En sintonía amorosa con el ser del bebé desde el momento de la concepción Son diversas y muy personales las sensaciones, pensamientos y emociones que comienzan a aflorar cuando una mujer se encuentra gestando un ser en su interior. Al ser habitada por esta semilla que crece y evoluciona día tras día en su vientre, se adentra, aun mas de cerca, al misterio y el milagro de la vida, celebra el sentirse habitada, abre puertas a nuevas dimensiones o estados de conciencia jamás vivenciados permitiéndose entrar en sintonía amorosa con este ser que la eligió como madre para enseñarle aquello de lo cual seguramente debe seguir aprendiendo para continuar evolucionando y creciendo en esta vida Al hacer referencia al termino sintonía amorosa, hablo del permiso que como padres nos tenemos que conceder para nutrir el alma de este bebé desde un primer momento. ¿De que manera? No hay formulas, ni recetas, solo debe estar presente el deseo de realizarlo, dejando fluir la creatividad, entrando en contacto amoroso con nosotros mismos y con el bebé: Palabras amorosas, canciones de bienvenidas, visualizaciones acompañadas de música que te permitan relajarte, danzando, enraizándote a la energía de la madre tierra, compartiendo como te vas preparando para su llegada, con mensajes de amor, confirmándole que simplemente estarás allí para guiarlo y acompañarlo en la misión que tiene que asumir en esta vida, que no será una posesión de nadie, que respetarás su ser, su esencia, enseñándole a confiar en si mismo, a mantener encendida con intensidad su chispa divina, a escuchar su voz interior, a hacer uso de su intuición, a desplegar todo su potencial, a ser leal a si mismo ante todo. Toda impronta perdura en el tiempo, las primeras huellas en el alma, en el cuerpo, en el mundo emocional y espiritual del bebé serán las que inauguraran la forma en la cual este ser comienza a dar sus primeros pasos en esta vida. Nutrirse desde un primer momento con estos mensajes de amor, los cuales serán recordados una y otra vez por sus padres, será el inicio de una nueva era, de una nueva forma de relacionarnos los unos a los otros, con el planeta, con la madre tierra, respetándonos, reconociéndonos como seres que fuimos gestados de la misma fuente de luz, sanándonos, disfrutando de la plenitud de ser uno. El niño que nace ya tiene un pasado de 9 meses que en gran parte ha determinado su futuro personal. Teniendo presente este pasado le estarás enseñando a encontrarse ante a un gran futuro. Julieta Aguirre Psicóloga Docente del Método Frida Kaplan “Embarazo y Nacimiento Eutónico”
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