salud T odos hemos sufrido alguna vez la sensación de ruído en el interior de nuestros oídos o en la cabeza de forma esporádica. Pero las personas con acúfenos, también llamados “tinnitus”, los padecen de forma permanente, llegando a interferir en su calidad de vida. “Esta afección genera ruidos o pitidos continuados sin que procedan de una fuente externa, siendo percibidos únicamente por la persona que los padece”, explica Valeria García, coordinadora de servicios especializados de Gaes. “Es un cuadro relativamente frecuente en el mundo occidental”, apunta el doctor Jordi Coromina, otorrinolaringólogo del Centro Médico Teknon, y aproximadamente un 12 % de la población los sufre. Los factores que intensifican los acúfenos son: la exposición a ruido fuertes, el estrés y algunos medicamentos Acúfenos cuando el ruido viene de dentro Es una afección “invisible” pero, a veces, tremendamente tormentosa. La prevención y su tratamiento durante el proceso inicial son determianantes para amortiguarlos. texto: laura serrano. asesores: dr. jordi coromina, otorrinolaringólogo del centro médico teknon y valeria garcía, coordinadora de servicios especializados de gaes / FOTOS: agencias “Estos ruidos, que pueden percibirse de múltiples formas: como zumbido, pitido, ruído de grillos, murmullo del mar, timbre, etcétera, pueden ser contínuos o intermitentes. También pueden ser unilaterales (un único oído), bilaterales (afecta a los dos oídos) o percibirse en toda la cabeza”, apunta el Dr. Coromina, y añade, “el 40 % de las personas con acúfenos sufren de ansiedad y un 20 % de depresión”. Por eso, porque acaba afectando a tu día a día, es preciso ponerle remedio. ¿Pueden provocar pérdida auditiva? “Los acúfenos no siempre van asociados a una pérdida auditiva, ni su aparición indica que vaya a producirse una sordera. Aproximadamente un 30% de las personas con sordera salud auditiva Otros datos de interés Visitar al otorrinolaringólogo, tratar el estrés, evitar el exceso de ruidos (insertando un poco de algodón en las orejas), hacer uso de la protección laboral y no desesperar son las recomendaciones del Dr. Coromina. “la exposición a niveles de sonido menores de 70 decibelios no produce daño auditivo. una exposición de más de 8 horas diarias a niveles sonoros mayores de 85 db es potencialmente peligrosa importante no tiene acúfenos”, explica el especialista. “Lo que es frecuente es el que paciente oiga menos. ¿Por qué? Por dos motivos: un acúfeno es un ruido que puede enmascarar el sonido real y si el pitido que escuchas es grave, probablemente anules los sonidos graves del exterior. Y por otro lado, hay algunas enfermedades que producen pérdida y acúfenos al mismo tiempo. Es el caso de el vértigo de Ménière, la otosclerosis, un tumor de oído llamado colesteatoma o el neurinoma del acústico”. CAUSAS El experto Jordi Coromina enumera: • LESIONES DE LA VÍA AUDITIVA: presbiacusia o envejecimiento del oído; diferentes enfermedades del oído externo, medio o interno; trauma acústico; infecciones óticas, etcétera. • MALOS HÁBITOS POSTURALES: con afectación principalmente de la musculatura temporomandibular y cervical (bruxismo o rechinar de dientes al dormir, así como otros malos hábitos craneofaciales, artrosis cervical, contracturas, variaciones de la posición normal de la espalda...). 1 el uso de auriculares a máxima potencia dispara la sordera juvenil “El ruido excesivo al que se someten los jóvenes les está provocando presbiacucia prematura u oído cansado: el envejecimiento del nervio auditivo”, asegura nuestro especialista. Y es que los reproductores de música actuales están diseñados para alcanzar decibelios que, “apartir de los 15 minutos de audición, a máxima potencia, ya pueden causar daños en el nervio auditivo. Si no se toman las debidas precauciones, muchos jóvenes aficionados a ellos llevarán audífono a partir de los 40 - 45 años”. • ESTRÉS: está comprobado que los pacientes con acúfenos presentan una mayor actividad cerebral en la parte del cerebro implicada en las emociones. • EXPOSICIÓN A RUIDOS FUERTES: la música alta de los conciertos, escuchar el reproductor de música a un volumen excesivo, los petardos o el ruido que ocasionan determinados trabajos. • MEDICAMENTOS: por ejemplo, el abuso de aspirina, algunas medicinas que se utilizan para el tratamiento del cáncer, determinados antibióticos y la quinina pueden motivar o intensificar la aparición de acúfenos. 2 tratamiento • Medicación: la melatonina (ayuda a dormir bien) y los vasodilatadores (mejoran la circulación sanguínea del oído). • Enmascaradores: generan un ruido que tapa el zumbido. • Técnicas de habituación: escuchar sonidos agradables para hacer pasar el que te perturba a un segundo plano o a nivel subconsciente. • Audífonos: en ocasiones mejora el acúfeno. La visita a un experto es un paso ineludible. Él será quien determine qué tratamiento se adecúa más a ti y a tus acude a un buen especialista condiciones. “No desesperes, a veces desaparece. La medicina avanza y es un tema sobre el que se sigue investigando. Ahora, por ejemplo, están probando las inyecciones de corticoides pero los resultados no están siendo los esperados”, comenta el doctor. No pasa nada, seguirán intentándolo.
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