le había debilitado, y necesitaba por tanto reivindicarse. Para ello precisaba diseñar una serie de golpes de efecto que surgían invariablemente alrededor de un entrecot poco hecho regado con cualquier tinto pasable de la zona. En una estas reuniones consigo mismo el zumbido de un mosquito le había sacado de sus pensamientos y su brazo ensimismado había derribado en un arco torpe la copa medio llena. Buscando encauzar la pendiente de la mancha con una servilleta había creado una protuberancia en la misma que poco a poco le iba mostrando con sorprendente exactitud los contornos de su propio país, sus formas alargadas e irregulares, como el filo de un hacha de sílex. “Fascinante” pensaba entonces, en ese punto transitorio entre la sorpresa y la interpretación. La mancha no se detuvo allí, evidentemente. Rebasó las fronteras de la figura que el Primer Ciudadano presidía y se extendió en una especie de vientre abultado que cualquiera de sus súbditos habría reconocido como el vecino estado de Sainderia. El Primer ciudadano creía firmemente en las señales del destino. ! ! ! ! MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATO Mapas de caminos que no llevan a Roma (IX) de Angel Pontones @boucicaut71 MORALEJA ! “Y se dirige a la jaula de los leones para demostrarle cuanto se equivoca”. Me preguntas entonces si termina así el cuento. Yo te digo que no, que los leones admiran su valor al meterse en la jaula y le dejan quedarse a vivir con ellos. Tú meneas la cabeza con aire decepcionado y cuando te pregunto el motivo, me planteas si entonces nadie va a comerse a nadie. Yo sonrío y te pregunto qué es lo que prefieres, que lo admiren o que se lo coman. Por toda respuesta, tú dibujas con la cola un interrogante. ! ! MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATOS-lacuevadelerizo-MICRO-RELATO
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