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La abolición de la muerte
Estudio de Pastores
Pastor Ramiro Monterroso
Guatemala, 12 de marzo del Año De La Misericordia
Muchas de las palabras que utilizamos en el idioma español tienen su origen en el latín; y si analizamos
la etimología de la palabra misericordia en el latín, vemos que se divide en tres partes: Misere = miseria,
necesidad; cor, cordis = corazón; ia = hacia los demás. Si unimos las tres en un significado literal,
misericordia sería “dar corazón a la miseria de los demás” y por implicación: “amor por la miseria”; por lo
tanto si pedimos misericordia al Señor, nos estamos reconociendo miserables delante de Él. En las
Escrituras vemos como en ocasiones se describieron algunas personas como personas miserables.
Apocalipsis 3:17 RV 1960 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa
tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
Se desprende de este pasaje el que la condición de miserable no necesariamente nos habla de aspectos
materiales.
1 Corintios 15:19 RVA ¡Si sólo en esta vida hemos tenido esperanza en Cristo, somos los más
miserables de todos los hombres!
En el contexto se nos está hablando de la resurrección de Cristo, por lo que si solo tenemos nuestra
esperanza en esta vida terrenal, nos podemos considerar miserables. Si como ministros solamente
enseñamos a los nuestros a creer en un Cristo terrenal, perdiendo la esperanza del arrebatamiento,
también los estamos volviendo miserables.
Romanos 7:24 RV 1960 ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?
Todos estamos en esta condición, porque vivimos aún dentro de un cuerpo terrenal que es un cuerpo de
muerte.
1 Corintios 15:56 RV 1960 ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la
ley.
Romanos 6:12 RV 1960 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo
obedezcáis en sus concupiscencias;
Según el bloque de versículos, el cuerpo que habitamos es un cuerpo de muerte porque la ley del pecado
mora en nosotros, por lo que este año de la misericordia, debemos pedir al Señor que podamos vencer
esta ley y gemir en nuestro interior por la redención de nuestro cuerpo (Rom 8:23).
1 Corintios 15:25-26 LBLA Pues Cristo debe reinar hasta que haya puesto a todos sus enemigos
debajo de sus pies. Y el último enemigo que será abolido es la muerte.
Si el último enemigo a vencer es la muerte, podríamos pensar que no seremos librados de este cuerpo
de muerte hasta el final, sin embargo, sabemos que cercana está nuestra redención.
Isaías 24:23 BTA Y se pondrá roja o de color de sangre la luna, y el sol se oscurecerá y
avergonzará cuando el Señor Dios de los ejércitos haya tomado posesión del reino en el monte
Sión y en Jerusalén, y sido glorificado en presencia de sus ancianos.
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Este estudio puede imprimirse y reproducirse por cualquier medio siempre y cuando se cite la fuente de donde se obtuvo.
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La abolición de la muerte
Estudio de Pastores
Pastor Ramiro Monterroso
Guatemala, 12 de marzo del Año De La Misericordia
Este verso describe que cuando la luna se vista de sangre el Señor comenzará a reinar en Sión y hemos
aprendido que estamos cerca de la tercera luna sangrienta de la novena tétrada; lo que nos conduce a
pensar que muy pronto la Iglesia será levantada de sobre la faz de la tierra, razón por la cual debemos
estar velando en todo tiempo, para que no seamos sorprendidos.
Hechos 2:20 LBLA EL SOL SE CONVERTIRA EN TINIEBLAS Y LA LUNA EN SANGRE, ANTES QUE
VENGA EL DIA GRANDE Y GLORIOSO DEL SEÑOR.
Cercano está el día en que el Señor tomará Su reino en Sion; pero antes que esto suceda primeramente
será abolida la muerte, por lo que es necesario que atravesemos un proceso de transformación que nos
conduzca hacia la victoria final sobre el pecado, que es el aguijón de la muerte. Debemos entender que el
abolir la muerte es un proceso que se llevará a cabo en nosotros paulatinamente. Por otra parte, la
muerte será abolida en cada uno de los escenarios escatológicos que hemos estudiado con anterioridad.
Veamos algunos:
-Apocalipsis 20:11,14 LBLA: Abolición de la muerte en los escenarios cosmos y tierra con el Reino Eterno
al final del milenio.
-2 Corintios 3:7; 3:1-16 RVG: Abolición de la muerte en el escenario Israel con la epifanía, al final de la
tribulación.
-1 Corintios 15:52 RV60: Abolición de la muerte en el escenario Iglesia con el arrebatamiento.
1 Corintios 15:54 RV 1960 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto
mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida
es la muerte en victoria.
Antes de que la muerte sea sorbida, el Señor vencerá a los aliados de la misma, por ejemplo, las leyes
del pecado, las concupiscencias y las pasiones. La Iglesia tiene que llegar a su victoria absoluta
venciendo a estos enemigos antes de la transformación final, la cual será al momento del arrebatamiento.
Hechos 2:17 LBLA Y SUCEDERA EN LOS ULTIMOS DIAS--dice Dios-- QUE DERRAMARE DE MI
ESPIRITU SOBRE TODA CARNE; Y VUESTROS HIJOS Y VUESTRAS HIJAS PROFETIZARAN,
VUESTROS JOVENES VERAN VISIONES, Y VUESTROS ANCIANOS SOÑARAN SUEÑOS;
El Señor derramará de Su Espíritu sobre toda carne, es decir, que por medio de este derramamiento
mueren en nosotros las obras de la carne; por esta razón es primordial que recibamos y ministremos la
llenura del Espíritu Santo. Cuando el Espíritu Santo es derramado sobre nuestro espíritu, se manifiestan
los dones, cuando se derrama sobre nuestra alma se da la demostración de los frutos y cuando es
derramado sobre nuestra carne, podemos ver sus efectos al morir a nuestras pasiones.
Romanos 8:13 LBLA porque si vivís conforme a la carne, habréis de morir; pero si por el Espíritu
hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
El vivir conforme a la carne hace que le fallemos al Señor, no obstante, si somos llenos del Espíritu
Santo, el mismo nos ayuda a vencer la ley de pecado en nuestra carne y nos conduce a la santidad.
Veamos algunos ejemplos de leyes de pecado y como la llenura del Espíritu nos ayuda a no ser más sus
esclavos.
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Estudio de Pastores
Pastor Ramiro Monterroso
Guatemala, 12 de marzo del Año De La Misericordia
Romanos 8:5 RV 1960 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los
que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
Pensamiento carnal: Cuando el Espíritu se derrama en nuestra carne nuestros pensamientos son
cambiados de carnales a espirituales.
Gálatas 5:16 LBLA Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne.
Satisfacciones carnales: El no satisfacer las obras de la carne esta dado como una orden para
nosotros, pero también se alcanza como consecuencia de ser llenos del Espíritu.
Mateo 26:41 RV 1960 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está
dispuesto, pero la carne es débil.
Indisposición: Otro enemigo a vencer es la indisposición, la cual implica el no tener deseo por las cosas
de Dios. Cuando el Espíritu es derramado en nuestra carne hay disposición, aún física, para servir al
Señor y hacer Su voluntad.
Filipenses 3:3 RVG Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu adoramos a Dios y
nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.
Confianza carnal: El adorador en el Espíritu no tiene confianza en la carne, pero el que adora en el alma
depende de las circunstancias de la tierra y de su estado de ánimo para alabar a Dios.
Ezequiel 36:26 RVG Y os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y
quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Corazón duro (carnal): Otro efecto del Espíritu en nuestra carne es que remueve la dureza de nuestro
corazón y nos vuelve sensibles a la voz de Dios.
Juan 6:63 RV 1960 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que
yo os he hablado son espíritu y son vida.
Improductividad: Cuando no somos llenos del Espíritu somos improductivos. La llenura del Espíritu nos
da vida y nos ayuda a cumplir el plan divino que nos fue encomendado. Debemos pedirle al Señor que
aún nuestra carne le anhele, para que por la llenura del Espíritu venzamos a estos enemigos, y no
seamos más hombres miserables habitando en un cuerpo de muerte.
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