ANALISIS LA SEGURIDAD GLOBAL Y HEMISFERICA EN LA POSGUERRA FRIA EN TERMINOS DE AMENAZA Y GASTO MILITAR Mayor General James R. Hardingi Interamerican Defense College Introducción Es un gran placer poder participar en esta conferencia. En estas reuniones, aprendo muchas cosas y quiero agradecer a FLACSO su invitación. Desde mi perspectiva, la democracia está triunfando en las Américas en forma sin precedentes: en términos económicos, la democracia es una industria creciente en las Américas. El ascenso de la oleada democratizadora aumenta la seguridad de todas las naciones puesto que las democracias tienden a resolver sus diferencias en forma pacífica. Al mismo tiempo, todas las naciones del hemisferio enfrentan los desafíos planteados por la creciente competencia económica, las transiciones sociales, la pobreza, la necesidad de mejorar la educación y la salud, de contar con mayor apertura en el gobierno, volviéndolo más sensible y transparente. Varias naciones también enfrentan el efecto canceroso del tráfico ilícito de narcóticos y del terrorismo. Esquema Me corresponde analizar "La seguridad global y hemisférica en la posguerra fría en términos de amenazas y gasto militar". Además, se supone que debo hacerlo en 15 minutos. Dentro de esta severa limitación de tiempo, intentaré contribuir a esta tarea dividiendo mi presentación en cuatro partes. En primer lugar, les proporcionaré algunas ideas desde una perspectiva económica a través de un análisis de las FASOC Vol. IX, N1 3 tendencias observadas en el gasto militar. A continuación, sugeriré que el mundo sigue siendo un lugar sumamente peligroso. En tercer lugar, plantearé algunas áreas que requieren de definición política y de claridad antes de evaluar la asignación de recursos a cuestiones de seguridad. Terminaré con una sugerencia en el sentido que un futuro incierto requiere de una asignación inteligente de los recursos de seguridad, realizada sobre la base de objetivos políticos claros, acuerdos y organizaciones. Perspectiva económica y gasto militar En términos económicos, los compromisos de seguridad nacional en el hemisferio llegaron a su punto culminante a mediados de los años ochenta, y siguen en una tendencia descendente. El gasto militar promedioii como proporción del Producto Interno Bruto en América Latina disminuyó de un máximo de 1,77% en 1987 al 1,4% en 1991. Esto equivale a una reducción del 20%. En Estados Unidos, dicha reducción fue de alrededor del 25% dado que el gasto militar se redujo de un máximo de 6,55% en 1986 a 4,92% en 1991. Esta tendencia se acelerará durante los años noventa hasta llegar a un 2,9% en 1999. No existen proyecciones para América Latina hasta 1999; sin embargo, es útil señalar que, en América Latina, el promedio correspondiente a 1991 permanece por debajo de las proyecciones futuras para Estados Unidos. Algunos analistas plantean que hay otras herramientas más útiles para calcular los compromisos nacionales de defensa. Ellos sugieren la utilización de cálculos tales como la proporción de la población comprometida con las Fuerzas Armadas y los costos per cápita. Ambos cálculos también han mostrado una tendencia a la baja. En América Latina, el promedio de soldados por cada mil habitantes llegó al máximo alrededor de 1983 cuando existían 4,0 soldados/1000 habitantes, exhibiendo una tendencia a la disminución, James R. Harding llegando a 2,9/1000 en 1991. En Estados Unidos, dicho promedio también alcanzó su máxima expresión alrededor de 1983 con 9,4/1000 habitantes, se mantuvo en 8,4/1000 en 1991 y será de alrededor de 6,7/100 en el año en curso.iii En términos del costo de los gastos militares por persona, la tendencia es similar. El costo promedio en América Latina varió de un máximo de US$ 45 por año en 1987 a US$ 35 por año en 1991. En Estados Unidos, estos costos descendieron de US$ 1.391 en 1987 a US$ 1.110 en 1991 y las proyecciones indican que disminuirán todavía más. En 1991, dichos valores equivalen a un costo de gasto militar promedio diario de US$ 0,096 (9,6 centavos) por persona en América Latina y a US$ 3,04 diarios por persona en Estados Unidos. )Cómo se desempeñaron las economías en estos tiempos? En el período 1970-80, el crecimiento real en América Latina alcanzó un promedio de 5,8% anual y el ingreso per cápita aumentó, en promedio, en un 3,3% por año. Todos los países, con la excepción de Nicaragua y Jamaica, lograron mejorar su nivel de vida. En los años ochenta, las economías siguieron creciendo en América Latina, aunque el ritmo fue más lento y el rendimiento no fue uniforme en todo el hemisferio. Sin embargo, el crecimiento económico no podía mantenerse al mismo ritmo que el aumento de la población y los niveles de vida descendieron en una serie de países, constituyendo el crecimiento poblacional un factor que sigue limitando la posibilidad de las naciones del hemisferio de resolver graves problemas de pobreza. Por ejemplo, entre 1983 y 1991, la tasa promedio anual de crecimiento económico de 2,68% superó la tasa de crecimiento real de EE.UU. de 2,60%; sin embargo, el PNB per cápita, cifra que refleja el nivel de vida, se incrementó solamente en un 0,56% en América Latina mientras aumentaba a un ritmo tres veces mayor en Estados Unidos, alcanzando un 1,61% por año. )Por qué? Porque el aumento promedio de la población de América Latina fue de 2,1% e inferior al 1% (0,91) en Estados Unidos. )Cuál fue el impacto del gasto militar en las economías latinoamericanas? )Hizo alguna diferencia? Resulta difícil determinarlo -- pero si se invirtiera el total del gasto militar anual en América Latina a la tasa de rentabilidad promedio de las economías combinadas (en un período de crecimiento económico) la ganancia de la tasa de crecimiento anual sólo habría sido de 0,07% o 2,75 en lugar de 2,68%.iv )Qué sentido tiene éste análisis y debate sobre el gasto militar? Mi propósito es establecer un punto de referencia para el análisis --que, en promedio, América Latina está asignando montos relativamente pequeños al sector de defensa y que las reducciones adicionales no lograrían gran cosa en términos del crecimiento económico. Dicho de otro modo, América Latina no ocupa un sitial muy elevado en el lado de las armas en lo referente al dilema de "armas versus mantequilla" en la asignación de recursos. La amenaza Permítanme considerar la cuestión de la amenaza. Durante varios decenios las amenazas hemisféricas a la paz y la seguridad se podían definir según términos tales como la "guerra fría" y la lucha "este-oeste". Las amenazas específicas se podían cuantificar y calcular en términos de soldados, armas, aviones, barcos mientras que las asignaciones para defensa se basaban, en gran medida, en el recuento de dichos objetos y la eficacia de las naciones occidentales para contrarrestarlas. Las rebeliones contra los gobiernos occidentales se medían y calculaban dentro de este mismo contexto. En otras palabras, las amenazas durante este período eran más o menos previsibles. La caída de la Cortina de Hierro, simbolizada por la caída del Muro de Berlín, marcó el fin aparente de dicha guerra y de esa época. Los desafíos del Nuevo Mundo que ahora enfrentamos se basan en incertidumbres y, en consecuencia, las amenazas son menos previsibles desde el punto de vista de la preparación militar y La Seguridad Global y Hemisférica en la Posguerra Fría... potencialmente más peligrosas. Como señaló recientemente el ex Secretario General de la OTAN, Manfred Woerner: "El comunismo nos dejó con una paradoja: hay menos amenazas pero también hay menos paz". Los acontecimientos en Somalía, en la ex Yugoeslavia, en Haití y Corea del Norte ejemplifican dicha incertidumbre. Estos ejemplos también ilustran las dificultades que enfrentan las fuerzas armadas para tener una actitud de respuesta ante las direcciones políticas cuando no se conoce claramente la definición de los requisitos. En resumen, el mundo sigue siendo un lugar imprevisible y peligroso. A estos cambios se suman una serie de inquietudes que persisten en el hemisferio. América Latina sigue registrando el más elevado porcentaje de incidentes de terrorismo internacional a nivel mundial. Quizás el ejemplo más reciente e identificable es la horrorosa pérdida de vidas y bienes en Buenos Aires cuando el Centro Cultural de Israel fue objeto de un ataque. El narcoterrorismo sigue teniendo sus efectos nefastos y representa una amenaza directa a la estabilidad de algunos países. El Canal de Panamá continúa siendo un valor económico valioso para algunos países. Definiciones políticas indispensables Este análisis conduce a mi tercer tema -las áreas que requieren de definición y claridad política con el fin de definir las amenazas y requisitos militares del hemisferio. En este contexto, el término "seguridad" implica una interpretación amplia del término. Dicho concepto incluye cuatro categorías de inquietudes en cuanto a la seguridad: los problemas de soberanía e independencia política, los intereses esenciales tradicionales de reconocimiento internacional; las tareas militares "no tradicionales"; y el rol de las organizaciones multinacionales. La Sección de Seguridad Colectiva de la Carta de la OEA identifica el alcance de las cuestiones de seguridad al reconocer no solamente los ataques armados sino también "un acto de agresión que no constituya un ataque armado... o cualquier otro hecho o situación que pudiera poner en peligro la paz de América". Indudablemente, el territorio de un estado es inviolable y la protección del propio territorio de una agresión es un problema de "seguridad". El concepto más amplio de seguridad abarca las agresiones realizadas por otros medios. Cuestiones de contrabando, etc. soberanía --migración, Hace mucho tiempo ya que las barreras al ingreso ilegal de bienes y personas al territorio de los estados fueron reconocidas como justificadas. En los últimos años, las naciones han experimentado un aumento del comercio ilegal de narcóticos y de la migración de personas que buscan mejores oportunidades. En su informe de junio de 1992, titulado "Una agenda para la paz" el Secretario General de las Naciones Unidas, Boutros Boutros-Ghali describió una serie de factores que se han "combinado para producir 17 millones de refugiados, 20 millones de personas desplazadas, y la migración masiva de personas al interior de las fronteras nacionales y fuera de las mismas".v El aumento de los refugiados haitianos que van a Estados Unidos y desde Yugoeslavia hacia otros estados europeos son ejemplos de esta tendencia. )Constituye este movimiento descontrolado de personas y objetos un problema de seguridad? )Son problemas de soberanía los desastres ambientales? Consideremos el alcance de los derrames de petróleo, como el del Exxon Valdez en Alaska, si se producen en aguas internacionales. Los daños causados por el petróleo derramado afecta las playas de estados caribeños tales como Barbados, que obtiene cerca del 10 por ciento de su PIB del turismo. )Constituye esto una amenaza potencial a la integridad territorial y el bienestar de dichos estados? James R. Harding Las preocupaciones tradicionales sobre la seguridad y los intereses esenciales Además de la protección de las fronteras nacionales, las naciones frecuentemente incluyen una gama más amplia de intereses vitales dentro de su visión de las inquietudes sobre la seguridad. La libertad de desplazamiento en alta mar es reconocida como inviolable. Pero una definición simple de los intereses nacionales vitales ha sido obscurecida por el progreso en las comunicaciones, el comercio global, y los logros tecnológicos --el más notable de los cuales ha ocurrido en el espacio. )Donde ingresa al espectro de las inquietudes sobre seguridad la protección de los medios de comunicación (satélites, computadoras, señales de radio) que resultan tan vitales para el comercio internacional? )Forma parte de la gama de intereses vitales la protección de las democracias y los derechos humanos? Desconozco la respuesta, pero las acciones recientes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que autorizó el uso de todos los medios necesarios para restablecer la democracia en Haití podrían indicar una tendencia. Tareas no tradicionales El uso de la fuerza militar en las tareas militares no tradicionales ha aumentado. Hay cuatro tipo de operaciones que merecen ser mencionadas: resguardo de la paz, operaciones de estabilización, construcción de la paz y ayuda humanitaria. Aunque cada tipo tiene características singulares, las diferencias se vuelven menos visibles cuando se presentan simultáneamente. Una operación militar de resguardo de la paz consiste en el compromiso de fuerzas militares para ayudar a los pacificadores a poner en práctica los acuerdos de paz. El alcance del esfuerzo militar puede abarcar desde algunos observadores militares hasta incluir batallones u organizaciones mayores. Ejemplos de lo anterior incluyen la presencia de observadores militares en áreas bajo disputavi y la vigilancia de la des- trucción de armamento.vii También se han efectuado intercambios de observadores militares como una forma de intensificar la confianza en la paz.viii La presencia permanente de Observadores de la Fuerza Multinacional en la frontera entre Israel y Egipto es un ejemplo del compromiso de organizaciones militares mayores. Las operaciones de estabilización implican la utilización de fuerzas militares para garantizar ciertas condiciones que permitan realizar sus actividades a las organizaciones no militares. El compromiso de fuerzas militares en Somalía destinado a permitir la entrega de ayuda humanitaria y víveres constituye un ejemplo reciente de una operación de estabilización. Una operación de construcción de la paz es el compromiso de recursos militares para ayudar a las naciones a reconstruir las instituciones y la infraestructura destruidas por la guerra o el desorden. El programa que Estados Unidos y otras naciones aplicaron en Europa Occidental después de la Segunda guerra Mundial es un ejemplo altamente notable. Las operaciones actuales en el hemisferio occidental incluyen el esfuerzo orientado al entrenamiento multinacional en Nicaragua para eliminar las minas terrestres de dicho país. Otros compromisos potenciales en el hemisferio occidental incluyen la ayuda a Haití y Suriname en sus esfuerzos por reconstruir sus instituciones militares para apoyar la democracia. Una operación de ayuda humanitaria es el uso de la fuerza militar para proporcionar ayuda humanitaria. Los ejemplos son varios, pero cabe destacar que estas operaciones se pueden llevar a cabo en un ambiente receptivo o en uno hostil. La primera es la situación que generalmente prevalece cuando se proporciona ayuda frente a desastres --por ejemplo, después de un terremoto o de los frecuentes huracanes en el Caribe. El ambiente hostil es evidente en la entrega de ayuda humanitaria a los habitantes de la ex Yugoeslavia. La Seguridad Global y Hemisférica en la Posguerra Fría... El papel de las organizaciones y agencias regionales De acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad tiene la responsabilidad primordial de mantener la paz y seguridad a nivel internacional, pero dicha Carta también establece la posibilidad de acuerdos regionales de seguridad, defensa y cooperación mutuas. En el hemisferio occidental, la OEA es la organización regional y ha participado en la resolución pacífica de conflictos y ha unido sus esfuerzos con los de las Naciones Unidas para lograr acuerdos pacíficos orientados a poner fin a los combates en Nicaragua y El Salvador. Si bien el papel preciso de las organizaciones regionales en el futuro en lo que se refiere a cuestiones de paz y seguridad puede no ser claro, el Secretario General de las Naciones Unidas afirma que "Lo que si está claro, sin embargo, es que las disposiciones regionales o las agencias poseen, en muchos casos, un potencial que se debiera utilizar para contribuir a las funciones de: diplomacia preventiva, resguardo de la paz y construcción de la paz después del conflicto". En este sentido, es interesante señalar que, en 1990, las Naciones Unidas estaba realizando cinco operaciones de resguardo de la paz que implicaban tropas de 10.000 hombres (sin incluir Corea). En 1993 esa cantidad aumentó a 24 operaciones con más de 75.000 hombres mientras que los costos ascendieron de alrededor de US$ 840 millones a alrededor de US$ 4 mil millones. Conclusiones Mi objetivo al plantear estas cuestiones es crear las bases para la cuarta y última sección del análisis, es decir, los requisitos militares. Quisiera poder proporcionarles una evaluación clara de lo que se necesita, pero lamentablemente no puedo hacerlo. Cada nación tiene que decidirlo. Lo que puedo recomendar es que los elementos políticos de nuestros gobiernos definan y aclaren las cuestiones de seguridad. He mencionado algunas; existen otras --y a partir de estas definiciones surgirán los requisitos de fuerza militar. Por lo tanto, mi desafío está dirigido a los elementos políticos para que asuman el papel de liderazgo en la definición y configuración de las cuestiones de seguridad y, en un diálogo con los elementos militares, intenten decidir la asignación correcta de los recursos nacionales para hacer frente a las necesidades nacionales. Para terminar, permítanme una observación. En mi vecindario no ha habido un incendio en más de 20 años --sin embargo, todos tenemos seguro contra incendios, buscamos la forma de reducir la posibilidad de que ocurra un incendio y todos pagamos por la existencia del Cuerpo de Bomberos. )Por qué? Porque un incendio sin protección sería catastrófico. Tampoco hemos sufrido robos en más de diez años, pero todo mundo cierra sus puertas con llave; todos tenemos seguro contra robo y pagamos, en forma colectiva, la protección policial. )Por qué? Porque individualmente no podemos darnos el lujo de las pérdidas que implica un robo. La cantidad de protección suficiente es una cuestión que tiene que determinar cada individuo. La cantidad de seguridad nacional suficiente es una cuestión política que deben decidir las naciones. 1. Comentarios del Director del Inter-American Defense College, Washington, D.C. en el Simposio auspiciado por el International Center for Economic Growth Ciudad de Panamá, Panamá, 9 de septiembre de 1994. 2. Se reconoce que hay excepciones en algunos países. 3. Balance Militar 1993-94. The International Institute for Strategic Studies. 4. Si se aplicara este análisis al gasto militar de los Estados Unidos, los resultados serían distintos porque dicho país dedicó un porcentaje mucho mayor de su PIB a la seguridad. 16. Boutros Boutros-Ghali "An Agenda for Peace", Naciones Unidas, junio de 1992, página 17. El IADB? coordinó a los observadores militares durante los incidentes entre Honduras y El James R. Harding Salvador en 1969 y 1976 y en la cuestión de Belice en 1972. 18. Por ejemplo, después de las Strategic Arms Limitation Talks (SALT 1 - Conversaciones de Limitación de Armas Estratégicas) en 1989. 19. Un ejemplo de esto lo constituye el intercambio entre el Pacto de Varsovia y la Organización del Tratado del Atlántico del Norte en los años ochenta.
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