Discurso de posesión Mayor General Juan Carlos Salazar Salazar Director Escuela Superior de Guerra Para todos es bien sabida la importancia que la Escuela Superior de Guerra encierra para la seguridad y la defensa nacionales. Son 106 años de historia y desarrollo de actividad académica que la consolidan como el centro de formación de líderes estratégicos para las Fuerzas Militares. La educación considerada como uno de los pilares fundamentales de la formación profesional militar establece una interacción importante entre lo que sucede al interior del Sistema Educativo y lo que sucede en el entorno local, Nacional e Internacional. El contexto de la modernidad condiciona pues los desafíos que enfrenta la educación. Aquí en la Escuela confluyen las tareas, los retos y desafíos derivados de la misión constitucional, en un contexto de complejidades y realidades que demandan un proceso educativo dinámico y bien estructurado que corresponda al compromiso institucional con la nación. Abordar la Escuela Superior de Guerra es entender la concurrencia de factores educativos y misionales. La Escuela como parte del Sistema Educativo de las Fuerzas Armadas, sigue la hoja de ruta trazada en el proyecto de reestructuración de la educación militar y cuyo propósito es crear futuro mediante un sistema educativo integral, moderno y flexible, cuyos elementos se interrelacionan en un círculo virtuoso. Avanzamos en transformar a la institución Armada en una organización de aprendizaje, con una orientación fundamental hacia la investigación y la innovación. En otras palabras, una organización centrada en el alumno y su aprendizaje. Se trata de alcanzar un profundo cambio cultural para desarrollar el paradigma moderno del conocimiento, que se basa en la apertura, en la disposición para experimentar y en la generación de conocimiento propio y pertinente. El Sistema Educativo Militar está soportado en la gestión de Doctrina Conjunta, Coordinada, Combinada y de Fuerza; en el Aseguramiento de la Calidad Educativa; y en la Investigación, desarrollo e Innovación. SUBSISTEMA DE GESTIÓN Factor de especial trascendencia es el modelo de formación y educación conjunta que la Escuela Superior de Guerra durante décadas ha desarrollado. En sus aulas se integran los hombres del Ejército, La Armada y la Fuerza Aérea bajo un concepto de unidad y sinergia que al proyectarse en el campo operacional ha producido los más importantes éxitos en el campo del planeamiento y conducción de las operaciones militares. Como un importante referente de estos logros conjuntos formativos y educativos alcanzados en las aulas de la Escuela, rrecientemente las Fuerzas Militares emprendieron el “Proyecto Púrpura”, con el cual se fortalece la cohesión entre el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea desde las Escuelas de Formación de oficiales, generando un aprendizaje holístico de capacidades que conllevan a Lograr sinergias tempranas, fortalecer lazos de hermandad y compañerismo, generar respeto por la cultura y naturaleza de cada Fuerza, complementar en lugar de competir, mejorar los resultados operacionales, optimizar los recursos y generar un poder de combate dominante en todo el espectro de la guerra. 1 Por otra parte, en el contexto de la Educación superior en Colombia y teniendo en cuenta las funciones sustantivas de la Educación establecidas en ley 30/1992, la Escuela avanza en el fortaleciendo de los procesos de docencia, de investigación, de extensión y proyección social y de visibilidad institucional. En este sentido La búsqueda de la excelencia a través de la acreditación de los programas académicos se establece como uno de los objetivos prioritarios. Sin embargo, el sistema educativo por si solo no lo constituye todo. Los currículos se alimentan de insumos dinámicos que provienen de la misión constitucional y las necesidades estratégicas y operacionales. La alineación debe ser constante con las necesidades, y la guía de planeamiento del ministerio de defensa, el comando general de las Fuerzas Militares y cada Fuerza. Los planes estratégicos deben nutrir el proceso educativo. En la actualidad las Fuerzas Militares avanzan a lo largo de tres grandes autopistas materializadas en planes estratégicos. La primera y en el presente decisivo lo es El Plan de Guerra Espada Honor, diseñado para consolidar la victoria y alcanzar las condiciones óptimas de seguridad que contribuyan a la obtención del objetivo político estratégico de lograr el fin del conflicto en condiciones favorables para el Estado Colombiano. La segunda ruta para el presente y el futuro es la transición al fin del conflicto, cuya estructuración ha sido encomendada al comando estratégico de transición y sus objetivos son preservar la legitimidad, fortalecer la seguridad jurídica integral y diseñar modelos para la transición. Y una tercera via que proyecta el futuro, es la transformación y modernización de las Fuerzas Militares acorde a la misión y las necesidades funcionales. Sobre estos tres grandes ejes debemos ampliar y fortalecer la capacitación desde la escuela. La Institución demanda de miembros que se adapten fácilmente a los cambios; que aborden la realidad en toda su complejidad para que de esta forma puedan adecuarse mejor a ella y transformarla. La formación para el liderazgo será entendida como la columna vertebral de la formación profesional militar, que permanentemente reoriente el quehacer específico del hombre de armas. La integralidad del profesional militar se enmarca en las competencias del SER, del SABER, del HACER y del CONVIVIR, dimensiones en las cuales debemos mantener la atención y profundización en la Escuela. Aquí se fortalece el liderazgo y el conocimiento de los futuros generales y almirantes, de los futuros tenientes coroneles y capitanes de corbeta, de todos quienes tendrán la responsabilidad de conducción de las tropas al exito. Consciente de este compromiso, recibo uno de los encargos más enaltecedores que puede tener un militar colombiano, al mismo tiempo una responsabilidad muy grande, porque se trata nada más, pero tampoco menos, que asegurar al mismo tiempo, la continuidad histórica de las Fuerzas Militares en sus valores esenciales y por otra parte, darle curso a las presiones de cambio que imponen los tiempos modernos. La escuela guarda celosamente la trayectoria de una institución nacida, crecida y apegada a los valores de un estado de derecho. La tradición colombiana ha estado enmarcada por una intención permanente por crear un estado de derecho desde las palabras de uno de sus fundadores, el General Francisco de Paula Santander, quien señaló el camino de una república de leyes. Vivimos ahora tiempos difíciles y como siempre las FFMM están allí, vigilantes y celosas de las libertades públicas, con una fuerza que cuida y protege, y es ese el espíritu que guarda 2 la Escuela Superior de Guerra, el servicio al bien común para todos los colombianos sin distinción. Para llenar ese cometido debemos estar listos a compartir estrategias, misiones y conocimientos. La Escuela entró de la mano de mis predecesores en ese camino, y el compromiso es mantenerlo y fortalecerlo. La escuela ha tenido un desarrollo académico notable que, además la ha acercado a la sociedad. Maestrías y cursos de extensión, proyectos de programas nuevos, son desarrollos que piden permanencia y avance, porque las exigencias sobre la institución son cada vez mayores. Al militar profesional de hoy se le pide y exige mucho. Pocas organizaciones son tan complejas y variadas, nuestro oficio necesita de todas las ciencias y de todas las técnicas, integra conocimientos y los aplica. Necesita además de la reflexión filosófica para fortalecer sus fundamentos axiológicos y mantener principios éticos expresos en una deontología y una moral que nos preserve como ejemplo para los ciudadanos. De esa magnitud es el reto y quien hoy asume esta responsabilidad convoca desde aquí y ahora todo el apoyo, compromiso y entrega de todos los miembros de la Escuela, del cuerpo de docentes, de los integrantes de la reserva activa y de todos nuestros aliados. Acudo a todos los alumnos para entregar lo mejor de cada uno en su proceso de fortalecimiento profesional. Pido al Todopoderoso nos acompañe cada día en todas nuestras labores. Agradezco al señor General comandante de las Fuerzas Militares y comandantes de Fuerza, la confianza que hoy se me deposita y acudiré a Ustedes para obtener la orientación esperada hacia esta Escuela. Recibo el encargo de manos del Mayor General Ricardo Gómez Nieto a quien admiramos en las Fuerzas, él cabe en el enunciado que hizo el General Reyes, el fundador, del cadete colombiano como un “cumplido caballero”. Sus dotes de mando, sus aciertos como comandante son para todos conocidos, estoy obligado a cuidar lo que me deja. En sus nuevos destinos se repetirá con seguridad la eficacia de sus otros cometidos. Interpreto el sentir de los miembros de la Escuela para desearle éxitos y el buen suceso al frente del segundo comando del Ejército. Agradezco a todos su presencia en esta tarde, nos honra su compañía, a la vez que les reafirmo su pertenencia a esta gran familia en donde los valores que encarnan nuestro lema: unión, proyección y liderazgo se reverdecen en todo momento. Con el sentimiento expresado, invito a seguir adelante con esta Escuela querida, cima de nuestro sistema de educación militar, para bien de las Fuerzas Militares y de Colombia entera. 3
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